efdeportes.com
El entrenamiento atlético del velocista discapacitado visual

 

Trabajando actualmente en la

Universidad Pedagógica y Politécnica de Colombia
(Cuba)

Prof. DrC. MSc. Lic. Jorge Luis Pérez Pérez

Prof. Lic. Delvis Pérez O’Reilly

ppppunti@yahoo.es

 

 

 

Resumen

          En este artículo veremos algunas consideraciones referentes al término “Entrenamiento Deportivo” por varios autores, así como se manifiesta este durante la preparación del velocista de esta discapacidad, además, el concepto de rapidez para esta discapacidad, los principios del entrenamiento deportivo y cómo estos, encajan en la preparación de estos deportistas que difieren de la preparación del velocista convencional, los cuales responden a las exigencias competitivas actuales.

          Palabras clave: Entrenamiento deportivo. Velocista. Discapacitado visual.

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 13 - Nº 128 - Enero de 2009

1 / 1

Introducción

El “entrenamiento” del velocista discapacitado visual

    En el lenguaje general, la palabra entrenamiento se emplea con diferentes significados. Los fisiólogos del trabajo entienden por entrenamiento todas las cargas físicas que provocan una Adaptación, (Ley fundamental del proceso de Entrenamiento Deportivo) y transformación funcional o morfológica del organismo y, por ello, un aumento en el rendimiento. En este sentido, el trabajo físico también puede asumir, por ejemplo, un carácter de entrenamiento y provoca adaptaciones (Lehmann, 1996).

C:\Documents and Settings\PC\Configuración local\Temp\wz2ae3\Deporte paralimpico\Arian paralimpico.jpg

    Los fisiólogos del trabajo designan con el nombre de ejercicio al mejoramiento de la coordinación neuromuscular, o sea, al aprendizaje o perfeccionamiento de la ejecución de movimiento, y llaman provecho del ejercicio al efecto o incrementado del rendimiento.

    El sistema tradicional del entrenamiento deportivo se erige sobre la base de los principios generales pedagógicos y otros de carácter específicos. A los primeros se relacionan la actividad, la conciencia, la intuición, la sistematización, la alternación, la accesibilidad y la solidez. A los segundos se relacionan la unidad de la preparación física general y especial, la continuidad, el carácter cíclico del proceso de entrenamiento y el incremento gradual y máximo de las cargas de entrenamiento.

    Los principios de la sistematización y de solidez constituyen principios fundamentales a tener en cuenta durante la planificación del entrenamiento deportivo. Cuando éstos son aplicados correctamente, se crean las condiciones óptimas para el perfeccionamiento de los hábitos motores y el incremento de las posibilidades funcionales del organismo.

e3

    La solidez de los hábitos motores se asegura mediante la repetición de los ejercicios estudiados. Las interrupciones prolongadas en el entrenamiento conducen a la extinción de las relaciones temporales que sirven de base a la técnica deportiva y a la disminución del estado de preparación del deportista.

    El principio específico más importante del entrenamiento deportivo es el de la unidad de la preparación física general y especial del deportista. La preparación física general sirve de fundamento para el desarrollo del nivel de entrenamiento especial en el tipo elegido de deporte.

    El científico (Obbely), ha considerado que la educación física variada, asegura la posibilidad de utilizar las condiciones innatas del organismo en determinadas situaciones vitales, y para esto es preciso desarrollar estas condiciones a tiempo. También manifestó, que una de las tareas más importantes de la Educación Física, es el “entrenamiento de la capacidad de entrenamiento “es decir, el incremento de la capacidad del organismo para dominar diversas formas de la actividad motora.

    El incremento de la preparación física general no solamente garantiza el éxito en aquellos tipos de ejercicios físicos que han sido realizados sistemáticamente, sino también en otros. Este fenómeno se debe a la denominada “traslación positiva” de los hábitos motores y de las cualidades físicas (Hernández Corvo, 1987).

    Pero algunos tipos de ejercicios tienen características “incompatibles”. La realización paralela de tales ejercicios demora el perfeccionamiento deportivo, lo cual es denominada “traslación negativa” de los hábitos motores y de las cualidades.

