La cohesión del conjunto de fútbol 7 en niñ@s de 10/12 años, a través del juego aplicado en el calentamiento |
|||
Diplomado en Educación Física por la Universidad de Almería (España) |
Antonio David García García |
|
|
Resumen En el presente artículo muestra, como a través del juego durante el calentamiento de un partido de fútbol-7, podemos fortalecer y fomentar la cohesión de un grupo de niños de 10/12 años (alevines), pertenecientes al Club Deportivo San Cristóbal de Lorca (Murcia). Para ello dividiremos el desarrollo del trabajo en dos bloque bien diferenciados, por un lado veremos diferentes aspectos relacionados directamente con la cohesión de grupos, y por otro el concepto y finalidad del juego en un ambiente favorable para la interacción de los participantes, para terminar con una batería de ejemplos prácticos, llevados a cabo por el equipo alevín “b” del C.D. San Cristóbal de Lorca (Murcia). Para alcanzar la cohesión de grupo en un conjunto de fútbol 7 vamos a utilizar un calentamiento basado en el juego. Éste se llevará a cabo en la fase inicial de la sesión, mediante su desarrollo pretenderemos que el participante goce con los juegos propuestos, lo que dará lugar a la integración e inclusión de todos los participantes. Con lo que la unidad del equipo estará garantizada desde el inicio de la sesión. Palabras clave: Fútbol 7. Juego. Cohesión. Calentamiento. |
|||
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 13 - Nº 128 - Enero de 2009 |
1 / 1
1. Introducción-justificación
Debemos ser conscientes de que el jugador necesita divertirse para aprender con mayor facilidad y relevancia los conocimientos y valores que le pretende transmitir el monitor de fútbol, en este caso. De tal manera que, nuestra propuesta lúdico-recreativa a partir del calentamiento va a ser la respuesta a las necesidades del jugador en un momento y contexto determinado.
Como monitores de un grupo de niñ@s, vamos a ofrecer a los sujetos desde el calentamiento una práctica que tiene como eje común la diversión, olvidándonos y desechando aquellas situaciones repetitivas y tediosas en las que el conjunto es una cadena de producción, ejecutando movimientos predeterminados y sistematizados. Para que, en el momento y sociedad que nos ha tocado vivir, tengamos en el movimiento y la espontaneidad las bases sobre las que ha de asentarse nuestra actuación educativa-deportiva.
La cohesión de grupo es una propiedad que surge de la pertenencia y de la identificación social, es decir, es el resultado, no la causa de la identificación del endogrupo. Un agregado de personas pasa a ser un grupo en la medida que actúe a partir de una categoría social compartida. Con lo cual, el proceso de socialización del educando estará directamente relacionado con la cooperación e ilusión en el desenlace de un objetivo a conseguir a través de la recreación.
Asimismo, consideramos importante tener en cuenta a numerosas organizaciones relacionadas con el deporte en la infancia y la adolescencia, encargadas de la interacción en la práctica de deportistas jóvenes y, que reconocen los siguientes derechos para ellos:
Derecho a participar en las competiciones deportivas, especialmente en aquellas cuyo nivel sea adecuado al nivel de habilidad del deportista.
Derecho de tener un entrenador cualificado y una preparación adecuada para poder participar en las competiciones.
Derecho a jugar como un niño o un adolescente y no como un adulto.
Derecho a intervenir en las decisiones sobre su actividad deportiva.
Derecho a practicar la actividad deportiva en un entorno seguro y saludable.
Derecho a la igualdad de oportunidades.
Derecho a ser tratado con dignidad.
Derecho a divertirse practicando deporte.
2. Cohesión de grupos
En 1950, Schacter y Back definieron cohesión como “el campo total de fuerzas que actúan sobre los miembros de un grupo para que permanezcan en él”. Definición que influyó posteriormente en las ideas del mundo del deporte. Creyeron que había dos fuerzas distintas que actúan sobre los miembros para pertenecer a un grupo. La primera la atractividad del grupo y la segunda el control de recursos y las ventajas que cada miembro puede obtener de su integración en el grupo.
Entre 1950 y 1970, se establecen otras distintas definiciones de cohesión, pero siempre siendo el eje común a todas ellas las dos dimensiones básicas de que consta: la cohesión de tarea y la cohesión social.
La distinción entre cohesión de tarea y cohesión social es importante desde el punto de vista conceptual, ayuda a explicar el modo en que los equipos pueden superar los conflictos para lograr éxitos.
Carron (1982) perfeccionó el término cohesión y lo define como “Un proceso dinámico reflejado en la tendencia de un grupo a no separarse y permanecer unido en la búsqueda de sus metas y objetivos”.
