El mimo en educación | |||
Diplomada en Educación Física por la Universidad de Murcia (España) |
Alicia Nicolás Marín |
|
|
Resumen Este artículo describe los aspectos mas interesantes del mimo, que lo hacen materia posible de ser incluido en las aulas y una sesión que podremos llevar a cabo en nuestras clases de Educación Física. Palabras clave: Mimo. Lenguaje corporal. Pantomima. Educación. |
|||
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 13 - Nº 129 - Febrero de 2009 |
1 / 1
1. Introducción
La palabra griega “mimo” significa imitación de la realidad; el mimo imitaba la vida que veía, era una forma hablada y cantada, además de corporal. El arte que hoy cultivamos, el cual prescinde del lenguaje verbal, es creación de Etienne Decroux; llamando a su disciplina “Mimo Corporal”, aunque con el uso se eliminó la palabra “corporal”, denominándose simplemente “mimo”.
El actual decreto 286/2007 de 7 de Septiembre de la Región de Murcia hace alusión a la importancia de la expresión corporal en el bloque de contenidos nº 1 “El cuerpo imagen y percepción” y más directamente en el nº 3 “Actividades físicas artístico-expresivas” así como en el objetivo de primaria nº 7 “Utilizar los recursos expresivos del cuerpo y el movimiento, de forma estética creativa y autónoma, comunicando sensaciones, emociones e ideas.”
A continuación expondremos el mimo como propuesta en el aula y una sesión práctica, no sin antes desglosar los aspectos a trabajar en primaria a través del mimo.
2. Aspectos que trabajan los alumnos de primaria con el mimo
2.1. El movimiento humano
El movimiento que nos interesa abordar en primaria es el movimiento cargado de significado, el gesto que se ejecuta con una intención comunicacional.
Entre el alumno y el entorno se establecen unas continuas relaciones donde es el cuerpo el gran intermediario. Dado que esta función mediadora tiene un carácter de reacción gestual (expresiva o significativa), será preciso descomponer y analizar el conocimiento del cuerpo y un control de éste.
2.2. Toma de conciencia del cuerpo
Trata de investigar lo corporal en su forma y estructura, en sus áreas. Es un ejercicio de atención y concentración sobre sí mismo, de observación y análisis del movimiento en su comportamiento habitual y en su relación expresiva o no con el entorno. Es así como podemos adquirir la imagen de nosotros mismos. La imagen del cuerpo significa una percepción viva de los continuos cambios que se producen en nuestro organismo.
La conciencia del cuerpo y de su movilización está ligada al conocimiento de las diferentes partes del cuerpo y su función y del control y dominio del mismo, que permitirá llegar a la independencia de los movimientos y a su disponibilidad con vistas a la acción expresiva.
2.3. El cuerpo articulado, segmentado, global
Tenemos que concienciar que el cuerpo no es un bloque rígido, sino que se compone de módulos articulados.
Movimiento articular. A partir de la posición de pie, iniciamos la movilidad por articulaciones aisladas, desde los dedos de las manos a los de los pies, pasando por la muñeca, codo, hombro, columna, cuello, cintura, rodilla, tobillo.
Movimiento segmentado. Un segmento es una parte del cuerpo que puede incluir una o más articulaciones (brazo, cabeza, mano...). Ejercitarse en la movilidad consciente de cada uno de los segmentos corporales, teniendo en cuenta que, al mover uno, hay que concentrarse también en la inmovilidad del resto de los segmentos.
Movimiento global. Consiste en la movilidad de todo el cuerpo. Comenzar por mover una articulación e ir añadiendo el resto gradualmente hasta que estén todas activas.
2.4. Lateralidad
Que nuestros alumnos interioricen que nuestro cuerpo está dividido en dos partes iguales y, debido a ello, somos bilaterales, podemos mover los dos lados, izquierdo y derecho, de múltiples formas: en simetría o asimetría, simultánea o alternada, sin cruzar o cruzada etc.
