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Juegos de cancha dividida como actividad físico-recreativa

para las personas mayores de 50 años

 

*Doctor en Educación Física. Entrenador Nacional de Voleibol.

Profesor del Departamento de Educación Física de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.

Profesor de Enseñanza Secundaria.

**Licenciada en Educación Física. Entrenadora Nacional de Voleibol.

Profesora de Enseñanza Secundaria. Campeona de España de Voleyplaya (2000, 2001, 2005 y 2007)

Jugadora del Plan ADO del Consejo Superior de Deportes en el 2008.

Responsable del Workshop 19 de Voleyplaya 1er Festival Europeo de Gimnasia Golden Age 2008

David Rodríguez Ruiz*

Ester Alcón Ferrer**

drodriguez@def.ulpgc.es

(España)

 

 

 

Resumen

          Numerosos estudios han fundamentado que la participación en un programa de actividad física de forma regular reduce y/o previene alguno de los efectos negativos que el envejecimiento tiene sobre la salud. Por tanto, si un adulto de mediana edad realiza de forma continuada programas que tengan como objetivo el mantenimiento y/o mejora de la fuerza, resistencia (aeróbica), el equilibrio y la movilidad articular estará asentando los pilares para mantener y/o mejorar su independencia y autonomía en etapas posteriores de la vida y, por tanto, su Calidad de Vida.

          En este sentido, consideramos que los “juegos de cancha dividida” se podrían considerar como un recurso inmejorable de actividad físico-recreativa y placentera (objetivo psicológico) que incluye requisitos condicionales que nos ayudan a reducir y/o prevenir algunos de los efectos negativos que el envejecimiento produce a nivel de salud y, por otro lado, estamos favoreciendo la relación con los demás en un claro objetivo social, en este núcleo de población.

          En este artículo, presentamos una experiencia práctica en el 1er Festival Europeo de Gimnasia “Golden Age” 2008, con la intención de mostrar los intereses y motivaciones que este tipo de actividad, de cancha dividida, despierta en los mayores de 50 años de diferentes nacionalidades europeas.

          Palabras clave: Personas mayores. Actividad física. Juegos de cancha dividida. Salud.


Experiencia en el 1er Festival Europeo de Gimnasia “Golden Age”, 2008

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 14 - Nº 132 - Mayo de 2009

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Introducción

    Con el propósito de conseguir una buena Calidad de Vida a medida que se va cumpliendo años, cualquier programa de actividad física dedicado a las personas mayores debería orientarse al menos hacia dos aspectos fundamentales (Pastor, 2005):

  • Potenciar el apoyo físico–sanitario para resolver cuantos problemas y limitaciones dificultan la adaptación de la persona mayor a su entorno de vida.

  • Actuar sobre el sujeto para mejorar las capacidades necesarias para resolver los problemas que le pueda plantear su adaptación presente o futura.

    Teniendo en cuenta estos dos principios pedagógicos, la actividad física debería ir encaminada en conseguir “que las personas mantengan su independencia y autonomía en etapas posteriores de su vida”. Podríamos completar esta afirmación con las aportaciones de Neri y otros (1999), que nos dice que la “si un adulto mayor tiene una buena capacidad física, la preservación de este potencial y su estimulación a través de la práctica deportiva puede reforzar el sentido de bienestar y favorecer la manutención de vínculos sociales”. A partir de esta idea, Minkler y otros (2002) nos dicen que el successful aging es referido como la posibilidad de mantenerse:

  • En un bajo riesgo de enfermar.

  • Con un nivel optimo de actividad física y mental.

  • Decididamente comprometido en actividades que le permitan relacionarse con los demás.

Papel de la actividad física en mayores de 50 años

    Numerosos estudios han documentado que la participación en un programa de actividad física de forma regular reduce y/o previene algunos de los efectos negativos que el envejecimiento tiene sobre la salud (Sheapard, 1997; American Council of Exercise, 1998; Atienza, 2001; Stewart, 2001; Leenders, 2003; American College of Sports Medicine, 2004). De forma más específica, podemos recopilar en la bibliografía especializada estudios que demuestran que “los programas de actividad física constante y controlada por un profesional cualificado previenen y/o modifican determinadas enfermedades crónicas” como:

  • La fibromialgia (Graciela y otros, 1998; Yunus, 1996).

