Idioma, universalización y deporte | |||
Idiomaydeporte.com (España) |
Jesús Castañón Rodríguez |
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Resumen En la comunicación de la era global, los tradicionales niveles del idioma han buscado sus formas de expresión más simples y naturales en la exposición y se ha registrado una cierta tendencia a la falta de neutralidad lingüística, al exceso de coloquialismo, a la incorporación indiscriminada de neologismos y a la realización de todo tipo de innovaciones para captar la atención del receptor a la hora de informar entreteniendo, servir como lectura social en los espacios de descanso laboral y constituir un ámbito para la expansión afectiva. Palabras clave: Idioma. Deporte. Universalización. Comunicación y deporte en la era global Universidad de Málaga, Marbella, 7 de agosto de 2009 |
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 14 - Nº 140 - Enero de 2010 |
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I
La difusión del deporte
En el último siglo y medio, el deporte moderno se ha convertido en un ámbito de constante crecimiento. No sólo ha influido en la práctica individual, asociativa o profesional sino también en una dimensión cultural y social que comprende, entre otros, aspectos de integración, calidad de vida y transmisión de valores.
Desde los años noventa con el apoyo de las nuevas tecnologías, el deporte ha desarrollado cuestiones de información e investigación científica, documentación especializada, educación… que han llevado a un creciente interés por su estudio en las ciencias sociales.
En el caso del idioma, ha realizado un sugerente recorrido hasta generar disposiciones afectivas y de expresión de su intensidad emotiva, tanto al mirar como al practicar deportes.
Su estudio ha sido abordado desde la dificultad de la corrección, la orientación de una norma léxica con grado cero de expresividad, el análisis de sus características para su aplicación en procesos de estandarización y las relaciones tecnológicas, industriales y culturales. Ha merecido una creciente reflexión institucional por su repercusión social al convertirse en vivencia cultural, en faceta del turismo, recurso para la redacción de otras áreas informativas y elemento de persuasión en la vida empresarial para la gestión del trabajo en equipo y el liderazgo. Es una tarea que, en lo que va de siglo XXI, se ha visto reflejada en el Diccionario de la Lengua Española, Diccionario Panhispánico de Dudas, Diccionario Esencial de la Lengua Española y Manual de Español Urgente auspiciados por la Real Academia Española, la Asociación de Academias de la Lengua Española y la Fundación del Español Urgente.
El deporte aparece como un privilegiado observatorio de las tendencias lingüísticas más actuales y destaca por su tradicional búsqueda de la originalidad en el cruce de expresiones procedentes de la acción deportiva, los pasillos del poder, las emociones de la grada y las formas expresivas mediáticas con una labor de constante ampliación que se puede organizar en cuatro grandes etapas.
Primero, con revistas deportivas desde el siglo XIX, secciones especializadas en la prensa de información general desde 1910 y diarios especializados desde 1924.
Segundo, con transmisiones radiofónicas, desde 1922, que se combinaban con recorridos cercanos al país vecino o de aventuras personales de carácter intercontinental.
Tercero, con programas de televisión desde 1950 y que, entre 1974 y 1994, realizaron un recorrido entre el norte y el sur de América, al convertir el deporte en refugio sentimental de la vida en otra cultura para diversas corrientes migratorias con el uso de un español neutro con normas fonéticas, diccionarios de palabras equívocas y equivalencias de localismos para informar de resultados de los deportistas latinoamericanos por todo el mundo y sobre las actividades deportivas de la comunidad latina en el país de llegada gracias a canales de televisión analógica y vía satélite de Argentina, Chile, Colombia, España, Estados Unidos y México.
Y cuarto, con proyectos transnacionales de información que realizaron el recorrido este-oeste del Atlántico y sur-norte de América entre 1938 y 1966, con el intercambio de información, formatos y lenguajes gracias a la labor de la radio con la labor pionera del Servicio Latinoamericano de la BBC, de las ediciones de la prensa escrita de Argentina España en otros países y de las agencias internacionales de noticias que desarrollaron información compartida con noticias en cadena y un estilo literario que destacaba el sentimiento de liberación por el esfuerzo y la hazaña de ver cumplido el sueño personal en tierras remotas.
