Características psicopedagógicas de la enseñanza de la lucha femenina en edades de 11 y 12 años |
|||
Profesor Auxiliar, Las Tunas (Cuba) |
Esp. Miguel Angel Peña Hernández |
|
|
Resumen Se desarrolla el tema de las características psicopedagógicas de la enseñanza de la lucha femenina como contribución al desarrollo de una nueva modalidad en Cuba, merecedora de alto nivel profesional en bien de conservar la feminidad de nuestras niñas atletas. Palabras clave: Lucha. Lucha femenina. Género. Enseñanza. |
|||
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 13 - Nº 127 - Diciembre de 2008 |
1 / 1
Introducción
La Lucha Femenina o Lucha Libre Femenina es la modalidad femenina de la Lucha Libre Olímpica o Lucha Libre. Es un deporte en el cual cada participante intenta derrotar a su rival sin el uso de golpes. El objetivo consiste en ganar el combate haciendo caer a la adversaria al suelo y manteniendo sus dos hombros fijos sobre el tapiz, el tiempo suficiente para que el árbitro se cerciore de ello, ó ganando por puntuación mediante la valoración de las técnicas y acciones conseguidas sobre la adversaria.
El término “libre” que denomina a la modalidad se refiere en que, a diferencia de la Lucha grecorromana donde no se puede utilizar activamente las piernas ni atacar las del rival, en la lucha libre las piernas son un elemento más del ataque y la defensa. Es decir no hay restricciones. Por otra parte el término "olímpica" se utiliza para diferenciarla de la lucha libre americana, también conocida como Lucha libre profesional o catch.
A estas tres modalidades de lucha se les denomina Luchas Olímpicas ya que están presentes en los Juegos Olímpicos. La Lucha femenina es olímpica desde las olimpiadas de Atenas 2004.
Historia olímpica
Cuando los Juegos Olímpicos rehicieron su aparición en Atenas en los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna en 1896, se consideró importante que la lucha fuera incluida desde un punto de vista histórico de tal forma que se volvió uno de los elementos centrales de los Juegos. La lucha grecorromana se percibía como la verdadera reencarnación de la lucha griega y la lucha romana de la Antigüedad y fue la que estuvo presente en esa primera olimpiada.
Sin embargo, y en contra de lo que la gente creía, la lucha que se practicaba en los antiguos juegos olímpicos era similar a la actual Lucha Libre Olímpica, ya que sí que estaba permitido atacar las piernas del adversario, así como usar las propias activamente en el ataque.
La lucha libre se admitió en los Juegos olímpicos en la sesión del COI celebrada en París en 1901. Las primeras pruebas olímpicas tuvieron lugar en los Juegos Olímpicos de verano de 1904 a Saint Louis en los Estados Unidos. Los oficiales olímpicos decidieron añadir esta nueva disciplina, de pasado ciertamente menos rico y menos noble que la anterior pero gozando de un enorme renombre, en particular, en Gran Bretaña y a los Estados Unidos, que era una de las atracciones estrellas de las verbenas y ferias del siglo XIX, una forma de entretenimiento profesional. Al igual que la lucha grecorromana, cuenta desde entonces entre las grandes disciplinas de los Juegos Olímpicos.
En los JJ.OO. de Atenas 2004, se incorpora la Modalidad de Lucha Femenina. En 1912, en Suecia, se creó la FILA (Federación Internacional de Luchas Asociadas) que es el organismo internacional que dirige este deporte. En la actualidad, la Federación Rusa domina en lucha, en particular en grecorromana, pero es dominada por Estados Unidos en lucha libre. A la fila de los países de dónde salen luchadores de nivel internacional figuran Irán, Turquía y Mongolia, país donde la lucha es el deporte nacional.
Para los Juegos Olímpicos de Sydney en 2000, se modificó el programa de lucha. Desde 1972, la lucha se dividía en diez categorías de peso en los dos estilos. En los Juegos de Sydney, se presentaron solamente ocho categorías de peso en cada estilo. Los pesos también cambiaron ligeramente y se suprimió la categoría más ligera, llamada comúnmente peso semimosca simplemente.
