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Violencia y muertes en el fútbol argentino. 

Una aproximación estadística

 

*UBA/UNTREF

**UBA

(Argentina)

Santiago Uliana*

Diego Murzi**

Sebastián Sustas*

sebasustas@yahoo.com.ar

 

 

 

Resumen

          Se presenta un estudio a partir de todos los casos registrados de muertes en el espectáculo del fútbol en Argentina. Se toman diversas variables como lugar del hecho, divisional, momento del partido, rivalidad, localidad, enfrentamiento y otros. La investigación pone en cuestión muchas de las medidas que se han venido impulsando desde hace por lo menos más de dos décadas en materia de seguridad en espectáculos deportivos.

          Palabras clave: Fútbol argentino. Muertes. Violencia. Estadísticas.

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 14 - Nº 132 - Mayo de 2009

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Introducción

    Las muertes que se suceden alrededor del fútbol constituyen el aspecto más destacado y doloroso de una problemática compleja y amplia como lo es la de la violencia en el fútbol, motivo por el cual se considera de importancia la producción de información estadística, como una instancia útil capaz de profundizar el entendimiento en la comprensión de un problema de amplia relevancia social. La cuantificación de los hechos de violencia en los estadios viene siendo un claro déficit en relación a la cuestión del fútbol y la violencia. Comenzar a cubrir este bache es intención manifiesta de este trabajo, que centralmente se ocupará de producir y presentar datos estadísticos sobre las muertes ligadas al fútbol.

Metodología

    Este trabajo gira en torno al problema de la violencia en el fútbol, entendido como un fenómeno que puede ser abordado desde múltiples perspectivas, en tanto sus causas no responden a una lógica unidimensional, sino a diversas manifestaciones sociales, culturales y políticas que atraviesan transversalmente el entramado social.

    De allí, que el prisma con el cual se observe el fenómeno provoque una extensión hacia el mismo objeto de estudio. Dicho de otro modo, se considera que la forma en que el problema es observado precisamente pasa a ser parte constitutiva del problema. Las muertes en el fútbol tomadas como objeto científico no constituyen una entidad fija e invariable, sino que representan una suma de significados que se construye día a día.

    La muerte es el corolario, el peor escenario que puede derivarse de una situación de violencia. Así, cuando un asistente a un estadio fallece como consecuencia de su visita al mismo, pone de manifiesto con toda su intensidad el problema de la violencia; con esto no queremos decir que las muertes sean la única variable que deba ser atendida para comprender el fenómeno, pero sí que funcionan como un termómetro que da cuenta del estado de situación del problema porque además así lo considera el resto de la sociedad. En este caso la construcción de un problema científico no está totalmente disociada del problema como construcción social.

    La cuantificación de las muertes en el fútbol fue realizada sobre la base del listado confeccionado por la ONG “Salvemos al fútbol”.1 Esta lista recopila todas las víctimas cuya muerte tuvo algún tipo de vinculación directa con el espectáculo deportivo, ocurridas dentro de los estadios de fútbol y en sus adyacencias, siempre teniendo como eje una situaciones relacionadas con los espectáculos de fútbol a nivel profesional. A continuación se presentan los datos.

    Nuestro universo de trabajo, entonces, se limita a los casos fatales ocurridos en el ámbito del fútbol como espectáculo, que en el momento de la elaboración de este estudio contabilizaban 233. Dentro de ese universo hemos establecido un corte metodológico que apunta a identificar el momento en que la violencia en el fútbol aparece como fenómeno a nivel social, y para ello nos hemos basado en lo señalado por Romero y Archetti.2 En ese sentido, los autores establecen el caso de Héctor Souto, ocurrido en Abril de 1967, como una bisagra que marcará un antes y un después en lo que se refiere a las víctimas del fútbol. Los motivos para establecer esta división tienen que ver con las condiciones en que se produce esa muerte, asociada por primera vez a un tipo de violencia cuyas causas responden únicamente al enfrentamiento entre hinchas; el caso de Souto, asesinado por hinchas de Huracán al momento de concurrir al estadio a ver a su equipo Racing Club, marca el pasaje de un tipo de violencia simbólica a una violencia real. Si antes de la muerte del joven hincha las contiendas se limitaban al plano verbal, a partir de allí la sociedad descubre que es posible morir por el solo hecho de hinchar por un determinado club. Según Romero y Archetti, la muerte de Souto es la primera que puede asociarse al fenómeno de las barras bravas “modernas”, con las características que se conocen en la actualidad.

