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Aproximación histórica a la actividad 

física educativa en el medio natural

 

Maestro Especialista en Educación Física (Universidad de Valladolid)

Maestro de Pedagogía Terapéutica (Universidad de Las Palmas)

(España)

Jesús Pablo Sanz Gilmartín

jsanzgilmartin@yahoo.es

 

 

 

Resumen

          El entorno natural nos ofrece un marco idóneo para un desarrollo psicofísico integral. La naturaleza puede ser el lugar de actividades recreativas que rompan con el universo mecanizado y urbanizado, pero la realidad nos demuestra que se explota y se expolia sin piedad, buscando en muchas ocasiones intereses lucrativos o desahogos egoístas, las modas y la publicidad inundan las playas y por desgracia también la montaña.

          En definitiva, la realidad actual nos muestra que continuamente aparecen modos de práctica inéditos y materialmente posibles gracias a la invención de aparatos y equipamientos tecnológicamente avanzados, a la facilidad de accesos al medio ambiente (carretera, aeropuertos…) y a la creación de infraestructuras (estaciones invernales…).

          Palabras clave: Educación Física. Actividad física en el medio natural.

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 13 - Nº 127 - Diciembre de 2008

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    Para conocer un poco de la historia de las actividades físicas en la naturaleza, he realizado una división en bloques, que aunque muy extensos en algunas épocas, en cuanto a años o miles de años, es más fácil la comprensión del avance y el desarrollo de las diferentes actividades a lo largo de la historia. De esta manera lo divido en: Edad Prehistórica, Edad Antigua, Edad Media, Edad Moderna y Edad Contemporánea.

    En la Edad Prehistórica la relación del hombre con la naturaleza era la de subsistir, realizando actividades como la caza y la pesca.

    Durante la Edad Antigua se produce la superación de relación de supervivencia, los hombres se vuelven sedentarios y se crean las ciudades (Polis en Grecia), y el hombre pasa a ser un “animal político”, según Aristóteles. Las relaciones del hombre con la naturaleza son las derivadas del estatus socioeconómico:

  • Utilitaria: explotación de la tierra por medio de esclavos.

  • Recreativa: contemplación, idealización de lo natural por los hombres, que lo llevaban a cabo los nobles y aristócratas.

    Con la llegada de la Edad Media se destaca una visión teocéntrica del universo que se caracteriza por un rechazo de lo corporal y lo natural, la vida es rural y surgen nuevas necesidades que serán más sedentarias. La relación con la naturaleza se basa en la agricultura – ganadería y las luchas – guerras.

    La Edad Moderna trae consigo una diferenciación entre el mundo rural y el urbano, por la creciente expansión de las ciudades. Hay una visión humanitaria en la que el cuerpo es un objeto de estudio y J.J. Rousseau denuncia los hábitos sedentarios de las ciudades y ensalza los “aires saludables” del campo. De esta manera se desarrollan las actividades físicas al aire libre mediante las relaciones recreativo-educativas.

    Ya en la Edad Contemporánea, entre finales del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX, como consecuencia de la revolución industrial, el medio natural y rural se despuebla y las ciudades crecen desmesuradamente, generando masificación, hacinamiento y contaminación. Aparece la cultura del trabajo y el deporte supone la obtención de unos logros medibles. Se produce una deportivización de las actividades en la naturaleza que primordialmente eran las marchas por la montaña, escalada y el esquí.

    En nuestro país por ejemplo se crea en 1876 el “Centre Excursionista de Catalunya”, gran emprendedor de estas actividades, comenzando por el entorno más próximo, las montañas de Montserrat, para continuar por los Pirineos. En otras zonas de España no se quedan parados, por ejemplo en la zona de Madrid se realizan salidas por la Sierra de Guadarrama dirigidas o promovidas por Giner de los Ríos y la Institución Libre de Enseñanza; en la zona de Granada se construye una carretera que llega hasta la cumbre del Veleta (hoy en desuso), para poder bajar esquiando por sus laderas, posteriormente se pondrán remontes mecánicos y en los Picos de Europa, en 1904 se conquista el Picu Urriellu (Naranjo de Bulnes) por un noble, Pedro Pidal, Marqués de Villaviciosa y un pastor Gregorio Pérez “El Cainejo”. Mientras tanto en Europa surge una necesidad de conquistar las montañas más altas del Planeta y se realizan excursiones al Himalaya para ascender las montañas de más de 8000 m. También se realizan expediciones por África para su posterior colonización, siendo los máximos exponentes el italiano Luis Amadeo de Saboya, Duque de los Abruzzos y el escocés David Livingstone.

    En Inglaterra se produce un proceso de institucionalización de las actividades físicas lúdicas a finales del s. XIX iniciado por Arnold en los colegios, creando ligas deportivas interescolares.

    En Francia se inicia el resurgimiento del Movimiento Olímpico en 1896, llevado a cabo por Pierre de Cuobertin.

    Un poco más adelante se crean en España los primeros campamentos organizados por el Frente de Juventudes en 1937 (entonces llamada Organización Juvenil), basados en el movimiento “scout”. En 1945 se montaron campamentos en todas las provincias españolas, eligiendo como emplazamientos más adecuados los de playa y de montaña. En estas actividades al aire libre se obligaban a realizar una serie de trabajos manuales (montaje de tiendas) y el aprendizaje y utilización de ciertas técnicas (orientación, conservación y conocimiento de la naturaleza), acciones que proporcionarían carácter y virilidad a los muchachos en la órbita individual y social posteriormente.

