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El control funcional de la dinámica interna de la recuperación. 

Una nueva exigencia del combate en la lucha grecorromana

 

Facultad de Cultura Física y Deportes de Villa Clara

(Cuba)

Dra.C. María de los Angeles Sazigain Barrera

Lic. Reinier Sotolongo Bernal

Lic. Michel Pérez Moreno

mariasb54@inder.cu

 

 

 

Resumen

          La investigación que se realiza tiene como objetivo de analizar la dinámica interna funcional de la recuperación durante el combate de los atletas de lucha grecorromana de la categoría 16- 17 años de Villa Clara. La misma surge de los cambios ocurridos en la concepción del combate de la lucha grecorromana, entre las modificaciones más importantes están los incrementos de los tiempos de descanso y mantención de los tiempos de trabajo dirigido hacia la búsqueda de atletas más explosivos y de rápida recuperación. Se estudia en los catorce atletas del equipo de lucha grecorromana provincial de Villa Clara, categoría 16-17 años durante la etapa de preparación general. Los métodos de investigación utilizados son: la observación científica, análisis de documentos, medición y entrevista. Se realizan las mediciones de la frecuencia cardíaca y de la tensión arterial entre los períodos de combate, lo cual permite a través la estadística descriptiva y la comparación de la significación en los diferentes grupos por años de experiencia en el deporte y los momentos de descansos, caracterizar y analizar la dinámica interna de la recuperación durante los períodos del combate.

          Palabras clave: Control funcional. Recuperación. Períodos intercombate. Lucha grecorromana

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 14 - Nº 139 - Diciembre de 2009

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Introducción

    La recuperación es un componente vital del entrenamiento deportivo, durante la misma ocurre la adaptación del organismo a las cargas de entrenamiento. Esto se debe a que los procesos de recuperación van encaminados no solo a llevar al organismo a los niveles iniciales, sino también superarlos, lo cual posibilita el perfeccionamiento del organismo mediante el entrenamiento.

    Desde esta visión Platonov (1986) plantea que “la recuperación es el proceso que transcurre después de la interrupción de la actividad que ha provocado el cansancio y que tiene por finalidad restablecer la homeóstasis alterada y la capacidad de trabajo. La recuperación después de las cargas físicas no significa sólo el regreso de las funciones del organismo al nivel de partida o a un nivel cercano a éste”.

    Volkov (1986) refiere que la intensificación de los procesos de recuperación dan lugar a que en un instante determinado de descanso después del trabajo las reservas de sustancias energéticas superen su nivel de antes del trabajo. Este fenómeno recibe el nombre de supercompensación o de superrecuperación.

    El tiempo requerido de recuperación depende de varios factores, fundamentalmente de los años acumulados por el atleta, el volumen y la intensidad de las cargas físicas y los objetivos del programa.

    La lucha grecorromana es un deporte en el cual cada participante intenta derrotar a su rival sin el uso de golpes. El objetivo consiste en ganar el combate haciendo caer al oponente al suelo y manteniendo sus dos hombros fijos sobre el tapiz o ganando por puntuación mediante la valoración de las técnicas y acciones conseguidas sobre el contrario. Está prohibido el uso activo de las piernas en el ataque, así como atacar las piernas de su contrincante.

    Las concepciones actuales del combate apuntan que el atleta debe ser más rápido, más ágil, manteniendo la fuerza que se requiere en cada división.

    Los combates en la lucha grecorromana han sufrido modificaciones importantes dirigidas aumentar los períodos de combate y aumentar el tiempo de descanso, a continuación se aborda esta tendencia en los últimos quince años.

    En la década del 1990 el tiempo de combate se caracterizó por un período de cinco minutos, a raíz de los Juegos Olímpicos de Sydney (2000) pasó a ser de dos períodos de tres minutos con treinta segundos de descanso. Actualmente cada combate está dividido en tres períodos independientes de dos minutos cada uno, con un descanso entre ellos de treinta segundos. Cada período se divide en tres partes, una primera parte de un minuto donde los luchadores comienzan de pie y dos partes de treinta segundos cada una, donde cada luchador comienza en una posición ordenada en el suelo (cuando se acaba el primer minuto el luchador que va ganando tiene derecho a agarrar primero, en caso de empate a cero hay sorteo de una moneda para ganar dicho derecho).

    Las modificaciones en el régimen trabajo descanso en cada período de combate, exigen de cambios en el proceso de recuperación. Teniendo en cuenta que la tendencia en los últimos años de la lucha grecorromana ha sido aumentar el tiempo de recuperación y mantener el tiempo de trabajo.

    Lo anterior explica que las concepciones actuales del combate de lucha grecorromana se dirigen hacia la búsqueda de la efectividad de la recuperación del atleta durante el mismo. Lo cual se materializa en lograr más acción durante el combate.

