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Organización metodológica para el entrenamiento

pliométrico en el macrociclo de entrenamiento

 

Universidad Católica de Goiânia

(Brasil)

Dr. Vidal Palacios Calderón

Edirley Barbosa Araujo Macedo

yendy2005@gmail.com

 

 

 

Resumen

          Las particularidades específicas técnicas del salto en profundidad, su elevado potencial de entrenamiento y las múltiples variantes de ejecución exigen de una organización metodológica al emplear otros ejercicios de saltos durante el macrociclo de entrenamiento. El presente artículo tiene como objetivo principal organizar, desde el punto de vista metodológico, el entrenamiento pliométrico sobre la base de la utilización previa de otros ejercicios de saltos de la preparación de fuerza. En este sentido se propone la organización sistémica de saltos con carácter básico, saltos en profundidad con doble contacto y saltos en profundidad con simple contacto. En el caso de los saltos en profundidad con simple y doble contacto se muestran los ejemplos de la experiencia realizada con un grupo de seis saltadoras juveniles cubanas y de un atleta velocista brasileño realizando la caída del banco.

          Palabras clave: Salto en profundidad. Entrenamiento pliométrico. Potencial de entrenamiento. Preparación de fuerza

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 14 - Nº 135 - Agosto de 2009

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Introducción

    La preparación física de los atletas es uno de los componentes de la preparación del deportista más comprometidos con el rendimiento deportivo y, dentro de esta preparación, la capacidad física fuerza necesita mayor atención a lo largo de todo el ciclo de entrenamiento debido a la gran diversidad de medios y métodos que están al alcance de los entrenadores en cada modalidad y su importancia para la realización exitosa de inúmeras habilidades deportivas. La preparación de fuerza utiliza en su contenido gran diversidad de medios, pero en este artículo el objetivo fundamental está en los ejercicios de salto con especial énfasis en los saltos en profundidad. Es importante señalar que el propósito final de tal preparación de fuerza consiste en realizar los movimientos deportivos en el menor tiempo posible de acuerdo con las exigencias de la actividad competitiva. De aquí la importancia que tiene la correcta organización del entrenamiento de fuerza con la utilización de ejercicios de salto para alcanzar los niveles deseados de potencia muscular en correspondencia con las tareas específicas enmarcadas para las etapas del macrociclo de entrenamiento. Consecuentemente, el salto en profundidad debe ocupar un lugar privilegiado en el contenido del entrenamiento de fuerza ya que representa un ejercicio que permite desarrollar la capacidad reactiva del aparato neuromuscular principalmente en los deportistas de alta calificación en las condiciones de un brusco choque mecánico al impactar con el suelo después de la caída del cuerpo desde una altura previamente determinada. Por tanto, el efecto positivo del uso en el entrenamiento de estos saltos sólo sería posible si se realiza una organización consecuente de los diversos ejercicios de saltos de la preparación de fuerza que preceden su aplicación y, por otro lado se conservan una serie de principios básicos del entrenamiento pliométrico.

Desarrollo

Salto en profundidad

    La técnica de ejecución del salto en profundidad aparenta ser simple, sin embargo es importante tener cuenta una serie de exigencias que dependen de la variante de salto utilizada. Por ejemplo, si utilizamos la variante más sencilla de ejecución, es decir: con doble contacto, el atleta desde una posición inicial parado encima del banco realiza el primer movimiento con una de las piernas al frente y con el comienzo de la caída une la pierna de apoyo a esta primera; se observa en muchos casos atletas con poca experiencia que realizan un movimiento de flexión de la pierna antes de la caída. Esta flexión no sería recomendable pues representa un gasto más de energía para las piernas y no aportan ninguna ventaja para la caída del cuerpo. En este sentido el primer contacto de las piernas con el suelo se realiza con el metatarso del pie y, seguidamente, el apoyo pasa a ser realizado con todo el talón. En este momento los brazos hacen un movimiento simultáneo de hiperextensión durante todo el tiempo que dura la fase excéntrica del ejercicio, y posteriormente, con la extensión de la pierna, (fase concéntrica) se dirigen al frente para ayudar a la elevación del cuerpo en sentido contrario. En caso que sea empleada la segunda variante del salto en profundidad —indicada por Verkhoshanski (1967) y posteriormente por Levchenko(1986)—, es decir, con simple contacto (una pierna) las condiciones para la ejecución del salto cambian completamente ya que el atleta está obligado a realizar una flexión previa con cada una de las piernas en el movimiento de preparación inicial sobre el banco para poder, con esta variante de salto, imitar la técnica del hop, es decir, la primera zancada del salto triple en la mayoría de las variantes de su ejecución (PALACIOS, 2008, 2009)