2.1. Importancia para el participante de un ambiente agradable en el desarrollo de la práctica
La motivación por la practica deportiva en un equipo se verá favorecida en gran parte por un clima agradable en la vida del grupo, una condición fundamental en el deporte, pues sin la motivación apropiada es muy difícil, que los deportistas se dediquen al deporte con la frecuencia, duración, intensidad, tiempo, etc., qué este requiere.
En el caso de los niños la motivación es esencial para que hagan deporte y sigan haciéndolo a lo largo de los años, esforzándose permanentemente para ampliar sus posibilidades de desarrollo.
Un ambiente agradable contribuirá a:
Diversión → Aprendizaje.
Realizar tareas atractivas que dominan.
Percepción de tareas que dominan en situaciones deportivas significantes.
Acometer retos estimulantes que sean alcanzables.
Conseguir los retos que se le propone ociosamente.
Tener experiencias internas positivas (satisfacción, sensaciones agradables, sentirse parte de un grupo…).
Sentirse apoyado y valorado favorablemente por sus compañeros.
Interaccionar con todos los participantes, sin exclusiones ni discriminaciones.
Interesarse por hábitos y costumbres saludables favorecidos por la práctica del deporte.
Etc.
La cohesión es una fuerza que mantiene unidos a los miembros del grupo. Conforme aumenta la cohesión en el grupo también se incrementa el nivel de acatamiento de las normas del grupo, lo cual en un futuro próximo dará lugar a una estructura de trabajo regida por un ambiente sosegado, que permitirá un proceso de enseñanza-aprendizaje acorde a las necesidades de los sujetos.
El grado de cohesión del grupo puede arrojar efectos positivos o negativos, según el grado de coincidencia ente las metas del grupo y de la organización formal. Los monitores pueden fomentar o desalentar la cohesión del grupo, empleando las siguientes estrategias. Para fomentar la cohesión del grupo se recomienda lo siguiente:
Fomentar el acuerdo con las metas del grupo.
No estimular la competencia con otros grupos compañeros.
Otorgar recompensas al grupo en lugar de a los integrantes (según la circunstancia).
No aislar físicamente al grupo.
2.2. Elementos básicos para la unión del grupo
Aumentar el tiempo de interacción.
Capacidad de recompensa de los grupos.
Sentimientos de apoyo.
Aceptación por parte de los líderes.
Participación en la creación de la cultura propia.
Compromiso e implicación en el funcionamiento del grupo.
2.3. Trabajo del monitor
Los monitores pueden fomentar la cohesión del equipo desde diversas perspectivas:
Explicar los papeles individuales en el éxito del equipo.
Los entrenadores deberían perfilar con claridad los papeles individuales de los miembros del equipo, haciendo hincapié en la importancia del papel de cada jugador en el éxito colectivo.
Cuando los jugadores entienden lo que se les exige a sus compañeros, pueden empezar a desarrollar el apoyo y la empatía entre ellos. El entrenador puede ayudar en este proceso haciendo que los jugadores observen y registren los esfuerzos de sus compañeros en diferentes puestos del equipo.
Desarrollar el sentimiento de orgullo dentro de subunidades:
En deportes en los que existen subunidades de forma natural, los entrenadores han de favorecer el orgullo en el seno de esos grupos.
Establecer objetivos de equipo estimulantes:
La fijación de objetivos específicos y estimuladores tiene un impacto positivo en la ejecución individual y grupal.
Estimular la identidad del equipo:
Un entrenador puede fomentar la identidad del equipo, si bien ello no debería obstaculizar el desarrollo de la identidad de las subunidades. Ambas identidades tendrían que funcionar en estrecha relación.
Evitar la formación de pandillas:
En un equipo, las pandillas suelen ser perjudiciales, y los entrenadores deben determinar con rapidez las causas de su formación y dar pasos necesarios para disolverlas.
Evitar la rotación excesiva:
La rotación y movilidad excesivas reducen la cohesión y dificultan la compenetración de los miembros, éstos se sienten poco familiarizados unos con otros e indecisos acerca de la longevidad del grupo.
Permanecer en contacto con el ambiente del equipo:
En el seno de una organización formal, se halla una red informal e interpersonal que puede afectar en un alto grado al funcionamiento de la organización.
Conocer algo personal sobre cada miembro del grupo:
El ser consciente de hechos personales potencialmente negativos y la disposición a escuchar ponen también de relieve el interés y la atención que se tiene hacia los jugadores.
