Lecturas: Educación Física y Deportes
Revista Digital
http://www.efdeportes.com/

LA MUERTE, ¿UN GOL EN CONTRA?
Amílcar Romero (Argentina)
ani@satlink.com

El asesinato de la menor Romina Méndez (11), el pasado domingo 9 de mayo de 1999, ya noche, en una barriada de Godoy Cruz, Mendoza, por una de las balas intercambiadas entre barritas boquense y riverplatense que prolongaban de manera "remota" el superclásico que se había disputado a la tarde en Buenos Aires y televisado en directo a todo el país, la ingresó como la 193ª víctima fatal desde que a fines de 1958 se instaura en nuestro país el Fútbol Espectáculo SA [Ver el listado completo], pero a la vez también resultó la segunda que se produce en lo que va del año fuera del ritual futbolero y culminó la enumeración de características exteriores con dos flores más de homenaje que no son muy laudatorias: se trató de la 11ª "muerte remota", producida como consecuencia de una ampliación virtual del espacio deportivo (ver Cuadro I), y pasó a ser la 7ª de sexo femenino -de a una en una, no en tragedias colectivas-, hecho absolutamente inédito en el mundo (ver Cuadro II).

Cuadro I: MUERTES REMOTAS 1986-1999
Nombre Edad Fecha Partido Motivo de muerte y otros datos
Pena Daniel 22
30/06/1986
Festejos callejeros conquista Mundial 86
Balazo calibre 22. Impune.
Acevedo Miguel A. 21
30/06/1986
Idem, pero en otro hecho
Balazos. Impune.
Alba Luis 54
03/07/1990
Festejo subcampeonato Mundial Italia
Fierrazo durante una aglomeración callejera. Impune.
N.N. 15
03/07/1990
Idem
Politraumatismos al caer de un camión donde iban festejando. Accidente.
Rodríguez X. 40
05/02/1992
San Lorenzo - Boca
Detención y proceso al autor. Se desconoce resultado del juicio. El partido era en Mar del Plata, por uno de los torneos de verano. La víctima salió a protestar porque sus vecinos, alcholizados, festejaban a la mexicana el triunfo zeneize. A uno no le gustó la reconvención y lo dejó seco de un balazo en el corazón.
Maldonado Rodrigo 01
20/12/1992
Boca Jrs. - San Martín (Tucumán)
Tiro al aire de zeneizes que festejaban a la mexicana una nueva estrellita en el escudo. El bebé estaba en brazos de su madre, en la parada del colectivo.
Farías Elías 45
3/8/96
Argentina - Nigeria
En un bar de Colegiales, la víctima, un obrero brasileño, festejó el triunfo africano que dejaba a los argentinos fuera del Mundial porque le había jugado un asado al capataz a mano de Nigeria. Intervinieron otros parroquianos y llegaron el dueño y amigos del puestito de diarios del otro lado de la barrera, que lo agarraron a golpes, lo tumbaron y lo remataron en el suelo. Autores detenidos y procesados. No se supo más.
Blanco Marcelo Hugo Oscar  
25/10/97
SIN PARTIDO (River Plate - Boca Juniors)
En Mar del Plata, la víctima, hincha de los millonarios, sostuvo con pares boquenses una discusión por el partido que terminó con su vida a puñaladas. En investigación.
García Marcelo A. 24
25/10/97
SIN PARTIDO (River Plate - Boca Juniors)
En Rosario la víctima quiso cobrarles la apuesta que había hecho con unos vecinos hinchas millonarios y recibió como respuesta una tunda y puñaladas. En investigación; autores identificados.
Pagani Carlos 19
25/10/97
SIN PARTIDO (River Plate - Boca Juniors)
En una barriada de Tigre los boquenses del lugar festejaban el triunfo cuando llegó un micro con más hinchas, entre ellos dos policías "pesados", de civil; como los presentes los apedrearon, bajaron con las armas reglamentarias, hubo un balazo al aire y un culatazo a un minusválido que determinó la reacción de la víctima fatal, la que fue ultimada con un adoquinazo en la cabeza propinado por un amigo de andanzas de los custodios del orden. Autores individualizados y en proceso.
Méndez Romina 11
09/05/99
Boca Juniors - River Plate
El hecho sucedió en el barrio Los Toneles, Godoy Cruz, Mendoza, donde a las 9 de la noche la nena recibió un impacto en la tetilla izquierda, consecuencia de un balazo proveniente del enfrentamiento entre dos barritas, una boquense y la otra riverplatense, que dirimieron en forma remota el pleito que se había jugado en Buenos Aires.


