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Políticas públicas recreativas: ¿tuteladas o democratizadoras?

 

Profesor Educ. Física. Licenciado Educ. Física y Deportes

Maestrando en Teorías y Políticas de la Recreación

Posgrado en gerenciamiento deportivo

Posgrado en Escuelas Media

Entrenador de Atletismo IAAF Nivel I

Docente de Universidad de Flores subsede Comahue

e Instituto Terciario Séneca, Neuquén

Lic. Marcelo Simioni

cholosi@yahoo.com.ar

(Argentina)

 

 

 

Introducción

          Para poder comprender como se implementan los distintos programas de recreación y cultura a nivel de políticas públicas estatales, en este caso analizamos a la recreación del hombre y su implementación a través de los distintos gobiernos y su organización derivada en políticas públicas, como así también la participación que tiene la comunidad civil en la importancia que le asigna a la recreación como práctica ideológica de vida y su interés en la elaboración, ejecución y evaluación de esas políticas recreativas y sus continuidades o rupturas en el transcurrir del tiempo.

          La sociedad toda tendría que imponer como agenda política que es derecho de los hombres el acercamiento a las prácticas recreativas y culturales, como parte de actividades integradoras; las cuales deben ser tomadas como un proceso educativo de búsqueda de espacios y mejores maneras de utilización del tiempo libre, de su salud física y mental y la mejor manera de recrearse y mejorar la calidad de vida en niños, jóvenes, adultos y ancianos.

          Palabras clave: Políticas públicas. Recreación. Participación. Animación sociocultural

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 14 - Nº 137 - Octubre de 2009

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“La utopía esta en el horizonte.

Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos.

Camino diez pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá

¿Para qué sirve la utopía? Para eso sirve, para caminar.”

Eduardo Galeano

Políticas públicas recreativas

    Conceptualmente, la expresión “políticas públicas” hace referencia al rol dominante que se asigna al Estado en el tratamiento de las cuestiones públicas, en cuya acción los organismos públicos desempeñan roles fundamentales, pero no exclusivos. Las políticas públicas se refieren a la toma de decisión de un gobierno con el fin de dar respuestas a demandas que se suscitan y a problemas que afectan a la sociedad. Se pueden definir también como un conjunto de decisiones basadas en objetivos previamente establecidos, que implican la acción de un gobierno para resolver aquellos problemas considerados prioritarios por el propio gobierno y la ciudadanía, a fin de resolverlos o mitigar sus efectos. Cualquier proyecto del Estado no puede ser considerado una política pública, sino aquellos orientados a la satisfacción social, como el mejoramiento de la calidad de vida o la búsqueda del bien común o de un orden social más justo, entre otras iniciativas.

    La identificación ciudadana con las acciones orientadas al desarrollo social a través de la implementación de las políticas públicas, que el gobierno ejecuta, es de suma importancia para su acertada aplicación. El sentirse partícipe de la elaboración de los programas, hace que se cumplan uno de los fines que esta persigue: “la cohesión social” a través de la participación activa del pueblo.

La participación ciudadana en las políticas públicas

    El desarrollo participativo de los ciudadanos es, en el sentido más profundo, la realización del proyecto común, la construcción colectiva de propuestas sociales aptas para el bienestar general; constituye el posicionamiento de la política como práctica social, para resolver la problemática individual y colectiva de un colectivo social.

¿Qué es participar?

    “La participación supone: ser parte, tener parte y formar parte. Estas tres condiciones sintetizan compromiso, involucramiento y sentido de identidad”

    “Participar es, ejercer ese poder de tomar decisiones, actuar y transformar la realidad, esto es muy importante para que los seres humanos se desarrollen y sean responsables, concientes y libres. Y yendo a una escala más concreta, definamos la participación en una organización social pensándola como un modelo de sociedad en pequeña escala en este caso: la participación es un proceso social, que supone un ejercicio permanente de derechos y responsabilidades, en las distintas etapas y niveles de la institución: planificación, organización, ejecución y control.”1

¿Para que sirve la participación?

