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Análisis del deporte de base: modelos de 

enseñanza en la etapa de iniciación deportiva

 

*Diplomado en Magisterio de Educación Física.

Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte.

Doctorando en Bases Psicológicas de la Actividad Físico Deportiva.

Maestro de Educación Física en la etapa de Educación Primaria.

** Licenciado en Educación Física por el Instituto Nacional de Educación Física de Catalunya.

Doctor en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte.

Profesor Asociado del departamento de Ciencias de la Educación, Universidad de La Rioja.

Daniel Arriscado Alsina*

Josep María Dalmau Torres**

danielarriscado@hotmail.com

(España)

 

 

 

Resumen:

          En la actualidad de la iniciación deportiva, contemplamos dos tendencias muy diferentes en cuanto a los modelos de enseñanza aplicados: por una parte, el modelo tradicional, basado en el dominio de los gestos técnicos y, por otra, los modelos alternativos, fundamentados en situaciones de juego lúdicas, adaptadas y significativas. Pretendemos determinar cuál es la tendencia de aplicación de los mismos en nuestro entorno cercano. Para ello, escogemos una población de ciento sesenta monitores de actividades físicas extraescolares, que son sometidos a un cuestionario conformado por cinco grandes bloques temáticos: concepción del alumno, metodología empleada, objetivos perseguidos, organización de los contenidos y situaciones de enseñanza. Los resultados muestran que en algunos aspectos se manifiestan rasgos tradicionales y en otros rasgos más acordes con los modelos alternativos o comprensivos, aunque, de forma global, no aparece una tendencia clara, excepto en la variable objetivos perseguidos, que se asemeja más a éstos últimos. Analizados los resultados, puede concluirse que las nuevas corrientes metodológicas se están introduciendo paulatinamente en las actividades deportivas de iniciación; no obstante, quedan todavía elementos propios del modelo técnico o tradicional.

          Palabras clave: Deporte escolar. Iniciación deportiva. Modelos de enseñanza. Formación motriz.

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 13 - Nº 128 - Enero de 2009

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1.     Introducción

    La investigación desarrollada se ubica en el ámbito de conocimiento de la actividad física, más concretamente, de la iniciación deportiva que se oferta en la ciudad de Logroño. Al mismo tiempo, enmarcamos el trabajo en el campo de la sociología deportiva, ya que el análisis se elabora a través de las opiniones de un colectivo social, en este caso, formado por monitores de actividades físicas. Utilizando la tipología de investigaciones empleadas en Ciencias Sociales, metodológicamente, clasificamos este trabajo como un estudio descriptivo.

    De este modo, nos planteamos como objetivo principal de la investigación analizar qué tendencia se sigue en cuanto a la aplicación de los modelos de enseñanza y aprendizaje propios de la iniciación deportiva. Para conseguirlo, definimos los siguientes objetivos específicos:

  1. Comprobar el tipo o concepción de alumno que los monitores promueven a través de sus sesiones.

  2. Analizar las estrategias metodológicas que emplean para facilitar la adquisición de los aprendizajes en las primeras etapas de la formación deportiva.

  3. Determinar los objetivos que pretenden conseguir los técnicos mediante sus enseñanzas.

  4. Analizar la organización de los contenidos a lo largo del proceso de aprendizaje de iniciación deportiva.

  5. Examinar las situaciones de enseñanza que los monitores plantean en sus entrenamientos para conseguir los aprendizajes de la modalidad deportiva tratada.

    Hoy en día, la iniciación deportiva, entendida como “el periodo en que el niño empieza a aprender de forma específica la práctica de uno o varios deportes” (Blázquez, 1986, p. 35), se recoge en el currículo del Área de Educación Física y es un fenómeno social en los patios de los colegios, situándose como una de las primeras opciones de ocio de los más jóvenes. Además, estas actividades físicas de iniciación son respaldadas por diferentes colectivos como, por ejemplo, padres, maestros o médicos, ya que se asocian con valores como la auto-superación, la socialización, la aceptación de reglas, la adquisición de hábitos de vida saludables o el desarrollo armónico de diferentes capacidades y actitudes.

