EDUCACION CORPORAL EN EL NIVEL POLIMODAL
Ricardo Crisorio (Argentina)
deptoef@huma.fahce.unlp.edu.arDirector de Educación Física, MCYE
La estructura curricular que se propone para la Educación Polimodal incluye un campo de conocimiento denominado "Educación Corporal".
El objeto de este trabajo es acercar a las instituciones y a los docentes y alumnos del Nivel, algunas claves para la interpretación de ese campo y algunas orientaciones para su puesta en práctica.
El campo de conocimiento Educación Corporal implica una articulación y una opción que involucra:
Los lenguajes corporales, aunque los CBC no los definen en su especificidad, participan de las características señaladas para los Lenguajes Artísticos y Comunicacionales.
- las distintas configuraciones de movimiento que componen el capítulo Educación Física, es decir, los juegos motores y deportes, la gimnasia, las actividades al aire libre y en la naturaleza, etc., y los correspondientes procedimientos generales y actitudes;
- los diferentes lenguajes corporales del capítulo Lenguajes Artísticos y Comunicacionales, esto es, el teatro, la danza, la expresión corporal.
En el bloque 3 del capítulo 1 de la Modalidad "Comunicación, Artes y Diseño" se expresa que tales lenguajes se caracterizan por:
Se entiende a los campos de la comunicación y de las artes como un "conjunto interrelacionado de códigos de significación, históricamente construidos y compartidos, que hacen posible la expresión, la comunicación y la interacción".
- proponer un modo particular de construir imágenes;
- poseer una intencionalidad comunicativa;
- ubicarse en el campo de las artes y la comunicación;
- sustentarse en factores socioculturales y técnico-procedimentales.
Podemos definir a los Lenguajes Corporales como aquellos códigos de significación, histórica y socialmente construidos y compartidos, situados en el campo de las artes y de la comunicación, que se valen del cuerpo y el movimiento para portar y concretar distintas intenciones comunicativas y que, consecuentemente, elaboran sus propios recursos técnico-procedimentales. La danza, el teatro y la expresión corporal no agotan, seguramente, todas las posibilidades de los lenguajes corporales. En los CBC se los presenta como interacciones particulares con el lenguaje del cuerpo, lo cual permite la inclusión de otros que reúnan las características requeridas para ser considerados como tales.
La expresión y la comunicación no son privativas del cuerpo sino que la especie humana ha construido diversos códigos que hacen posible la comunicación y la interacción en el marco de culturas compartidas; el lenguaje verbal y los lenguajes no verbales (visuales, sonoros, etc.), entre otros, constituyen otras tantas formas de la expresión y la comunicación culturalmente organizadas. Tampoco la expresión y la comunicación del cuerpo o a través del cuerpo son privativas de la danza, el teatro o la expresión corporal, ni de ninguna otra organización de movimiento que reúna las características asignadas a los lenguajes corporales. Puede argumentarse, por ejemplo, que el lenguaje del cuerpo está presente todo el tiempo en la vida cotidiana y que, sin duda, cumple un papel particularmente significativo en los juegos, en los deportes y en las buenas gimnasias.
¿Qué diferencia un lenguaje corporal de un juego, un deporte o una gimnasia determinada?.
Más precisamente ¿qué diferencia a la expresión y la comunicación propias de los lenguajes corporales de las que se ponen en juego en los juegos, los deportes, las gimnasias u otras formas del movimiento humano?.
Dos diferencias se remiten una a la otra y se refuerzan recíprocamente:
- el lugar que los lenguajes corporales, por un lado, y las prácticas lúdicas, gímnicas y deportivas, por el otro, ocupan en la cultura;
- el lugar que la intención expresivo-comunicativa ocupa en unos y otras.
1) Algunos de los códigos que hacen posible la expresión, la comunicación y la interacción humanas han servido a la cultura occidental para organizar el campo de las artes y la comunicación. Así, por ejemplo, aunque la lengua oral y escrita sustenta otras actividades como la política, la ciencia, los negocios y la vida social misma, algunas de sus formas se han constituido como poesía y literatura. En cambio, no se incluyen en este campo los juegos, por ejemplo, pese a que es indudable que ellos hacen posibles ciertas formas de la expresión, la comunicación y la interacción humanas. Tampoco los deportes, la gimnasia, u otras formas de movimiento que también involucran aspectos expresivos y comunicativos (en rigor, ninguna acción específicamente humana, aún la más aislada, ocurre sin expresión y comunicación o al margen de la expresión y la comunicación), ocupan un lugar en el campo de las artes y la comunicación en nuestra cultura; por el contrario, constituyen sus propios campos y elaboran sus propias técnicas y procedimientos en función de sus finalidades particulares.
