Los estilos de enseñanza de la Educación Física en el karate. Ejemplos de aplicación práctica |
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Maestra de Educación Física Cinturón negro, primer Dan. Shito - Ryu (España) |
Lucía Pérez Iglesias |
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Resumen Son muchos los estilos de enseñaza que se pueden aplicar en educación física o en la enseñanza de diversas especialidades deportivas. La elección y aplicación de los distintos estilos de enseñanza varía en función del alumnado al que se dirija la docencia (considerando edad, nivel, motivaciones...), también varía en función de la habilidad o técnica a enseñar, el contexto de práctica, el objetivo perseguido, etc. En karate existen varios momentos de aplicación en los cuales un estilo de enseñanza puede resultar más efectivo que otro, y esto es lo que a continuación se describe. Palabras clave: Karate. Estilo de enseñanza. Educación Física. |
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 13 - Nº 127 - Diciembre de 2008 |
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1. Introducción
En las escuelas de karate, existen innumerables formas de transmitir los conocimientos a los alumnos, formas de entrenar a los deportistas que son peculiares y características de cada escuela o maestro. Estas formas de enseñar, también varían en función del objetivo de las clases de karate y la modalidad del mismo (alta competición, mantenimiento, karate infantil, etc.). Muchas de ellas han ido evolucionando con los años, ya que la antigüedad del karate.
Considerando que existen numerosas formas de instruir karate, y sin menospreciar ninguna, más adelante se recogen algunas de ellas clasificadas según los estilos de enseñanza, así como ejemplos de su aplicación práctica. Delgado (1999) define el concepto “estilo de enseñanza” como “una forma de interaccionar con los alumnos y que se manifiesta tanto en las decisiones preactivas, durante las decisiones interactivas y en las decisiones postactivas”.
2. Los estilos de enseñanza en la Educación Física y su aplicación al karate
Son varias las formas de trasmitir los conocimientos por los que un docente de educación física o monitor deportivo puede optar. Tomando como base la propuesta de Cuellar Moreno y Delgado Noguera (2000) se encuentran las siguientes categorías:
Estilos de enseñanza tradicionales
Se basan en una metodología puramente directiva. Son aquellos en los que el docente da la orden de ejecutar y el alumno sigue el mando, por lo tanto, el papel del aprendiz en este caso es pasivo. Dentro de este estilo se encuentran el mando directo, mando directo modificado y asignación de tareas. En el karate tradicional estos estilos han sido y hoy día siguen siendo los más utilizados, especialmente en el trabajo de kihon. La aplicación de los estilos tradicionales ha ido evolucionando con la historia.
El mando directo aún se utiliza las clases actuales de karate, aunque tiene sus orígenes en el karate tradicional. Se entiende que todos los alumnos forman un todo, por lo que se busca una actuación simultánea de los practicantes que integran la clase, con un elevado número de repeticiones. Además se hace hincapié en la posición en el espacio de los alumnos, buscando formas geométricas. La utilización de este estilo impide atender individualmente a los alumnos, ya que importa más la sincronización de los movimientos que la ejecución de ellos en sí. En el karate actual este estilo de enseñanza puede resultar efectivo en el entrenamiento de katas en la modalidad de equipos, ya que el conteo rítmico que el docente lleva, sirve a los alumnos para conocer los ritmos de ejecución y posteriormente realizarlo de forma autónoma y sincronizada. Además, en esta modalidad uno de los aspectos más significativos para evaluar, es la simultaneidad de la acción por parte de todos los componentes del equipo.
El mando directo modificado se ve con frecuencia en las clases de karate. La diferencia con el mando directo radica en la libertad que se ofrece a los alumnos a la hora de llevar a cabo la ejecución, pues una vez explicada la tarea realizar se marca un inicio, en el cual los alumnos ejecutan a su ritmo, y un final, por lo que ya no se busca la simultaneidad de acción. Tampoco se busca una estricta posición en el espacio de los deportistas, sino que se colocan de forma dispersa y libre. Este estilo favorece el hecho de que el docente pueda corregir a los alumnos. A modo de ejemplo, la aplicación en el karate de este estilo se puede encontrar en la enseñanza de los katas. Una vez se ha enseñado a los alumnos el kata en sí (independientemente del estilo de enseñanza que sea utilizado para ello), para reforzar dicho aprendizaje se daría la orden de realizarlo de forma independiente, comprobando si los alumnos lo han interiorizado correctamente y llevando a cabo las correcciones pertinentes. Se realizaría el número de veces que el docente indique.
