Actividades físicas y universidad. Cómo eran en la universidad medieval y cómo ingresaron en la actual universidad |
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Docente en Educación Física www.danielpallarola.com.ar (Argentina) |
Lic. Daniel Pallarola |
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Resumen En este ensayo, se revisarán las actividades físicas de los universitarios medievales y la de los universitarios contemporáneos. En el primer caso se analizará al libro “Baudolino” de Umberto Eco y en el segundo caso, se analizarán a los universitarios de Inglaterra y Estados Unidos de América, pudiendo denominarlo modelo anglosajón, confrontándolo con el modelo implementado en las universidades argentinas. Palabras clave: Actividad física. Universidad. Historia. |
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 14 - Nº 132 - Mayo de 2009 |
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Origen medieval de la universidad
A principios del medioevo europeo, el conocimiento se encontraba en las escuelas de los monasterios y catedrales. Algunas de estas escuelas alcanzaron el grado de Studium Generale, porque recibían estudiantes de otras diócesis y otorgaban títulos con validez externa; estos estudios contaban con estatutos y privilegios otorgados, tanto por el poder civil como por el Papa.
Es en el siglo XIII que comienzan a surgir las Universitas. Esto era una asociación, al estilo de un gremio o comunidad de artesanos de un mismo oficio, que reunía a profesores o estudiantes con el objetivo de defender los intereses profesionales de sus miembros. Aquellos intereses, eran regularizar la enseñanza y garantizar el nivel adecuado de los maestros. Al evolucionar estas comunidades, dieron origen a las Universidades.
El primer studium generale que pasó a ser universitario fue la Universidad de Salamanca, convertida como tal por Alfonso X en 1254, debido a sus innovaciones; como la de ser el primero en tener facultad de Medicina y Biblioteca Pública.
La Universidad de Bolonia, a comienzos del siglo XIII, fue la primera en tener estudios reconocidos universalmente y estatutos propios; destacándose que el rector era elegido de entre los estudiantes.
La Universidad de París, bajo el nombre de Colegio de Sorbona, surge de la unión de las escuelas catedralicias de Notre Dame, de San Víctor y de Santa Genoveva.
Para evitar que los universitarios ingleses migraran al continente para estudiar en París, se crea la Universidad de Oxford. Ésta es la más antigua de habla inglesa, creada en primer lugar por Enrique II. Recién a finales del siglo XIV es cuando se aprueban sus estatutos. Es en este siglo que un grupo de profesores se distancia de la Universidad de Oxford, y crean la Universidad de Cambridge.
El enfrentamiento inicial
Desde un comienzo, las actividades físicas y los estudios universitarios estuvieron enfrentados de manera irreconciliable. En las primeras universidades medievales, los ejercicios físicos estaban excluidos. Los profesores, incluso los estudiantes, consideraban a la caza, las justas y torneos1 como actividades indecentes. Hasta la danza no tenía ningún prestigio; los juegos de pelotas o palos se los consideraba en el ámbito universitario como insolentes. Para el mundo universitario de la época, por ejemplo, estaba prohibido participar de las carreras, hoy denominado atletismo. Se consideraba “estudiante perfecto” a aquel que tuviera rechazo por toda actividad física, recreativa o que produjese diversión. Sin embargo tenían el atractivo de lo prohibido. Umberto Eco en “Baudolino”, retrata la vida universitaria medieval de la Europa del siglo XII, con rigor histórico.
Cuando el personaje protagonista va a estudiar a París y le escribe a la emperatriz, el autor relata: “Recién llegado, Baudolino no vio la hora de obedecer a la emperatriz, y le escribió algunas cartas. Al principio había creído calmar sus ardores acatando aquella invitación, pero se dio cuenta de lo doloroso que era escribir sin poderle decir lo que experimentaba verdaderamente, estilando cartas corteses y perfectas, en las que describía París […]. Había un río sinuoso con dos islas en medio, y un agua riquísima para beber, e inmediatamente después de las murallas se extendían lugares balsámicos como un prado cerca de la abadía de San Germán, donde se pasaban hermosísimas tardes jugando a la pelota.”
