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El juego de los bolos en la filatelia

 

Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. UCAM, Murcia

Maestro Especialista en Educación Física. Universidad de Cádiz

Antonio Rafael Corrales Salguero

corralesgastor@hotmail.com

 

 

 

Resumen

          Aunque la variante más conocida de este deporte es sin duda el bowling, existen diferentes modalidades deportivas de jugar a los bolos y, su distribución en España presenta una gran dispersión geográfica motivada por ser un juego tradicional, encuadrado dentro del grupo tipológico de jue­gos y deportes tradicionales de lanzamiento de precisión que es con mucho el grupo más numero­so. Junto a las modalidades tradicionales de juego de bolos de las que tenemos documentadas más de cincuenta (Moreno Palos, 1992) se incluyen en este grupo los ejecutados con discos y monedas, juegos de bolas, de mazo y bola y finalmente otras modalidades diversas. Con este trabajo, pretendemos indagar en dicho juego localizándolo en los sellos postales y su tratamiento filatélico.

          Palabras clave: Bolos. Juegos populares y tradicionales. Filatelia. Sellos

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 14 - Nº 141 - Febrero de 2010

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Introducción

    El juego de los bolos (Birllas, Birlos, Palistroc, Skittles, Quilles, Kegel, Kubb, Kyykkä) constituye una de las familias de juegos tradicionales más extendida por toda la geografía europea. Practicado por hombres y mujeres e imitado por los niños y jóvenes ha originado escenarios extraordinarios de relación social. Dentro de las numerosas familias de juegos que podemos encontrar, la de los bolos es sin lugar a dudas la más numerosa. Poseen infinidad de propuestas en los modos de jugar: desde las íntimamente enraizadas en la cultura local hasta las que han evolucionado hacia una deportivización. El juego de bolos ha sido, probablemente, el único entretenimiento colectivo practicado tradicionalmente por la mujer en el contexto rural. (Maestro, 2007).

    Según Moreno Palos (2008), el Diccionario de Autoridades (1726) define el juego de bolos así: “Juego bien conocido en España, que consiste en poner sobre el suelo nueve bolos derechos, apartados entre sí como una cuar­ta, y a veces menos, y formando tres hileras igualmente distan­tes, y más adelante se pone otro llamado diez de bolos, y tirando con una bola desde una raya que se señala, gana los que derriba como pase del diez, porque si se queda antes es cinca y aunque haya derribado bolos no los cuenta, y desde el paraje donde para la bola se birla después”. Como puede apreciarse, el juego básicamente consiste en lanzar una bola de madera hacia unos bolos troncocónicos con la inten­ción de derribarlos. Sin embargo la definición anterior sólo puede aplicarse a la forma más extendida de jugar bolos en España, concretamente a la modalidad de bolo palma, y en menor grado a la de bolo leonés. No puede aplicarse, por tanto, a la totalidad de modalidades censadas donde el número de bolos oscila entre tres y veintidós y el objetivo del juego no siempre consiste en derribarlos.

Clasificación

    Atendiendo a Moreno Palos (1992) los juegos tradicionales son clasificados según las características motrices comunes, así, los juegos de los bolos se encuadrarían dentro de:

Juegos de lanzamiento en precisión

  • De bolos: existen más de 55 modalidades en España (bolos burgaleses, alaveses, murcianos, navarros, cartageneros, leoneses, pallareses, etc.)

  • De bolas: petanca, canicas, etc.

  • De discos y monedas: la rayuela, el herrón, la rana…

  • De bola y mazo: la chueca, el mallo, etc.

    Para conseguir una idea de conjunto, podríamos hablar de tres grandes familias de juego de bolos en España:

  • Modalidades con bola de palma (sin agujeros para agarrar) de lanzamiento aéreo y dos acciones tiro (o de larga dis­tancia) y birle (segundo tiro desde donde paró la bola). Son los casos de las modalidades antes citadas de bolo-palma y bolo leonés.

  • Modalidades con bola de agarradera de mayor peso, que se lanza rodando y de una sola acción. La mayoría de las modalidades vascas eskutxulo, irutxulo, etc.., pertenecen a esta familia, que es la de mayor similitud con la forma tradi­cional de jugar bolos en el Centro de Europa.

