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La autoestima en la Educación Física: orientaciones 

metodológicas y actividades de enseñanza-aprendizaje

 

Profesor en Educación Física

I.E.S Salduba

San Pedro de Alcántara, Marbella

Gonzalo Domínguez López
gonzalo_dominguez_lopez@hotmail.com
(España)

 

 

 

Resumen
          En este artículo se habla de la importancia que tiene la autoestima en la vida cotidiana en general y en las clases de educación física en particular, y de cómo afecta el nivel de autoestima a la práctica de educación.

          Es fácil encontrar en las sesiones de educación física alumnos/as cuyo nivel de autoestima es bajo debido a que el autoconcepto que tienen de ellos mismos no es bueno. Existe una gran relación entre entre autoestima y rendimiento académico. Las actitudes hacia la Educación Física son más positivas a medida que el alumno/a se siente más motivado y consigue un logro durante las clases de educación física. Según Torre (1998), el adolescente y sobre todo las chicas se plantean los posibles beneficios que tiene la actividad física durante las clases, debido al sentimiento de fracaso o vergüenza, que podrían ser evitados utilizando otras estrategias didácticas, y así haciendo posible que las chicas incorporaran la actividad física a su vida. La dificultad de crear un clima adecuado en nuestras clases radica principalmente en la diferencia de intereses y motivaciones que tienen nuestros alumno, por eso es muy importante conocer a nuestros alumnos para poder diseñar sesiones motivantes.

          Palabras clave: Autoestima. Educación Física. Enseñanza Secundaría

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 14 - Nº 139 - Diciembre de 2009

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Introducción

    Es fácil encontrase en las clases de Educación Física con alumnos/as que presentan un bajo nivel de autoestima, debido a su incompetencia motriz, física o simplemente por las circunstancias sociales en las que se ve envuelto.

    Existe una alta correlación entre autoconcepto/autoestima y rendimiento académico. Las actitudes hacia la Educación Física serán más positivas a medida que el alumno/a se siente más motivado en su realización y hace alguna actividad física extraescolar.

    Diremos que no resulta fácil desarrollar en nuestras sesiones un clima adecuado, sobre todo porque tradicionalmente se ha enfocado la educación física hacia el rendimiento, fomentando la competitividad entre el alumnado, premiando a los mejores, etc. Además, la formación metodológica y didáctica por parte de los profesores no siempre es la adecuada, por lo que están muy limitados a la hora de utilizar estrategias orientadas a mejorar el clima motivacional.

1.     La autoestima física y autoconfianza según la edad

    Según un estudio de Mendoza y col (1994), los chicos tienen una mayor autoestima física y autoconfianza que las chicas, disminuyendo esta conforme avanzan en edad, pues el adolescente pasa del marco estable de la infancia a una edad donde se acentúan las diferencias individuales, que favorece la disminución del autoconcepto.

Porcentaje de escolares que piensan que tienen buena o muy buena autovaloración, respecto a su condición física en primaria y secundaria

    El autoconcepto a nivel físico irá disminuyendo con la edad, percibiéndose una peor forma física en el sexo femenino. El 75,5% de los niños de primaria opinan que su forma física es buena o muy buena por menos de un 20% de las adolescentes de secundaria con esa misma opinión.

Porcentaje de escolares de primaria y secundaria que creen que tienen buena o muy buena autovaloración, respecto a su salud

    Los escolares de Primaria tienen una mejor percepción de su estado de salud, la cual se va deteriorando con la edad, especialmente en el sexo femenino. Así, la chica adolescente tiene una peor percepción de su estado de salud, aparte va adquiriendo otros vicios (tabaco, sedentarismo….).

2.     Factores que se manifiestan en el alumno/a con una baja motivación y autoestima

  • Habilidades sociales mermadas como la timidez.

  • Relaciones entre iguales escasas.

  • Poca participación en las actividades, suelen pasar inadvertidos en el grupo.

    Hay alumnos/as que tratan de pasar desapercibidos en las clases son los llamados ocultos, tienen unas características determinadas:

  • Capacidad intelectual media-alta

  • Habilidades motrices bien desarrolladas.

  • Relaciones sociales limitadas. Se relacionan con un grupo de compañeros muy reducido y normalmente de la misma clase.

  • Sus calificaciones académicas son medias, aunque por su potencial cognitivo y motriz pueden rendir mucho más todavía.

    ¿Cómo podemos conocer el nivel de autoestima de nuestros alumnos? (ver anexo).