II
La era global
La era de la comunicación global, con la irrupción de las nuevas tecnologías y la participación de periodistas, deportistas, hinchas… ha multiplicado exponencialmente el número de medios que ofrecen información deportiva, ha traído recorridos sin fronteras y el viaje oeste-este del Atlántico para las expresiones del lenguaje deportivo…
Ha desarrollado nuevas formas que se pueden agrupar en dos grandes etapas: 1995-2004 y desde 2005 hasta la actualidad.
De 1995 a 2004
La primera fase arrancó con una lucha entre la promoción de la información local y la globalización de la información. Fueron tiempos para cambios en las relaciones personales, en las formas de adquisición de conocimientos y en las fórmulas culturales.
Se favorecieron el aprendizaje cooperativo y el intercambio de saberes como forma de relación social, la generalización de intercambios de todo tipo, la interdependencia y la interconexión de actos, la imprevisión y la creatividad. Constituyó una forma de pensar en global que obligó al uso de los recursos de forma activa y crítica, a un reajuste de las formas de redacción capaces de recuperar y navegar información textual y multimedia.
En un primer momento, predominó la elaboración de contenidos informativos y de entretenimiento, se destacó el valor de la tensión emocional para favorecer las sensaciones y convertir los hechos en un espectáculo con un impacto inmediato que no busca la comprensión de los hechos.
También se crearon contenidos de calidad, destinados a relacionar, informar y sugerir, que fuesen susceptibles de ser servidos con prontitud. Y así se generaron varios productos: programas de charla o conversación, correo electrónico para intercambiar mensajes, foros para organizar mensajes en hilos temáticos, grupos de noticias para unir personas que comparten un mismo interés en un grupo abierto, listas de distribución que unen gentes que comparten un mismo interés dentro de un grupo controlado, servicios especializados de noticias, edición digital de revistas deportivas, redes de documentación, centros virtuales de información deportiva, corpus textuales y páginas electrónicas de comunicación periodística, científica, documental y de investigación.
Las noticias integraban texto, sonidos e imágenes en un solo producto, requerían una consulta rápida, una forma de redacción con fórmulas híbridas que han informado con códigos verbales y han realizado sugerencias con códigos no verbales a partir de cuatro principios básicos.
Primero, mirar y leer llevó a una nueva ordenación espacial con una organización interactiva en cuadros y páginas y una organización textual de extensión breve que se manifiestan en: despieces de noticias con microtextos de rápida lectura, focos de interés y datos complementarios (perfiles, análisis, documentación de datos, cronologías y bibliografías) para contextualizar los textos y favorecer su comprensión. También produjo la tendencia a una visualización que asemeja movimiento con juegos gráficos de palabras e imágenes, el uso de diferentes tipografías y colores, en especial en los titulares. Y además, favoreció el hipertexto como forma para relacionar ideas, hechos y datos por lógica o libre asociación de ideas.
Segundo, mostrar y no contar las noticias desarrolló los géneros iconográficos y una presentación de noticias con textos, imágenes, sonidos y animación. Supuso la superposición de efectos de diseño gráfico en la escritura tradicional con los fines de explicar la noticia cuando tiene numerosos datos, crear más impacto sin renunciar a la veracidad y al rigor, generar espacios sin elementos fijos, así como transmitir la pasión y la relación emotiva existente entre el medio de comunicación y el público.
Tercero, crear ideas sonoras para entretener y estimular. La capacidad de sugerencia del lenguaje musical ha permitido la intensidad emocional y el cruce creativo de ideas asociadas libremente para disfrutar la fiesta social del deporte en el clamor y la fascinación. La proyección de sueños, estilos de afirmación o sentimientos tomaban forma de literatura oral entonada con ritmos repetitivos, estribillos, compases binarios o cuaternarios, estructuras armónicas y melódicas sencillas y organizaciones en estrofa y estribillo.
Y cuarto, emplear una escritura modular de textos susceptibles de ser modificados, colocados, extraídos y unidos en sus diferentes partes de manera funcional, gracias a los modernos sistemas de edición y a los correctores automáticos de textos que evitan erratas.
Todo ello conformó un acortamiento de las distancias en la producción, transmisión, recepción y consumo de mensajes. Creó un registro expresivo, válido para cualquier medio, caracterizado por la univocidad de conceptos, la eliminación de la literalización de la escritura y una valoración interpretativa de los acontecimientos realizada con la ayuda de recursos no lingüísticos que tienden a la persuasión.