La reducción del número de categorías de 10 a 7 en Lucha Libre y en Greco Romana, permitió la introducción de la Lucha Femenina con cuatro categorías de peso en los Juegos Olímpicos de Atenas en 2004, aunque en los campeonatos del mundo, al igual que las demás categorías, se disputan 7 pesos.
El primer campeonato del mundo de lucha grecorromana fue en Viena en 1904 y el primero de lucha libre tuvo lugar en Helsinki en 1951.
Diecisiete países se compartieron las medallas de lucha libre a los Juegos Olímpicos de 1996 en Atlanta. Fueron 15 en Sydney y 17 en Atenas.
Reglamento
El reglamento es prácticamente el mismo para las tres modalidades de Luchas Olímpicas, con la salvedad de la utilización de las piernas en Lucha grecorromana.
La única diferencia apreciable de la Lucha femenina con respecto a la modalidad masculina son las categorías de peso, que están adaptadas a las constituciones propias de las mujeres.
Vestimenta
Las deportistas visten un maillot de una sola pieza de color rojo o azul, y botas que rodeen los tobillos pero sin tacón ni objetos metálicos. Podrán llevar orejeras para sujetarse el pelo.
Categorías de peso y edad
Las 7 categorías de peso para las séniors (+17) son: 44-48 Kg.; 51 Kg.; 55 Kg.; 59 Kg.; 63 Kg.; 67 Kg.; 67-72 kg.
Las 4 categorías olímpicas son: 44-48 Kg.; 55 Kg.; 63 Kg.; 63-72 kg.
Las 8 categorías de peso para las júnior (17, 18, 19, 20) son: 40-44 Kg.; 48 Kg.; 51 Kg.; 55 Kg.; 59 Kg.; 63 Kg.; 67 Kg.; 67-72 kg.
Las 10 categorías de peso para las cadetes (15, 16, 17) son: 36-38 Kg.; 40 Kg.; 43 Kg.; 46 Kg.; 49 Kg.; 52 Kg.; 56 Kg.; 60 Kg.; 65 Kg.; 65-70 kg.
Las 10 categorías de peso para las escolares (13, 14, 15) son: 28-30 Kg.; 32 Kg.; 34 Kg.; 37 Kg.; 40 Kg.; 44 Kg.; 48 Kg.; 52 Kg.; 57 Kg.; 57-62 kg.
La Lucha Femenina en Cuba hace su apertura de manera oficial a partir de este momento, lo cual implica un tratamiento diferenciado en su proceso de detección, selección y sistematización en el seguimiento de talentos.
No hay dudas del derecho pleno e igualdad que la mujer cubana posee en la actualidad en nuestra sociedad. Respecto al derecho de elegir y practicar cualquier deporte es propio de la justicia, equidad, pertinencia y al derecho de participar en todos los procesos. Ejemplos de dignidad y ante todo, de fememinidad nos sobra, cuando recordamos a las campeonas olímpicas de Judo: Driulis González y Legna Verdecia, por mencionar una disciplina perteneciente a los deportes de Lucha.
Sin embargo, asumir la dirección pedagógica de esta actividad, es un nuevo reto para la ética profesional de nuestros técnicos. Por ello proponemos el tema de Características psicopedagógicas de la enseñanza de la Lucha femenina en edades de 11 y 12 años.
Desarrollo
Género y Femeninidad
En la actualidad este es un tema polémico, pues no toda la sociedad comprende el sentido y significación de estos términos. Aún mantenemos tabúes en cuanto a comportamiento social, relacionado entre otros con el exceso de “Machismo” o “Feminismo”.
La mujer cubana cuenta con una historia rica en cuanto a su ímpetu de emancipación. Por ello en la Plataforma Programática de nuestro Partido, se destaca el derecho a la igualdad social. La mujer cubana se destaca por su rol protagónico como niña, como compañera, como esposa, como madre, como trabajadora, como combatiente, como científica, como dirigente, como deportista.
