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Las palas como actividad recreativa en los momentos de ocio

 

*Profesores de la Facultad de Ciencias de la Educación

Universidad de Málaga

(España)

Rafael Merino Marbán* | Emilio Fernández Rodríguez*

Elías Hernández Aparicio | Francisco José Rey Pérez

rmerino@uma.es

 

 

 

Resumen

          Las posibilidades del juego de palas de adaptarse a cualquier elemento formal o informal del deporte (Bayer, 1986) como el tipo de terreno, dimensiones del campo, reglas, tipo de palas, tamaño o densidad de las pelotas, número de jugadores, red o no red, etc., hacen de ésta actividad una opción más que interesante para el tiempo de ocio.

          Contribuyen en cierta medida a que miles de personas disfruten del contacto de la naturaleza. Sus beneficios son de distinta índole; trabajo de cualidades físicas, de habilidades perceptivo motoras, básicas y genéricas. Facilita las relaciones sociales; rompe las barreras de sexo y edad; tiene transferencias positivas a deportes como el bádminton, el tenis o el tenis de mesa y entronca con el patrimonio cultural al ser un juego de larga tradición.

          Por otra parte, el escaso requerimiento de material y la no necesidad de instalaciones, hacen posible que sea una excelente alternativa para la ocupación constructiva del tiempo libre. Existen muchas clases, formas, tamaños y pesos de palas, y en cada especialidad varia el tipo de pelota empleada dependiendo del tipo de pala que utilicemos y del objetivo que busquemos. Lo importante es seleccionar la pala de acuerdo con nuestra condición física y el nivel de juego. Las palas no necesitan un lugar especifico para trabajar. Se puede practicar tanto al aire libre, como en un pabellón cubierto.

          Por último, presenta multitud de variantes que van desde el popular “paleteo playero”, en el que se busca mantener la pelota sin que caiga al suelo, hasta el novedoso “voley-pala”.

          Palabras clave: Palas. Ocio. Recreación.

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 14 - Nº 132 - Mayo de 2009

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Introducción

    En el litoral español y en nuestro caso, en las playas de Málaga, se ha venido jugando a las “palas” de manera tradicional. Es una actividad de entretenimiento muy común en las costas españolas. Tanto, que seria difícil encontrar una familia que no disponga de un par de palas y alguna pelota en su casa. Antaño era muy común ver a jóvenes y no tan jóvenes jugando a las palas en la playa. Este hábito o estampa tan saludable se está perdiendo. En parte se debe a las prohibiciones que las normativas municipales imponen hoy en día en la mayoría de las playas. Normas que favorecen la pasividad y el sedentarismo, justificado en el no molestar a los demás, aunque entendemos que esto no significa que no pueda haber zonas reservadas para los “palistas”. Pensamos que los deportes de raqueta y, las palas en particular, son una actividad ideal como hábito saludable y para realizar en los tiempos de ocio, gracias a su versatilidad y adaptación a cualquier contexto.

 

Jugando en la playa

Beneficios que aporta el jugar a las palas

    En el período estival, las palas son uno de las actividades alternativas más de moda en nuestro litoral. Contribuyen en cierta medida a que miles de personas disfruten del contacto de la naturaleza aportándoles una gran cantidad de beneficios como los que señalan los siguientes autores.

    Según Gutiérrez y cols. (1992) este juego rompe las barreras de sexo y edad; no es raro ver partidas de chicos y chicas mezclados y de jubilados con adolescentes ya que, en cierta medida, es un juego social de playa.

    “Es un deporte no competitivo pues no gana nadie, ni nadie es superior. El mejor jugador es aquel del que todos opinan que es mejor, porque es fácil jugar con el, porque devuelve bien, porque golpea fuerte, porque es seguro y no falla y porque además da mucho espectáculo”. (Gutiérrez y cols., 1992).

    Velázquez y Martínez (1994), señalan que con la pala se trabajan casi exclusivamente los golpeos, desarrollándose las siguientes cualidades físicas y habilidades perceptivo motrices:

  • Percepciones espaciales y temporales.

  • Coordinación visomotora.

  • Coordinación dinámica general.

  • Resistencia aeróbica.

  • Velocidad de reacción.

  • Velocidad de desplazamiento.

  • Fuerza.

    Barbero (2000) destaca entre las capacidades que se pueden desarrollar con la práctica de esta actividad alternativa:

  • La coordinación óculo-manual.

  • El dominio del cuerpo y de implementos.

  • La percepción espacio-temporal.

    También refiere la transferencia positiva de este tipo de actividades hacia deportes más convencionales como el bádminton, el tenis o el tenis de mesa. Por lo que consideramos que tiene un gran valor como actividad informal y de trabajo de las habilidades genéricas.

