Valoración de la flexibilidad en una población de jugadoras de balonmano en edad escolarFlexibility valuation in a handball players population on scholar age |
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*Profesor Titular de Universidad. Facultad Ciencias de la Educación **Alumna Colaboradora. Facultad Ciencias de la Educación. ***Catedrático Escuela Universitaria. Facultad Ciencias de la Educación. ****Lcdo. Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. Universidad de Cádiz (España) |
Dr. José Luis González Montesinos* María del Mar Facio Silva** Jesús Mora Vicente*** Pablo Ruiz Gallardo**** David Ramos Espada**** |
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Resumen El estudio tiene como fin identificar y valorar el acortamiento muscular de una población de jugadoras adolescentes de balonmano (n=19) con edades comprendidas entre los 13 y 16 años mediante una serie de tests que evalúan los acortamientos y descompensaciones musculares de las articulaciones escápulo humeral, cadera y rodilla. Se han valorado y cuantificado los acortamientos musculares y se han identificado grandes descompensaciones con respecto a la lateralidad de las jugadoras (dismetría bilateral). Se observa un importante acortamiento de la musculatura que moviliza el hombro, principalmente los aductores y rotadores del hombro y de la musculatura pectoral, provocados por la excesiva predominancia lateral que caracteriza este deporte. Los acortamientos que se citan son un claro producto de la unilateralidad de casi todos los sujetos estudiados. Como ejemplo, en las extremidades inferiores, ha sido en el lado izquierdo donde se ha detectado el mayor grado de dismetría, mientras que en las extremidades superiores se han identificado descompensaciones pronunciadas en el lado derecho. Para evitar la presencia de estos acortamientos se recomienda que en deportes con marcado carácter unilateral, como es el caso del balonmano, se realice un mayor trabajo de flexibilización de los grupos musculares estudiados en el presente artículo, evitándose de esta forma desequilibrios, descompensacines y acortamientos musculares localizados en hombros, cadera y rodilla. Palabras claves: Flexibilidad. Balonmano. Acortamiento. Descompensación. Jugadoras.
Abstract This research aims to identify and evaluate muscular shorten in an adolescent female handball players between 13 and 16 years old. Several tests evaluated pectorals, and muscles of the hip and shoulder. Results revealed quantified muscular shortens and lateral imbalance among players muscular balance. A direct relation was found between muscular shortens and the lateral dominance of the players. All those must be corrected through a suitable training plan and appropriate flexibility exercises. Keywords: Flexibility. Handball. Imbalance. Muscular shorten. Players. |
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 13 - N° 125 - Octubre de 2008 |
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1. Introducción
Para Esper di Cesare (2000), los nadadores, los jugadores de béisbol y baloncesto, los acróbatas, campeones de lucha y de levantamiento de peso y gimnastas, exhiben características peculiares de flexibilidad para cada deporte. Otros estudios, demostraron como la flexibilidad se correlaciona con los tipos de movimiento habitual para cada individuo y para cada articulación, y que las diferencias de edad y de sexo son más bien secundarias que innatas (Morehause, 1986; González, 2002).
El balonmano pertenece al grupo de deportes colectivos conocidos como de colaboración-oposición, añadiendo a ello las ciertas características propias de los denominados deportes de contacto, dado el gran choque defensivo que existe en todas sus acciones. La gran exigencia física del balonmano es causa de un campo con poco espacio sumado a las medidas antropométricas de sus jugadores/as, haciendo muy difícil encontrar espacios para el lanzamiento si no se hace uso continuado, reiterado y controlado de la potencia. Esta potencia, formada por fuerza y velocidad, no será efectiva o será peligrosa si no hemos trabajado suficientemente la flexibilidad. Gestos técnicos como el salto, la finta o el lanzamiento necesitan de un buen entrenamiento de estas cualidades, para así disponer de la máxima efectividad posible.
Además, es una actividad física que, al igual que otros deportes, se caracteriza por una mayor predominancia lateral en la ejecución de la mayoría de los gestos técnicos que lo componen. De la misma forma que en voleibol o en tenis, en el balonmano la potencia del brazo que realiza el recorrido o el lanzamiento va a ser, habitualmente, mayor que el desarrollado por el brazo contra lateral, aunque ya es habitual el entrenamiento bilateral de la mayoría de los deportistas. Esta situación, como es evidente, no va a ser la misma que en deportes conocidos como bilaterales, natación, ciclismo, carrera atletismo, etc., los cuáles se van a caracterizar por una gran simetría.