En la asignación de tareas, al ser estilo de enseñanza de carácter tradicional también sigue una ejecución bajo el mando del docente, y aún no se tienen demasiado en cuenta las diferencias individuales. Consiste en la realización de la tarea que asigna el docente pero con un grado de autonomía y libertad más elevado aún que en el mando directo modificado y la atención a los alumnos es mayor, ya que el maestro puede suministrar feedback de la ejecución a los practicantes. La aplicación al karate sería la explicación de una técnica o combinación de movimientos y los alumnos ejecutan de forma libre. El número de repeticiones no es el mismo para todos, puesto que cada uno opta por su ritmo particular, aunque la tarea, sí es la misma.
Estilos de enseñanza participativos
Pretenden involucrar e integrar al alumno en el proceso de enseñanza – aprendizaje. Estos estilos entrañan varias diferencias con los tradicionales, ya que en estos se pretende conseguir una intervención activa de los alumnos. Este estilo de enseñanza engloba la enseñanza recíproca, los grupos reducidos y la microenseñanza.
En el deporte que nos concierne, la enseñanza recíproca es de fácil y de frecuente aplicación. Los alumnos, colocados por parejas, conocen la tarea a realizar y mientras uno de ellos ejecuta, el otro ejerce de observador, valorando la tarea de su compañero. Es importante que el docente explique qué aspectos de la ejecución del compañero son los que se deben observar, que variarán en función del grado de los alumnos. Por ejemplo en la realización de una técnica de pierna mawasi geri hay que fijarse en el giro de la pierna que se apoya en el suelo, posición de los brazos, parte del pie que golpea, equilibrio, etc. Uno de los alumnos ejecuta la técnica y el otro controla, observa y evalúa.
Los grupos reducidos consisten en varios alumnos agrupados con diferentes roles: evaluador, ejecutor, observador, anotador, etc. Un ejemplo de su aplicación aproximada al karate, podría ser la ejecución de un kata por parte de un compañero mientras el resto del grupo observa diversos aspectos: ejecución técnica, chakugan (mirada y focalización de la atención), kime (focalización de la potencia), embusen (línea de ejecución del kata), dachi (posiciones), etc. Este estilo supone un alto grado de protagonismo y motivación para los alumnos dadas sus funciones, aunque el aprovechamiento del tiempo motriz no es muy elevado.
La microenseñanza no es difícil de encontrar en los tatamis, siendo elevada la variedad de cinturones que suele haber en las clases. Consiste en un alumno que ejerce las funciones del profesor. El docente real se encargaría de dar instrucciones a quienes tienen el papel de alumno-profesor. Un ejemplo sería un cinturón verde que enseña el kata Pinan Sodan a compañeros de cinturón blanco y otro cinturón negro que transmite el kata Pinan Godan a cinturones azules.
Estilos de enseñanza individualizadores
Atienden a las características de los alumnos: particularidades, inquietudes, motivaciones, posibilidades, limitaciones, etc. Dentro de los estilos individualizadores de aplicación a nuestro deporte destacan el trabajo por grupos y los programas individuales.
El trabajo por grupos consiste en la formación de grupos de trabajo según distintos criterios, como pueden ser: grupos de nivel (alumnos del mismo cinturón), grupos de intereses (según la preferencia que los alumnos muestren por las actividades planteadas) o grupos mixtos (combinación de los anteriores criterios). Se atiende, por tanto a las diferencias individuales. El ejemplo más sencillo en el karate sería la división de la clase en dos grupos: kata y kumite, donde los alumnos deciden qué prefieren según sus motivaciones e intereses. Otro ejemplo sería la organización de grupos según la ejecución técnica: se forman varios grupos de alumnos que realizarán técnicas de pierna, trabajo de kihon, trabajo de ipon o sambon kumite, etc., todo ello según el criterio que quiera aplicar el docente: elección libre por parte de los alumnos o grupos de nivel. Si se considera este estilo en la preparación para una competición de varios alumnos, el docente realizaría los grupos de trabajo según las carencias y necesidades de los deportistas.
Los programas individuales se basan en un programa elaborado específicamente para un alumno determinado, quien lo llevará a cabo con un amplio margen de toma de decisiones, pues decide cuándo empezar, cuándo acabar y el ritmo de ejecución, siendo por tanto una enseñanza de tipo indirecto. Los programas individuales requieren por tanto un alto nivel de responsabilidad y madurez por parte de los deportistas. El profesor ejerce de elaborador del programa de trabajo y controlador del mismo. Los contenidos ideales para la utilización de este estilo es principalmente la preparación de campeonatos, aunque también se recomienda su uso para alumnos que han sufrido alguna lesión determinada y no pueden seguir el ritmo de la clase.
