Aproximación al ejercicio físico en las residencias de mayores en la Comunidad de Madrid. Apuntes de un estudio de campo |
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Doctorado en Sociología (2008) UPSA Licenciado en Psicología (1992) UCM Diplomado en Magisterio (1988) UCM Máster en gestión y planificación de residencias de personas mayores (1999) Fundación Española de la Tercera Edad |
Dr. Gregorio Pérez Bonet (España) |
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Resumen El presente artículo pretende explorar los alcances de la actividad física en las personas mayores, y más en concreto en los usuarios de las residencias gerontológicas. Se muestran algunos datos parciales sobre la actividad física en las residencias de mayores de gestión directa de la Comunidad de Madrid como fruto de un estudio de campo. Palabras clave: Residencias. Actividad física. Personas mayores |
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 14 - Nº 138 - Noviembre de 2009 |
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1. Otra mirada del envejecimiento
Desde que la OMS (2002) acuñara por primera vez la expresión “envejecimiento activo”, se han sucedido innumerables estudios y programas para potenciar, desde las dimensiones cognitiva, socioemocional y física mejoras en la calidad de vida de los mayores. El desarrollo de estos programas se fundamenta, entre otras razones, en determinadas evidencias empíricas que Baltes y Baltes (1990) ya recogieron bajo la expresión envejecimiento exitoso. Las siete proposiciones que contemplaban dichos autores continúan teniendo vigencia e interés para fundamentar nuestro estudio:
Existen diferentes formas de envejecer y, entre el envejecimiento normal, óptimo y patológico.
Existe una amplia variabilidad interindividual en el nivel, el ritmo y la dirección del cambio a lo largo de la vida.
Existe plasticidad y reserva latente a lo largo de toda la vida, incluida la vejez.
Existen límites en la plasticidad y capacidad de cambio positivo en edades muy avanzadas.
La tecnología y la praxis, basadas en el conocimiento, pueden compensar el potencial declive.
Con el envejecimiento, el balance entre ganancias y pérdidas se hace menos positivo.
Existen escasas diferencias de edad por lo que respecta a la satisfacción vital , dando a entender que se mantiene una cierta continuidad en cuanto a la capacidad de recuperación.
En definitiva, y también desde una perspectiva biomédica, podemos afirmar que las principales manifestaciones de la senectud resultan ser modificables en cierta medida y pueden posponerse como consecuencia de acciones por parte del individuo (por ejemplo: cambios en los hábitos de vida: dieta, ejercicio físico…)
1.1. Beneficios de la actividad física en las personas mayores
Los efectos positivos de la actividad física regular en personas mayores, realizadas de forma moderada, han quedado demostrados en numerosos estudios nacionales e internacionales (Fernández Ballesteros, 2009).
En dichas investigaciones parece quedar demostrado que existe una correlación inversa entre ejercicio físico y mortalidad, lo que influye en un incremento de la longevidad, no sólo en las personas que continúan realizando ejercicio físico durante la vejez, sino también en las que comienzan a realizarlo mayores (Rowe y Khan,1998). Por otro lado, las investigaciones con personas muy mayores (70 y 89 años), con riesgo de sufrir discapacidad y tras un tratamiento centrado en fuerza, flexibilidad, equilibrio estático y dinámico…, muestran mejorías en la práctica totalidad de parámetros físicos, y al final del seguimiento presentaron una menor incidencia de discapacidad (Pahor et al., 2006).
Pero no sólo se mejoran parámetros biomédicos con la práctica regular de ejercicio. Mostramos de forma sucinta una síntesis sobre los beneficios del ejercicio físico en las personas mayores, más allá de la dimensión física, tras una revisión de la literatura gerontológica más actual.
Mejora de la presión arterial
Mejora del equilibrio
Reducción en la aparición de enfermedad cardiovascular
Reducción en la aparición de accidentes cerebrovasculares
Reducción en la aparición de diabetes
Reducción en la aparición de artritis y osteoporosis
Reducción en la aparición de trastornos psicológicos (depresión, ansiedad. Estrés).
Retraso en la aparición de la discapacidad, incluida la demencia.
Mejora en la interacción social y la participación.
Mejora en la autoestima e imagen personal.
2. El recurso residencial para personas mayores en la Comunidad de Madrid
Para centrar el foco de estudio en la actividad física de las residencias de personas mayores de la Comunidad de Madrid, resultan necesarias algunas líneas para conocer sus objetivos, naturaleza y clasificación de las mismas.