    Dada la importancia que las prácticas de iniciación deportiva tendrán de cara a conformar los estilos de vida de los niños en su futuro, consideramos fundamental realizar un análisis y reflexión acerca de las mismas, centrándonos en los modelos de enseñanza que en ellas se desarrollan. En este sentido, existen en la actualidad dos tendencias claramente diferenciadas: por una parte, el modelo técnico hegemónico (entre cuyos autores más destacados se encuentra Sánchez Bañuelos, 1986) y, por otra, los modelos alternativos, también denominados activos o comprensivos (entre los que destacan Blázquez, 1998; Castejón, 1995; o Contreras, De la Torre y Velázquez, 2001).

    Seguidamente, mencionamos las principales características de cada uno de ellos:

    Lo primero que debemos citar a la hora de abordar el modelo de enseñanza tradicional o técnico es la causa por la que surge. Según García Ferrando (1990), dicho modelo responde a las necesidades de una sociedad industrial que trata de lograr los máximos rendimientos. Este hecho va a condicionar que los fines que persiga la iniciación deportiva se centren en conseguir los mejores resultados. Así, este modelo fue apartándose de la táctica para centrarse en el aprendizaje de habilidades o técnicas.

    Por otra parte, Ruiz, García y Casimiro (2001), añaden que los planteamientos pedagógicos del modelo de enseñanza tradicional distan mucho de las necesidades e intereses de los niños, ya que las tareas son poco motivantes. Además, la adquisición de destrezas queda en entredicho, puesto que no se desarrollan en contextos reales, viéndose limitados tanto los mecanismos perceptivo y decisivo, como la creatividad del aprendiz. Blázquez (1998), afirma que el sujeto no es capaz de adaptar los aprendizajes a las características de dicho contexto, por lo que los mismos carecen de significado.

    La preocupación de algunos autores por el olvido de los elementos tácticos, unido a las deficiencias del modelo tradicional, hicieron que a partir de los años 70 surgieran modelos alternativos, también denominados activos o comprensivos, fundamentados en los aspectos tácticos del juego. Estos enfoques nacen con la intención de adecuarse a los objetivos del deporte escolar y a las características psicoevolutivas del niño. Por eso, con los nuevos modelos de enseñanza se persigue que los jugadores comprendan el sentido de aquello que aprenden, en lugar de repetirlo mecánicamente sin entender el porqué. Estos modelos alternativos no se centran en el resultado, sino en la tarea, con lo que “aprender se convierte en el objetivo a conseguir” (Blázquez, 1998, p. 258). El entrenador es un guía del proceso que fomenta la creatividad y capacidad de reflexión del niño, de modo que, además del desarrollo motor, estamos facilitando el progreso cognitivo. Uno de los rasgos más importantes de los modelos activos es la búsqueda de un aprendizaje significativo y relevante, en el que las tareas se relacionan entre sí y el jugador es capaz de aplicar lo aprendido en situaciones reales de juego, hecho que despierta una gran motivación en la práctica (Castejón, Giménez, Jiménez y López, 2003). Para concluir, hemos de decir que dentro de los modelos de enseñanza alternativos podemos encontrar un amplio número de propuestas, entre las que caben destacar: modelos estructurales, basados en el juego, constructivistas o integrados. No obstante, todos ellos comparten la mayoría de características que citábamos anteriormente.

    Como hemos podido comprobar, existen grandes diferencias entre el modelo de enseñanza tradicional y los modelos alternativos más contemporáneos. Por eso, cabría preguntarse si los responsables de las actividades deportivas extraescolares conocen las nuevas tendencias de enseñanza y, lo que es más importante, si las ponen en práctica.

2.     Material y método

    La investigación se ubica dentro de los estudios sociológicos, aplicando una metodología descriptiva que nos permitirá profundizar en el tema objeto de estudio mediante un cuestionario empleado como instrumento de obtención de datos.

    Tras estudiar el contexto de la investigación, es decir, la oferta de iniciación deportiva de la ciudad de Logroño, decidimos analizar la población de estudio compuesta por los monitores de los Juegos Deportivos, los cuales son organizados por la Consejería de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de La Rioja. Esta selección se llevó a cabo por tres motivos fundamentales:

  1. 1. Los monitores aparecen registrados en un censo, lo cual no ocurre en otros ámbitos.

