Las actividades rítmicas en un programa de actividad física para personas de la tercera edad |
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Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte por la Universidad de Granada Profesor de Educación Secundaria. Educación Física |
Roberto López-Cózar Ayala (España) |
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Resumen El nivel de práctica en ancianos todavía es bajísimo. Si pensamos que más de un 60% no tiene absolutamente ninguna limitación física para practicar deporte y sólo un 3% lo hace con cierta regularidad. Esto demuestra que hay otros muchos factores, además del fisiológico, que influyen en la no práctica: pobre nivel educativo, falta de facilidades y oportunidades, falta de tiempo motivada por las responsabilidades familiares y profesionales. Los motivos que dan para la práctica deportiva son los siguientes, por orden de asiduidad: higiénico-preventivos, profilácticos, sentimiento de orgullo, sociabilidad, hábito y moda. Este artículo pretende mostrar un pequeño ejemplo de una serie de actividades rítmicas en un programa de actividad física para personas de la tercera edad. Palabras clave: Actividades rítmicas. Tercera edad. Práctica física |
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 14 - Nº 136 - Septiembre de 2009 |
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I. El estilo de vida y las perspectivas de futuro en la tercera edad
El estilo de vida es el factor de previsión más preciso. De entre las variables genéticas, médicas y psico-sociales se ha observado que son estas últimas las principales. Encontramos una serie de correlaciones interesantes:
Las personas casadas que siguen juntas viven más tiempo que las solteras o las divorciadas.
Las actitudes religiosas positivas coinciden con la felicidad, sensación, utilidad, cooperación y longevidad.
Mantenerse activo física y mentalmente es signo de mejor salud y sensación de bienestar.
Las personas con mayor renta, educación más alta, mayor grado de ocupación y más satisfacción vital tienen más esperanza de vida.
Los jubilados activos visitan a su médico un promedio de 4,1 veces. Los jubilados pasivos lo hacen 7,1 veces de promedio.
Todo ello nos dice que la productividad, el equilibrio psicológico y la satisfacción general ante la vida son factores esenciales en el incremento de la esperanza de vida.
El género está íntimamente relacionado con el estilo de vida y la longevidad: las mujeres tienen más esperanza de vida que los hombres. Esta diferenciación por razones de sexo se hace evidente en los siguientes hechos:
El índice de suicidios y los accidentes en general acontecen mayormente a los hombres.
Hay más hombres afectados por la ingestión de alcohol.
Hay más hombre con cánceres de órganos y enfisemas.
Así como los factores psico-sociales positivos determinan una salud óptima y la longevidad, las influencias negativas pueden atraer una mortalidad prematura. Como en otros muchos casos la muerte no es un fenómeno aislado (lo que realmente se teme no es la muerte sino una vida absurda y sin significado).
Para mejorar la salud y alargar la esperanza de vida hay que incidir en el cambio de estilo de vida, de los factores socioeconómicos y del medio ambiente, más que en el sistema de curaciones médicas (incidir más en la calidad de vida que en la cantidad de vida).
La jubilación no es el final, se deja de ser productivo pero no activo. Hay que seguir cultivando el ocio, la intelectualidad... etc.
El anciano no nace sino que se hace y la vejez es previsible y preparable (es muy importante ir preparando el terreno).
Es necesario que los ancianos aprendan a valorar menos el dinero y más el tiempo, de igual forma es muy importante que busquen su independencia que se sustentará en la pensión personal, la seguridad social, el ahorro y la ocupación laboral ocasional.
Hay quien dice que la rebelión de los ancianos será la gran revolución cultural del siglo XXI. Es de desear que el aumento del nivel cultural, económico, sanitario y la mejor calidad de vida aseguren una mejor situación social para el anciano, y sobre todo que la forma de ver a la gente de la tercera edad también evolucione porque hoy en día parece que no somos conscientes de que a todos nos llegará el momento y no es nada agradable llevarla día a día esperando el momento de pasar, nunca mejor dicho, a mejor vida.
II. Las actividades rítmicas en un programa de actividad física para personas de edad
Actualmente el sedentarismo es uno de los problemas más relevantes de la vejez. Cada vez más, en los Programas de Actividades Recreativas y Culturales dirigido a los ancianos se introduce la Actividad Física. En nuestro país esta oferta es relativamente reciente ya que las primeras experiencias datan de principios de los años 80.
Los objetivos que recoge esta actividad son los siguientes:
Revalorizar su cuerpo.
Conseguir un mayor nivel de autonomía física y psicológica.
Mejorar el equilibrio emocional.
Mejorar la capacidad de adaptación a nuevas situaciones.
Potenciar la sociabilidad.
El abanico de posibilidades en torno a esta edad es bastante grande y entre ellas destaca:
Movimientos gimnásticos.
Gimnasias suaves.
Expresión corporal.
Juegos.
Deportes.
Actividades rítmicas.