Situó al receptor ante el juego de la doble escenografía que surge en su mente por la visualización de los hechos que escucha, lee o ve y por aquella que nace del uso del idioma como espectáculo.
En la comunicación de la era global, los tradicionales niveles del idioma han buscado sus formas de expresión más simples y naturales en la exposición y se ha registrado una cierta tendencia a la falta de neutralidad lingüística, al exceso de coloquialismo, a la incorporación indiscriminada de neologismos y a la realización de todo tipo de innovaciones para captar la atención del receptor a la hora de informar entreteniendo, servir como lectura social en los espacios de descanso laboral y constituir un ámbito para la expansión afectiva.
En el nivel fónico, desde el periodismo audiovisual se han trasvasado algunas características. En pronunciación, aspectos de de descuido y relajación así como de énfasis. En entonación, su distorsión para conseguir emotividad. En efectos, las variaciones de ritmo para centrar el interés, la expresividad con el uso de voces y timbres distintos y el empleo de pausas y silencios. Del periodismo escrito y audiovisual se acogen características en extranjerismos con: la adaptación fonética al esquema fónico y acentual del español de denominaciones de disciplinas deportivas, resultados y grupos del deporte; la transcripción de antropónimos y topónimos; y la elaboración de juegos de palabras con la transcripción fonética de antropónimos extranjeros para adaptarlos a un giro, frase hecha o un elemento de modificación de discurso repetido. En ortografía, se intensifican el uso de mayúsculas en titulares y en función de criterios de diseño gráfico, así como el de siglas en las denominaciones de entidades administrativas, ligas, federaciones, comités y equipos con el estilo de redacción publicitaria y comercial de no poner puntos que separen las letras iniciales. Y en marcas gráficas los recursos tipográficos y sus juegos gráficos entran en combinación con las posibilidades que ofrecen la animación. Y el uso de colores para fijar la atención en letras o palabras sueltas que permiten crear textos con varios ritmos de lectura se ve complementado con los cambios de color de la interactividad y de los vínculos entre hipertextos.
En el nivel léxico, del periodismo escrito y audiovisual se acogen neologismos relacionados con términos inventados para los formatos de humor y con el uso abundante de extranjerismos, préstamos y calcos semánticos con una gran variedad de orígenes que ponen fin al predominio del francés y el inglés y al uso de terminologías de ámbito restringido que, entre otros aspectos, favorecen la difusión de hispanoamericanismos léxicos. En cuestiones de creatividad léxica, las onomatopeyas son sustituidas por los propios sonidos y otros mecanismos de formación de palabras se mantienen: la composición en términos de competiciones donde hay dos bandos o acciones con varios elementos y en nombres de entidades con varios patrocinadores publicitarios; la derivación para formar nuevas categorías de palabras desde términos extranjeros y designar una acción y su contrario; y la acronimia basada en siglas para nombres de entidades y de competiciones mientras que los acrónimos formados a partir de varias voces se limitan a informaciones de carácter humorístico. Se emplea la reduplicación expresiva para resaltar jugadas o acciones de gran calidad. El uso de lenguajes figurados, por relaciones de contigüidad y semejanza, para dar variedad a términos que se repiten con frecuencia y crear un populismo lingüístico que conecta la vida social y el hecho deportivo, sirve para generar mitos y emociones. La modificación de discurso repetido que sintetiza el ánimo del encuentro y las experiencias vividas mediante giros, refranes y otras expresiones de la lengua coloquial (para afirmar verdades enseñadas por la experiencia, predecir consecuencias de actos y omisiones, aconsejar normas de conducta o sentar opiniones) y mediante la modificación de títulos de formas culturales con éxito social (títulos de obras de moda o de reconocido prestigio literario, música moderna, religión, programas de televisión, películas…) reducen su presencia a los titulares de las noticias. Los tecnicismos propios de cada disciplina así como de algunas ciencias del deporte como la medicina y el derecho se ven reforzadas con nuevos términos procedentes informáticos y estadísticos que se suelen aplicar al análisis del rendimiento.
