Acerca de la confusión terminológica en el campo de la actividad física: la fuerza muscular |
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Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte Maestro especialista de Educación Física. Preparador físico de fútbol. Profesor del IES “EL Batán”, Mieres, Asturias |
Joaquín Fidalgo Díaz (España) |
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Resumen El presente artículo busca resolver la confusión terminológica existente en el campo del entrenamiento de la fuerza. Se intenta iluminar una parcela que en los últimos años ha sufrido cierta dejadez semántica: parecen aceptarse todos los términos como un comodín para designar a cualquier aspecto relacionado con la fuerza. El artículo, tras una revisión bibliográfica extensa, pretende establecer cierta homogeneidad a la hora de referirse a todos los términos, o por lo menos, sentar las bases para crear una conciencia en torno a la necesidad de la consistencia terminológica. Para ello recorreremos los campos más devastados por esta indeterminación semántica: definición de la fuerza, tipos de contracciones, manifestaciones de la fuerza, así como los métodos y sistemas de entrenamiento. Palabras clave: Fuerza muscular. Contracción muscular. Acción muscular. Manifestaciones de la fuerza muscular. Métodos y sistemas de entrenamiento |
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 14 - Nº 134 - Julio de 2009 |
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Introducción
Fuerza explosiva, rápida, velocidad, máxima, absoluta, potencia…tan sólo son algunos ejemplos de la multitud de términos que conviven en el campo de la teoría del entrenamiento, y específicamente en la parcela del entrenamiento de la fuerza. Muchas veces los empleamos erróneamente y otras los confundimos como sinónimos provocando una gran confusión a la hora de su estudio y tratamiento.
Esto acabará provocando que teóricos del entrenamiento, fisiólogos, licenciados en CAFD, entrenadores, etc… empleen vocablos diferentes para hablar de lo mismo, o viceversa: las mismas palabras para hablar de cosas diferentes. Como conclusión: una tormenta de términos en la que sólo las personas con mayor formación serán capaces de extraer sus propias conclusiones, mientras que el 90% restante seguirá sin saber qué diferencias existen entre fuerza explosiva y fuerza velocidad, por poner un ejemplo.
Definición de fuerza vs fuerza muscular
La primera duda terminológica reside en determinar cuál es el vocablo a emplear para denominar a una de las 4 capacidades físicas básicas.
En la bibliografía siempre se emplea el término “Fuerza”. No debemos olvidar que la fuerza es una magnitud vectorial cuya definición corre a cargo de la Física, que la describe como “toda causa capaz de modificar el estado de reposo o movimiento de un cuerpo, o bien de deformarlo”.
Arquímedes, Galileo Galilei e Isaac Newton fueron modelando esta definición a partir de sus investigaciones, que en ocasiones resultaban contradictorias entre sí.
Pero no debemos olvidar que cuando relacionamos este término con el campo del entrenamiento estamos refiriéndonos a una Capacidad Física humana, por lo que tenemos que concretar más, darle una vuelta de tuerca al término que buscamos. Por lo tanto el vocablo más acertado sería el de “Fuerza Muscular”.
Muchos autores se han ocupado de encerrar en una definición a esta Capacidad Física. Algunos se acercan a la realidad que quieren designar, otros no, incluso algunos sólo buscan proponer una nueva definición para vender “su novedoso producto”. Es importante reconocer que las definiciones deben aclarar el concepto de la realidad a la que designan, permitiendo tener una idea clara de lo que se está hablando. En muchos casos están incompletas, excesivamente recargadas o son incomprensibles para el lector.
Sería más conveniente destacar los aspectos que determinan la fuerza muscular, para clarificar el concepto. Basta con extraer los puntos en común que tienen las definiciones de autores de tan reconocido prestigio como Bosco, Bompa, Morehouse, Grosser… Son los siguientes:
Capacidad Física Básica dependiente del sistema neuromuscular.
Capacidad que genera tensión en el músculo.
Tensión generada por la acción de la musculatura frente a una resistencia interna o externa.
La resistencia puede ir a favor o en contra de la fuerza de la gravedad.
Por lo tanto para definir la fuerza muscular bastaría con ensamblar estos 4 aspectos.
Tipos de contracciones musculares vs acciones musculares
La contracción muscular es la respuesta mecánica de un músculo ante una excitación, que consiste en el acortamiento de sus fibras. Esta definición ha sido criticada por Cavanagh y Knuttgen y Komi ya que no abarcan las diferentes formas de actuación musculares (acortamiento, mantenimiento o alargamiento de la longitud muscular).