El recurso residencial se considera el último eslabón de la atención sociosanitaria del mayor, optando anteriormente por recursos que alargan la permanencia de la persona mayor en su hábitat ordinario, siendo apoyado por recursos como la teleasistencia, atención a domicilio o los centros de día. Desde esta política social la residencia se considera un recurso preferente para personas con algún grado de dependencia. Como señala el Plan de Mayores de la Comunidad de Madrid (1998,31), las residencias “aparecen como un recurso extremo frente a la mayor edad, la soledad y la enfermedad. No son hoy la panacea social de la vejez, sino una alternativa convivencial necesaria en situaciones determinadas”. En la propia definición de residencia que aparece en el Plan de Mayores de la Comunidad de Madrid (1998) se hace referencia a que, con independencia de la situación de necesidad social, los mayores podrán optar a este recurso si tienen problemas de salud, especialmente invalidantes, físicos o psicológicos, que les impida llevar una vida independiente en su hogar. A pesar de ser un recurso, especialmente dirigido a situaciones de vulnerabilidad psicofísica, también la condición de soledad y necesidad social son por si mismas condiciones de candidatura al ingreso. La Comunidad de Madrid establece diferentes tipos de residencias, atendiendo al grado de autonomía/dependencia de los usuarios, a pesar de no ser en la actualidad plenamente descriptivas. El porcentaje de residencias para personas válidas (personas que no tienen ningún grado de dependencia) de gestión directa por la administración es del 13%. En ellas, los residentes gozan de plenas facultades para llevar una vida autónoma. Por otro lado, un 56,5% de las residencias estudiadas pertenecen a la categoría de residencias mixtas, es decir, aquellas en las que conviven personas que tienen plena autonomía con aquellas que tienen algún grado de dependencia. No obstante, hay que señalar que las plazas para personas válidas en el tipo de residencia mixta progresan hacia asistidas, y en algunas residencias, en la actualidad, ya superan las plazas asistidas a las de válidos, y por lo tanto el carácter mixto tiende a ser asistido. Finalmente encontramos un 30,4% de plazas plenamente asistidas o con usuarios plenamente dependientes.
2.1. La actividad física en las residencias de mayores de la Comunidad de Madrid
Es habitual al analizar las residencias de personas mayores actuales hacer referencia al aumento en la edad de ingreso, y consecuentemente a una situación de mayor deterioro, tanto físico como psicológico con la que vienen por primera vez los mayores, comparando la situación con la de hace alguna década. Parece una exigencia, pues, que los gestores de estas instituciones programen distintas actividades y cuidados de cara a mantener o estimular la actividad física residual del interno. No podemos olvidar que la actividad física en los residentes se convierte, desde cierto ángulo de análisis, tanto en medio como en finalidad para su bienestar. Como finalidad queda ya avalada por los innumerables beneficios apuntados anteriormente, pero también un buen mantenimiento físico se convierte en condición instrumental para la realización y satisfacción de otro tipo de actividades. El poder pasear, asistir a una exposición o una excursión exige habitualmente un mínimo de condición física que es necesario optimizar y mantener para alcanzar niveles deseables de bienestar. Es también de agradecer, que todas las residencias estén libres de barreras arquitectónicas para posibilitar la movilidad autónoma, ya sea con la ayuda de andadores, sillas de ruedas, etc., o sin ellas. Aunque, no únicamente resultan necesarias las adaptaciones dentro del centro, sino también en los propios transportes cuando se organiza una salida o excursión. Resulta, de hecho, decepcionante que, ocasionalmente, únicamente puedan asistir a ese tipo de actividades personas denominadas “válidas”, debido a los costes de adaptación y recursos humanos extras que requieren.
No obstante, en la Comunidad de Madrid no se es ajeno a esta situación de sobreenvejecimiento de los usuarios, y por ello articulan distintas fórmulas para ralentizar el proceso de envejecimiento físico a través de actividad programada o del estímulo de actividades físicas informales. Es común contar en el centro con un servicio de terapia ocupacional , trabajadores y educadores sociales que programan y estimulan la actividad física, y monitores con distintas formaciones en gimnasia de mantenimiento, yoga, etc., que de forma coordinada y personalizada diseñan actuaciones vinculadas a la educación física. Por otro lado, la práctica totalidad de los centros cuentan con jardín (69,6%) y zona para realizar ejercicio físico como gimnasio, sala polivalente, etc. (82,6%), lo que sin duda potencia el diseño de programas de envejecimiento activo.
