El entender musical en la gimnasia rítmica | |||
Profesora asistente. Asignaturas: Gimnasia Básica y Gimnasia Rítmica Master en Ciencias y Juegos Deportivos Facultad Cultura Física. Matanzas |
MSc. Mercedes Estupiñán González (Cuba) |
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Resumen La Gimnasia Rítmica es un deporte puramente femenino, con gran acercamiento al “arte de bailar” sobre una línea melódica y realizar ejecuciones inimaginables con gran virtuosismo y destreza. Está caracterizado por la utilización de diferentes aparatos, que unidos a la gracia y la preparación física de las gimnastas da como resultado el montaje de ejercicios individuales o de conjunto que logran atraer al público más exigente. El presente trabajo detalla acerca de la importancia de la música para este deporte y la educación musical que se ha de realizar desde las primeras edades, con el propósito de educar el oído musical de la joven gimnasta. Palabras clave: Gimnasia Rítmica. Entender musical |
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 14 - Nº 137 - Octubre de 2009 |
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Introducción
La Gimnasia Rítmica dadas sus características actuales, es una combinación de expresión corporal, baile, interpretación y música. Sólo cuando se juntan todos estos aspectos se puede hablar de un arte, que llevado a la esfera de la cultura física alcanza la categoría de deporte. Además hay que ser veloz, ágil sensible, tener elegancia, estilo y personalidad para crear una bella expresión artística ligada a ejercicios de gran dificultad y riesgo; he ahí el problema para determinar donde termina el ejercicio físico y donde comienza el arte.
Una de las características fundamentales en este deporte es el trabajo con la música, que servirá como base para la ejecución de los ejercicios individuales o de conjunto, realizados a manos libres o con la utilización de aparatos (clavas, aro, cuerda, cinta o pelota), para esto, las gimnastas son entrenadas desde edades muy tempranas a fin de lograr exhibiciones originales que puedan ser ejecutadas de manera coordinada con la música.
Por otra parte, el proceso de preparación técnico – coreográfica en esta disciplinada deportiva es desarrollado a largo plazo y está dirigido a la formación del deportista, sobre la base del desarrollo íntegro de sus potencialidades hasta el máximo nivel de perfeccionamiento deportivo, donde debe alcanzar sus más altos resultados. Es precisamente la preparación coreográfica, la base de las condiciones artísticas de la gimnasta, pues luego habrá de convertirse en un criterio de evaluación permanente de la técnica por la plasticidad y la gracia con que deben realizarse los ejercicios, ligados a una composición musical.
Durante el entrenamiento de una gimnasta, se deben incluir ejercicios de danza y ballet; ya que su preparación fundamental en las primeras edades, está encaminada a crear las bases coreográficas para una posterior especialización deportiva, donde los elementos técnicos estarán combinados con la preparación coreográfica, todo lo que representará el resultado general de la gimnasta.
Actualmente se ha pretendido alejar la música clásica que era utilizada en los montajes gimnásticos, para utilizar otras variantes; incluso, canciones actuales son adaptadas para los esquemas y se realizan movimientos mucho más rápidos y complejos que captan fácilmente la atención del público. Esto, unido a otros cambios en el vestuario y los colores de los implementos ha logrado aumentar la cantidad de aficionados a este deporte.
Al abordar el tema se pretende insistir en la importancia de la música para este deporte, que no obstante, de cambiar su orientación, deberá guiar el sentido de la ejecución y propiciar el enlace de cada movimiento en correspondencia con el ritmo y las características psicológicas de las gimnastas.
Desarrollo
El nivel de desarrollo de las modalidades gimnásticas requiere un trabajo tenaz y perenne, encaminado al desarrollo de las capacidades físicas y al dominio de complejas y diversas técnicas de ejecución de los ejercicios, que se caracteriza en la actualidad por una ligereza singular que se consigue insertando gran número de saltos, giros, equilibrios y elementos de baile, unidos a elementos pre acrobáticos o con el uso de aparatos. Es así, que el contenido de la preparación coreográfica alcanza un grado de significación tan alto en el caso de la Gimnasia Rítmica, que su trabajo específicamente estará encaminado a la enseñanza de la técnica base de los ejercicios que componen el programa de enseñanza de las diferentes categorías y su unidad indisoluble con elementos de música.
