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Alimentos funcionales en la nutrición del atleta

 

Profesora Auxiliar de Bioquímica y Fisiología del Ejercicio

Profesora adjunta Universidad de La Habana

Escuela Internacional de Educación Física y Deporte

Msc. Leticia Centelles Badell

leticia.centelles@gmail.com

(Cuba)

 

 

 

Resumen

          Existe un interés creciente por parte de las autoridades de salud y de la industria de alimentos, en mostrar los beneficios que se pueden lograr de la relación entre alimentación, nutrición y el estilo de vida sobre la salud de la población. Se ha puesto atención a las funciones fisiológicas de los alimentos, considerando como rol primario el de nutrir, como secundario el de satisfacer aspectos de preferencia y como tercero la modulación del sistema fisiológico del cuerpo humano. Si bien los alimentos funcionales tienen una función dietoterapéutica, en el caso de los atletas se aprecian diferencias en relación a sus efectos esperados, en los que posiblemente influya la dotación genética del individuo y otros factores de índole fisiológica.

          Palabras clave: Alimentos. Nutrición. Atleta.

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 13 - Nº 128 - Enero de 2009

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Introducción

    El desarrollo de la ciencia de la alimentación y nutrición se encuentra estrechamente unido a la revolución científico-técnica de los últimos cincuenta años. Los nutrientes son los principales abastecedores y sostenedores del metabolismo como función más importante de los sistemas biológicos para alcanzar o mantener el estado de salud. Los avances científicos en disciplinas como la Biología molecular y las tecnologías que convergen en la salud en relación con los alimentos, proporciona a la industria alimentaria un punto de partida para el diseño y desarrollo de alimentos funcionales cuyo valor añadido sea el de un efecto beneficioso para la salud. A partir de la década de los 80 del siglo pasado, se ha despertado un interés creciente por parte de las autoridades de salud de los países y de la industria de alimentos, en mostrar los beneficios que se puede lograr de la relación entre la alimentación, la nutrición y el estilo de vida sobre la salud de la población. Es bien reconocido que para lograr y mantener una buena salud es necesario mantener una dieta balanceada. Una alimentación variada, equilibrada y completa asegura que se reciben los nutrientes esenciales necesarios y en las cantidades recomendadas. Sin embargo en los últimos años se ha estudiado el efecto en la salud que tienen, no solamente los nutrientes contenidos en los alimentos, sino también sus compuestos químicos. En los últimos años, la evidencia científica ha demostrado que los alimentos contienen sustancias fisiológicamente activas que, al igual que los nutrientes esenciales, son necesarias para una vida saludable. Estos compuestos químicos han recibido el nombre de nutracéuticos. Tanto los compuestos químicos, como los nutrientes esenciales parecen complementarse y juntos logran el efecto deseado de prevención de enfermedades.

    El énfasis en buscar alimentos que contribuyan a obtener una adecuada salud ha aumentado dramáticamente en todo el mundo. A pesar de que la interrelación entre la dieta y la salud no es un concepto nuevo, los avances en los conocimientos del papel de los componentes de los alimentos sobre la prevención y cura de ciertas enfermedades ha permitido el desarrollo de productos que además de sus características nutricionales, tiene también un potencial para prevenir y curar enfermedades. Lo anterior ha dado lugar a un concepto nuevo dentro del área de la nutrición y ciencia de los alimentos: Este grupo de alimentos ha sido designado con el amplio término de “alimentos funcionales”. Otro enfoque se contrapone a éste y es el que afirma que todos los alimentos deben considerarse como funcionales ya que todos tienen el potencial de contribuir para lograr una óptima salud, aunque algunos quizá más que otros.

