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Militares, utilización política y nacionalismo. 

El Salvador y la Guerra del Fútbol de 1969

 

Maestría en Ciencias Sociales

(Costa Rica)

Chester Urbina Gaitán

chesterurbina@yahoo.com

 

 

 

Resumen

          Los partidos de la selección salvadoreña de fútbol contra Honduras disputados en junio de 1969 fueron utilizados por la prensa salvadoreña y el presidente Fidel Sánchez Hernández para desviar la atención hacia los principales problemas sociales y así mantener la dominación de clase en ese país.

          Palabras clave: Fútbol. Guerra. El Salvador. Honduras

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 14 - Nº 137 - Octubre de 2009

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Introducción

    Los equipos deportivos funcionan como delegaciones nacionales, representantes directos del honor y del prestigio nacional, y sus éxitos al servicio al Estado, son motivos de orgullo nacionalista y medios de incrementar el sentido patriótico de la población, especialmente de la juventud. Ante esto es posible afirmar que el deporte es un instrumento para alcanzar prestigio internacional, no sólo a través de las victorias, sino que también mediante la organización de grandes pruebas deportivas, lo que pone de manifiesto la capacidad organizativa, técnica y económica del país anfitrión.1

    Para el cado salvadoreño la utilización política del fútbol comienza con la dictadura del General Maximiliano Hernández Martínez (1931-1944) con la instauración del campeonato nacional de balompié en 1939, donde la copa en disputa – llamada Copa Presidente de la República – fue donada por el personaje en mención. A nivel mental el fútbol contribuyó al proceso de integración nacional promovido por este gobernante. Sin embargo, el principal motivo que impulsó a este dictador a promover esta actividad lo constituyó su interés en hacer buena imagen y legitimar su régimen político.2

    Uno de los hechos históricos por los cuales El Salvador es identificado en el mundo es la llamada “Guerra de la cien horas”, “Guerra de legítima defensa” o “Guerra del fútbol” de 1969. Ryszard Kapuscinski ha señalado sobre este conflicto que su verdadera causa era la postergación de una reforma agraria en El Salvador. En Honduras la implementación de la reforma agraria hizo que el gobierno expulsara a los campesinos salvadoreños. Eso significaba que trescientos mil emigrantes salvadoreños debían regresar a su país, donde no tenían nada. Pero el gobierno militar salvadoreño se negó a recibirlos, ya que este flujo masivo de desempleados podía ocasionar una revuelta.3

    El régimen militar que gobernó El Salvador luego de la caída de Hernández Martínez en 1944 hasta 1979, podía conservar la estabilidad política sólo en época de bonanza económica. A finales de los sesenta el deterioro de la situación económica había disminuido el buen funcionamiento de los mecanismos aplicados para mediar las demandas de los sectores populares.4

    Por otra parte, el crecimiento de la oposición política legalizada en los comicios efectuados en los años sesenta demandaba un cambio en el control del Estado.5

Prensa, conflicto social y nacionalismo

    El sábado 14 de junio de 1969 el presidente general Fidel Sánchez Hernández se reunió con los jugadores y el cuerpo técnico de la selección salvadoreña que se enfrentaría a la selección de Honduras un día después. El partido se enmarcaba en lo que debían jugar ambas selecciones con miras a la clasificación del Mundial de futbol de México 1970. El acto terminó con un mensaje a la afición.6

General Fidel Sánchez Hernández

Presidente de El Salvador (1967-1972)

    Para el domingo 15 de junio El Diario de Hoy en un artículo titulado: “Un sólo grito: ¡La selección debe triunfar…Ị señalaba que el técnico de la selección Gregorio Bundio Núñez debía estudiar a su gente, analizar sus posibilidades individuales y de equipo, y con esa amalgama de valores formar el equipo de las esperanzas y de la reivindicación; el escuadrón con visión de victoria. La hora señalada para abrir hostilidades sería las once en punto de la mañana.7 