El término más adecuado sería entonces el de acción muscular, mucho más simple pero más acertado ya que engloba a la totalidad de acciones que busca designar.
Hay multitud de clasificaciones, la mayoría erróneas. La más extendida divide entre contracciones isométricas (misma medida) o isotónicas (misma tensión). Por lo tanto se toman dos parámetros diferentes (la longitud y la tensión muscular) para encuadrar en una u otra todas las acciones musculares, de forma que se nos escaparían muchas otras acciones.
Por lo tanto hay que establecer un parámetro común y constante que las diferencie. El más acertado es el que se refiere a la magnitud de tensión muscular ejercida, en relación a la resistencia que se le opone.
De acuerdo a esta tesis, se diferencian dos acciones musculares contrapuestas:
1. Estáticas. La tensión muscular es igual a la resistencia externa, por lo que no existe movimiento externo significativo. Estas acciones se han venido denominando “isométricas” ya que el ojo humano no aprecia ningún movimiento muscular. Pero no podemos olvidar que a nivel intramuscular sí se produce movimiento, ya que los componentes contráctiles (sarcómeros) y elásticos en paralelo (sarcolema, tejido conjuntivo…) se contraen y los componentes elásticos en serie (tendones) se estiran. Ambos términos podrían ser válidos si somos conscientes de que no hay movimiento externo, pero sí interno.
2. Dinámicas. La tensión muscular no es igual a la resistencia externa, por lo que la longitud del músculo varía. En estos movimientos los elementos contráctiles varían de longitud, pero los elementos elásticos no, por lo que el ojo humano sí es capaz de ver esa variación. Otros términos igualmente válidos serían: acciones musculares “anisométricas” o “variometricas” (propuesto por Kroemer). Dentro de las dinámicas nos encontramos con dos tipos:
(mio = menor). La tensión muscular es mayor que la resistencia externa, por lo que vemos que el músculo se acorta (externamente). El término comúnmente empleado es el de concéntrico, que según Knutgen y Kraemer no responde a la realidad que designa. La RAE, textualmente lo define: “Dicho de figuras y sólidos, que tienen un mismo centro”. Vemos que la definición no tiene nada que ver con la acción muscular a la que nos referimos, por lo que este término es erróneo.2.1. Miométrica
2.2. Pliométrica (plio = mayor). La tensión muscular es menor que la resistencia externa, por lo que vemos que el músculo se elonga (externamente). El término comúnmente empleado es el de excéntrico, que tampoco responde a la realidad que designa. La RAE, textualmente lo define: “Que está fuera del centro, o que tiene un centro diferente” o “pieza que gira alrededor de un punto que no es su centro”. Por lo tanto es obvio que este vocablo también debería ser desterrado. Es obligada la diferenciación respecto a la mal llamada pliometría, que tradicionalmente se ha confundido con el CEA (ciclo de estiramiento – acortamiento). La pliometría designa únicamente a la acción de frenado, mientras que el CEA comprendería los tres tipos de acciones musculares: pliométrica, estática y miométrica.
Tan sólo con 4 palabras somos capaces de englobar a todas las acciones musculares que se pueden llevar a cabo en el mundo de la actividad física y el deporte. El resto de términos que conviven en la bibliografía son el resultado de combinar estas 4 acciones musculares entre sí o de buscar otros parámetros que permitan clasificarlas (como la velocidad de contracción o el grado de tensión). Así podríamos encontrar:
Acciones isotónicas / alotónicas (misma o distinta tensión). Hacen referencia a acciones musculares en las que el grado de tensión es el mismo durante todo el movimiento (isotónicas) o aquellas en las que varía dicha tensión (alotónicas).
Las isotónicas se consiguen en situaciones de laboratorio, es casi imposible encontrar a algún deportista que consiga mantener la misma tensión durante todo el tiempo de ejecución.
Acciones isocinéticas / alocinéticas (misma o distinta velocidad). Hacen referencia a acciones musculares en las que la velocidad de ejecución es la misma durante todo el movimiento (isocinéticas) o aquellas en las que varía la velocidad (auxocinéticas).