3.     Como afecta la autoestima positiva al desarrollo de nuestras clases de educación física

    Una autoestima positiva en nuestros alumnos de secundaria trae una serie de ventajas:

  • Favorece los procesos de enseñanza/aprendizaje.

  • Ayuda al individuo en la superación de las dificultades personales que se le puedan presentar.

  • Fundamenta la responsabilidad.

  • Favorece el desarrollo de la creatividad.

  • Estimula la autonomía personal.

  • Facilita el desarrollo de las habilidades de relación interpersonal, lo cual da pie a que se pueda producir una relación social saludable.

  • Garantiza la proyección futura de la persona.

4.     Actuación docente

    Nosotros como docentes debemos plantear actuaciones encaminadas a aumentar la autoestima y seguridad de nuestros alumnos/as, lo que aumentará la confianza en sí mismos, disminuyendo su sentido del ridículo y la sensación de que todos los demás hablan de lo que hacen y de cómo lo hicieron. Para incidir en la autoestima, primero hay que favorecer que el alumno se auto conozca y se acepte, tanto en sus posibilidades como en sus limitaciones.

Estrategias del profesor de Educación Física

  1. Favorecer más la participación que el rendimiento, donde el objetivo será el esfuerzo y la mejora personal, y no el ser mejor que los demás. Así, reduciremos las desigualdades por género o habilidad, ya que las expectativas hacia la actividad física son más positivas en los chicos que en las chicas.

  2. Proporcionaremos experiencias agradables que, además del placer, estimulan la motivación intrínseca (a través de ella, el niño quiere mejorar y aprender nuevas habilidades). Explicaremos el propósito de la actividad a realizar y el objetivo de la sesión para que ellos mismos sepan por qué y para qué realizan las tareas que se le propone.

  3. Informar sobre la importancia de la actividad física para la salud, favoreciendo experiencias reflexivas en ellos. Que sea consciente de la importancia de practicar diariamente, tanto en las clases de educación física como a nivel extraescolar, ya que de esta forma y a través de su esfuerzo mejorará sus propias habilidades.

  4. Proporcionar feedbacks positivos al alumno, con el fin de promover las sensaciones de competencia y autoconfianza en el alumno/a, deberíamos utilizar expresiones del tipo: “buen trabajo, lo estás haciendo muy bien”, “colocas muy bien los brazos para golpear el balón, destacaremos en el que en sucesivas ocasiones mejorará su práctica.

    Es muy beneficioso poder ofrecer siempre que podamos un refuerzo positivo, y debemos buscar la mínima oportunidad para hacerlo, personalizando e individualizando la educación.

    Asimismo, es muy interesante utilizar un enfoque positivo a la hora de corregir la actuación de nuestros alumnos. Para ello, es aconsejable que antes de corregir comentemos al alumno algo que ha hecho bien, después le digamos la corrección o lo que ha hecho mal, y le animemos para que vuelva a intentarlo.

  1. Adoptar medidas compensatorias sobre ciertos alumnos con anomalías funcionales leves. Poniendo a prueba las capacidades personales de los alumnos, a modo de reto o logro, con objetivos atractivos y progresivamente adaptaremos el tiempo de práctica según la edad y las características de los sujetos, este debe ser suficiente para realizar la tarea de lo contrario el alumno/a puede percibirse torpe por no lograr hacer bien la tarea.

    Esto no es fácil de realizar, pero utilizando estilos de enseñanza individualizados, como la enseñanza por niveles se puede facilitar esta cuestión. Asimismo, cuando realicemos actividades competitivas, sería interesante variar su estructura para permitir que todos los participantes tengan éxito.

  1. Diseñar tareas con objetivos realistas que los alumnos puedan conseguir a través de progresiones fáciles de seguir, para que ellos mismos experimenten sensaciones de mejora en la práctica y no se excluyan en situaciones posteriores. Las sesiones deben ser variadas para evitar el aburrimiento ante la repetitividad o la monotonía de algunas sesiones. Debemos primar el progreso personal y su esfuerzo, teniendo en cuenta que cada sujeto es diferente, promoviendo el reto personal en la tarea propuesta y que al dominarlas, tenga constancia de su mejora y le lleve a implicarse más en la tarea.

    Debemos de utilizar un programa adecuado, que vaya aumentando de forma gradual la cantidad de ejercicio, permitiendo a su cuerpo que se vaya adaptando al esfuerzo al que es sometido.

    Muchos alumnos carecen de la motivación para llevar a cabo el "trabajo de base" que les permite estar en condiciones de enfrentarse a los riesgos del ejercicio. Es importante asegurarse de que los alumnos posean un estado físico; un nivel de forma tal, que les permita participar cómodamente en las actividades que se les pidan.