Los principios generales del entrenamiento deportivo

    Los principios generales del entrenamiento deportivo son los siguientes:

El nivel de dirección con vista a logros superiores deportivos

    La materialización práctica del principio presupone, la orientación hacia logros deportivos superiores, en cuanto a estructuración del proceso de entrenamiento, empleo de medios y métodos eficientes, especialización profunda durante el transcurso de uno y de muchos años. El principio general de la orientación adquiere en la esfera del entrenamiento deportivo un contenido especial.

C:\Documents and Settings\PC\Configuración local\Temp\wzfeec\Deporte paralimpico\ettian.jpg

El aumento progresivo y máximo de las cargas

    Debemos saber que en el proceso de dirección del desarrollo del hombre surge lógicamente la necesidad de aumentar de manera gradual las cargas funcionales. Esto es justo, en gran medida, para el entrenamiento deportivo, ya que el nivel de los logros deportivos es proporcional al nivel de exigencias del entrenamiento. En este proceso crecen gradualmente las cargas como las exigencias en cuanto a la preparación física, técnica, táctica y psíquica.

La continuidad del proceso de entrenamiento

    La esencia de este principio se explica como el proceso de entrenamiento ininterrumpido. Este proceso sólo se interrumpe al dar paso al descanso, o sea, que este principio es la combinación de la actividad física con el descanso, siempre que éste corresponda a la recuperación de la capacidad de trabajo del organismo.

Cambios ondulatorios de las cargas de entrenamiento

    La esencia de este principio demanda que cuando se aplica una carga grande, después es necesario aplicar y bajar el nivel de la carga. Esto se fundamenta fisiológicamente, en que mientras mayor sea la carga, mayores serán los cambios que se produzcan, y mayor el tiempo de recuperación de la capacidad de trabajo y de adaptación de dicha carga.

La unidad de preparación general y especial

    La capacidad de trabajo general y especial no puede ser excluida del entrenamiento sin perjudicar las cuestiones del mismo, ni se puede sustituir una por otra. Por lo que cuando hablamos acerca de los principios que determinan la formación del entrenamiento deportivo, es necesario orientarse, tanto en la dirección especial como en la dirección multilateral para que no se contraponga una con la otra.

  C:\Documents and Settings\PC\Configuración local\Temp\wz5847\Deporte paralimpico\yunidis.jpg   La traslación positiva y negativa está condicionada por la similitud o la diferencia de las relaciones temporales que garantizan la realización de los movimientos, así como la similitud o la diferencia de los cambios morfofuncionales que se produzcan en el organismo.

    La preparación física general debe anteceder a la preparación especial y combinarse, seguidamente, con esta en forma orgánica.

    El entrenamiento deportivo se erige sobre la base de los principios generales pedagógicos y otros de carácter específicos. A los primeros se relacionan la actividad, la conciencia, la intuición, la sistematización, la alternación, la accesibilidad y la solidez. A los segundos se relacionan la unidad de la preparación física general y especial, la continuidad, el carácter cíclico del proceso de entrenamiento y el incremento gradual y máximo de las cargas de entrenamiento.

    Los principios de la sistematización y de solidez constituyen principios fundamentales a tener en cuenta durante la planificación del entrenamiento deportivo. Cuando estos son aplicados correctamente, se crean las condiciones óptimas para el perfeccionamiento de los hábitos motores y el incremento de las posibilidades funcionales del organismo.

    La solidez de los hábitos motores se asegura mediante la repetición de los ejercicios estudiados. Las interrupciones prolongadas en el entrenamiento conducen a la extinción de las relaciones temporales que sirven de base a la técnica deportiva y a la disminución del estado de preparación del deportista.

    Atendiendo a varios criterios de algunos autores: El entrenamiento deberá ser considerado un proceso pedagógico organizado, de larga duración, cuyo objetivo es el desarrollo de las adaptaciones óptimas que son necesarias para el logro de la máxima performance y su mantenimiento a través del tiempo, en todos los niveles de actividad y a todas las edades. El entrenamiento ha sido desarrollado por mucho tiempo como la suma de elementos cuantitativos, cargas de trabajo, volúmenes, intensidades, pausas, etc. Esto parecía que cerraba el círculo, casi matemático, del rendimiento deportivo (Molnar).