    No obstante, aquí la flexión no debe ser excesiva y el movimiento simultáneo de los brazos hacia atrás acompaña la fase inicial del salto (flexión). El contacto con el suelo puede ocurrir de dos formas: si pretendemos utilizar esta variante con velocistas es conveniente que el primer contacto con el suelo sea con el metatarso, pero si se trata de atletas de triple salto, entonces sería mejor contactar el suelo con todo la planta del pie.

    Durante la ejecución del salto en profundidad es necesario minimizar la fase de transición desde el régimen excéntrico de contracción muscular al concéntrico. Evidentemente en este caso el tiempo mínimo de conexión depende de la magnitud del desplazamiento angular en la articulación de la rodilla que a su vez es influida por la altura seleccionada para la caída del banco.

¿Cuáles alturas son la más indicadas para realizar el salto?

    En un artículo publicado en la década del ‘60 con el título “¿Are depth jumps useful?” Verkhoshanski (1967) señaló que para obtener un efecto de entrenamiento favorable los saltos en profundidad deben ser realizados desde una altura determinada. En este texto el autor manifestó que para el desarrollo de la capacidad reactiva del aparato neuromuscular era conveniente emplear alturas de caída que oscilen entre 70 y 110 cms. Por otro lado, apuntó que la altura de 75 cms garantizaba la rápida transición del músculo desde el régimen excéntrico de contracción muscular al régimen concéntrico y la altura de 110 cms era responsable del máximo esfuerzo en condiciones de una carga máxima externa. Consecuentemente, los saltos ejecutados desde alturas superiores a 110 cms eran considerados contraproducentes ya que la velocidad del cambio desde la contracción excéntrica a la concéntrica resultaba drásticamente alterada y se perdía el efecto del salto en profundidad. Sin embargo, este planteamiento de Verkhoshanski fue refutado por Dursenev y Raevsky, citados por Adams (1984) quienes realizaron experimentos donde los sujetos caían desde alturas de 200 y 320 cm. Esta investigación demostró que el salto desde las mencionadas alturas sin un posterior rebote produce un resultado óptimo. Bajo estas condiciones el atleta adquiere la capacidad para desarrollar una breve tensión muscular (en un rango de 0.037 a 0.061 seg.) durante la cual, la fuerza alcanza valores que parecen fantásticos a primera vista, pues fluctúan entre 1500 y 3500 Kg, es decir, exceden el peso corporal del atleta en 20 veces y más. Debemos aclarar que estas alturas sólo serían posibles realizando el salto en profundidad con doble contacto y sin un posterior rebote, porque si es utilizada cualquiera de las variantes del salto en profundidad con una pierna a partir de las alturas citadas el riesgo de lesión es muy alto además de que desde el punto de vista dinámico y cinemático no corresponde con las características del ejercicio deportivo principal.

    Kachaev (1985) indicó que el aumento de la resistencia (la altura de la caída del salto) influyó sobre la redistribución de las cualidades de potencia con cada uno de los componentes (fuerza – velocidad), desempeñando un papel variado. Cuando la resistencia fue aumentada desde el 70 al 95%, la contribución del componente velocidad fue superior al del componente de fuerza. Un incremento desde el 105 hasta 130 % indicó una contribución mayor del componente fuerza (del 74 hasta el 76%), mientras el aporte del componente velocidad bajó al 24 – 26%. La relación entre los dos componentes permitió determinar que para la mayoría de los atletas la altura óptima para el desarrollo de ambos en el salto en profundidad se encuentra en un rango entre el 70 y el 130 %.

    Verkhoshanski (1989) precisó que una altura menor produce máxima velocidad en la transición desde el trabajo excéntrico al concéntrico, mientras la mayor altura corresponde con la fuerza máxima dinámica. El autor llegó a la conclusión que alturas inferiores a 80 cms son apropiadas para niños y principiantes, mientras que alturas superiores a 80- 110 cms son más efectivas para atletas maduros.

