Aguante: carnaval y combate en Blue Rain, la hinchada del equipo de fútbol Los Millonarios |
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Sociólogo e investigador adscrito al Centro de Estudios Sociales de la Universidad Nacional de Colombia integrante del Grupo de Estudios de las Creencias y las Subjetividades Contemporáneas (GESCCO) |
John Alexander Castro Lozano (Colombia) |
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Resumen El fútbol es el deporte que mayor atención tiene en el mundo entero y acompañado de él, sus seguidores o grupos de hinchas han protagonizado diferentes comportamientos, señalados, particularmente, como violentos. Es así que este texto busca hacer una introducción a la expresión, discursiva y practica, de lo que las agrupaciones de hinchas han llamado aguante, para el caso de América Latina. El aguante se expresa de dos formas, la primera, el carnaval y la segunda, el combate. El aguante se enuncia por medio del discurso pero sólo puede ser sustentado en la práctica, práctica que tiene su fundamento en el discurso. Palabras clave: Aguante. Carnaval. Combate.
Este texto es parte del trabajo que desarrolla el autor bajo el titulo |
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 13 - Nº 129 - Febrero de 2009 |
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El 7 de mayo de 1998 la radio, la prensa y la televisión anunciaron la llegada de las barras bravas a Bogotá y Colombia, como un fenómeno de violencia en el fútbol importado de Argentina. Aquella mañana las noticias informaron que la noche inmediatamente anterior se habían enfrentado, en el clásico número 207, Los Millonarios e Independiente Santa Fe. La crónica resaltaba que, en medio de la celebración del primer gol de Los Millonarios, varios hinchas de este equipo cayeron al primer piso de la tribuna lateral norte.
Esta tribuna había sido ocupada por una agrupación que se hizo conocer como Comandos Azules # 13 y que se ubicaba allí desde 1996. Esta agrupación tiene la costumbre de realizar una avalancha cuando su equipo anota un gol, acción que consiste en bajar corriendo por la gradería hasta que algo lo contenga. Pero esa noche la celebración no fue igual a las anteriores, ya que la baranda de seguridad no resistió el peso de los integrantes de esta barra, cedió y se rompió, dejando vía libre para que decenas de integrantes de esa agrupación cayeran al primer piso de la tribuna lateral norte.
Desde esa mañana hasta el presente, los medios de información han hablado de la llegada, consolidación y permanencia de las barras bravas en nuestro país. Este discurso se ha mantenido gracias a las cifras de enfrentamientos, heridos y muertos entre grupos de hinchas. El interés de este artículo no es hacer una apología o antología de los hechos de violencia o presentar datos de los resultados de los diversos conflictos entre estas agrupaciones. A este le interesa una descripción de las prácticas individuales y grupales de quienes conforman este tipo de agrupaciones, porque acerca de ellas y de sus integrantes se sabe poco ya que es probable que se haya tomado como cierto lo que han afirmado los medios masivos de información que los asemejan con desadaptados, delincuentes y/o salvajes que, muy seguramente, deben ser judicializados.
Por otro lado, la palabra, o palabras, barras-bravas es un sobrenombre que se le dio, en Argentina a mediados de la década del setenta, a un grupo de hinchas que se ubicaban detrás de los arcos o porterías y que protagonizaban hechos de agresión. Barras bravas se limita a sí misma porque se especifica en la violencia y desconoce la diversidad de comportamientos, actitudes y practicas que se desarrollan al interior y exterior del estadio, tomando para este texto con la que ellos mismos se identifican, hinchada.
Buscando superar o dejar a un lado las interpretaciones facilistas de los medios masivos de información y a su vez, penetrar en el mundo de los seguidores y agrupaciones en el fútbol –hinchadas–, pretendo describir la práctica fundamental que las hace ser una hinchada: el aguante. El aguante como práctica de las hinchadas se expresa de dos formas, sin una desconozca la otra, el carnaval y el combate. El aguante es el discurso práctico que implica la presencia incondicional en la tribuna y la decisión de permanecer en los enfrentamientos; el carnaval por su parte, envuelve todo lo que signifique el apoyo incondicional al equipo y el combate hace referencia a los enfrentamientos que se presentan entre diferentes hinchadas. El aguante significa para la hinchada, estar presentes, al lado del equipo en buenos y malos momentos, deportivos y administrativos, de la misma forma es salir al encuentro del otro, mantenerse frente a él en el enfrentamiento.
El aguante es el fin a llegar para los integrantes de la hinchada, ya que es él quien las define como una agrupación seguidora de un equipo de fútbol. El aguante es la forma de ser/existir del hincha y de la hinchada, es el fin a llegar pero así mismo es su fundamento. El aguante es el bien preciado a obtener y logran detentarlo cuando, primero, acompañan al equipo en los lugares que él se encuentre; segundo, lo apoyan incansablemente a pesar del tiempo climático o el resultado; tercero, lograr mantenerse en pie, no retroceder, en el momento en que se enfrentan a otras agrupaciones y cuarto, porque logran mantener sus emblemas en sus manos y quitar los de los otros de las de ellos.
El aguante es la forma de ser/existir del hincha y de la hinchada, hacia dentro o hacia sí mismos, ya que al exterior o hacia fuera no son poseedores de este, es decir, para la hinchada de Millonarios, Blue Rain, ellos detentan el aguante porque apoyan a su equipo sin importar las condiciones y se enfrentan al que se les presente y consideran a La Guardia Albi Roja Sur, seguidora del equipo Santa Fe, como amargos ya que no apoyan a su equipo y salen a correr o les da miedo cuando se encuentran con ellos. Por su parte, La Guardia Albi Roja Sur considera que son ellos quienes apoyan a su equipo sin parar y que es Blue Rain quien no se enfrenta a ellos. De este modo el aguante es lo que hay que obtener para ser, en el mundo de las hinchadas, y quien no lo detente no es.
Este tipo de discursos prácticos, se expresan por medio de los cantos, que entona la hinchada antes, en y después del partido que esté jugando el equipo, pero lo sostienen únicamente si no paran de apoyar a su equipo, a pesar del resultado o del clima, si va perdiendo o si está lloviendo, respectivamente o si se presentan ambos, ya que lo único que deben hacer es alentar a su equipo. Sostienen ese discurso si se enfrentan a hinchadas contrarias y si logran que el otro retroceda y que ellos avancen, saliendo victoriosos y así logran hacerse poseedores del máximo galardón o premio de una hinchada: el aguante, ya que él les brinda la dignidad y la reputación que les permite posicionarse como la primera, ya que todas buscan serlo. Este tipo de creencias son difíciles de entender ya que no se entienden sino se sienten, siendo este tipo de conductas las normativas para estas agrupaciones y es a estas que se deben y comprometen, es decir, aguante, carnaval, combate, dignidad y reputación.
Bibliografía
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Fotos: Morfeo
revista
digital · Año 13 · N° 129 | Buenos Aires,
Febrero de 2009 |