  2. 2. En el colectivo seleccionado encontramos heterogeneidad en cuanto a género, edad, deporte…

  3. 3. Estos juegos suponen una importante oferta en toda la Comunidad Autónoma y, sin lugar a dudas, aglutina la mayor parte de la demanda (60% de los escolares).

    Para nuestro estudio, seleccionamos al colectivo formado por aquellos monitores que trabajen, únicamente, con niños y niñas de seis a once años o, lo que es lo mismo, una población finita compuesta por un número de ciento sesenta monitores.

    En cuanto a las variables de la investigación, diferenciamos dos tipos:

  • Variables de tratamiento al objeto de estudio (o de estudio). Éstas son:

    1. Concepción del alumno. Intentamos esclarecer el tipo de alumno que los monitores fomentan a través de sus prácticas educativas. Analizamos aspectos como el grado de autonomía, participación, dependencia del entrenador o implicación cognitiva.

    2. Metodología empleada en la iniciación deportiva. Centrándonos principalmente en los métodos de enseñanza empleados (analíticos o globales), lo que desembocará en un trabajo más o menos contextualizado e integral.

    3. Objetivos perseguidos en la iniciación deportiva. Fundamentalmente, teniendo en cuenta la importancia que los monitores otorgan al resultado, el carácter educativo del que impregnan sus sesiones o los aspectos de los que depende el ritmo de enseñanza.

    4. Organización de los contenidos y fases de la enseñanza. Nos centramos, principalmente, en el tratamiento de técnica y táctica a lo largo del proceso de aprendizaje, ya que determinará la tendencia hacia unos u otros modelos de iniciación.

    5. Situaciones de enseñanza. Estudiamos las características de las tareas que se llevan a cabo en las sesiones de entrenamiento. En este sentido, tienen especial importancia el empleo del juego, los contenidos trabajados y las tareas para abordar la enseñanza técnico-táctica.

  • Variables de control o análisis. Contemplamos género, edad, entidad contratante, formación, modalidad deportiva, categoría (según edad de los niños) y experiencia.

    En nuestra investigación, aplicamos un cuestionario autoadministrado que debe proporcionar datos cuantitativos de forma que, a través de su análisis, se pueda elaborar una descripción objetiva del estado de la cuestión con relación al problema objeto de la investigación, es decir, los modelos de enseñanza en la iniciación deportiva. Al mismo tiempo, debe ofrecer la posibilidad de correlacionar las variables de estudio con las de control, con la finalidad de indagar en los aspectos de relación e influencia que las segundas tienen sobre las primeras.

    Teniendo en cuenta que se trata de una investigación enmarcada en el ámbito educativo, entendido éste como un contexto social específico, el instrumento de obtención de datos debe responder al propósito de medir actitudes, comportamientos o pensamientos, por lo que optamos por un cuestionario basado en el método de escalonamiento de Likert, comprendiendo cuatro posibles valores. No obstante, la quinta variable de estudio se analiza a través de frecuencias, puesto que se emplean cuestiones de respuesta múltiple en las que los respondientes sólo pueden escoger una de dichas respuestas.

    Para garantizar la credibilidad de los resultados, el instrumento fue sometido a diferentes filtros de corrección: revisiones por parte de profesores doctores expertos en el área temática tratada, una prueba piloto y pruebas estadísticas, como lo son la comparación de muestras y el análisis de fiabilidad de Cronbach.

    Una vez realizado el trabajo de campo, se llevó a cabo un análisis estadístico descriptivo. En primer lugar, se codificaron las respuestas para, posteriormente, tabular los datos en el ordenador. Superada esta fase, se utilizó el programa informático estadístico S.P.S.S. versión 14.0., realizando el análisis de los resultados en dos etapas:

  1. Análisis descriptivo de las variables de la investigación (por ítem y por variable).

  2. Análisis comparativo y de relación entre las variables de estudio y de control.

3.     Resultados

    Tras administrar los cuestionarios, obtuvimos un porcentaje de participación del 77% (n = 123). Un 20% de los sujetos que componían la población finita estudiada no participaron en el estudio, bien por voluntad propia, bien por no haber sido localizados, y un 3% contestó de forma incorrecta el instrumento de obtención de datos.