Esta mayor utilización del que podríamos llamar brazo ejecutor, conlleva una mayor tono y desarrollo de la musculatura responsable de la ejecución del gesto, lo cual puede provocar una pérdida de la movilidad articular si el trabajo de flexibilización no es lo suficientemente amplio y extenso en la programación del entrenamiento deportivo.
Esta escasa o limitada movilidad articular no solo puede repercutir en la efectividad del gesto técnico, debido a un menor recorrido de la articulación y, por consiguiente, una menor aplicación de fuerza, sino que además el desequilibrio muscular entre el hemicuerpo derecho e izquierdo puede ocasionar la aparición de algias y/o desviaciones del raquis.
Bien es cierto que el excesivo número de factores a los cuáles hay que prestar atención en la programación del entrenamiento deportivo de alto nivel y profesional, y el escaso tiempo disponible en etapas juveniles, que en algunos casos no llega a tres horas semanales, va a dificultar una mayor presencia de ejercicios de flexibilización durante el entrenamiento, sin embargo si desde la fase de iniciación no se presta más atención a la evaluación y desarrollo de la flexibilidad, menores serán los rendimientos deportivos futuros.
2. Material y método
Sujetos
La población a estudio la componen 19 jugadoras adolescentes de balonmano (n=19) con edades comprendidas entre los 13 y 16 años. En los entrenamientos de base, destacaron el trabajo de fuerza explosiva, fundamentalmente el salto y el lanzamiento, ambos campos con carácter bilateral.
Pruebas funcionales
Las pruebas funcionales del estudio se realizaron con un goniómetro manual utilizado para medir la amplitud de movimiento de las distintas articulaciones. Las pruebas evaluaban los aductores y rotadores internos del hombro, rotadores externos e internos del hombro, pectoral, recto anterior, psoas ilíaco, isquiotibiales, cuádriceps y aductores de la cadera.
Los tests fueron pasados tras la realización de un calentamiento general de las articulaciones implicadas, consistente en la realización durante 15 minutos de carrera continua, y ejercicios de movilidad articular de hombro, cadera y rodillas. Se realizaron tres mediciones de cada prueba, calculándose posteriormente la media aritmética de los resultados obtenidos. Todas las pruebas fueron realizadas el mismo día, empleándose un único evaluador para la valoración funcional.
Las pruebas empleadas fueron las siguientes:
Aductores y rotadores internos del hombro derecho e izquierdo (RHD / RHI). (Daniels y Worthingham, 1981 y Kendall y cols. 1985).
Rotadores externos e internos del hombro derecho e izquierdo: Diagonal posterior (DPD / DPI) (Kendall y cols. 1985)
Pectoral derecho e izquierdo (PD / PI) (Daniels y Worthingham, 1981).
Prueba de Thomas para el Recto anterior y psoas del lado derecho e izquierdo (RAD /RAI – PD /PI) (Daniels y Worthingham, 1981).
Flexores de rodilla derecha e izquierda (FRD / FRI) (Lesmes, 1996).
Cuádriceps derecho e izquierdo (CD / CI): Nachlas (Liebenson, 1999)
Aductores de cadera (AC) (Daniels y Worthingham, 1981).
Aductores y rotadores internos del hombro (Daniels y Worthingham, 1981)
El sujeto a examinar se encuentra en posición decúbito supino con las manos detrás del cuello y descansando la columna lumbar lo más plana posible. Deberá intentar apoyar de forma activa los codos sobre la camilla. Las rodillas pueden flexionarse ligeramente para rectificar la lordosis lumbar. No lograr alcanzar la posición descrita reflejaría un acortamiento de la musculatura pectoral, redondo mayor, subescapular, pectoral mayor (Figura 1).
Figura 1. Prueba de aductores y rotadores internos del hombro (Daniels y Worthingham, 1981)
Para la valoración de los aductores del hombro se ha utilizado además la prueba descrita por Kendall y cols. (1985), en la cual el sujeto tendido en decúbito supino y mediante método activo, deberá llevar, mediante extensión de hombro y con los codos extendidos, los brazos hacia el suelo. La no realización de este test implica acortamiento de pectoral mayor, redondo mayor y sobre todo, del dorsal mayor (Figura 2).