2.5. Área de base y equilibrio
Comprobamos que el ser humano, dada su condición de homo erectus, está en contacto con la tierra por medio de los pies. El lugar o espacio que ocupan los pies en el suelo lo llamamos polígono de sustentación, y es fundamental para el equilibrio, tanto en posición estática como dinámica.
El área de base es formada por las piernas o miembros inferiores. Ellas sustentan la estructura y el peso del cuerpo. Gracias a sus articulaciones, podemos sentarnos, cruzar las piernas, agacharnos, arrodillarnos, acostarnos, trasladarnos en el espacio de varias formas: andando, corriendo, saltando, patinando, bailando, escalando etc. Aunque no sea la zona más importante para la expresión del mimo, no debe olvidarse ya que colabora en la construcción de un personaje, de un carácter, de un estado de ánimo etc.
2.6. La expresividad de las diferentes partes del cuerpo
El tronco: Es el bloque central del cuerpo, un fuerte motor de propulsión. Es también la fuente de la energía emocional. Podemos dividir el tronco en zonas o módulos, aunque no de una manera absoluta, ya que no existe entre ellas una clara separación. Tronco bajo (caderas y abdomen) y tronco alto (busto y tórax).
Cabeza: sede de la inteligencia, de la razón, del poder, cuyo símbolo es la corona. Gracias al Atlas y al Axis, puede realizar desde los movimientos más cotidianos como: arriba-abajo o izquierda-derecha (sí-no).
Cuello: Podemos alargar, estirar el cuello o acortarlo, hundiéndolo entre los hombros; desplazarlo adelante, a los lados, inclinarlo, rotarlo. Dependiendo del uso que hagamos del cuello, así serán nuestras expresiones.
Brazos: son las partes más flexibles y de más fácil motricidad del cuerpo, debido a sus articulaciones multidireccionales (hombro + codo + muñeca). Por los movimientos de los brazos proyectamos al exterior los sentimientos y emociones que se originan en el tronco. Los movimientos de los brazos refuerzan, clarifican la expresión de todo el cuerpo. Así, en un estado de alegría al ver a un ser querido, normalmente se elevarían el tronco, la cabeza, pasaría la expresión a los hombros, a los brazos, que se alzarían o se abrirían lateralmente para abrazar o acoger con las manos. En caso contrario, el disgusto o enfado ante la presencia de alguien no querido o no deseado, se expresa por el repliegue, el encogimiento del cuerpo, los brazos se cruzan como para esconderse o protegerse etc.
Manos: Aunque actúan frecuentemente con los brazos, son en sí mismas extremadamente delicadas y sensibles, tanto en su función transmisora como receptora. Las manos pueden tomar contacto con el mundo exterior fácilmente: recogiendo, apretando, presionando, y un gran número de acciones más.
Rostro:
Los sentidos como la vista, el gusto, el olfato toman su sede en la cara y, en ambos extremos, el oído. Todo esto mantiene al rostro despierto, en estado permanente de alerta, para captar todos los mensajes del mundo exterior y, como consecuencia, devolverle las impresiones, producto de las vivencias experimentadas interiormente (agrado, desagrado, etc.).
Es preciso conocer, dominar y controlar la musculatura facial, hasta sus mínimos grados, para que, en el trabajo del mimo, los movimientos de las cejas, ojos, boca, mejillas, sean fieles a la expresión deseada, clara y comprensible para el público.
Para aprender a usar los músculos de la cara, se debe trabajar con cada uno independientemente.
2.7. La respiración
Consideramos que es fundamental la toma de conciencia de la respiración en cuanto que aporta dinámica y lirismo al gesto. La respiración es un medio constante de relación vital entre el interior y el exterior del ser humano. También se encuentra entre el inconsciente, por ser controlada automáticamente por los centros nerviosos del bulbo raquídeo, y la conciencia, al poder ser modificada por la voluntad, aunque de manera limitada.
La respiración completa o la gran respiración, debe ejecutarse inspirando lentamente por la nariz y ocupando los pulmones de aire en todas sus zonas (de abajo a arriba) de forma continua, encadenada, sin brusquedades ni esfuerzos. A continuación, se expulsa el aire por la nariz, vaciando los pulmones de arriba-abajo.