    En observaciones realizadas a las sesiones de entrenamientos y la experiencia como atleta de lucha grecorromana en los años 1995 hasta el 2001 se detectaron necesidades de nuevas exigencias en la relación carga física-descanso, que en la actualidad no están cubiertas debido a la escasez de los estudios relacionados con la recuperación del deportista.

    En este sentido existen estudios aislados de la temática, tales como los de la Facultad de Cultura Física reportado en el trabajo de Berrio y Bosch (1989) que estudian los cambios ortostáticos en el minuto de recuperación en boxeadores de Villa Clara. Además el presentado en la I Conferencia Internacional de Boxeo Amateur por Sazigain y colaboradores (1999), dirigido a establecer las diferencias en el comportamiento de la recuperación interasalto en los atletas en la posición de pie con respecto a la de sentado.

    En aras de contribuir a resolver la problemática que se presenta en cuanto a la necesidad planteada se realiza la investigación. Por lo que el problema científico es el siguiente:

Problema científico:

  • ¿Qué características funcionales adopta la dinámica interna de la recuperación ante las nuevas exigencias del combate de la lucha grecorromana en atletas de la categoría 16-17 años de Villa Clara?

    Los objetivos que se pretenden son:

Objetivos

  • Caracterizar la dinámica interna funcional de la recuperación en los atletas de lucha grecorromana de la categoría 16-17 años.

  • Analizar la dinámica interna funcional de la recuperación durante el combate de los atletas de lucha grecorromana de la categoría 16- 17 años de Villa Clara.

Metodología

    El estudio se realiza a los 20 atletas de la categoría 16-17 años del equipo provincial de Lucha Greco Romana de Villa Clara en la etapa de preparación general, puesto que en esta etapa se desarrolla considerablemente las capacidades cardio-respiratorias y en general la efectividad del sistema de transporte de oxígeno que optimizan los procesos de recuperación y los estudios en esta etapa pueden ser un punto de partida importante para perfeccionar los procesos de recuperación. El escenario utilizado en la investigación es el gimnasio de Lucha de la Escuela de Superación para Atletas de Villa Clara “Marcelo Salado Lastra”, enclavado en la Facultad de Cultura Física.

    Los métodos de investigación utilizados fueron:

Observación científica

    Se aplicó con el propósito de observar algún comportamiento de fatiga en los atletas durante la toma de la frecuencia cardíaca y tensión arterial en el combate.

Análisis de documentos

    Se analizó el programa de preparación del deportista y el Reglamento Internacional de Lucha, que permitió obtener datos relacionados con las tendencias actuales de la lucha grecorromana.

Medición

    Se midieron en los atletas la tensión arterial y el pulso carotídeo. La medición se realizó desde la posición de sentado en 5 momentos: antes del combate después de culminado el calentamiento, en los 10 primeros segundos finalizados el primer, segundo y tercer período de combate, además en el tercer minuto terminado el combate. El tiempo se tomo con un cronómetro.

    Participaron en las mediciones un médico general integral, dos investigadores y el entrenador. Los aspectos que se tomaron en consideración durante las mediciones realizadas fueron palidez, descoordinación y momento de la aparición, sudoración excesiva, insuficiente fuerza, desconcentración, fallas técnicas por encima de lo habitual.

Matemático estadístico

    Se aplicó la estadística descriptiva y las pruebas no paramétricas de Friedman para saber las diferencias entre la frecuencia cardiaca y la presión arterial máxima y mínima en las cinco ocasiones que se midieron, antes del combate, al finalizar el primer y segundo período de descanso e inmediatamente de finalizado el combate y al tercer minuto. Kruskal Wallis para realizar la comparación entre los grupos de acuerdo a los años de experiencia usando el paquete estadístico SPSS.

Análisis de los resultados

    La Tabla 1 refleja que los atletas que comenzaron el combate con mayor efectividad del pulso fueron el número cuatro y siete con 96 por minuto. Al comparar la frecuencia cardíaca en los diferentes períodos de descanso y finalizado el combate al comportamiento es el siguiente:

Tabla 1. Datos obtenidos de la presión arterial y la frecuencia cardiaca

    La frecuencia cardíaca antes del combate, es decir, finalizado el calentamiento con respecto a la frecuencia cardíaca finalizado el primer período de combate el atleta número doce fue el que presentó menor incremento de la misma a pesar de su poca experiencia como atleta de este deporte. El número catorce fue el de mayor incremento del pulso en este momento de con un valor de 84 pulsaciones por minuto, que puede estar dado por su condición de novato.

