Unidad didáctica de iniciación al voleibol para chicos y chicas de 4º de Enseñanza Secundaria Obligatoria (15-16 años) |
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*IES
Joan Ramon Benaprès, Sitges
**IES Camí de Mar, Calafell (España) |
Antonio Tinajas Ruiz* José Tinajas Ruiz** |
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Resumen Se describe el contenido de una unidad didáctica para iniciar en la práctica del voleibol a alumnos y alumnas de 4º curso de Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO), con edades comprendidas entre los 15 y los 17 años, con un nivel de habilidad motriz muy heterogéneo Durante
la unidad didáctica se emplea una metodología centrada en el juego, de
manera que el cuerpo principal de la sesión está dividido, en general,
en dos partes: una primera parte dedicada a la práctica de juegos
modificados, y una segunda parte dedicada al juego real con modificación
del número de jugadores.
La unidad didáctica incluye también un ejemplo de reglamento
simplificado de voleibol para el alumnado, modelos de hojas de registro
de las observaciones de las habilidades técnicas y tácticas y de las
actitudes puestas de manifiesto por el alumnado durante las sesiones, y
un ejemplo de prueba para evaluar los conocimientos teóricos del
alumnado.
Palabras clave: Unidad
didáctica. Voleibol. Educación Física. Enseñanza Secundaria
Obligatoria. |
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 13 - Nº 123 - Agosto de 2008 |
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“El error cometido con más frecuencia por los adultos que intentan ayudar a los niños a desarrollar una habilidad deportiva es el de eliminar el placer (...). El segundo error más frecuente es el de enseñar a un niño a tirar, atrapar o lanzar una pelota de la misma manera que una persona hábil. Eso es totalmente imposible (...). La idea de que los niños han de aprender a hacer las cosas bien desde el principio porque las malas costumbres son difíciles de cambiar es, probablemente, uno de los mitos más peligrosos del aprendizaje de las habilidades deportivas”
.Smith (1990): “Favoriser le dévelopement de l’enfant par le biais du jeu et du sport” en Science du Sport, 10 (7): B-1
1. Presentación
La unidad didáctica que os presento tiene como objetivo iniciar en la práctica del voleibol a alumnos y alumnas de 4º de Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO). Supondremos que el grupo-clase es de unos 24 alumnos, de edades comprendidas entre los 15 y los 17 años. En general, el dominio de las habilidades motrices básicas de los chicos es regular-bueno (aunque muy heterogéneo), pero el de las chicas es regular-malo. Estas últimas suelen exhibir, en general, un comportamiento estático y poco participativo que resta fluidez y dinamismo al juego.
2. Objetivos
En relación con los objetivos, su elección es el resultado de la toma en consideración de tres circunstancias:
. Así, el análisis sosegado de qué podemos enseñar a los alumnos que tenemos en clase, que no han escogido aprender voleibol, nos lleva a excluir el aprendizaje de elementos técnicos como el remate de los objetivos de esta unidad didáctica. En efecto, para poder rematar es necesario ser capaz de golpear el balón por encima de la red, disponer de una aceptable coordinación dinámica general y recibir un buen pase de un compañero de juego. Y todo esto es complicado cuando juegan chicos y chicas juntos (la red, o está demasiado alta para unas o demasiado baja para otros y la coordinación dinámica general de nuestras alumnas es, en general, mala). Si juegan separados, entonces las chicas tienen el problema de carecer de jugadoras con un dominio técnico suficiente de los pases de antebrazos y de dedos como para elaborar jugadas que pueda concluir con un remate.