3. Metodología del estudio de campo
El presente estudio es de carácter descriptivo, y trata por tanto, de obtener información sobre el estado de la participación en actividades físicas en las Residencias de Mayores de la Comunidad de Madrid, y en concreto, de las residencias propias del SRBS (Servicio Regional de Bienestar Social) es decir, aquéllas que tienen financiación pública y son gestionadas directamente por la Comunidad de Madrid. Los resultados que ahora presentamos son una parte de una investigación mayor presentada en 2008 sobre la participación global de las personas mayores en las residencias del SRBS de la Comunidad de Madrid en forma de tesis doctoral. Aquí nos ceñiremos a la dimensión de actividad física ofertada desde los centros.
El número total de residencias objeto de nuestro estudio asciende a veinticuatro (todo el universo menos una), y en este sentido, no realizamos un muestreo aleatorio, ya que nos interesa, para una primera evaluación, obtener información de todas ellas, dado que resulta económico en tiempo y recursos. Por otro lado, y ya que es una investigación dirigida a la mejora de la práctica, nos interesa obtener un análisis de cada residencia para posteriormente diseñar proyectos personalizados de estímulo de la participación para cada una de ellas.
Las actividades que hemos etiquetado como “físicas” en nuestra investigación son preferentemente, las que están relacionadas con el mantenimiento físico, la estimulación de la movilidad autónoma, y la prevención de trastornos y enfermedades ligadas al envejecimiento óseo y muscular. Estarían en esta categoría actividades como:
gimnasia,
práctica deportiva (petanca, bolos, billar, minigolf, etc.),
pasear,
nadar,
Expresión corporal,
Baile,
Yoga, o Tai-Chi entre otras.
No consideramos en esta categoría otras actividades relacionadas con el bienestar psico-físico como las salidas turísticas o las actividades de motricidad fina en terapia ocupacional, en las que sin duda tienen también un contenido de mantenimiento físico, pero de carácter subsidiario, al menos desde la planificación de los técnicos.
De este modo, consideramos que las técnicas coherentes con los objetivos de la investigación serían:
Análisis documental de legislación, planes gerontológicos, memorias y programas de actuación, tanto de la UADI (Unidad de Animación y Desarrollo Integral), como de las propias residencias, así como de los servicios propios de la Comunidad Autónoma de Madrid.
Aplicación de cuestionarios a trabajadores y responsables en las residencias de actividades o programas de Animación, Terapia Ocupacional, actividad física, etc. Los cuestionarios fueron pilotados previamente en cinco residencias.
El análisis de datos realizado en sencillo, basado en porcentajes, pues nuestra intención es exploratoria para obtener una radiografía de lo que existe, desde la percepción de los trabajadores encuestados, artífices últimos en el desarrollo de las actividades.
4. Resultados parciales del estudio de campo
4.1. Actividades físicas
Las actividades con componente físico que más frecuentemente se desarrollan en las residencias, según los encuestados, son la gimnasia y el pasear, siendo la primera actividad más directiva y la segunda más autónoma. Semanalmente destaca el Taichi con la mayor frecuencia. Expresión corporal, se realiza con una periodicidad preferentemente semanal aunque en el 13% se realiza a diario. Llama la atención, como la práctica de deportes tiene una gran variabilidad en la frecuencia, con un ligero predominio semanal.
Gráfico 1.1. Porcentajes de actividades físicas para el total de residencias según periodicidad
Gimnasia
Entendida como un conjunto de ejercicios de mantenimiento y prevención de disfunciones. Se encuentra que, en un 78,3% se desarrolla esta actividad, generalmente dentro de las instalaciones residenciales. En el 88,8% de los casos en los que se da esta actividad se realiza a diario. Sólo en un 11,1 % se realiza de forma semanal.
Práctica de deportes
La práctica de deportes como bolos, billar, o petanca tienen una extensión en un 60,9% de las residencias según los encuestados, aunque con una gran dispersión en cuanto a la periodicidad.
Expresión corporal
Se desarrollan este tipo de actividades en el 34,8% de las residencias, con una periodicidad aproximada semanal en el 62,3% de los casos.
Pasear
Actividad que no necesita habitualmente de gran planificación, y que en las residencias se permite habitualmente, si el sujeto lo desea . Por otro lado hay personas con dependencia motórica que pueden ser paseadas en sus sillas de ruedas, aunque en este caso sí se necesita de una persona auxiliar.
Esta actividad se realiza en el 73,9% de las residencias con una periodicidad principalmente diaria, en el 82,4% de las residencias en las que se realiza esta actividad.
Baile y danza
Una de las actividades con más éxito entre la población mayor. Se realiza en el 47,8% de las residencias. La periodicidad es principalmente mensual o trimestral y se suele insertar en fiestas, concursos, etc.
Taichi
Se desarrolla en el 52,2% de las residencias impulsada por la UADI. La periodicidad unánime es semanal. Podría extenderse a más residencias.