  • Los trastornos cardiovasculares y la hipertensión arterial (Serra, 1997).

  • Los trastornos respiratorios (Goldstein, 1996, 1997).

  • La obesidad y el sobrepeso (Ramos, 2003).

  • La osteoporosis (Bonaiuti, 2005).

  • La diabetes mellitus (Wallberg-Henriksson, 1992).

  • La sarcopenia (Buckwalter, 1997; González J.M., 2002; Hunter y otros, 2004; García, 2006)…

    Y lo que es más importante, estas investigaciones han demostrado que las personas mayores son “entrenables”, entendiendo este término como “capacidad de adaptarse a unas nuevas solicitudes, intensidades o sensaciones”.

    Por tanto, consideramos fundamental asentar una serie de hábitos saludables durante esta etapa de la vida comprendida entre los 45 y 65 años, para asegurarnos un envejecimiento óptimo, hecho que realza el papel preventivo de la actividad física. Es más, la práctica regular del ejercicio físico extenderá la posibilidad de vida de un adulto en uno o dos años; esta consideración puede derivarse de un estudio de las consideraciones antropológicas y de las comparaciones de personas con diferentes niveles ocupacionales o actividades recreativas (Molnar, 2003).

    Profundizando un poco más y, utilizando las recomendaciones de los expertos, comprobamos que todos concuerdan en que un “programa de actividad física para personas mayores debería incluir ejercicios de: Resistencia (aeróbico), Fuerza, Equilibrio y Flexibilidad” (ACSM, 2004). Por tanto y, a partir de las aportaciones de Méndez, A. y otros (2005) podemos decir que:

  • Los programas de ejercicios de resistencia (aeróbica), ayudan a mantener y/o mejorar diferentes aspectos de la función cardiovascular (Poveda y otros, 1997 y 1998).

  • Los programas de ejercicios de fuerza compensan las pérdidas de masa muscular y fuerza asociadas al proceso de envejecimiento (sarcopenia).

  • Los ejercicios de equilibrio permiten la capacidad de mantener el control del cuerpo sobre su superficie de apoyo evitando la caída.

  • Con las rutinas de flexibilidad el objetivo es el mantenimiento de los rangos de movimiento (Austrin, 2008).

    En este caso (adultos de mediana edad), “se puede incidir en la puesta punto de las capacidades físicas básicas y crear esa base posterior de buenos hábitos que nos pueden asegurar una Calidad de Vida durante el envejecimiento, atendiendo a las particularidades de cada sujeto”. Hay que tener presente todo lo expuesto anteriormente, ya que el proceso de envejecimiento, si bien cumple una serie de parámetros, es diferente para cada persona y, como profesionales debemos atender a cada persona y su realidad tal y como se debe, para lo cual “debemos hacer primero un estudio inicial de la persona y sus posibilidades reales, tanto físicas, como psicológicas y sociales”.

    Por este motivo, hay que introducir en el programa de actividades aquellas que mejoren o mantengan de esta forma la Calidad de Vida y, para incidir en la Independencia, realizar ejercicios que ayuden a: “Evitar la disminución de las capacidades cognitivas, que contrae una pérdida de interés, fatiga intelectual y dificulta la atención, ya que estas tienen peso específico en la coordinación de movimientos”. Siguiendo esta reflexión, dichos programas de actividades deberían incorporar actividades:

  • Que planteen problemas con un “tiempo de resolución” adaptado a las necesidades y posibilidades de cada persona.

  • Que fomenten su “potencial creativo” a través de nuevas experiencias o nuevas actividades.

  • Actividades que les resulten satisfactorias y “motivantes”.

    Con el objetivo claro de conseguir compatibilizar todos los factores que hemos enunciado anteriormente, debemos crear un “clima acogedor”, donde las personas mayores se sientan protagonistas, favoreciendo de esta forma la implicación y la participación en los programas de actividades, que deben ser fácilmente “aplicables a la vida real”.