    A pesar de que el concepto de “alimentos funcionales” no es nada nuevo, la manera como se está desarrollando, su significado y las implicaciones de su comercialización y aceptabilidad por parte de la población, tendrá sin lugar a dudas un efecto significativo en la nutrición y salud del consumidor, en la estrategia de promoción y mercadeo de la industria de alimentos y de la industria farmacéutica, en la investigación más profunda por los científicos de las características preventivas y terapéuticas de los componentes de los alimentos, además de su valor nutritivo. Asimismo promoverá una investigación más interdisciplinaria donde la medicina, la bioquímica, la química, la fitoquímica y la ciencia y tecnología de los alimentos y la nutrición unirán esfuerzos, y compartirán los logros en beneficio de la población.

    Lo que se espera de un alimento funcional es que refuerce, restablezca, y equilibre la actividad metabólica reforzando la función inmunológica, actuando contra el estrés oxidativo, restableciendo la microflora colónica y mejorando la biodisponibilidad de los minerales. Son muchos los factores que han contribuido al creciente interés de los alimentos funcionales. Uno de ellos es la creciente evidencia acerca del papel que juegan los factores nutricionales en el mantenimiento de la salud y prevención de enfermedades. Otro es la relación entre la alimentación y la ocurrencia de diez de las principales causas de muerte en el mundo como son la enfermedad del corazón, cáncer y diabetes, entre otras. Investigaciones científicas han demostrado una y otra vez la importancia del consumo de frutas, vegetales y cereales integrales para la prevención de enfermedades crónicas. Por lo tanto, la evidencia científica ha demostrado que existe una fuerte relación entre los alimentos que se consumen y la salud del ser humano. Evidencias epidemiológicas han asociado, a la composición de ciertos alimentos, efectos favorables sobre la salud. A éstas se han agregado resultados de investigaciones bioquímicas y clínicas que demuestran la presencia de componentes químicos en los alimentos que pudieran tener una acción biológica importante en el mantenimiento de la salud, además de los nutrientes ya conocidos. Tales componentes, presentes principalmente en plantas utilizadas por el hombre durante su evolución, posiblemente tengan un papel importante en el metabolismo, en órganos y tejidos específicos y terminen por convertirse en nuevos nutrientes.

    La utilización de los alimentos funcionales alcanza a un grupo poblacional heterogéneo como lo es el constituido por deportistas y personas que practican actividad física sistemática, cuyas necesidades nutricionales deberán estar en correspondencia con la naturaleza e intensidad del esfuerzo realizado, con vistas a garantizar un óptimo rendimiento con un nivel de salud satisfactorio.

Desarrollo

Alimentos funcionales: Conceptualización

    La nutrición como ciencia empieza a preocuparse por las funciones fisiológicas de cada individuo para asegurar el máximo bienestar y salud, con el mínimo de enfermedades y con el fin de lograr una vida cada vez más larga.

    Los alimentos tienen distintas funciones tales como satisfacer la necesidad de hambre, proveer calorías y nutrientes, ser integradores o desintegradores sociales y producir estímulos psico-fisicoquímicos que contribuyen a la formación de hábitos y patrones alimentarios. También contribuyen a reducir el riesgo de enfermedades crónico-degenerativas y este posible uso ha sido tema recurrente en las investigaciones científicas. De hecho este interés se justifica por el reconocimiento de la relación salud-nutrición-enfermedad, los resultados de las investigaciones clínicas, los sondeos epidemiológicos, la evolución en los conceptos relacionados con las recomendaciones nutricionales, los factores socioeconómicos y epidemiológicos y las perspectivas industriales.

    En sentido general se aprecian diferentes terminologías en los intentos por definir qué es un alimento funcional, pero como rasgo común se encuentra la inclusión de propiedades tanto terapéuticas como nutricionales. De ahí emana el propósito de transmitir al consumidor la imagen de un producto que consumido como parte de la dieta, permite nutrir adecuadamente y además, prevenir y curar ciertas enfermedades, apreciándose un mayor énfasis en los aspectos preventivos. Se ha puesto mucha atención a las funciones fisiológicas de los alimentos, considerando como el rol primario el de nutrir, como secundario el de satisfacer aspectos de preferencia y como tercera función se atribuye la de modulación del sistema fisiológico del cuerpo humano, incluyendo los sistemas inmunológico, endocrino, nervioso, circulatorio, digestivo y celular. Referente a ello un grupo de nutricionistas propuso que la tercera función de los alimentos incluya efectos positivos para la salud, entre ellos reducir la presión arterial y/o el colesterol, mejorar la microflora intestinal y otros, planteando en fin, un papel dietoterapéutico.

