Test más apropiados para la valoración funcional del deportista en gimnasia rítmica |
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*Diplomado en Educación Física. Licenciado en Periodismo Licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas Doctorando en Educación Física. **Diplomada en Educación Física. Licenciada en Periodismo Licenciada en Publicidad y Relaciones Públicas Juez y entrenadora nacional de Gimnasia rítmica ***Diplomada en Educación Física Entrenadora nacional y juez regional de Gimnasia rítmica Entrenadora nacional de Gimnasia estética |
Eliseo García Cantó* Ana Navarro Sánchez** Juana María Navarro Sánchez*** (España) |
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Resumen El presente estudio pretende justificar la elección de determinados tests físicos a la hora de realizar una valoración funcional de deportistas que practican como deporte de competición la gimnasia rítmica. Palabras clave: Test. Valoración funcional. Gimnasia rítmica. |
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 13 - Nº 129 - Febrero de 2009 |
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1. Marco teórico
La Gimnasia Rítmica Deportiva (GRD) es un deporte olímpico que se mueve como la mayoría de deportes gimnásticos entre dimensiones técnicas y estéticas. La simbiosis de movimientos corporales con los aparatos, unidos y adaptados a una determinada música, constituye la esencia misma de esta disciplina (Fernández Caburrasi y Vernetta Santana, 2003).
Poco a poco ha ido apareciendo y aumentando la producción científica en torno a este deporte cuya práctica deportiva de competición tiene escasamente medio siglo.
Las cualidades que se relacionan a la Gimnasia Rítmica como deporte, son aquellas que se refieren a la plasticidad de movimientos, gracia, expresividad, feminidad, elegancia, arte y otras, pero mucho más allá de esa envoltura frágil y sutil que se le ha otorgado, encontramos un deporte de elevadas exigencias psíquicas, físicas, funcionales, que nos evidencia la total integración que debe existir entre el arte del movimiento y las potencialidades de reservas orgánicas que pueden ser utilizadas en el control, y en la dirección de un proceso de entrenamiento (Mena-Ramos y Álvarez-Velásquez, 2006).
La Gimnasia Rítmica como deporte de coordinación y competitivo, se caracteriza por la necesidad de mucho trabajo para lograr la especialización. El nivel técnico necesario es alto y los ejercicios de desarrollo físico se presentan como base para el fortalecimiento de las diversas capacidades físicas que permiten crear y acelerar el proceso de aprendizaje y fijación de las diferentes técnicas de movimiento.
El constante aumento de las exigencias y el anticipado alcance de los máximos resultados competitivos en la Gimnasia Rítmica obligan a establecer plan de entrenamiento donde las capacidades físicas juegan un rol determinante y principal acorde con estos requerimientos.
Aunque como en cualquier deporte de competición todas las capacidades físicas básicas son fundamentales, en el entrenamiento de gimnasia rítmica podemos destacar dos capacidades imprescindibles: Fuerza y flexibilidad.
2. La fuerza
Conceptualmente la fuerza se entiende como la capacidad para vencer una determinada resistencia con independencia del tiempo empleado para realizarlo.
La fuerza tiene una gran importancia en gimnasia rítmica ya que:
Aumenta la base para las acciones de despegue exigidas en los saltos gimnásticos
Crea las posibilidades para las grandes elevaciones de piernas necesarias en equilibrios, giros y elementos de gran flexibilidad.
Facilita el cambio de posición de las diferentes partes del cuerpo durante el vuelo en un salto o elemento acrobático y para la recuperación de las grandes flexiones del tronco
Garantiza la recuperación de las posiciones del cuerpo, después de grandes saltos, así como el control neuromuscular necesario para mantener las posiciones de equilibrio y de la postura de la gimnasta como base para la ejecución de los ejercicios de este deporte.
Mejora la orientación espacial, garantizando con ello la precisión de la colocación de piernas, brazos y tronco en posiciones simétricas, sin el control visual continuo de cada uno de estos segmentos.
Incrementa las posibilidades de otras capacidades físicas como son flexibilidad, velocidad y resistencia (Mena Ramos, 2006).