    A continuación, se recogen, de manera resumida, los resultados más significativos de la investigación acerca de las variables de tratamiento al objeto de estudio:

Tabla 1. Categorización de los resultados

De 1 a 1,6

De 1,61 a 2,2

De 2,21 a 2,8

De 2,81 a 3,4

De 3,41 a 4

Identificación con modelos comprensivos

Tendencia a los modelos comprensivos

Nivel de opinión neutro

Tendencia a los modelos tradicionales

Identificación con modelos tradicionales

 

Tabla 2. Resultados sobre la variable 1: Concepción del alumno

Variable 1

M

(media)

σ 

(desviación típica)

Concepción del alumno

2,34

0,43

Autonomía

2,13

0,91

Aceptación de las instrucciones sin réplicas

2,02

0,9

Participación en la elección de espacios, juegos…

1,93

0,69

Dependencia del maestro

3,26

0,81

 

Tabla 3. Resultados sobre la variable 2: Metodología empleada en la iniciación deportiva.

Variable 2

M

σ

Metodología empleada

2,26

0,43

Métodos analíticos

2,78

0,75

Correcciones que implican reflexión

1,61

0,58

Práctica de habilidades de forma independiente

2,86

0,79

Implicación cognitiva para resolver problemas

1,8

0,67

 

Tabla 4. Resultados sobre la variable 3: Objetivos perseguidos en la iniciación deportiva.

Variable 3

M

σ

Objetivos perseguidos

1,67

0,53

Objetivos de juego

2,06

0,99

Adaptación del ritmo de aprendizaje

1,68

0,68

Importancia del resultado

1,61

0,85

Carácter educativo

1,34

0,57

 

Tabla 5. Resultados sobre la variable 4: Organización de los contenidos y fases de la enseñanza.

Variable 4

M

σ

Organización y fases de enseñanza

2,36

0,37

Importancia de la técnica en las situaciones de juego

2,45

0,8

Comprensión del juego desde las primeras etapas

2

0,81

Estructura de los entrenamientos

2,97

0,71

Situaciones de juego desde principios de la temporada

2,04

0,75

 

Tabla 6. Resultados sobre la variable 5: Situaciones de enseñanza.

Variable 5

Situaciones de enseñanza

4.     Discusión

    Pasamos, seguidamente, a la discusión e interpretación de los resultados obtenidos en las diferentes variables de estudio:

Variable 1: Concepción del alumno

    Como podemos ver, el conjunto de la variable no muestra una preferencia por uno u otros modelos, sin embargo, no existe homogeneidad entre los diferentes ítems que componen la variable:

    Los monitores encuestados reflejan un ligero carácter comprensivo al afirmar que fomentan la autonomía de sus aprendices a la hora de organizarse, así como su participación, incluso, en las decisiones didácticas. También parecen favorecer la implicación del plano intelectual al mostrar su acuerdo con el fomento de alumnos que requieran explicaciones y la comprensión de las tareas. Estos aspectos coinciden con algunos de los principios educativos que González Herrero (1996) apunta como fundamentales en la iniciación deportiva.

    No obstante, existe una cuestión que parece contradecir, al menos en parte, a las anteriores. A pesar de los resultados comentados, los técnicos opinan que los jugadores deben acudir a ellos para solucionar sus problemas, es decir, prefieren mostrar la respuesta de los inconvenientes que puedan surgir antes de favorecer la autosuficiencia en dicho sentido. Esto genera una dependencia del aprendiz hacia el entrenador propia del modelo tradicional y opuesta al desarrollo integral que propiciaban en los demás aspectos. Contreras et al. (2001), exponen que dicha dependencia es propia del modelo técnico y resultado de las continuas directrices que el monitor dirige hacia sus jugadores.

    En cuanto al análisis ANOVA (ANalysis Of VAriance), que nos permite cruzar las variables de estudio con las variables de control, hemos de citar que la única diferencia significativa ha surgido al estudiar las respuestas por modalidades deportivas. En este caso, las disparidades surgen entre los monitores de atletismo, que tienden hacia los modelos comprensivos, y los de baloncesto, los cuales no se identifican con ningún modelo. Estos resultados llaman la atención, ya que, como reflejan investigaciones como las de Díaz del Cueto (2003) y López Parralo (2004), los modelos comprensivos comienzan a estudiarse y aplicarse en los deportes colectivos en primer lugar, a pesar de que su aplicación no se limita a los mismos.