    Según Orti (2004) el simple juego de las palas, en sus múltiples modalidades y con una correcta orientación, permite enriquecer y desarrollar la habilidad motriz del golpeo, la percepción espacial y temporal, la coordinación óculo-manual, la velocidad de reacción, la cooperación, la auto superación, etc.

    Según Ayán (2004) los deportes de raqueta, suponen una actividad novedosa que fomenta la práctica de actividades de cooperación y de oposición, apartándose del contacto físico. Además dado que en este tipo de deportes prima la técnica sobre la fuerza, pueden convertirse en actividades igualmente atractivas, tanto para chicos como para chicas.  En base a todo esto, el juego de las palas se perfila como actividad ideal, dado que cumple todos los requisitos y, además no sólo se relaciona con los contenidos referentes a la condición física (fuerza, velocidad etc.) y a las habilidades (coordinación, agilidad etc.), puesto que también entronca con el patrimonio cultural, al ser un juego de larga tradición, y con las actividades en el medio natural, dado que es conocido el éxito que tiene esta práctica en ciertos espacios al aire libre, sobre todo cuando el clima es favorable.

Equilibrio dinámico

    Rodríguez y González (2007) señalan que  las cualidades físicas y motrices, en cualquier modalidad de palas, son las mismas: la velocidad de reacción y gestual de brazos, la velocidad de desplazamiento necesaria en distancias cortas aunque con constantes paradas y arrancadas; la resistencia mixta y la fuerza explosiva. Por su parte, la coordinación es claramente de tipo segmentario (ojo-implemento / ojo-mano) con máxima intervención del miembro superior dominante, aunque es evidente que existe también una coordinación dinámica general que, a su vez, demanda una constante intervención del equilibrio, tanto dinámico como estático.

Material y terreno de juego

    Orti (2004) señala que el escaso requerimiento de material y bajo coste de las instalaciones hace posible que sea una excelente alternativa para la ocupación constructiva del tiempo libre.

    Es el juego más barato y asequible de los que poseen transferencia directa con los juegos de raqueta y por ello quizá el único practicable en algunos ambientes socioeconómicos concretos (Gutiérrez y cols., 1992).

Material de juego

Material

    Los materiales de juego son la pala y la pelota, variando según su modalidad, instalación o terreno, y el nivel de los practicantes (Ruiz, 1991).

    Como material solo precisa una pala de madera (barata o autofabricable) y una pelota de tenis (Gutiérrez y cols., 1992).

    Según Barbero (2000) las palas y pelotas son los elementos esenciales del juego y van a variar según de la modalidad.

    Para Ayan (2004) el material necesario es bastante más resistente y económico, si lo comparamos con alguna actividad similar como puede ser el bádminton. No se necesita red, las pelotas soportan mejor los impactos que los volantes.

Las palas

    Según Hernández (1994) en el mercado existen palas de distintos pesos y tamaños, adaptables a la edad de los participantes. En este apartado es necesario advertir que lo importante es seleccionar la pala de acuerdo con nuestra condición física y el nivel de juego, teniendo muy en cuenta que podamos moverla cómodamente, con fuerza pero con rapidez. Debe ser lo suficientemente consistente para pegar y aguantar los golpes de la pelota.

    Algunos colocan un pequeño cordel en el pomo por el que pasan la mano para evitar que la pala golpee a alguien si se nos escapa (Gutiérrez y cols., 1992).

    Según Barbero (2000) existen muchas clases, formas, tamaños y pesos de palas, y en cada especialidad varia el tipo de pelota empleada dependiendo de la clase de pala que utilicemos y del objetivo que busquemos. Para el autor, la mayor parte de las palas son de madera maciza de haya, existiendo muchas casas comerciales que han adaptado sus pesos y tamaños al trabajo con niños a partir de los 10 años.

    Según Ortí (2004) se pueden encontrar múltiples tipos de palas en función de la forma y materiales a partir de las cuales han sido realizadas. Cada tipo de palas requerirá una pelota especifica así, las palas de madera pueden utilizar las pelotas de tenis mientras las palas confeccionadas con panel utilizaran pelotas de foam o de material similar.

La pelota

    Según Hernández (1994) el tipo de pelota en el juego de la pala es lo que hace que el juego sea más lento o más rápido o más fácil o más difícil. Cuanto más rápida es la pelota el juego se hace más difícil y cuanto más lenta el juego es mucho más sencillo. Por ello, la elección del tipo de pelota es importante para el éxito del juego. En general las pelotas blandas suelen ser más lentas que las duras aunque si son muy blandas y ligeras como por ejemplo las de goma espuma, no nos sirven para jugar ya que el golpe no es consistente y casi no se aprecia.