Y finalmente, en el nivel gramatical, del periodismo escrito y audiovisual se acogen diversas características. En morfología se da el contraste entre la presencia y ausencia de artículos, las confusiones con los numerales ordinales y cardinales en el orden de llegada de una competición, de una tabla de clasificación o en el número de edición de un acontecimiento deportivo, la destacada presencia de adjetivos calificativos para hacer valoraciones interpretativas. El uso de nombres comunes y la proliferación de nombres propios de protagonistas y organizadores o marcas comerciales que participan en los acontecimientos. La redacción en voz activa, el uso de condicional con valor de rumor y el desajuste de tiempos para lleva todo hacia el presente con el fin de buscar una identificación emotiva (el imperfecto de subjuntivo acabado en -ra con valor de pluscuamperfecto de indicativo o el abuso del presente de indicativo). Y la preposición mantiene cambios en el significado gramatical. En sintaxis, los aspectos más llamativos están relacionados con el orden de elementos en la construcción de oraciones (la preferencia por las oraciones simples, las construcciones nominales y preposicionales menores a la oración, las oraciones inacabadas), el menor uso de redundancias y el uso de variantes periodísticas de estilo directo, indirecto y la atribución de fuentes con fórmulas híbridas que integran la declaración del deportista con el texto producido por el periodista.
Esta preocupación por la correcta difusión del deporte en los medios de comunicación de la globalización ocupó a las instituciones deportivas y al periodismo entre 1997 y 2005.
Así, en 1998 el Comité Olímpico Internacional editó un léxico de referencia, Lexique olympique multilingue y reflexionó sobre el papel del comentario deportivo en la exposición Broadcasting the Olympics, la mesa redonda La Télévision et les Jeux Olympiques y el simposio de la Semaine de la Radio-Télévision Olympique’98. Se pretendía facilitar la comunicación entre deportistas, técnicos de la radio y la televisión, traductores e intérpretes de conferencias con un caudal léxico organizado en cinco partes: terminología propia del Comité Olímpico Internacional, terminología de los deportes olímpicos, terminología médica, terminología profesional de los medios de comunicación y siglas y abreviaturas. Y también se facilitaba una ocasión para pensar sobre la evolución de las transmisiones en los Juegos desde las primeras que se hicieron en radio en 1928 o en televisión vía satélite en 1964, hasta su realización a finales del siglo XX y su futuro en Internet.
La comunicación ha realizado una reflexión, entre 1997 y 2005, que ha evolucionado de un enfoque descriptivo con elaboración de repertorios léxicos a un enfoque normativo con la colaboración institucional en la orientación de dudas léxicas y la formación de libros de estilo específicos.
Ha tenido en cuenta la tradición de los repertorios léxicos que habían descrito el vocabulario técnico y la jerga de disciplinas deportivas, las normas consuetudinarias de redacción y los libros de estilo específicos que elaboraron la Agencia Efe y el diario barcelonés El Mundo Deportivo, destacando el primero por su confección para los Juegos Olímpicos de Verano de 1992, con un léxico que recoge 435 términos para 28 disciplinas deportivas olímpicas, 292 voces de ámbito deportivo relacionadas con los deportes olímpicos aceptadas en el Diccionario de la Lengua Española, 50 palabras utilizadas incorrectamente o con alguna peculiaridad idiomática, 90 expresiones tópicas y 58 extranjerismos de uso más frecuente.
Desde 1997, con el Proyecto Zacatecas, se puso en marcha un libro de redacción común para los países de lengua española en el que el nivel de difusión del idioma en el deporte pudiese alcanzar un acuerdo en cuestiones grafemáticas y de uso de neologismos y extranjerismos ante la incipiente globalización cultural.
En su fase inicial de estudio elaboró una bibliografía de 162 obras de referencia sobre el lenguaje de los medios de comunicación, de las que un 3 %, eran específicas de deportes y presentaba un cruce de información con 1.351 convenciones terminológicas distintas relacionadas con 44 disciplinas de manera que los libros de información general y los especializados en deporte sólo coincidían en la mitad de las disciplinas y en un 16% de voces. En su resolución final, este proyecto fue absorbido por la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española en el Diccionario panhispánico de dudas, obra que apareció en 2005 y se gestó con el aval de los principales medios informativos en la comunidad hispana. Al final aportó 150 entradas que abarcan casos de orientaciones sobre adaptaciones gráficas, uso del género, formación de plurales, equivalencias, uso de sinónimos y de vulgarismos procedentes de la jerga periodística, recomendaciones ortográficas y comentarios de dudas y errores más comunes.