2) En los Lenguajes Corporales la intención expresivo-comunicativa preside el movimiento y, de alguna manera, lo precede. En los juegos motores, los deportes, la gimnasia y otras formas de movimiento, en cambio, el movimiento es regulado por determinaciones de índole competitiva, instrumental o recreativa. La expresión y la comunicación resultan indispensables a la buena resolución de situaciones lúdicas, gímnicas o deportivas, pero en ningún momento el movimiento se organiza en ellos en torno a la intención de expresar y comunicar, como es el caso de la danza o el teatro; aún en las corrientes actuales del teatro, que crean la acción sobre la base del movimiento y la improvisación y para las cuales el texto no es más que la trama en la que actuar.
En cuanto a la expresión corporal, la extensión del término y la ambigüedad de su significado hacen que se tejan en torno a él no pocos malentendidos. Por expresión corporal suelen entenderse indistintamente tanto las manifestaciones gestuales del cuerpo, aún las inintencionadas o inconcientes que espontáneamente acompañan las expresiones orales y las acciones cotidianas, como los movimientos y gestos corporales organizados en torno a una intención expresivo-comunicativa, los cuales corresponden siempre, de una u otra manera, a alguna forma del teatro o de la danza. Con el único fin de convenir un modo que posibilite el entendimiento, decidimos llamar expresión corporal a las formas de movimiento organizadas con sentido expresivo-comunicativo en el contexto de los lenguajes artísticos y comunicacionales. En cambio, para referirnos a la gestualidad, a las manifestaciones corporales que acompañan nuestra cotidianeidad, reservamos enunciados como competencia comunicativa o capacidad expresiva, en nuestro caso, corporal.
La ampliación y perfeccionamiento de esta última competencia o capacidad, tal como se expresa en los CBC para la Educación Polimodal, constituye el propósito principal del tratamiento integrado tanto de los lenguajes artísticos y comunicacionales como de los juegos, los deportes y la gimnasia. Los juegos, los deportes y la gimnasia y los lenguajes corporales confluyen necesariamente en este propósito.
¿Qué comparten los lenguajes corporales y los juegos, los deportes y la gimnasia?. Más precisamente ¿en torno a qué pueden articularse estas distintas formas de movimiento?. La cultura occidental ha separado la enseñanza de las configuraciones de movimiento vinculadas con el arte, de la enseñanza de la gimnasia, más relacionada con la salud y la ergonomía, y del deporte, el cual ha adquirido un estatuto propio en las sociedades modernas.
Sin embargo, esto no fue así en todas las épocas. En la Grecia clásica, por ejemplo, las prácticas corporales incluían a la música y a la danza junto a la lucha, las carreras, los saltos, los lanzamientos, etc. También la euritmia dalcroziana y la gimnasia expresiva alemana integraron, en su tiempo, elementos de la gimnasia y de la danza, del mismo modo que actualmente algunas corrientes del teatro y de la danza integran elementos gímnicos.
Además de la necesidad de ampliar y perfeccionar, por razones diferentes, la competencia o capacidad expresivo-comunicativa, los lenguajes artísticos y comunicacionales comparten con los juegos, los deportes y la gimnasia -cuando unos y otros son tratados con sentido educativo- la posibilidad de promover el conocimiento y cuidado del propio cuerpo.
De todo esto surge la posibilidad de pensar un espacio curricular articulado entre ambas disciplinas que, a su vez, se articule con los intereses diversos de las alumnas y alumnos, a través de una oferta institucional que acredite la apropiación de los contenidos corporales y motores del Nivel Polimodal desde la práctica de actividades corporales gímnicas, artísticas o deportivas en las cuales, además, el juego esté presente.
Los intereses y posibilidades de los adolescentes de ambos sexos en relación con las prácticas corporales se caracterizan por una progresiva especificidad, lo cual requiere de una enseñanza progresivamente específica tanto de las prácticas gímnicas y deportivas como de las prácticas artísticas, es decir, que lleve a formas cada vez más cercanas a las formas institucionalizadas que tales prácticas asumen en nuestra cultura.
¿Cómo puede organizarse este campo de conocimiento en el Nivel Polimodal?