La naturaleza de lo que han de aprender los alumnos en relación con la iniciación al deporte del voleibol
. Efectivamente, si priorizamos el juego como catalizador de aprendizajes técnicos y tácticos, los alumnos han de participar en él y han de sentirse miembros de un equipo que aúna sus esfuerzos para lograr una meta común. Por lo tanto, la asistencia a clase será fundamental, como también lo será la actitud participativa durante el juego. La utilización de una metodología centrada en el juego
(ESO). La iniciación deportiva en el ámbito extraescolar no tiene nada que ver con la iniciación que se produce en el 2º ciclo de la Enseñanza Secundaria Obligatoria: chicos y chicas juntos, un 40% de los cuales pueden ser repetidores y con niveles de motivación para la práctica deportiva muy heterogéneos (otra cosa sería si estuviéramos hablando de la escuela Primaria o de 1º de ESO). Así, algunas de las situaciones que son impensables en un club deportivo (que los jugadores o las jugadoras lleguen tarde a los entrenamientos, que falten a la mitad de las sesiones, que no lleven ropa deportiva, que no hagan caso al entrenador o busquen cualquier excusa para sentarse en las gradas a observar el juego de sus compañeros, etc.), su modificación constituye el cuerpo central de los objetivos educativos en buena parte de las aulas de 4º de ESO. Y, al contrario, aquellos objetivos que constituyen el núcleo central en la iniciación deportiva extraescolar (ducharse después de cada sesión, alcanzar una buena condición física o ser eficaces técnica y tácticamente en la competición) serían inalcanzables si se plantearan en algunos ámbitos educativos. El ámbito en el que se produce el proceso de enseñanza/aprendizaje: centro educativo y último curso de la Enseñanza Secundaria Obligatoria
Obviamente, la explicación de ese comportamiento hay que buscarla en la voluntariedad del aprendizaje: a un club deportivo va quien quiere aprender y practicar un deporte concreto, y en el instituto te toca aprender te guste o no. Aunque esta situación de falta de motivación de nuestro alumnado por aprender, aunque sea jugando, no sea dramática (quizás es algo nuevo para nosotros, pero es algo consustancial con la generalización de la educación obligatoria hasta los 16 años, como han tenido ocasión de conocer desde hace tiempo nuestros colegas de algunos países europeos (Piéron, 1988: 185-189)), hay que contemplarla a la hora de decidir qué enseñamos y cómo lo hacemos.
En consecuencia, los objetivos que se citan a continuación son los mínimos irrenunciables. Por lo tanto, el alumnado, al acabar la unidad didáctica, ha de ser capaz de:
Ejecutar con corrección durante el juego real tres de los cuatro principales gestos técnicos del voleibol: El saque con mano baja, el golpe de antebrazos y el pase de dedos.
Cooperar con el resto del equipo para obtener objetivos comunes.
Conocer los aspectos más importantes del reglamento de voleibol.
Valorar las consecuencias que puede tener para la salud el incumplimiento de algunos aspectos del reglamento: tocar la red, golpear la pelota dentro del campo contrario, invadir el campo contrario, utilizar gafas durante el juego, etc.
Identificar las características del calzado deportivo que pueden prevenir patologías como la tendinitis del tendón de Aquiles o los dolores lumbares como consecuencia de los saltos repetidos.
Conocer la influencia de la intensidad y la frecuencia del ejercicio en el origen, la prevención y la reducción de las molestias de las agujetas.
Conocer las medidas que facilitan la termorregulación del cuerpo durante la práctica del voleibol en sitios cerrados.
Aceptar y respetar las diferencias individuales.
Cuidar el material colectivo.
Respetar las normas del voleibol.
Respetar al adversario y a los miembros del propio equipo.
Esforzarse por superar las dificultades personales.
Aceptar positivamente las correcciones del profesorado.
Asistir con puntualidad a las sesiones.
Asistir a las sesiones con la indumentaria adecuada.
3. Contenidos
3.1. Conceptos
Resumen del reglamento de voleibol.
Un set (excepto el decisivo 5º set) lo gana el equipo que primero anota 25 puntos con una ventaja mínima de dos. En caso de empate 24-24, el juego continúa hasta que se consigue una ventaja de dos puntos (26-24, 27-25, etc.). |
El encuentro lo gana el equipo que consigue ganar dos sets (cuando el partido se juega a tres sets), o tres sets (cuando el partido es a cinco sets). En este último caso, si se da un empate 2-2, el set decisivo (el 5º) se juega a 15 puntos con una ventaja mínima de dos puntos. |
Debe de haber siempre seis jugadores en juego por equipo. |
Cuando el equipo receptor gana el derecho a sacar, sus jugadores rotan una posición en el sentido de las agujas del reloj. El orden de rotación debe mantenerse a lo largo del set. Al comenzar un nuevo set, los jugadores pueden adoptar la distribución que deseen. |
El balón es "dentro" cuando el contacto de la pelota con el suelo se produce dentro del campo incluidas las líneas de delimitación. El balón es "fuera" cuando el contacto de la pelota con el suelo se produce completamente fuera de las líneas de delimitación. |
Cada equipo debe jugar dentro de su propio campo. El balón puede, sin embargo, ser recuperado desde más allá de su campo. |
El balón puede tocar cualquier parte del cuerpo (cabeza, pie, etc.). Debe ser golpeado, no retenido y/o lanzado. |
Un balón que cruza la red puede tocarla. También si se trata del saque. |
En el momento del golpe de saque, o del despegue para un saque en suspensión, el sacador no debe tocar la cancha (incluida la línea de fondo). Está prohibido bloquear el saque del adversario. |
En cada set, cada equipo tiene derecho a un máximo de dos tiempos muertos para descanso. Pueden realizarse sustituciones. |
Un jugador golpea la pelota dentro del campo contrario o bloquea la pelota también dentro del campo contrario antes de que el otro equipo finalice la jugada. |
Si dos o más faltas son cometidas sucesivamente, sólo se tiene en cuenta la primera. |
Si dos o más faltas son cometidas simultáneamente por los dos adversarios, se comete una doble falta y la jugada se repite. |
14. La consecuencia de una falta es la pérdida de la jugada:
|
Los riegos para la salud como consecuencia del incumplimiento de las reglas del juego, del uso de material deportivo inadecuado o de una hidratación insuficiente.