    El resultado de un estudio realizado por Mesa (2003) con 6 saltadoras juveniles cubanas de salto largo y salto triple ejecutando el salto en profundidad con simple contacto (una pierna) demostró que la altura de la caída del banco se encontró en los límites de los 40 y 60 cms respectivamente (Véase gráfico 1). La caída en este estudio fue acompañada con la realización de un posterior salto largo hacia el cajón de arena. A partir de la altura de 60 cms el resultado del segundo salto disminuyó en 9 cms hacia la altura de 80 cms para la pierna izquierda y en 11cms para la pierna derecha de la altura de 40 cms para la altura de 80cms.

 

    Los resultados mostrados en el Gráfico 1 atestiguan la necesidad de un enfoque individual para la selección de la altura de caída del banco, muy en particular para las mujeres cuando el salto es realizado con simple contacto.

    Los resultados de la ejecución del salto en profundidad con simple contacto y el rebote por encima de una valla después de la caída demostró que la altura óptima para el salto debe estar en los límites de 60 y 80cms respectivamente ya que los resultados decrecieron para cada una de las piernas cuando la altura de la caída se incrementó hasta los100 cms (Véase gráfico 2).

    Es importante señalar que la mayoría de los estudios realizados sobre las alturas de la caída ejecutando saltos en profundidad han sido con deportistas del sexo masculino y en todos los casos aplicando la variante de salto con doble contacto (dos piernas) y no el salto con simple contacto como experimentó Verkhoshanski en la década del 60. Por tanto, el límite máximo de las alturas de la caída para las saltadoras en este estudio es de 40cms y 80cms respectivamente según los valores obtenidos del salto en los gráficos 1 y 2.

    La definición de la altura de la caída del banco necesita todavía de investigaciones más profundas debido a las diferencias individuales encontradas en los deportistas. Un ejemplo claro al respecto son los resultados de un test de salto en profundidad realizado con el campeón brasileño de los juegos universitarios de Goiás en el mes de mayo del 2009 en la distancia de 100 y 200 m. En la tabla 1 se observa cómo a partir de la altura de 40cms y hasta la altura de 156 cms el velocista brasileño consiguió superar en el rebote una valla situada a la altura de 115 cms. Sin embargo, en el transcurso de las mediciones se apreció que el atleta hacía contacto con la parte superior de la valla a partir de los 117 cms, es decir, a partir del sexto escalón.

Tabla 1. Resultados del salto en profundidad con doble contacto del velocista Goianio en las distancias de 100 y 200m planos, Edirley Barbosa

Número
de escalones

Alturas de
la caída

Alturas superadas
en el rebote

Distancia del banco
a la valla

2

40 cms

115 cms

 

3

59 cms

115 cms

 

4

78 cms

115 cms

205 cms

5

98 cms

115 cms

205 cms

6

117 cms

115 cms

222 cms

7

137 cms

115 cms

233 cms

8

156 cms

115 cms

233 cms

    El análisis de los resultados mostrados en la tabla permitió constatar que:

  • A partir de la altura de 156 cms fue imposible saltar por encima de la valla situada a una altura de 115 cms;

  • En la medida que la altura aumentaba se notó que este velocista necesitó de más tiempo para concentrarse en cada uno de los intentos e incluso analizar las posibles correcciones de la distancia desde el banco hasta el obstáculo a superar (valla). Estas correcciones fueron inevitables a partir de la altura de 78 cms, aumentando la distancia en 17 cms a partir de la altura de 98 cms hasta la altura de 117 cms y de esta en 11 cms hasta la altura definitiva conseguida por el atleta que fue de 156 cms. Por tanto, podemos concluir que a medida que aumenta la altura de la caída del banco la distancia de este hasta el obstáculo a superar debe ser todavía mayor.

  • Las mayores dificultades para superar la altura de 115 cms de acuerdo con las observaciones realizadas fueron a partir de la altura de 117 cms a pesar de que el atleta consiguió superar los 115 cms en las últimas dos alturas experimentadas.

    Estos resultados se suman a los obtenidos en otras muchas investigaciones relacionadas con la altura de la caída del banco y corroboran los experimentos conducidos por Zatsiorski (1997) en los que se demostraron las variaciones poco significativas en el rebote cuando las alturas de la caída eran aumentadas de forma gradual. En el análisis de la tabla anterior se observa cómo desde la altura de 40cms y hasta la de 156 cms el atleta pudo realizar el rebote por encima de la valla situada a 115 cms, es decir, superior a la última altura oficial para la carrera de 110m con valla (106.7cms). Este ejemplo apunta una vez más hacia un enfoque individual para la selección de la altura del banco. Por otro lado, se confirma que estas alturas son posibles solamente cuando el salto en profundidad se realiza con doble contacto (dos piernas) conforme las observaciones directas realizadas a cada uno de los intentos del velocista brasileño y las inevitables correcciones que necesitó para calcular la distancia desde el banco hasta la valla.