Danzas y bailes.
Actividades al aire libre.
Actividades acuáticas.
Relajación.
Nosotros aquí nos vamos a encargar de plasmar una de estas posibilidades que se ofrecen: las actividades rítmicas.
A. El ritmo está en todas partes
El ritmo forma parte de nuestra vida, es una ley universal (ritmo del corazón, ritmo de la respiración, ritmo del quehacer diario...etc.).
Está claro que la música es un elemento muy importante pero si carecemos de ella podemos sustituirla mediante sonidos sonoros de nosotros mismos como las palmadas; también existe la posibilidad de usar elementos que faciliten la creación de determinados ritmos.
B. ¿Qué podemos hacer con la música?
Destacan 3 grandes bloques:
La música como fondo sonoro.
La música como medio de inspiración creativa.
La música como guía melódica.
Respecto a la primera decir que la música nos ayuda a crear el ambiente óptimo que buscamos, el clima adecuado y además con su poder evocador nos predispone a una determinada actitud. Es importante resaltar que no se debe abusar de ella porque puede generar una excesiva dependencia de ella para realizar la práctica. Destacamos como aplicaciones en este bloque la relajación y las actividades que requieran de una cierta activación del participante.
Haciendo referencia al segundo bloque se debe reseñar que la música es un elemento muy válido para desarrollar trabajos de expresión ya que para expresarse no hay límites de edad. La verdad es que es un tema delicado porque hay individuos que se adaptan muy bien a él mientras que otros muestran su total rechazo desde el primer momento. Esto quiere decir que el animador necesita estar vigilante cuando lanza una propuesta de este tipo.
Por último el tercer bloque. La danza es la reina por excelencia de las actividades rítmicas y es capaz de conferir un carácter distensionador, agradable y socializante. Además practicarla permite mantener una cierta condición física, desarrolla conductas psicomotrices, activa la función cardiopulmonar e influye positivamente en los procesos de memorización y coordinación que exige todo trabajo rítmico.
Para nosotros la danza debe ser un medio y no un fin: lo menos destacable e importante es la formalidad en su realización, mientras que lo más interesante es el hecho de que permita integrarse en el grupo a cada uno de los sujetos provocando en ellos una gran satisfacción. En esto el animador juega un papel fundamental ya que debe crear un clima de tranquilidad concediendo el derecho a equivocarse a aquellos que la practican.
C. ¡A mi edad y con estos saltos! ¡Imposible hijo mío!
La adaptación es un elemento importantísimo para que la danza se convierta en un tiempo de ocio y recreación en los ancianos. Debemos tomarnos la licencia de modificar sus normas, de adaptarlas con el fin de que cualquier persona pueda disfrutar de ella. No obstante es justo y necesaria una cierta seriedad o respeto máximo a los orígenes.
Generalizando podemos hablar de tres grandes grupos en la población de la tercera edad:
Personas con buena autonomía física.
Personas con una autonomía física limitada.
Personas de autonomía muy limitada.
El organizador de la tarea debe encargarse de que cualquier miembro de cualquier grupo plasmado arriba sea capaz o tenga la posibilidad de practicarla de algún modo.
D. Paso a paso
Lo primero que tenemos que hacer es elegir una pieza de música bailable y a la vez que pueda ser bailada por gente mayor. Para ello podemos seguir dos vías:
una relacionada con la “pedagogía del modelo”.
otra relacionada con la “pedagogía de la situación”.
En el primer caso el animador hace un trabajo previo de adaptación de la danza conocedor de los límites y posibilidades del grupo. Para enseñarla puede realizar algunas organizaciones espaciales previas sobre todo si la danza presenta una cierta complejidad. También puede acompañar la música con percusiones a fin de trabajar el sentido del ritmo.
En la segunda vía el protagonismo desde el primer momento es de los participantes que deben tomar la iniciativa y desarrollar un trabajo de improvisación. Éste es un procedimiento que garantiza la adaptación pero que exige, a la vez, una cierta madurez del grupo (esto quiere decir que la respuesta ante un planteamiento de este tipo puede ser tanto positivo como negativo).
Bibliografía
Armengolt, N; Moreno, M; Carrogg, M. (2008) Mantenerse en forma de mayor. Paidotribo. Barcelona.
Baur, R; Egeler, R. (2007) Gimnasia, juego y deporte para mayores. Paidotribo. Barcelona.
Delgado, M; Tercedor, P. (2003) Estrategias de intervención en educación para la salud desde la educación física. Inde. Madrid.
Del Riego, M; González, B; (2002) El mantenimiento físico de las personas mayores. Inde. Madrid.
García, M. 1998. (2009) Sociología del deporte. Alianza Editorial. Madrid.
Soler, A. (2009) Practicar ejercicio físico en la vejez. Inde. Madrid.
VVAA. (2002) Guía de hábitos saludables para mayores. Inde. Madrid.
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