La FMC responde por la continuidad y perfeccionamiento de ese ideal revolucionario y se enaltece ante ejemplos como Mariana Grajales, Celia Sánchez y Vilma Espín. Precisamente invitamos a interpretar la siguiente frase relacionada con nuestra Celia.
“Celia, flor autóctona de nuestra Revolución”
Celia, encierra las cualidades de Femeninidad de la mujer cubana:
Frescura.
Belleza.
Ternura.
Firmeza.
Amor.
Género, no sólo es distinguir al varón de la hembra, género es más que eso, es orientación sexual, es comportamiento en dependencia de normas sociales relacionado con las actitudes de las personas en colectivo.
Situación problémica
¿Cómo convencer a la familia cubana de que la Lucha femenina no tiene que ver nada con la Lucha libre profesional de “Rudos”, “Rufianes”, “Caballeros”?
¿Cómo salir a captar niñas para la práctica de la lucha?
¿Cómo controlar y estimular la orientación sexual de nuestras niñas en relación con la Lucha?
¿Qué requisitos deben poseer las niñas para ingresar al ADE?
¿Qué características tienen que tener la enseñanza de la Lucha en niñas?
¿Qué condiciones exige la comunidad, la familia, la escuela para entrenadores de Lucha femenina?
Psicopedagogía de la enseñanza de la lucha
El objeto de la Psicología pedagogía es el estudio de las regularidades psicológicas del proceso de enseñanza-aprendizaje y de la educación. La unidad de la psicología y de las edades se explica por el objeto común de estudio: el niño, el adolescente y el joven.
Anton S. Makarenko, en su concepción científica psicológica sobre el desarrollo de la personalidad, lo resolvía en aguda polémica con la manera de tratar biogenética y sociogenéticamente, las relaciones de la personalidad y el colectivo.
Las obras del eminente pedagogo ruso contienen un amplio programa de estudio de las fuerzas motrices del desarrollo de los factores predominantes de la personalidad humana, donde confiere el papel capital a la educación de las necesidades del colectivo. El rasgo más valioso de Makarenko como psicólogo es haber superado la contemplación pasiva de la investigación psicológica de la personalidad. “El educador debe llegar a conocer al educando, no en el proceso de un estudio indiferente, sino trabajando en conjunto y colaborando activamente con él. Debe ver al educando no como objeto de estudio, sino como objeto de educación”
L.S. Vigotsky, a través de su Teoría Histórico – Cultural, trata del proceso de enseñanza – aprendizaje como un sistema diferenciado, para ello formula la Zona de Desarrollo Próximo, la cual tanto desde la historia como de la cultura enfatiza en distinguir el estadío actual del objeto y del sujeto, de manera que se pueda trabajar sobre las brechas por el compartimiento de valores, actitudes y conocimientos. Tratar el proceso de formación de la personalidad del niño primero desde la colectividad para luego formar las funciones psíquicas de la personalidad individual. “El proceso de formación de la personalidad se manifiesta en que la personalidad pasa a ser lo que es a través de lo que representa para los otros”
Enfrentar la enseñanza de la lucha en niñas, lleva implícito el conocimiento profundo de una serie de regularidades propias de la etapa del desarrollo, en este caso 11 y 12 años.
La situación particular del período de la adolescencia en el ciclo de del desarrollo infantil está reflejada con diferentes denominaciones: “de transición”, “difícil”, “crítico”. En ellas está fijada la complejidad e importancia de los procesos de desarrollo que se producen en esta edad, vinculados al paso de una época de la vida a otra. El paso de la infancia a la madurez constituye el contenido básico y la distinción específica de todos los aspectos del desarrollo de este período: físico, intelectual, moral, social.