Las agujetas. Qué hacer para no tenerlas, o para disminuir sus molestias.
3.2. Procedimientos
Práctica de ejercicios de calentamiento.
Práctica de juegos destinados a adquirir los elementos técnicos y tácticos del voleibol.
Práctica del juego del voleibol con número creciente de jugadores por equipo.
Contestación de cuestionarios sobre las reglas de juego.
3.3. Actitudes
Colaboración con el resto del equipo para lograr objetivos comunes.
Valoración de las propias capacidades hacia la práctica de ejercicio físico.
Aceptación y respeto de las diferencias individuales.
Concienciación de la necesidad de utilizar calzado y ropa adecuada para la práctica de ejercicio físico.
Valoración de la práctica como medio de aprendizaje motor.
Preocupación por no estropear el material y las instalaciones colectivas.
Interés por participar en recoger el material colectivo.
Respeto de les normas del voleibol.
Actitud respetuosa hacia el adversario i hacia los miembros del propio equipo.
Aceptación positiva de les correcciones del profesorado.
Valoración de la importancia de la asistencia con puntualidad a les sesiones.
Adquisición de hábitos higiénicos: cambiarse de ropa, ducharse. (Se da la situación paradójica de que, si todos quisieran cambiarse y ducharse, se colapsarían las clases, porque en los vestuarios caben con dificultad 30 personas, 15 en el de los chicos y 15 en el de las chicas. Y ocurre con frecuencia que coinciden a la vez dos clases que acaban y cuatro que empiezan; en total, unos 150 alumnos).
4. Actividades y criterios para la evaluación
4.1. Evaluación inicial
Al principio de la primera sesión, el profesor divide el grupo en dos. Mientras medio grupo realiza pases de dedos y de antebrazos, el otro medio grupo juega un partidillo de voleibol. Pasados 5 ó 10 minutos, se alternan la tarea. También podemos optar porque se jueguen sendos partidos. Al final, el profesor tiene una idea bastante acertada del grado de dominio de los gestos técnicos básicos que tienen, en general, sus alumnos, y si hay alguno que exhibe una habilidad mayor que los demás.
4.2. Evaluación formativa
Durante la mayoría de las sesiones, utilizaremos el juego en condiciones reales (empiezan por competiciones 2x2, para pasar a 3x3, 4x4 y, finalmente, 6x6) durante las cuales evaluaremos el grado de dominio técnico y táctico que van alcanzado nuestros alumnos. Para ello utilizaremos una hoja de registro en la que tomaremos nota del número de ocasiones en que realizan (correctamente o no) acciones como: sacar, recibir con los antebrazos, efectuar un pase con los dedos a un compañero, pasar el balón con los dedos al campo contrario, bloquear, rematar, desplazarse para golpear el balón, reaccionar con rapidez ante las incertidumbres que se produzcan durante el juego y elegir la jugada más adecuada en cada momento. También observaremos toda una serie da actitudes relacionadas con los objetivos previstos, por ejemplo: cumple las reglas de juego, es respetuoso con sus compañeros y con los del equipo contrario, toma iniciativas para mejorar la cooperación entre los miembros del equipo, se preocupa del material, hace caso de las indicaciones del profesor, etc.