Estilos de enseñanza congnitivos
Son estilos que llevan a una interiorización de los conceptos, tareas o habilidades motrices de forma más profunda por parte del alumno, buscando el aprendizaje significativo. Pretende, por tanto un mayor grado de implicación de los discentes en la tarea. El descubrimiento guiado y la resolución de problemas se incluyen en esta categoría.
El descubrimiento guiado según Manzano y Carrera (2005) se situaría a caballo entre las técnicas de instrucción directa e indagación o búsqueda. Se fundamenta en el ofrecimiento al alumno de un problema cognitivo – motriz que debe resolver mientras es guiado por el profesor hacia la respuesta correcta. Un ejemplo de la aplicación práctica al karate es el siguiente: se dice al alumno cuál va a ser el ataque concreto, como puede ser chudan tsuki. Si buscamos, por ejemplo, el desplazamiento hacia atrás hiki ashi, debemos ir guiando al alumno hasta conducirlo a la respuesta deseada que estamos buscando, mediante el refuerzo de respuestas correctas y desechando las respuestas erróneas.
La resolución de problemas es otro de los estilos cognitivos. Se da mucho protagonismo y autonomía al alumno. Respecto a la aplicación en el karate, tomando el ejemplo de chudan tsuki anterior y dejamos que el alumno actúe libremente ante dicho ataque, con lo que puede encontrar varias respuestas correctas: desplazamientos, defensas, defensas combinadas con ataques, etc. Todas las respuestas aquí son válidas, pero el docente anunciará cuáles de ellas son las que se deben seguir para llegar al aprendizaje concreto y cuáles no, por ejemplo, si nos interesa buscar los desplazamientos, desecharemos las técnicas de defensa. Con estilo, los alumnos conocen por sí mismos los diferentes desplazamientos que hay.
Si tomamos como ejemplo la práctica de kumite, estos estilos están presentes constantemente en cualquier combate, pues se busca una respuesta inmediata a los continuos problemas motrices a modo de ataque que vienen del adversario. El deportista obtiene el conocimiento de resultados de forma automática.
Estilos de enseñanza creativos
Se otorga un alto grado de autonomía al alumno para llevar a cabo el proceso de aprendizaje: elige actividades, toma decisiones, etc. Se trata por tanto de un aprendizaje abierto y flexible donde la figura del un maestro pasa a un segundo plano.
Las posibilidades de este estilo son innumerables. Un ejemplo en nuestro deporte consiste en mezclar la microenseñanza con los estilos creativos: un alumno inventa una combinación de técnicas y las enseña al resto de compañeros. La puesta en práctica de esta experiencia supone bastante motivación para el alumnado.
Estilos de enseñanza socializadores
Favorecen la interacción, comunicación y relación social del alumnado. Uno de los aspectos más importantes que se pretende con este estilo es la resolución de conflictos mediante el diálogo.
Dentro del karate, los estilos socializadores pueden ser utilizados por ejemplo a modo de corrección, la mitad de los alumnos ejecutan la tarea y la otra mitad observa hasta el final. Es aquí cuando intervendrán para aportar información sobre los errores y aciertos que han hecho sus compañeros. El factor de socialización aumenta en función de la intervención del docente, quien debe moderar el debate en torno a la ejecución.
La anterior variedad de estilos de enseñanza es indicativo de que cada día se puede innovar a la hora de la transmisión de conocimientos a los alumnos, buscando un aprendizaje significativo, eficaz y consolidado en los alumnos. En las clases de karate que estamos acostumbrados a ver, impartir o recibir, existen numerosos estilos de enseñanza que se entremezclan. Esta combinación de estilos es lo que favorecerá la adquisición y riqueza de aprendizaje a los alumnos.
Bibliografía
CUELLAR MORENO, M.J. y DELGADO NOGUERA, M.A. (2000): Lecturas: Educación Física y Deportes, www.efdeportes.com, Año 5, nº 25.
DELGADO NOGUERA, M.A. (1999): “Los Estilos de Enseñanza en Educación Física”. Universidad de Granada. Granada.
MANZANO MORENO y CARRERA SÁNCHEZ (2005): “La EF en el proceso educativo”. Ed Infornet. Madrid.
MOSSTON, M. y ASHWORTH, S. (1993). La enseñanza de la Educación Física. La reforma de los Estilos de Enseñanza. Barcelona: Hispano Europea.
SICILIA CAMACHO A. y DELGADO NOGUERA, M.A (2002): “Educación Física y Estilos de Enseñanza” Ed. Inde.
WORLD KARATE FEDERATION (2005): Reglamentos de competición de kumite y kata. Madrid.
revista
digital · Año 13 · N° 127 | Buenos Aires,
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