3. Concepto de juego como instrumento educativo en la práctica deportiva (fútbol).
“El juego es un hecho motriz contextualizado en la práctica habitual del niño en su contexto global”
3.1. Puesta en antecedentes
La palabra juego etimológicamente viene de:
Jocus: ligereza, pasatiempo.
Ludus: que es el acto de jugar.
Haciendo un resumen de las definiciones de los más importantes estudiosos del tema como: Russel, Declory, Piaget, Huizinga,… podemos considerar el juego como un actividad; instintiva, con fin en sí misma, en la que el niño organiza la realidad para introducirse en ella.
¿Cuándo comienza el niño a jugar? Para Piaget lo hace hacia el 2º o tercer mes de vida (2º estadio sensoriomotor), cuando el niño reproduce ciertas conductas únicamente por el placer que le ocasionan.
Y ¿por qué? ¿Cuáles son las causas del juego? Las más relevantes son las siguientes:
Descanso y distracción (Claparede), tanto del organismo como del espíritu.
Preparación para la vida adulta (Gross).
Ensayar, fijar y conservar nuevos hábitos (Piaget).
Filogénesis, realización innata de actos de nuestros antepasados (Hall).
Catártica, liberadora de tensiones (Freud).
Para un aprendizaje y crecimiento armónico (Froebel, Declory,..).
También está comprobado que el juego evoluciona con el desarrollo intelectual, afectivo y físico del niño o se adecua a los períodos críticos de su desarrollo.
3.2. El juego como actividad de enseñanza-aprendizaje (actualidad)
Dentro de la pedagogía y la educación el juego puede ser utilizado para dos cosas:
Para conocer al niño. El niño cuando está jugando movido por la excitación y el entusiasmo se comporta tal como es, lo que nos puede servir para tener un criterio más acertado de sus características.
Para el desarrollo de sus cualidades psicofísicas, según las características del juego, puede contribuir al:
Desarrollo físico y psicomotor.
Desarrollo intelectual.
Social.
Afectivo.
Ético.
Por otro lado, en lo que respecta a la tipología de los juegos, estos pueden ser espontáneos y dirigidos, con sus ventajas e inconvenientes. Los juegos espontáneos tendrán como inconvenientes la falta de variedad, organización, caridad y compañerismo y medida, justificado por la edad del educando. Sin embargo, si que es muy útil para conocer al niño, sus relaciones, y ajustar las actividades a sus intereses.
Por otro lado, los juegos dirigidos nos servirán para sacarle rendimiento al juego, con objetivos externos a la propia actividad. Aunque si que es cierto que presentan el peligro de falta de libertad y autonomía, espontaneidad y pureza del juego, pero podemos corregir los defectos del juego espontáneo.
3.3. El juego como instrumento educativo
El juego aplicado en nuestra sesiones nos debe servir para hacer pensar, valorar, tener sentido crítico, trabajar en equipo, convivir y instalar al niñ@ en el mundo del saber y de la cultura.
Por lo tanto, el juego nos va a servir para ayudar a cada alumn@ a desarrollar todo su potencial y a convertirse en un ser humano completo. Considerando a la interdependencia, la interacción y la integración como los parámetros fundamentales sobre los que ha de sustentarse nuestra labor.
4. El juego aplicado al calentamiento en el fútbol 7 con niños de 10/12 años
Siguiendo a Ulrich Stumpp, los juegos y las formas de juego para grupos de todas las edades son muy adecuados a la hora de realizar un trabajo de calentamiento, sin grandes preparaciones ni necesidades de material contribuyen de forma importante al desarrollo y a la mejora de la condición física de forma lúdica.
En la cotidianeidad del desarrollo de los participantes, el trabajo con los juegos tiene las siguientes ventajas:
Las reglas del juego son comprensibles y, por ello, fáciles de aprender.
Siempre pueden jugarse sin grandes necesidades de tiempo y aparatos.
Pueden variarse de múltiples maneras.
Gustan y además ofrecen la posibilidad de alcanzar objetivos en la convivencia social dentro del grupo.
Consolidan las habilidades de movimiento fundamentales y hacen que se practique el comportamiento táctico.
Ayudan a resolver importantes problemas de educación (respeto hacia unas reglas, aprender a ganar y perder…)
Etc.
Los juegos se introducen por etapas. Se comienza con las formas básicas más sencillas que se ampliarán después de varias repeticiones y se convertirán en juegos más complejos. Una ordenación oportuna y sistemática termina en formas más complejas y prepara el juego siguiente que se encontrará en un nivel más elevado.
A continuación veremos una batería de diez juegos que normalmente se llevan a cabo por parte del equipo alevín “b” (C.D. San Cristóbal de Lorca (Murcia)), con la intención de realizar un calentamiento tanto a nivel general como específico del deporte que se va a practicar, en este caso sería el fútbol 7.