Las observaciones se hacen constar en una hoja de registro en la que aparece un listado de los alumnos (en el eje de abscisas) y una relación de las habilidades técnicas y tácticas y de las actitudes que han de ser observadas (en el eje de ordenadas). A mediada que éstas se produzcan, se va anotando B (bien) o M (mal) según sea la naturaleza de la ejecución (tabla1). Cuando se trate de mostrar o no ciertas actitudes, puede ponerse S (sí) o N (no) (tabla 2).
Alumnos
Acciones técnicas y tácticas |
José Pérez |
Antonio Martín |
|||||
sesión 1-5 |
sesión 6-10 |
sesión 11-15 |
sesión 1-5 |
sesión 6-10 |
sesión 11-15 |
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Saque |
Mano baja |
BBMB |
|||||
Tenis |
MMMM |
MBMBMM |
BMBBBB |
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Recepción de antebrazos |
BBBB |
||||||
Pase de dedos |
Al campo contrario |
BBBB |
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Al compañero |
M |
||||||
Remate |
MM |
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Bloqueo |
MMM |
||||||
Apoya al compañero en situaciones difíciles |
MMB |
||||||
Efectúa una elección táctica (Finta, pase de dedos al hueco, pase al compañero adecuado...) |
MMBM |
Tabla 1. Registro de la corrección de las acciones técnicas y tácticas puestas de manifiesto durante el juego real (B=Bien; M=Mal).
Pasadas las primeras sesiones, se pasa un cuestionario a los alumnos para que lo contesten en casa utilizando el resumen del reglamento que se les entrega al comienzo de la unidad didáctica. Para evitar que unos se aprovechen del esfuerzo de otros, el cuestionario se les entrega al final de la jornada y han de devolverlo contestado antes de que empiece la primera clase del día siguiente.Alumnos
Comportamientos |
Julio Soler |
Sara Ruiz |
Óscar Leal |
Cumple las reglas de juego (Sólo si no las cumple) |
NN |
N |
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Pide el balón (sólo cuando sí lo pide) |
SSSS |
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Toma iniciativas para mejorar la cooperación entre los miembros del equipo (Sólo cuando sí las toma) |
SS |
||
Se esfuerza por cumplir las indicaciones del profesor |
SS |
NN |
|
Es respetuoso con los demás (Sólo si no lo es) |
NNN |
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Es cuidadoso con el material colectivo/ Se preocupa |
N |
Tabla 2. Registro de comportamientos puestos o no de manifiesto durante las sesiones (S=Sí; N=No)
4.3. Evaluación sumativa
La evaluación sumativa del grado en que ha alcanzado nuestro alumnado los objetivos previstos se hará mediante una valoración global de toda la información acumulada a lo largo de las 15 sesiones (la hoja de observación o de registro que muestra la tabla 1 nos dan dos tipos de información: cómo lo ha hecho el alumno a lo largo de la unidad y cómo ha ido evolucionando). Los alumnos contestan en la última sesión un cuestionario para poder saber qué es lo que conocen del reglamento (tabla 3).
Para aquellos que prefieran ponderar la importancia de los diferentes objetivos, sugiero la utilización de los siguientes porcentajes:
Objetivos relativos a conceptos (20%),
Objetivos relativos a procedimientos (60%),
Objetivos relativos a actitudes (20%).
Indica si es verdad (V) o falso (F) lo que se expresa a continuación. Ten mucho cuidado pues, en este tipo de respuesta (V/F), a los aciertos se le restan los errores. Si una respuesta no la conoces con seguridad, es mejor que la dejes en blanco. | ||
Nº |
V/F |
Pregunta |
1 |
Cuando un equipo recupera el saque, y es la primera vez que lo hace en un juego o set, no ha de rotar. |
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2 |
Después del saque, el equipo que recibe la pelota puede enviarla directamente al campo contrario con el primer golpe. |
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3 |
Tras el sorteo, puede ocurrir que un equipo que ha escogido saque, además, empiece sacando. |
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4 |
Si un jugador envía la pelota a la red con el segundo toque del equipo, sus compañeros todavía pueden continuar la jugada mientras la pelota no toque el suelo. |
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5 |
Una pelota puede ser golpeada dentro del campo contrario sólo si los adversarios han acabado la jugada. |
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6 |
Una pelota nunca puede ser tocada dentro del campo contrario, aunque los adversarios hayan acabado la jugada. |
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7 |
Una persona no puede golpear en ningún caso la pelota dos veces de forma consecutiva. |
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8 |
Una persona no puede tocar en ningún caso la pelota dos veces de forma consecutiva. |
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9 |
Un jugador del equipo A remata y bloquea un jugador del equipo B. La pelota cae del lado del equipo B, pero fuera de su campo. Es falta del equipo A |
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10 |
Un jugador puede salir de su campo para intentar jugar una pelota |
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Nota final: aciertos – errores = |
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Las respuestas correctas las puedes encontrar en: http://iessitges.wikispaces.com > E. Física > Espai d’Antonio Tinajas. |
Tabla 3. Modelo de prueba teórica sobre el reglamento del voleibol
5. Estructura tipo de una sesión
Las clases son de 55 minutos. Los alumnos disponen de los 5 minutos de cambio de clase y 5 minutos más para cambiarse de ropa (teniendo en cuenta el espacio disponible en los vestuarios, la mayor parte no se cambia y vienen de casa en chandal, pero hay que respetar el derecho a cambiarse de los que sí quieren hacerlo y pueden). Cuando finaliza la sesión, el alumnado dispone de 10 minutos de la clase de Educación Física y 5 minutos del cambio de clase para ducharse y regresar a su aula.