    Por otro lado, muchos factores deben tenerse en cuenta a la hora de seleccionar las alturas de la caída del banco tanto para la variante con simple contacto como para la variante con doble contacto (Véase Esquema 1).

    En este esquema es evidente que la selección de la altura para la caída del banco en cada caso particular depende en gran medida de la etapa de entrenamiento en que se encuentra el atleta, es decir, la altura para la caída puede ser incrementada a medida que el deportista se encuentre más próximo a la etapa competitiva. Por eso recomendamos utilizar la mayor altura de la caída del banco al final de la etapa especial de preparación del periodo preparatorio.

    Esta recomendación representa un elemento de gran importancia que los entrenadores deben tomar en consideración para evitar posibles lesiones en sus atletas. En este sentido debemos señalar que la mayor altura para la caída estará precedida de una base previa de ejercicios básicos de la preparación de fuerza aplicados durante la etapa general de preparación. Estos ejercicios, que sirven de cimiento para la utilización de los saltos en profundidad, poseen un menor potencial de entrenamiento en comparación con los saltos en profundidad. Por tanto, es sumamente importante que los entrenadores conozcan la gran diversidad de ejercicios de saltos que pueden ser utilizados antes de comenzar la práctica con los saltos en profundidad.

    En este sentido recomendamos utilizar en la etapa previa del fundamento básico los siguientes ejercicios de saltos:

  1. Saltos ranas con un volumen entre 10 y 30 despegues en la serie con intensidad baja;

  2. Saltos sobre vallas principalmente utilizando las alturas de 76,2 cms y 84 cms. Sin embargo, recomendamos utilizar en la serie más de 15 vallas.

  3. Saltos al banco seleccionando una altura de acuerdo con las particularidades individuales de los atletas;

  4. Consecutivos hop en una distancia de 40-50 m;

  5. Consecutivos step en una distancia de hasta 60-70 m;

  6. Skipping, hop y saltos alternos subiendo una pendiente;

  7. Cuclillas con pesos utilizando el 40-60% del máximo de 1RM;

  8. Saltos con halteras de 32 kg.

    Por lo general, todos estos ejercicios son empleados con un volumen grande. Sin embargo, en la etapa de preparación especial con vista a introducir los saltos en profundidad el entrenador puede aumentar la intensidad de cada ejercicio variando la altura en el caso de los saltos verticales y del tiempo de ejecución (tanto para los verticales como para los horizontales).

    Otro aspecto de gran importancia es la experiencia competitiva de los deportistas. Cuanto mayor sea esa experiencia las alturas pueden ser superiores. Por ejemplo, un atleta que se encuentre en la etapa de máxima realización de sus posibilidades individuales luego de muchos años de entrenamiento es un competidor más maduro y, por tanto, la preparación que poseen sus músculos, huesos y articulaciones puede soportar sobrecargas con mayor impacto de choque como es el caso de los saltos en profundidad.

    De igual modo, la altura escogida para la caída del banco depende del sexo y edad de los atletas. En los atletas del sexo masculino la altura de la caída del banco es mayor en cualquier nivel de entrenamiento. Las investigaciones para las deportistas del sexo femenino son muy escasas en la literatura especializada.

    Para determinar la altura de caída del banco es importante tener en cuenta la calificación de los atletas. Por eso en los atletas de alta calificación, con un nivel elevado de las cualidades fuerza velocidad, esta altura aumenta hasta alcanzar los máximos particulares de cada atleta.

    También debemos señalar que la altura para la caída varía con relación a la modalidad deportiva practicada. Por ejemplo, algunos especialistas rusos consideran que en los practicantes de triple salto, por lo general, la altura de caída puede llegar hasta 150 cms con la variante de simple contacto (LEVCHENKO, 1986).