En la fuerza podemos delimitar tres tipos: fuerza máxima, resistencia a la fuerza y fuerza explosiva. En la práctica de la gimnasia rítmica, con el fin de desarrollar la fuerza necesaria para realizar la correcta ejecución de los elementos técnicos, hay que tener en cuenta los siguientes aspectos: La prioridad de la fuerza relativa (fuerza absoluta / peso corporal), la importancia de la fuerza explosiva y la fuerza resistencia. El desarrollo de la fuerza de los diferentes segmentos corporales y su relación con el peso corporal de las gimnastas (fuerza relativa), aumenta la capacidad de las gimnastas.
Son numerosos los test que podemos utilizar para la valoración funcional del deportista en la capacidad de fuerza, pero por diferentes motivos nos vamos a quedar con 3.
1. Polidinamometría de Korobkov y Cherniaev (1963)
La medición tiene lugar, en vez de en una plataforma especialmente construida, como proponen Korobkov y Cherniaev, en un banco sueco y la espaldera. Se valora la fuerza absoluta de 12 grupos musculares de brazos, piernas y tronco: flexores y extensores del antebrazo y del brazo, adductores y abductores del brazo, flexores y extensores de cadera y del tronco y extensores de la pierna y flexores plantares del pie (Ariza Romojaro, 2004).
Los motivos por los que he elegido este test son los siguientes:
Es la mejor prueba para medir la fuerza relativa del individuo, ya que los resultados de fuerza máxima que se obtienen se dividen entre el peso corporal y obtenemos la fuerza relativa del grupo muscular que nos interese.
Permite localizar el movimiento y medir la fuerza del grupo muscular que nos interese en cada momento.
Es un test contrastado y preciso, siendo muy utilizado en la práctica deportiva para realizar investigaciones de fuerza relativa.
Las escalas de valoración que establece el test permiten detectar los puntos débiles de desarrollo en la fuerza y realizar las oportunas correcciones en la planificación y programación de los medios y métodos de preparación física.
Aunque no es fácil la utilización de este test debido a la complejidad en el montaje del aparato y del dinamómetro, es cierto que la modificación realizada con el banco sueco y las espalderas va a facilitar el realizar este test con las gimnastas.
Elevada fiabilidad, ya que si lo aplicamos varias veces los resultados van a ser análogos.
Permite determinar el rendimiento individual de cada gimnasta en la preparación de fuerza en su conjunto y la fuerza de cada grupo muscular.
El control pedagógico de los índices de fuerza relativa proporciona información valiosa al entrenador sobre el nivel de perspectiva del gimnasta en la etapa de iniciación deportiva. Si el test nos muestra que en determinadas grupos musculares la fuerza relativa es inferior a lo normal, tendremos que reforzar en el montaje movimientos donde intervengan aquellos grupos musculares cuyos resultados han sido positivos.
Permite agrupar y clasificar a nuestras gimnastas durante los entrenamientos en función de los resultados obtenidos en el test.
Es específico ya que mide la fuerza máxima y la relativa, capacidades, que como ya hemos comentado antes, son básicas en la gimnasia rítmica.
Es un test valido ya que mide realmente lo que quiere medir, la fuerza máxima y la relativa (dividiendo los resultados entre el peso corporal) de los grupos musculares de las gimnastas.
Es objetivo, ya que sus resultados son independientes de la actitud o apreciación personal del observador.
2. Test de salto vertical o detente
A través de esta prueba se pretende registrar la fuerza explosiva de la musculatura de las piernas. La gimnasta con las yemas de los dedos manchadas de tiza, se coloca frente a una pared marcada, extiende a lo largo los brazos (sin elevar los talones) y señala la altura máxima. A continuación se separa de la pared 20 o 30 centímetros, se coloca de lado y salta hacia arriba con los dos pies y señala en la pared la altura del salto. Se registra la distancia vertical entre la altura previa y la altura del salto.
Los motivos por los que he elegido este test son los siguientes:
Una vez medida la fuerza relativa con el anterior, con este test vamos a poder medir la fuerza explosiva de piernas.
Porque la fuerza de piernas es básica e imprescindible en cualquier movimiento que se realice durante un montaje de gimnasia rítmica.
Tiene gran correlación con los movimientos que se realizan en competición, aunque la correlación no es muy alta.
Es válido, ya que mide lo que realmente quiere medir que es la fuerza explosiva de la musculatura de piernas.
Aunque no nos aporta una visión global de la fuerza explosiva de la gimnasta, si nos mide la fuerza explosiva de una de las articulaciones más importantes a la hora de realizar un montaje de gimnasia rítmica como son las piernas. Son numerosos los saltos que se realizan durante el desarrollo de un montaje de gimnasia rítmica.
