Estudio antropométrico del alumnado de 1º y 2º de E.S.O. del Instituto de Educación Secundaria ‘Seritium’ de Jerez de la Frontera, Cádiz |
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Profesor de Educación Física Licenciado en Psicopedagogía (España) |
Rafael Baldoy Hervás |
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Resumen Nos proponemos realizar una investigación sobre el peso y la talla del alumnado de 1º y 2º de la ESO en nuestro instituto, obtener el índice de masa corporal (IMC) de los mismos y comparar los resultados con estudios antropométricos de la población andaluza y española. Además, concluido lo anterior propondremos medidas de actuación en función de los resultados obtenidos. Palabras clave: Salud. Obesidad. Indice masa corporal (IMC). |
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 13 - Nº 128 - Enero de 2009 |
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1. Objetivos de la investigación
Estratificar a la población estudiantil de 1º y 2º de la ESO de nuestro instituto en categorías admitidas por Organización Mundial de la Salud (OMS) relacionadas con el IMC.
Ofrecer medidas de actuación preventiva en función de los resultados obtenidos.
Informar a la comunidad educativa del centro.
2. Bases teóricas del estudio
Los estudios antropométricos relacionados con el IMC están teniendo un gran auge desde que la OMS los tomó como referencia mundial para establecer criterios generales para medir el parámetro peso en las personas [1].
No obstante, hasta fechas muy recientes –año 2004- no se establecieron unos índices fiables estándares para categorizar a poblaciones jóvenes, de 5 a 19 años [2], y que fueran asumidos por dicha organización y la comunidad científica internacional.
Estudios posteriores de equipos españoles [3] [4] han ido actualizando las tablas existentes hasta esas fechas para adecuarlos a dichos parámetros mundiales y, a la vez, comprobar el grado de aceleración generacional que el crecimiento antropométrico español y andaluz, particularmente, han tenido en las últimas décadas [5] [6] [7].
3. Metodología y diseño de investigación
La metodología aplicada ha sido la cuantitativa, científica para recabar la información y tratarla.
La primera fase del diseño metodológico comenzó con la obtención de las medidas de peso (con báscula electrónica –dando resultados en kilogramos y hectogramos-) y talla (con flexómetro –obteniendo resultados en centímetros-) de toda la población objeto de estudio, siendo un total de 143 alumnos y 114 alumnas de 1º y 2º de ESO, 257 en total.
Una vez obtenidos dichos datos, se volcaron y tabularon en una hoja de cálculo usando el programa Excel, de Microsoft, contemplándose además los años y meses de edad de cada sujeto, haciéndose una distribución poblacional por semestres y sexo, desde los 11 años y medio, hasta los 16 años, ya que aparecen así en los estudios que hemos tomado como referencia.
Para la obtención del IMC se empleó la siguiente fórmula:
(celda peso/(celda talla/100)^2)
Para la obtención de los percentiles de cada medida se consultaron las tablas, medias y desviaciones estándares de Carrascosa et al [3] y Fernández et al [5], empleándose la siguiente fórmula modelo, que tipifica las puntuaciones directas y las normaliza, a la vez, que nos ha permitido obtener el percentil de cada sujeto:
DISTR.NORM(celda dato;media consultada;desviación estándar consultada;VERDADERO)*100
Una vez realizados dichos cálculos cada sujeto quedaba etiquetado según nomenclatura OMS básica[1 y 2] como:
Dibujo 1
Considerando los indicadores propuestos para el IMC obtenido para cada sujeto [2 a 5] que sugieren:
Tipología |
Percentil IMC obtenido |
Déficit |
Menor que 5 |
Normalidad |
Desde 5 a 75 |
Riesgo de sobrepeso |
Desde 75 a 79 |
Sobrepeso |
Desde 80 a 95 |
Obesidad |
Más de 95, hasta 100 |
Tabla 1
No se consideran en este estudio subniveles dentro de cada tipología, al no buscar ni tener un carácter médico epidemiológico. Para la obtención de dichos resultados por alumno y alumna se confeccionó la siguiente fórmula:
SI(O3>=95;"OBESIDAD";SI(O3>=80;"SOBREPESO";SI(O3>=75;"RIESGO";SI(O3>=5;"NORMALIDAD";SI(O3<5;"DÉFICIT")))))
Donde “O3” es la celda que anidaría el dato del percentil IMC de cada chico o chica.