    Dice Burin: “Nos gustaría profundizar en esta idea de ver la participación como un medio y como un objetivo político. La misma se basa en los efectos que genera en la gente la posibilidad de participar:

  • Desarrollo y crecimiento personal

  • Mayor compromiso con la organización

  • Una práctica concreta de la democracia”.2

    Según Suárez: “No siempre existen las condiciones para fomentar políticas, leyes o acciones participativas. A veces los actores se ven expulsados porque el contexto político es excluyente y autoritario y quiere mantener su forma vertical y tecnocrática. Otro aspecto a considerar es la cuestión económica, donde el proceso participativo implica asumir mayores costos y más cantidad de tiempo”.3

    En síntesis, participar de y en una organización es mucho más que asociarse o concurrir; es sentir a la misma como algo propio; es implicarse; es decir, es inclusión personal y psicológica del individuo en los asuntos que hacen a la organización (lo que vulgarmente se expresa como “ponerse la camiseta”); no es solo estar, sino sentirse dentro de la producción de esas políticas públicas que pueden ser municipales, provinciales o nacionales.

    Como se ha desarrollado anteriormente, si la iniciativa nace del aparato estatal esta puede estar direccionada políticamente hacia en un modelo paternalista o en todo caso su contraste, introduciendo a la población en un nuevo modelo “participativo” de sus políticas públicas. Para llevar a cabo esta participación ciudadana activa, existe una técnica desarrollada: la “Animación sociocultural”.

La animación sociocultural

    La Animación Sociocultural es una de las técnicas para llevar a cabo la participación de los ciudadanos en la elaboración de sus propias políticas. En este caso particular desarrollaremos las políticas recreativas.

    ¿Pero a qué llamamos Animación Sociocultural?

    Nace en la década del ‘50, de la mano de J. Dumazedier, inicialmente como metodología de la Educación de Adultos, noción que luego se incluiría en la de Educación Permanente o Educación Continua. Sus iniciadores provienen del campo sociológico, preocupados por la participación social y la educación popular que debiese proporcionar los conocimientos y actitudes para que el individuo, a través de acciones grupales, no solo comprenda su medio sino que aspire, y aun pueda, transformarlo. Es así que esta posición se inscribe con características mucho más progresista, democrática y humanista que el recreacionismo.

    El término “animación” está referido a que quienes llevan adelante la tarea: los “animadores”, son movilizadores de las inquietudes de las personas en el denominado tiempo libre.

    Para algunos, es un método de organización del ocio, a semejanza de las técnicas de recreación norteamericanas, con una concepción “ocupacional” del tiempo libre de los individuos; para otros, es un movimiento social de emancipación de las masas, que debe servir para la expresión de una verdadera cultura popular, algunos piensan que es un sucedáneo de la ideología participativa que permite una evolución social sin conflictos, mientras que otros opinan que es un instrumento de la subversión.

    Para los animadores técnicos profesionales constituye la ocasión de trabajar en la cultura y de hacer productiva su “creación”, difundiéndola por intermedio de numerosas instituciones socioculturales.

    Pero la animación es también el conjunto de miles de prácticas culturales, estéticas, deportivas y sociales que se desarrollan en los clubes, los hogares y centros sociales, campamentos de vacaciones, el turismo social, las marchas y excursiones al aire libre, naturismo, manualidades, jardinería, concierto, música, bailes y reuniones, discusiones, clubes de la tercera edad, actividades lúdicas en grupos pequeños, teatro, circo, fiestas populares, cafés, ciclismo, judo, etc. Estas actividades se desarrollan con diferentes equipamientos, con la ayuda de animadores voluntarios o profesionales, formados en la acción.

    En principio, a diferencia del recreacionismo que se preocupa fundamentalmente por las actividades, la animación sociocultural se aboca al análisis de los cambios sociales y culturales y a cómo el individuo o el grupo van tomando posición. Tiende a un cambio de actitudes en las personas, de modo de lograr la participación en las modificaciones de la sociedad, haciéndolo concientemente.