    Según Barbero (2000) hay pelotas lentas que son ideales para la iniciación y que tienen el tamaño de una pelota de tenis pero son mucho más blandas y, pelotas rápidas para un juego mucho más acelerado y con jugadores expertos, pudiendo utilizar una pelota de tenis o una pelota de goma maciza.

Terreno de juego

    Es difícil desvincular el juego de las palas al espacio físico de “la playa”, a pesar de no requerir para su juego nada más que de un pequeño terreno en cualquier lugar. Las palas no necesitan un lugar especifico para trabajar. Se puede practicar tanto al aire libre, como en un pabellón cubierto. Los juegos de pala, raqueta y pelota se pueden practicar sin problemas en distintos tipos de terreno (Ruiz, 1991).

    Según Gutiérrez y cols. (1992), conviene señalar que para jugar no hace falta playa; solo es necesario espacio y no mucho: “con 8 metros de largo por 3 o 2 de ancho y el cielo como techo es suficiente para jugar. Cuando hay playa se utiliza preferentemente porque es un lugar agradable donde fácilmente nacen nuevas relaciones de amistad, se puede jugar descalzo y semidesnudo, además la pelota no bota (lo cual evita tentaciones técnicas no deseadas) ni se escapa cuando fallamos”.

    Para Barbero (2000) las palas permiten su práctica en diferentes terrenos o espacios (en la playa, campo y prácticamente en cualquier tipo de superficie).

Modalidades del juego de palas

    Este juego presenta multitud de variantes que van desde el popular “paleteo playero”, en el que se busca mantener la pelota sin que caiga al suelo, hasta el novedoso “voley-pala”. Esta versatilidad permite su adaptación a cualquier contexto, ofreciéndonos unas inmensas posibilidades recreativas. A continuación damos un listado de los diferentes tipos de juego que recoge la literatura:

    Gutiérrez y cols., (1992) hablan de las palas como un juego sencillo consistente en pasarse una pelota entre 2 o más personas situadas unas enfrente de las otras, utilizando para ello unas palas de madera con las que se golpea la pelota, sin dejar que caiga al suelo, e intentando no obligar a los de enfrente a tener que desplazarse de su posición para devolverla. La distancia entre los jugadores depende del nivel o la costumbre del lugar donde se juega. El número de jugadores es variable; lo más común es: 1x1, 2x1, 2x2 y 3x2.

    Hernández (1994) describe el juego de la “pala cántabra”. Se suele jugar en las playas. “El juego de pala cantabra se puede clasificar como un juego cooperativo que se disputa entre 2 o más jugadores y cuyo objetivo es mantener la pelota en el aire el mayor tiempo posible, golpeándola con la pala y sin que en ningún momento toque el suelo. Para que el juego sea fluido, debe existir una cooperación constante entre atacantes y defensores, adaptando la fuerza y velocidad de la pelota al nivel técnico de los jugadores”.

    Sher (1996) recoge el juego del “globo colgante” para alumnado en silla de ruedas. Consiste en golpear un globo con palas. Esta autora da ideas de cómo elaborar palas con material barato; perchas y medias de nailon para los alumnos con capacidades limitadas.

    Olayo y cols. (1996) plantean el juego de palas con alguna modificación para el alumnado con discapacidad motora con problemas para sujetarlas. Por ejemplo, adaptar cintas de velcro a las palas. Estos autores recomiendan emparejamientos equilibrados (alumnado con más posibilidades motrices con quienes tengan menos recursos) para mejorar el peloteo y mantenerlo el mayor tiempo posible la duración del juego.

    Según Barbero (2000) dentro de los juegos con raqueta y pelota, las palas ofrecen una amplia gama de posibilidades entre las que aparecen modalidades de oposición, de cooperación y de cooperación – oposición:

  1. Existe una posibilidad de competición en la que debemos golpear la pelota con la pala contra una pared o frontis intentando que el contrincante no la devuelva.

  2. Podemos jugar de una forma más recreativa cooperando con un compañero para que la pelota no caiga mientras la golpeamos uno enfrente de otro, pudiendo estar o no separados por una red.

  3. Otra posibilidad de oposición es la que delimita un campo con o sin red tratando de hacer punto al adversario intentando que la pelota toque en su campo mientras que evitamos que de en el nuestro. Si jugáramos por parejas se convertiría en una modalidad de cooperación – oposición.

  4. Otra forma de juego es la de ataque - defensa o “pegador – parador”, típica de la zona cántabra. Esta modalidad consiste en mantener la pelota el mayor tiempo posible en el aire. Uno es defensor y recepciona o controla la pelota que viene del otro lado y la pasa en las mejores condiciones posibles a su compañero para que “ataque” o golpee al campo contrario. Se puede practicar el 1x1, en la que uno defiende y uno ataca o pueden participar muchos más jugadores, 1x2, 2x2, 2x3, 3x3, etc.