Una vez obtenidos los datos individualizados, se pasó a la segunda fase del diseño de investigación en la que se realizó el estudio por edades y sexos de los resultados obtenidos y que aparecen publicados más adelante en formato tabla-gráfico (figs. 1 a 13) y general (fig. 14) que contempla los datos concluyentes para toda la población objeto de estudio.
4. Publicación de los resultados
A continuación mostramos los resultados estratificados por edades y diferenciados por sexo de nuestros estudiantes (figs. 1 a 14). En cada figura se sitúa la media de cada estrato del instituto, se publica la media poblacional obtenida por las investigaciones antropométricas que hemos tomado como referencia y se sitúa el percentil obtenido para cada edad y sexo.
En la figura 15 mostramos, por sexo, los resultados obtenidos por categorías OMS en relación con el IMC agrupando en columnas porcentuales a toda la población estudiada.
La no publicación de resultados grupales en algunas edades se debe solamente a la ausencia de las mismas en la población o que el número de sujetos no llegaba a 4.
Tabla 2
5. Discusión
Población estudiantil homogénea, con una varianza baja en relación con la media obtenida en todos los estratos en los que se ha dividido.
Nuestros alumnos y alumnas, en general, superan la media de las investigaciones con las que los hemos comparado en peso, talla e IMC, siendo muy significativas las diferencias en los chicos de 11’5 años y en las chicas con 13 y 13’5 años, que casi igualan una desviación estándar (percentil en torno al 78) en sus IMCs correspondientes con respecto a la población española y andaluza.
El 28,67% de nuestros chicos está en riesgo de sobrepeso, sobrepeso o son obesos; el 26,32% de nuestras chicas están en las condiciones anteriores, observándose, además, una alumna con déficit en su peso, con lo cual ascendería al 27,2% las alumnas con algún problema en su peso.
Los datos apuntan a los recogidos en la Estrategia NAOS del Ministerio de Sanidad español de 2005 [8] pues obtenemos prevalencias mayores en chicos que en chicas en cuanto a obesidad y sobrepeso; pero, muy significativamente, la prevalencia en nuestros estudiantes de este problema es muy superior al observado en la población española de su misma edad: el 16,1% en nuestra nación lo presenta, por un 26 a 28% en nuestro instituto: de 10 a 12 puntos porcentuales más existen en nuestro centro chicos o chicas con problemas de peso que en la sociedad española.
Comparando a nuestro alumnado con la población andaluza de su misma edad (12-14 años), usando los datos del Plan Integral de Obesidad Infantil de Andalucía [9], observamos que los resultados son bastante más similares, debido fundamentalmente a las reconocidas altas tasas (junto con Canarias) de sobrepeso y obesidad entre nuestros jóvenes, motivo por el cual la administración autonómica propone actuaciones para luchar contra lo que ella llega a denominar “epidemia” (consultar págs. 31 y 32 de dicho Plan).
6. Conclusiones
Estos resultados deben hacernos ver la necesidad de actuaciones encaminadas a participar en la mejora cualitativa y cuantitativa de estos resultados. Aunando las propuestas de organismos competentes [1, 8, 9] y de las acciones que pueden depender de nosotros, proponemos las siguientes:
Informar a la comunidad educativa del problema, su existencia, grado de afectación del mismo y actuaciones prioritarias para tratarlo.
Proponer programas y acciones encaminadas a:
Potenciar la participación del alumnado en las actividades recreo-tivas, el programa Deporte en la Escuela o fomentando entre ellos la actividad física-deportiva extraescolar:
Informando a las familias de las ventajas que tiene el que sus hijos hagan deporte o actividades física regulares.
Práctica deportiva continuada recomendada.
Páginas webs sobre salud, ejercicio físico y nutrición.
Fomentando el mensaje de que el rendimiento escolar y académico no está reñido con la práctica habitual y sistematizada de actividades físico-deportivas, más aún las mejoran y aumentan los niveles de atención y concentración.