Variable 2: Metodología empleada en la iniciación deportiva

    De entre todos los aspectos que se podían haber contemplado dentro de esta variable, nos centramos en los métodos de trabajo, en la forma de realizar las correcciones y en la implicación cognitiva que requieren las tareas, encontrando, de nuevo, diferentes posturas ante las cuestiones estudiadas:

    Por una parte, se observa como la tradición marca el empleo de métodos analíticos. Los resultados son similares, como se podía esperar, en las dos cuestiones que hacen referencia a este aspecto, mostrando el conjunto de los monitores una ligera tendencia a los modelos tradicionales. Dicha tendencia da lugar a un trabajo independiente de los diferentes gestos técnicos a través de situaciones poco reales, descontextualizadas y en las que se olvidan los elementos tácticos. Según Valero (2005), este tipo de metodología no da lugar a que se produzcan aprendizajes significativos en la mente de los aprendices.

    Por otra parte, hay una preferencia a los modelos activos en lo que a la implicación intelectual se refiere. En este sentido, encontramos que afirman plantear situaciones en las que el niño debe utilizar su inteligencia para encontrar la solución o superar los posibles inconvenientes, como pueda ser, por ejemplo, una oposición inteligente. Estos resultados se relacionan íntimamente con las ideas de Castejón et al. (2003), quienes recogen que uno de los rasgos más importantes de los modelos comprensivos es la búsqueda de un aprendizaje significativo y relevante que contribuya al desarrollo del plano cognitivo. En la misma línea, los monitores pretenden que los alumnos reflexionen sobre sus fallos para hallar la manera de solventarlos. Como plantea Blázquez (1998), el error debe ser el primer paso para que el deportista solucione el problema motor que se le plantea.

    Al contrario que en la primera variable de estudio, en lo que a metodología se refiere, no encontramos ninguna diferencia significativa entre los colectivos que surgen de las diversas variables de control.

Variable 3: Objetivos perseguidos en la iniciación deportiva

    Observando las tablas de datos, nos damos cuenta de que, sin lugar a dudas, esta es la variable con mayor tendencia a los modelos comprensivos. Una vez más, el global de la variable se obtiene de los resultados de cuatro ítems, pero, en este caso, en los cuatro se muestra una tendencia hacia los modelos contemporáneos. De este modo, los monitores se inclinan por:

  • Facilitar la comprensión de los fundamentos de la modalidad antes de poseer un amplio repertorio técnico. En este sentido, Valero (2005), al hablar de la relación entre entrenador y jugador en los modelos comprensivos, afirma que la libertad que se otorga al aprendiz para que tome decisiones provoca la comprensión de la naturaleza del juego, aun sin tener dominio técnico.

  • Adaptar la enseñanza a las necesidades y características de los alumnos. Para Bayer (1992), este hecho es fundamental, por eso, en su método, apuesta por juegos simplificados, reducidos o adaptados.

  • Apostar por dar mayor importancia al aprendizaje que al propio resultado de rendimiento deportivo. Fraile, Arribas, Gutiérrez y Hernández (1998), defienden la competición, pero no con el fin de lograr un determinado resultado, sino como medio para facilitar la diversión, la progresión del aprendizaje y, muy especialmente, la participación con los demás.

    Este carácter educativo se refuerza también a través del cuarto ítem, en el que los técnicos se muestran totalmente de acuerdo con el hecho de enseñar en sus sesiones aspectos como, por ejemplo, la importancia del calentamiento, el juego limpio o normas de higiene. Autores como Maldonado (2003), que afirma que la iniciación deportiva debe ser una actividad educativa, o Antón (1990), que apuesta por el desarrollo de la personalidad mediante la actividad física, comparten estas ideas.

    En esta ocasión, encontramos diferencias significativas entre el colectivo contratado por los clubes o federaciones y el contratado por el centro escolar, manifestando una preferencia más marcada por los modelos comprensivos estos últimos. Puede que los objetivos perseguidos por los técnicos federativos se orienten más a la consecución de metas deportivas que a otros aspectos, como expone Blázquez (1998) al analizar las diferencias entre maestros y entrenadores.