El período de transición entre los 11 y 12 a 13 y 14 años, se considera difícil y crítico. A continuación podrán apreciar características anátomo-fisiológicas del organismo en esta fase, necesarias a evaluar de forma permanente:
En esta edad, se producen variaciones cardinales en el organismo de la niña en el camino hacia la madurez biológica, se despliega el proceso de la maduración sexual.(formación de glándulas mamarias)
Intensificación de la actividad de la hipófisis, especialmente de su parte delantera, cuyas hormonas estimulan el crecimiento de los tejidos y el funcionamiento de otras glándulas de secreción interna (sexuales, tiroides, cápsulas suprarrenales).
Sucede el “salto en el crecimiento” (Crecimiento del peso corporal, las proporciones del cuerpo se inclinan a la del adulto, la cara cambia a consecuencia del desarrollo intenso de la parte facial del cráneo, pero el cerebro no aumenta considerablemente en sus dimensiones.)
La columna vertebral se retrasa en el aumento anual del ritmo de crecimiento en altura del cuerpo.
Como el espacio entre vértebras aún está lleno de cartílago, determina la flexibilidad de la columna vertebral, cosa que facilita su desviación por una postura incorrecta del cuerpo, por esfuerzos unilaterales prolongados o excesivas cargas físicas.
La sínfisis de los huesos de la pelvis (en los cuales están encerrados los órganos sexuales de las niñas) acaba hacia los 20 – 21 años. Su desplazamiento y el desplazamiento de los huesos que no han llegado a la sínfisis puede producirse si se efectúan saltos desde gran altura, provocando variación de la forma de la pelvis, lo que posteriormente puede incidir en la función del parto.
El aumento de la fuerza muscular amplía las posibilidades físicas de las niñas. Sin embargo los músculos se fatigan más deprisa que los de las adultas y aún no son capaces de realizar esfuerzos prolongados, cosas que hay que tener en cuenta con el trabajo de la fuerza principalmente.
El corazón crece ante la actividad física muy rápidamente, más que los vasos sanguíneos. Ello puede ser causa de deficiencias funcionales en la actividad del sistema cardiovascular, manifestándose en formas de palpitaciones, elevación de la presión sanguínea, mareo, dolores de cabeza, fatiga rápida.
Las hormonas de la tiroides y de las glándulas sexuales son en particular catalizadores del metabolismo. Por eso el agotamiento intelectual y físico, la tensión nerviosa prolongada, los efectos y vivencia emocionales fuertes de matiz negativo (miedo, ira, sentimiento de ofensa y humillación) pueden ser causa de deficiencias endocrinas (interrupción temporal del ciclo menstrual, aparición de hipertiroidismo) y desórdenes funcionales del sistema nervioso. (elevada irritabilidad, hipersensibilidad, la fatiga, la debilidad de los mecanismos de contención, la distracción, el desajuste del sueño).
La maduración sexual estimula el interés por el otro sexo, la aparición de nuevas sensaciones, sentimientos, vivencias. El grado de ocupación y concentración de la niña en las nuevas sensaciones, el lugar que estas ocuparán en sus vidas lo determinarán las condiciones sociales en general como las circunstancias individuales concretas de la vida. Todo ello, así como las conversaciones con los amiguitos sobre los diferentes problemas del amor y del sexo, provocan el desarrollo de un elevado interés por la parte íntima de las relaciones humanas, tendencia erótica y sexualidad temprana. El despertar de los primeros sentimientos románticos.
Las relaciones mutuas entre los muchachos y las muchachas, limitadas y apretadas en la adolescencia, en la primera juventud se activan de forma sensible.
Se amplía la esfera de las relaciones entre compañeros; junto con las compañías homogéneas, aparecen cada vez con mayor frecuencia los grupos mixtos. Se intensifica, especialmente en las muchachas, la necesidad de amistad mixta. Junto con el ingenuo enamoramiento infantil (miradas, notas, explicaciones, a veces besos), que ya es bastante frecuente en los adolescentes de quince-dieciséis años aparecen los primeros enamoramientos serios, la necesidad imperiosa de amor y de sentimientos profundos.
