Preparación física en motociclismo de velocidad | |||
*Actividad Física y el Deporte. Profesor Asociado de la Universidad de Almería **Doctor en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte Profesor de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. Universidad de Granada. Real Federación Española de Ciclismo ***Ldo. Ciencias Actividad Física y Deporte Becario FPU de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte Universidad de Granada. Real Federación Española de Ciclismo. ****Doctor en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte Profesor Titular de Universidad. Universidad de Almería |
Manuel Antonio Rodríguez Pérez* Mikel Zabala Díaz** Cristóbal Sánchez-Muñoz*** Antonio Jesús Casimiro Andújar**** (España) |
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Resumen En los últimos años se ha experimentado en el motociclismo de velocidad un gran interés por el entrenamiento de la condición física, como un factor más a tener en cuenta en el entrenamiento y mejorar el rendimiento en competición. El objetivo de este trabajo es establecer una serie de orientaciones metodológicas para el desarrollo de la preparación física en el motociclismo de velocidad. Palabras clave: Motociclismo de velocidad. Preparación física. Entrenamiento |
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 14 - Nº 140 - Enero de 2010 |
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Introducción
En comparación con otros deportes, el motociclismo deportivo se encuentra muy atrasado en investigación, desde un punto de vista de las ciencias de la actividad física y el deporte. El progreso en este deporte se ha centrado fundamentalmente en las mejoras tecnológicas en la motocicleta, desarrolladas por ingenieros y mecánicos. No obstante, no debemos olvidar que es un “sujeto-deportista” el que controla esa motocicleta, y como deportista que es, debe ser estudiado para mejorar su rendimiento.
El alto rendimiento deportivo, no sólo debe basarse en aspectos mecánicos. Al igual que es necesario diseñar e incorporar los últimos avances en materiales y aerodinámica en la motocicleta, también es muy importante estudiar al deportista.
La ciencia aplicada al motociclismo, en todos sus ámbitos, posibilitará que los competidores superen los estrechos márgenes necesarios para subir al podio de los vencedores.
La conducción de una motocicleta requiere del conocimiento y manejo de habilidades cognitivas y capacidades físicas, y de cómo usarlas en diferentes situaciones. El conocimiento de las capacidades físicas en deportes de motor, puede mejorar la forma física, así como la actuación en competición (Baur y cols. 2006).
Entrenamiento deportivo
.El entrenamiento deportivo busca la mejora del rendimiento, en una forma que no es el mero reflejo de unos factores puntuales. Este proceso debe ser coherente y adecuado a su especialidad deportiva, monitorizado y siempre debe estar presente la mejora y el bienestar del deportista mediante una cuidadosa regulación de los factores de la carga de entrenamiento (Zatsiorsky, 1995).
Matveiev (1983) define el entrenamiento como “la forma fundamental de preparación del deportista, basada en ejercicios sistemáticos, y la cual representa, en esencia, un proceso organizado pedagógicamente con el objeto de dirigir la evolución del deportista”.
Sánchez – Bañuelos (2003) define el entrenamiento, desde una perspectiva científica, como “una actividad de búsqueda continua de los límites físicos a los que puede llegar el ser humano en el contexto de la competición deportiva, bajo el método científico y el abandono sistemático del método empírico”.
Según Delgado y cols. (2006), la preparación del deportista es, por tanto, un proceso multifacético que utiliza racionalmente los factores externos que influyen sobre el logro deportivo, para modificar los factores internos que condicionan el mismo. Se entienden por factores internos las posibilidades o potencialidades del individuo, es decir, su talento natural, y por factores externos, el proceso de entrenamiento y condiciones socio-económicas que influyen de manera directa en el desarrollo de las capacidades del individuo. De forma generalizada se acepta en la actualidad que la preparación del deportista o el sistema de entrenamiento deportivo se compone de un conjunto de seis tipos de preparación (tabla 1).
Preparación Física |
Conjunto de medios y actividades, que aplicados racionalmente, permiten el desarrollo de las capacidades orgánicas y, por tanto, de las cualidades físicas al nivel deseado de rendimiento |
Preparación Técnica |
Conjunto de medios y actividades, que aplicadas racionalmente, permiten el aprendizaje, perfeccionamiento y dominio del compendio de gestos óptimos que configuran una especialidad deportiva |
Preparación Táctica |
Conjunto de disposiciones teórico-prácticas que permiten el aprendizaje de la adecuada aplicación de la técnica en situaciones de juego, con el fin de obtener el resultado deportivo programado |
Preparación Psicológica |
Conjunto de actividades que permiten el desarrollo de los factores psicológicos necesarios para el entrenamiento y la competición |
Preparación Biológica |
Conjunto de medios y procedimientos que permiten al organismo conservar y/o recuperar su estado de homeostasis funcional, permitiendo, en definitiva, aumentar las prestaciones del deportista tanto en entrenamiento como durante la competición |
Preparación Teórica |
Conjunto de conocimientos básicos que debe adquirir el deportista para discernir los elementos que influyen en el rendimiento deportivo y la forma de mejorarlos |
Tabla 1. Preparaciones del entrenamiento deportivo. Tomada de Delgado y cols. 2006
De forma esquemática, podemos entender el entrenamiento como un proceso en el cual el deportista es sometido a cargas conocidas y planificadas que provocan en él una fatiga controlada, que después de los suficientes y adecuados procesos de recuperación, se alcanzan superiores niveles de rendimiento que aparecen de manera estable y específica para cada disciplina deportiva.