    El Salvador había jugado un partido en Honduras el 6 de junio el cual había perdido 1 a 0. Pero el del 15 lo ganó por tres goles a cero. Según se nota de la crónica anterior el ambiente estaba caldeado de una atmosfera bélica. Para Sara Gordon en el origen de la guerra de 1969 entre El Salvador y Honduras existen dos causas fundamentales: el agravamiento de los desequilibrios económicos entre los países, producido por el Mercado Común Centroamericano, que afectó de manera especial a Honduras, y la negativa de este país de seguir absorbiendo el “exceso” de población salvadoreña. La imprecisa delimitación de fronteras entre ambos países contribuyó al conflicto, debido a que promocionó los choques armados entre los ejércitos de estos países.8

Selección nacional de El Salvador que clasificó al Mundial de Fútbol México 1970

    El mismo periódico en un artículo del 25 de junio apuntaba que el primer gol que Ramón “Mon” Martínez metió a la valla hondureña el día 15 en el Estadio Flor Blanca de San Salvador, marcó en todo el territorio hondureño el comienzo de la campaña de hostilidad contra los salvadoreños. Esto lo afirmaban los comerciantes, obreros, campesinos y demás salvadoreños que estaban siendo expulsados sistemáticamente de Honduras.9

    Por su parte los chóferes de buses de la terminal de oriente y de los autobuses interurbanos recomendaban que para evitar que la crisis entre los dos países se agudizara aun más, el gobierno salvadoreño debía ordenar que la selección no jugara el juego de desempate que tendría lugar en la ciudad de México el viernes 27.10 La misma opinión era compartida por el columnista Gustavo Pineda.11

    Según Eduardo Galeano como ocurre con la religión, con la patria y la política, muchos horrores se cometen en nombre del fútbol y muchas tensiones estallan por su intermedio. Tanto Honduras como El Salvador creían que su enemigo era el vecino, y las incesantes dictaduras militares de uno y otro país hacían lo posible por perpetuar el equivoco.12

    Acerca de la expulsión de salvadoreños debe señalarse que Honduras contaba en el Mercado Común Centroamericano con una desventaja competitiva en la producción de artículos, lo que provocó numerosos conflictos con El Salvador, amén del progresivo estancamiento del comercio intrarregional. Esta desventaja relativa de Honduras junto con su creciente endeudamiento externo le ocasionó serias dificultades fiscales y en la balanza de pagos. Aunado a todo esto estaba la enorme presión por el acceso a la tierra, lo que llevó a los gobernantes hondureños a adoptar restrictivas para frenar la migración salvadoreña. La puesta en marcha de la reforma agraria de 1962 conllevó a la expulsión de salvadoreños. Es así como las medidas para enfrentar la presión campesina y las dificultades financieras se combinaron para señalar a un enemigo común externo: los campesinos salvadoreños.13

    El partido del 27 de junio lo ganó El Salvador por tres goles a dos. Esto motivó a que centenares de aficionados fueran al aeropuerto internacional de Ilopango a recibir al seleccionado salvadoreño. Luego del aterrizaje el seleccionado se dirigió a la casa presidencial donde recibieron el abrazo de felicitación que en nombre del pueblo y gobierno hizo el presidente de la república Fidel Sánchez Hernández, a quien acompañaban varios miembros de su gabinete, entre ellos el Ministro de Defensa general Fidel Torres y el Director General de la Policía Nacional, coronel Oscar Rank Altamirano.