2.8. El tono muscular
Continuando con nuestro objetivo en primaria, la toma de conciencia del propio cuerpo, fijamos nuestra atención en los elementos que hacen posible el movimiento voluntario del esqueleto humano: los músculos estriados.
El músculo recibe constantemente excitaciones nerviosas del cerebro o del entorno y lo mantienen en un grado de contracción más o menos alto. Por otra parte, el organismo procura mantener el tono en un estado de equilibrio tan bajo como sea posible, pero, en ocasiones, esto no se consigue y nos podemos encontrar en un estado hipertónico o hipotónico.
Por nuestra parte, debemos responder a las siguientes preguntas: ¿Cómo se encuentran nuestros músculos? ¿Cuáles están demasiado tensos o demasiado blandos? En el caso de que encontremos alguna anomalía en nuestro alumnado, debemos poner los medios, con ejercicios correctivos, para encontrar un equilibrio tónico, que procure una vida dinámica eficaz.
El ser humano se encuentra en la sociedad de hoy día, en un estado permanente de fatiga, de excesiva tensión física y mental y es preciso volverlo a su integridad. Poniendo en práctica unas reglas de relajación, muchos conflictos pueden evitarse y se puede conseguir un estado de equilibrio, de armonía, de bienestar, imprescindible para emprender un trabajo específicamente corporal, como es el del mimo.
La primera etapa para la relajación es el punto cero, donde las tensiones se reducen al mínimo y en ese estado es posible percibir los bloqueos en diversas posiciones del cuerpo. Esta inicial toma de conciencia consigo mismo, de observación interior y escucha atenta, permite la recuperación energética y la renovación de fuerzas. Podemos hacer una especie de inventario de diferentes puntos del cuerpo en contacto con el suelo, cambiando de posturas. Cualquiera que sea la posición, al tomar conciencia de los soportes, se reduce el tono muscular. Este ejercicio permite sentir las tensiones allí donde las haya y relajarlas.
2.9. Improvisación
Este apartado es importante para los alumnos de primaria ya que: obliga a pensar, a reflexionar; remueve al subconsciente; enriquece la imaginación y la despierta; canaliza los sentimientos; ayuda a revivir emociones; aumenta la libertad y coordinación en los movimientos; faculta una mejor comunicación; da seguridad y autoconfianza; potencia la capacidad de observación y comprensión etc.
En la improvisación se produce el momento de experimentación creativa, ya que a partir de un tema concreto (una situación, un personaje, un objeto, una idea...) que actúa como estímulo desencadenante, lo que se pretende es lograr respuestas creadoras.
3. El mimo, una propuesta para las aulas
Creemos conveniente hacer un ligero repaso sobre los conceptos que vertebran toda esta temática, como el concepto de lenguaje corporal y el de sus géneros más puros: el mimo y la pantomima.
El lenguaje corporal es aquella señal/es que muestran nuestra personalidad, sentimientos, actitudes y estados de ánimo.
Todos los movimientos del cuerpo humano son objeto de estudio del lenguaje corporal, desde los más intencionados o voluntarios como estrechar la mano, dar una bofetada, besar, mirar etc.
El lenguaje corporal tiene una parte instintiva y otra aprendida o imitativa. Aprendemos el lenguaje verbal desde pequeños, pero por el contrario al lenguaje no verbal no se le presta tanta atención pese a ser el más empleado a lo largo de nuestra vida. Éste aclara, confirma o niega los mensajes del lenguaje verbal, ya que más del 50% de la información procedente de nuestro cuerpo es de forma no verbal.
Los elementos principales del lenguaje corporal son los gestos de rostro, manos y postura.
El lenguaje no verbal es más auténtico que el verbal, y por lo tanto más difícil de falsear.
Pensemos además que el lenguaje no verbal fue anterior al verbal. En los orígenes de nuestra especie nos comunicábamos con signos, por ello no deberíamos dejar a un lado un lenguaje que ha ido evolucionando con nosotros desde el principio de nuestros días.