El resto de la sesión tiene siempre una estructura similar:
Unos 5 minutos de calentamiento en los que los alumnos realizan un poco de carrera continua acompañada de circunducciones de los brazos, ejercicios de estiramiento de los músculos flexores de los dedos, extensores del codo y del hombro, y extensores de la rodilla y del tobillo. También efectúan semiflexiones de brazos tendido prono, ya sea con las palmas apoyadas en el suelo, ya sea apoyando las yemas de los dedos. Finalmente, realizan unos pases de dedos y de antebrazo por parejas.
Tras el calentamiento, empleamos unos 15 minutos de juegos adaptados que, cuando llegue el momento, serán complementados de vez en cuando con ejercicios técnicos para los alumnos menos aventajados.
Finalmente, empleamos 25 minutos en competir. Empezaremos con partidos dos contra dos, después efectuaremos partidos tres contra tres, cuatro contra cuatro y, finalmente, seis contra seis.
Acabamos la sesión con 5 minutos de estiramientos de los principales grupos musculares involucrados en la sesión
6. Orientaciones metodológicas
Uno de los objetivos de la educación física es despertar el gusto por la actividad física de manera que la persona experimente la necesidad de llevarla a cabo fuera del horario escolar, o durante el tiempo de ocio una vez alcanzada la edad adulta.
Si las clases de educación física representan para el individuo un conjunto de experiencias gratas, es probable que asuma la realización de ejercicio físico de forma voluntaria. Si, por el contrario, las clases constituyen una experiencia tediosa y falta de significado, es bastante probable que nuestros alumnos no quieran tener nada que ver con las actividades que les propone la escuela, tanto dentro de ella como fuera. De ahí que, de las diferentes formas de enseñar las habilidades deportivas hay que utilizar aquellas que mejor se adaptan a las características del grupo y que les permite disfrutar de la actividad como si se tratara de un juego. Si no conseguimos hacerles disfrutar va a ser difícil que mantengan la motivación para aprender, especialmente las personas menos habilidosas.
La manera en que se lleva acabo la iniciación deportiva tiene una doble consecuencia para el aprendiz: en primer lugar, determina el nivel de motivación con que apronta el aprendizaje de las nuevas habilidades; en segundo lugar, condiciona la práctica del deporte aprendido en el tiempo de ocio de su futura vida de adulto.
Para afrontar el proceso de enseñanza-aprendizaje de los deportes se emplean, en la práctica, dos métodos muy diferentes. El primero de ellos sigue el esquema tradicional basado en la repetición de ejercicios aislados que progresan en dificultad y que han de llevar al alumno al dominio de los fundamentos técnicos del deporte para, a continuación, desarrollar los aspectos tácticos individuales y colectivos. El segundo de los métodos invierte el proceso, que parte del aprendizaje de los aspectos tácticos que se produce durante la práctica del juego real o ligeramente modificado. En este segundo método, los fundamentos técnicos se adquieren mientras se practican las formas jugadas y sólo se ejercitan de forma aislada cuando el alumno ve la necesidad de ello.
La comparación de los resultados de ambos métodos no da diferencias significativas salvo en un aspecto que, a la postre, es trascendental: la motivación para aprender. La mayor motivación para aprender que genera el empleo de formas jugadas favorece el aprendizaje, especialmente el de los alumnos menos aventajados y más proclives al desánimo, y aumenta la probabilidad de que todos, en general, practiquen fuera de la escuela el deporte aprendido.