Y para cerrar este apartado hacer referencia a las llamadas “contracciones auxotónicas”, que serían el resultado de combinar las acciones musculares citadas anteriormente. Están presentes en la casi totalidad de gestos deportivos. Por lo tanto no serían acciones musculares (o contracciones), sino una suma de varias.
Tipos de fuerza vs manifestaciones de la fuerza muscular
Tradicionalmente se ha venido empleando el término tipos de fuerza para designar a diferentes acciones que se dan en el mundo del deporte. Otro error, ya que sólo existe una fuerza muscular, a la que hace referencia la definición citada por la Física al inicio del artículo. Lo que sí es cierto es que la fuerza muscular se puede manifestar de diferentes formas. Los autores se mueven entre tres, cuatro o cinco “tipos”. En el artículo me he decantado por las siguientes cuatro manifestaciones, resultado de atender a parámetros como la velocidad de la acción, el nivel de tensión ejercido y el tiempo que se mantiene dicha carga.
Fuerza Muscular Máxima. Es la mayor tensión que puede generar un músculo o grupo de músculos en un sólo movimiento. La Repetición Máxima (RM) suele ser el parámetro más empleado para determinarla, considerándola como la mayor capacidad de tensión en un gesto específico (press banca, curl de bíceps…). Las acciones musculares que consiguen mayores niveles de fuerza en las electromiografías son las pliométricas (o mal llamadas excéntricas).
Los deportes que necesitarían los niveles más altos de esta capacidad serían aquellos en los que no tiene especial relevancia el tiempo de ejecución, bastando sólo con movilizar la carga. Pero los gestos deportivos se dan siempre en un tiempo concreto y a una velocidad determinada por lo que esta capacidad es de obligado entrenamiento para todo deportista (de una u otra forma).
Fuerza Muscular Rápida o Fuerza-Velocidad. Es la capacidad del sistema neuromuscular para contraerse a la mayor velocidad posible. Está claro que para que esto suceda las cargas tienen que ser muy bajas, porque a medida que incrementamos la resistencia la velocidad de ejecución desciende.
No obstante se puede aceptar que se está trabajando la fuerza-velocidad siempre y cuando no sobrepasemos unos límites. Hay que establecer un rango de porcentajes: un límite inferior (ya que por debajo del mismo estaríamos hablando de velocidad más que de fuerza muscular) y uno superior (ya que por encima estaríamos hablando de Fuerza Muscular Explosiva). Buscando un consenso entre autores se establece un amplio rango, entre el 40% y el 60%
La máxima expresión de esta manifestación se suele dar deportes cíclicos como el ciclismo en pista, el patinaje, remo… en sus modalidades de velocidad. Aunque otro ejemplo muy claro (acíclico) sería el juego de piernas que debe poseer un boxeador.
Fuerza Muscular Explosiva o Potencia. Es necesario diferenciarla de la Fuerza-Velocidad ya que la Fuerza Muscular Explosiva es la manifestación que va a permitir a un sujeto hacer un incremento de fuerza a la máxima velocidad posible. Suele expresarse en deportes acíclicos (fútbol, lanzamientos, saltos). Para clarificarlo, un ejemplo:
Un saltador de altura que debe transformar su velocidad horizontal en una aceleración vertical que lleve todo su peso corporal por encima de 2 metros en tan sólo unas décimas de segundo.
Se denomina también Potencia ya que simplificando su fórmula llegamos a que:
P = T / t; P = F x E / t; P = F x V |
Por lo tanto para conseguir la mayor potencia en un gesto determinado se debe tener en cuenta la relación existente entre la carga empleada y la velocidad con la que se ejecuta el gesto, intentando reducir el tiempo de ejecución. De acuerdo a los estudios realizados se ha consensuado que trabajando al 60% de la Fuerza Muscular Máxima es cuando se consiguen las máximas expresiones de la potencia. Algunos deportistas experimentados también consiguen niveles muy altos a mayores porcentajes, por lo que podríamos establecer el rango de trabajo entre el 60% y el 80%.
Fuerza Muscular Resistente. Es la capacidad del organismo para repetir acciones de fuerza durante un periodo de tiempo relativamente largo. Se trata obviamente de cargas bajas que deben ser movilizadas en el tiempo con la menor disminución del rendimiento posible.
Un ejemplo claro es el del maratoniano, que debe movilizar durante más de dos horas todo su peso corporal en cada zancada. Se trataría tan sólo de unos 50 o 60 kilogramos en cada acción de fuerza, pero la dificultad reside en la capacidad de resistirlo durante unos 130 minutos (los más entrenados). El porcentaje de trabajo se sitúa en torno al 40% - 60% de la Fuerza Máxima.