    La traslación positiva y negativa está condicionada por la similitud o la diferencia de las relaciones temporales que garantizan la realización de los movimientos, así como la similitud o la diferencia de los cambios morfofuncionales que se produzcan en el organismo.

    La preparación física general debe anteceder a la preparación especial y combinarse, seguidamente, con esta en forma orgánica.

    El entrenamiento deportivo se erige sobre la base de los principios generales pedagógicos y otros de carácter específicos. A los primeros se relacionan la actividad, la conciencia, la intuición, la sistematización, la alternación, la accesibilidad y la solidez. A los segundos se relacionan la unidad de la preparación física general y especial, la continuidad, el carácter cíclico del proceso de entrenamiento y el incremento gradual y máximo de las cargas de entrenamiento.

    Los principios de la sistematización y de solidez constituyen principios fundamentales a tener en cuenta durante la planificación del entrenamiento deportivo. Cuando estos son aplicados correctamente, se crean las condiciones óptimas para el perfeccionamiento de los hábitos motores y el incremento de las posibilidades funcionales del organismo.

    La solidez de los hábitos motores se asegura mediante la repetición de los ejercicios estudiados. Las interrupciones prolongadas en el entrenamiento conducen a la extinción de las relaciones temporales que sirven de base a la técnica deportiva y a la disminución del estado de preparación del deportista.

    Atendiendo a varios criterios de algunos autores: El entrenamiento deberá ser considerado un proceso pedagógico organizado, de larga duración, cuyo objetivo es el desarrollo de las adaptaciones óptimas que son necesarias para el logro de la máxima performance y su mantenimiento a través del tiempo, en todos los niveles de actividad y a todas las edades. El entrenamiento ha sido desarrollado por mucho tiempo como la suma de elementos cuantitativos, cargas de trabajo, volúmenes, intensidades, pausas, etc. Esto parecía que cerraba el círculo, casi matemático, del rendimiento deportivo. (Prof. Gabriel Molnar)

El entrenamiento del velocista discapacitado visual

    El entrenamiento del deportista con discapacidad visual en su esencia, mantiene estrecha relación con la preparación del atleta convencional, en cuanto a los períodos conocidos y que denominamos microciclos, mesociclos y macrociclos, así como al desarrollo de las distintas capacidades físicas en el Atletismo.

    Cuando comenzamos hace más de veinte años el trabajo con esta discapacidad, específicamente con la disciplina de velocidad, desde entonces nunca se ha contado con una guía de preparación, que indicará cómo preparar a estos atletas. El trabajo en esos primeros años se realizó de forma empírica, esa concepción fue ratificada en los diferentes contactos sostenidos con los diferentes entrenadores de base, del país y también foráneos, perdurando en algunos provincias del país hasta nuestros días, el desconocer las características y la gravedad de algunas de las patología, es un riesgo y una responsabilidad para el entrenador.

    Adoptar para el trabajo con estos atletas, el simple el criterio de un trabajo adaptado, pone en riesgo la integridad del atleta durante toda su preparación deportiva, en el mejor de los casos, o para toda su vida.

    La preparación del deportista ciego o débil visual profundo en este deporte, depende de una correcta metodología a utilizar, la cual organice los periodos de entrenamiento de forma razonable teniendo en cuenta la patología de los atletas a su cargo, y algo muy importante, saber cuan agresiva su enfermedad pueden ser, así como que estrategia o herramientas a utilizar para no agravar la misma durante el entrenamiento o la competición. Dentro del colectivo de entrenadores debe aparecer como parte integral permanente, el oftalmólogo especialista.

    En gran medida los resultados de los invidentes o débiles visuales profundo, depende de una figura que lo acompañará durante toda su preparación y competición, que es el atleta guía, figura poco considerada y en muchas oportunidades, no preparada para cumplir su función dentro de la preparación de los atletas y velocistas en particular, en los diferentes centro de preparación atlética, también consideramos esta situación como una de las deficiencias que influyen en la preparación de los mismos. Además, este atleta guía debe poseer características similares a las del atleta discapacitado visual en cuanto al somatotipo. La talla del guía debe ser más menos igual, ni muy superior ni muy inferior al del atleta ciego o débil visual profundo, debido a que si sus palancas de movimiento (brazos y piernas) pueden ser mayores o menores que las del atleta, en un porcentaje considerable de las veces, este resultado es negativo, o se verá afectado por problemas de coordinación.

