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Revisión sobre tipo y dosificación del entrenamiento 

físico en el tratamiento del paciente psiquiátrico

 

Profesor en Educación Física

Universidad Nacional de La Plata

(Argentina)

Edi Guillermo Garcia

ediggarcia@yahoo.com.ar

 

 

 

Resumen

          En las últimas décadas se han acrecentado los intentos por ofrecer evidencia científica acerca de los beneficios del ejercicio físico como medio de prevención y tratamiento en patologías psíquicas, discutiéndose en la actualidad sobre la programación en cuanto a tipo y carga de entrenamiento. Este artículo realiza una aproximación al tema recopilando la investigación relevante referente al tema. Cotejando con la práctica, la actividad física debe adaptarse a la persona, sus características y la patología mental, teniendo el profesional en educación física bases metodológicas en las cuáles orientarse. 
          Palabras clave: Ejercicio terapéutico. Paciente psiquiátrico. Entrenamiento. Rehabilitación.

 

          El presente trabajo se presentó como evaluación final en el curso Estrategias en tratamientos psiquiátricos en interdisciplina con Educación Física realizado en Hospital Psicoasistencial Interdisciplinario “José Tiburcio Borda”. Buenos Aires, República Argentina

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 13 - Nº 129 - Febrero de 2009

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Introducción

    Actualmente, existe literatura específica que registra la eficacia del ejercicio y del deporte para el mejoramiento de diversos factores emocionales del ser humano y se está aplicando el término Psicoterapia a través del movimiento (Rümmele 1990, citado por Becker, 1998).

    El trabajo en cuestión se basa en una recolección de estudios y artículos publicados con sustento científico acerca del entrenamiento de ejercicio físico, tipo y dosificación como medio de tratamiento en salud mental, con el objeto de dejar precedente documentado para la intervención del profesional en Educación Física en tratamiento psiquiátrico

Desarrollo

    Basamos este trabajo desde la óptica y teoría del entrenamiento físico, adaptándolo al paciente psiquiátrico; es así que definimos al entrenamiento como proceso planificado y sistemático orientado a la mejora de la capacidad física, psíquica y social de la persona, por medio del ejercicio físico; y donde los componentes de carga (según Zintl) para su dosificación son: intensidad, duración, volumen, frecuencia y densidad. La intensidad es el grado de cada uno de los estímulos de carga o bien el rendimiento definido como trabajo por unidad de tiempo, la duración hace referencia al aspecto temporal de cada estímulo o de una serie de ejercicios, el volumen es la cantidad total de carga durante una o varias sesiones de entrenamiento, la frecuencia es el número de sesiones de entrenamiento, haciendo normalmente referencia a un microciclo (una semana) y la densidad hace referencia a la relación carga-pausa.

    En principio, se hará un repaso sobre el tipo de actividad física que ha sido documentado en la literatura, para luego dar paso a la dosificación del entrenamiento.

    Una lectura importante es la de González Mas acerca de la rehabilitación en psiquiatría donde no nos extendemos en demasía porque reproduciríamos el texto realmente importante en su bases; allí entre otra información relevante, expresa el autor los tipos de ejercicio físico para el enfermo mental: ejercicios correctivos posturales, ejercicios reforzadores o de fortalecimiento (fuerza) muscular, ejercicios de educación física (destrezas motoras), actividades libres (juego), actividades de contenido social haciendo hincapié en las cooperativas, actividades físicas deportivas como la natación e hidroterapia, baseball, bolos; juegos de resocialización simple, marchas colectivas; reeducación psicomotora, entre ella desarrollo del equilibrio, gimnasia segmentaria, ejercicios de coordinación, ejercicios rítmicos, gimnasia respiratoria, relajación.

    Godoy (2001), en un programa de rehabilitación con personas con enfermedades mentales severas establece como objetivos reeducación del esquema corporal, reeducación de una actitud postural adecuada y coordinación dinámica general

    Otros autores han llevado experiencias positivas desde el entrenamiento de la resistencia con paciente con diferentes alteraciones mentales (DeVries, 1981; Mc Can, 1984; Schurrer, 1985; Martinsen, 1989; Steptoe, 1993; Meusel, 1996; Neeper, 1996; Singh & Fiaratone, 1997; Liuba, 2006; De la Cerda Siena, 2007); llevando actividad principalmente aeróbica, y también anaeróbica (Petruzzello, 1996; Mutrie, 2000; Liuba y cols., 2006).

    Con respecto al entrenamiento de la fuerza se citan experiencias de Doyne (1987), Martinsen (1989), Tsutsumi (1996 y 1997), Singh & Fiaratone (1997).

    Así también se han publicado trabajos de relajación (Mac Can & Colmes, 1984; Klein, 1985), relajacion y flexibilidad (Solberg & Martinsen, 1989), yoga (Liuba, 2006).

    Con respecto al ejercicio aeróbico y su dosificación en relación a pacientes con alteraciones mentales se han publicado múltiples investigaciones, de las cuales algunas se dan a conocer.