Esta enorme tarea invita también a una reflexión sobre el contrapunto de las cuestiones que preocupan al ámbito lingüístico y las que necesita en la práctica diaria el mundo de la comunicación. En el nivel fónico, el mundo lingüístico destaca seis aspectos de mejora: la pronunciación y forma de escribir los nombres de los deportistas, el énfasis continuado, el canto del gol como fuente de electrochoque emocional y engolamiento de la voz, la hispanización de neologismos, los neologismos innecesarios y los excesos retóricos del estilo de difusión espectacular de América. A esta realidad, los libros de estilo han respondido, desde sus necesidades cotidianas en dos aspectos: la forma de escribir nombres de personas y lugares en castellano y su hispanización a partir de lenguas en alfabeto no latino, las adaptaciones gráficas de términos procedentes de otras lenguas y las recomendaciones ortográficas para términos con varias posibilidades de escritura y la creación de fórmulas reducidas mediante abreviaturas para su aplicación en tablas y otros géneros iconográficos.
En el nivel gramatical, las preocupaciones lingüísticas se concentran en nueve aspectos: el uso arcaizante de tiempos verbales como el imperfecto de subjuntivo, la confusión entre la transitividad y la intransitividad de los verbos, la eliminación de artículos en ciudades y nombres comunes o su uso inesperado, la eliminación de pronombres reflexivos enclíticos dando lugar a verbos intransitivos y su uso particular de fantasía, el cambio del significado gramatical de las preposiciones, el dequeísmo, los problemas con el género de las palabras, el abuso en la creatividad léxica con los afijos –ismo y super- y el uso de construcciones atípicas. De todos ellos, la comunicación siente preocupación por tres cuestiones: las dudas sobre el género y el plural de las palabras, la eliminación de los adjetivos grandilocuentes y el uso de alternativas a construcciones sintácticas extranjerizantes.
Y en el nivel léxico, el punto de vista de los lingüistas comenta ocho bloques: los abusos y errores lingüísticos por laxitud, las creaciones léxicas que generan disparates o producen sinónimos inventados, los lenguajes de moda, la imitación del inglés con calcos semánticos, neologismos innecesarios y anglicismos de fantasía, el deshueso de significados con palabras comodín que eliminan matices, el elogio de la expresión iberoamericana aunque matiza sus excesos, las recreaciones absurdas de términos y giros y los excesos de retórica para crear un ambiente épico. Es una situación a la que la comunicación ha respondido a seis casos: las dudas de significado entre términos próximos y en gentilicios; los malos usos de expresiones y modismos del léxico deportivo, incorrecciones, tópicos y vulgarismos; los usos de extranjerismos y sus equivalencias en castellano para los neologismos; la creatividad mediante neologismos, siglas y sinónimos; la elaboración de terminología especializada en deportes olímpicos de verano, de Juegos del Mediterráneo y de deportes no olímpicos procurando no caer en la erudición y buscar sustituir los tecnicismos por la explicación breve y didáctica de términos; el empleo responsable de términos que eviten expresiones forofos, racistas, xenófobas, violentas, vulgares o provocadoras, así como estereotipos chovinistas y étnicos.
Quizás, en un futuro todos estos aspectos, las reducidas condiciones de espacio y las características de trabajo del periodista para estar encima de los hechos y montar su relato a toda velocidad y casi simultáneamente a su producción en transmisiones en directo, que se actualizan cada cinco minutos, lleven a un nuevo enfoque en el apoyo lingüístico para los acontecimientos de la alta competición.
Probablemente, obligue al desarrollo de aplicaciones informáticas que superen el nivel del 30% de coincidencias entre lo lingüístico y las necesidades de comunicación y tengan en cuenta nuevas estructuras: un tamaño que permita la consulta sin perder de vista la maqueta sobre la que el periodista trabaja, sin maximizar ni minimizar ventanas; una información que se pueda captar con un solo golpe de vista gracias a un esquema término y equivalentes o duda lingüística y alternativas posibles; y una consulta especializada por cada uno de los deportes. Todo ello sin eludir un acceso a una ampliación de la información lingüística con las explicaciones y argumentos pertinentes.
De 2005 hasta la actualidad
En la segunda etapa, desde 2005, se mantienen algunos de los productos descritos y se ha ido a una universalización caracterizada por participar, crear y compartir información, gracias a un constante reajuste de estructuras y de recursos lingüísticos.