    Consideramos importante detenernos en este aspecto ya que en ocasiones los entrenadores no lo tienen en cuenta durante la práctica con los saltos en profundidad. Son numerosos los artículos publicados sobre la altura que debe ser utilizada para ejecutar los saltos en profundidad. Sin embargo, las alturas que exceden los 100 cms, por lo general, han sido recomendadas por algunos especialistas para deportistas de alta calificación y muy en especial para aquellos que se especializan en triple salto. Entonces, ¿Por qué utilizar semejantes alturas con escolares e incluso con juveniles de variadas modalidades deportivas que se encuentran aún en las primeras etapas de un entrenamiento de muchos años? Debemos aclarar que los saltos en profundidad son contraindicados en estas edades por el efecto tan fuerte que ocasionan sobre el Sistema Nervioso Central y por la alta probabilidad de producir lesiones. Sabemos las grandes exigencias impuestas a los deportistas para alcanzar elevados resultados desde las primeras etapas del entrenamiento ya que en muchos casos los entrenadores son evaluados por los resultados deportivos de sus discípulos. Sin embargo, esto no debe ser un motivo para el uso inadecuado de medios con un alto potencial de preparación en las primeras etapas de un entrenamiento de muchos años. Por eso es importante que los entrenadores den prioridad a otros medios de la preparación de fuerza, como los citados anteriormente, y dejen los saltos en profundidad como un medio especial de reserva para el aumento del nivel de entrenamiento y resultados deportivos en las etapas más avanzadas de la preparación.

    Es sumamente importante señalar la interdependencia entre las alturas seleccionadas de la caída y las variantes de saltos en profundidad que pudieran ser empleadas. En este sentido si la altura de la caída seleccionada es considerable, debemos utilizar la variante de salto en profundidad con doble contacto donde los ejercicios pudieran ser: a) caída y ejecución del despegue por encima de uno o varios obstáculos (valla, varilla de salto en altura, cuerda), b) caída y alcanzar un objeto colgado con la mano encima del lugar del despegue y, c) la ejecución del salto en profundidad con contrapesos adicionales en forma de cinturón y plomadas en los tobillos. En este último caso reiteramos que la altura no debe sobrepasar los 40 cms

    En fin, estas son las variantes que recomendamos para que los principiantes, es decir, los deportistas que comienzan la práctica de este tipo de salto, se familiaricen con la variante principal del salto en profundidad porque, además, son las más convenientes para el comienzo de la etapa de preparación especial al ser realizadas con las dos piernas. No obstante, recordamos que la utilización de contrapesos sólo es conveniente para atletas de alta calificación. Por otro lado, cuando la altura de la caída es menor, podemos emplear el salto en profundidad con simple contacto, es decir, el atleta imita la técnica del hop (primera zancada en el triple salto) y seguidamente, se sobrepasa un obstáculo o se realiza un salto en longitud hacia el cajón de arena. Esta variante de salto con simple contacto tiene otras formas más intensas de ejecución que son realizadas con una previa carrera de aproximación (PALACIOS, 2009).

Frecuencia y lugar de los saltos en profundidad en el macrociclo de entrenamiento

    La frecuencia del empleo de los saltos en profundidad durante el entrenamiento, y muy en particular en los microciclos, merece de una detallada explicación.

    Según Levchenko (1991) los saltos en profundidad deben ser utilizados dos o tres veces a la semana después del trabajo principal del entrenamiento. Otros autores como Verkhoshanski (1989) y Katsar (1994) consideran que los saltos deben ser utilizados dos veces a la semana. Sin embargo, se debe prestar atención a que esta frecuencia depende en gran medida del nivel de preparación del atleta y de la etapa en que se encuentre, lo que al mismo tiempo guarda un vínculo estrecho con los objetivos trazados para la etapa y la obtención de los efectos de entrenamiento acumulativos específicos.

    En este contexto Verkhoshanski (1989) planteó la necesidad de poseer un fundamento básico de entrenamiento de fuerza como requisito imprescindible para comenzar la práctica del salto en profundidad pues su mayor beneficio se alcanza cuando se combinan con otros medios que posean un carácter velocidad – fuerza y reactivo explosivo. Por eso deben ser utilizados principalmente al final de la etapa de preparación de fuerza o al final del período preparatorio de entrenamiento. Este mismo punto de vista fue adoptado por Levchenko (1986) al plantear que los saltos en profundidad deben ocupar un lugar destacado en las etapas especiales y siempre serán incluidos cuando otros medios de la preparación velocidad – fuerza haya preparado al aparato motor de apoyo para las cargas de choque y en esencia su potencial de entrenamiento se encuentre disminuido.

