Lecturas: Educación Física y Deportes
www.efdeportes.com/
Revista Digital


MAR DEL PLATA Y SU IDENTIDAD FUTBOLISTICA.
EL CASO DE ALDOSIVI EN LA PRIMERA B NACIONAL
Gastón Julián Gil (Argentina)
jmgil@mdp.edu.ar


Pulsando sobre las fotos se las puede ver de mayor tamaño
Material gráfico
Escuela de Artes Visuales
"Martín Malharro" de Mar del Plata
Carrera: Fotografía (Básico II)
Materia: Seminario de Producción Textual
(Trabajo final para la aprobación de la materia)
Alumnos
Sebastian Bisso Castro, Guadalupe Calvelo,
Fernando Fauszleger, Marisa Ferreyra y Marisa Suarez.

Profesor
Gastón Julián Gil



En estos tiempos en los que la agenda periodística se muestra saturada de información deportiva, un intento de fundamentar la importancia del deporte -aunque de manera casi prioritaria al fútbol- como un sólido punto de referencia en la construcción de identidades en nuestras sociedades posindustriales, surge hoy como una tarea algo trivial. Por eso es que en este trabajo se pretende analizar un caso particular en el que una actividad deportiva pretende ser impuesta desde los medios de comunicación como una encarnación metonímica de una ciudad que jamás pudo disponer a lo largo de su historia de una identidad futbolística firme.

Ciudad de surfers, patinadores y ciclistas. Desde hace un tiempo también de básquet. Esa parece ser la imagen que en el resto del país ha logrado consolidar la ciudad de Mar del Plata en el ámbito deportivo. La playa, el casino, los pescadores, los alfajores y la industria textil constituyen los símbolos identitarios más claros hacia afuera de una ciudad en la que la palabra fracaso ha rondado permanentemente cualquier emprendimiento futbolístico hasta la segunda parte de la campaña 97-98 de Aldosivi en la Primera B Nacional que lo dejó al borde del ascenso.

Sin embargo, en cuanto al imaginario del resto del país, Aldosivi parece cumplir con los requisitos de una típica identidad marplatense. En este caso, la vinculación con el puerto actuó como válvula identitaria por su relación con uno de los símbolos tradicionales de la ciudad: su actividad pesquera. De esta manera, lo que hacia adentro generó el conflicto con el resto de la ciudad, apareció como fundamento del ser marplatense. "El equipo de los pescadores", lo llamaron en algunos medios nacionales, o hasta "el tiburón marplatense" con la connotación de potencia física que puede conllevar ese apodo. Sin embargo, para un importante sector de la ciudad, Aldosivi jamás dejó de representar a los "pescados"1 .

Pero más allá de este tópico, otro parece ser el inconveniente más importante en el fútbol marplatense. La actual campaña de Aldosivi en el certamen de Primera B Nacional está demostrando a quienes tienen la responsabilidad de llevar adelante el proyecto futbolístico y empresarial de poner a Mar del Plata en la primera división del fútbol de AFA, un problema que se muestra, en lo superficial, irresoluble. La cada vez más escasa concurrencia de espectadores para alentar a un equipo que, paradójicamente, ha demostrado ser serio candidato para obtener uno de los dos ascensos en juego para la presente temporada, parece mostrar que la campaña encarada conjuntamente por el club, por el entrenador Jorge Solari y por el Multimedios La Capital no va por buen camino. De aquí en adelante se intentarán explicar las causas de esta situación.


