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Preparación del deportista ante el ejercicio 

físico: precooling y calentamiento

 

Maestro especialista en Educación Física

(España)

Manuel Jesús Santiago Palacios

ediur_1986@hotmail.com

 

 

 

Resumen

          El deporte, con el paso de los años, ha ido evolucionando hasta convertirse en la actualidad en un fenómeno socio-cultural que cuenta con varias dimensiones (deporte educativo-formativo, deporte rendimiento, deporte espectáculo, deporte para todos...etc.) y que tienen gran repercusión en la sociedad

          Para abordar este trabajo, tomaremos como punto de referencia el deporte rendimiento-competición, donde las exigencias que se canalizan hacia los deportistas alcanzan su máxima expresión. Es así, como las ciencias del deporte nutriéndose de distintos campos del saber, tratan de dar respuesta a cuantas demandas se derivan de la búsqueda del máximo rendimiento deportivo.

          De este modo, existen numerosas líneas de investigación que dan lugar a la aparición de nuevos materiales, métodos de entrenamiento, sustancias ergogénicas... etc que contribuyen a la mejora de la marca en distintas disciplinas deportivas.

Muchos atletas ven en estos avances, una oportunidad para contribuir junto con el entrenamiento, a la mejora de su rendimiento.

          Palabras clave: Deporte. Rendimiento. Entrenamiento. Marca

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 14 - Nº 134 - Julio de 2009

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I.     Introducción

    Resulta obvio comentar como al realizar deporte, incrementamos la temperatura central del organismo, debido a la contracción de la musculatura, por lo que el cuerpo libera ese exceso de calor a través de la piel, por ello, se produce un “robo de sangre desde los músculos hacia ciertos sectores de la piel” (Palavecino, 2002) con la consecuente aparición de fatiga muscular.

    Algunos estudios muestran como el enfriamiento a través de chalecos refrigerantes (con hielo), puede suponer una buena opción para conseguir un incremento del rendimiento en distintas disciplinas deportivas [1,2,3].

    Existen diferentes agentes o métodos de enfriamiento, siendo las bolsas de hielo, el más efectivo en el descenso de la temperatura central del organismo [4].

    Sin embargo, Hunter, Hopkins, Douglas y Casa (2006) observaron un descenso del nivel de rendimiento en cuanto a potencia muscular generada y en los niveles de resistencia, en estudios que emplearon la aplicación del hielo como método de reducción de la temperatura central.

    El propósito del presente trabajo, es determinar cuales pueden ser los factores que determinen que la aplicación de frío aumente o disminuya el rendimiento deportivo a la par de realizar un análisis de las mejoras del rendimiento (si las hubiera) en una prueba de resistencia aeróbica.

II.     Materiales y métodos

    Trece sujetos saludables (21 ± 4), deportistas y con importantes conocimientos sobre las ciencias del ejercicio (8 chicos y 5 chicas) fueron informados acerca de la prueba a realizar dando éstos su consentimiento por escrito.

    Para analizar la existencia de rendimiento en cuanto a resistencia aeróbica con la aplicación de frío, se realizó el Test Course Navette en dos ocasiones.

    Nos decantamos por este test debido a su validez, (recordemos que está validado por organismos tan importantes como el Colegio Americano de Medicina Deportiva (ACSM), fiabilidad (r=84) y obtención del máximo consumo de oxígeno de manera indirecta [8].

    El material utilizado para provocar el enfriamiento del organismo fueron bolsas de hielo, que se aplicaron en distintas zonas del cuerpo (53, 8 % en el torso y 46,2% en extremidades inferiores).

    En cuanto a la primera prueba, se realizó un calentamiento previo de 10 minutos de duración, seguido de la realización del test.

    Ya en la segunda ocasión, se destino el mismo tiempo para el calentamiento, pero en esta ocasión, se aplicaron las bolsas de hielo a los deportistas durante 9 minutos y posteriormente se inició el test.

    Otro instrumento utilizado para la estimación de la percepción del esfuerzo fue la Escala de Borg.

    En el registro de la frecuencia cardiaca se utilizaron pulsómetros Polar F4.