Por todo lo anteriormente expuesto, consideramos razonable dar cabida a las actividades expresivas o comunicativas en nuestra programación anual, y por qué no en forma de mímica.
Por supuesto para llegar a proponer experiencias didácticas en donde se trabaja la dramatización, consideradas como contenidos más evolucionados, hay que llevar a cabo una labor previa desarrollada en cursos o ciclos pasados, que construyan una base sobre la cual cimentar una práctica más rica y fructífera. La secuenciación más acertada sería la siguiente:
Actividades de iniciación
Juegos de desinhibición y dinámica de grupos, respiración, relajación...
Actividades rítmicas
Calentamiento con música, danzas populares y colectivas, bailes de salón, aeróbic…
Actividades expresivas o comunicativas
Lenguaje corporal (gestos y posturas), mimo y dramatización.
Todas actividades han de ser debidamente distribuidas a lo largo de la etapa escolar para que el bloque de expresión corporal tenga una presencia significativa. Eligiendo siempre para cada ciclo una actividad rítmica y otra expresiva acordes al momento evolutivo del alumnado, además de aquellas de iniciación que pueden servir para introducción en cada curso.
Es recomendable desarrollar los contenidos de expresión o comunicación en el último trimestre, donde los escolares han creado ya buenos lazos entre sí y existe una mejor dinámica de grupo para afrontar estas tareas. Además estas experiencias van a servirles para salirse de la rutina del curso haciendo algo nuevo, creativo y para descargar tensiones en la recta final.
3.1. Posibles objetivos didácticos
Reconocer el mimo como forma de expresión y parte de nuestra cultura.
Mostrar videos sobre grupos de mimo conocidos o actuales haciendo comentarios a modo de introducción (Tricicle, Vol – ras, Spasmo…etc.).
Distinguir entre formas de comunicación verbal y no verbal.
Conocer y practicar diferentes calidades de movimiento.
Mediante escenificaciones cortas que contengan algunas calidades de movimiento
Reconocer los centros de expresión del lenguaje corporal.
Relación directa con el movimiento
Practicar gestos y posturas asociados a distintos estados anímicos.
Representar cuadros o esculturas imitando la postura
Escenificar gestos
Improvisar escenas ante la propuesta de situaciones.
Representar escenas cotidianas
Improvisar sobre un guión dado
3.2. Criterios de evaluación
Uso de los recursos expresivos del cuerpo
Saca partido a las posibilidades expresivas de objetos y materiales.
Trata de dar riqueza expresiva tanto a nivel gestual, postural como actitudinal.
Utiliza diferentes segmentos corporales en la representación de acciones.
Usa su cuerpo de forma adecuada para realizar gestos ligados a la vida cotidiana.
Actuación desinhibida y búsqueda de la creatividad en la expresión corporal:
No se bloquea cuando interpreta delante del grupo.
Disfruta de las distintas situaciones expresivas.
Utiliza su potencial creativo.
Es capaz de improvisar.
Hace aportaciones nuevas y originales en sus intervenciones.
Tolerancia hacia el trabajo de los compañeros:
Mantiene actitudes positivas respecto al grupo.
Respeta respuestas diferentes a la suya.
Integra y ayuda al compañero en la realización de tareas.
Acepta las situaciones en las que no desempeña el papel protagonista.
3.3. Sesión práctica (Tercer Ciclo)
A. Introducción breve sobre la mímica. Características principales (5 minutos).
B. Juegos colectivos (15 minutos)
Todos los alumnos cogen una papeleta donde pondrá el nombre del animal u oficio a representar a través de gestos, no se podrán hacer sonidos ni palabras para aumentar así la importancia comunicativa del cuerpo. El alumno a la vez que representa su acción deberá buscar otro compañero que esté realizando la misma.
“Los animales”.
“El espejo”. Por parejas, uno será el espejo y deberá imitar los movimientos y gestos del compañero colocándose en frente de él. Los roles del juego se intercambian tras unos minutos.