    Asimismo Swardt (1997) indica que la práctica debe ser introducida después de una base favorable de resistencia y de fuerza-resistencia. En el período competitivo, según este autor, los saltos en profundidad son empleados para el aumento inminente del nivel de preparación velocidad-fuerza (por ejemplo, en la etapa de preparación precompetitiva).

    Los planteamientos anteriores permiten constatar el elevado potencial de adiestramiento que poseen los saltos en profundidad. Esta situación exige de un razonamiento lógico que contemple su correcta ubicación en el ciclo anual de preparación de manera que su utilización se encuentre precedida de sólida una base de entrenamiento de fuerza y resistencia. Esto permite evitar cualquier tipo de lesión en los deportistas durante la práctica de los saltos en profundidad.

    Por eso es de suma importancia conservar un conjunto de principios para la organización del entrenamiento de fuerza. Sin embargo, para los objetivos de este artículo y los sistemas propuestos el principio sucesivo-conjugado para la distribución de la carga de fuerza merece especial atención.

Principio sucesivo-conjugado

    La esencia de este principio consiste en sobreponer las influencias de entrenamiento más intensas y específicas de los ejercicios de la preparación de fuerza sobre las huellas de la adaptación de un trabajo anterior de menor intensidad (VERKHOSHANSKI, 1985, 1989). Se manifiesta a través de la organización sucesiva conjugada de las cargas con diferente finalidad, donde la introducción al entrenamiento de los diversos ejercicios de fuerza se realiza de acuerdo con el potencial de entrenamiento que cada uno posee. La idea principal de este principio se muestra en el Esquema 2. No obstante, es importante señalar en este esquema que la utilización precoz de un ejercicio de fuerza con un potencial de entrenamiento muy elevado, como es el caso de los saltos en profundidad, no es conveniente pues rompe el curso de los procesos de adaptación. Por eso primero son utilizados en la siguiente secuencia: a) ejercicios

    De saltos con baja intensidad y alto volumen, b) ejercicios con pesas, c) saltos con halteras y finalmente, d) se introducen en el entrenamiento los saltos en profundidad.

    Por tanto, en la primera etapa de preparación general deben ser empleados los ejercicios que posean un menor potencial de entrenamiento y posteriormente en las etapas específica y competitiva de la preparación incluir los saltos en profundidad y sus variantes de ejecución. Este es un principio que será considerado estrictamente en la organización metodológica de entrenamiento que proponemos en este artículo.

Organización metodológica para el entrenamiento pliométrico

    El sistema de saltos propuesto está destinado al desarrollo de la potencia de los deportistas de alta calificación durante el ciclo de entrenamiento anual y tiene en cuenta, principalmente, el potencial de entrenamiento de cada tipo de ejercicio que forma parte del sistema. En primer lugar debemos aclarar que los deportistas antes de comenzar el entrenamiento de fuerza utilizando los saltos con simple contacto (una pierna) deben desarrollar una preparación previa de los músculos de las extremidades inferiores aplicando ejercicios con pesas. De ninguna manera es permisible realizar un trabajo inverso. La experiencia en el trabajo con atletas saltadores y velocistas demuestra que solamente es posible realizar los despegues con una pierna como: los consecutivos hop con cada piernas, triple hop, saltos con simple contacto sobre un obstáculo y los saltos en profundidad cuando los atletas han podido dominar su peso corporal a partir de un entrenamiento sistematizado con los correspondientes métodos para desarrollar las manifestaciones de fuerza de los músculos de los miembros inferiores.

    En la organización metodológica que proponemos aparecen en primera instancia los saltos básicos que, como su nombre indica, son los utilizados para crear el fundamento que permitirá el posterior empleo de los saltos en profundidad. La característica fundamental de estos saltos radica en el progresivo aumento de la intensidad de ejecución y en el alto volumen de trabajo que puede conseguirse con cada variante; es decir, su objetivo es desarrollar la fuerza resistencia de los atletas a partir de una distancia mayor o tiempo de ejecución más duradero. Por otro lado ellos contribuyen al desarrollo de la fuerza explosiva de los músculos al aumentar la intensidad de ejecución y, por consiguiente, el esfuerzo muscular tiene un suministro energético aláctico anaeróbico. (Véase Esquema 3).