Las muchachas de todas las edades tienen preferencia por diferentes juegos y eligen compañeros del mismo sexo. Defienden con especial ardor su “exclusividad”. La muchacha rechazada por sus coetáneas puede compensar psicológicamente ese defecto con el éxito entre los muchachos.
En las clases de adolescentes, las muchachas adelantan algo a los muchachos de la misma edad, no sólo en el desarrollo físico, sino también en el intelectual.
Si en los muchachos predominan los intereses materiales y técnicos, a las muchachas les preocupa más los problemas del mundo interior de las relaciones humanas. En las relaciones con los coetáneos, para ellas lo más importante es el aspecto emocional; al mismo tiempo la necesidad de pertenecer a un grupo homogéneo por su composición sexual, muy fuerte en los muchachos, en las muchachas disminuye después de los quince años.
Ética profesional
Para la dirección científicamente fundada del proceso didáctico-educativo, no solo es imprescindible que el entrenador conozca bien la Lucha que él enseña; su estado contemporáneo, su vinculación con las otras ciencias, con la vida, con la práctica, sino también, que sepa trasmitir sus conocimientos a las niñas. Sin ello no se puede llegar a ser buen educador.
He aquí que el entrenador no solo debe dominar los correspondientes conocimientos, sino también las habilidades y hábitos de presentación de dichos conocimientos. Debe saber movilizar la atención de las alumnas, desarrollar su pensamiento y formar en ellas las orientaciones de valores socialmente significativos.
El dominio por parte del entrenador de las habilidades y hábitos de enseñanza que aseguran la incorporación de la personalidad de cada luchadora en la actividad deportiva es indispensable de la productividad de la enseñanza del desarrollo intelectual y de la educación integral de la niña. Precisamente en esta función del entrenador se pone de manifiesto y se realiza toda la fuerza de influjo pedagógico de la personalidad del profesor en la personalidad de la atleta. El entrenador debe llegar a dominar los hábitos y habilidades de actividad pedagógica de su preparación profesional.
Sobre la base del estudio de la actividad del entrenador de lucha, los psicólogos han llegado a la conclusión de que la capacidad pedagógica es proyección de determinados rasgos de la personalidad que responden a las exigencias del proceso de enseñanza-aprendizaje y educación y han fijado los siguientes tipos:
La capacidad didáctica.
La capacidad constructiva.
La capacidad perceptiva.
La capacidad expresiva.
La capacidad comunicativa.
La capacidad organizadora.
La capacidad pedagógica no es solo condición de la actividad pedagógica exitosa sino también sus resultados. Esta se manifiesta, forma y se desarrolla en la estructura general de las propiedades psíquicas, relaciones y acciones de la personalidad del entrenador.
A continuación el Máster y metodólogo nacional Pedro Zamora, enriquece nuestra ponencia, dando respuestas a las siguientes interrogantes:
¿Quién debe comenzar la enseñanza de la lucha?
Personal altamente calificado, con un gran empeño, una alta dosis de amor y paternidad, desafiando adversidades de todo tipo y dedicando altas horas al trabajo en la continuidad de esta etapa de enseñanza – aprendizaje.
¿Qué enseñanza y sobre qué bases?
Luego de largos años de trabajo y la acumulación de experiencias de todo tipo varios colectivos técnicos formados por nuestros mejores entrenadores, se han dado a la tarea de confeccionar manuales de preparación del luchador en los cuales sobre la base de un criterio colectivo, científico y agrupando las mejores experiencias, se planifican por edades los elementos o movimientos técnicos a enseñar en cada estilo de lucha así como medios y métodos para la preparación de los atletas en estas edades. Destacar que con respecto al programa femenino, este no difiere mucho del masculino.
Se tienen en cuenta en esta etapa como factores fundamentales los siguientes elementos.
Juegos Pre-deportivos
Posiciones de Lucha.
Agarre y Enyugues.
Ejercicios Gimnásticos.
Elementos de acrobacia. (importante para el desarrollo del aparato vestibular)
Llaves de pie.
Llaves de 4 puntos.
Combinaciones.