Otros ejemplos: piragüismo de largas distancias, natación en aguas abiertas, ciclismo en ruta…
Métodos y sistemas de entrenamiento
Este es otro campo en el que hay gran confusión. Los métodos y sistemas de entrenamiento se mezclan en la bibliografía, llegando a ser casi sinónimos. Pero si volvemos a analizar la definición del Diccionario de la RAE nos encontramos con diferencias importantes:
Sistema. “Conjunto de reglas o principios sobre una materia racionalmente entrelazados entre sí”. Si atendemos a otras definiciones que aparecen (sistemas de numeración, de ecuaciones, sistema métrico…), hace referencia a la parte numérica, la más detallada. Por lo tanto los sistemas de entrenamiento, serían unas reglas muy específicas para llevar a cabo un tipo de entrenamiento u otro.
Serían por ejemplo los diferentes parámetros que definen a un ejercicio. Como ejemplo (dentro de la multitud de sistemas existentes):
Sistema de Entrenamiento |
Intensidades máximas I |
Repeticiones II |
Intensidad |
90% - 100% |
70% - 80% |
Repeticiones |
1 - 3 |
6 - 12 |
Series |
4 – 8 |
3 – 5 |
Pausa |
3 – 5 min |
2 – 5 min |
Velocidad |
Máxima / Explosiva |
Máxima posible |
Efectos |
- Incremento FMáxima sin mucha hipertrofia - Incremento FExplosiva - Mejora Coordinación Intramuscular - Reduce déficit de fuerza |
- Desarrollo FMáxima - Hipertrofia muscular alta - Efecto pobre sobre factores nerviosos - Incrementa el déficit de fuerza |
Por lo tanto se pueden definir como unos datos científicos que debemos manejar en función de los objetivos que busquemos en nuestro entrenamiento.
Método. “Modo de decir o hacer con orden”. “Modo de obrar o proceder, hábito que cada uno tiene y observa”. Por lo tanto podemos deducir que es la parte más práctica, aunque debe estar basada en conocimientos científicos, los sistemas anteriormente citados. Un mismo sistema puede ser desarrollado de varias formas diferentes; cada una de estas formas es lo que denominamos “método”.
Así, sin entrar en muchos detalles, tenemos dos métodos fundamentales:
Se opone una tensión muscular con todo o parte del peso corporal (planchas, sentadillas, dominadas). En este método hay distintos modos de proceder para cambiar la exigencia del mismo, principalmente basados en la colocación de los segmentos corporales.1. Autocargas.
El ejemplo más claro es el la plancha o flexión de brazos. Podemos variar la intensidad de trabajo poniendo los brazos en una espaldera, poniéndonos de rodillas, en el suelo, con los pies colocados en una altura más elevada que los brazos…
2. Sobrecargas. Se emplea una resistencia para incrementar la exigencia del ejercicio. A veces se añade al peso corporal (sentadilla) pero en otras ocasiones sólo interviene la carga introducida (press banca). Dentro del método de sobrecargas hay varias maneras de proceder:
Cargas extrínsecas con otra persona.
Pesos libres (mancuerna o barras con discos).
Máquinas de musculación.
Otros objetos: lastres, balones medicinales, elásticos…
Y por último destacar las dos formas de organizar las sesiones dirigidas a la fuerza muscular, que no debemos confundir con métodos o sistemas. Dos tipos:
Circuito. Especialmente indicado para grupos numerosos.
Trabajo específico por grupos musculares. Propio del entrenamiento individualizado.
En todo caso ambos modelos de organización se pueden emplear para trabajo en grupos o individual.
Bibliografía
Bosco, C. (2000). La fuerza muscular. Aspectos metodológicos. Barcelona: INDE.
González Badillo, J.J. y Gorostiaga, E. (1995) Fundamentos del entrenamiento de la fuerza. Barcelona: INDE.
Real Academia de la Lengua Española. www.rae.es
Ruiz Alonso, G. (1990) “Fuerza y musculación: sistemas de entrenamiento”. Lérida: Agonos.
Tous Fajardo, J. (1999). Nuevas tendencias en fuerza y musculación. Barcelona: Ergo.
revista
digital · Año 14 · N° 134 | Buenos Aires,
Julio de 2009 |