    En cuanto a la frecuencia cardiaca finalizado el primer período de combate con respecto a la frecuencia cardíaca finalizado el segundo periodo de combate el atleta número uno, siete y trece les disminuyo las pulsaciones por minuto, lo que refleja los resultados alcanzado en la adaptación cardiovascular por los años de experiencia. A los atletas dos, cinco, diez y once se les mantuvo. A los atletas número seis y ocho fueron los que menos se les incremento, 6 pulsaciones por minuto y al que más se le incremento fue al número doce, 56 pulsaciones por minuto cuyo resultado es de esperar por el poco tiempo en la práctica de este deporte.

    Comparando la frecuencia cardíaca finalizada el segundo período de combate y el tercero se destacan los atletas ocho, nueve, diez, once y catorce con un descenso de 6 pulsaciones por minuto en tres atletas y de 12 pulsaciones por minuto, lo cual indica tendencia a la inestabilidad cardíaca o un efecto subumbral de la carga de física. El numero trece es el de menos incremento, 2 pulsaciones por minuto y el de mayor incremento fue el número uno, con 36 pulsaciones por minuto.

    En lo que respecta el tercer período y al finalizar el combate, todos los atletas presentaron descensos de las pulsaciones, menos el número trece, siendo el de mayor descenso el número tres, con una recuperación de 84 pulsaciones por minuto, con solo dos años en el deporte.

    Los valores promedios de la TA mínima, la máxima y de la frecuencia cardíaca (Tabla 1, 2 y 3) demuestran que antes del combate los atletas de más experiencia tienen un mejor comportamiento cardiovascular, al poseer los menores valores de TA mínima, máxima y de frecuencia cardiaca. El de 4 años de experiencia presenta en el segundo tiempo de descanso los valores promedios inferiores en la TA máxima, mínima y la frecuencia cardiaca, además en el tercer minuto después del combate es el de menor TA mínimo.

Tabla 2. Valores promedios de la presión arterial mínima de los atletas durante el combate

    Los atletas de menos de 4 años de experiencia presentan los menores valores promedios: en el primer tiempo de descanso para la frecuencia cardíaca y al finalizar el combate en la TA mínima y en la frecuencia cardíaca.

    En resumen antes del combate, en el primer tiempo de descanso y en el tercer minuto finalizado el combate sobresalen los atletas de 7 y 8 años de experiencia, en el segundo tiempo ocupa un lugar destacado el atleta de 4 años de experiencia, con los indicadores cardiovasculares en su economía y al final del combate se destacan los atletas de menos de 4 años de experiencia en la TA mínima y en la frecuencia cardiaca.

    Particularizando en el comportamiento de la frecuencia cardíaca y la presión arterial se puede analizar los elementos siguientes (Tabla 1-3):

Tabla 3. Valores promedios de la presión arterial máxima de los atletas durante el combate

    La frecuencia cardiaca en los atletas de 7 y 8 años de experiencia tiene un comportamiento estable en el primer tiempo de descanso con respecto al segundo.

    En todos los grupos de atletas la frecuencia cardíaca cae bruscamente al finalizar el tercer período de combate, ello puede estar dado por disminución de la intensidad de trabajo, lo cual lo reafirma que los valores del pulso a los tres minutos finalizado el combate no difieren considerablemente, es decir el tercer período de combate los atletas se recuperaron más que a los tres minutos de finalizado el mismo.

    En cuanto la presión arterial, de acuerdo a lo reportado por la literatura el incremento de la misma en los atletas se explica por la necesidad de incrementar el flujo de sangre a través de los músculos. Los incrementos de la presión sistólica por encima de los 10 mm de Hg en los tiempos de descansos (Tabla 2), se explica por el incremento del volumen sistólico del corazón que hace que se expulse mayor cantidad de sangre hacia la aorta, por consiguiente se distiende la arteria y la presión sistólica se eleva a un nivel mayor.

    Si se tiene en cuenta lo planteado por algunos autores como Guijarro (2006) que a incrementos de frecuencia cardiaca de 110 pulsaciones por minuto durante el ejercicio físico el valor de la presión sistólica suele ser de 240 mm de Hg, los atletas investigados no tienen incrementos considerables de la presión arterial sistólica, si la comparamos con las frecuencias cardíacas que algunas llegan ser de 180 pulsaciones por minuto.

    Lo anterior hace aseverar la respuesta saludable de la tensión arterial sistólica de los atletas durante el combate, que no supera los 180 mm de Hg, lo cual evita la aparición de fisuras de los vasos sanguíneos intracraneales.

    En los atletas de 7 y 8 años de experiencia deportiva no se aprecia gran variabilidad de la presión arterial máxima y mínima en el primer y segundo tiempo de descanso y al finalizar el combate (valores promedios entre 91-92 de mínima y de máxima entre 153-160), esto indica adaptaciones cardiovasculares similares en los atletas durante los combates. Este comportamiento es similar en los atletas de menos de 4 años de experiencia.