  • Modalidades de pasabolo, que se diferencian de las ante­riores en cuanto a su objetivo, dado que no se trata sólo de derribar bolos, sino de alejarlos lo más posible del lugar donde estaban plantados. Estas modalidades se ejecutan, unas con bolas de palma, que normalmente se lanzan con­tra los bolos, y otras con bolas de agarradera, que se ruedan con fuerza y velocidad hacia los bolos para desplazarlos a la mayor distancia y/o altura posibles. Son muy frecuentes en Asturias, Cantabria y Norte de León. Posiblemente la mo­dalidad de pasabolo de tablón originaría de esta zona sea el ejemplo más ilustrativo de esta familia.

    De forma más específica y representativa, podemos encontrarnos con las siguientes modalidades:

- Pasabolo Tablón

- Bolo Leonés

- Pasabolo

- Bolo Tineo

- Batiente Losa

- Batiente

- Bolo Celta

- Bolos Valtravieso

- Birlos Molinos

- Birlos Nogueruelas

- Bolos Fuentes Claras

- Bolos Used

- Bolos Monreal del Campo

- Bolo Palma

- Bolo Llano o Palentino

- Bola Cacha (Palentina)

- Bolo Riañés

- Bola Cacha (León)

- Bolos Maragatos

- Bolos Fresno de Cantespino

- Bolos San Pedro de Gaillos

- Birlos Mora y Rubielos

- Bolos Sebúlcor

- Bolo Pasiego

- Birllas Campo

- Quilles Benasque

- Quilles de 9 de Biert

- Quilles de 6 au maillet

Desarrollo del juego de los bolos (Bolo Palma, Bolo Leonés y Bolo Asturiano)

    Por la gran cantidad de juegos, reglas y características, nos centraremos tan sólo en tres modalidades de bolos por ser los más representativos, distinguiendo:

    El Bolo Palma, originario de Cantabria y Asturias, se extendió a partir del siglo XVIII por las dos Castillas. El terreno de juego consta de una bolera, de unos 30 a 34 m. de largo, dividida en tres partes: caja, lugar donde se colocan los bolos; campo de tiro y campo de birle. Las bolas son esféricas, de tipo palma, pudiendo estar achatadas por los polos, con un peso que oscila entre 1,8 y 2,2 Kg. Los bolos tienen forma troncocónica doble con cabeza esférica y en esta modalidad se utilizan nueve bolos y uno más pequeño llamado emboque. El juego consta de dos fases: tirar y birlar. En la primera se lanzan las bolas para que lleguen a la caja o al punto más próximo con el fin de derribar los bolos o hacer emboque. En la fase de birlar se vuelve a lanzar la misma bola desde el punto donde se detuvo para llegar a la caja y derribar los bolos.

    El Bolo Leonés es el más representativo de Castilla y León. La bolera mide de 25 a 30 m. de longitud y está dividida en dos partes: castro, donde se colocan los bolos, y campo de juego. Los bolos tienen forma troncocónica simple y se utilizan nueve grandes y uno más pequeño llamado miche. Esta modalidad de juego tiene la particularidad de usar una bola semiesférica con los cantos redondeados, fabricada en madera de gran dureza y un peso que oscila entre 0,80 y 1 Kg. El desarrollo del juego es muy similar al anterior, con las fases de tirar y birlar.

    El Bolo Asturiano o de cuatreada se practica en la zona geográfica de su nombre. En esta variedad deportiva la bolera tiene una medida de 25 m. de largo y se encuentra dividida en tres partes: zona de tiro, zona intermedia y castro, lugar con forma de circunferencia truncada en la parte frontal donde se colocan los bolos. Éstos tienen forma cónica con cabeza esférica y se necesitan nueve grandes y uno pequeño llamado biche. Las bolas son esféricas, con un agujero para introducir el dedo y pesan entre 0,60 y 0,80 Kg. A diferencia de los anteriores, el desarrollo del juego es de una sola fase.

Juego de bolos, filatelia y sello postal.