Sin duda, el fenómeno más importante en el primer decenio del siglo XXI ha sido la capacidad de las tecnologías para producir, reproducir y amplificar discursos asociados al deporte mediante nuevas relaciones sociales y modelos económicos que influyen en las conciencias y creencias populares tanto en representaciones de raza género e identidad como en el consumo de masas.
Han creado un nuevo entorno digital que busca el impacto social mediante plataformas de gestión y de edición de noticias, la información a toda velocidad y una industria del ocio para satisfacer el entusiasmo global del usuario para atender a la conversión del deportista en icono, marca y personaje de la cultura mediática y del deporte en pretexto para representar otras historias, mitos, valores, prioridades, esperanzas, sueños y aspiraciones.
En los últimos tiempos, se ha ampliado el mensaje unidireccional de los medios con contenidos enviados directa o indirectamente por la audiencia gracias a la tecnología digital: audio, foto, video, mensaje de texto, blogs, foros, pizarras de mensajes, correo electrónico o telefonía móvil. Se comparten estos contenidos con vínculos mediante marcadores sociales que almacenan, clasifican y comparten enlaces de Internet y de intranet. Y se intercambian opiniones publicando comentarios en foros supervisados en los que se recomiendan mensajes en un espacio limitado.
Esta participación de la audiencia en el mensaje, sin límites de fronteras ni horarios, ser realiza con un conocimiento portátil desde ordenadores portátiles, computadoras de bolsillo o PDA , teléfonos móviles, podcast, smartphone, iPhone... y ha generado una serie de productos específicos para esta comunicación disponible en cualquier momento y lugar, que la directora de BBCmundo.com, Julia Zapata, ha denominado como “periodismo Martini”.
Esta forma de comunicación agrupa, al menos, siete productos abiertos que tienen una actualización constante desde plataformas de gestión de noticias. En primer lugar, están los contenidos por el teléfono móvil mediante tres tipos de versiones: una compacta que supone un mínimo coste, con descarga rápida para quienes no disponen de tarifa plana; otra completa que incluye gráficos y elementos multimedia y permite el acceso desde marcadores sociales o favoritos; y una tercera versión en java con conexión a Internet para actualizar datos en la que se cobra la descarga pero no su lectura. Segundo, las noticias por correo electrónico con una selección a la carta de titulares que se desea recibir. Tercero, las noticias RSS o servicio de sindicación de noticias con un sistema automatizado de envío actualizado al minuto, con noticias formadas por un titular, un sumario y un vínculo. Permite su aplicación para las páginas web desde un seleccionador de canales. Cuarto, el podcast o servicio de archivos de sonidos que se distribuyen mediante un sistema de sindicación y permite oír la radio en general o descargar episodios a la carta. Quinto, el servicio de alertas por el que se reciben titulares en el escritorio del ordenador. Sexto, los visores monoformato y multiformato que presentan flashes de noticias que adaptan la apariencia del producto a la imagen que quiere el cliente y se estructuran en titulares o titular y breve sumario desde los que se puede ampliar la noticia. Su apariencia se presenta en un entorno gráfico atractivo, funcional y datos de lectura rápida que suelen incluir marcadores, resultados, noticias y fotografías relacionadas. Y séptimo, la microweb o módulo de contenidos HTML que se integra en otra web, recurre a un ticker o eframe en la URL matriz del cliente para que los usuarios pinchen sobre el titular y sean redirigidos a ella. Suele organizarse con un ticker en la cabecera y un visor de vídeos, favorece procesos de vinculación rápidos entre las distintas secciones o páginas del sitio web, realiza enlaces directos a cualquier contenido de una página RSS y produce una alta visibilidad al estar asociada a tags y folksonomías o nubes de palabras que facilitan su localización a través de buscadores.
En los dos últimos casos, la inserción de las aplicaciones flash y las páginas HTML logran redimensionar las páginas web sin tener equipos de redacción ni soportes tecnológicos ya que realiza una actualización automática de formatos mediante una publicación desasistida que no exige personal dedicado ni desarrollos específicos y se produce una carga de contenidos sucesiva cada vez que el usuario realiza una nueva visita. Además estos contenidos escalables, flexibles y modulares son adaptables a otros sitios web teniendo en cuenta los requerimientos corporativos del cliente: inclusión de logotipo, modificación de colores, fuentes, movimiento de secciones, integración con contenidos propios…
Además, la comunicación de la era global también comprende otros dos tipos de productos que requieren una actualización concreta desde plataformas de edición y se emplean para abordar temas muy concretos en profundidad o para ofrecer puntos de vista complementarios sobre la actualidad. Es el caso de los visores biográficos y de los visores temáticos que muestran contenidos multimedia de fácil navegación, organizados por formatos (texto, foto, vídeo, audio e infografía), y que son habituales en las noticias sobre la alta competición.