Cuadro II: MUERTES FEMENINAS DE EN EL FUTBOL EN ARGENTINA 1989-1999
Nombre Edad Fecha Partido Motivo de muerte y otros datos
Rolando Celia 23
10/09/89
Santa María - Ferro (Entre Ríos)
Balazo calibre 38. Autor detenido y procesado sin que se sepa el resulado. Dos hampones, uno recién salido de la cárcel, en la tribuna oficial, por amistad con dirigentes locales, decidieron dirimir viejos pleitos. Algunos impactos hicieron blanco porque ambos se balearon a quemarropa. Pero uno de los proyectiles le ingresó a la altura de uno de los riñones a esta víctima, que estaba de espalda a los hechos y a unos 30
Guerrero Adriana 15
02/09/1990
Kimberley - Aldosivi
Balazo
Gaude Margarita E. 66
15/09/1991
Rosario Central - Newell's
Piedrazo al quedar, arriba de un colectivo, entre los dos fuegos de una batahola al término del clásico. Impune.
Cantisano Soledad Sonia 10
05/12/1993
River Plate - Estudiantes de La Plata
Piedrazo al tren en que iba la niña con su familia, a cargo de dos menores que se dedicaban siempre a cascotear a las barras que pasaban. No figura casi en ninguno de los listados que se hacen públicos.
Raquel Ada 26
01/05/1994
Talleres (Córoba) - Gimnasia y Esgrima (Jujuy)
Accidente. Con su esposo, funcionario de gobierno, integraban la caravana que venía desde el norte a seguir la campaña de El Lobo jujeño que finalmente iba a lograr el ascenso.
Cepeda María José 15
20/12/97
Aldosivi de Mar del Plata
Caída
Méndez Romina 11
09/05/99
Boca Juniors - River Plate
El hecho sucedió en el barrio Los Toneles, Godoy Cruz, Mendoza, donde a las 9 de la noche la nena recibió un impacto en la tetilla izquierda, consecuencia de un balazo proveniente del enfrentamiento entre dos barritas, una boquense y la otra riverplatense, que dirimieron en forma remota el pleito que se había jugado en Buenos Aires.


Entre las actividades del Area Interdisciplinaria de Estudios sobre el Deporte de la Facultad de Filosofía y Letras (UBA), la invitación a cientistas sociales provenientes del Reino Unido dejó en claro que en la cuna del fútbol la reacción académica "oficial" recién se produjo cuando en medio del Mundial '66 los extranjeros podían llevarse una mala imagen de los circunspectos dueños de casa debido a como menudeaban los altercados. Un año antes desde una tribuna habían tirado una granada (leáse: una granada) en un partido por el campeonato, pero tampoco era cuestión de andar haciéndose eco de la prensa escandolosa y de un comienzo más del clásico carrousel du crime. Las erupciones violentistas, con tantos ojos extranjeros mirando, alteró varias opiniones, tanto académicas como no académicas.

Particularmente fue el escocés Richard Giulianotti, de la Aberdeen University a través de Los estudios sociales y culturales del deporte en Europa, el que se encargó de puntualizar algo que hay que tener más que en cuenta y luego la dupla Alan Tomlinson y John Sugden, de la Brighton University con Investigaciónes críticas y comparativas en sociología del deporte fue más allá y dejó en claro que todavía a fines de los '70, cuando las bataholas de todo tipo estaban en su apogeo, tanto en los claustros como en el público en general, no ya la violencia y la sociología del deporte o de este fenómeno de seguir el partido por medios más contundentes, sino que el deporte mismo, como un todo, seguía depreciado como actividad, como generador de conocimiento y por lo tanto objeto digno de estudio para sistematizar esos conocimientos.

Entre nosotros, además de alguna otra singularidad que destacaremos, fue la oleada de muertes en las canchas, a partir de la primavera de 1982, luego de la rendición de Puerto Argentino, la que puso en autos a la macrosociedad que había algo que no andaba bien si se lo analizaba desde ciertos valores y que si éstos eran otros, se trataba de una nueva avant premiere. Con los escándalos morales periodísticos a todo volumen, el país fue informado que la dictadura militar genocida había dejado unas larvas llamadas barras bravas. El nonato, a todo esto, tenía un cuarto de siglo de antiguedad, praxis y desarrollo, y entre las particularidades, justamente, está el haber hecho eclosión mucho antes que los grupos violentistas ingleses, descolocando un poco a los importadores de conclusiones. La reacción académica, mínimamente organizada, iba a tardar más de una década en producirse.


LOS MUERTOS QUE VOS MATAIS
En efecto, tal como en 1984, con días de diferencia lo certificaron el presidente de la AFA y el en ese momento principal jefe de barra brava, "en este país, si no hay una muerte no pasa nada". Pasadas 183 "nadas", sin incursionar para nada en la tanotofilia, aparecen unos indicios dignos de tenerse en cuenta. Por un lado, aparte de también contar con el hecho inédito de tener ya tres leyes especiales "contra la violencia en el deporte", se le agrega una particularidad todavía más inédita: ninguna de las tres ha servido.