    Partiendo de la definición de lo que constituye un alimento para la Food and Drug Administration (FDA) existe el criterio de que los alimentos funcionales son los que proveen un beneficio fisiológico adicional como prevenir enfermedades o promover salud. De los términos propuestos los dos que aparentemente han tenido más aceptación son los de alimentos funcionales y alimentos nutracéuticos, por lo que se utiliza además el término alimentos para regímenes especiales, considerados como tales:

  • Los elaborados para satisfacer necesidades particulares por razones fisiológicas de personas sanas (niños, ancianos, embarazadas, atletas) bajos condiciones especiales.

  • Productos para personas que sufren desordenes fisiológicos o metabólicos (intolerantes a la lactosa, diabéticos, fenilcetonúricos, anemias, convalecientes, post operatorio y pre operatorio, etc.).

  • Productos medicamentosos utilizados con fines dietoterapéuticos.

    Dentro de las definiciones propuestas como alimentos funcionales aparece aquella que declara que alimento funcional es “aquel que además de su valor nutritivo produce un efecto beneficioso en la salud y en el rendimiento físico y mental de los individuos”. Llama la atención el que tanto la definición como la terminología empleada enfatiza aspectos positivos en la inclusión de ciertos componentes de los alimentos, en lugar de los beneficios por ausencia de otros, como por ejemplo: bajo contenido de sal, sin utilización de aditivos alimentarios, etc. Asimismo se enfatiza en el origen natural de los ingredientes y la posibilidad de su consumo como parte de la dieta diaria. En lo referente a la utilización biológica se aprecia su nexo con procesos específicos del organismo, por la intención de prevenir ciertas enfermedades, mejorar los mecanismos de defensa, contribuir al retardo del proceso de envejecimiento y ayudando en el control físico y mental del individuo.

    Resulta difícil, por lo polémico, el conceptualizar a los alimentos funcionales, pero numerosos investigadores coinciden en la necesidad de adoptar una definición de trabajo que permita la comunicación y el establecimiento de ideas centrales acerca del tema. Por lo tanto, alimento funcional puede ser descrito como: " Alimento semejante en apariencia al alimento convencional, que se consume como parte de una alimentación normal y que es capaz de producir efectos metabólicos o fisiológicos comprobados, que propician una buena salud física y mental y/o la reducción de riesgos de enfermedades crónico-degenerativas, además de sus funciones nutricionales básicas". De acuerdo a la definición anterior, un "ingrediente funcional" sería aquel compuesto responsable de la acción biológica del alimento. Este compuesto, es también llamado "nutracéutico" o "compuesto bioactivo".

    Alimento funcional, más que grupo de productos, es concepto. Resulta importante el destacar que puede no ser "funcional" para toda una población, sino solamente para un grupo específico cuyas características bioquímicas resulten en una necesidad de ingestión de un determinado componente. Esto estará cada vez más cerca de la realidad en la medida en la que se tenga más conocimiento acerca de la interacción de la alimentación y el perfil genético de las personas. Por lo tanto, el alimento funcional puede ser natural, un producto al cual se le ha adicionado o removido un componente, o cuya biodisponibilidad haya sido modificada por medio de procesos tecnológicos normales, o por ingeniería genética. Al mismo tiempo, los conceptos relacionados con la determinación de las necesidades y recomendaciones nutricionales han cambiado. Puede considerarse un alimento como funcional si se demuestra que influye beneficiosamente (más allá de proporcionarse una nutrición adecuada) a una o varias funciones relevantes del organismo, de forma tal que proporciona un mejor estado de bienestar y salud y/o reduce el riesgo de padecer una enfermedad. Del concepto "nutrientes para prevenir o combatir deficiencias nutricionales" (esencia básica del nutriente), se ha pasado a "nutrientes y otros compuestos bioactivos para la promoción de la salud" (capacidad de modulación metabólica con beneficio a la salud). De ahí el aumento en las recomendaciones de calcio establecidas para la reducción del riesgo de padecer osteoporosis en el futuro, o de las necesidades de ácido fólico en mujeres, para reducir el riesgo de defectos del tubo neural durante el desarrollo del bebé en el embarazo.