Todo este panorama lleva a una curiosa convivencia en las tribunas de prensa y en las bandas de los recintos deportivos. Los periodistas escriben directamente en la maqueta de la página que consumirá el lector, envían frases breves para el servicio de noticias en tiempo real, informan sobre el tiempo de juego y resultado para la radio y las noticias en tiempo real, ensamblan una crónica con la información más esencial para la edición digital y otra más ampliada para la edición escrita, redactan informaciones para piezas que van a servicios automatizados de alertas, noticias a la carta y titulares por correo electrónico formados por un titular, un sumario y un vínculo a una página con su desarrollo, componen los rótulos cortos de los "tickers" para los subtítulos con los resultados y principales incidencias o editan cortes de archivos de sonido y video para la televisión analógica, digital, digital terrestre, por cable, por Internet y por telefonía móvil. Y se entrecruzan las formas tradicionales del periodismo deportivo con las nuevas voces tecnológicas de redes informativas que llegan al último rincón del deporte local, de noticias generadas por las propias entidades deportivas, de relatos en tiempo real para diarios, radio, televisión especializada y de bitácoras de aficionados para narrar las propias vivencias.
Lingüísticamente, la comunicación deportiva de la era global aborda una información esencial en alta velocidad, con microtextos de lectura rápida y fácil, en la que adquieren gran importancia la espontaneidad y la oralización, la precisión terminológica, el cuidado de las traducciones, el uso de hispanoamericanismos léxicos, las transcripciones de nombres desde diferentes alfabetos, el empleo de términos genéricos frente a los localismos del contexto particular, el resumen del hecho deportivo y sus emociones mediante titulares con juegos de palabras y sentido del humor y la descripción de acontecimientos con un léxico apto para audiencias no especializadas. Y también destacan otros aspectos como la consulta de fuentes foráneas y la redacción con una estructura modular susceptible de ser automatizada, modificada y adaptada a las necesidades de diferentes productos.
Y además, están a disposición de la gente otras plataformas de ocio con elementos para mover la sociedad y su consumo mediante videojuegos, aplicaciones informáticas y otros canales con los que los aficionados expresen con creatividad su pasión al mirar deportes.
Una última faceta de esta universalización del idioma del deporte en el ámbito iberoamericano ha comprendido el trabajo de la formación de saberes que abarcan varias líneas de trabajo. Es el caso de: la prestación de recursos léxicos; la orientación de tecnicismos; la guía de equivalencias terminológicas para la traducción; la presencia de artículos sobre el idioma del deporte en páginas especializadas y revistas digitales deportivas con contenidos de carácter general; la descripción del estado actual de idioma del deporte; la explicación de claves de su evolución histórica; la reflexión sobre el lenguaje literario; la confección de bibliografías especializadas; el uso del idioma del deporte como recurso de enseñanza; la creación de portales verticales que acogen noticias relacionadas con una visión integral del lenguaje deportivo, corpus textuales y redes de documentación.
El futuro emergente
En esta tarea inacabada y de permanente estado de ebullición, en el final del primer decenio del siglo XXI asoman nuevos retos, desde 2007, que desarrollarán una respuesta lingüística.
Es el caso de la constante diversificación de la actividad física y el deporte, con una práctica individual, familiar o asociativa en espacios naturales y urbanos, que aparece asociada a agencias de publicidad, eventos comerciales y movimientos asociativos.
La plena incorporación de la mujer a todos los estamentos del deporte dentro y fuera de los recintos de competición también obliga a superar la presencia de modelos seductores y favorecer desde el idioma su visibilidad e igualdad de oportunidades y trato.