    Nuestra hipótesis supone que al aplicar hielo se reducirá la temperatura del organismo, y por ende, una vasoconstricción de los tejidos cutáneos [2,4], que dará lugar a una mayor disponibilidad de flujo sanguíneo para los músculos, lo que se podría traducir en mayor capacidad del músculo para eliminar los productos resultantes del metabolismo aeróbico y así, reducir la sensación de fatiga.

III.     Resultados

    En la realización de las pruebas hubo un margen de tres días, realizándose ambas a similares condiciones de hora y temperatura.

    Como comentamos anteriormente, la aplicación de hielo se hizo a dos niveles (extremidades y torso).

    Además se anotaron el VO2 max, la frecuencia cardiaca post-ejercicio y la percepción subjetiva del esfuerzo mediante la Escala de Borg.

    A continuación se resume los datos obtenidos en ambas pruebas:

Tabla 1. Parámetros y características de los sujetos en la primera prueba.

Primera prueba de Course Navette

Sujeto

FC post

Periodo

Velocidad (km/h)

Aplicación de hielo

VO2 max (ml/kg/min)

Percepción del esfuerzo (Borg)

Sujeto 1

186

11

13,5

No

48,347

17 muy fuerte

Sujeto 2

174

9

12,5

No

40,245

14 fuerte

Sujeto 3

162

6

11

No

31,587

16 fuerte

Sujeto 4

168

7

11,5

No

31,817

15 fuerte

Sujeto 5

180

9

12,5

No

37,425

18 muy fuerte

Sujeto 6

174

6

11

No

29,952

16 fuerte

Sujeto 7

162

7

11,5

No

34,945

15 fuerte

Sujeto 8

186

10

13

No

43,665

18 muy fuerte

Sujeto 9

168

8

12

No

38,295

17 muy fuerte

Sujeto 10

174

8

12

No

35,313

15 fuerte

Sujeto 11

174

9

12,5

No

40,685

14 fuerte

Sujeto 12

192

11

13,5

No

48,357

18 muy fuerte

Sujeto 13

162

7

11,5

No

34,947

15 fuerte

 

Tabla 2. Parámetros y características de los sujetos en la segunda prueba

Segunda prueba de Course Navette

Sujetos

FC post

Periodo

Velocidad (km/h)

Aplicación de hielo

VO2 max (ml/kg/min)

Percepción del esfuerzo (Borg)

Sujeto 1

192

11,5

13,5

Torso

48,347

16 muy fuerte

Sujeto 2

174

9

12,5

Torso

40,245

14 fuerte

Sujeto 3

168

6,5

11

Torso

31,587

15 fuerte

Sujeto 4

168

7

11,5

Torso

31,817

15 fuerte

Sujeto 5

180

9

12,5

Torso

37,425

17 muy fuerte

Sujeto 6

180

6,5

11

Torso

29,952

15 fuerte

Sujeto 7

162

7

11,5

Torso

34,945

15 fuerte

Sujeto 8

186

10

13

Extremidades

43,665

18 muy fuerte

Sujeto 9

168

8

12

Extremidades

38,295

16 muy fuerte

Sujeto 10

174

8

12

Extremidades

35,313

15 fuerte

Sujeto 11

174

9

12,5

Extremidades

40,685

14 fuerte

Sujeto 12

192

10,5

13,5

Extremidades

48,352

17 fuerte

Sujeto 13

162

7

11,5

Extremidades

34,947

15 fuerte

IV.     Discusión

    En cuanto al rendimiento, se produjo un aumento como tónica general en aquellos deportistas a los que se les aplicó hielo a nivel del torso, mientras que en aquellos deportistas a los que se les aplicó hielo a nivel de las extremidades inferiores no experimentaron tales mejoras del rendimiento e incluso hubo casos en los que descendieron tales niveles. Esto puede ser debido a que los deportistas a los que se les aplicó hielo en el torso experimentaron un descenso de su temperatura central, mientras que a los que se les aplicó hielo sobre las extremidades inferiores pudieron experimentar un descenso de las propiedades contráctiles de los principales grupos musculares que se reclutan para esta prueba como se ha demostrado en estudios anteriores [3,6].