    Por tanto, cuando la actividad es lúdica con un fin claro de relación, se debería introducir en algún momento de la programación actividades de “equipo”, donde los juegos de cooperación (Hernández Moreno, 1994), sin una oposición marcada, toman mayor predominancia.

Los juegos de cancha dividida y las personas mayores de 50 años

    Atendiendo a los conceptos epistemológicos de las investigaciones de Devís et al. (1992) sobre los juegos de iniciación deportiva según el modelo horizontal comprensivo, podemos ver que se dividen en juegos deportivos de blanco y diana, bate y campo, cancha dividida y muro, y, por otro lado, los juegos deportivos de invasión.

    Entendemos que los juegos de cancha dividida son aquellos que “se caracterizan porque los jugadores o bandos contrarios se sitúan frente a frente en espacios diferenciados y separados por una red (raya, cuerda o espacio muerto) con el objetivo de lanzar o golpear un móvil por encima de ésta, de forma que caiga o muera en el campo contrario o resulte difícil su devolución” (Méndez, 2003).

    Las propias características de éste tipo de actividades: participación alternativa, ausencia de contacto físico y espacios separados, permiten realizar una serie de consideraciones metodológicas de organización de las personas en el juego que las hace perfectamente aplicables a las personas mayores: juegos de cooperación (1 con1, 2 con 2, 3 con 3 y 4 con 4), de oposición (1 vs 1) y de cooperación-oposición (2 vs 2, 3 vs 3 y 4 vs 4).

    Por tanto, los “juegos de cancha dividida” pueden ser un inmejorable recurso de actividad recreativa y placentera (objetivo psicológico) que incluye requisitos condicionales que nos ayudan a reducir y/o prevenir algunos de los efectos negativos que el envejecimiento produce en las personas mayores a nivel de salud y, por otro lado, estamos favoreciendo la relación con los demás en un claro objetivo social. Esta idea es compartida por diversos autores, como Los Santos (2002), que nos afirma que “los juegos en la tercera edad cumple una función social y cultural ya que favorecen la socialización y permiten la obtención de placer y bienestar corporal y mental”.

Experiencia en el 1er Festival Europeo de Gimnasia “Golden Age” 2008

    El 1er Festival Europeo de Gimnasia “Golden Age” 2008 es un evento destinado a personas con una edad superior a los 50 años, con una oferta variada de actividades deportivas, sociales y culturales a celebrar en el sur de Gran Canaria. Organizado por la Unión Europea de Gimnasia (European Union of Gymnastics/Union Européenne de Gymnastique/UEG) y a nivel local por la Asociación Deportiva BLUME – GRAN CANARIA.

    Se desarrolló entre los días 16 y 21 de noviembre de 2008 en diferentes instalaciones del municipio de Maspalomas, como el polideportivo de San Fernando, el centro comercial Plaza de Maspalomas, el centro comercial Yumbo o la plaza de San Fernando, y en el mismo participarán 1.800 personas en 93 grupos de 26 naciones.

    Está destinado a los gimnastas y grupos pertenecientes a las Federaciones Nacionales miembros de la Unión Europea de Gimnasia (UEG). Por esta razón, estas personas tienen una clara conciencia de los beneficios de la práctica de actividad física y son sujetos actualmente activos e integrantes de programas específicos de “gimnasia para todos” en sus países de origen.

Muestra

    Hablando específicamente de los participantes en el workshop de Voleyplaya, nos encontramos que el número de participantes total es de 62 personas (24 hombres y 38 mujeres) de diferentes nacionalidades, con edades comprendidas entre los 52 y 68 años en los hombres y entre los 54 y los 73 en mujeres. Todos ellos compartían un objetivo común, “participar en una actividad de entretenimiento en la playa, bajo el sol y en pleno mes de noviembre”.