    Con respecto a ansiedad De Vries (1981) indica que el ejercicio promueve una reducción significativa de la ansiedad-estado y sus medidas fisiológicas correlacionadas. Para producir un efecto tranquilizante el ejercicio debe ser rítmico, como la caminata, la carrera, saltar sobre obstáculos, o andar en bicicleta, manteniendo una duración de 5 a 30 minutos, en una intensidad del 30 al 60% de la intensidad máxima permitida para el sujeto. Una sesión de ejercicios aeróbicos, por ejemplo, es suficiente para reducir la ansiedad de individuos ansiosos (Folkins & Sime, 1981; Mihevic, 1982; Morgan, 1985). Algunos programas de ejercicio no reducen la ansiedad (Hughes, 1994; Morgan & Goldston, 1987; Sorensen, 1987) porque no respetan un mínimo de tiempo necesario. Es necesario un tiempo de práctica de entre 4 a 20 semanas (Becker, 1998)

    En relación a la esquizofrenia Villegas Martínez (2004) tras estudios realizados por Neeper y otras experiencias publica que sesenta minutos diarios de ejercicio aerobio realizado al 65-70% del VO2máx durante 10 a 12 semanas, aumenta proteínas neurotróficas en un 500% (un nivel de esfuerzo mucho mayor de la actividad física aconsejada habitualmente). El ejercicio físico incrementa los niveles de proteínas relacionadas con factores neurotróficos y otros factores de crecimiento, estimula la neurogénesis, mejora funciones cognitivas y la neuroplasticidad (Cotman CW and Berchtold, 2002) (Gómez-Pinilla et al, 2002). También aumenta la producción del factor de crecimiento semejante a la insulina (IGF-1), que tiene un efecto neuroprotector conocido, de hecho, parece que su disminución está relacionada con determinadas enfermedades neurodegenerativas (Trejo et al, 2003).

    En personas con deficiencia mental Schurrer y cols (1985) en un programa de resistencia aeróbica de 23 semanas de duración encontraron diferencias pre-post en variables tales como mayor participación en actividades sociales, menores tasas de conductas destructivas y agresivas, mayor nivel de independencia y autonomía.

    La relación depresión y ejercicio físico aeróbico ha sido indagada.

    Una investigación, realizada en la Universidad Southwestern de Texas entre 1998 y 2001, observó a 80 personas con síntomas moderados de depresión y con edades comprendidas entre los 20 y los 45 años. Los participantes fueron divididos en cuatro grupos distintos que realizaban ejercicios a diferente intensidad. Los individuos que hicieron ejercicios aeróbicos de manera moderada o intensa -unos 30 minutos- durante tres o cinco días por semana experimentaron una reducción de sus síntomas depresivos del 47% después de 12 semanas.

    En Londres investigadores de la Universidad Pública de Berlín encontraron que 30 minutos diarios de ejercicio, por ejemplo caminar en la banda sinfín, pueden aliviar la depresión grave más rápido que muchos fármacos.

    En estudio llevado a cabo por Liuba y cols (2006) se aplicaron los ejercicios físicos a grupos 2 y 3 mientras que 1 uno no, realizándose durante 45 minutos en el transcurso de la parte principal de la clase (principalmente aeróbico), tres días por semana durante los tres meses de tratamiento; los pacientes tratados con episodios depresivos tratados con psicofármacos y ejercicios físicos  tuvieron una mejoría significativa en relación a los que no realizaron ejercicios físicos en este estudio. Así como una disminución significativa desde el punto de vista estadístico en la  escala de Hamilton de depresión.

    Como conclusión de tesis De la Cerda Siena (2007) afirma que un programa implementado de entrenamiento aeróbico para la depresión de una duración de 8 semanas, que comprende una fase inicial las primeras cuatro y una fase de mejora las semanas cinco a la ocho, aplicado con una frecuencia de tres sesiones semanales, con ejercicios de gimnasia aeróbica la primera sesión semanal, baile entretenido la segunda y caminatas la tercera, y con una duración progresiva (45 minutos la 1º y 60 la 24º) disminuye significativamente la sintomatología depresiva en mujeres adultas entre 20 y 64 años.

    Las posibilidades terapéuticas de la actividad física en relación a la depresión se da en 10 semanas con frecuencia semanal de 3 veces, sesiones de 45 minutos cada una e intensidades que comprometan entre 60 y 70 % de la capacidad de consumo de oxigeno máximo (Bonilla, 2005), y los efectos antidepresivos se presentan en 4-8 semanas y permanecen entre 2 y 12 meses (Mutrie 2000).

    La dosificación del entrenamiento de la fuerza también ha sido pautada en tratamientos psiquiátricos dando modificaciones positivas en cuanto a la sintomatología:

    En pacientes depresivos Martinsen (1989) llevo a cabo entrenamiento de fuerza 3 veces por semana durante 8 semanas, Doyne (1897) lo ha aplicado durante 8 semanas, y Singh & Fiaratone (1997) en 10 semanas.

    Norwell & Beller (1993) encontró mejorías en sintomatología depresiva, ansiedad y hostilidad en 16 semanas con cargas de intensidad 70-80 % de 1 RM.