Preparación Física en Motociclismo
El entrenamiento de la condición física o preparación física esta teniendo cada vez mayor protagonismo en los deportes de motor y puede mejorar el rendimiento en competición (Baur y cols, 2006; Lorenzo, 2003). Sin embargo la preparación física en estos deportes dista todavía de un conocimiento científico, debido en parte, a la escasez de trabajos de investigación sobre este tema. El entrenamiento de la condición física se realiza en base a la actuación intuitiva y el buen sentido del entrenador o preparador físico. Así, en el estado de conocimientos actual, parece lícito establecer una metodología de entrenamiento más adecuada para seguir incrementando los niveles de rendimiento.
González y Álvero (2003) realizaron un estudio para conocer la frecuencia cardiaca del motociclismo de competición, obteniéndose algunas conclusiones para el entrenamiento. El piloto de velocidad trabaja durante la competición la resistencia aeróbica intensiva con algunos picos extensivos y otros que incluso llegan a rozar el trabajo en potencia aeróbica. Resulta sorprendente como en el motociclismo de velocidad, “un deporte donde se va sentado” y no existe un gran esfuerzo físico aparente, el corazón trabaja entre 160 – 180 pulsaciones por minuto, durante los 35 minutos que suele durar la competición. Así pues, el entrenamiento de la resistencia adquiere una gran importancia dentro de la preparación física del piloto.
En cuanto a la posición que se adopta en la motocicleta, es una posición sentado con flexión dorsal, intentando ser lo más aerodinámica posible. Según Sainz y cols. (2006) este tipo de posiciones provocan una gran comprensión articular en la columna y una elevada presión interdiscal, especialmente en la columna lumbar. De este modo, es necesario y primordial realizar un trabajo de fuerza y flexibilidad, principalmente de la musculatura abdominal y dorso-lumbar.
A continuación exponemos un breve análisis sobre el fundamento del desarrollo de la condición física en motociclismo, justificándolo con los siguientes argumentos:
La resistencia aeróbica es necesaria porque ocasiona una mejora cardiovascular y respiratoria, así como un mejor funcionamiento del metabolismo, todo lo cual repercute en que el entrenamiento diario se vuelva más económico, se recupere mejor de la carga física de la competición, así como de las sesiones preparatorias.
La mejora de la movilidad articular y la elasticidad muscular es necesaria por el efecto preventivo y rehabilitador sobre las lesiones que ocasiona el deporte, por incrementar la eficacia de los gestos deportivos y porque permite un mejor conocimiento corporal y control postural.
La fuerza tiene su importancia dado que el motociclista tenga un buen tono muscular general y mantenga adecuadamente la fuerza de la musculatura de sostén del esqueleto, evitando de esta manera muchos de los problemas posturales actuales.
La realización de actividad física para actuar favorablemente sobre la composición corporal debe estar dirigida a disminuir el porcentaje de grasa corporal y aumentar el porcentaje de masa muscular, con el fin de que el organismo esté en un mejor estado de salud, haciendo posible además obtener mayores rendimientos deportivos.
Basándonos en la escasa literatura científica existente sobre el tema, proponemos las siguientes orientaciones metodológicas en el entrenamiento de las distintas capacidades o cualidades.
Entrenamiento de fuerza
Realizar al menos 3-4 sesiones semanales de fuerza durante el periodo preparatorio, y 2-3 sesiones semanales durante el periodo competitivo. Utilizar principalmente el método de repeticiones, de 3 -5 series de 8 a 12 repeticiones con una intensidad de la caga del 40 al 70 % de la 1RM (González-Badillo, 2003). Esto es debido a las propias exigencias de la disciplina, que requiere mantener una importante tensión muscular, de forma mantenida durante un largo periodo de tiempo. Es muy importante realizar las repeticiones a alta velocidad, y con ello producir un incremento en la producción de velocidad, potencia y en los niveles de activación muscular (Brown, 2008; García, 2009). Además es conveniente trabajar con un carácter del esfuerzo no máximo, ya que no es conveniente la hipertrofía muscular para el piloto, es decir se pueden realizar “x” número de repeticiones más por serie, que las que se efectúan (Tous, 1999).