Es bueno tener en cuenta que para la enseñanza de las diferentes presas o llaves deben cumplirse con diferentes aspectos y recomendaciones pedagógicas como son los siguientes:
La enseñanza de los elementos técnicos debe ir:
De la fácil a lo difícil.
De lo simple a lo complejo.
Los elementos deben ser accesibles a las posibilidades físicas y entendimiento de cada edad.
Evitar en lo posible elementos técnicos que puedan resultar traumáticos que a la postre pudieran desilusionar o desanimar la práctica de nuestro deporte en estas edades.
El cumplimiento de estas indicaciones ha demostrado índices positivos en el aprendizaje de los luchadores y en la disminución de traumas y lesiones.
Si decimos constantemente que en el mundo no debe haber nada más importante que la vida de un niño, pues entonces cumplamos y esforcémonos día a día por lograr que la lucha llegue ha ser un deporte no traumático.
Se recomienda metodológicamente insistir en el proceso de enseñanza en los siguientes aspectos:
Parte principal del movimiento.
Recomendaciones técnico – tácticas.
Defensas y contrallaves.
En la preparación de nuestros atletas en las edades tempranas juega un papel fundamental la formación integral del luchador y el desarrollo del carácter o rasgos de la personalidad.
Para llevar a cabo este trabajo nos basamos fundamentalmente en la interrelación existente entre estos tres factores:
Casa – Escuela – Entrenador
Estos factores juegan y deciden en su interacción un papel preponderante en el establecimiento de normas, acciones y la vía conductual a seguir en el trabajo a realizar, nuestro principio inviolable es la disciplina y la puntualidad, sobre esta base desarrollamos en el atleta los rasgos de la personalidad tan importantes en estas edades como son:
Desarrollo de la voluntad.
Desarrollo del colectivismo.
Desarrollo del valor y el coraje.
Desarrollo del amor en un sentido muy general, así como a sus semejantes.
El trabajo que se acomete en la formación integral y de valores para los cuales existe un programa, donde se insiste en la formación desde estas edades sin importar la procedencia social, creencias religiosas, tendencias políticas o forma de pensar, con vistas a lograr una resultante de trabajo superior, para su transito en los diferentes estadios del deporte de alto rendimiento, permite la obtención de buenos y positivos resultados.
Es importante también en la preparación de estas edades en el aspecto psicológico, puntualizamos en llevar a la psiquis de ellos el competir para ganar, a pesar de los esfuerzos y sacrificios que esto conlleva, se le inculca la “FÉ” necesaria que les permite alimentar la esperanza de que aunque el contrario o la diferencias de puntos sean muy superiores, realizar un esfuerzo superior al que se ha realizado hasta el momento les puede permitir lograr la victoria. Para esto programamos metas que ponen a prueba su carácter y su persistencia para lograr este objetivo.
Por último se debe señalar que también a nuestros atletas en su preparación se les enseña tanto en lo teórico como en lo práctico elementos de reglas y arbitraje, el respeto y cortesía a los oficiales, entrenadores y atletas contrarios.
La realización de clínicas de arbitraje masivas y abiertas antes de comenzar cada uno de los diferentes eventos, ha demostrado lo beneficioso de este método, pues permite ya no solo elevar los conocimientos de los luchadores, sino la actualización de los entrenadores de los cambios y adecuaciones mas recientes en este sentido.
Los talleres y charlas sobre las normas de educación y comportamiento social y las asambleas educativas complementan este trabajo, que permite el logro de un producto superior.
Bibliografía
Gorbunov, G. D. 1988. Psicopedagogía del deporte. Ediciones Cubanas para la editorial Pueblo y Educación.
Petrovsky, A. V. 1988. Psicología Pedagógica de las edades. Editorial Pueblo y educación.
Zamora, Pedro. 2004 Conferencia mimeografiada. Características de la enseñanza de la lucha en las edades tempranas. INDER.
revista
digital · Año 13 · N° 127 | Buenos Aires,
Diciembre de 2008 |