    Para Besnard: “La primera propuesta de modificación está en la relación con la comunicación y los grupos para lo cual la animación sería el dinamizador por excelencia. Pero, mientras que para algunos especialistas es un método de adaptación y control de conflictos sociales, para otros es una concepción de la liberación del individual y social a través de la participación”.4

La recreación como política pública

    El tema a desarrollar son las Políticas Públicas Recreativas, realizando un análisis sobre el tratamiento de las políticas públicas y del modelo participativo y su técnica para desplegarlo, ahora pondremos énfasis en analizar, ampliar y comprender al concepto “recreación”.

    ¿De qué hablamos cuando mencionamos el término “recreación”?

    Para el saber vulgar, el del hombre de la calle en su lenguaje cotidiano, es sinónimo de entretenimiento, divertimento, alegría, actividad sin esfuerzo y no demasiado importante. Se desarrolla en un tiempo de poca valía social, no obligatorio y que no supone productividad.

    “Uno de los aspectos importantes en su estudio, radica en reconocer que es una categoría socio histórica cargada de diferentes connotaciones, como consecuencia de las diferentes representaciones que esta tiene con el devenir histórico y con las diferentes posiciones epistemológicas que la atraviesan como objeto de estudio. Por ello, los estudios científicos requieren la importancia de construir interpretaciones teóricas pertinentes y válidas, propias de cada sociedad, sustentadas en el valor de la diversidad; es decir, comprender que en ellas se manifiestan diferentes formas de realizar las prácticas recreativas, condicionadas por el contexto en que se desarrolla”.5

    A continuación, desarrollaremos algunos conceptos en el campo del conocimiento universitario de la categoría recreación:

    Según Gerlero: “Recreación es aquel conjunto de prácticas de índole sociales, realizadas colectiva o individualmente en el tiempo libre de trabajo, enmarcadas en un tiempo y un espacio determinados, que otorgan un disfrute transitorio sustentada en el valor social otorgado y reconocido a algunos de sus componentes (psicológico, simbólico, material) al que adhieren como satisfactor del placer buscado por los miembros de una sociedad concreta”.6

    Para Medeiros: “(...) si cada uno de nosotros hiciese un rol de sus actividades recreativas y si tales listas fuesen puestas lado a lado, encontraríamos las más diversas ocupaciones. Figurarían, por cierto cosas tan diferentes como lectura y natación, música y excursionismo, pintura y fútbol, cine y filatelia, teatro y cocina, danza y pesca, etc., etc. Saltaría a nuestros ojos que la recreación comprende un número infinito de experiencia en una multiplicidad de situaciones”.7

    ¿Y que habrá de común en actividades tan diversificadas, muchas veces contrastantes, al punto de hacerlas converger en un único rótulo?

    Evidentemente no será el tipo de ocupación lo que caracteriza a todas, sino que es la actitud del individuo, la disposición mental de quien a ellas se entrega, por propia elección, en sus horas libres. Lo que para unos constituye un trabajo pesado, para otros es recreo, es pasatiempo con amigos.

    Cualquier ocupación puede ser justamente considerada recreativa, siempre que alguien se dedique a ella por su voluntad, en su tiempo libre, sin tener en vista otro fin que no sea el placer de la propia actividad y que en ella encuentre satisfacción intima y oportunidad para recrear.

Conclusión

    Bosch dice: “(...) es un aspecto clave en el proceso de las políticas públicas, pero más aun en la etapa de implementación, en la cual generalmente se produce el fracaso de la misma. Se trata de un proceso basado en la cooperación y la horizontalidad entre las partes, debe darse de manera horizontal, dejando de lado la forma de gobernar jerárquica y centralizada...”