  5. Finalmente existe otra modalidad denominada de “juego rápido” en la que no existe especialización (atacantes y defensores). Consiste en mantener la pelota el mayor tiempo posible en el aire mediante golpes rápidos con trayectorias tensas. Ambos jugadores juegan con palas similares y realizan los mismos tipos de golpes. Se trata de una modalidad típica de Euskadi.

    Rodríguez y González (2008) presentan el “voley-pala”. Se trata de un enfrentamiento de 3x3 que resulta de la unión del juego de palas y el voleibol. Las reglas irán variando del golpeo alternativo, tanto en el 1x1 como en el 2x2, a prácticamente la imposibilidad de un golpeo directo, siendo la mejor opción de golpeo la jugada grupal, sobre todo en el voley-pala 3x3. Equipos de 4 jugadores; 3 en pista y uno reserva (este último no estrictamente obligatorio). Máximo de 3 toques en cada jugada, pudiendo un jugador dar 2 veces seguidas a la bola.

    Por lo tanto, de forma general, el juego consiste en golpear una pelota con la pala, bien dirigiéndola contra una pared o frontis (en frontón), bien dirigiéndola hacia el compañero o contrincante de juego o bien contra el campo contrario. De la misma manera, el juego tiene varios objetivos o posibilidades; por un lado cuando se juega contra una pared (en frontón) y por otro, tenemos el juego de palas en la playa o en el campo, en el que 2 o más personas juegan intentando que la pelota permanezca en el aire el mayor tiempo posible sin caer al suelo, siendo esta forma de jugar de carácter principalmente recreativo. También se puede dar otra posibilidad, jugar a las palas en un terreno delimitado, tratando de hacerle un tanto al adversario dentro del terreno de juego.

Conclusiones

  • El material necesario para su práctica es de bajo coste. Se puede conseguir un par de palas y su pelota por 1 euro en las tiendas de “todo a cien”.

  • La particularidad que nos ofrece este deporte alternativo de adaptación a cualquier dimensión, terreno de juego y normativa.

  • La gran variedad de palas y pelotas con las que se puede jugar es otra de las particularidades que permite su adaptación a las diferentes características de los practicantes.

  • Tiene una transferencia positiva hacia deportes más convencionales como el bádminton, el tenis o el tenis de mesa.

  • Es una actividad que no sólo se relaciona con los contenidos referentes a la condición física (fuerza, velocidad etc.) y a las habilidades (coordinación, agilidad etc.), también entronca con el patrimonio cultural, al ser un juego de larga tradición, y con las actividades en el medio natural.

  • El escaso requerimiento de material y bajo coste de las instalaciones hace posible que sea una excelente alternativa para la ocupación constructiva del tiempo libre.

Bibliografía

  • Ayán Pérez, C. (2004). Las palas en las clases de Educación Física: una propuesta práctica. EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires - Año 10 - N° 74 Julio de 2004. http://www.efdeportes.com/efd74/palas.htm

  • Barbero Álvarez, J. C. (2000). Los Juegos y Deportes Alternativos en Educación Física. EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires - Año 5 - N° 22 - Junio 2000. http://www.efdeportes.com/efd22a/altern.htm

  • Bayer, C. (1986): La enseñanza de los juegos deportivos colectivos. Hispano Europea. Barcelona.

  • Gutiérrez López, J., López Ruiz, F., y Sedano de Félix, L. (1992). Propuestas para educación física.1ª edición. Narcea, s.a. de ediciones, Madrid.

  • Hernández Vázquez, M. (1994). Juegos y deportes alternativos. Manuel Hernández Vázquez: Madrid.

  • Olayo, J.Mª, Vázquez, J., Alapont, A. (1996). El alumnado con discapacidad. Una propuesta de Integración (I). Madrid: MEC.

  • Ortì Ferreres, J., (2004). La animación deportiva, el juego y los deportes alternativos. 1ª edicion. Inde. Barcelona.

  • Ruiz Alonso, J. G. (1991). Juegos y deportes alternativos: en la programación de educación física escolar. Lérida: Agonos, D.L.

  • Velázquez de los Ríos, A. y Martínez Calle, A. (1994). Juegos y formas jugadas con materiales alternativos. CEP: Alcalá de Guadaira (Sevilla).

  • Rodríguez J. C. y González Pascual, M. (2007). El voley-pala: una forma de jugar entre equipos. EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires - Año 11 - N° 106 Marzo de 2007. http://www.efdeportes.com/efd106/el-voley-pala-una-forma-de-jugar-entre-equipos.htm

  • Sher, B. (1996). Juegos estupendos con juguetes improvisados. Barcelona: Martínez Roca.

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