    En el primer caso para desarrollar la fuerza resistencia debemos utilizar como procedimiento fundamental llegar hasta el rechazo, y en el segundo caso, el la repetición es fundamental durante el empleo de ejercicios con mayor potencia de esfuerzo muscular. En este sentido, muchos de estos saltos básicos -en dependencia del régimen de trabajo muscular, abastecimiento energético de la actividad y estructura exterior del movimiento- pueden tener un carácter más específico. Por eso el término básico resulta relativo en función de los objetivos y formas de ejecución de los saltos. Por ejemplo, la ejecución de saltos hopconsecutivos, con más de 25 despegues, persigue desarrollar la resistencia de fuerza. Sin embargo, si los utilizamos en menor volumen y con registro del tiempo, es decir, en una distancia de 10 m o 10 saltos hop, evidentemente la dirección del entrenamiento cambia y el suministro energético de la actividad es garantizado por medio del mecanismo aláctico anaeróbico de resíntesis de ATP.

    Con relación a la secuencia de empleo de los saltos en este sistema es importante aclarar que primeramente se deben utilizar los saltos verticales y a continuación los saltos los horizontales que exigen desplazamientos. Es meritorio destacar el empleo inicial de los saltos con doble contacto y después con simple contacto durante la estructuración del sistema.

    Por último, queremos apuntar que en esta etapa previa pueden ser combinados los ejercicios con pesas con los ejercicios básicos propuestos, aunque siempre considerando el por ciento para el desarrollo de la fuerza resistencia y de la fuerza rápida en dependencia del peso máximo (1 RM) en el ejercicio utilizado como test para evaluar la fuerza máxima de las extremidades inferiores.

    En fin, el sistema de saltos básicos debe ocupar un lugar destacado durante toda la etapa de preparación física general.

    Al final de la etapa de preparación general y durante la de preparación especial debemos comenzar con la práctica de los saltos en profundidad. En este sentido los saltos en profundidad pueden ser ejecutados de diversas formas durante las etapas del macrociclo de entrenamiento. Por esa razón la organización metodológica para emplear estos saltos incluye dos variantes fundamentales con múltiples posibilidades de realización (PALACIOS, 2008, 2009). Sin embargo, estas variantes deben ser cuidadosamente distribuidas a lo largo del macrociclo de entrenamiento en correspondencia con su potencial de entrenamiento. Por tanto, la secuencia que recomendamos es la siguiente:

  1. Saltos en profundidad con doble contacto

  2. Saltos en profundidad con simple contacto

    En el primer caso, con la ejecución del salto en profundidad con doble contacto debe ser empleada la siguiente secuencia:

  • Caída del banco y después saltar una valla;

  • Caída del banco y después saltar de forma consecutiva dos vallas. La segunda valla colocada a un mayor altura;

  • Caída del banco y, en el rebote, tocar un objeto colgado sobre el lugar del despegue;

  • Caída del banco con pesos adicionales en los tobillos y en la cintura

    En el segundo caso, con la ejecución del salto en profundidad con simple contacto se debe aplicar la siguiente secuencia:

  • Salto en profundidad imitando la técnica del hop e inmediatamente ejecutar un salto en largo al cajón de arena;

  • Salto en profundidad realizando un triple salto parado;

  • Salto en profundidad realizando un triple hop con las pierna izquierda y derecha;

  • Salto en profundidad imitando la técnica del hopy después saltar por encima de una valla;

  • Salto en profundidad con tres pasos de aproximación imitando la técnica del hop y realizar un salto en largo hacia el cajón de arena;

  • Salto en profundidad con tres pasos de carrera de aproximación y realizar un triple salto;

  • Salto en profundidad con tres pasos de aproximación y realizar un triple hop con cada una de las piernas;

  • Salto en profundidad con tres pasos de carrera de aproximación imitando la técnica del hop y saltar por encima de una valla.

    En estas variantes de saltos las diversas alturas del banco se van incrementando a partir de 20 cms hasta 100 cms de acuerdo con la calificación del atleta, pues en algunos casos, según lo planteado en la bibliografía, esta puede ser un poco mayor para el sexo masculino y, por eso, deben ser aplicadas para estimular los esfuerzos máximos en presencia de los saltos en profundidad (BOMPA, 2004).

