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Una comparación de la percepción corporal entre 

ancianos practicantes y no practicantes de actividad física

 

*Graduada en Educación Física por la Universidad Luterana del Brasil

Maestra en Ciencias aplicadas a la actividad física y al deporte por la Universidad de Córdoba,

especialidad en ejercicio, deporte y psicología aplicada – UCO, España

**Profesor/orientador de la Universidad de Córdoba

Profesor de la Universidad Luterana del Brasil

Graduado en Psicología (1982) y Educación Física (1996) por la

Pontificia Universidad Católica do Rio Grande do Sul (PUCRS)

Especialista en Métodos y Técnicas de Enseñanza por la PUCRS (1979)

Maestría en Pedagogía por la Pontificia Universidad Católica do Rio Grande do Sul (1982)

Doctorado en Psicología por la Universidad de Barcelona (1996)

Vanira Lourdes Feraboli*

vferraboli@yahoo.com.br

Benno Becker Júnior**

bennojr.voy@terra.com.br

(Brasil)

 

 

 

Resumen

          El estudio tuvo como objetivo comparar los niveles de ansiedad, depresión, dolor y percepción corporal entre ancianos practicantes de actividad física y no practicantes, de grupos de convivencias de la ciudad de Carlos Barbosa, RS, Brasil. Este estudio de corte transversal caracterizado como descriptivo, con una muestra de 266 ancianas con edad igual o superior a 60 años, seleccionada de forma aleatoria entre los grupos de convivencia de la ciudad de Carlos Barbosa/RS. Fueron utilizados cuestionarios en forma de entrevista individual, con el fin de obtener informaciones referentes a las características socio demográficas, nivel de actividad física (IPAQ adaptado para ancianos), percepción de la imagen corporal y mensuración de la masa corporal y estatura, para cálculo del Índice de Masa Corporal. En los análisis de los datos, se utilizarán los procedimientos de la estadística descriptiva, asociaciones y tests de significado. En la variable imagen corporal las ancianas activas presentaron mayor insatisfacción con la silueta actual, mientras que las no activas están satisfechas con la misma. En cuanto al IMC no se observaron diferencias entre los grupos.

          Palabras clave: Ancianos. Imagen Corporal. Actividad física.

 

Abstract

          The study had as objective to compare the levels of anxiety, depression, pain and corporal perception between elderly that do physical activity and don't do it of groups who live in Carlos Barbosa, RS, Brazil. This study characterized as descriptive, with a sample of 266 old women with same age or superior to 60 years, selected in a random way among the groups who live in Carlos' city Barbosa/RS. Questionnaires were used in form of interview singular, with the purpose of obtaining relating informations to the demographic characteristic, level of physical activity (IPAQ adapted for elderly), perception of the corporal image and of the corporal mass and stature, for calculation of the Index of Corporal Mass. In the variable corporal image the active elderly presented bigger dissatisfaction with the body, while that they don’t activate are satisfied with the same one. As for the IMC differences were not observed among the groups.

          Keywords: Elderly. Corporal image. Physical activity

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 14 - Nº 133 - Junio de 2009

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Introducción

    El tiempo de vida del ser humano post-moderno ha presentado un crecimiento bastante significativo en estas últimas décadas. Según datos del Instituto Brasilero de Geografía y Estadística1, el número de ancianos dobló entre 1980 y 2000. Proyecciones indican que en 2025 serán más de 30 millones de ancianos en Brasil, lo que corresponde a 14% de la población.1

    El cuerpo es la primera forma de visibilidad humana, es la confirmación que acompaña el ser humano, del nacimiento hasta la muerte. Sin embargo, el es finito, sujeto a transformaciones no siempre deseables o previsibles. Con el pasar del tiempo cambian las formas, el funcionamiento, y el peso, por eso, no todos los seres humanos están satisfechos o habituados con su cuerpo. Por muchos momentos ello puede parecer familiar y concreto, en otros momentos, desconocido y abstracto.2

    Imagen corporal es un término multidimensional, interrelacionado, de una variedad de dimensiones mensurables3,4 que incluyen percepción, actitudes y componentes de comportamientos.5 Becker Júnior (2008) define imagen corporal como la percepción que el individuo posee sobre su cuerpo. Es posible que haya variaciones en la imagen corporal de las personas a través de las experiencias corporales vividas por ellas y consideradas agradables. Para Ayensa (2003) y Benedetti et al., (2003) imagen corporal es la figura de nuestro propio cuerpo que formamos en nuestra mente, o la forma que nuestro propio cuerpo es representado por nosotros mismos.