Es sencillo, ya que no se necesita ni gran cantidad, ni costoso material para pasárselo a los deportistas.
Es un test de aplicación rápida y dinámica.
Es un test fácil de aplicar a un grupo numeroso de alumnos en un espacio corto de tiempo.
Nos va a permitir determinar si una gimnasta posee los niveles mínimos necesarios para abordar un determinado entrenamiento.
Permite conocer de un modo objetivo, tras finalizar una competición, si el programa de entrenamiento realizado con nuestras gimnastas ha sido efectivo.
Permite agrupar y clasificar a nuestras gimnastas durante los entrenamientos en función de los resultados obtenidos en el test.
Es específico ya que mide la fuerza explosiva de piernas, capacidad, que como ya hemos comentado antes, es básica en la gimnasia rítmica.
Es objetivo, ya que sus resultados son independientes de la actitud o apreciación personal del observador.
Es preciso, ya que el error asociado al proceso de medición es mínimo.
Es sensible, ya que es capaz de distinguir entre distintos niveles de fuerza explosiva entre todas aquellas gimnastas que realizan el test.
3. Test de fuerza abdominal “Sit up”
A través de esta prueba se pretende registrar la resistencia muscular de la zona abdominal. La gimnasta se coloca de cúbito supino, con los pies enganchados en la espaldera o por un compañero y el cuerpo y los brazos extendidos. Realización de flexión de tronco hasta tocar con las manos en la espaldera y vuelta a la posición inicial. Se cuentas las flexiones y extensiones realizadas durante 30 segundos o un minuto.
Los motivos por los que he elegido este test son los siguientes:
Una vez medida la fuerza relativa y la fuerza explosiva de piernas, este test nos va a permitir medir la fuerza resistencia abdominal.
Porque este test nos va a permitir conocer el nivel abdominal de la gimnasta, algo fundamental ya que las abdominales, desempeñan un gran papel en casi todos los movimientos que se realizan en gimnasia rítmica, ayudan a la gimnasta a mantener el funcionamiento normal intestinal y contribuyen de esta manera a la buena formación general de la gimnasta y porque las abdominales ayudan a mantener la postura gimnástica.
Su validez, ya que mide lo que realmente quiere medir que es la fuerza resistencia abdominal.
Sencillez, ya que no se necesita gran cantidad, ni costoso material para pasárselo a los deportistas.
Es un test de aplicación rápida y dinámica.
Es un test fácil de aplicar a un grupo numeroso de alumnos en un espacio corto de tiempo.
Nos va a permitir determinar si una gimnasta posee los niveles mínimos necesarios para abordar un determinado entrenamiento.
Es específico ya que mide la fuerza resistencia abdominal.
Es objetivo, ya que sus resultados son independientes de la actitud o apreciación personal del observador.
Es preciso, ya que el error asociado al proceso de medición es mínimo.
Es sensible, ya que es capaz de distinguir entre distintos niveles de fuerza resistencia abdominal entre todas aquellas gimnastas que realizan el test.
3. La flexibilidad
Conceptualmente por capacidad de flexibilidad se entiende a "toda la amplitud de movimiento de cada articulación".
La flexibilidad tiene una gran importancia en gimnasia rítmica ya que:
Permite limitar en gran medida el número de lesiones.
Facilita el aprendizaje de la técnica de este deporte
Incrementa las posibilidades de otras capacidades físicas como son fuerza, velocidad y resistencia.
Garantiza la amplitud de los movimientos técnicos, la economía de los desplazamientos y las repeticiones.
Permite ganar en elegancia y fijación de los segmentos corporales.
Aunque podemos delimitar tres tipos de flexibilidad: Flexibilidad anatómica, Flexibilidad pasiva y flexibilidad activa, en la práctica de la gimnasia rítmica se puede constatar que lo que realmente se utiliza es la flexibilidad activa por lo que el acortar la diferencia entre la flexibilidad pasiva y activa es un objetivo fundamental del entrenador.
De esto podemos deducir que unido al desarrollo de la flexibilidad activa se desarrolla la fuerza interna del deportista, mientras que en la pasiva el desarrollo de la fuerza es mínimo.