    También cabe mencionar que para elaborar las estadísticas que se presentan a continuación hemos prescindido de las muertes ocurridas en el episodio conocido como “Puerta 12”, que si bien son posteriores al asesinato de Souto, fueron consecuencia de un hecho más vinculado a lo accidental que a lo premeditado o a lo explícitamente violento en términos de enfrentamiento. Y si bien en los casos analizados sí se encuentran muertes producidas por causas accidentales, la elección de prescindir de los casos de la “Puerta 12” tiene que ver con el hecho de que, al ser tan numerosa la cantidad, su inclusión en un universo no muy amplio tendía a generar un sesgo en la precisión de las medidas estadísticas obtenidas.

Resultados

Muerte según lugar del hecho

    En el primer gráfico se presentan los datos correspondientes a las muertes según el lugar en el que sucedieron. Al respecto, se observa que estas ocurrieron en el 27% de los casos en las “inmediaciones del estadio”, otro 25% “dentro del estadio”, el 22% en “viaje al estadio o de regreso”, “en otro lugar” 20%, en “festejos callejeros” 5% y por último, “en las instalaciones del club” 1%.

    Las tres categorías que agrupan mayor cantidad de casos juntas orillan casi las ¾ partes del total y se reparten en proporciones similares. Sin embargo, la categoría “en el estadio” sigue siendo el lugar que concentra más casos (27%). Otro dato que merece ser destacado es el correspondiente a las muertes sucedidas “en los momentos del viaje hacia o desde el estadio”, aquí se alcanza un 22% sobre el total.

    Por otra parte, la categoría “festejos callejeros” (5%), sumada a “otro lugar” (20%) -categoría que grupa situaciones muy diferentes- alcanzan un 25% de los casos, en otras palabras la ¼ de las muertes suceden en lugares que no se asocian directamente a situaciones de cancha.

Muerte en relación al momento del partido

    Aquí se observan las muertes en relación a un eje temporal relativo al momento de disputarse el partido. La categoría “después del partido” agrupa el 53% de los casos, mientras que los valores de las categorías “durante el partido” y “antes del partido” trepan ambas al 19%, finalmente “sin jugarse el partido” completa el 100% con un 9% de los casos.

    Como dato a ser destacado por su alta concentración de casos la categoría “después del partido”supera el 50%. Se observa que estadísticamente el momento de la desconcentración (“después del partido”) resulta ser más crítico en relación a la posibilidad de que sucedan muertes. También resulta interesante destacar la categoría con menos cantidad de casos; “sin jugarse el partido”, que en apariencia no se destaca (9%), pero que hablaría de un fenómeno (como el de las muertes) extendiéndose temporalmente a otro momentos.

Muerte según divisional

    El criterio de clasificación usado en este caso se refiere a las muertes sucedidas respecto de la divisional en la cual estas sucedieron. Así los datos se distribuyen estadísticamente del siguiente modo: “Primera A” 53%, “Nacional B” 15%, “”Regional” 8%, “Primera B” 6%, “Otras” 7%, por último “Selección” y “Amistoso” 5% cada uno.

    En una primera lectura de la variable “Muerte según divisional” se destaca que la categoría “Primera A”, supera la sumatoria de las demás categorías juntas, mientras que esta alcanza el 53% de los casos, las demás llegan solo al 47% restante. La existencia de muertes en muchas de las categorías del Fútbol Argentino hablaría de la complejidad de un fenómeno (el de las muertes) que alcanza todos los niveles.

Muerte según rivalidad

    En este cuadro se clasifican las muertes según el tipo de rivalidades a partir de la construcción de tres categorías. En orden decreciente se observan la siguiente distribución porcentual: la categoría muertes según rivalidad “regular” agrupa la mayor cantidad de casos, un 42%, rivalidad “clásico” representa el 38%, mientras que muertes por “rivalidad” concentra el 20% restante de los casos.

    Cuando se agrupan las dos categorías en donde existe algún tipo de rivalidad (“clásico” y “rivalidad”) ambas alcanzan el 58% de los casos, superando más de la mitad de los casos. Por otra parte, otro dato a resaltar es el 42% de muertes sucedidas en relación a partidos en los que no había ningún encono o rivalidad especial. Este último dato conduce a pensar en que las muertes en el fútbol sucederían con cierta independencia de las historias de rivalidad, y en este sentido, se pone en cuestión la categorización realizada desde los organismos de seguridad que por ejemplo definen un partido como de “alto riesgo”, cuando estadísticamente en todos los partidos, con independencia de la rivalidad futbolística, sucederían muertes. Se concluye sobre esta variable que las categorías concentran casos de manera homogénea.

Muerte por localidad

    Aquí se observan las muertes según un criterio de distribución geográfica de acuerdo a localidades en las que sucedieron. Tomado conjuntamente la categoría “Gran Buenos Aires” agrupa el 27% de las muertes, le siguen en orden decreciente, “Capital Federal” con 23%, otras localidades tomadas de modo unificado ascienden al 10%, “Rosario” 8%, “La Plata” y “Tucumán” el 7% cada una, “Ciudad de Córdoba” y “Ciudad de Santa Fe” también 6% cada una, “Mar del Plata” 5% y por último “Mendoza” con el 2%.