    El fracaso en el intento de revertir los cambios orgánicos que ocurren con el envejecimiento y de no conseguir alcanzar el padrón físico que la sociedad exige, genera insatisfacción con la apariencia física. La manera por la cual el individuo percibe su cuerpo (consciencia corporal) influye a lo largo de su vida en la autoestima, mas en ningún momento desarrolla un papel tan importante en la vida del sujeto, como en sus últimos años.7 El ser humano es dependiente de su cuerpo, de las ropas, cabellos e igualmente de la integración y equilibrio con su “yo”.8

    El declive del bienestar emocional y de la apariencia física está relacionado con bajos niveles de auto estima. La insatisfacción con el cuerpo está más presente en las mujeres, que en los hombres.9

    La imagen del cuerpo puede ser modificada con la práctica de actividad física. Los ejercicios actúan en el cambio de la postura corporal, ocasionando una modificación postural positiva a cada nuevo movimiento realizado, reflejando aspectos posturales que no son familiares, intrínsecos, íntimos de nuestra consciencia. Con la práctica de actividad física hay modificaciones en la apariencia física, como disminución del peso, aumento del tono muscular, de la energía, en la autonomía y en la dependencia de los individuos, todos esos aspectos reflejan en la mejora de la autoestima y autoimagen.8,6

    La autoimagen está relacionada con la autoestima, estando siempre en continuo cambio, de acuerdo con las experiencias cotidianas del individuo, de ocio y de trabajo. Estudio desarrollado con ancianas revela que cuanto mejor la autoestima, mejor la autoimagen. Ancianas más activas poseen una mejor autoestima y autoimagen y las que no presentan enfermedades, poseen mejor autoestima y menor percepción de sentimientos negativos.10

    Tribess (2006) afirma que la insatisfacción con la apariencia física puede acarrear modificaciones del comportamiento, como alimentación y la práctica de actividad, pudiendo conducir a alteraciones en las áreas biofísicas, en búsqueda de transformaciones en la forma actual del cuerpo y en la mejora de la satisfacción con el mismo.

Procedimientos metodológicos

Variable Dependiente

Imagen corporal

    Imagen corporal es la percepción que el individuo posee sobre su cuerpo, es posible que haya variaciones sobre la misma según las experiencias corporales vividas por las personas asociadas a sentimiento de placer o falta de él.6

Variable Independiente

Actividad Física

    Actividad física es cualquier tipo de actividad muscular que proporciona gasto calórico y está directamente relacionada al acondicionamiento físico.7,11,12

    Fueran evaluados en este estudio 266 personas, del sexo femenino. Los grupos de convivencia son mantenidos por la asistencia social vinculada a la Prefectura de la ciudad de Carlos Barbosa. La actividad física fue medida con la versión larga del Cuestionario Internacional de Actividad Física (IPAQ), adaptada para ancianos por Benedetti et al. (2004), que presenta ejemplos de actividades comunes a las personas ancianas y campo para completar las informaciones para registro del tiempo considerando las horas y minutos utilizados habitualmente en cada día en la semana, al contrario de indicar apenas la frecuencia semanal y el tiempo total de realización de esas actividades físicas.

    Para evaluar la imagen corporal en los grupos de ancianos fue utilizada la Escala de las Nueve Siluetas. La satisfacción corporal fue verificada por la escala de nueve siluetas, propuesta por Stunkard et al., (1983), que representa desde la delgadez (silueta 1) hasta la obesidad severa (silueta 9), en el cual la anciana elige el número de la silueta que considera más semejante a su apariencia corporal real (AC real) y también el número de la silueta que cree ser más semejante a la apariencia corporal ideal (AC ideal) considerada para su edad.

Resultados y discusión

    De acuerdo con Moore & Adams (2008) la actividad física sirve como prevención y también puede mejorar diversas enfermedades, entre ellas está la depresión, particularmente en individuos ancianos. De la misma forma Fox (1999) relata que la actividad física reduce la depresión y mejora la calidad de vida y la autoestima de la población en general.

    Con referencia al nivel de actividad física habitual, se nota que la mayor parte de la población anciana entrevistada es considerada físicamente activa (75,6% n=201) y no activa (24,4% n=65).

Tabla 1. Percepción de la Imagen Corporal Activos

    Las siluetas fueron agrupadas en tres categorías, en que las siluetas 1 y 2 representarían la delgadez, las siluetas 3 y 4 la normalidad, y las siluetas 5 a 9 el sobrepeso.

    A través del test Wilcoxon se verifica que los activos no están satisfechos con la silueta actual (p=0,000).

    En este grupo se ve que las ancianas están insatisfechas con su imagen corporal. Un número bastante elevado de activas idealiza estar más delgada, esto puede estar relacionado a los valores impuestos por la sociedad, que está siendo vehiculada por los medios de comunicación (TV) y privilegia un cuerpo joven, delgado y perfecto.17 Motivo por el cual buscan permanecer realizando las actividades domésticas y de jardinería, o sea, manteniéndose activas. Becker Junior (2008) también asocia la mayor exigencia de las personas activas en búsqueda de padrones mejores del cuerpo, mientras que las no activas ya poseen una imagen corporal crónica, están adaptadas a la misma y no poseen metas ni exigencias para cambiar.