En otro párrafo Eco escribe “Pero Baudolino se iba sintiendo más y más vil, porque le callaba tanto lo que le urgía en el corazón, como todas las demás cosas que hacía, y que no se pueden decir ni a una madre, ni a una hermana, ni a una emperatriz, y mucho menos a la mujer amada.
Ante todo, jugaban a la pelota, es verdad, pero también se peleaban con la gente de la abadía de San Germán, o entre estudiantes de origen distinto, como decir picardos contra normandos, y se insultaban en latín, de manera que todos entendieran que se los ofendía.”
Este juego de pelota se llamaba soule en Francia, hurling en Inglaterra y calcio en Italia, que son los sucesores del antiguo harpastum romano y los antecedentes del fútbol y rugby actual. En esta época se lo jugaba en el campo, más adelante, también en las ciudades. Los religiosos dejaban a los estudiantes y campesinos, jugar en sus terrenos —en este caso la abadía de San Germán—, con la idea de convertirlos al cristianismo, aunque la Iglesia no estaba totalmente de acuerdo con aquellas prácticas.
Pero hasta los juegos de mesa y azar, estaban vedados. Por ejemplo, leemos en Baudolino: “La carta no decía que, después de una breve vacilación sobre la distribución de las camas, se había decidido que cada noche los dos convivientes se habrían jugado al ajedrez la cama más cómoda, porque en la corte el ajedrez se consideraba un juego poco aconsejable.”
Sin embargo muchos se dedicaban a estas actividades, incluso a la bebida, que tomaban en las tabernas, y era como una válvula de escape a una vida dura, tal como la del Poeta (otro personaje): “Una vez, el Poeta entonó burdamente una de aquellas canciones de taberna que en París hacían ruborizarse incluso a las siervas, y Baudolino le siguió.”. Más adelante relata Eco: “El Poeta fue a la taberna que conocía, hizo su infame mercado; para emborrachar al sirio se emborrachó también él, salió, le siguió alguien que estaba al corriente de sus tejemanejes, quizá el sirio mismo (que, como el Poeta había dicho, era de su misma raza), le asaltaron en un callejón, lo molieron a golpetazos, y volvió a casa, más ebrio que Noé, sangrando, contusionado […].”; algo no muy diferente a los Hooligans,2 violentos fanáticos del fútbol inglés.
La reconciliación
Pasaron algunos siglos, y ya en el Renacimiento los humanistas italianos recuperaron el valor pedagógico de la actividad física, tomando como modelo a la educación griega antigua. No obstante este dato, es recién en el siglo XIX dónde el panorama cambió realmente, ya que en este siglo nace el Deporte.
Un posible modelo anglosajón
Universidad británica
En Inglaterra en 1828, el reverendo Thomas Arnold, fue designado director de la Public School de Rugby, en donde desarrolló sus ideas sobre la educación física. En contraposición con los sistemas gimnásticos establecidos en Francia, Alemania y Suecia, el sistema de Arnold no utilizaba aparatos ni movimientos aprendidos en serie, sino que trataba de educar a través del sport. Arnold consideraba que la práctica libre de los deportes, organizada por los propios estudiantes pero supervisada por los maestros, contenía un valor formativo al favorecer la liberación de la carga excesiva de lecciones teóricas, fomentar la solidaridad, la colaboración y el apoyo mutuo, al mismo tiempo que era una vía para contribuir a la formación del carácter y la contención temperamental (canalización de la agresividad) por medio del juego limpio o fair play, la aceptación de la derrota, y la responsabilidad individual y colectiva de los actos.
Esta forma de trabajo también se introdujo en la universidad, creándose clubes deportivos como en las universidades de Oxford, Eaton y Cambridge. La primera regata de los tradicionales, y aún actuales, encuentros entre las universidades de Oxford y Cambridge, conocidos por la abreviatura Ox-bridge, se realizó en 1836. También estas universidades, compitieron en pruebas atléticas en 1855. Hubo carreras de 100 y 120 yardas (91,44 y 109,73 metros respectivamente), lanzamiento de bala y de martillo.