    Atendiendo a la frecuencia cardiaca con la que terminaron la prueba no existe una relación directa entre aplicación de hielo y descenso de la frecuencia cardiaca, se observó que aquellos deportistas que terminaron la prueba en la segunda ocasión con mayor frecuencia cardiaca además también habían experimentado un mayor rendimiento que en la primera ocasión, por lo que dicho aumento se considera lógico.

    En cuanto al consumo máximo de oxígeno, no hubo diferencias entre la prueba realizada al inicio que la realizada en segundo lugar con aplicación de hielo, al igual que ocurría en otros estudios como el realizado por Hunter et al. (2006).

    Por último centrándonos en la percepción subjetiva del esfuerzo, en la mayoría de los deportistas se experimentó un nivel de esfuerzo realizado menor o igual que el realizado en la primera prueba, aun habiendo mejorado el rendimiento en algunos casos.

    Creemos que en el futuro debería de analizarse con mayor rigor el efecto de la aplicación de hielo en el calentamiento del deportista para así poder aplicarlo en la práctica deportiva y posiblemente mejorar en cierta medida el rendimiento. Además podría trasladarse tales conocimientos a otros ámbitos fuera del deportivo, como el laboral, donde en ocasiones se exige un gran esfuerzo físico en condiciones de alta temperatura y/o humedad.

    Por último, comentar que hubiera resultado interesante a la par que hubiera aportado mayor rigor a nuestro trabajo el realizar los cálculos de manera directa como en el caso del VO2 max, y también analizar un análisis de lactato en sangre en ambas pruebas, para comprobar si efectivamente existieran variaciones en función de la aplicación de hielo o no.

V.     Conclusión

    Nuestro trabajo no tiene otro propósito que el de demostrar posibles beneficios del hielo dentro el ámbito del rendimiento deportivo, así como determinar las posibles variantes que determinan el que su aplicación resulte positiva adquiriendo mejoras de rendimiento o por el contrario, descienda tal nivel de rendimiento.

    Por lo tanto, nuestros datos muestran que la aplicación de hielo en el torso provocaría un descenso de la temperatura central del deportista aumentando las posibilidades de mejora del rendimiento así como de la percepción del esfuerzo. Además, se desprende de este estudio que la aplicación de hielo en combinación con un calentamiento adecuado a la disciplina deportiva a desarrollar, puede resultar beneficioso tanto a nivel de stress del deportista como a niveles de marca deportiva.

Bibliografía

  1. HUNTER, I; HOPKINS, J; y DOUGLAS, J. (2006): Warming Up With an Ice Vest: Core body Temperature Before and After Cross- Country Racing. Journal of Athletic Training nº 41, pp. 371-374.

  2. DUFFIELD R; DAWSON B; BISHOP D; FITZSIMON M y LAWRENCE S. (2003): Effect of wearing an ice cooling jacket on repeat sprint performance in warm/humid conditions. Br Sport Med (2003),37, pp. 164-169.

  3. MARSH D. y SLEIVERT G. (1999): Effect of precooling an high intensity cycling performance. Br Sport Med (1999), nº 33, pp. 393- 397.

  4. DELGADO MACÍAS M.T. (1998): Crioterapia. En MARTÍNEZ MORILLO M ; PASTOR V. y SENDRA PORTERO F. : Manual de Medicina Física. Barcelona: Harcourt Brace, pp 554- 567.

  5. CROWLEY G; GARG A; LOHN M; VAN SAVERE y WADE A. (1991): Effect of precooling the legs on performance in a standard Wingate anaerobic power test. Br Sport Med (1991), nº 25, pp. 200-203.

  6. LOPEZ CHICHARRO J. y FERNANDEZ VAQUERO A. (2006): Fisiología del ejercicio. España: Panamericana.

  7. PALAVECINO N. (2002): Nutrición para el Alto Rendimiento. Argentina: Eudeba.

  8. CALVO F. (2005): Evaluación del VO2 máx. utilizando diferente metodología. Argentina. Tesina de la Licenciatura en Educación Física.

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