    Hay criterios de que algunos de los componentes de los alimentos funcionales, sea o no nutriente, afecta a funciones dianas del organismo, de forma positiva y promueve un efecto fisiológico o psicológico más allá de su valor nutritivo tradicional.

    El creciente consumo de una alimentación con alto contenido de grasa saturada, baja en carbohidratos complejos y menos densas en micronutrientes, combinado con una vida sedentaria, es responsable, en parte, del aumento en la incidencia de enfermedades como la obesidad, la hipertensión, los problemas cardiovasculares, la osteoporosis y el cáncer, las cuales causan discapacidades y aumentan los costos de los servicios de salud pública.

    El desarrollo de los alimentos funcionales constituye, una oportunidad real de contribuir a la mejora de la calidad de la dieta, y a seleccionar alimentos que pueden afectar positivamente la salud y el bienestar del consumidor. También han contribuido los nuevos avances tecnológicos, ya que hoy día se conoce mejor la estructura física y la composición química de los productos alimentarios. Puede decirse que el desarrollo de alimentos funcionales está asociado con:

  • La identificación y caracterización de compuestos activos, de su biodisponibilidad y los efectos del procesamiento tecnológico.

  • El entendimiento científico de cómo se modulan procesos biológicos involucrados en la salud.

  • El descubrimiento y validación de biomarcadores para ser utilizados en la evaluación de estos nuevos productos en pruebas clínicas y para determinar su seguridad.

  • La identificación de poblaciones de bajo riesgo y con posibilidades de ser beneficiados.

    Los aspectos nutricionales presentes en el desarrollo de los alimentos funcionales tiene en cuenta que la desnutrición por exceso de consumo se manifiesta en casi todas las regiones y se hace necesario, por tanto, mejorar desde el punto de vista nutricional la calidad de la dieta de las poblaciones, y por el otro, disminuir la ingesta de ciertos nutrientes. Las tecnologías de complementación, suplementación, fortificación y enriquecimiento de los alimentos han sido un factor decisivo que ha contribuido positivamente al desarrollo de “alimentos funcionales” con énfasis en la nutrición.

    Los aspectos de nutrición en salud abordan el desarrollo desde el enfoque más de prevención que de cura, un elemento sin duda muy importante que ha contribuido al crecimiento y demanda de estos alimentos por parte del consumidor.

    Dentro de los principales objetivos y dianas de la ciencia de los Alimentos funcionales se consideran:

  1. Identificar nuevas funciones de los componentes de la dieta, por la interacción entre un componente funcional de un alimento y una función diana en el organismo.

  2. Identificar y comprobar la validez de biomarcadores y conocer su modulación por elementos de la dieta.

  3. Establecer márgenes de seguridad de las dosis de los alimentos y de sus componentes necesarios para producir los efectos funcionales.

  4. Formular hipótesis para ser ensayados en estudios de intervención en humanos, que demuestren que una ingesta relevante de los ingredientes específicos se asocian con una mejora de las funciones diarias

  5. Codex.

    De acuerdo con lo antes expuesto, las dianas que presentan mayor interés en el desarrollo de nuevos alimentos son los que afectan las siguientes funciones:

1.     Crecimiento y desarrollo

    Tanto la dieta de la madre como la del niño pueden influir en su desarrollo, por ejemplo es importante el ácido fólico en la dieta de la mujer gestante. La nutrición óptima durante todo el ciclo vital, en particular durante el desarrollo, permitirá reducir el riesgo de enfermedades, mejorar el crecimiento y el estado de salud.