    El general Sánchez Hernández visiblemente emocionado dijo a los futbolistas lo siguiente: “A nombre del pueblo y gobierno de El Salvador tributo a ustedes una cordial y efusiva bienvenida por el glorioso triunfo conquistado. Deseo estar en el estadio juntamente con el pueblo, pero la situación actual no me lo permite. Ustedes significan la representación del coraje, patriotismo y dignidad del pueblo salvadoreño y estaba seguro que cada uno de los seleccionados, allá en México, de ninguna manera podía olvidar la tragedia que viven los salvadoreños en Honduras. El dolor sufrido se suaviza con el histórico triunfo conquistado”.14

    Luego del saludo presidencial los seleccionados fueron llevados al Estadio Flor Blanca donde miles de aficionados los esperaban desde tempranas horas. Luego del desfile de los seleccionados y del canto del himno nacional, los jugadores fueron colocados en el centro de la cancha. Acto seguido el presidente de la Federación Salvadoreña de Fútbol coronel Mario Guerrero enarboló el pabellón nacional. La federación nacional de fútbol dispuso que con el fin de conmemorar la hazaña lograda por el equipo nacional, decidió denominar “Estadio 27 de junio”, a la cancha de balompié infantil, recién construida en la Colonia Atlacatl de San Salvador.15

    Acerca del fútbol como práctica de identificación colectiva Carrión señala que, este deporte es una de las prácticas sociales de identificación colectiva más importantes, por que es un fenómeno que trasciende su condición de juego para convertirse en un hecho total – social, cultural, político y económico – y por que rompe con las fronteras de su origen como actividad de ocio circunscrita a un territorio y a un segmento social para convertirse en una actividad global. En esta dinámica incluyente del fútbol – de totalidad y globalidad – la sociedad se retrata y representa, pero también se cohesiona para dar sedimento al sentido nacional.16

    Sobre la utilización política del triunfo de la selección salvadoreña es necesario señalar la oposición de la clase dominante de efectuar una reforma agraria, por lo que el regreso de los expatriados pondría el tema en la agenda política. El rechazo al retorno de los emigrados se plasmó en los informes de los medios de comunicación sobre los malos tratos y vejaciones sufrido por los salvadoreños en Honduras. Lo que se pretendía con esta manipulación era ocultar las verdaderas causas de la migración nacional. De ahí que la oleada nacionalista, además de expresarse en los maltratos ocasionados a los futbolistas hondureños, haya permitido al gobierno de Fidel Sánchez Hernández contar con un vasto apoyo popular.17

    La verdadera intención del general Sánchez Hernández en apoyar a la selección salvadoreña radica en su interés de contener el auge del movimiento popular, caracterizado por la movilización de los sectores medios, particularmente de los maestros (huelgas de 1968 y 1971), por la conquista de sus reivindicaciones gremiales mas sentidas. En estos años la clase trabajadora se incorpora a las elecciones presidenciales de 1967 y 1972, las cuales le dejan lecciones sobre formas y métodos de lucha y toma de conciencia sobre la caducidad histórica de la vía electoral para la toma del poder político por el proletariado y sus aliados de clase.18

    Desde su fundación en 1945 hasta 1979 el Partido Revolucionario de Unificación Democrática (PRUD) –posteriormente llamado Partido de Conciliación Nacional (PCN)– controló el poder mediante el fraude y la falta de garantías democráticas. A partir de las huelgas civiles de 1961, en El Salvador se inició el establecimiento de un aparato de seguridad superpuesto al ejército, así como el de un sistema de información con un gran control nacional. Este sistema de inteligencia estatal inicia el desarrollo de fuerzas paramilitares y la creación de escuadrones de la muerte y de la militarización de la sociedad.

    El conflicto armado de 1969 dejó un número de muertos para ambos contendientes de cerca de 2.000. El comercio regional, interrumpido por el conflicto bélico, sufrió perdidas de 53.2 millones de dólares, de los cuales 31.3 fueron para El Salvador.19 Además, cerca de 100.000 emigrantes salvadoreños regresaron a su país, ya sea como producto de expulsión o bien huido cuando la guerra y la xenofobia hondureña llegaron a su clímax.20

Conclusión

    Los partidos efectuados por la selección salvadoreña de fútbol contra su similar de Honduras en junio de 1969 fueron utilizados por la prensa y el presidente Fidel Sánchez Hernández para transmitir un sentimiento de unidad nacional en medio de la crisis política en la que se encontraba su gobierno. Tal postura ocultaba la responsabilidad de los gobiernos militares salvadoreños por crear una reforma agraria, por atender las demandas de los sectores trabajadores y realizar un juego electoral limpio donde la oposición llegara al poder. En vez de esto la clase dominante se encargó de crear un sistema de inteligencia que llevara a cabo la eliminación física de los opositores.