Figura 2. Prueba de aductores del hombro (Kendall, H.O. y cols., 1985)
Rotadores externos e internos del hombro: diagonal posterior (Kendall y cols. 1985)
En bipedestación, se sitúan los brazos detrás de la espalda, uno de ellos por la zona dorsal de la espalda, y el otro por la zona lumbar. Anotar el contacto o no de las manos, con distinción del lado derecho e izquierdo. Se mide el lado del brazo que pasa hacia atrás por la zona dorsal. Su objetivo es conocer los desequilibrios y dismetrías de la cintura escapular (Figura 3).
Figura 3. Prueba de rotadores externos e internos del hombro: diagonal posterior (Kendall H.O. y cols. 1985)
La finalidad de esta prueba consiste en determinar si existe desequilibrio muscular y articular entre cintura escapular derecha e izquierda y la musculatura implicada comprende a los rotadores externos e internos del hombro.
Pruebas de pectoral (Daniels y Worthingham, 1981)
En bipedestación, de cara a la pared, eleva el brazo del mismo lado que el pectoral medido de forma que todo el brazo quede paralelo al suelo y apoyado a la pared. Tratar de llevar el hombro del lado contrario lo más atrás posible rotando el tronco, sin separar el brazo de la pared. Se mide el ángulo que forma el brazo con la espalda, tomando como origen el acromion, siendo uno de los lados del ángulo, el brazo y el otro la línea que describen las tuberosidades acromiales del hombro derecho e izquierdo (Figura 4). El ángulo de referencia para este autor es de 90º, ángulos mayores implicarían un acortamiento de musculatura pectoral. Para esta prueba la movilización o estiramiento es activo por parte del sujeto a evaluar.
Figura 4. Prueba de pectoral (Daniels y Worthingham, 1981)
Prueba de Thomas para el recto anterior y psoas (Daniels y Worthingham, 1981)
Tendido decúbito supino, el sujeto cogerá con sus manos una de sus piernas por la rodilla y la acercará al pecho con ayuda del examinador, es decir realizando una movilización pasiva. Pierna del lado a evaluar fuera de la camilla (Figura 5). La finalidad de este test es evaluar el posible acortamiento en la musculatura del psoas iliaco y del recto anterior. Si existe acortamiento del recto anterior se producirá extensión de la rodilla de apoyo en mesa, es decir, una elevación de la pierna. Si existe acortamiento del psoas iliaco, se producirá flexión de la cadera de apoyo en la mesa que se traduce en una elevación del muslo.
Figura 5. Prueba de Thomas para el recto anterior y psoas (Daniels y Worthingham, 1981)
Prueba de los flexores de rodilla: Isquiotibiales (Lesmes, 1996)
Tendido supino, con la rodilla en extensión, medir el ángulo de flexión de cadera tomando como eje de giro la línea imaginaria que une ambas articulaciones coxo-femorales (Figura 6). La movilización se realiza de forma pasiva. Para este autor el ángulo de referencia es de 90º si la rodilla está en extensión y de 125º si se encuentra flexionada. En este caso se escogió el valor de 90º.
Figura 6. Prueba de los extensores de rodilla de Nachlas (Liebenson, C. 1999)
Valores por debajo de los 90º implicarán un acortamiento de la musculatura isquiosural, es decir de la musculatura del bíceps crural, semitendinoso y semimembranoso.
Prueba de los extensores de rodilla de Nachlas (Liebenson, 1999)
El sujeto en posición decúbito prono sobre la camilla, flexiona la rodilla de forma pasiva. Se mide el ángulo antes de que la columna lumbar comience a extenderse o la cadera comience a elevarse (Figura 7). También es definido como test de Ely. La finalidad es evaluar el acortamiento de los extensores de rodilla; recto anterior, vastos laterales y crural. En este caso el valor de referencia tomado es de 140º.
Figura 7. Prueba de los extensores de rodilla de Nachlas (Liebenson, C. 1999)
Aductores de cadera (Daniels y Worthingham, 1981)
En decúbito supino, caderas flexionadas y rodillas extendidas. Abducir las piernas lo más posible sin realizar rotación externa. Se mide el ángulo formado por la perpendicular que pasa entre los dos huesos coxales y la extremidad medida. Se realiza de forma pasiva (Figura 8). El objetivo del test es cuantificar un posible acortamiento de de aductores de cadera. El ángulo de referencia son 45º para cada lado; valores menores implican un acortamiento de los aductores (Aductor mayor/mediano/menor, recto interno y pectíneo).