    ”(...) el consenso es inherente tanto a la participación como a las tareas de coordinación. La definición de las políticas y su implementación deben estar basadas en un consenso al menos parcial o pragmático, que implica aprobar determinadas líneas de acción que, aunque no tengan especial preferencia, se consideran aceptables. Es un acuerdo basado en el diálogo entre individuos que componen una determinada sociedad, por libre voluntad y no por coacción (intimidación, imposición)...8

    En concordancia con lo expresado por Bosch, sostengo que las políticas públicas en este caso recreativas, deberían tener su génesis en el seno de la comunidad, donde ésta imponga la agenda política, aplique sus propios intereses, transformándolos en políticas, participando activamente de las cuestiones públicas, en los distintos ámbitos sociales, como clubes, vecinales, ONG, escuelas, etc.

    Hoy sabemos que esto no ocurre y que el modelo neoliberal pulverizó toda iniciativa popular, desmantelando el núcleo central de la sociedad, que es la familia. Hoy la sociedad tiende a recuperar la conciencia, y a luchar por lo que le pertenece, a asumir el rol preponderante en la política pública, esto debe ser acompañado y asistido por organizaciones capaces de llevar adelante tal fin.

Notas

  1. Burin David, “Hacia una gestión participativa y eficaz”, edit. Ciccus, Bs. As. 1996.

  2. Burin David, “Hacia una gestión participativa y eficaz”, edit. Ciccus, Bs. As. 1996.

  3. Suárez Silvana, “Participación ciudadana, Espacios que se construyen”, Módulo: taller sobre Actividad Social Recreativa, Maestría en Teoría y Política de la Recreación, Facultada de Turismo, Universidad Nacional del Comahue, Neuquén, 2009.

  4. Besnard Pierre, “La Animación Sociocultural”, edit. Paidos, Bs. As. 1991.

  5. Suárez Silvana, “contrición para el debate de la conceptualización de la recreación”, Módulo: taller sobre Actividad Social Recreativa, Maestría en Teoría y Política de la Recreación, Facultada de Turismo, Universidad Nacional del Comahue, Neuquén, 2009.

  6. Gerlero Julia, “¿Ocio, Tiempo libre o Recreación?” edit. Educo, Neuquén. 2004.

  7. Medeiros Ethel, “Juegos de Recreación” edit. Ruy Diaz, Bs. As. 1969.

  8. Bosch José Luis, “módulo: Política y Gestión de la Recreación”, Maestría en Teoría y Política de la Recreación, Facultada de Turismo, Universidad Nacional del Comahue, Neuquén, 2009.

Bibliografia

  • Alforja, “Técnicas participativas para la educación popular” edit. Hvmanitas, Bs. As. 1990

  • Besnard Pierre, “La Animación Sociocultural”, edit. Paidos, Bs. As. 1991

  • Bosch j. Luis y Olivares Gladys, “Política y Gestión de la Recreación”, Modulo Nº 11 Políticas de la Recreación, Maestría en Teorías y Políticas de la Recreación, Facultad de Turismo, UNC, Nqn 2009

  • Burin David, “Hacia una gestión participativa y eficaz”, edit. Ciccus, Bs. As. 1996

  • Gerlero Julia, “¿Ocio, Tiempo libre o Recreación?” edit. Educo, Neuquén. 2004

  • Graglia Emilio, “Diseño y gestión de políticas públicas, hacia un modelo relacional”, edit. EDUCC, Córdoba, argentina 2004

  • Medeiros Ethel, “Juegos de Recreación” edit. Ruy Diaz, Bs. As. 1969

  • Suárez Silvana, “Contribución para el debate de la conceptualización de la Recreación”, Módulo: taller sobre Actividad Social Recreativa, Maestría en Teoría y Política de la Recreación, Facultada de Turismo, Universidad Nacional del Comahue, Neuquén, 2009.

  • Suárez Silvana, “Participación ciudadana, Espacios que se construyen”, Módulo: taller sobre Actividad Social Recreativa, Maestría en Teoría y Política de la Recreación, Facultada de Turismo, Universidad Nacional del Comahue, Neuquén, 2009

  • Ventosa Víctor, “Desarrollo y evaluación de proyectos socioculturales”, edit. CCS, Madrid. 2002

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