    Sobre la distribución porcentual según esta variable (muertes según localidad), resulta interesante notar que si se suman las dos categorías que concentran la mayor cantidad de casos (“Gran Buenos Aires” y “Capital Federal”) ambas alcanzan el 50%, es decir la mitad de las muertes en el fútbol han sucedido en alguno de estos dos lugares.

    Otro dato importante de hace notar, lo constituye la categoría “Mar del Plata” (5%), que si bien tiene un porcentaje minoritario es una ciudad donde el fútbol se encuentra poco arraigado, con poca traición futbolera salvo los ya clásicos Torneos de Verano que se vienen disputado desde la década del 60, en donde precisamente también se han producido muertes.

    Otras categorías como “Rosario” (8%), “La Plata” (7%), “Ciudad Córdoba” (6%), “Ciudad de Santa Fe” (6%) que son plazas futboleras por excelencia, conjuntamente alcanzan el 27% de las muertes, dicho de otro modo representan más de una ¼ parte del total de muertes.

    Finalmente, también se destaca negativamente por su alto concentración de casos “Ciudad de Tucumán” con 7% de muertes. Si bien esta ciudad no cuenta tradicionalmente con equipos de primera división, el fútbol allí es culturalmente muy importante, en tal sentido existe una rivalidad entre los dos equipos de la ciudad muy marcada (Atlético Tucumán y San Martín de Tucumán).

Tipo de enfrentamiento en que sucede la muerte

    En este gráfico se clasifican las muertes de acuerdo al tipo enfrentamiento en que estas sucedieron. Al respecto, la distribución porcentual ofrece los siguientes valores: enfrentamiento “entre hinchadas” 47%, “enfrentamiento con una tercer hinchada” 18%, “represión policial” 13%, otros 12% y por último, “pelea interna entre miembros de la propia hinchada” que agrupa al 10% de los casos restantes.

    Las muertes suceden mayoritariamente en “enfrentamientos con miembros de otras hinchadas” en un 47% de los casos, lo cual representa casi la mitad del total de casos. Sin embargo, hay otras categorías, que si bien con menor valor porcentual, no dejan de expresar datos llamativos. En ese sentido, se destacan los casos agrupados bajo la categoría enfrentamiento con una tercer hinchada (18%), en donde se produjo una muerte con independencia del enfrentamiento deportivo que movilizaba a las hinchadas. Otro dato que en apariencia parece menor, pero que en realidad resulta sumamente elevado, está constituido por el 13% que se agrupa bajo la categoría “represión policial”.

Causal de muerte

    Esta variable permite observar el/los elementos utilizados para producir la muerte. A partir de ese criterio se observa que el 39% de las muertes fueron causadas con “armas de fuego”, la segunda categoría que agrupa más casos (22%) está compuesta por “otro, categoría que agrupa las muertes producidas por derrumbes, accidentes, pirotecnia, muertes naturales relacionadas a situación de violencia y/o por trasgresión a las normas en los estadios. En tanto, “arma blanca” como “represión policial” concentran cada una el 13% de los casos, golpe de puño o patada 7% y el restante 6% se corresponde a golpe con objeto contundente.

    Claramente la mayor cantidad de muertes en el fútbol esta causada por muertes con “armas de fuego” (39%), este dato resulta sumamente alarmante, porque hablaría de una premeditación, a diferencia de las 13% que alcanzan las categorías sumadas: “golpe de puño o patada con golpe con objeto contundente”, en las cuales podría pensarse en una muerte como producto de una riña o enfrentamiento en principio no premeditado.

    Nuevamente aquí “represión policial” (13%), arroja en este contexto un número elevado y preocupante, que invita a reflexionar sobre el accionar de la policía durante los partidos de fútbol.

    Finalmente, puede observarse que cuando se agrupan las categorías muertes causadas con “armas de fuego” (39%) y “arma blanca” (13%), ambas superan la mitad de los casos (52%).

    A modo de conclusión preliminar sobre estas primeras lecturas estadísticas sobre las muertes en el fútbol, cabe destacar que un análisis pormenorizado de los datos presentados, habilita a poner en cuestión muchas de las medidas que se han venido impulsando desde hace por lo menos más de dos décadas en materia de seguridad en espectáculos deportivos.

Notas

  1. http://www.salvemosalfutbol.org/listavictimas.htm

  2. ARCHETTI, Eduardo; ROMERO, Amílcar & otros (1994) Death and violence in Argentinian's football. Chapman and Hall Ltd., Londres. Ver también: http://www.efdeportes.com/efd8/amilc81.htm

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