Figura 8. Prueba de valoración de los aductores de cadera (Daniels y Worthingham, 1981)
3. Resultados y discusión
Para el estudio estadístico se ha realizado en primer lugar una estadística descriptiva de la muestra. Posteriormente se estudiaron cada una de las variables cruzando los porcentajes de los casos de acortamiento bilateral y unilateral. También se estudiaron los coeficientes de correlación lineal de las variables para determinar acortamientos bilaterales.
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Acortamiento (%) |
No acortamiento (%) |
Aductores Hombro D |
63,2% |
36,8% |
Aductores Hombro I |
47,4% |
52,6% |
Rotadores Hombro D |
26,3% |
73,7% |
Rotadores Hombro I |
5,3% |
94,7% |
Diagonal Posterior D |
78,9% |
21,1% |
Diagonal Posterior I |
52,6% |
47,4% |
Pectoral Derecho |
89,5% |
10,5% |
Pectoral Izquierdo |
94,7% |
5,3% |
Recto anterior D |
73,7% |
26,3% |
Recto anterior I |
57,9% |
42,1% |
Psoas D |
57,9% |
42,1% |
Psoas I |
36,8% |
63,2% |
Flexores Rosilla D |
73,7% |
26,3% |
Flexores Rodilla I |
57,9% |
42,1% |
Cuadriceps D |
31,6% |
68,4% |
Cuadriceps I |
21,1% |
78,9% |
Aductores cadera |
5,3% |
94,7% |
Tabla 1. Datos de porcentaje de acortamiento en cada una de las pruebas
Dado que los test realizados tienen valores-guía normalizados por cada autor en cada prueba, no fue necesario trabajar con un grupo de control en el estudio.
En la Tabla 1 se describen los datos de porcentaje de acortamiento y no acortamiento en cada una de las pruebas descritas, tanto las que aportan valores cuantitativos como cualitativos. En la Tabla 2 se refleja la estadística descriptiva de los valores cuantitativos de las pruebas.
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N |
Mínimo |
Máximo |
Media |
Desv. típ. |
Edad |
19 |
13 |
16 |
14,37 |
,955 |
Pectoral Derecho |
19 |
78 |
138 |
115,53 |
15,167 |
Pectoral Izquierdo |
19 |
86 |
147 |
116,16 |
13,973 |
Flexores Rodilla D |
19 |
62 |
98 |
78,89 |
12,078 |
Flexores Rodilla I |
19 |
68 |
102 |
84,74 |
10,257 |
Cuadriceps D |
19 |
128 |
156 |
144,58 |
9,057 |
Cuadriceps I |
19 |
120 |
162 |
145,47 |
9,460 |
Aductores cadera |
19 |
86 |
143 |
120,11 |
14,966 |
N válido (según lista) |
19 |
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Tabla 2. Estadística descriptiva valores cuantitativos
A continuación se describen los resultados obtenidos en cada una de las pruebas:
En el caso de los aductores y rotadores internos del hombro, destacar que el 63.2% de la población presenta acortamiento en el hombro derecho, 47.4% en el hombro izquierdo y 52.63% presenta desequilibrio entre el lado derecho e izquierdo, estableciéndose como desequilibrio aquel donde exista una diferencia mayor del 10% entre un lado y otro del cuerpo (Tabla 1).
En el caso de los aductores del hombro, para la prueba descrita por Kendall, y donde se va a evaluar la musculatura del pectoral mayor, dorsal ancho y redondo mayor, se ha observado que el 26.31% presenta acortamiento en la articulación del hombro derecho, 5.3% presenta acortamiento en el hombro izquierdo y un 31.57% presenta desequilibrio izquierdo derecho (Tabla 1).
En la prueba donde se ha observado un mayor acortamiento de la musculatura a estudio, junto con la musculatura pectoral, teniendo en cuenta los valores normalizados ha sido en la prueba de los rotadores externos e internos del hombro, o prueba de diagonal posterior de Kendall. Se ha obtenido que un 78.94% presenta acortamiento en el hombro derecho, un 52.63% en el hombro izquierdo y 47.36% presenta desequilibrio derecho/izquierdo. Posiblemente, debido a la mayor utilización del brazo derecho como brazo lanzador va a ser responsable de que la mayoría de la población presente este acortamiento (Tabla 1).