Yoga
Únicamente en una residencia se desarrolla un programa de yoga de forma semanal. Es un yoga adaptado, que se realiza fundamentalmente sentado en silla.
Otros
Únicamente destaca la práctica de natación en un 10% de las residencias analizadas.
4.2. Según tipo de residencia
Intentando realizar comparaciones entre los tres tipos de residencias podemos apreciar:
Gráfico 1.2. Porcentajes sobre actividad física en residencias de válidos según periodicidad
Ya que las personas denominadas válidas tienen presumiblemente mejores condiciones físicas que en los otros dos tipos de residencias, también la frecuencia de esas actividades tendría que ser mayor. Sumando los porcentajes de diario y semanal, este tipo de residencias se sitúa en todas las categorías por encima de la media. No obstante, si aislamos la frecuencia a diario, las residencias de válidos estarían por debajo en todas las categorías, a excepción de pasear que estaría 6 puntos por encima de la media. También destaca la práctica del deporte de forma semanal 50 puntos por encima de la media.
En las residencias denominadas mixtas observamos las siguientes tendencias y realidades:
Gráfico 1.3. Porcentajes de actividades físicas para residencias mixtas según periodicidad
La gimnasia se realiza con la misma frecuencia que en las residencias de válidos, siendo menor y más dispersa la frecuencia de deportes, y con parecida frecuencia en las demás actividades.
De las residencias asistidas, podemos observar, como los impedimentos físicos, presumiblemente obstaculicen actividades como el baile y la danza. Sin embargo, y en el 71% de las residencias se desarrollan actividades de gimnasia, el mayor porcentaje en la frecuencia de a diario, comparando los tres tipos de residencia. Hay que señalar, que la gimnasia realizada en este tipo de centros es de mantenimiento funcional, con apoyos fisioterapéuticos. Incluso pasear, está a tan sólo 4 puntos en porcentaje de frecuencia de a diario, por debajo de la media. Y, únicamente en el 43% de las residencias de asistidos no se ha desarrollado ninguna práctica deportiva según los encuestados.
Gráfico 1.4. Porcentajes de actividades físicas para residencias asistidas según periodicidad
5. Conclusiones provisionales
A partir de la evidencia empírica generada en los últimos años sobre los beneficios del ejercicio físico, incluso cuando se empieza a realizar a edades avanzadas, resulta indispensable potenciar y favorecer la práctica de ejercicio físico en las personas mayores. Los beneficios en las esferas física, emocional y social , aun cuando exista discapacidad, deben promover en los gestores de centros residenciales una apuesta por el estímulo de este tipo de prácticas. Las residencias propias del S.R.B.S. de gestión directa por la Comunidad de Madrid, así lo entiende. Aunque nos faltan datos para estimar el número de participantes en estas actividades, la oferta planteada desde los centros parece resultar razonable, si bien es necesario matizar algunas cuestiones.
Las actividades físicas preferentes son la gimnasia, desarrollada en gran parte de las instituciones y el pasear como actividad fundamentalmente autónoma. La práctica deportiva es minoritaria, más vinculada a las residencias de personas válidas. En este sentido, se deberían repensar otras actividades físico-deportivas adaptadas a personas con cierta dependencia. Las propias actividades deportivas destinadas tradicionalmente al ámbito de la discapacidad podrían alumbrar sobre este aspecto. Algunas actividades, con las adaptaciones pertinentes deberían extenderse a mayor número de centros, los bailes, el yoga o el taichi admiten posibilidades de adaptación incluso con personas con cierta dependencia. Los beneficios, más allá del ámbito físico, devuelven en muchos casos las ganas de salir de la habitación del mayor y suponen una plataforma de socialización indispensable.
Bibliografía
BALTES P.B. y BALTES, M.M. (Eds.) (1990) Successful aging: perspectivas from behavioral sciences. Cambridge UK. Cambridge University Press.
Comunidad de MADRID (1998). Plan de Mayores. Madrid: Consejería de Sanidad y Servicios Sociales.
FERNÁNDEZ BALLESTEROS, R. (2009) Envejecimiento activo. Contribuciones de la Psicología. Madrid. Pirámide.
O.M.S. (2002). “Envejecimiento activo. Un marco político”. Revista Española de Geriatría y Gerontología, (37), p. 74-105.
PAHOR ET AL (2006) . Effects of a Physical Activity Intervention on Measures of Physical Performance: Results of the Lifestyle Interventions and Independence for Elders Pilot Study. Journal of Gerontology: Biological and Medical Sciences,61 A, M1157-M1165.
ROWE, J.W. y KHAN, R.L. (1998) Succesful Aging. New York. The Random House.
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