Son numerosos los test que podemos utilizar para la valoración funcional del deportista en la capacidad de flexibilidad, pero por diferentes motivos nos vamos a quedar con tres.
1. El Flexitest
Elaborado y descrito por Pavel y Araujo (Araújo, 1987, 2001, 2002, 2003; Araújo y Araújo, 2000, 2004), a través de esta prueba se pretende registrar la flexibilidad pasiva máxima de 20 movimientos articulares corporales. La evaluación se realiza comparando el movimiento realizado por la persona en cada articulación con respecto a mapas de análisis o dibujos previamente establecidos. En cada mapa aparece un mismo movimiento representado con diferentes grados de amplitud. Cada nivel de amplitud tiene un valor, el cual es asignando en función de la amplitud alcanzada por el sujeto. Las articulaciones implicadas en el test son: tobillo, rodilla, cadera, tronco, muñeca, codo y hombro. Se realizan ocho movimientos en los miembros inferiores, tres en el tronco y nueve en los miembros superiores. La numeración de estos movimientos se hace en sentido distal-proximal. Cada uno de ellos se mide respecto a una escala creciente y discontinua de 0 a 4 (números enteros), representando un total de 5 valores posibles (Bragança de Viana y cols, 2008)
Los motivos por los que he elegido este test son los siguientes:
Posibilita una visión global de la capacidad de flexibilidad, lo cual es una ventaja con respecto a la goniometría, que sólo ofrece un índice de flexibilidad por cada articulación evaluada.
Además de la visión global, establece una medida para cada una de las articulaciones, hace un análisis de ellas y compara el nivel de flexibilidad entre ellas.
Elevada fiabilidad, ya que si lo aplicamos varias veces los resultados van a ser análogos.
Sencillez, ya que no se necesita gran cantidad, ni costoso material para pasárselo a los deportistas. Esto no sucede con otros test como el flexómetro de Leighton, la electrogoniometría o la goniometría.
Permite diagnosticar en que articulaciones tiene dificultades la gimnasta, para poder así prescribir un entrenamiento que le permita progresar.
Nos va a permitir determinar si una gimnasta posee los niveles mínimos necesarios para abordar un determinado entrenamiento.
Permite al entrenador realizar un montaje adaptado a las potencialidades y limitaciones de la gimnasta. Si el test nos muestra que en determinadas articulaciones la flexibilidad es menor, tendremos que reforzar en el montaje movimientos de aquellas articulaciones cuyos resultados han sido positivos.
Permite agrupar y clasificar a nuestras gimnastas durante los entrenamientos en función de los resultados obtenidos en el test.
Es específico ya que mide la flexibilidad, capacidad, que como ya hemos comentado antes, es básica en la gimnasia rítmica.
Es un test valido ya que mide realmente lo que quiere medir, la flexibilidad pasiva de las articulaciones de las gimnastas.
Es objetivo, ya que sus resultados son independientes de la actitud o apreciación personal del observador.
Es un test contrastado y asumido por numerosos investigadores implicados en el entrenamiento deportivo de la flexibilidad.
Es un test fácil de administrar e interpretar ya que puede ser fácilmente aprendido y ejecutado por cualquier persona en menos de cuatro minutos.
2. Spagat frontal
A través de esta prueba se pretende registrar la flexibilidad de caderas y piernas. La gimnasta se sitúa junto a la espaldera, se agarra a ella y va descendiendo poco a poco a la posición de “spagat”. Se mide la distancia entre la entrepierna y el suelo.
Los motivos por los que he elegido este test son los siguientes:
Mide la flexibilidad activa, capacidad muy importante durante la competición.
La validez, ya que mide lo que realmente quiere medir que es la flexibilidad de caderas y piernas.
Aunque no nos aporta una visión global de la flexibilidad de la gimnasta, si nos mide la flexibilidad de dos de las articulaciones más importantes a la hora de realizar un montaje de gimnasia rítmica como son las caderas y las piernas.
Elevada fiabilidad, ya que si lo aplicamos varias veces los resultados van a ser análogos.
Sencillez, ya que no se necesita gran cantidad, ni costoso material para pasárselo a los deportistas.
Es un test de aplicación rápida y dinámica.
Es un test fácil de aplicar a un grupo numeroso de alumnos en un espacio corto de tiempo.
Va a permitir prescribir individualmente el entrenamiento de cada gimnasta.