    Sin embargo, los triunfos de la selección salvadoreña ante Honduras y su clasificación al Mundial de 1970 ayudaron a consolidar al fútbol como el deporte numero uno de los salvadoreños y como vínculo de cohesión nacional.

Notas

  1. Velásquez Buendía, Roberto. "El deporte moderno. Consideraciones acerca de su génesis y de la evolución de su significado y funciones sociales". En: EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires. Año 7. Nº 36. Mayo de 2001. http://www.efdeportes.com/efd36/deporte.htm

  2. Para más información véase: Urbina Gaitán, Chester. Origen del deporte en El Salvador (1885-1943). En: “Realidad y reflexión”. Mayo-agosto 2006. Año 6. Nº 17. San Salvador: Universidad Francisco Gavidia.

  3. Kapuscinski, Riszard. La guerra del fútbol y otros reportajes. Barcelona: Anagrama, 1988.

  4. Gordon, Sara. Crisis política y guerra en El Salvador. México D.F.: Siglo XXI editores, 1989. pp.123-124.

  5. Ibíd. p.124.

  6. Diario Latino. Sábado 14 de junio de 1969. Año LXXIX. No.28.467. p.5, y, El Diario de Hoy. Viernes 5 de septiembre de 1969. No.11.091. p.7.

  7. El Diario de Hoy. Domingo 15 de junio de 1969. Año XXXIV. No.11.010. p.17. El subrayado es mío.

  8. Gordon, Sara. op. cit. 1989. p.115.

  9. El Diario de Hoy. Miércoles 25 de junio de 1969. Año XXXIV. No.11.020. p.2.

  10. ibib. p.3.

  11. ibid. Jueves 26 de junio de 1969. Año XXXIV. No.11.021. pp.7 20.

  12. Galeano, Eduardo. El fútbol a sol y sombra. Madrid: Siglo XXI España editores, 2005. Tercera reimpresión. p.149.

  13. Gordon, Sara. op. cit. 1989. pp.115-119.

  14. El Diario de Hoy. Lunes 30 de junio de 1969. Año XXXIV. No.11.025. p.54.

  15. ídem.

  16. Carrión Mena, Fernando. “El fútbol como práctica de identificación colectiva”. En: Pérez Torres, Raúl. ed. Área de candela. Fútbol y literatura. Quito: FLACSO Ecuador, 2006. p.177.

  17. El Diario de Hoy. Lunes 30 de junio de 1969. Año XXXIV. No.11.025.pp.120-121. Sobre la utilización política del fútbol se recomienda leer lo siguientes artículos: Di Giano, Roberto. “Los usos del fútbol en dictadura”. En EFDeportes.com, Revista Digital - Buenos Aires - Año 6 - N° 31 - Febrero de 2001, http://www.efdeportes.com/efd31/usosfut.htm y, Urbina Gaitán, Chester. “Neoliberalismo y fiesta nacionalista. Los actos políticos de celebración de la clasificación de Costa Rica al Mundial de Corea y Japón 2002”. En: EFDeportes.com, Revista Digital - Buenos Aires - Año 8 - N° 44 – Enero de 2002, http://www.efdeportes.com/efd44/neolib.htm

  18. Ruiz, Eliseo. “La situación de los trabajadores salvadoreños durante el gobierno de Duarte”. En: Trujillo Bolio, Mario (coordinador). Organización y luchas del movimiento del movimiento obrero latinoamericano (1978-1987). México D.F.: Siglo XXI editores, 1988. p.172.

  19. Ibíd. p. 122.

  20. Ibíd. p. 123.

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