    La utilización de aditamentos para la conducción del atleta invidente o débil visual profundo, este es una de la forma de conducción en cualquiera de la disciplina de pista.

    El aditamento viene a formar parte del reglamento para esta deporte y disciplinas en general, han existido deferentes forma de conducir a atleta de esta categoría, pero a medida que los rendimientos deportivos en cualquiera de las disciplinas tanto de velocidad como las de medio fondo y fondo, se ha buscado la forma de hacer más viable la utilización de este aditamento.

    Para los autores existen dos forma de conducir al atleta de estas dos patologías, la primera es utilización de un cordón de cintura a cintura. Esta forma impide el desenvolvimiento de ambos deportistas, la limitación principal está en el movimiento de los brazos, ya que el cordón limita esa acción.

    La otra forma y la más correcta en todo sentido, es la conducción mediante el mismo cordón, pero llevado de mano a mano, como la prolongación de ambos brazos, esta forma proporciona el control del atleta a guiar, así como la libertad de movimientos, importante para el desarrollo de las distintas disciplinas de pista.

    De manera general en la actividad deportiva del Atletismo convencional, existen diferentes formas de enfrentar la preparación de un atleta, uno de los aspectos a tener presente para determinar una de las formas de preparación, es la edad cronológica del practicante, que estará en correspondencia a su categoría (ejemplo: categoría infantil, escolar, juvenil y 1ra. Categoría), por la cual transitará y recibirá su preparación en dependencia a las exigencias de la misma, como se muestran en el ejemplo antes mencionado, es decir para cada una de estas categorías, existe una metodología apropiada.

e3    En el caso del deporte para discapacitados sucede lo mismo, ya que el nivel de preparación depende de la discapacidad y del grado de la misma, los atletas que practican este deporte y esta disciplina dentro de los limitados físicos motores tomados como ejemplo, están divididos por patologías tantos de los miembros superiores, lesiones a nivel cervical, a distintos niveles de la columna vertebral, como amputaciones de los miembros inferiores, todas estas limitaciones necesariamente necesitan una forma diferente de preparación.

    En este sentido podemos plantear como ejemplo, la participación de que un atleta discapacitado motor en la disciplina de velocidad, éste discapacitado cuya afectación motora es la amputación de los miembros inferiores, su desplazamiento en estas disciplinas de velocidad se realizará mediante una silla de rueda, adaptada a su soma y adecuada posición de su centro de gravedad, para su mejor desplazamiento, por tanto su miembro motor serán los brazos. Como se puede apreciar no será la misma forma de preparación para una misma disciplina competitiva la de un atleta convencional y el atleta tomado como ejemplo. Al desarrollar las capacidades físicas inherentes para ésta disciplina, las mismas se desarrollarán de forma diferentes pero con el mismo fin, lo que en caso del discapacitado motor utilizará un medio para su desplazamiento que no se debe pasar por alto el cual influirá positiva como negativamente en su resultado final.

    En el trabajo con atletas discapacitados en sentido general se adoptarán tantas formas de preparación para una misma disciplina que discapacidad exista.

    En el caso del discapacitado visual sucede lo mismo, en esta patología son muchas las enfermedades relacionadas con la visión, que padecen muchas personas, algunas de estas tienen la posibilidad de realizar actividades físicas de forma pasiva y otras con posibilidades de practicar algún deporte con las exigencias controladas del mismo.

    La práctica de este deporte y disciplina deportiva en particular tiene las mismas características expuesta en los ejemplos referido a los discapacitados físicos motores, y al entrenamiento por categoría del deporte convencional. En esta discapacidad encontraremos varias categorías visuales, lo que hace diferente la forma de preparación de estos atletas de manera general.