    Un ejemplo de la organización de los saltos en profundidad con doble contacto se muestra en el Esquema 4. En el mismo se observa su ejecución desde alturas que van desde los 20 cms hasta los 100 cms incluyendo el salto con contrapesos adicionales. Sin embargo, el salto en profundidad con contrapesos adicionales es un medio que debe ser utilizado con mucha cautela, por lo que sugerimos que la altura no sea superior a los 60 cms. Es importante aclarar que esta variante de salto en profundidad con doble contacto debe anteceder a la variante de salto con simple contacto a continuación del entrenamiento básico preliminar.

    También, como fue explicado en el sistema de saltos con carácter básico, es posible el empleo de ejercicios con pesas para estimular los esfuerzos explosivos y máximos de los deportistas. Consecuentemente, el contrapeso elegido debe estar en correspondencia con este objetivo, es decir, entre el 50 - 70% para el primer caso y del 90 - 100% del peso máximo para el segundo; o sea, cuando se apliquen alturas del banco por encima de los 80 cms.

    En el Esquema 5 se muestra el sistema del salto en profundidad con simple contacto. La inclusión del mismo debe ocurrir a mediados y al final de la etapa de preparación física especial pues posee mayor potencial de entrenamiento. Aclaramos que el potencial de entrenamiento de un ejercicio está determinado por su influencia sobre el organismo de los deportistas (VERKHOSHANSKI, 1985) Este tipo de saltos se mantiene con un volumen alto en el transcurso de toda esta etapa y durante la etapa competitiva. Sin embargo, en esta última deben ser excluidos del entrenamiento a 10 - 14 días de la competencia fundamental (LEVCHENKO, 1986).

    Las variantes a emplear de forma sucesiva estarán en correspondencia no solo con el potencial de entrenamiento, sino también con las alturas que pueden ser seleccionadas en cada una de ellas. En el sistema especificamos las alturas recomendadas para esta variante de salto en profundidad de acuerdo con el desempeño alcanzado en la etapa anterior con la variante de salto en profundidad con doble contacto. Es importante indicar que el uso de contrapesos en este caso sólo es recomendable para las alturas de 20 y 40 cms respectivamente.

    El salto en profundidad con simple contacto permite una carrera de aproximación de 3 - 4 pasos aproximadamente, pero sólo para las alturas de la caída de 20 y 40 cms como se muestra en el esquema.

    Por otro lado, las variantes de ejecución de este ejercicio con carrera de aproximación después que la pierna de despegue realice su extensión activa o abandone el banco, son todas las citadas anteriormente para esta variante de salto, aunque siempre respetando el volumen de trabajo y las correspondientes pausas de descanso entre las repeticiones. Estos ejercicios también pueden ser combinados con ejercicios con las pesas. Sin embargo, el contrapeso, en este caso, debe corresponderse con la manifestación de los esfuerzos explosivos de los músculos de las extremidades inferiores y, por eso, estará en los límites del 50-70% del resultado máximo.

Consideraciones finales

    La organización metodológica del entrenamiento pliométrico con ejercicios de salto y saltos en profundidad representa una herramienta práctica puesta al servicio de los entrenadores de varias modalidades deportivas. Permite la creación de una base sólida de fuerza con ejercicios de salto con un carácter básico en una secuencia donde los saltos con doble contacto y con despegue vertical son utilizados antes de los saltos con simple contacto con despegue horizontal. Este trabajo previo es imprescindible para la inclusión de las variantes de saltos en profundidad con simple y doble contacto en las correspondientes etapas de la preparación y siempre aplicando una combinación progresiva racional de las diferentes alturas para la caída del banco. En todos los sistemas de la organización metodológica propuesta, el principio sucesivo conjugado es una exigencia obligatoria para conseguir los efectos acumulativos positivos de la carga de fuerza, que tiene como resultado final el desarrollo de la potencia muscular en las condiciones específicas de la actividad competitiva. Sin embargo, es importante recordar que el entrenamiento de fuerza empleando pesos es un requisito indispensable a considerar antes de la realización de cualquier ejercicio de salto con simple contacto de los propuestos en los correspondientes sistemas.

Bibliogafía

  • ADAMS, T. An investigation of selected plyometric training exercises on muscular leg strength and power. Track and Field, v 1, n.39, p.36, 1984.

  • BOMPA, T. Treinamento de potência para o esporte. Phorte Editora. 1ra Edição Brasileira, 2004.

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revista digital · Año 14 · N° 135 | Buenos Aires, Agosto de 2009  
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