    Durante la segunda mitad del siglo XX surgen nuevos fenómenos, se produce un asentamiento de la sociedad de consumo de masas, se estabilizan las democracias en los países occidentales y se producen salidas masivas al medio ambiente natural, coincidiendo sobre todo con los fines de semana y las vacaciones de verano, Navidades y semana santa.

    La influencia masiva de personas que huyen de las ciudades hacia parajes naturales, no viene condicionada únicamente por el desarrollo técnico, de las comunicaciones y medios de transporte, sino también y fundamentalmente por las agresiones a que se ven expuestas en el medio ingrato en el que se han convertido las ciudades. La ciudad en sí no es el factor absoluto de malestar contemporáneo, pero concentra en su seno todas las enfermedades del siglo. (Acuña Delgado, 1991).

    Vivimos en la llamada por algunos civilización del ocio, pero la idea de ocio ha cambiado mucho a través de los tiempos. Hoy día se puede entender el concepto de ocio expresado por J. Dumazeider (1962), el cual entiende que es el tiempo libre dedicado al descanso, la diversión y el desarrollo formacional – regla de la tres D -.

    A lo largo de esta época, el sistema deportivo en su arraigo social, reposa en una evolución que toma seis formas distintas según Loret (1995):

  • Revela la continua aparición de innovaciones técnicas destinadas a mejorar la eficacia de las habilidades deportivas.

  • Esta está ligada al interés en convertir el deporte más “televisivo”, adaptando sus reglas a los cánones y condiciones de los medios de comunicación audiovisuales.

  • La aparición y la multiplicación de los materiales en el mercado de los equipamientos deportivos y de ocio.

  • Es un tipo de novedad, o más bien, un renacimiento de la creatividad de los hombres y las mujeres en materia de invención de prácticas deportivas.

  • Expresa la emergencia de una legislación mucho más específica en numerosos dominios (fiscalidad, financiación, empleo, seguridad, normalización, etc.) desde que el deporte es considerado como un sector económico a partes enteras.

  • Se sitúa en la evolución de las mentalidades, aspiraciones, motivaciones y símbolos generados alrededor del deporte. Este tipo de cambios es desconcertante para todos los deportistas porque, a pesar de que ello era claramente inimaginable hace veinte años, hay que admitir que cuestiona hoy el concepto mismo de deporte, imponiendo progresivamente nuevos comportamientos “deportivos”.

    Las actividades en la naturaleza, en este periodo y al hilo de los nuevos rumbos que toma el deporte, sufren una importante proliferación a partir de su popularización y del contacto con la naturaleza que favorecen.

    Algunos ejemplos de actividades en la naturaleza para comprender los aspectos influyentes en la proliferación de las mismas son:

    Modificación y creación de modalidades: como la escalada deportiva (escalada de velocidad y dificultad) y a diferentes variaciones del material de esquí (tablas para “carving” o descenso, saltos, acrobacias, etc.).

    Aumento de las hazañas y proezas: se hace referencia al aumento de expediciones que en la actualidad se llevan a cabo y a la aparición de competiciones multiaventura como por ejemplo los “Raids” (Camel Trophy).

    Continua creación de modalidades: se incluyen aquí todas aquellas actividades aparecidas recientemente de diversas formas:

  • A través de la fusión de disciplinas diversas: el surf a modo de esquí acuático, la orientación a caballo o en moto acuática, etc.

  • Mediante el intercambio de los espacios naturales específicos de una actividad: “mountain bike” en nieve, esquí en dunas, etc.

  • Fruto de la exploración de lugares hasta el momento poco transitados: descenso de barrancos y cañones, etc.

  • A partir de formas creativas y diferentes de relacionarse con el entorno natural: “puenting”, globo aerostático, “rafting”, etc.

    Se puede decir por tanto que las actividades en la naturaleza, dada su variabilidad de caracteres despiertan en la sociedad una gran atracción, configurándose hoy como un modelo de práctica físico – deportiva ociosa de opción múltiple, capaz de atender a la individualidad y a las expectativas de realización del hombre y la mujer de hoy en día.

Bibliografía

  • “Tiempo libre y naturaleza. Manual del monitor”, Editorial libros Penthalon. 1991.

  • Acuña Delgado, A. “Manual didáctico de actividades en la naturaleza”, Editorial Wanceulen. 1991.

  • Climent, S., “Centre Excursionista de Catalunya”, Revista Desnivel nº 134. Noviembre de 1997.

  • Delegación Nacional de Juventudes. “Aire libre”, Editorial Doncel. 1969.

  • Gallart, I. Aventuras en las montañas. Conoce los riesgos”, Revista Integral nº188, Agosto de 1995.

  • Guillén, R., Lapetra, S., Casterad, J. “Actividades en la Naturaleza”, Editorial Inde. 2000.

  • López, A., Velázquez, R., Gallardo, L. Coordinadores. “Actividades en la naturaleza. Actividad física y deportiva extraescolar en los centros educativos”. Editado por el MEC.1996.

  • Miró, I. La Montaña: Terreno de juego”, Revista Integral nº 173, Mayo 1994.

  • Prieto, S. “Naranjo de Bulnes. Cara a cara con el Picu”, Revista Grandes Espacios nº 57. Junio de 2001.

  • Prieto, S. Competiciones en la naturaleza. Coge la mochila y corre”, Revista Grandes Espacios nº 20, febrero de 1998.

  • Serrano, D. Turismo activo hoy. Un futuro sin riesgo”, Revista Grandes Espacios nº 55, Abril de 2001.

  • Tenderini, M. y Shandrick, M. “El Duque de los Abruzos. Vida de un explorador”, Editorial Desnivel. 2001.

  • Zagalaz Sánchez, Mª. L. “Corrientes y tendencias de la educación física”, Editorial Inde. 2001.

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