Ser de River o de Boca, he aquí la cuestión
La pasión por los equipos grandes parece ser un obstáculo insalvable para cualquier intento de construir en torno a Aldosivi una identidad futbolística sólida. Aún para una importante cantidad de quienes siguen a Aldosivi en los partidos de la Primera B Nacional sus preferencias se orientan a algún equipo de primera. De esta manera, podríamos intentar categorizar las actitudes con respecto al equipo de la ciudad, de acuerdo a grados de fanatismo y animosidad:

Aldosivi no puede dejar de estar asociado al puerto. Más allá de los cantos de las hinchadas que se encargan de dejar en claro la manera en que se perciben sus propios simpatizantes, para gran parte del resto del mercado futbolístico de la ciudad, es imposible vincular a este club como una representación de lo marplatense. El problema de los fracasos históricos del fútbol de Mar del Plata parece haber sensibilizado a la población local de tal manera que ante los primeros éxitos parciales del equipo durante los inicios de la campaña 97-98, el descreimiento era general. Además, la imagen hacia afuera del fútbol local estaba sumamente desprestigiada. Los campeonatos nacionales en los que el fútbol de la ciudad desperdició sistemáticamente su plaza fija y las frustraciones en los torneos del interior en los últimos años marcaron con firmeza el fracaso habitual del fútbol de la ciudad. Inclusive el acceso de Aldosivi a la Primera B Nacional tras la reestructuración de la segunda categoría del fútbol argentino fue conseguida por la disposición de la AFA que pasó por alto los escasos méritos deportivos de los equipos marplatenses en los torneos Argentinos, superados por conjuntos de ciudades como Rawson o San Rafael.

En este sentido el vuelco provocado por la campaña del '98 revirtió la situación antes mencionada hasta niveles insospechados. Nunca, hasta ese momento, la consideración nacional había tomado a un equipo de Mar del Plata con tanta seriedad. Tras las sorpresivas victorias ante All Boys y Quilmes en las series de cuartos de final y semifinal respectivamente, Mar del Plata se posicionó por primera vez en su historia con posibilidades concretas de llegar al escalón más alto del fútbol argentino. En la final perdida por el ascenso frente a Belgrano el equipo marplatense logró reunir en el Estadio Mundialista -hoy denominado "José María Minella"- cerca de 20 mil personas un miércoles por la tarde. Parecía ser el momento épico fundante de una nueva identidad futbolística encolumnada detrás de una institución que dejó al fútbol de la ciudad a un paso de la élite del fútbol argentino. Pero el retorno de las competencias oficiales, apenas 40 días después marcó que esa convocatoria había sido una ilusión alimentada por gente esperanzada de que a través de Aldosivi el fútbol grande retornara a Mar del Plata. El Multimedios La Capital 2 creyó que era posible sostener un proyecto ambicioso y logró cerrar un acuerdo para manejar la parte económica de la institución, pero con la tácita idea de liquidar el nombre y los colores de Aldosivi para formar una equipo que represente a Mar del Plata3 . Luego de las primeras cuatro fechas y tras importantes resultados deportivos y rotundos fracasos de convocatoria, se acabó momentáneamente la intervención del multimedios en el negocio del fútbol. Sin la venia oficial de transformar a los clubes en sociedades anónimas y las negativas internas de aceptar una fusión con el tradicional rival, Alvarado, esta empresa se retiró de forma contundente dejando a Aldosivi sin sponsor (la empresa láctea El Amanecer) en el mismo momento en que el equipo alcanzaba en soledad la primera posición en la zona interior.

Días más tarde se reformuló el acuerdo, ahora sí con declaraciones explícitas acerca de lo que se pretende lograr con el fútbol marplatense. Se confirmó, entonces, la constitución de una sociedad empresarial que, de hecho, maneja el fútbol de Aldosivi, mientras se espera que el Congreso de la Nación faculte a la sociedades anónimas para que se hagan cargo de las instituciones. Tenemos aquí una vinculación de los medios de comunicación, en este caso un multimedios local, con el fútbol, con lo que se genera una situación anormal que presenta una mezcla de roles4 : ya no existe diferencia de intereses entre quienes dirigen un equipo de fútbol y quienes deben informar a la comunidad sobre ese representante. Aunque está claro que esta situación excede el marco futbolístico ante la elevada concentración económica de los medios masivos de comunicación en Argentina (Albornoz y otros, 1998). Como era de esperar, esto no fue leído por los simpatizantes del club de manera favorable, al extremo de que en la segunda presentación como local en esta temporada (el partido tras el cual se desencadenó la primera y temporaria ruptura5 ), la hinchada entonó:

Iglesias6 , hijo de puta
la puta que te parió
Iglesias, hijo de puta
la puta que te parió.
Ante este panorama y algunas disputas internas en el club, la respuesta del multimedios fue separarse momentáneamente de la conducción de Aldosivi, aunque días más tarde se llegó a ese acuerdo formal en que se blanqueó ante la ciudad que la empresa en cuestión se hacía cargo de la parte administrativa del club. En este sentido, el diario La Capital se ha transformado en la publicación oficial de Aldosivi, a tal punto que en el partido nocturno del 22 de octubre, todos quienes compraran ese día el mencionado periódico pudieron acceder de manera gratuita el cotejo. Pero esta relación es mucho más compleja que esa anécdota.

La estrategia de La Capital es muy clara. En su edición del 13 de setiembre tituló un nota "Un llamado de atención" en alusión a la momentánea ruptura entre el multimedios y el club. La estrategia fue simple: poner en boca de una figura intocable para la institución, el entrenador Jorge Solari7 , la voz de alerta:

"Jorge Solari efectuó un llamado de atención al finalizar el partido. Disconforme con algunas versiones que indicaban una lucha de poderes internos en el club y que pusieron en peligro la continuidad de algunos sponsors, el entrenador dijo, entre otras cosas, lo siguiente: «Si a los que quieren ayudar les complicamos la vida entonces nos estamos tirando tierra encima. Si hay más gente para colaborar están las puertas abiertas para que colabore todo el mundo. Si no hay más, vamos los que podemos. Ahora, si los sponsors se nos van, se nos complica todo y ésto se cae»".

Más adelante el entrenador expresó: "La intención de todos es que el fútbol de Mar del Plata mejore lo más que pueda. Después de eso, que cada uno opine y piense lo que quiera. Me gustaría que el periodismo se fijara en ésto y no ande con comentarios, tonterías porque hay diferencias. Yo me ilusiono pensando cómo voy a armar el equipo de acá a un año para jugar en el Monumental y la Bombonera mientras acá se ocupan de tonterías"

"Les pido por favor que nos pongamos de acuerdo. Entre las cinco partes: jugadores, dirigentes, cuerpo técnico, público y periodismo. Que todos tiremos para el mismo lado porque si no esto se nos cae"

El argumento se muestra sencillo y remanido: nosotros (Solari y Aldrey Iglesias) o el diluvio. Tres días más tarde, el definitivo arreglo entre el multimedios, a cargo de la estructura administrativa, y Solari, responsable del fútbol, pusieron en evidencia una vez más los términos del acuerdo. El suplemento deportivo del diario La Capital enfatizó que Aldosivi esta "En buenas manos" (las propias), frase que volvió a repetir en el encabezamiento de la nota principal que daba detalles del acuerdo. La nota prosiguió con un cierre "De esta reunión, que encabezaron Aldrey Iglesias, Solari y Salerno y de la que evidentemente salió favorecido el fútbol de Mar del Plata..." (el subrayado es mío). La marca enunciativa es clara: quien no lo ve de esa manera está en contra del fútbol de Mar del Plata. Remanido argumento para el tradicional discurso autoritario que caracteriza el deporte en Argentina y que remite a condiciones de producción por demás claras, algunas de ellas bastante cercanas, como la actuación ante la prensa de la selección argentina durante el mundial de Francia. Se pide que "hay que apoyar y no detenerse en «tonterías» para que "tratemos de sumar sin comentarios absurdos que compliquen el proyecto de la ciudad", según palabras del presidente del club Oscar Salerno.



Sigue >>


Lecturas: Educación Física y Deportes
http://www.efdeportes.com/
Revista Digital
Año 4. Nº 13. Buenos Aires, Marzo 1999.