Para la organización del espacio curricular correspondiente a la Educación Corporal, las escuelas deberían considerar:
- Que la organización de este espacio curricular no deberá invadir ni mezclar los campos de incumbencias ni las competencias profesionales de los profesores de Educación Física y de Lenguajes Artísticos y Comunicacionales. Esto es: los profesores de Educación Física deberán desarrollar las actividades correspondientes a los contenidos de su área (gimnasia, deportes, juegos, etc., y los correspondientes procedimientos y actitudes) y los de Lenguajes Artísticos y Comunicacionales deberán desarrollar las actividades correspondientes a los Lenguajes Corporales y sus respectivos procedimientos y actitudes.
- Que ningún profesor o profesora de una u otra área deberá perder horas de trabajo, sino reorganizarlas o, en todo caso, incrementarlas.
- Que la oferta deberá organizarse considerando la infraestructura y recursos humanos disponibles para el espacio de la educación corporal. No deberían incluirse actividades para las cuales la escuela no cuenta con los recursos edilicios y/o humanos necesarios, salvo que se tome la decisión de obtenerlos. Las escuelas que no cuenten con la infraestructura para desarrollar el deporte básquetbol, por ejemplo, o con el recurso humano para ofrecer clases de danza, no deberán incluir ninguna de ambas actividades en su oferta a los alumnos/as, excepto que estén dispuestas, por razones de interés institucional, a conseguir las instalaciones y/o el personal necesario. Del mismo modo, las escuelas que no cuenten con recursos humanos para abrir uno de los espacios curriculares –por ejemplo, lenguajes corporales-, no deberán incluirlos en su oferta. No obstante, igualmente podrán organizar una oferta que permita la elección entre, por ejemplo, distintos deportes y formas de gimnasia, en función de su disponibilidad edilicia, tradición e intereses institucionales, preparación especial de sus profesores de Educación Física, etc.
- Que los grupos de alumnos/as deberán conformarse según los intereses de los mismos/as, lo que implicará seguramente desechar la tradicional organización por años o divisiones para integrar grupos de trabajo que incluyan, indistintamente, alumnos o alumnas del primero, segundo y tercer años del Nivel, en función de sus elecciones particulares. Asimismo, las escuelas podrán constituir grupos de trabajo mixtos.
- Que una vez organizada la oferta según las posibilidades e intereses institucionales, cada alumna o alumno deberá elegir una práctica corporal de su interés, sea un deporte o actividad gímnica o un lenguaje corporal. En el caso de que una escuela incluya en su oferta, por ejemplo, danza o teatro junto con softbol y handbol, los alumnos y alumnas que elijan uno u otro lenguaje corporal deberán cursarlo con el especialista en lenguajes corporales, y los/las que elijan softbol o handbol, con el especialista en educación física. Las alumnas y alumnos podrán elegir, entre las actividades ofrecidas, aquella que sea de su interés, pero deberán elegir necesariamente alguna de las ofrecidas. Igualmente, deberán cumplir aquellas actividades que la escuela considere de carácter obligatorio para todos los alumnos y alumnas.
- Que junto a los aspectos específicos (técnicos, tácticos, expresivo-comunicativos, etc.) propios de cada deporte o lenguaje corporal, existen aspectos generales imprescindibles al conocimiento y cuidado del propio cuerpo, el desarrollo de las capacidades orgánicas, la formación de hábitos higiénicos, la salud, la calidad de vida, la preservación del ambiente, la convivencia democrática, etc., que no deben descuidarse. A estos efectos deberían instrumentarse en todos los grupos:
- propuestas gímnicas que atiendan los aspectos generales mencionados a la vez que desarrollen las capacidades y habilidades requeridas por la práctica deportiva o artística de que se trate, de modo que las alumnas y alumnos se concentren en la apropiación de su cuerpo a través del aprendizaje de una organización específica de movimiento de su interés, complementada con la sistematicidad que ofrece la gimnasia;
- propuestas de formas de vida y actividades en la naturaleza y al aire libre.
Las actividades gímnicas deberán ser desarrolladas por los profesores y profesoras de Educación Física, dado que son de su competencia específica. Las actividades en la naturaleza y al aire libre, en cambio, podrán ser organizadas por los profesores y profesoras de Educación Física, o en forma conjunta con los profesores de Lenguajes Corporales y/o de otras áreas.