Universidad norteamericana
Del otro lado del océano Atlántico, se llevo a cabo en 1852 en los EE.UU., la primera competencia universitaria. Consistió en una carrera de remo entre las universidades de Harvard y Yale, al estilo inglés. De aquí en adelante los deportes comenzaron a ocupar un lugar importante en los campos universitarios. Con el tiempo, otros deportes comenzaron a incluirse como parte de los deportes universitarios, tales como el béisbol, fútbol americano, tenis, básquetbol, squash y fútbol (soccer). Las mujeres participaron por primera vez en 1896. Este evento consistió de un partido de básquetbol femenino entre las universidades de California y de Stanford.
Inicialmente, las competencias atléticas universitarias estadounidenses eran organizadas y dirigidas por los estudiantes, al igual que en Inglaterra. El atletismo era visto por los directivos de la universidad como actividades extracurriculares. Esto se debía a que no eran considerados parte de la misión educativa de la universidad. Sin embargo, a medida que crecía la popularidad del atletismo, surgieron problemas. La universidad cuestionaba el rendimiento académico de los atletas-estudiantes. Para poder controlar y solucionar esto, la universidad se involucró en la gestión de las actividades atléticas. En diversas universidades se crearon comités atléticos integrados por miembros de la universidad, tal el caso, en 1892, de la Universidad de Harvard.
Posteriormente, le siguieron la creación de asociaciones universitarias vinculadas con la organización y gestión del atletismo universitario. En 1895 se formó la "Intercollegiate Conference of Faculty Representatives", la cual estaba compuesta por miembros representativos de siete instituciones académicas de educación superior en la región del oeste medio de los Estados Unidos. Esta primera asociación estableció los requisitos de admisión para los deportistas-estudiantes, tomando en consideración el rendimiento académico; incorporaron medidas que fijaban límites para la ayuda financiera y desarrollaron guías para la contratación de entrenadores. Esta conferencia fue el antecedente para el desarrollo de otras conferencias establecidas a través de todo los EE.UU. y que dirigían los juegos atléticos universitarios, finalizando con su inclusión dentro de la gestión universitaria.
Otras instituciones superiores fueron la "Boston Normal Institute for Physical Education", fundada en 1861, y en 1866 la "Normal College of the American Turnerbund".3
A fin de siglo XIX, varias instituciones académicas estadounidenses construyeron sus propios gimnasios. Tal el caso de las universidades de Harvard, Yale, Princeton, Wisconsin y California, entre otras.
Una encuesta realizada en 1907, según Lopategui Corsino (2001), mostró que 28% de los estudiantes estadounidenses de 290 escuelas superiores, practicaban uno o más deportes. Para esta época la mayoría de los colegios y universidades contaban con departamentos de educación física y ofrecían algún tipo de programa gimnástico para sus estudiantes. En otro sondeo realizado en 1908 se mostró que 41% de los directores de educación física tenían grados médicos, 3% poseían doctorados (Ph.D.) y el resto contaban con título de bachiller.
Esta realidad académica es muy diferente, si miramos bien al sur.
Recorriendo la Argentina
Universidad Nacional de La Plata
Uno de los primeros antecedentes que conocemos, como un intento de organizar las actividades físicas en la universidad, es el de la Universidad Nacional de La Plata. Allí se crean organismos que se ocupan de estas actividades, como la Casa del Estudiante en 1912, la Dirección de Sanidad en 1920 y el Departamento de Cultura Física, anexo al Colegio Nacional, en 1929. Este último tenía por función el cuidado de las instalaciones deportivas de la Universidad y la organización de campeonatos internos y externos como así también de las exhibiciones que representaban a la misma. En este marco, la Educación Física era concebida como una disciplina que velaba por el orden moral y cultural de los estudiantes, no muy alejada de las concepciones hegemónicas en la universidad, centradas en el disciplinamiento del cuerpo como complemento de la formación intelectual.
En 1946 se crea en el seno de la Universidad, la Dirección General de Educación Física que se constituye como un organismo autónomo con funciones directivas, organizativas y fiscalizadoras de las actividades físicas en los establecimientos universitarios, con el objeto de promocionarlas. Entre los creadores de tal Dirección se encuentra Alejandro Amavet, quien en 1953 crearía el Profesorado Universitario en Educación Física.