    Hoffart & Solberg (1989) en pacientes con desordenes de ansiedad 3 veces por semana durante 8 semanas 1hora cada sesión, de fuerza, relajación y flexibilidad.

    Tsutsumi (1997) después de 12 semanas de ejercicio moderado a intenso (55 al 85% de 1 RM) en adultos mayores sedentarios pero saludables, mostró cambios en cuanto a estado anímico y auto-eficacia.

    Por otra parte; Liuba y cols (2006) describen una sesión de educación física en el tratamiento de pacientes con episodio depresivo moderado y trastorno generalizado de ansiedad.

Descripción de la Clase

  • Parte Inicial de la Clase (10 minutos con Impacto Bajo 45% a 59% de la F Max.): Se realizó período de calentamiento, donde se efectuaron ejercicios de calistenia livianos y de estiramiento.

  • Parte Principal de la Clase (30 minutos con Impacto Bajo 45% a 59% de la F Max y Medio 60% a 74% de la F Max): se ejecutaron ejercicios aeróbicos de baja intensidad, basados en  movimientos de brazos y piernas (comenzando el ejercicio aeróbico gradualmente durante 5-10 minutos de actividad aeróbica de bajo impacto y llegando hasta el objetivo de 30 minutos al día de mediano impacto).

    Ejemplo de ejercicios realizados:

    Se comienza con los ejercicios aeróbicos por 20 minutos:

  • Marcha al frente en 4 tiempos (1, 2, 3, 4) en 8 repeticiones.

  • Marcha atrás en 4 tiempos (5, 6, 7, 8) en 8 repeticiones.

  • Paso cruzado a la derecha en 4 tiempos (1, 2, 3, 4) en 8 repeticiones.

  • Paso cruzado a la izquierda en 4 tiempos (5, 6, 7, 8) en 8 repeticiones.

  • Todo lo anterior en 10 repeticiones.

  • Marcha diagonal a la derecha al frente y atrás en 4 tiempos (1, 2, 3, 4) en 8 repeticiones.

  • Marcha diagonal a la izquierda al frente y atrás en 4 tiempos (5, 6, 7, 8) en 8 repeticiones.

  • Todo lo anterior en 10 repeticiones.

  • Con marcha en el lugar en 4 repeticiones se realiza:

    1. Brazo izquierdo flexionado con mano en el hombro, derecho extendido hacia el lateral; 

    2. Brazo derecho flexionado con mano en el hombro, izquierdo extendido hacia el lateral; 

    3. brazos extendidos hacia arriba; 

    4. brazos extendidos hacia abajo.

  • Se repite todo en 10 secuencias.

    Luego se realiza: paso de toque a la izquierda saliendo hacia la derecha con un pívot de baloncesto y se regresa a la posición inicial y se completa con paso cruzado a la derecha e izquierda elevando la pierna al final.

    Se repite todo el ejercicio.

    Al final se trabajan con ejercicios generales de brazos, tronco y piernas por 10 minutos al compás de la música.

    Se realizaron ejercicios de Yoga, centrados  en la flexibilidad, el equilibrio y el control de la respiración, fundamentalmente en los pacientes con trastorno generalizado de ansiedad.

  • Parte Final de la Clase (recuperación en 5 minutos) se realizaron ejercicios de estiramiento durante, extendiéndose los músculos hasta el punto de máxima tensión sin dolor, y manteniéndolos así durante 20-60 segundos intercalándose la respiración con los mismos.

Conclusión

    Tanto el tipo como la dosificación del ejercicio físico en el paciente psiquiátrico han sido documentados, por lo que el profesional en Educación Física tiene bases metodológicas en la cuál orientarse.

    No obstante, estos sujetos de acuerdo a su patología, tienen perfil y características particulares, por lo cual la programación de la actividad física debe ajustarse a cada caso individual.

Bibliografía

  • Becker B. El efecto del ejercicio y el deporte en el área emocional. EFDeportes.com, Revista Digital. Año 3. Nº 12, 1998. http://www.efdeportes.com/efd12/bennoe.htm

  • Bonilla PU. Correlatos psicológicos y actividad física, Escuelas Ciencias del Deporte Universidad Nacional Costa Rica, 2005.

  • De la Cerda Siena PE; Aplicación evaluación de entrenamiento aeróbico como terapia complementaria en pacientes diagnosticado con depresión moderada. Tesis doctoral, Universidad de Granada, 2007.

  • Godoy JF. Un programa de ejercicio físico para deficientes mentales adultos. Psicothema, vol. 13 Nº 1 año 2001.

  • Godoy M. Aplicaciones de un programa de rehabilitación integral para personas con enfermedades mentales severas. Hospital Borda, 2001.

  • González Mas; Rehabilitación Medica, Editorial Masson, 1997.

  • Liuba Y; repercusión del ejercicio físico como terapéutica en pacientes ansiosos y deprimidos, Revista Argentina de Neuropsiquiatría, 2006.

  • Villega Martínez I. Actividad física en la enfermedad mental, EFDeportes.com, Revista Digital, Año 10 Nº 76, 2004. http://www.efdeportes.com/efd76/em.htm

  • Zintl F; Entrenamiento de la resistencia, Editorial Paidotribo, 1991.

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