Representación de los juegos |
Descripción del juego |
|
Cañón balón Situaremos a todos los participantes del juego excepto tres o cuatro en un extremo del terreno de juego y con una pelota cada uno de ellos. A la señal del monitor, todos los niñ@s disponiendo del balón deberán cruzar hacia el otro extremo conduciéndola con ambos pies, si se la “roban” los que están en el centro intercambiarán los roles, entre el jugador que conducía el balón y el que intentaba robarlo. Los jugadores que están en el centro del terreno no rebasarán la línea imaginaria de medio campo ni hacia delante ni hacia atrás. |
|
Balón torre Se forman dos grupos. Un jugador de cada grupo se sitúa dentro de un círculo en campos contrarios. Los otros en la otra mitad del terreno de juego. El jugador “torre” de cada grupo realiza un saque a uno de sus compañeros para que se lo devuelva sin que toque la tierra. El jugador “torre” deberá recuperar la pelota sin salirse del círculo. Los “contrarios” deberán interceptar la pelota para pasársela a la “torre”. |
|
Lluvia de balones Cada alumno con un balón. A la señal se lanzan elevándolos lo más alto posible y se recoge otro que no sea el suyo antes de que toque el suelo. |
|
Colitas Los jugadores se dispersarán libremente por el terreno, colgándose de sus pantalones una cuerda, peto…. Simulando el rabo de un animal cada jugador deberá “robar” el máximo de “rabos” posibles a sus compañer@s, en un periodo de tiempo determinado y, “ganará” aquel participante que más “rabos” consiga. |
|
Diez pases Dividimos al grupo en dos subgrupos. Cada diez pases (mano, pie, mano-pie) conseguidos se obtiene un punto, pero si el balón bota mas de dos veces en el suelo se vuelve a contar desde el principio. |
|
Aros mágicos Cuatro perseguidores con un aro cada uno de ellos, deberá introducir el aro por el cuerpo de los que huyen, al conseguirlo intercambiarán sus roles. |
|
Agrupamientos Los alumnos deben agruparse según las indicaciones del monitor: vamos a agruparnos en el menor espacio posible, vamos a ocupar el mayor espacio posible, hacemos una serpiente lo más larga/corta que podamos, etc. |
|
Sombras Los alumnos situados uno detrás de otro. Al oír la señal el participante colocado delante comienza a moverse libremente. El que esta situado detrás imita los movimientos del compañero como si de su sombra se tratara. Al oír nuevamente la señal se cambia de roles. |
|
Números voladores Se colocan los niñ@s en círculo con un balón cada uno de ellos. Tras ello se divide al grupo en dos subgrupos y, se numeran los participantes. A la señal del monitor saldrá el alumn@ con el número que éste dirá. El primero de los dos subgrupos que antes llegue a su lugar de origen sumará un tanto. |
|
La barrera Se colocan tres o cuatro niñ@s sobre la línea central (imaginaria) pudiéndose desplazar lateralmente sobre ella. El resto colocados a un lado u otro de la misma, tratando de pasar por los huecos sin ser tocado (en sus pies). Los tocados cambiarán sus roles con los que están en el centro. |
Bibliografía
Carron, A. V. (1982). “Cohesiveness in sport group: Interpretations and consideration”. Journal of Sport Psychology, 4, 123-138.
Festinger, L., Schacter, S., Back, K. 1950. “Social Pressures in Informal Groups: A Study of Human Factors in Housing”. Stanford, CA: Stanford University Press.
García López, A. Gutiérrez Hidalgo, F. Marqués Escámez, J.L. Román García, R. Ruiz Juan, F. Samper Márquez, M. (2000) “Los juegos en la Educación Física de los 6 a los 12 años”. Editorial Inde. Segunda edición.
González Figueiras, O. (2007) “Cohesión de equipo”. EFDeportes.com, Revista Digital - Buenos Aires - Año 12 - N° 114.
Sagrario del Valle y María Jesús García. (2007) “Cómo programar en Educación Física paso a paso”. Editorial Inde.
Stumpp, U. (2002) “Adquirir una buena condición física jugando”. Editorial Paidotribo (4ª edición).
Weinberg, R.S., y Gould, D. (1996) “Fundamentos de la psicología del deporte y el ejercicio físico”. Barcelona: Ariel.
Williams, J.M. (1991) “Psicologia aplicada al deporte”. Madrid: Biblioteca Nueva.
revista
digital · Año 13 · N° 128 | Buenos Aires,
Enero de 2009 |