  1. Fomentar las buenas relaciones del grupo de clase promoviendo un clima de confianza personal, de valoración de las personas y de estímulo positivo en el grupo. Valoraremos a los alumnos/as que contribuyan a aumentar la autoestima de los demás con muestras sinceras de mensajes positivos.

  2. Evitar poner al alumno en situaciones que le provoquen sensación de ridículo y presiones externas que le provoquen tensión, bien por su propio carácter o por su percepción. En ocasiones determinados alumnos se bloquean al tener que realizar una determinada acción delante de sus compañeros, por lo que el profesor ha de buscar situaciones en las que el alumno se encuentre solo o aquellas en las que no sea el centro de atención de la clase.

  3. Explicar a los alumnos los efectos que sus comportamientos negativos producen en el desarrollo de la clase y el resto de compañeros/ como por ejemplo la pérdida de tiempo que supone tener que parar una clase para explicar un mal comportamiento.

  4. Ayudar al alumnado a realizar una configuración positiva de su autoestima. Reconocer y aceptar su nueva imagen, a partir del concepto que tienen de sí mismos y de los datos que les vienen de los demás. Les ayudaremos a identificar qué les gusta y qué les disgusta de ellos mismos. Alentándolos a que se sientan cómodos expresando sus sentimientos a un compañero/a.

  5. Implicaremos al alumno en la autoevaluación. Si hacemos que partícipe de su evaluación, conseguiremos una mayor implicación de éste en la actividad que realiza, pues valorará sus aciertos y errores.

    También es conveniente que el alumno/a participe en la elección de los parámetros que van a servir de evaluación, los conozca y acepte.

  1. Describir el comportamiento de una forma no juiciosa, es decir, no avergonzar al alumno indisciplinado sino destacar que se está evaluando el comportamiento ocurrido y no al alumno que lo produjo, de lo contrario puede afectar la autoestima del alumno y crear un clima de rechazo por parte del resto del grupo.

  2. Realizar algunas sesiones al inicio de cada curso relacionadas con la expresión corporal, juegos cooperativos para que los alumnos se desinhiban y mejoren sus relaciones y la cohesión del grupo, con este tipo de tareas fomentamos la participación, favoreciendo un clima orientado hacia el aprendizaje en lugar de hacia la competitividad.

  3. Potenciar actividades de investigación fuera de horario lectivo en grupos aleatorios, mixtos o libres (seguimiento de noticias deportivas, búsqueda de información, deportes, recopilación de juegos populares,…).

  4. Utilizaremos las recompensas antes que los castigos, estas las estableceremos al inicio del curso, así podrán adecuar su conducta de antemano a las exigencias que les propongamos. Por tanto, si un profesor quiere mejorar una determinada conducta (por ejemplo la puntualidad en los sesiones), es preferible que utilice un sistema de recompensas con los alumnos que sean puntuales, en lugar de simplemente castigar a los que lleguen tarde.

    Premiaremos su buen comportamiento en clase con el fin de reforzar su buena actuación, pero deben ser expectativas concretas y realistas como por ejemplo, participar en los juegos extraescolares.

  1. Daremos las mismas oportunidades a los alumnos para obtener sus recompensas. Debemos de tratar a todos los alumnos por igual, sin discriminaciones ni preferencias basadas en aspectos extrínsecos a la educación. Muchas de los principales problemas que surgen en el aula se deben al trato deferente del profesor respecto a algunos alumnos.

Esto provoca el descontento generalizado de los demás, que se sienten discriminados y puede provocar una crisis de comportamiento.

En algunos alumnos es más difícil de ver, por lo que hay que estar muy atentos para que cuando hagan algo bien reconocérselo. Es primordial que ese alumno reciba por nuestra parte el reconocimiento a su actividad, para de esta forma, sentirse más motivado en la tarea que realiza.

  1. Podemos utilizar diferentes estilos de enseñanza (descubrimiento guiado, resolución de problemas, programa individual...) según las situaciones que se le planteen en el grupo en cuestión, mediante los cuales lograremos una mayor implicación en las tareas a realizar por parte de los alumnos, dejándoles más libertad para desarrollar su aprendizaje.

    Estos estilos no aparecen siempre en estado puro, sino que se entremezclan. Igualmente no todas las actividades se deben abordar mediante el mismo estilo, sino que en función de las circunstancias debemos utilizar uno u otro.

  1. Plantear actividades donde los grupos se formen aleatoriamente, grupos mixtos, estas agrupaciones serán flexibles y heterogéneas.