En el caso de la musculatura pectoral los resultados han sido, al menos preocupantes, ya que el 89.47% presenta acortamiento en el hombro derecho con un valor medio de 115.52º, el 94.7% posee acortamiento en el hombro izquierdo con un valor medio de 116.15º y el 42.10% presenta desequilibrio derecho / izquierdo. La gran implicación de la musculatura pectoral en el lanzamiento puerta o en el pase en balonmano va a ser responsable de estos acortamientos. Con respecto a los valores máximos y mínimos, se ha obtenido un valor máximo y mínimo de 138º y 78º respectivamente en lo que respecta al hombro derecho y un valor máximo mínimo de 147º y 86º respectivamente, en el hombro izquierdo (Tabla 1, Tabla 2, Gráfica 1).
Gráfica 1. Valores de acortamiento/no acortamiento musculatura pectoral. Valor de referencia 90º
Los aductores y rotadores del hombro, junto con la zona pectoral, se perfilan como la herramienta de trabajo fundamental e imprescindible en el balonmano. Estos acortamientos se deben a la recurrencia y repetición de un sinfín de gestos técnicos, ya que no sólo hablamos de lanzamiento, sino también de pases, recepciones y choques defensivos. Como ejemplo, un pase muy habitual en esta práctica deportiva es el pase “pronado” entre centrales diestros y laterales zurdos, donde los rotadores internos del hombro trabajan de manera repetida en cada vuelta posicional del balón.
Los resultados obtenidos en la prueba que evalúa el recto anterior, responsable entre otra musculatura de la capacidad de salto, extensora de la rodilla, muestran que un 73.68% posee acortamiento en el lado derecho, un 57.89% en el lado izquierdo y un 31.57% presenta asimetría entre ambos lados (Tabla 1, Tabla 2).
En la prueba de que cuantifica el acortamiento del psoas y el iliaco, flexores de cadera, el 57.89% de la población presenta acortamiento en la cadera derecha, 36.84% acortamiento en la cadera izquierda y 31.57% presenta desequilibrio derecho / izquierdo (Tabla 1, Tabla 2). El psoas iliaco, que interviene en la mayoría de las acciones técnicas que conlleven desplazamiento, carrera y salto, se le asocia, en caso acortamiento, con algunos casos de lumbalgias en deportistas (Ahonen, 2002). Podríamos hablar de un caso específico de acortamiento del psoas que se produce debido al posicionamiento corporal en la fase de vuelo en el salto, sobre todo en los extremos, ya que todos los jugadores tienden a adoptar dos posiciones principales: horizontalidad y rectificado. Es, en mayor medida, en la primera posición donde el psoas trabaja de manera más pronunciada para orientar el tronco con la máxima precisión posible a la portería casi con total independencia de los miembros inferiores.
Con respecto a la musculatura isquiotibial y teniendo en cuenta que el ángulo de referencia límite son 90º, se ha observado que un 73.68% presenta acortamiento en la musculatura isquiotibial derecha, con un valor medio de 78.89º; 57.89% de acortamiento en el isquiotibial izquierdo, con un valor medio de 84.73º y un 26.31% presenta desequilibrio entre su lado derecho e izquierdo (Tabla 1, Tabla 2, Gráfica 2).
Gráfica 2. Valores de acortamiento/no acortamiento musculatura isquiotibial. Valor de referencia 90º
Los resultados obtenidos en la prueba que evalúa los extensores de la rodilla, cuadriceps, se ha obtenido que un 31.57% presenta acortamiento en el cuadriceps derecho, con un valor medio de de 144.57º y un 31.5% Acortamiento en el cuadriceps izquierdo, con un valor medio de 145.47º. Con respecto al desequilibrio entre ledo derecho e izquierdo, se observa que el 21.05% de la población a estudio presenta diferencia entre ambos lados (Tabla 1, Tabla 2, Gráfica 3).
Gráfica 3. Valores de acortamiento/no acortamiento extensores de la rodilla. Valor de referencia 140º
Finalmente, los resultados para la prueba de aductores de la cadera muestran que el 5.26% presenta acortamiento, con un valor medio de 120.1º, teniendo en cuenta que, en este caso, se ha cuantificado a la vez el lado derecho e izquierdo, sumando ambos lados, siempre y cuando los dos fueran simétricos y que no presentara diferente angulación el lado derecho e izquierdo (Tabla 1, Tabla 2, Gráfica 4).