Variable 4: Organización de los contenidos y fases de la enseñanza

    Al igual que ocurría anteriormente, encontramos diferencias entre los diversos ítems que componen la variable:

    En cuanto a la importancia de los elementos técnicos, los sujetos encuestados no tienden hacia ninguna de las propuestas de García López (2001). Éstas son: por una parte, avanzar de la técnica a la táctica, que se identifica con los modelos tradicionales y en la que no se introducen situaciones de juego hasta adquirir las habilidades técnicas necesarias. Por otra, avanzar de la táctica a la técnica, más acorde con los métodos activos, en los que, desde el primer momento de la iniciación, se muestran elementos tácticos a través de contextos de juego.

    Sin embargo, sí que muestran su acuerdo con la importancia de que los jugadores comprendan los fundamentos del deporte desde las primeras etapas, lo cual es propio de los modelos contemporáneos, como recoge Ruiz Pérez (1998). Éste manifiesta que la diferencia entre deportistas noveles y expertos radica en la comprensión del deporte, por lo que apuesta por facilitar dicha comprensión desde las primeras etapas.

    Todo lo contrario ocurre al hablar de la estructura de los entrenamientos. Contreras et al. (2001), exponen que la estructura típica de las sesiones en el modelo técnico es: calentamiento, práctica de habilidades y técnicas, y aplicación de las mismas en situaciones de juego simuladas o reales. Precisamente, dicha distribución es la que emplean el 75% de los monitores encuestados, lo que hace que, en este sentido, la tendencia sea hacia el modelo tradicional.

Variable 5: Situaciones de enseñanza

    Como ya reflejamos, esta variable se trata a través de frecuencias que nos determinan la tendencia hacia los diferentes modelos y de las que obtenemos las siguientes conclusiones:

    En primer lugar, preguntamos por los contenidos que los monitores trabajan en sus sesiones. Encontramos que el 7% trabaja únicamente elementos técnico – tácticos de la modalidad que le corresponde, aspecto propio de los modelos tradicionales. Por otra parte y a pesar de que ninguna actividad ofertaba más de una modalidad deportiva, el 16% de los técnicos afirma trabajar más de un deporte en sus entrenamientos, propuesta que coincidiría con Pintor (1989), quien apuesta por comenzar tratando hasta ocho modalidades para ir reduciendo este número posteriormente.

    Por otra parte, un tercio de los encuestados afirma trabajar su modalidad, pero también las habilidades básicas, tan importantes hasta, al menos, los ocho años, como defiende Sáenz-López (1997) o los diez, como expone Velázquez (2003). Por último, un 44% afirma recoger todos los aspectos citados, contemplando así una formación global, multideportiva, que favorezca la transferencia y con una sólida base.

    Otro aspecto fundamental relacionado con las situaciones de juego y que definirá el perfil de la iniciación deportiva es la enseñanza técnica. Arnold (1991) opina que la técnica únicamente cobra sentido dentro de un contexto. Sin embargo, menos de un tercio de los monitores enseñan los gestos técnicos mediante situaciones de juego.

    Por el contrario, casi el 70% los trabajan a base de repetir los movimientos hasta conseguir un automatismo o descomponiendo el gesto en partes que más tarde se unen. Estos métodos, característicos del modelo técnico, se alejan de la realidad del juego y, también, de las características y necesidades del niño, al que le resulta monótono y aburrido este tipo de prácticas. Éstas son algunas de las deficiencias que Devís (1996) y Ruiz et al. (2001) identifican en este tipo de tratamiento.

    Al igual que por la técnica, también preguntamos por el trabajo de la táctica. En otra clasificación de Garganta (1997), se diferencian tres tipos de modelos caracterizados precisamente por el tratamiento técnico–táctico. Estos modelos son:

  • La forma centrada en el juego formal, en la que la práctica real de la modalidad es el medio de aprendizaje táctico. Casi el 40% de los monitores apuesta por este método de trabajo.

  • Por otra parte, está la forma centrada en las técnicas, coincidente con el modelo tradicional, en la que las decisiones tácticas las toma el técnico. Algo menos del 30% comparten esta metodología.

  • Por último, aparece la forma centrada en las situaciones de juego progresivas, por las que muestran su preferencia el 35% de los técnicos.