Como hemos visto, el desarrollo de las actividades físicas y la educación física en la UNLP, no estuvo siempre ligado a la idea de formar profesores en esta especialidad ya que en sus inicios estaba orientada casi exclusivamente hacia la ejecución de ejercitaciones que sólo apuntaban al desarrollo de las aptitudes físicas de los estudiantes de la Universidad. Es a partir de la década del ’50 que esto se modifica.
Universidad Nacional de Tucumán
En cambio, en la Universidad Nacional de Tucumán, la educación física y el deporte se incluyeron con la misma idea que la UNLP, pero sin el carácter universitario. Al inicio, en 1947, se creó el Departamento de Educación Física, y estaba destinado a impartir enseñanza a los estudiantes que pertenecían a distintas facultades y escuelas de la Universidad. Para 1948, el Departamento de Educación Física, dirigido por Federico W. Dickens, de nacionalidad estadounidense, pasó a perfilarse como un gran centro recreativo en Tucumán, el cual sin cobrar cuota, logró ser el único de este tipo en el país. El “Departamento” tuvo un gran impacto en la sociedad tucumana.
El Instituto de Educación Física, se crea en 1953 siendo su propulsor el Prof. Enrique Carlos Romero Brest4; denominándose actualmente Escuela Universitaria de Educación Física.
Dos matrices de origen e inclusiones diferentes
A modo de rápida conclusión, pudimos ver como en Inglaterra y Estados Unidos, los estudiantes fueron los que dirigieron e incluyeron las actividades físicas dentro de la universidad, desde mediados el siglo XIX. Ya principio de siglo XX, los responsables de las actividades físicas universitarias estadounidenses, tenían grados académicos y los estudiantes, el hábito de realizarlas.
En cambio en Argentina, fueron las autoridades los que incluyeron las actividades físicas para los estudiantes, quienes todavía tenían una mirada medieval sobre este tema, y además, recién lo hicieron en las primeras décadas del siglo XX.
Sin dudar, la tradición deportiva universitaria anglosajona es muy distinta a la nuestra. Basta con ver las competencias universitarias estadounidenses, tal el caso del básquetbol y el fútbol americano, y compararlas con las competencias universitarias argentinas, que afortunadamente hoy, están creciendo.
Notas
1. Actividades lúdico-bélicas típicas de la Alta Edad Media.
2. El origen del término “hooligan” es incierto, pero se cree que apareció en un informe de la policía de Londres que data del 1898 (BBC Mundo 2005).
3. Movimiento gimnástico ("Turnverein") creado por el alemán Friedrich Ludwig Jahn.
4. Hijo del Dr. Enrique Romero Brest, fundador de la educación física en Argentina.
Bibliografía
AA.VV. S.A. “Historia de las universidades. Origen del término. Precedencia de las Universidades Españolas”. http://www.protocolo.org
BBC Mundo (2005) “De los Hooligans a las Barras Bravas” 3 de noviembre, UK http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/specials/newsid_4371000/4371158.stm
ECO U. (2001) “Baudolino” Ed. Lumen, Bs. As.
LOPATEGUI CORSINO E. (2001) “Historia de la educación física”. Puerto Rico., www.saludmed.com/EdFisica/HistEdFi.html
PALLAROLA, D. (2001) “Curriculum de formación del profesorado de educación física argentino. Contextualización y evolución. 1901 A 1938”, Tesis de Licenciatura, Univ. Nac. de La Matanza, Bs. As.
PALLAROLA, D. (2008) “Evolución de las actividades físicas” 3ª revisión, Apuntes de cátedra: “Perspectiva Teórico Histórica”, Instituto SAFYD, Merlo, Bs. As.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE TUCUMÁN, Facultad de Educación Física, www.facdef.unt.edu.ar/historia.php
VILLA A. 2002 “La tradición humanista en la formación de profesores/as. Amavet y el caso del Profesorado en educación física. UNLP” Bs. As., http://www.efdeportes.com/efd56/amavet.htm
revista
digital · Año 14 · N° 132 | Buenos Aires,
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