Gabino Arzola Valdés: sacrificio y voluntad se convierten en medallas | |||
Estadístico de Atletismo, Holguín (Cuba) |
Lic. Eddy Luis Nápoles Cardoso |
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Ya el pasado año, se produjo el despegue definitivo de esta especialidad, se logró el octavo lugar en el campeonato mundial de Osaka y tres atletas lograron sobrepasar la cifra de los 8 mil puntos y una mujer los 6 mil. Pero la consagración recién llegó y fue la medalla de bronce olímpica de Leonel Suárez, un hecho inusitado en el atletismo cubano. |
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 13 - N° 124 - Setiembre de 2008 |
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“Todos y cada uno de nosotros paga puntualmente su cuota de sacrificio
consciente de recibir el premio en la satisfacción del deber cumplido,
conscientes de avanzar con todos hacia el Hombre Nuevo que se vislumbra en el horizonte”.
Así con esta frase del Comandante Ernesto Che Guevara, quiero iniciar este trabajo sobre alguien que está brindando una gran cuota de sacrificio y a cambio ya ha comenzado a recibir sus premios, las medallas y la satisfacción de estar contribuyendo a la elevación del nivel cualitativo del atletismo cubano.
Leonel Suárez. Foto: granma.cubaweb.cu
Se trata del entrenador Gabino Arzola Valdés, lo conozco desde hace más de diez años, cuando ambos coincidimos en el Estadio Panamericano durante la celebración del Campeonato Panamericano de Atletismo Juvenil, él por los atletas que incluyó en el equipo cubano y yo como parte del personal técnico de dicho evento. Así, desde su querido Pinar del Río, no solo aportó atletas, sino que logró la medalla de bronce cuando su discípulo Michael Hernández se ubicó tercero en la difícil prueba de decatlón. Más este no sería el principal premio, sino solo el inicio de un camino que ya había comenzado con su trabajo en las categorías escolares y juveniles de la más occidental de nuestras provincias.
El tiempo transcurrió y Gabino brindó su colaboración por espacio de dos años en la Republica de Colombia, tierra donde también probó el sabor de las medallas, pero a su regreso a la patria, alguien con una acertada visión de futuro, lo invitó a que se incorporara al colectivo de entrenadores de la Escuela Superior de Formación de Atletas “Giraldo Córdova Cardín”, el cuartel general de la preselección nacional juvenil de atletismo. Allí, durante varios años se dedicó a la búsqueda de atletas que reunieran las condiciones idóneas para estas disciplinas -decatlón y heptatlón- innumerables fueron los recorridos por el resto del país a la caza de talento, hasta conformar un grupo de atletas capaces de sacar esas disciplinas del anonimato en que estaban.
En el año 2002 fue llamado a trabajar con el equipo nacional y allí como se dice “remendando” algunos atletas ya veteranos, logró dos medallas de bronce, una en cada sexo, en los Juegos Panamericanos de Santo Domingo. Pero ahí no quedaría todo. Ardua fue su labor en la consecución de la estrategia a seguir en cada especialidad, hubo que variar conceptos y actualizar los sistemas de preparación, también tuvo que dedicarle tiempo a la autopreparación para poder asumir con calidad la tarea emprendida.
Más tarde vendrían algunos resultados importantes, como fue el arribo de varios atletas a la cifra de los 8 mil puntos, cuota que solo habían logrado dos cubanos en toda la historia atlética. Eso ya era una luz en el largo camino hacia la cúspide. También destacan los subtítulos en los Campeonatos Centroamericanos de Bahamas y en los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro, así como los títulos en los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Cartagena, Colombia.
Pero aquí no quedaba todo el empeño y desvelo de este pinareño, fueron muchas noches de insomnio, sacando cuentas, de como irle restando centésimas al cronómetros y como sumarles centímetros a los saltos y lanzamientos.
Ya el pasado año, se produjo el despegue definitivo de esta especialidad, se logró el octavo lugar en el campeonato mundial de Osaka y tres atletas lograron sobrepasar la cifra de los 8 mil puntos y una mujer los 6 mil. Pero la consagración recién llegó y fue la medalla de bronce olímpica de Leonel Suárez, un hecho inusitado en el atletismo cubano.
Suárez que ya había despuntado desde su paso por los juveniles, en este año 2008 dio el gran salto, implantando tres récords nacionales, primero acumuló 8366 puntos en el selectivo mitin de Götzis, donde fue cuarto, después gano el no menos prestigioso evento de Ratingen con 8451, para cerrar con ese excepcional 8527 que le valió el tercer lugar en los Juegos Olímpicos de Beijing, lo cual hace realidad el sueño de Gabino de ir escalando peldaños en esta disciplina que es patrimonio casi absoluto de los países desarrollados.
Estamos seguros que otras preseas más llegaran, ya los sacrificios y la voluntad de Gabino Arzola van formando los nuevos decatlonistas cubanos y recibiendo ese premio del que hablaba el Che en su famosa frase.
revista
digital · Año 13 · N° 124 | Buenos Aires,
Setiembre de 2008 |