    Los sujetos con mayor formación son quienes más se aproximan a los modelos comprensivos y viceversa, es decir, los sujetos con menor formación prefieren el modelo tradicional de enseñanza táctica. Este hecho refleja que la formación recibida contempla las nuevas tendencias metodológicas. En este sentido, debemos recordar que Maldonado (2003), apuesta porque las actividades físicas extraescolares sean dirigidas por personas con la debida formación.

    Para finalizar la discusión, reflejamos un aspecto que para nosotros se convierte en fundamental en estas edades: el empleo de las formas jugadas. Diferentes autores que se ubican dentro de los modelos comprensivos, como Contreras et al. (2001), Valero (2005), Tejeiro y Martínez (2006) o Devís (1996), atribuyen a los juegos una importancia vital a la hora de abordar la enseñanza de la iniciación deportiva. Parece ser que los sujetos encuestados también están convencidos de la eficacia de los mismos como herramienta de enseñanza, ya que tres de cada cuatro afirma utilizarlos para favorecer los aprendizajes de los elementos técnico – tácticos del deporte en cuestión.

5.     Conclusiones

    Seguidamente, mostramos las conclusiones de la investigación que recogen, de forma concreta, los aspectos más relevantes obtenidos en los resultados. Éstas están, lógicamente, relacionadas con los diferentes objetivos de la investigación:

  1. Los monitores favorecen, a través de sus sesiones, la formación de jugadores participativos y autónomos. Sin embargo, prefieren que acudan a ellos para resolver cualquier tipo de problema que pueda surgirles, aumentando, posiblemente de manera no intencionada, una dependencia contraria a la autonomía a la que aluden.

  2. La tradición de los modelos técnicos hace que los métodos analíticos sean los más empleados en la iniciación deportiva. No obstante, se comienza a apostar por actividades que conllevan implicación cognitiva por parte del aprendiz, como es el caso de las correcciones compartidas y reflexivas.

  3. Existe una idea consolidada acerca del potencial educativo que se ha de transmitir desde las prácticas físicas. Este hecho se ve favorecido por la iniciativa de los monitores, que adaptan el proceso de enseñanza al niño, otorgan mayor importancia al proceso que al producto, facilitan la comprensión del juego y transmiten pautas para la adquisición de hábitos saludables.

  4. Una vez más, la tradición hace que la estructura de los entrenamientos sea la propia del modelo tradicional, es decir: calentamiento, práctica de habilidades y actividad competitiva. No obstante, parece ser que la ejecución técnica no tiene tanta importancia como antaño, ya que se introducen situaciones de juego progresivas desde comienzos de la temporada.

  5. Las actividades propuestas por los monitores en sus sesiones responden a un planteamiento tradicional en algunos aspectos y activo en otros. Apuestan por el juego como herramienta de aprendizaje y practican más de una modalidad, lo que, en parte, subsanaría la carencia de una iniciación multideportiva. Sin embargo, muestran un carácter tradicional a la hora de enseñar la técnica, buscando el automatismo sin oposición, y la táctica, en la que muy pocos optan por realizar progresiones de dificultad creciente a través de situaciones de juego.

    Llegado este punto, debemos recordar el objetivo principal de nuestra investigación: analizar la tendencia metodológica de los monitores en cuanto a los modelos de enseñanza de la iniciación deportiva extraescolar que se oferta en la ciudad de Logroño.

    Teniendo en cuenta las principales conclusiones, llegamos a la impresión general de que, en este sentido, los modelos comprensivos se están introduciendo poco a poco en las prácticas físicas extraescolares de iniciación. De todos modos, a la vista de los resultados, queda claro que todavía quedan elementos o características propias del modelo tradicional arraigadas en las estrategias metodológicas de los monitores. Consideramos fundamental la inmersión en las nuevas corrientes metodológicas, y aportamos la que, a nuestro parecer, es la principal línea de intervención: la formación.

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  • Velázquez, R. (2003). Sobre la edad apropiada para el comienzo de la práctica deportiva. En Lecturas: Educación Física y Deportes, año 8, nº 57. Extraído el 9 de diciembre de 2006 desde http://www.efdeportes.com/efd57/edad3.htm.

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revista digital · Año 13 · N° 128 | Buenos Aires, Enero de 2009  
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