El 30 de junio de 1989, con el asesinato de Germán Sila Ventura (19), la primera víctima mortal fuera de todo ritual futbolero, se iba a producir otra inauguración: las muertes en las canchas, salvo alguna honrosa excepción -pero siempre con muchos menos decibeles-, dejaron de tener la estridencia apocalíptica que a coro hacían de "velorio cultural" [Bajar el TXT comprimido de Barras bravas y contrasociedad deportiva], y las muertes van a ser progresiva y silenciosamente incorporadas como parte del espectáculo o, a lo sumo, como un indeseable y molesto hecho no deseado, cuando no accidental.

A partir de entonces, con la generosa colaboración de los muchos periodistas deportivos amigos y gran poder de llegada, se elabora la demografía oficial vigente: es un incidente futbolero de cualquier índole, con víctima fatal incluida o no, siempre y cuando suceda dentro de los límites del estados, sus cercanías muy cercanas (vale la redundancia) y, sobre todo, la coordenada tiempo, tanto en lo que hace a la anticipación de la hora del partido principal como de la finalización de éste. A este autor le tocó ser testigo material, en lo que iba a ser la versión rioplatense de The New York Times, cómo un jefe de la sección Deportes, auxiliado de algunos cronistas, corriendo contra reloj para llegar a tiempo con la bendita infografía, puntearon uno por uno un printing que tenía registrados los incidentes de todo el país durante cinco años, de manera tal que quedara depurado, enflaquecido, bien raquítico y adaptado a los requerimientos antes apuntados. Los periodistas deportivos, particularmente los futboleros, constituyen una fauna muy particular nunca pasada por ningún tamiz crítico, como no sea la acusación de estar en los enriedos de cotizaciones y ventas de jugadores. Nunca se los ha tomado en cuenta como oficiantes del rito y menos que menos cómo pasan el cedazo a cualquier información, sin necesidad de órdenes superiores de ninguna especie, cuando afecta al negocio o ritual, lo mismo da, ya que cada vez se hace más difícil distinguirlos. En el desaparecido vespertino La Razón de la familia Peralta Ramos en 1984 "cajonearon" más de tres meses la primicia de una fuente más que confiable acerca de que un jefe de barra brava, con la condena ya firme por un homicidio simple y técnicamente "prófugo" cuando nunca ni siquiera le habían librado la correspondiente orden de captura, se paseaba lo más orondo por la localidad bonaerense donde era ídolo y hasta había instalado un negocio, pintado con los colores del club, a una cuadra y media de la comisaría principal, cenando todos los viernes a la noche en el restorán del club cuya cúpula dirigente sigue siendo uno de los más imporantes bufetes de abogados del lugar...


ASI EN LAS REDACCIONES COMO EN LOS TRIBUNALES
Esta singular geografía para hechos sociales tuvo rango jurídico (aberrante, por cierto) cuando el 10 de abril de 1988, luego de un asado de camaradería en virtud del pacto militar de mutuo apoyo existente, se retiraban del polideportivo de Rosario Central lo más granado de la barra anfitriona, los tatengues de Unión de Santa Fe y la de San Lorenzo, que se había llegado hasta allí porque tenían que jugar esa tarde con Newells Old Boys en el Parque Independencia. Desde algunos vehículos con distintivos rojinegros comenzaron las pullas, llovieron insultos de ambas partes, voló la primera piedra nunca se sabe de dónde y a los pocos minutos el lugar se convirtió en una batalla campal de aquellas. Llamada la autoridad para que se constituya y ponga orden, un oficial superior extrajo el arma reglamentaria, echó rodilla en tierra y en el flanco izquierdo le introdujo un proyectil 9 mm que salió exactamente por el hombro derecho del barrabrava azulgrana Marcelo Burgos (23), matándolo en el acto. Violando todas las leyes -pero no las jurídicas, sino las físicas-, el disparo fue catalogado "al aire", continuando una "balística futbolera" que ya tenía siniestros antecendentes y el magistrado actuante de turno, que tenía que aplicar la dichosa y publicitada Ley de la Rúa, no lo hizo por entender que no correspondía: la mocha se había armado como a 20 cuadras de la cancha donde se iba a jugar el partido y para que comenzara éste faltaba todavía alrededor de una hora. Trasvasado a otros términos, un especialista en derecho y alguna que otra disciplina ad hoc determinó, con el dedo de Dios, como se dice en la jerga, dónde comienza, dónde termina y cuál es el territorio de un hecho sociológico. Anticientífico y autoritarios son los calificativos más cariñosos que puede merecer semejante zafarrancho, y mejor ni recordar que en el medio había una vida humana que había si tronchada, barrabrava o no barrabrava, a cargo de quien socialmente tiene la responsabilidad de proteger la vida como el mayor valor jurídico en juego.

sigue F


Lecturas: Educación Física y Deportes
Revista Digital
http://www.efdeportes.com/

Año 4. Nº 14. Buenos Aires, Junio 1999