5.     El aprendizaje cooperativo como favorecedor de la autoestima

    Explicaremos en primer lugar que es aprendizaje cooperativo. Se define como la situación en la que los objetivos de los alumnos/as son interdependientes de una manera recíproca, es decir; que cada sujeto depende de los demás para alcanzar sus objetivos. Por tanto, tenderán a cooperar entre sí para conseguir sus respectivos objetivos. Esto no debe confundirse con trabajo en grupo.

    El profesor debe especificar a los alumnos las conductas que son apropiadas y deseables dentro del grupo de aprendizaje. Estas conductas deberían estar basadas en el desarrollo de las habilidades sociales y deberían incluir aspectos tales como animar a los demás a participar, escuchar a los otros, animar y apoyar a todos los compañeros que participan en el grupo, hacer crítica a las ideas no a las personas, expresar satisfacción por el éxito de los otros, etc.

    Los juegos cooperativos desempeñan un papel muy importante.

  • Aumentan la confianza en sí mismos, como consecuencia de la confianza que el resto del grupo pone en ellos.

  • Mejoran las relaciones sociales de todo el grupo al colaborar para alcanzar objetivos comunes.

  • Se produce un nexo, una unión que es la ayuda de unos a otros, la confianza de unos en otros, los ánimos que se intercambian, las emociones que comparten, los abrazos y gritos que los envuelven al conseguir el objetivo.

  • Se eliminan los elementos discriminatorios, para pasar a ser un colectivo.

  • Se potencia el compañerismo y el afecto, suprimiendo la agresividad y violencia que genera la actividad competitiva.

Anexo

Actividad propuesta: Inventario de sentimientos y formas de ser

Descripción

    Los alumnos discuten en grupo acerca de los rasgos de ser que contribuyen a reforzar o deteriorar su autoestima, reflexionando después acerca de la forma de superar las dificultades que les puedan plantear.

Objetivos

  • Que los alumnos tomen conciencia de los rasgos de su temperamento que contribuyen a mejorar o a empeorar su autoestima.

  • Que identifiquen formas de superar los rasgos más problemáticos de su forma de ser.

Materiales

  • Ficha nº 1: inventario de sentimientos y formas de ser (fotocopias de la ficha, en el caso de que los a alumnos no dispongan de su propio cuadernillo).

Tiempo aproximado: Una hora

    Para ajustar el tiempo propuesto es necesario que el profesor prepare la sesión previamente, aún así el ritmo de desarrollo vendrá marcado por las características del grupo.

Antes de iniciar la actividad

    “La autoestima, es decir la forma en que valoramos nuestras capacidades y percibimos nuestras cualidades, es muy importante en nuestras vidas ya que en ocasiones, influye mucho en la forma en que nos enfrentamos a nuestros problemas y dificultades.

    Por ejemplo, si una persona tiene baja la autoestima, pensará que es incapaz de resolver sus problemas y no se enfrentará a ellos. De esta forma, cada vez tendrá más problemas y cada vez estará más segura de que no puede resolverlos. Sin embargo, si hubiera tratado de solucionarlos, quizá lo hubiera conseguido. Al menos, en algunas ocasiones.

    Hay personas cuyo temperamento hace más probable que tengan sentimientos negativos de este tipo. Por ejemplo, una persona pesimista puede pensar que, independientemente de lo que se esfuerce, siempre fallará algo.

    Sin embargo, no hay que preocuparse por ello ya que, si nos esforzamos, podemos hacer mucho para cambiar algunos de estos rasgos negativos de ser.

Desarrollo de la actividad

Secuencia 1

    Individualmente los alumnos deben de realizar dos tareas con la ficha de trabajo inventario de sentimientos y formas de ser:

  • En primer lugar, deben señalar, al lado de cada uno de los rasgos que aparecen en la ficha un signo (+) o un signo (-), según que, en su opinión, ese rasgo indique alta o baja autoestima.

  • En segundo lugar, entre los rasgos que han señalado con un signo (-), deben elegir dos que algún momento de sus vidas les hayan impedido enfrentarse adecuadamente a las situaciones que hayan encontrado en su vida cotidiana.

    En caso de que ninguno de los rasgos negativos les parezca definitorio de las dificultades que han encontrado en su vida, deben elegir los dos que más se relacionen con ellas.

Secuencia 2

    El profesor indica a los grupos que deben realizar tres tareas:

    En primer lugar, deben comparar las valoraciones de cada rasgo que han hecho sus miembros. Para cada rasgo, comprobarán si todos ellos lo han calificado con un signo (+) o (-). En caso de desacuerdo, discutirán las respuestas hasta llegar al consenso.