Después de consultar la bibliografía relacionada con el tema la autora del presente trabajo se adhiere al criterio dado por Vega (8,2) cuando plantea…. “la palabra coreografía, veremos que etimológicamente significa “escribir bailes” (del griego choréia – bailes y gráphein – escribir), y desde el punto de vista danzario significa “el arte de crear o componer una danza” o simplemente “el arte de la danza”. Por lo cual, la preparación coreográfica, en el sentido más amplio de la palabra, tendría en cuenta la utilización de diferentes medios para lograr la preparación gradual de los gimnastas como bailarines, con vistas a cumplimentar con éxito los requerimientos que en este sentido imponen los deportes de arte competitivo en su camino hacia la maestría“.
Asimismo, y parafraseando a la citada autora, la coreografía es el arte de componer una danza, los movimientos, frases, ritmo, etc, durante el proceso creativo, mediante el cual una idea o tema se corporizan en una forma a través del movimiento, constituyendo una danza. En el caso particular de la Gimnasia Rítmica todo esto será el resultado del montaje de los ejercicios individuales o de conjunto.
En esta disciplina deportiva, la música juega un papel fundamental y es primordial el conocimiento de ésta por parte de las gimnastas antes de que se le realice su montaje coreográfico, ya que esto le permitirá un acercamiento desde el punto de vista psicológico y motivacional, que le proporcionará mayor expresividad y comprensión de la música, la cual podrán esteriotipar a través de su expresión corporal y la ejecución correcta de los elementos técnicos.
Para lograr esta relación música – movimiento, la gimnasta deberá aprender ante todo la diferenciación que existe entre oír y escuchar, ya que oír por ejemplo, es simplemente la entrada de los sonidos por el canal auditivo, se puede oír un ruido, gritos de aficionados, incluso la propia música; en cambio escuchar es algo diferente, es implicar varios procesos mentales, a la vez que nos permita entender, contrastar, distinguir, cavilar, etc; en este caso la música escogida. Sólo si la gimnasta aprende a escuchar, podrá realizar sus ejercicios con una perfección de expresión corporal y técnica excelentes que la harán merecer altas calificaciones.
Con respecto a lo anterior asumimos el criterio dado por Copland (2, 4) cuando establece “…en cierto sentido todos escuchamos la música en tres planos distintos: el plano sensual, el plano expresivo y el plano puramente musical….”
Plano sensual: se refiere al modo más sencillo de escuchar la música, es escuchar por el puro placer que produce el sonido musical mismo. Es cuando se oye la música sin pensar en ella, ni examinarla en modo alguno. Es oír el radio, por ejemplo, por el mero atractivo sonoro de la música que produce un estado de ánimo placentero en ellos.
Plano expresivo: constituye el significado que hay detrás de las notas, lo que dice el tema, aquello de que trata la pieza, etc., que puede ser específico de cada persona. Expresa cada uno de los estados de ánimos, sentimientos y el mundo interior de quienes la escuchan, lo cual pueden expresar con palabras, gestos, movimientos, etc., de manera exclusiva en cada individuo.
Plano puramente musical: Es además del sonido deleitoso de la música y el sentimiento expresivo por ella emitido, la existencia verdaderamente de la música en cuanto a las notas mismas y su manipulación por parte del compositor y que el oyente no reconoce tan fácilmente, prestándole más atención a la melodía y al ritmo.
Es precisamente entonces para la Gimnasia Rítmica, el plano expresivo quien domine en cuanto al modo de escuchar la música, esta ha de ser apreciada en todo momento revelándole a las gimnastas imágenes, sentimientos; incluso al relacionarla con el deporte deben identificarla con un aparato, movimiento corporal, ejercicio, etc., de acuerdo a su apreciación y temperamento.
Asimismo, la música escogida para el trabajo en las clases y el montaje coreográfico de cada gimnasta, determinará el carácter de sus composiciones, debiendo existir total correspondencia entre esta y los ejercicios escogidos, así como con la capacidad interpretativa de la ejecutante.
En estos trabajos coreográficos y de educación musical en la Gimnasia Rítmica, se establecen varias relaciones de la música con el movimiento, que como refiere ILisástigui (4, 5) se han de tener presentes para el trabajo sistemático en este deporte. Estas son:
Franca, directa. Esta relación se produce cuando la música actúa como guía del tiempo. Cuando se crea la selección y luego un compositor, compone la música que deberá adaptarse al carácter del ejercicio.
Natural: la música proporciona la atmósfera de realización del ejercicio.
Esta última relación es la que deberá utilizarse en los entrenamientos, puesto que teniendo pleno conocimiento de la música a utilizar, se podrá trabajar racionalmente, de manera tal, que se logre total correspondencia entre la música y los movimientos realizados, algo que es difícil de lograr cuando se compone el ejercicio y luego se adapta el acompañamiento musical, lo cual traerá irremediablemente cambios en el montaje realizado y por ende ya entrenado durante algún tiempo, sufriendo la coordinación, la plasticidad y la gracia de la gimnasta.