    Aquí encontraremos personas invidentes con su órgano fisiológicamente funcionando, personas con enfermedades agresivas pero que le permite la práctica deportiva, y personas cuya agudeza visual debido a su enfermedad no le permite la visión como una persona normal. Cuando un entrenador se enfrenta a estas situaciones, sin ninguna orientación y con la responsabilidad de desarrollar en los mismos las distintas capacidades físicas para las distintas disciplinas deportivas, se pone de manifiesto su maestría pedagógica-deportiva, permitiéndole afrontar esta situación y salir airoso de la misma, teniendo como aliado permanente al oftalmólogo, quien orientará desde el punto de vista visual al entrenador, ante cualquier situación, y ambos dictarán la pauta a seguir para que los atletas puedan participar de su preparación y competición, manteniendo el principio de no afectar su salud visual.

    Para nosotros, los nuevos modelos relacionados con la Planificación del Entrenamiento Deportivo (PED), en su concepción y estructura se ajusta a las realidades de la preparación de un atleta con discapacidad visual, específicamente el modelo de las campanas estructurales del Dr. Forteza.

Conceptos de rapidez para atletas para el velocista discapacitado visual

    Varios autores han expresado sus argumentos respecto a este concepto, y que, a nuestro entender, es una de la más importante dentro del desarrollo de las distintas capacidades físicas, que conllevan al atleta, al logro de altos rendimientos deportivos en cualquiera de los deportes practicado, en el ámbito del deporte convencional como para discapacitados.

    La rapidez es la principal cualidad física de los velocistas. El medio principal para desarrollar la rapidez es, la carrera de tramos cortos a velocidad máxima y próxima a la máxima. Es preciso tomar en consideración que el mejoramiento de la cualidad de velocidad es un proceso integral y complejo, en el cual la rapidez no se desarrolla de manera aislada de la preparación de la fuerza, sino que esta se integra al proceso de preparación de la velocidad (Colectivo de autores, Atletismo, URSS, 1991).

    Se caracteriza esta capacidad por desplazarse a la mayor velocidad posible. La rapidez es determinante para el rendimiento en las disciplinas de velocidad y de salto del atletismo. Además es una base importante para lograr una resistencia de fuerza. (Harre, 1973)

    Esta cualidad abarca la propia velocidad del movimiento, su frecuencia y la rapidez de la reacción motora. En los diferentes deportes estos aspectos de la calidad de la rapidez, tienen particularidades específicas, y se manifiestan en diferentes niveles y bajo muchas combinaciones.

    La rapidez puede ser general y especial. La general está relacionada con la capacidad de realizar cualquier movimiento y acción, garantizando la reacción motora a diferentes estímulos con suficiente rapidez. La rapidez especial es la capacidad de realizar ejercicios de competencia, o sus elementos y partes (Ozolin, 1975).

    Como capacidad motriz, es la capacidad de realizar una tarea motriz en determinadas situaciones en un relativo mínimo de tiempo o con una máxima frecuencia.

    La rapidez tiene varias manifestaciones en la actualidad deportiva, dada por la variabilidad y complejidad de los movimientos en distintas situaciones, se manifiesta fundamentalmente por dos tipos, la velocidad de reacción y de acción.

    Las carreras de distancias cortas en el Atletismo, son practicadas por los discapacitados en sentido general sin discriminación de patologías específicamente los visuales, los cuales son el motivo de nuestro trabajo. 

    Durante el período de enseñanza y del perfeccionamiento técnico del velocista discapacitado, se realizan diferentes competiciones en las distancias, de 50 y 60 metros planos, las cuales se realizan teniendo presente objetivos específicos en la preparación de nuestros atletas convencionales; estas mismas competiciones se realizan en el extranjero en un periodo determinado del año, específicamente en el invierno Europeo, las cuales se desarrollan bajo techo, con su campeonato mundial cada cierto tiempo.

    Las distancias antes mencionadas y las de distancias inferiores, van a determinar en el velocista una mayor rapidez y resistencia, lo cual lo preparará para las futuras competiciones. Estas disciplinas también son disputadas por los atletas discapacitados visuales específicamente a la distancia de 60 metros planos.

    Existen un grupo de capacidades físicas importantes en la preparación del velocista discapacitado visual, las cuales contribuyen al logro de un alto rendimiento deportivo, son rapidez, rapidez de reacción, la resistencia a la velocidad, la resistencia general, resistencia a la fuerza, la fuerza, la fuerza especial. Las acción de todas estas capacidades, unas más que otras, van a permitir que el velocista pueda mantener durante la carrera la mayor velocidad posible.