En consecuencia, creo que la mejor opción para la enseñanza de los deportes pasa por (Tinajas, 2001):
Una combinación de diferentes planteamientos metodológicos (enseñanza técnica, enseñanza basada en la táctica a través del juego modificado y enseñanza centrada en la técnica por medio del juego real) que tenga en cuenta aspectos como el deporte que estamos enseñando, la naturaleza de la técnica o de la táctica objeto de aprendizaje, la capacidad para motivar que nos ofrece cada método en cada fase del proceso de aprendizaje, las características de nuestros alumnos, los medios de que disponemos, etc.
Rentabilizar al máximo la motivación para el aprendizaje que genera la práctica de juegos modificados o del propio deporte.
Este planteamiento es especialmente útil en el ámbito educativo, pero todavía lo es más en el último curso de la ESO debido a la enorme heterogeneidad que suele tener el grupo como consecuencia de diferencias en:
Los aprendizajes alcanzados hasta 3º de ESO.
La participación en actividades extraescolares.
Los niveles de interés y en las expectativas.
El desarrollo morfológico (resultado de la variabilidad en la maduración) y en las características físicas.
La situación familiar, social y afectiva.
Además, en 4º de ESO coinciden los alumnos que promocionan de 3º (para muchos de los cuales el voleibol es un deporte nuevo), con los repetidores de 4º, cuya proporción oscila entre el 30% y el 50% según los grupos, y que ya tienen cierto dominio del voleibol (también en ese dominio existe mucha heterogeneidad). La consecuencia de este conjunto de circunstancias que suelen caracterizar el grupo-clase es la imposibilidad de retrasar la introducción del juego real (para ellos, un partido 2x2 ya es un partido de voleibol).
Como solución, planteo dividir el cuerpo principal de la sesión en dos partes:
Una primera parte dedicada a la práctica de juegos modificados. Los alumnos son distribuidos en grupos heterogéneos en cada uno de los cuáles haya una proporción idéntica de alumnos aventajados que garanticen un elevado tiempo de práctica motriz. A medida que avancemos en la unidad didáctica y empiecen a ponerse en evidencia las diferencias de nivel entre unos y otros, se ofrecerán actividades diferentes de manera que los menos aventajados no se encuentren con incrementos de dificultad demasiado bruscos. En estos casos, suele ser conveniente introducir en estos grupos algún alumno aventajado que dé fluidez al juego y oriente la actividad de los compañeros.
Una segunda parte dedicada al juego real con modificación del número de jugadores (se trata, en definitiva de un juego modificado que es visto por los alumnos como juego real). Empezaremos con partidos dos contra dos, después efectuaremos partidos tres contra tres, cuatro contra cuatro y, finalmente, seis contra seis. Esta segunda parte de la sesión es evaluada sistemáticamente en relación con el comportamiento técnico y táctico del alumno mediante anotaciones en la hoja de registro (tabla 1).
La actitud del profesor durante la práctica de los juegos modificados (o de los partidos con un número reducido de jugadores, o no) irá encaminada a provocar en los alumnos el descubrimiento guiado de los principios tácticos del juego, animando el análisis y la reflexión de las diferentes situaciones que se originan para detectar los errores y propones soluciones Se trata de que el alumno vea la necesidad de principios tácticos como:
Enviar el balón a los espacios libres.
Apoyar el juego de los compañeros en las situaciones comprometidas.
Neutralizar espacios para evitar que puntúe el contrario.
Bloquear
Cubrir por detrás al jugador que bloquea frente a una posible finta.
Utilizar la colocación inicial de los jugadores para obtener el máximo provecho de sus habilidades y de sus carencias.
Minimizar el riego de error, lo que les debe llevar a colocarse en la esquina derecha, cuando se saca de lado, o a colocarse en medio cuando se desvía aleatoriamente la pelota hacia la derecha o hacia la izquierda.
Aprovechar las limitaciones de algunos jugadores del equipo contrario (descoordinación y dificultades técnicas en la recepción, baja estatura y/o capacidad de salto en la red, etc.).
Establecer pautas de comunicación entre los compañeros que resulten eficaces.
El mismo proceso puede ser útil para modificar, a partir de la reflexión, la ejecución incorrecta de los gestos técnicos. Así:
En relación con el golpe de dedos, el alumno ha de comprender la conveniencia de recibir el balón con los brazos flexionados o de separar convenientemente los codos.