- Que la organización de este espacio curricular permite diferentes articulaciones entre los docentes de Lenguajes Artísticos y Comunicacionales y de Educación Física. Por ejemplo: en una escuela en la que la oferta incluya danza y teatro como lenguajes corporales, y fútbol, básquetbol y voleibol como actividades deportivas, el/la profesor/a de lenguajes corporales desarrollará en sus clases los aspectos específicos (técnicos, expresivos, etc.) de los mismos mientras que el/la profesor/a de Educación Física trabajará en algunas de sus horas los aspectos específicos (técnicos, tácticos, reglamentarios, etc.) de los deportes correspondientes y en otras los aspectos generales, mediante la gimnasia, tanto con los alumnos/as que practiquen cualquiera de los deportes ofrecidos como con los alumnos/as que hayan elegido los lenguajes corporales. A su vez, en forma conjunta y/o con docentes de otras áreas podrán organizar actividades en la naturaleza y al aire libre.
- Que el campo de conocimiento Educación Corporal deberá acreditarse o promocionarse en relación con el lenguaje corporal, deporte u otra actividad elegida por cada alumno o alumna. Es decir, que el alumno o alumna que elija un lenguaje corporal acreditará Educación Corporal del mismo modo que otro que elija un deporte determinado. En algunos casos, como el que se plantea en el punto anterior, implicará la calificación conjunta de los profesores/as de ambas áreas
¿Porqué la Educación Corporal debe ocupar un espacio en los tres años del Nivel Polimodal?
Para responder a esta pregunta es preciso considerar:
1) Que la lógica de las disciplinas corporales es diferente -y requiere un tratamiento diferente- de la de las disciplinas intelectuales.
La lógica de estas últimas admite la transferencia y la generalización: el aprendizaje de ciertos conceptos y procedimientos posibilita la adquisición de otros más complejos. Los conceptos y procedimientos lingüísticos, matemáticos, científicos, etc., además, pueden retomarse unos en otros: los de la lectura y la escritura en todas las áreas, las operaciones matemáticas en la tecnología, la economía, etc., los de historia y geografía en la explicación del mundo y las sociedades, etc. Estos hechos, articulados con ciertas variables evolutivas, permiten limitar la enseñanza de estas disciplinas, en función de la adquisición de determinados conocimientos, a determinado tiempo en cada ciclo y nivel del sistema educativo.
La lógica de las disciplinas corporales es por completo distinta. Primero porque no admiten la generalización: mi cuerpo no es "el" cuerpo; mi movimiento nunca será "el" movimiento. Segundo porque cambia la transferencia por la reproductividad: las destrezas y habilidades se ejecutan con relación a situaciones y cada situación es única y estrictamente irrepetible, por similar a otras que parezca. Tercero porque la educación corporal implica un conocimiento en y no un conocimiento sobre, lo que hace que sus contenidos no pueden ser retomados por otras disciplinas: en la educación corporal no se trata del cuerpo como en la anatomía o la fisiología, ni del movimiento como en la biomecánica, sino del propio cuerpo y del propio movimiento conocidos y perfeccionados en la acción. Se trata de establecer una relación inteligente con el propio cuerpo y con la propia acción en la acción y no una inteligencia (conocimiento) del cuerpo genérico y de sus posibilidades de movimiento. Si esto se entiende en su cabal dimensión, la educación corporal será más interesante y significativa para los alumnos y alumnas que transitan un período de sus vidas que les propone cuestiones centrales en lo que hace a la relación con sus cuerpos, con su sexo y su género.
La educación corporal requiere de conceptos y procedimientos como cualquier otra disciplina, en tanto no hay manera de organizar la experiencia sino a través de la formalización de la acción. Pero estos saberes difieren de aquellos en cuanto a los modos de su apropiación porque sólo la reflexión sobre el propio cuerpo y sobre la propia acción en la acción permite su cabal aprehensión. La educación corporal implica y desarrolla una inteligencia más práctica que lógica, más ligada a la decisión y a la acción que a la razón o a la enunciación de la verdad. Basta pensar en un basquetbolista que penetra hacia el cesto eludiendo a su defensor para comprender que su acción no tiene nada que ver con la construcción que el entrenador, después de un análisis, elabora para extraer lecciones comunicables. Las condiciones del cálculo racional no están dadas prácticamente nunca en la práctica: el tiempo es contado, la información limitada, etc.
Lo dicho no alcanza para justificar la permanencia de la educación corporal en todos los años de escolarización de niños y adolescentes. Sin embargo, aunque estos saberes puedan transmitirse en un tiempo menor al tiempo total de escolarización, no puede pensarse que ellos sean retomados por otras disciplinas o áreas del conocimiento escolar.