    Una vez analizado el concepto de rapidez que se maneja normalmente por los técnicos del Atletismo, en el trabajo con esta discapacidad, no refleja la realidad en el entrenamiento con los velocistas discapacitados visuales, específicamente con el atleta ciego y débil visual profundo, por tanto el autor, atendiendo a la realidad del trabajo de equipo (invidente y atleta guía), se determina como concepto de rapidez para esta patología es:

    “La capacidad que debe tener el velocista discapacitado visual para recorrer una distancia determinada lo más rápido posible, con la mejor orientación direccional, coordinación de sus movimientos junto a su guía, así como la habilidad para recuperarse de cualquier incidencia, sin perder la velocidad desarrollada, y la frecuencia de sus movimiento, además, incrementando la velocidad de acción y reacción motora”.

    El desarrollo de las carreras de velocidad en los discapacitados visuales estará determinada por el desempeño técnico en esta disciplina, por tanto la enseñanza por parte del entrenador de los distintos elementos técnicos, y el aprendizaje por parte de los alumnos, arrojará en este proceso, un discapacitado visual capaz de ejecutar las distintas acciones técnicas con eficacia, que se perfeccionará en dependencia del interés del propio atleta.

    Esto se manifiesta aún más cuando se trabaja con ciegos y débiles visuales profundos, es aquí la importancia de la paciencia, el estudio del atleta por parte del entrenador, la perseverancia de éste para lograr una técnica de carrera lo más perfecta posible, partiendo de nuestro patrón técnico, predeterminado por nosotros, a su vez esa transformación técnica, si fuera necesario, se trasladaría a su compañero de equipo (guía).

Bibliografía

  • Benítez Vaquero, J.L. (2000) Nuevas tecnologías aplicadas a los deportes para ciegos y deficientes visuales. Ed. ONCE. España.

  • Ferro, Sánchez. A. (1996) Análisis biomecánico de la técnica de la carrera en deportistas ciegos paralímpicos. Tesis doctoral. Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales. Universidad Politécnica de Madrid. 151-203 p.

  • Forteza de la Rosa, A. (1994) Entrenar para ganar. Metodología del entrenamiento deportivo. Editorial Olimpia. Cuidad México, México. 142p.

  • Forteza de la Rosa, A. (1997) Propuesta Metodológica para la confección de planes de entrenamiento. ISCF, Ciudad de la Habana. Ed. Científico Técnica. Cuba.

  • Grosser, M. (1993) La velocidad y el deporte de resultado. Ed. Württembergischer Leichtathletik Verband. Alemania.

  • Harre, D. (1973) Teoría del entrenamiento deportivo. Berlín, RDA.

  • Pérez Pérez, J. L. (1993) Experiencias, Consideraciones y Resultado del trabajo en el atletismo con discapacitados visuales. Editorial Científica (ANCI). C. de la Habana. Cuba.

  • Pérez Pérez, J.L. (1994) La Maestría Pedagógica: sus vínculos con el perfeccionamiento del trabajo de los entrenadores de Atletismo con los discapacitados visuales. II Premio Anual de Educación Física. Ed. Centro de Información Científica. UCLV. Villa Clara. Cuba.

  • Pérez Pérez, J.L.; González Barroso, A.Y. (1996) Proyecto de perfeccionamiento del programa de Educación Física para la Escuela Especial de niños ciegos y deficientes visuales “Fructuoso Rodríguez”, de Villa Clara. T.D. Ed. Centro de Información Científica. UCLV. Villa Clara. Cuba.

  • Viru, A. (1996) Mecanismos de adaptación biológica y entrenamiento. Rev. Entrenamiento Deportivo, v. 9, n. 2, p. 6-11.

  • Zintl, F. (1991) Entrenamiento de la resistencia. Barcelona: Martínez Roca, 1991.

  • Verjoshanski, I. (2002) Teoría y metodología del entrenamiento deportivo. Ed Pueblo y Educación. C. de la Habana. Cuba.

Otros artículos sobre Atletismo | Actividades Físicas Especiales

  www.efdeportes.com/

revista digital · Año 13 · N° 128 | Buenos Aires, Enero de 2009  
© 1997-2009 Derechos reservados