En relación con el componente curricular debemos considerar el trabajo interdisciplinar de las competencias básicas que están relacionadas con este tema, fundamentalmente:
Competencia en el conocimiento y la interacción con el mundo físico
Supone demostrar espíritu crítico en la observación de la realidad y en el análisis de los mensajes informativos y publicitarios, así como unos hábitos de consumo responsable en la vida cotidiana.
Partiendo del conocimiento del cuerpo humano, de la naturaleza y de la interacción con ella, permite argumentar racionalmente las consecuencias de unos u otros modos de vida y adoptar una disposición a una vida física y mental saludable en un entorno natural y social también saludable. Asimismo, supone considerar la doble dimensión – individual y colectiva- de la salud, y mostrar actitudes de responsabilidad y respeto hacia los demás y hacia uno mismo.
Son parte de esta competencia básica el consumo racional y responsable y la protección de la salud individual y colectiva como elementos clave de la calidad de vida de las personas.
Competencia para aprender a aprender
Disponer de un sentimiento de competencia personal, que redunda en la motivación, la confianza en uno mismo y el gusto por aprender. Significa ser consciente de lo que se sabe y de lo que es necesario aprender.
Autonomía e iniciativa personal
Esta competencia se refiere, por una parte, a la adquisición de la conciencia y aplicación de un conjunto de valores y actitudes personales interrelacionadas, como la responsabilidad, la perseverancia, el conocimiento de sí mismo y la autoestima, de calcular riesgos y de afrontar los problemas, así como la capacidad de demorar la necesidad de satisfacción inmediata y de aprender de los errores.
Promover la actuación en programas junto con el centro de salud de referencia y el instituto que permitan actuaciones de información y formación con las familias del alumnado que atendemos.
Bibliografía
Onís, M. Onyango, A. et al. Investigación. Elaboración de un patrón OMS de crecimiento de escolares y adolescentes. Disponible en: http://www.who.int/growthref/growthref_who_bull_es.pdf
World Health Organization. Global Database on Body Mass Indess. Disponible en: http://www.who.int/bmi/index.jsp
Carrascosa Lezcano, A. Fernández García, JM. Fernández Ramos, C. Ferrández Longas, A. Juan Pedro López-Siguero, JP. Estudio transversal español de crecimiento 2008. Parte II: valores de talla, peso e índice de masa corporal desde el nacimiento a la talla adulta. Anales españoles de pediatría: Publicación oficial de la Asociación Española de Pediatría (AEP), ISSN 1695-4033, Vol. 68, Nº. 6, 2008 , Págs. 552-569
De la Puente M, Canela J, Álvarez J, Salleras L, Vicens-Calvet E. Cross-sectional growth study of the child and adolescent population of Catalonia (Spain). An Human Biol. 1997;24:435-52.
Fernández García, J.M. Luna del Castillo, JD. López Siguero, J.P. Estudio Transversal de crecimiento Andaluz, 2004-2005. Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria. Disponible en: http://www.sepeap.org/archivos/libros/endocrino/CrecimientoAndalucia.htm
Hernández M, Sánchez E, Sobradillo B. Curvas y tablas de crecimiento. En: Argente J, Carrascosa A, Gracia R, Rodríguez F, editores. Tratado de endocrinología pediátrica y de la adolescencia. 2.ª ed. Barcelona: Ediciones Doyma; 2000. p. 1441-99.
Sobradillo, B. Aguirre, A. et al. Curvas y tablas de crecimiento (Estudio longitudinal y transversal). Fundación Faustino Orbegozo Eizaguirre. Bilbao, 2004.
Ministerio de Sanidad y Consumo. Estrategia NAOS: Estrategia para la nutrición, actividad física y prevención de la obesidad. Disponible en: http://www.naos.aesan.msc.es/naos/ficheros/estrategia/estrategianaos.pdf
Consejería de Salud. Sistema Sanitario Público de Andalucía. Plan Integral de Obesidad Infantil de Andalucía 2007-12. Disponible en: http://www.juntadeandalucia.es/salud/library/plantillas/externa.asp?pag=\salud\contenidos\/planobesidadinfantil\PIOBIN%20BAJA.pdf
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