    En segundo lugar, deben elegir, entre los dos rasgos de autoestima negativa seleccionados por cada uno de los miembros del grupo, los dos que hayan sido más frecuentemente elegidos o que les parezcan más importantes.

    Por último, debatirán cómo s pueden superar los dos rasgos negativos elegidos y escribirán su propuesta en los dos espacios que a tal fin se destinan en la ficha nº 1. Por ejemplo, si han elegido el tercer ítem podrían escribir “sentirme incapaz de afrontar las dificultades se puede superar pidiendo ayuda a los amigos o a las personas que conozcan bien el problema.

Secuencia 3

    Una vez terminad el trabajo de los grupos, los secretarios de cada uno de ellos exponen sus conclusiones y se abre un debate de los dos temas planteados:

  • ¿cómo han valorado cada uno de los rasgos del inventario? ¿Por qué consideran que denotan alta o baja autoestima?

  • Si desea hacer más corta esta parte de la actividad, puede escribir en la pizarra los seis rasgos siguientes y centrar el debate en ellos.

    • Te sientes con capacidad para hacer cosas útiles.

    • Reconoces que puedes cometer errores y superarlos.

    • Evitas hacer cosas por miedo al fracaso.

    • Siempre te fijas en lo negativo de las cosas.

    • Sientes con frecuencia que no sirves para nada y que todo lo haces mal.

    • Sólo te sientes seguro de las cosas que haces si alguien te dice que están bien.

  • ¿Qué rasgos negativos son los que les causan más problemas en su vida diaria y qué pueden hacer para superarlos?

Ficha 1

Te sientes con capacidad de hacer cosas útiles.

 

Reconoces que puedes cometer errores y superarlos.

 

Te sientes incapaz de afrontar las dificultades

 

Frente a tareas difíciles, haces usos de todas tus capacidades para superarlas.

 

Eres muy sensible y te duelen mucho las críticas.

 

Evitas hacer cosas por miedo al fracaso.

 

Das más importancia a tus capacidades que a tus debilidades.

 

Te avergüenzas de tus defectos y limitaciones.

 

Siempre te fijas en lo negativo de las cosas.

 

Te sientes a gusto con las cosas que realizas.

 

Te cuesta mucho y te encuentras muy inseguro para tomar decisiones.

 

No tienes miedo a expresar tus sentimientos.

 

Te habría gustado parecerte más a otra persona.

 

Te recuperas con facilidad de los errores o fracasos.

 

Te sientes incómodo al expresar ideas que no son compartidas por los demás.

 

Sientes que lo que haces es importante para tu familia.

 

Sólo te sientes seguro de las cosas que haces si alguien te dice que están bien.

 

No te preocupa que otro tenga las mismas o más capacidades que tú.

 

Te sientes mal porque otros puedan hace las cosas mejor que tú.

 

1. Se puede superar

2.Se puede superar

(VV.AA, 2004)

Bibliografía

  • Casimiro Andújar, Antonio J. Autoconcepto del joven en función de su nivel de condición física y de sus hábitos de vida. EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires - Año 5 - N° 24 - Agosto de 2000. http://www.efdeportes.com/efd24/autocon.htm

  • García Calvo, T, Santos-Rosa Ruano, F.J, Jiménez Castuera, R y Cervelló Gimeno, E. M. El clima motivacional en las clases de Educación Física: una aproximación práctica desde la Teoría de Metas de Logro. Apunts: Educación Física y deportes, 81, 3er trimestre 2005 (páginas 21-28).

  • Hernando Gómez, Ángel, Alonso Martín, Pilar, Lobato Soriano, Herminia y Montilla Coronado, Cecilia. Mejora del autoconcepto/autoestima en la enseñanza secundaria. V Congreso Internacional “Educación y Sociedad”. Granada 30 de noviembre y 1-2 de diciembre del 2006.

  • Moreno Murcia, J. A, Llamas, L.S. y Ruiz Pérez, L.M. Perfiles motivacionales y su relación con la importancia concedida a la educación física. Psicología Educativa, 12 (1), páginas 49-64, Universidad de Murcia (2006).

  • VV.AA. (2004). Prevenir para vivir. Cuaderno del alumno. Educación Secundaria. Editorial FAD. Madrid.

  • VV.AA.(2004). Prevenir para vivir. Cuaderno de actividades de secundaria. Educación Secundaria. Editorial FAD. Madrid.

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