Tabla 2. Percepción Imagen Corporal no activos

    El mayor porcentaje de las ancianas no activas, 71,9%, apunta como silueta actual el sobrepeso y creen que la silueta ideal sea la misma. A través del test Wilcoxon se verifica que los no activos están satisfechos con la silueta actual (p=0,707). El grupo de ancianas no activas demuestra estar menos preocupado con el sobrepeso y más satisfecho con la imagen corporal actual, solamente 15,4% del total de este grupo considera su silueta actual representando la delgadez, así mismo a la mitad de ellas les gustaría tener una apariencia más gorda. El que puede estar asociado al hecho de mantenerse sedentarias o no suficientemente activas. En este grupo se observa un gran número de ancianas satisfechas con su imagen corporal, pues escogieron la silueta real igual a la ideal.

Tabla 3. Silueta Actual

    A través del test Ji-Cuadrado se verifica que no hay asociaciones entre las siluetas apuntadas como actual entre los grupos (p=414). Como silueta actual, el total de ancianas apuntan con mayor frecuencia aquella representando el sobrepeso 40,3% y la normalidad 38,3%, resultados que se difieren de los encontrados por otros autores. Matsudo et al., (2007) en los grupos investigados por él, vio que aquellos practicantes de actividades físicas presentaron un valor de silueta actual significativamente más bajo que el grupo de no practicantes. Mazo et al., (2006) revela que la auto imagen de ancianas sometidas a un programa de actividades físicas mejoró de forma significativa, esta misma conclusión fue constatada por Safons (2000).

    Esos resultados pueden haber sido influenciados por la actividad física practicada por las ancianas, o sea, las ancianas clasificadas como activas en este estudio son personas activas por realizar actividades físicas como medio de transporte y domésticas, reforzando que la mejora en la autoimagen está asociada con ejercicios físicos regulares y orientados.

Tabla 4. Silueta Ideal

    A través del test Ji-Cuadrado se observa que los activos buscan más la normalidad como silueta ideal de los no activos (p=0,003). Como silueta ideal el mayor porcentaje verificado son de activas que apuntan a delgadez 23,4% e 55,2% la normalidad como ideales, ya las ancianas no activas, 43,1%, apuntan el sobrepeso como silueta ideal. Resultados distintos de otros estudios como el de Matsuo et al., (2007) verificó que las ancianas no practicantes de actividad física idealizaron una imagen corporal mucho más flaca de lo que la que consideraron actual.

    La insatisfacción con la apariencia corporal puede conducir al individuo a modificar comportamientos específicos, como la alimentación y la práctica de actividad física, pudiendo conducir alteraciones en el ámbito biofísico en busca de modificaciones en la forma actual y en la mejoría de la satisfacción corporal.9 En el presente estudio las ancianas no activas están de acuerdo en su mayoría con la apariencia más gorda, dificultando la posibilidad de cambios en el comportamiento, como alimentación y práctica de actividad física. Esta satisfacción con el sobrepeso puede estar asociada al estereotipo de la vejez, aun relacionado con la dolencia y la simbología que esta fase de la vida carga de prejuicios basados solamente en el declive biológico del individuo.17

Tabla 5. IMC

    A través del test Ji-Cuadrado se observa que no existen asociaciones entre el IMC de los grupos en el presente estudio (p=0,344). Se observa que la mayoría de las ancianas está clasificada en las categorías de sobrepeso, 68,8% del total de las mujeres, de ésas 68,2% pertenecen al grupo de activas y 69,2% al grupo de no activas. Con peso normal fueron encontradas 31,3% de las ancianas que pertenecen al grupo de activas y 29,2% al grupo de no activas, en tanto que abajo del peso los porcentajes son bajos. El estudio de Mastroeni et al., (2007) también verificó un porcentaje de ancianos 32,8% con valores medios de IMC elevados.

    El significativo aumento del sobrepeso en la población anciana brasilera ya es evidenciado con más intensidad, principalmente, en las clases económicas intermediarias y bajas. Este fenómeno también fue constatado con las ancianas estudiadas por Tribess (2006) en el Nordeste de Brasil, donde fueron encontradas 52,8% de las ancianas con sobrepeso y con Santos y Sichieri (2005) en un estudio realizado con 699 ancianos en Río de Janeiro en que 60% de esas eran mujeres y 50% del total de los ancianos presentaron sobrepeso, siendo que en todas las franjas de edad de los ancianos fue observada mayor proporción de sobrepeso entre las mujeres.

Conclusiones

    Las ancianas activas son más insatisfechas con su imagen corporal actual, mientras que las ancianas no practicantes de actividad física están más satisfechas con su imagen corporal actual. Las ancianas practicantes de actividad física buscan alcanzar un peso ideal, lo que no acontece con ancianas no practicantes. No hubo diferencias en relación al IMC de las ancianas practicantes y no practicantes de ejercicios físicos.

Referencias bibliográficas

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