La incorporación del deporte a la educación formal e informal, como un elemento que contribuye al proceso de aprendizaje, obliga a la difusión social de usos lingüísticos y nuevas expresiones generadas conforme a la corrección del idioma. Cabe recordar que esta aportación del idioma del deporte afecta a la enseñanza del español para extranjeros y la educación secundaria a la hora de desarrollar habilidades comunicativas, de comprensión y de reflexión sobre los mecanismos de la lengua general. Además, en la enseñanza no reglada, se emplea para desarrollar el aprendizaje de idiomas con un entorno eficiente, rápido y divertido, y en el bachillerato internacional se busca relacionar el deporte y su lenguaje con un estilo de vida sana y equilibrada en lo intelectual, lo físico y lo emocional.
La conversión de la práctica deportiva en un índice de salud y calidad de vida para todas las edades en cuestiones de prevención y protección, relacionadas con la alimentación, el estrés y la obesidad, tendrá que generar nuevas fórmulas de expresión para llegar con eficiencia a la sociedad.
Las fundaciones deportivas de los clubes llevan a cabo una función social, educativa y cultural que transmite valores sociales que eliminan diferencias de género, religión y raza, favorecen la integración social y el desarrollo del voluntariado y están orientadas a enriquecer la conducta y el comportamiento del ser humano.
El consumo deportivo une sus lazos afectivos hasta más allá del final de la vida de los aficionados y así, en España, ya son varios los estadios de fútbol que acogen columbarios con la denominación de espacio memorial en un encuentro simbólico durante 25 años.
También el deporte moderno se presenta como un elemento generador de empleo, por lo que en el trabajo en red es conveniente la precisión en el lenguaje para familiarizar a la gente que se relaciona con él como trabajo, arte o negocio, tal y como ya ha realizado en 2007 la Secretaria de Educação Continuada, Alfabetização e Diversidade dependiente del Ministerio de Educación de Brasil.
Sin duda, uno de los aspectos más interesantes se encuentra en la próxima extensión de la alta competición a la edad adolescente, con la puesta en marcha de los Juegos Olímpicos de la Juventud para participantes de entre 14 y 18 años y periodistas de 18 a 25. Es una nueva realidad que contará con su edición de verano en Singapur en 2010 y de invierno en Insbruck en 2012 para combinar el deporte con otros elementos sociales de forma divertida y con interactividad entre los atletas participantes y los espectadores que siguen la competición desde casa. Surge como un nuevo marco para aprender a conocer, a hacer, a ser y a vivir juntos para alcanzar los fines de competir, aprender y compartir en un entorno emocionante y contemporáneo en el que las aplicaciones de los medios digitales y las redes sociales -como MyYOG- servirán de banco de ideas para futuras ediciones de los Juegos de verano e invierno.
Serán tiempos para el intercambio de opiniones y experiencias en un diálogo de ideas, culturas y tradiciones en el que las nuevas tecnologías, con sus sitios web y plataformas digitales difundirá en un entorno lúdico y participativo: los beneficios de estilo de vida sano, la lucha contra el dopaje, la carrera deportiva y su gestión, la labor social del deportista en su comunidad, las relaciones con los medios de comunicación, los efectos de los medios de comunicación digitales y exaltación de valores olímpicos.
Este conjunto de ocho tendencias se complementa con un trabajo intergeneracional en el que poco a poco, también parece asomar un incipiente consumo por actitudes, en vez de por edades, con mensajes y espacios para personas con pautas de elección similares basadas en objetivos, motivaciones y valores comunes: los resignados que buscan resistir y siente alivio con las hazañas del deporte, los luchadores que buscan en la información deportiva la liberación de las dificultades y la esperanza en la mejora, los conservadores con escasa actividad física que practican deporte en familia, los aspiracionales que se apuntan a los deportes de moda, los triunfadores que practican actividades de mantenimiento, al aire libre o con un alto componente de competitividad, los transicionales que buscan deportes no convencionales y los reformadores que pretenden el progreso social con deportes no competitivos, natación, gimnasia de mantenimiento y actividades al aire libre y en la naturaleza.
III
Epílogo
En resumen, el deporte y los medios de comunicación de la era global han ensanchado el idioma español hacia nuevas formas de expresión para una comunicación multilingüe, multidireccional, sin horarios y sin fronteras… Son odres nuevos para revitalizar el idioma y dar continuidad a la eficacia del auxilio de la palabra en la expansión del deporte y su apasionada vivencia social con un enfoque técnico, de difusión o artístico.
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revista
digital · Año 14 · N° 140 | Buenos Aires,
Enero de 2010 |