Los medios a emplear, principalmente, serán los pesos libres, autocargas, entrenamiento con balones de equilibrio o “fit ball”. Según González-Badillo y Ribas (2002) los ejercicios libres presentan una mayor transferencia sobre el rendimiento atlético que los realizados con máquina. Además la realización de dichos ejercicios libres supone una mayor incidencia sobre los niveles de coordinación intermuscular.
Por otro lado, también consideramos de vital importancia el trabajo de fuerza que debe realizarse en superficies inestables, ya que de esta manera entrenaremos la musculatura profunda y la región central. Que está formada por los músculos que rodean el centro de gravedad. Estos incluyen los abdominales, los músculos de la cadera, y la musculatura de la columna lumbar, dorsal y cervical. El papel principal de la musculatura de la región central es proveer estabilidad al cuerpo y trasmitir las tensiones generadas por las extremidades adecuadamente (Sainz y cols. 2006; Westlake, 2007; Brown, 2008; Heredia y cols. 2008).
Entrenar todos los grandes grupos musculares, tanto flexores como extensores, aunque desde el inicio se oriente el entrenamiento hacía la especialidad deportiva. Así, consideramos de gran especificidad el trabajo de la musculatura del antebrazo, utilizando ejercicios de “enrollamiento”, de flexión-extensión de mancuerna y prono-supinación del codo.
Dar variedad a las sesiones de entrenamiento, sin olvidar la orientación hacía la especialidad y procurando que los ejercicios elegidos sean relevantes para la formación del deportista.
Realizar ejercicios compensatorios de fortalecimiento de la musculatura dorso-lumbar y abdominal. Sainz y cols. (2006) establecen tres tipos de ejercicios en el desarrollo de cualquier programa de entrenamiento abdominal: ejercicios de flexión de tronco, ejercicios de rotación y de flexión lateral, y ejercicios de estabilización raquídea.
Entrenamiento de resistencia
Realizar entre 3-5 sesiones semanales durante el periodo preparatorio y 2-3 sesiones durante el periodo competitivo. Con una mayor acentuación de cargas extensivas en el periodo preparatorio (Navarro y García, 2003).
Los medios a emplear deberán ser lo más variados posibles, utilizando carreras a pie, bicicleta de montaña, natación o circuitos gimnásticos.
La intensidad del ejercicio oscilará entre el 60 – 90 % de la frecuencia cardiaca de reserva, descrita por Karvonen y Vuorimaa (1988). Este método utiliza el % en la diferencia entre las pulsaciones máxima teórica (220 – edad) y las de reposo, sumándole luego la frecuencia cardiaca de reposo a dicho resultado para establecer la zona de trabajo.
Incluir y diseñar ejercicios de resistencia específica en motocicleta, por ejemplo entrenamientos con moto de campo.
En este sentido consideramos interesante, realizar entrenamientos de resistencia en bicicleta de montaña, en motocross con una moto de 125 cc, ya que de una cilindrada superior existiría mayor riesgo de caídas en el entrenamiento físico, ya exige un mayor control de la motocicleta. Así como otras modalidades como “Speedway”, que consiste en derrapajes en óvalo de tierra batida, y existe un menor riego de caída.
Entrenamiento de amplitud de movimiento
La flexibilidad o amplitud de movimiento debe ser una cualidad soporte del desarrollo de otras cualidades como la fuerza y la velocidad.
Incluir ejercicios de estiramientos y movilidad articular en todas las sesiones de entrenamiento y en el calentamiento previo a la competición.
El entrenamiento de la flexibilidad se suele producir normalmente en sesiones combinadas, es decir, en sesiones donde se trabajan distintas capacidades (resistencia y flexibilidad, fuerza y flexibilidad, etc.). Esto provoca que, la mayoría de las veces, el entrenamiento de la flexibilidad se haga con la musculatura cansada; lo que va a determinar los métodos de entrenamiento a usar. Por lo tanto, la mayoría de las veces usamos métodos o técnicas de Streching (métodos pasivos y estáticos)
En alguna ocasión, si se desarrollan sesiones exclusivamente de flexibilidad, en las que tratamos de hacer estiramientos maximales, usaremos técnicas tanto activas como pasivas
La duración de la sesión será aproximadamente de 15 a 20 minutos, y dependiendo un poco del trabajo posterior, tendrán un carácter más genérico o más específico y localizado.
Establecer momentos en la planificación o sesiones concretas en las que se puede recalcar la importancia de la flexibilidad, como es el caso de las sesiones de fuerza en las que los deportistas realizan ejercicios de flexibilidad al comenzar, tras realizar el ejercicio, y por último al final de la sesión.
También destacar el entrenamiento de amplitud de movimiento en los momentos posteriores a la competición, como forma de recuperar la elongación de reposo, y durante las sesiones de descanso activo, así como durante los períodos de recuperación de lesiones (Alter, 1990).
Bibliografía
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