De lo anteriormente planteado se puede concluir, que uno de los primeros pasos a seguir en la composición de los ejercicios, es la selección de la música a utilizar como rectora de lo que se va a concebir coreográficamente, para lograr una mayor y mejor relación entre la música y los movimientos corporales y de dificultad que realice la gimnasta durante su ejecución.
Para realizar el montaje coreográfico de los ejercicios se deben conocer previamente las características psicológicas y físicas de las alumnas y a partir de ahí, entonces, definir el tema, ritmo y estilo de la composición a utilizar, una vez que se hayan vencido los ejercicios a impartir en cada categoría, que se encuentran dentro del Plan de Preparación del Deportista y de los Programas de Enseñanza del deporte.
Por otra parte, se ha de educar desde edades muy tempranas el oído musical de las alumnas, pues a estas no les sería posible apreciar la música desde los ejercicios ejecutados si no oyeran inteligentemente la música, si no fueran capaces de sentir todo lo que pasa en ella y si no ven claro toda la emoción que les pueda despertar en su interior, ya que según Copland (2, 7)… “es más importante para el oyente tener sensibilidad para el sonido musical que saber el número de vibraciones que lo producen”.
La etapa de iniciación deportiva en la Gimnasia Rítmica ocurre alrededor de los 5 años de edad, un período caracterizado por el dominio de nuevas acciones de percepción de los objetos y de los fenómenos de la realidad; donde sobreviene un aumento de la agudeza de la visión, la fineza de distinción de los colores y sus matices, se desarrolla además el oído fonemático y de altos sonidos y la mano se convierte en un órgano de tacto activo.
Le corresponde entonces a la entrenadora de las áreas deportivas, realizar un trabajo sistemático con la música como medio de expresión deportiva en los entrenamientos, sin límites de géneros, para lograr que la niña aprenda de música todo cuanto pueda ser útil para sus ejecuciones y así elevar su cultura musical a la vez que la familiarice con ella.
Será necesario no restarle importancia a este contenido de la preparación general de las gimnastas y dedicarle tiempo de trabajo en los entrenamientos, ya que aspectos como: nociones elementales sobre metro rítmica: determinación del acento métrico, tiempo, compás con palmadas y movimientos, realizar audiciones musicales con determinados objetivos, además de juegos musicales e improvisaciones sencillas, serán de gran valía en el arsenal de la gimnasta cuando tenga que realizar los ejercicios sobre una base melódica, que solamente podrá hacerla suya si la comprende y la interioriza de forma muy especial.
Conclusiones
La música en la Gimnasia Rítmica se convierte en su base espiritual, a través de ella las gimnastas expresan un mundo interior lleno de virtuosismo y que llega al espectador a través de la expresividad y la gracia con que se han de realizar los ejercicios.
Les corresponde a técnicos y coreógrafos jugar el papel fundamental en la educación del oído musical de la gimnasta desde que comienza su vida deportiva.
Bibliografía
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Copland. A. (1970) Cómo escuchar la música. Instituto del Libro, La Habana, Ediciones Huracán. 511 pág.
Ilisástigui Avilés, M y colectivo. (2005) Algunas consideraciones acerca de los sistemas de preparación y selección deportiva en GDR/ ISCF.- Material mimeografiado. 37 pág.
Ilisástigui Avilés, M. (2001) Algunas consideraciones acerca de la composición y montaje de los ejercicios competitivos en la Gimnasia Rítmica. EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires - Año 6 - N° 33. http://www.efdeportes.com/efd33a/ritmica.htm
O'Farrill Hernández, A. y A. Santos Bouza. (1983) Gimnasia Rítmica Deportiva Ciudad Habana, Editorial Pueblo y Educación. 320p.
Piñera Álvarez, V. (2006) El montaje coreográfico en la Gimnasia Rítmica Deportiva. Comisión Nacional, La Habana, Cuba. 57 pág.
Ruiz, A. y otros. (1985) Teoría y Metodología de la Educación Física, Tomo I, La Habana, Editorial Pueblo y Educación.
Vega, Y. (2006) La preparación coreográfica de las gimnastas. Selección de textos. Comisión Nacional, La Habana, Cuba. 22 pág.
revista
digital · Año 14 · N° 137 | Buenos Aires,
Octubre de 2009 |