efdeportes.com
El juego de pelota en la filatelia

 

*Licenciado CC. Actividad Física y el Deporte

**Licenciado. C.C. Actividad Física y el Deporte.

***Dr. EF. Facultad del Deporte.

Universidad Pablo de Olavide. Sevilla

(España)

Pedro Gallego Pena*

José Antonio Ortiz Buzón**

Julio Ángel Herrador Sánchez***

jahersan1@upo.es

 

 

 

Resumen

          Trataremos de realizar un acercamiento al juego de la pelota y a su evolución histórica, desde sus ancestrales orígenes hasta nuestros días, haciendo especial incidencia en el juego desarrollado en las culturas precolombinas, por su trascendencia cultural. Además se añade una descripción de un juego realizado por los niños de hoy en día y la presencia que ha tenido este juego en la Filatelia.

          Palabras clave: Juego. Pelota. Niños. Sellos. Filatelia

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 14 - Nº 141 - Febrero de 2010

1 / 1

Introducción

    Existen multitud de variantes del juego con pelota, en función de criterios como la zona permitida de contacto con el balón (fútbol, baloncesto, deportes de raqueta,…), si el espacio es compartido (balonmano, béisbol,…), si la participación es simultánea (hockey, rugby,…) o alternativa (balón prisionero, voleibol,…).

    El juego de la pelota es una de las actividades lúdicas más antiguas practicadas por el ser humano. Algunos juegos practicados por distintas civilizaciones y pueblos han sido: el tlachtli azteca, el episkeo griego, el harpastum romano, el kemari japonés, la soule medieval europea, el calcio fiorentino, el shinny de las tribus indígenas norteamericanas y otras prácticas lúdicas con pelota de origen egipcio, persa, chino, esquimal o europeo (Olivera Beltrán, 1999).

Breve recorrido histórico del juego de pelota

    De la antigua Grecia nos llegan demostraciones artísticas, donde se representan diferentes juegos de pelota. Así, en algunos grabados y relieves se pueden apreciar a hombres jugando con una pequeña pelota y sticks en sus manos y hombres haciendo equilibrios con una pelota. Estos juegos de pelota eran practicados por los adultos en espacios reservados del gimnasio. En la palestra existía el sphairisterion, o lugar para el juego de la pelota y se conocen algunas variedades de juegos de pelota llamadas: harspastom, aporraxis, uranía, trigón y episkyros. El Trigón, consistía en lanzarse una pelota pequeña entre tres jugadores situados en triangulo, el Harspaston es un juego donde los participantes se dividían en equipos, y se pasaban la pelota entre sí, mientras el otro equipo intentaba arrebatársela. (Rodríguez López, 2003).

    En el imperio romano los juegos de pelota se realizaban dentro de las termas y según Marcial y Juvenal serían una continuación de los juegos griegos. Entre ellos, eran admirados el trigón y el harspastum. Además existían balones rellenos de aire, que fueron empleados para juegos más relajados y menos violentos. La principal referencia en el S. XVI para los juegos de pelota es el “Trattato de giuoco de la palla” escrito por Antonio Scanio. Durante el Barroco y la Ilustración tomaron relevancia los juegos de pelota en cancha. Durante los S. XIX y S. XX se fueron desarrollando e institucionalizando los diferentes juegos de pelota tanto al aire libre como en zonas cubiertas, como por ejemplo el fútbol, baloncesto, rugby, balonmano, etc.

    Rodríguez López (2003) indica la importancia del juego de la pelota en el continente sudamericano a través de las culturas precolombinas, ya que aunaron el sentido lúdico con lo mágico–religioso, además de realizar enormes construcciones para el desarrollo del juego. Al finalizar el juego se sacrificaba a uno de los jugadores, en uno de los templos adyacentes al campo de juego, a través de un ritual de decapitación. El jugador sacrificado supuestamente sería el capitán del equipo perdedor. El testimonio más extenso y claro, de la forma de jugar, lo brinda Fray Diego Duran en su libro “Historia de las Indias de Nueva España e islas de tierra firme”.

    El antropólogo Stewart Culin hizo en 1907 un estudio en 221 tribus donde clasificó los juegos de pelota en 5 grupos:

  1. El juego de raqueta, donde la pelota es lanzada por medio de una raqueta.

  2. El shinny, donde la pelota es golpeada con un estic o bate.

  3. La Doble Bola, juego esencialmente femenino, jugado con dos bolas atadas y lanzadas por medio de un palo

  4. La carrera de pelota, la pelota es dirigida con el pie durante el transcurso de las largas carreras

  5. El juego de fútbol y otros nuevos deportes que se realizaban de forma complementaria a los juegos ancestrales mencionados.

    En España, el actual juego más reconocido, es la modalidad de rebote que se practica como deporte reglado en el País Vasco, y que recibe el nombre de pelota vasca. No obstante, existen multitud de juegos similares que se practican en diferentes regiones, como en la comunidad Valenciana, o la bola canaria en las islas Canarias (Huget i Parellada, 1989).

Filatelia y juego de pelota

    Hasta el presente, se le ha concedido escasa importancia a investigaciones sobre filatelia y juegos populares (Bantulá, 2006), sin embargo consideramos que los sellos como fuente iconográfica, pueden contribuir junto a otras fuentes documentales tanto orales como escritas, al conocimiento y estudio de ciertos comportamientos lúdicos de diferentes sociedades y culturas, para lo cual, mostramos algunos ejemplos.

Bibliografía

  • BANTULÁ, J. (2006). Estudio de la cultura lúdica a partir de una emisión filatélica: Europa - Juegos infantiles - año 1989“ En X. Pujadas; A. Fraile; V. Gambau; X. Medina; J. Bantulá (Comps.) Culturas deportivas y valores sociales (pp. 537-544). Madrid: Librerías Deportivas Esteban Sanz, S.L.

  • HUGUET i PARELLADA, J. (1989). Pelota. Colección Deporte 92. Barcelona: Editorial 92.

  • OLIVERA BETRÁN, J. (1999). Artículo de Pelota. Diccionario Paidotribo de la Actividad Física y el Deporte. Barcelona: Editorial Paidotribo.

  • RODRIGUEZ LOPEZ, J. (2003). Historia del deporte. Barcelona: Inde.

Otros artículos sobre Juego

  www.efdeportes.com/

revista digital · Año 14 · N° 141 | Buenos Aires, Febrero de 2010  
© 1997-2010 Derechos reservados