2.     Metabolismo intermediario

    Esta diana implica fundamentalmente el metabolismo de los carbohidratos, aminoácidos y ácidos grasos y los factores de su regulación.

3.     Antioxidantes

    La actividad Redox y la protección antioxidantes son importantes para todas y cada una de las células del organismo y su desequilibrio se asocia con una miscelánea de patologías .El organismo requiere una ingesta óptima de componentes antioxidantes de la dieta no-vitaminicos, tales como los polifenoles y otros derivados vegetales.

4.     Sistema cardiovascular

    Esta diana comprende aspectos relacionados con los dos anteriores, además de otros relacionados con la integridad estructural del sistema cardiovasular.

5.     Metabolismo de los xenobióticos

    No es más que controlar y/o contrarrestar la toxicidad y carcinogenicidad causada por contaminantes químicos presentes en los alimentos y en el medio ambiente.

6.     Sistema gastrointestinal

    Se incluyen las funciones que se asocian con el equilibrio de la microflora colónica, las medidas para la actividad endocrina del tracto gastrointestinal, la actividad inmunitaria, el control de la biodisponibilidad de nutrientes, el control del tránsito y la motilidad intestinal y los modulares de la proliferación celular del epitelio intestinal.

Nutrición deportiva y alimentos funcionales

    La nutrición deportiva ha evolucionado enormemente en los últimos veinte años. Dentro del desarrollo de los alimentos funcionales hay que considerar su destino para la nutrición de los atletas. Ellos se hallan sometidos a un estrés intenso debido a los entrenamientos, las competiciones frecuentes, los viajes, los cambios de horarios, y las múltiples exigencias propias del deporte de alta intensidad. El estrés excesivo de los deportistas puede ser causa de alteraciones del sistema inmunológico con la aparición de infecciones víricas, bacterianas e incluso procesos tumorales, ya que los mecanismos de reparación no siempre se hallan en condiciones óptimas debido en parte a las exigencias del deporte

    Con el propósito de mejorar la recuperación de los atletas se han creado alimentos encaminados a la protección del sistema inmunológico, ofrecer una mayor energía a los músculos, disminuir o atenuar los trastornos gastrointestinales y disminuir la sensación de fatiga entre otros efectos necesarios, siendo por demás interesante el conocer que no sólo esta gama de productos es destinada a los atletas sino también a personas que practiquen actividad física sistemática. .

    En el ambiente regulatorio de muchos países, se ha diferenciado la "propiedad funcional" de un alimento o suplemento, de su "propiedad sobre la salud".

    Una "propiedad funcional" se refiere al papel metabólico o fisiológico general o específico, como por ejemplo capacidad antioxidante, propiedad de estimular el peristaltismo intestinal, reducción de la absorción de colesterol, función de inmunomodulador, reducción de glicemia después de comer, etc. Estas funciones se pueden demostrar utilizando pruebas sencillas tanto en humanos como en animales y se refieren frecuentemente al mecanismo de acción de la sustancia.

    Por otro lado, una "propiedad (o declaración) sobre la salud" se refiere a la acción benéfica de un alimento o componente en el mantenimiento de la salud o la reducción del riesgo de una enfermedad; lo que es más difícil de establecer científicamente. La demostración en estos casos requiere de estudios clínicos y epidemiológicos, que son difíciles de realizar y son frecuentemente de larga duración.

    Los resultados obtenidos en las distintas pruebas que se han realizado con alimentos funcionales en el deporte han sido en gran parte contradictorios. Ello probablemente es debido a los diversos métodos y técnicas utilizadas para valorar la eficacia de las sustancias. En general cuando una de las sustancias estudiadas ha dado resultados positivos en alguno de los experimentos utilizados, la creencia inmediata es que esta sustancia funcionará en la gran mayoría de deportistas. Sin embargo a la luz de los nuevos descubrimientos en el campo de la nutrición esto no siempre es real. En los más recientes estudios sobre interacciones entre los nutrientes y la expresión genética se ha visto que los individuos responden de una manera distinta a nutrientes y alimentos. Ello ha conducido al concepto de “nutrición personalizada”, vista según Hesketh (2006) como resultado de la interacción nutriente-gen, en la cual los individuos reaccionen de manera diferente a nutrientes y alimentos.