En relación con el golpe de antebrazos, la reflexión ha de hacer ver la importancia de que la superficie de contacto sea plana y cómo puede utilizarse para dirigir el balón.
En relación con el saque con mano baja, las soluciones alcanzadas (que, en general, tendrán que ver con la zona del brazo con la que se golpea) deberán garantizar en primer lugar un saque válido, y en segunda instancia un saque difícil de devolver.
Aquellos alumnos que no sean capaces de alcanzar un dominio básico de los gestos técnicos a medida que avanza la unidad, dedicarán un cierto tiempo a practicarlos de forma aislada del contexto de juego. Se trata de que el profesor pueda dedicarles mayor atención ofreciéndoles el conocimiento de los resultados adecuado y que incrementen el tiempo de práctica motriz. (En igualdad de condiciones, los alumnos más flojos pueden llegar a realizan un 25% de tiempo de práctica motriz menos que el resto de los alumnos. Esta diferencia es especialmente marcada en el voleibol (Piéron, 1988: 90-91)).
Al principio de la unidad, se facilita al alumnado una copia del resumen del reglamento y se les explica cuál es el objetivo del juego: hay que intenta que la pelota toque el campo contrario o que sea enviada fuera de los límites del terreno de juego por los jugadores del otro equipo. Para ello:
Un jugador no puede tocar el balón dos veces de forma consecutiva (sí de forma alterna).
El equipo puede dar un máximo tres golpes para intentar enviar el balón al otro campo.
El balón puede ser golpeado con cualquier parte del cuerpo, siempre que el golpe sea seco y no se acompañe o empuje el balón.
No se puede tocar la red.
El resto de las reglas de la competición se van recordando siempre que los lances del juego invitan a ello, especialmente cuando surge el conflicto de opiniones. En cuanto a otros contenidos relativos a conceptos, son impartidos por el profesor durante la clase, en coincidencia con la práctica de las diferentes actividades. Por ejemplo, hablamos de las consecuencias que suelen acarrear los saltos repetidos e insistimos en la necesidad de utilizar unas zapatillas adecuadas en capacidad amortiguadora y altura de la talonera; o del riesgo de lesión por colisión cuando algún alumno no pone demasiado interés en evitar chocar contra la red, etc.
Respecto a la posibilidad de llevar a cabo de forma regular otras actividades orientadas al análisis y la reflexión colectiva, así como la utilización de instrumentos para la autoevaluación y la coevaluación (Velázquez, 1997), puede verse que he optado por excluir todo aquello que limita el tiempo de práctica motriz que, al final, acaba perjudicando siempre más a los alumnos menos aventajados. Así, creo que es preferible que el profesor pare un juego durante dos minutos para solicitar una opinión crítica de un grupo de alumnos y una propuesta de solución para el error detectado, que tener a la mitad del grupo-clase observando (con unas limitaciones que van a ser determinantes a la hora de obtener un beneficio para el propio alumno) a la otra mitad del grupo. La responsabilidad de corregir los errores mediante la correcta utilización del feedback debe recaer en quien realmente tiene la capacidad, la responsabilidad y la voluntad de hacerlo: el profesor. Además, el método de enseñanza propuesto no impide que el alumno que lo desee autoevalúe su comportamiento motriz y él de los demás, sea crítico con ese comportamiento e intente adoptar soluciones.
Como alternativa propongo:
Grabar en vídeo algunas sesiones y después seleccionar unos fragmentos que recojan los errores técnicos y tácticos que se cometen con mayor frecuencia. Media sesión de clase o la sesión del día que llueve puede ser suficiente para efectuar una evaluación crítica en grupo de ciertos comportamientos.
Utilizar el tiempo de espera en alguna actividad alternativa (por ejemplo, el juego 15) para analizar los errores (o los aciertos) técnicos y de organización del grupo que participa en el juego.
Durante los partidos 2x2, 3x3, 4x4 o 6x6, acostumbrar a los alumnos a establecer tiempos muertos para analizar los errores que están cometiendo y proponer soluciones.
Por último, en relación con la distribución temporal de las actividades y su distribución dentro de la sesión, he seguido algunos criterios tendentes a aprovechar al máximo el tiempo de práctica motriz, como por ejemplo:
Utilizar juegos con reglas sencillas.
Emplear variantes de los juegos conocidos.
Iniciar las sesiones con juegos conocidos o de escasa complejidad.