    El juego de los bolos ha quedado inmortalizado en numerosos medios (tratados, lienzos, murales, cuadros, y cómo no, en el sello postal). Como ejemplo, podemos comprobar cómo en el mural de Joaquín Sorolla titulado “Los Bolos - Guipúzcua” puede admirarse en el Museo Nacional de Arte de Cataluña de Montjuïc (Barcelona), se reflejan los momentos e impresiones que iba recibiendo de su entorno.

    Los sellos constituyen la denominada propiamente filatelia. Palabra actualmente con carácter universal y que ha sustituido a las antiguas denominaciones de “sigilomanía”, “timbromanía” o timbrología”. (Aracil, 1991). Por otro lado, y como indica Santanelli (2008) citado por Prieto, Serrano y Herrador (2010), la filatelia y más concretamente la colección de sellos, nos abre la posibilidad de realizar un viaje imaginario, que desde nuestro presente nos transporta al pasado mediante un curioso y entretenido rastreo histórico durante la visualización de las estampillas.

    En este trabajo, podemos observar como el juego de los bolos ha quedado plasmado en el sello postal, así, destaca una de las últimas emisiones de sellos en España que recoge la imagen de dos tapices del Patrimonio Nacional, uno de los cuales representa a varios jugadores alrededor de un juego de nueve bolos, entre los que hay uno a cierta distancia de todos los demás. El tapiz que sirve de referencia al sello es, según la entidad emisora, una obra que reproduce un cartón del pintor madrileño Antonio González Velásquez, activo en los años centrales del siglo XVIII

    De las modalidades de juego de bolos que existen, la filatelia también deja constancia en esta hoja bloque -formada por tres sellos y tres viñetas sin valor postal- de las tres más conocidas (bolo leonés, bolo asturiano y bolo palma).

    Finalmente, aportamos otros ejemplos, donde ha quedado plasmado el juego de los bolos en el sello postal, tanto nacional como internacionalmente.

Conclusiones

    Como nos dice Moreno Palos (2008), podemos afirmar sin temor a equivocarnos que el juego de bolos es el que presenta mayor variedad y dispersión geográfica de todos los deportes tradicionales de España. García Serrano (1974), tomando datos del Diccionario Geográfico de España registra su práctica en 41 provincias españolas de la totalidad de comunidades autóno­mas. Sin embargo, conviene matizar que es la cornisa cantábrica y más concretamente Asturias, Cantabria y País Vasco, junto con Castilla y León donde se documentan un mayor número de mo­dalidades y un mejor nivel de preservación de las mismas.

    Son varios los artistas que han inmortalizado este juego en sus obras, Miguel de Cervantes en su importante trabajo El Quijote, Sorolla, Claudine Bouzonnet-Stella, Bayeaux, Velázquez, etc., de ahí la importancia que el juego de los bolos ha tenido a lo largo de la historia y, que hoy día gracias al sello, podemos recordar y animarnos a practicar.

Bibliografía

  • Aracil, F. (1991). La filatelia. Qué y cómo coleccionar. Manual de iniciación para el coleccionista de sellos. Edifil. Madrid.

  • García Serrano, R. (1974). Juegos y deportes tradicionales de España. Universidad de Navarra. Pamplona.

  • Herrador, J.A. y Morales, M.A. (2007). Manifestaciones lúdico-deportivas a través de los sellos postales. EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 12 - N° 111. http://www.efdeportes.com/efd111/manifestaciones-ludico-deportivas-a-traves-de-los-sellos-postales.htm

  • Maestro, F. (2007). Juegos tradicionales y patrimonio cultural europeo: los bolos (en español). Eurobol. Zaragoza.

  • Moreno Palos, C. (1992). Juegos y deportes tradicionales en España. Alianza. Madrid.

  • Moreno Palos, C. (2008). Juegos y Deportes Tradicionales de España. Sociedad Estatal de Correos y Telégrafos S.A. Madrid.

  • Prieto, J.; Serrano, L.E. y Herrador, J.A. (2010). Juegos con cometas en la filatelia. EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 14 - Nº 140. http://www.efdeportes.com/efd140/juegos-con-cometas-en-la-filatelia.htm

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