    En el caso del deporte, se conoce que el diseño de los alimentos responde a individuos en reposo.

    Nuestro sistema fisiológico multicompartimental puede hacer variar la llegada de los nutrientes a los órganos diana debido a las múltiples variables durante el ejercicio. Transferencia de un compartimiento a otro, difusión, permeabilidad de las membranas, efecto de la hipertermia, la deshidratación, distinta distribución del volumen sanguíneo. Es un hecho comprobado que durante el ejercicio algunos órganos permanecen relativamente con poco flujo hemático, Tal es el caso del hígado, los riñones y la mucosa colónica debido todo ello a la mayor vascularización de la circulación dérmica para transferir el calor hacia el exterior. La revascularización de estos órganos, después el ejercicio, especialmente la mucosa intestinal conlleva una avalancha de oxigeno con la consiguiente peroxidación celular. En general podemos decir que la cinética de la transferencia de los alimentos entre los distintos compartimentos biológicos se desconoce. Este y otros factores contribuyen a las numerosas discrepancias observadas en los diferentes estudios realizados en deportistas con los alimentos funcionales.

    Con los alimentos funcionales, la nutrigenómica y el mayor conocimiento de los factores de expresión de los genes el campo de la nutrición deportiva ofrece un potencial enorme no tan solo para un mejor rendimiento sin substancias perjudiciales, una mayor recuperación del desgaste muscular, una mejor protección del sistema inmunológico y quizá también una mejor práctica deportiva en edades avanzadas. Sin embargo son necesarios más estudios bien diseñados y cuando llegue el momento realizar una nutrición personalizada

    No hay que esperar milagros en materia de alimentos funcionales: Hay que tener presente que el termino de salud no se circunscribe a un tipo de alimentos, por ser mucho más abarcador e integral. El stress, los hábitos de vida desordenados, y la pérdida progresiva de armonía en las relaciones humanas, entre otras afectaciones que caracterizan la vida moderna, atentan diariamente contra la salud. Los alimentos funcionales serán portadores de vida en tanto los individuos humanicen su radio de acción cotidiana.

    La investigación de los alimentos funcionales y sus componentes va a durar muchos años y es indispensable que continúe para demostrar su eficacia en la prevención de enfermedades. De forma paralela, la comunicación de las declaraciones de salud, de estructura y de función que se obtengan como consecuencia de estas investigaciones deben de ser vigiladas por entidades regulatorias para mantener la credibilidad científica de dichos mensajes. Esto adquirirá mayor importancia mientras se siga acumulando el conocimiento científico que correlacione las funciones de los componentes de los alimentos funcionales con la prevención y tratamiento de enfermedades específicas, es decir, para lograr y mantener una salud adecuada.

Conclusiones

    El desarrollo de alimentos funcionales está asociado con: la identificación y caracterización de compuestos activos, de su biodisponibilidad y los efectos del procesamiento tecnológico; .del entendimiento científico de cómo se modulan procesos biológicos involucrados en la salud, y la identificación de poblaciones de bajo riesgo y con posibilidades de ser beneficiados. La evidencia científica ha demostrado que los alimentos contienen sustancias fisiológicamente activas que, al igual que los nutrientes esenciales, son necesarias para una vida saludable. Los alimentos funcionales son un prometedor campo de estudio, tanto social como económicamente, que involucra cuestiones de investigación biológica y tecnológica, normativas, de comunicación y ética. Su utilización dentro de la esfera del deporte puede ayudar a un mejor rendimiento sin substancias perjudiciales, una mayor recuperación del desgaste muscular, una mejor protección del sistema inmunológico y quizá también una mejor práctica deportiva en edades avanzadas. Sin embargo son necesarios más estudios bien diseñados y cuando llegue el momento realizar una nutrición personalizada

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