“Deportes a cámara lenta”. Andando por la pista con música representar diversos deportes de forma ralentizada, resaltando la importancia de cada fase del movimiento. Uno dice un deporte y todos lo representan.
“Bola energética”. Formamos un corro con todo el grupo (si es muy numeroso formaremos dos), el juego consiste en pasar a mi compañero una bola imaginaria las características de ésta van cambiando, puede ser: gigante y pesada, muy pequeña, ardiendo, en forma de cubo etc.
C. Reproducir los siguientes ejercicios de técnica del mimo (15 minutos):
Desdoblamiento de muecas. Partir del gesto cero (mueca normal) realizamos todo el recorrido y desdoblamiento del gesto, lentamente, añadiendo cada vez un gesto distinto por un músculo diferente. Es imprescindible hacerlo, en sus inicios frente al espejo.
Tirar de la cuerda. Vamos a tirar de una cuerda a la altura de la cintura, hacemos como que agarramos la cuerda, la cadera esta atrás en anticipación, y cargamos el cuerpo con energía y movemos las manos hacia atrás, mientras que la cadera se mueve hacia delante.
Pared. Pongamos las manos en una pared imaginaria. Tenemos los brazos extendidos, adelantamos un paso y a la vez retrocedemos los brazos. De esta manera las manos quedan fijadas en el aire y reforzamos la ilusión de una pared. Así se producirá la sensación de que la pared esta al frente.
Ponemos las manos en la pared y nos acercamos a ella, damos un paso hacia la izquierda, y extendemos los brazos hacia el brazo derecho.
El viejo. Bloqueamos las caderas y andamos por el local. El secreto es mantener las rodillas juntas, un ejercicio bueno para practicar esta técnica, es mantener una moneda entre las rodillas; y bloquear los tobillos. Para hacerlo más convincente sujetaremos un bastón con las manos, y la otra mano sujetara la zona lumbar, inclinando el tronco hacia delante.
La cuerda floja. Simulamos que paso a paso, vamos andando por la cuerda floja; flexionando las rodillas y tobillos, para aumentar la ilusión de lucha por mantener el equilibrio. Procuramos que los dedos siempre estén en el mismo plano o sujetando una barra horizontal.
Empujar. Este ejercicio intenta dar la sensación de empujar algo a la altura del pecho. Hinchamos el pecho en anticipación del siguiente paso, y cargamos todo el cuerpo con la energía. Cuando empujamos hacia delante, las manos se mueven hacia delante con tensión, mientras que el pecho se contrae, y se mueve hacia atrás.
Robot. La posición inicial es de pie sobre la pierna derecha, y con la pierna izquierda levantada y extendida. Tenemos el brazo derecho delante y el izquierdo detrás. En el primer cambio, caemos hacia delante para cambiar el peso de la pierna derecha a la pierna izquierda. Mantenemos el cuerpo recto con la pierna derecha, quedándonos en bloque. Seguimos con el cuerpo en bloque, pero ahora soltamos sacadera izquierda sobre la pierna izquierda, hacemos un basculamiento de fulcro hacia atrás. Cambiamos los brazos; ponemos el brazo derecho detrás y el izquierdo delante.
D. Improvisar por grupos una pantomima (10 minutos)
Los posibles temas a representar serán los siguientes:
Partido de tenis
Boda
Discoteca
Velatorio
Accidente de tráfico
En la playa
E. Puesta en común (5 minutos)
¿Qué les ha aparecido la mímica?
¿Qué otras actividades propondrías realizar en clase?
Bibliografía
AUBERT, CH. (1997) “El arte mímico”. México, Col. Escenografía.
Decreto 286/2007 de 7 de Septiembre de la Región de Murcia.
IVERN A. “El arte del mimo”. Buenos Aires. Edicial S.A. 1990.
PEREZ CANOVAS, F. (2008). “Teatro y deporte””. http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 13 - N° 123.
ROBERTS, P. (1983) “Mimo el arte del silencio”. San Sebastián Tharttalo.
revista
digital · Año 13 · N° 129 | Buenos Aires,
Febrero de 2009 |