    Se puede concluir que durante los combates de la lucha grecoromana en los atletas estudiados los procesos de recuperación de la presión arterial son aceptables, a pesar que este deporte se caracteriza por la sistematicidad de los ejercicios isométricos que elevan considerablemente la presión arterial. No existe gran variabilidad en el comportamiento de la presión arterial en el primer y segundo tiempo de descanso y finalizado el combate.

    En la Tabla 4, se aprecian las diferencias entre los indicadores cardiovasculares en los diferentes momentos del combate en que existen cambios significativos en ambos grupos, y se acentúan las diferencias en el grupo de menos de 4 años. Esto evidencia que los atletas de mayores experiencias tienen una mejor respuesta cardiovascular ante las exigencias del combate en lo que respecta la relación carga física- recuperación.

Tabla 4. Valores promedios de la frecuencia cardíaca de los atletas durante el combate

    Las diferencias entre los momentos en que se evalúan los indicadores cardiovasculares (Tabla 5) demuestran que existen cambios significativos antes, durante y finalizado el combate. Son marcadas las diferencias en la frecuencia cardíaca antes del combate, en la TA máxima en el primer tiempo, en la TA mínima en el segundo tiempo y en el tercer minuto finalizado el combate en la TA máxima.

Tabla 5. Comparación de la presión arterial y de la frecuencia cardiaca entre los diferentes momentos 

del combate en los grupos de 7 y 8 años y los de menos de 4 años de experiencia (Friedman)

    Estos resultados evidencian en el caso de la frecuencia cardiaca el efecto cardiovascular del calentamiento en los atletas que juega un papel importante en la entrada al trabajo principal de la sesión de entrenamiento, las diferencias más importantes en la TA máxima en el primer tiempo refleja el incremento importante del volumen sistólico cardiaco en el primer período de combate, como resultado de la fuerza rápida isométrica inicial. Las diferencias más acentuadas en la TA mínima en el segundo tiempo, pueden explicarse por la adaptación de los atletas a la ortoposición que influye considerablemente en la capacidad diastólica del corazón, ya que el atleta durante los períodos de combate compite un minuto en el colchón y un minuto arriba y se espera que ya en el segundo minuto se aprecien los cambios cardiovasculares resultantes de los cambios de posición.

    Los cambios marcadamente significativos de la TA máxima pasado los tres minutos de combate, apuntan hacia la marcada variabilidad en la recuperación del volumen sistólico cardíaco entre los atletas.

Tabla 6. Comparación de la presión arterial y de la frecuencia cardiaca entre los diferentes grupos (Kruskal Wallis)

    En resumen, la frecuencia cardíaca antes del combate marca las mayores diferencias, la TA mínima en el segundo tiempo de descanso y la TA máxima en el tercer minuto finalizado el combate, en respuesta al calentamiento, los cambios de ortoposición y las variabilidad de la recuperación cardíaca en los atletas.

Conclusiones

  • La dinámica interna de la recuperación en los atletas de lucha grecorromana se caracteriza en que los procesos de recuperación de la presión arterial es aceptable, destacándose la estabilidad de presión arterial durante el primer y segundo período de combate.

  • Finalizado el tercer período de combate cae bruscamente la frecuencia cardiaca con respecto a los períodos anteriores, lo que evidencia una disminución en la intensidad de esfuerzo durante el mismo. La recuperación pasado los tres minutos del combate no fue sustancial, demuestra lentitud con respecto al final del combate.

  • Las diferencias más importantes están en la frecuencia cardíaca antes del combate como respuesta al calentamiento, la TA mínima en el segundo tiempo de descanso debido a los cambios de ortoposición y en la TA máxima en el tercer minuto finalizado el combate por la variabilidad de la recuperación cardiaca en los atletas.

Bibliografía

  • Alonso, R. F. (2004) Medicina deportiva. Libro Digital. ISCF Manuel Fajardo. C. Habana.

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  • Astrand, R. (1992) Fisiología del trabajo físico. 3ra edición, Editorial Panamericana. Argentina.

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  • Bowers, R. W. y E. L. Fox (1995) Fisiología del deporte. Editorial Panamericana S.A. Argentina.

  • Sazigain, M. A. (1991) Adaptación de los cambios ortostáticos en el minuto interasalto en los boxeadores de Villa Clara participantes en el Cardín de 1991. Trabajo de investigación. 1er Encuentro Científico de Boxeo Amateur.

  • Volkov, N. I. (1990) Los procesos de recuperación en el deporte. Buenos Aires, Editorial Stadium. SRL.

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