Nos va a permitir determinar si una gimnasta posee los niveles mínimos necesarios para abordar un determinado entrenamiento.
Permite conocer de un modo objetivo si el programa de entrenamiento realizado con nuestras gimnastas ha sido efectivo.
Permite agrupar y clasificar a nuestras gimnastas durante los entrenamientos en función de los resultados obtenidos en el test.
Es específico ya que mide la flexibilidad, capacidad, que como ya hemos comentado antes, es básica en la gimnasia rítmica.
Es objetivo, ya que sus resultados son independientes de la actitud o apreciación personal del observador.
Es preciso, ya que el error asociado al proceso de medición es mínimo.
Es sensible, ya que es capaz de distinguir entre distintos niveles de flexibilidad entre todas aquellas gimnastas que realizan el test.
Tiene estrecha relación con acciones específicas de competición, ya que el spagat frontal es una de las dificultades obligatorias en los montajes de competición de gimnasia rítmica.
3. Test Sentar y Alcanzar Modificado de Hoeger y Hopkins, 1992
La gimnasta mantiene la posición inicial de la prueba tradicional del Test de Wells y Dillon o “Seat and Reach”, sólo que el ejecutante debe estar sentado en el suelo con las piernas extendidas, la planta de los pies encostadas en el cajón y apoyando su espalda y su cabeza sobre una pared, sus brazos deberán estar extendidos para delante donde deberá llevar las manos al frente, una superpuesta sobre la otra y la punta de los dedos en contacto con la cinta métrica. El evaluador deberá, en ese momento, marcar ese punto como el punto cero o de inicio (medición de partida). Tras esta posición, el ejecutante inicia el test deslizando las manos sobre el cajón debiendo lograr alcanzar la máxima distancia con sus manos (Bragança de Viana y cols, 2008).
Los motivos por los que he elegido este test son los siguientes:
Mide la flexibilidad activa, elemento muy importante durante la competición, medición que no realiza el flexitest.
Porque los tradicionales “Seat and Reach” de Wells y Dillon (1952) y el Test de Kraus y Hirshland o "Toe Touch" suscitan dudas en cuanto a fiabilidad y validez ya que los resultados de estos test están influenciados por las articulaciones y musculatura de la parte inferior de la espalda, por los de la parte correspondiente de la extremidad inferior y por la influencia del cinturón escapulohumeral -sobre todo romboides y trapecio- (Pila Teleña, 1997) y para paliar estas deficiencias vamos a utilizar el “Modified Seat and Reach”, aunque este siga suscitando controversia.
La validez, ya que mide lo que realmente quiere medir que es la flexibilidad de la zona lumbar.
Aunque no nos aporta una visión global de la flexibilidad de la gimnasta, si nos mide la flexibilidad de una de las articulaciones más importantes a la hora de realizar un montaje de gimnasia rítmica como es la espalda. Son numerosas las dificultades del código de gimnasia rítmica que implican un alto nivel de flexibilidad en la espalda.
Sencillez, ya que no se necesita gran cantidad, ni costoso material para pasárselo a los deportistas.
Es un test de aplicación rápida y dinámica.
Es un test fácil de aplicar a un grupo numeroso de alumnos en un espacio corto de tiempo.
Va a permitir prescribir individualmente el entrenamiento de cada gimnasta.
Nos va a permitir determinar si una gimnasta posee los niveles mínimos necesarios para abordar un determinado entrenamiento.
Permite conocer de un modo objetivo, tras finalizar una competición, si el programa de entrenamiento realizado con nuestras gimnastas ha sido efectivo.
Permite agrupar y clasificar a nuestras gimnastas durante los entrenamientos en función de los resultados obtenidos en el test.
Es específico ya que mide la flexibilidad, capacidad, que como ya hemos comentado antes, es básica en la gimnasia rítmica.
Es objetivo, ya que sus resultados son independientes de la actitud o apreciación personal del observador.
Es preciso, ya que el error asociado al proceso de medición es mínimo.
Es sensible, ya que es capaz de distinguir entre distintos niveles de flexibilidad entre todas aquellas gimnastas que realizan el test.
Tiene estrecha relación con acciones específicas de competición, ya que la flexibilidad de la zona lumbar es necesaria en muchas de las dificultades obligatorias de los montajes de competición de gimnasia rítmica.
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revista
digital · Año 13 · N° 129 | Buenos Aires,
Febrero de 2009 |