Gráfica 4.Valores de acortamiento/no acortamiento musculatura aductora de cadera. Valor de referencia 90º
En relación a las correlaciones lineales de las magnitudes escalares no se han encontrados resultados destacables o que puedan llevar a una interpretación lógica y útil. Sin embargo, podemos citar las altas correlaciones encontradas entre las variables Pectoral izquierdo (PI) y Pectoral derecho (PD) con un valor de r =0.687 (nivel de significación de p<0.01, valor de confianza del 95%), lo cual demuestra la alta relación entre la musculatura pectoral de ambos lados y su alto nivel de acortamiento. Responsable de este gran nivel de relación y de acortamiento muscular de la musculatura pectoral es la gran implicación que esta tiene en un gesto técnico tan importante en balonmano como es el lanzamiento. También se observa una alta correlación entre el lado derecho e izquierdo de los Flexores de rodilla derecha e izquierda (FRD / FRI) con un valor de r =0.701 (nivel de significación de p<0.01, valor de confianza del 95%) (Tabla 3).
Tabla 3. Análisis de las correlaciones entre variables escalares (* Grado de significación 0,05 ** Grado de significación 0,01)
4. Conclusiones
Se han valorado y cuantificado los acortamientos musculares y se han identificado grandes descompensaciones con respecto a la lateralidad de las jugadoras (dismetría bilateral).
Se observa un importante acortamiento de la musculatura que moviliza el hombro, principalmente los aductores y rotadores del hombro y de la musculatura pectoral. Posiblemente provocados por la excesiva predominancia lateral de un deporte como el balonmano.
Los acortamientos que se citan son un claro producto de la unilateralidad de casi todos los sujetos estudiados. Como ejemplo, en las extremidades inferiores, ha sido en el lado izquierdo donde se ha detectado el mayor grado de dismetría, ya que es este lado el que proporciona y soporta la carga de salto en los sujetos diestros. Por contra, en las extremidades superiores se han identificado descompensaciones pronunciadas en el lado derecho.
El estudio revela acortamiento muscular relacionado directamente con el uso y movimiento de dichas zonas musculares, que deberá ser corregido mediante una reestructuración de la planificación y una mejora en el trabajo de la flexibilidad.
Referencias bibliográficas.
Ahonen, J. (2001). Kinesiología y anatomía aplicada a la actividad física. Barcelona: Ed. Paidotribo.
Daniels y Worthingham (1981). Fisioterapia. Ejercicios correctivos de la Alineación y Función del Cuerpo Humano. Barcelona: Ediciones Doyma S.A.
Esper Di Cesare, P (2000). El entrenamiento de la flexibilidad muscular en las divisiones formativas de baloncesto. EFDeportes.com, Revista Digital. http://www.efdeportes.com/efd23a/flexib.htm.
González J.L.; Martinez, J.; Mora. M.; Salto, G y Álvarez, E. (2004). El dolor de espalda y los desequilibrios musculares. Revista internacional de medicina y ciencias de la actividad física y del deporte 13, 14-19. http://cdeporte.rediris.es/revista/revista.html. (Consulta 10/03/2007)
González, J.L. (2002). Trabajo de la flexibilidad en educación primaria y secundaria: prevención de descompensaciones musculares. Comunicación. Madrid: II Congreso de Ciencias del Deporte, I.N.E.F.
Hidalgo, E. (1993). Técnicas de stretching para la kinesiología. La E.F. y las artes del movimiento. Santiago de Chile: Universidad de Chile.
Kendall, H.O.; Kendall, F.P. y Wadsworth, G.E., (1985). Músculos, pruebas y funciones. Barcelona: JIMS.
Lesmes, J. (1996). Test de movilidad articular y examen muscular de las extremidades. Barcelona: Médica Panamericana.
Liebenson, C. (1999). Manual de Rehabilitación de la Columna Vertebral. Badalona: Paidotribo.
Morehouse, M. (1986). Fisiología del Ejercicio, 9ª Edición. Madrid: El Ateneo.
revista
digital · Año 13 · N° 125 | Buenos Aires,
Octubre de 2008 |