Dar cierta coherencia a la evolución en los reagrupamientos de alumnos: pasar de grupos de 3 a grupos de 6, o de grupos de 2 a grupos de 4, y no al revés.
Fijar desde las primeras sesiones la composición de los grupos de 6 que participarán en los juegos para los que se requieren 6 alumnos o en los partidos 6x6. La composición de los grupos será siempre la misma, salvo que sean reestructurados para lograr la máxima igualdad entre los grupos.
7. Distribución temporal de las actividades
Sesión nº 1
Explicación de los objetivos de la unidad didáctica y de los criterios de evaluación.
Entrega de un resumen escrito del reglamento de voleibol y explicación de las dudas que planteen los alumnos en relación con el sentido del juego.
Calentamiento.
Evaluación inicial. El profesor divide el grupo en dos. Durante el resto de la sesión, juegan sendos partidos. Al final de la clase, el profesor pregunta a los alumnos por el grado de conocimiento teórico y práctico que tienen del voleibol.
Sesión nº 2
Calentamiento.
Juego 1
Juego 2
Juego 3
Partido 2x2.
Sesión nº 3
Calentamiento.
Juego 4
Juego 5
Juego 6
Partido 2x2.
Sesión nº 4
Calentamiento.
Juego 7
Juego 8
Juego 9
Juego 10
Partido 2x2.
Sesión nº 5
Calentamiento.
Juego 7
Juego 11
Juego 12
(puede intentar los pases hacia atrás). Al poco tiempo, el jugador central es sustituido por otro.
Juego 13
Partido 3x3.
Sesión nº 6
Calentamiento.
Juego 14
Juego 15
Partido 3x3.
Sesión nº 7
Calentamiento.
Juego 16
Juego 17
Juego 18
Partido 3x3.
Sesión nº 8
Calentamiento.
Juego 17
Juego 19
Juego 20
Partido 4x4
Sesión nº 9
Calentamiento.
Juego 19: Juego por parejas, de los tres golpes. Un jugador lanza el balón a su pareja que lo levanta con un GA, se hace un nuevo autopase con un GD y finalmente remata de tenis a los brazos de su compañero, que repite el proceso
Juego 14
Partido 4x4.
Sesión nº 10
Calentamiento.
Juego 19
Juego 21
Juego 4
Partido 4x4.
Sesión nº 11
Calentamiento.
Juego 22
Juego 20
Juego 21
Partido 6x6.
Sesión nº 12
Calentamiento.
Juego 23
Juego 24
Partido 6x6.
Sesión nº 13
Calentamiento
Juego 16
Juego 25
Juego 26
Partido 6x6
Sesión nº 14
Calentamiento.
Juego 5
Juego 7
Liguilla de partidos 6x6. En dos pistas, juegan una liguilla entre los 4 grupos. Los partidos se juegan a un set de 15 puntos. El primero en llega a 15 gana. El profesor apunta las victorias y el tanteo.
Sesión nº 15
Prueba teórica.
Liguilla de partidos 6x6. En dos pistas, juegan una liguilla entre los 4 grupos. Los partidos se juegan a un set de 15 puntos. El primero en llega a 15 gana. El profesor apunta las victorias y el tanteo.
8. Ejercicios y juegos de refuerzo para los alumnos menos habilidosos
Ejercicios y juegos que pueden ser empleados con aquellos alumnos y aquellas alumnas que tengan dificultades para realizar con una mínima corrección los gestos técnicos básicos: golpe de dedos, golpe de antebrazos y saque con mano baja.
Ejercicio 1
Ejercicio 2
Ejercicio 3
Ejercicio 4
Ejercicio 5:
Ejercicio 6
Juego 5
Juego 6
Juego 7
Juego 17
Juego 19
Juego 20
Bibliografía
Piéron, M. (1988): Pedagogía de la Actividad Física y el Deporte. Junta de Andalucía/Unisport. Málaga.
Tinajas, A (2001: “El deporte y su iniciación en la edad escolar”. Revista d’educació física (Ed. impresa), 3 (2): 5-34
Velázquez, R. (1997): "Aprendizaje autónomo y aprendizaje cooperativo en la iniciación deportiva: una aproximación didáctica basada en la autoevaluación y la coevaluación" en Revista Española de Educación Física y Deportes, nº 4, 22-34.
revista
digital · Año 13 · N° 123 | Buenos Aires,
Agosto de 2008 |