Nacionalidad

Hombres

Mujeres

Total

Suizos

4

22

26

Daneses

2

4

6

Checos

1

4

5

Noruegos

-

2

2

Alemanes

14

3

17

Holandeses

3

3

6

Totales

24

38

62

Características de la muestra analizada

    Actividad a realizar en el Workshop 19 Voleyplaya

    La actividad consistía en juegos de calentamiento y, un posterior partido. Los participantes se dividieron en grupos de 20 aproximadamente, lo que nos permitió hacer enfrentamientos de 4 vs 4 y 3 vs 3, en tres campos de Voleyplaya de 8 mts de largo por 8 mts de ancho y una altura de red de 2,22 mts. En un principio se les propuso empezar la actividad con balones de gomaespuma, pero todos decidieron utilizar el balón normal de Voleyplaya, si bien era más suave que los oficiales.

    Debido a las grandes posibilidades funcionales de los participantes, las acciones de los partidos solían presentar mucha continuidad de juego, si bien eran juegos de cooperación-oposición (Hernández Moreno, 1994) debido al sentido agonístico que en todo momento le dieron los participantes.

    Hay dos consideraciones a tener en cuenta, por un lado, a alguna de las personas se les hacía muy duro el golpeo constante con el balón, llegando a los treinta minutos de actividad nada más y, por otro, las jugadoras mayores (entre 68 y 73 años), una vez se introdujeron en el juego de calentamiento, pasaron a realizar el partido (4 con 4) utilizando el “ringo” (Wodzimierz Stryewski, 1959), actividad que está muy difundida por Alemania y Polonia, donde hay inclusive una competición oficial para mayores de 60 años.

WS 19 Voleyplaya de 1err Festival Europeo de Gimnasia Golden Age “2008”

Conclusiones

    Está ampliamente demostrado los beneficios de los programas de actividad física en personas mayores. Así como el crear hábitos saludables en las etapas anteriores a los 65 años, con el fin de conseguir el mayor número de años con una Calidad de Vida que nos permita actuar con independencia y autonomía.

    La comunidad científica ha aclarado que cada persona es diferente y cada proceso de envejecimiento es totalmente individual, pero también destacan que todas las personas, independientemente de su edad son “entrenables”, entendiéndolo como “capacidad de adaptarse a unas nuevas solicitudes, intensidades o sensaciones”.

    Las instituciones y los especialistas en este núcleo de población nos indican que los programas de actividad física deben incluir ejercicios o actividades de resistencia (aeróbica), fuerza, equilibrio y flexibilidad. Ahora bien, teniendo presente que no se deben centrar en el aspecto sólo físico, sino también en el psíquico y social, ya que deben “evitar la disminución del las capacidades cognitivas”, adaptadas a las posibilidades de cada persona en su “tiempo de resolución” y “potencial creativo”, que promuevan unas actividades que resulten satisfactorias y “motivantes”.

    En este sentido, los “juegos de cancha dividida” se muestran como un “recurso perfecto de actividad recreativa y placentera para el trabajo de los requisitos condicionales que nos ayudan a reducir y/o prevenir algunos de los efectos negativos que el envejecimiento produce a nivel de salud y, por otro lado, estamos favoreciendo la relación con los demás en un claro objetivo social”.

    Las propias características de éste tipo de actividades: participación alternativa, ausencia de contacto físico y espacios separados, permiten realizar una serie de consideraciones metodológicas de organización de las personas en el juego que las hace perfectamente aplicables a las personas mayores: juegos de cooperación (1 con1, 2 con 2, 3 con 3 y 4 con 4), de oposición (1 vs 1) y de cooperación-oposición (2 vs 2, 3 vs 3 y 4 vs 4).

    El planteamiento de los juegos en función de la organización variará según el objetivo del mismo, así como del interés y nivel condicional de los participantes. Ha quedado demostrado, en nuestra experiencia en el 1er Festival Europeo de Gimnasia “Golden Age” 2008, la preferencia por el juego competitivo (voleyplaya) en personas mayores activas y con una buena base condicional. Mientras que las personas con más edad o con un menor nivel condicional preferían actividades más controladas como el “ringo”.

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