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Percepción del riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual y el VIH SIDA, en estudiantes de la Escuela Internacional de Educación Física y Deportes

 

Profesora de Bioquímica del Ejercicio y Fisiología de la Actividad Física

Dpto. de Ciencias Aplicadas de la Escuela Internacional de Educación Física y Deportes

Master en Salud Ambiental y profesora adjunta de la Universidad de la Habana

MSc. Leticia Centelles Badell

leticia.centelles@gmail.com

(Cuba)

 

 

 

Resumen

          Se realiza una investigación de tipo cualitativa descriptiva, con el propósito de estimar la percepción del riesgo de contraer Infecciones de Transmisión Sexual y el VIH SIDA en estudiantes de la Escuela Internacional de Educación Física y Deporte, en el año 2008, obteniéndose la información a partir de la aplicación de entrevistas a profundidad a 46 estudiantes de 3er y 4to años mediante la técnica cualitativa de grupos focales, como forma de búsqueda de consenso. Se indagó acerca de las variables: Conocimientos generales y actitudes frente al SIDA, edad de las primeras relaciones sexuales, conducta sexual de riesgo, vulnerabilidad, medidas preventivas para disminuir el riesgo de infección y consecuencias sociales del SIDA. Los resultados obtenidos muestran que existe una baja percepción de riesgo entre los estudiantes dada por: 1) no detectar el elevado riesgo que supone la monogamia serial y mostrarse favorables a mantener relaciones sexuales sin preservativo en esas circunstancias en mayor medida, que con una pareja ocasional; 2) percepción individual sesgada de forma optimista que no predice interés por la prevención. El riesgo de un embarazo no deseado prevalece por encima de la posibilidad de contraer la infección, por tratarse el primero de un riesgo a corto plazo y más cercano en apariencia que la posibilidad de adquirir la infección. En general se presentó una actitud favorable ante las personas que viven con VIH SIDA. Los hallazgos de baja percepción de riesgo, señalan la necesidad de priorizar la población estudiantil de la EIEFD para realizar estrategias de prevención.

          Palabras clave: VIH SIDA. Riesgo de infección. Enfermedades de transmisión sexual. Población estudiantil.

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 13 - Nº 123 - Agosto de 2008

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Desarrollo

    Las enfermedades, sobre todo aquellas que han tenido efectos epidemiológicos, han supuesto claros puntos de inflexión dentro de la historia de la humanidad. Las consecuencias que han traído consigo a nivel político, económico y social las han convertido en tema de estudio en distintos ámbitos, desde el clínico-sanitario hasta el sociológico, pasando por el económico o el filosófico. Dichos estudios ponen de manifiesto la importancia de un tema de gran vigencia debido, en gran medida, al hecho de que la enfermedad es una característica inherente al ser humano. A pesar de los indudables avances científicos alcanzados en la era actual, las enfermedades incurables siguen existiendo y causando efectos incuestionables. Una de las enfermedades que ha afectado de una manera radical a la sociedad actual ha sido el SIDA. El estigma que recae sobre los enfermos infectados por VIH está todavía patente en muchos sectores de la sociedad. La evolución actual de la epidemia pone de relieve la impotencia de las minorías ante las adversidades.

    El SIDA es uno de los más graves y principales problemas en la actualidad, al considerar su trascendencia y magnitud.

    De acuerdo con la OMS, cerca de la mitad de las nuevas infecciones ocurren en personas de 15 a 25 años (5). Sin embargo, considerando el largo período de latencia de la enfermedad, se supone que el 31.5% de los casos notificados adquirieron el virus en el período de la adolescencia y 37.8% lo hicieron en la segunda década de vida.

    La modificación del comportamiento sexual es uno de los aspectos más significativos que se debe lograr en la prevención de las ITS y dentro de ellas, la infección VIH/SIDA; sin embargo, es uno de las más difíciles de tratar por diversas razones: el sexo causa placer, procrea y dentro de su propio contexto significa poder; tiene un lenguaje mudo y se practica pero no se discute en muchas culturas del mundo. Tales riesgos están en relación con la alta prevalencia de actividad sexual sin protección, que deriva de algunos factores como: la inadecuada o ineficiente información sobre la sexualidad humana en muchas culturas, los riesgos asociados a ellas, la forma de prevenirlas y el nivel sociocultural entre otros.

    La Escuela Internacional de Educación Física y Deportes –EIEFD-, según su visión como Universidad y a partir de una cantera de jóvenes procedentes de más de 79 países de América Latina y el Caribe, Asia y África, forma profesionales, que contribuirán en su accionar como agentes de transformación social a la formación de un hombre nuevo con más salud y calidad de vida, a través de la Educación Física y el deporte. Para ello deberá contribuir a la modificación de comportamientos de riesgo y actitudes incompatibles con un óptimo estado de salud, por parte de la población de sus países de origen, entre los que se encuentra una conducta sexual irresponsable. Para lograr este objetivo y desde la misión de la Universidad, centrada en formar profesionales con una concepción humanista y solidaria, es necesario dotar al futuro profesional de los conocimientos necesarios desde el punto de vista epidemiológico y con enfoque de riesgo, todo lo relacionado con la propagación de las ITS y VIH SIDA. Sin embargo, se observan entre los estudiantes conductas y actitudes que apuntan hacia una escasa percepción del riesgo de adquirir estas enfermedades.

    Con relación a la conceptualización de la percepción del riesgo, una definición posible y bastante frecuente en la literatura respecto al riesgo percibido, es concebir este constructo como la evaluación que un sujeto hace de la probabilidad de que un evento adverso ocurra en el futuro y de sus consecuencias probables (Barrientos, 1998). Aunque a primera vista esta definición puede resultar bastante coherente, parece que lo que está sugiriendo es que los sujetos operan con probabilidades numéricas de ocurrencia de determinados eventos y de sus posibles consecuencias. Por ello, para estudiar la percepción de riesgo, se debe estudiar las creencias, actitudes, juicios, sentimientos, emociones y valores que las personas tienen o adoptan frente a los riesgos.

    Con el propósito de evaluar conocimientos, comportamientos y actitudes en torno al VIH - SIDA, así como explorar la percepción de riesgo entre los estudiantes de la EIEFD, se realizó una investigación de tipo descriptivo, durante el primer semestre del curso escolar 2007-2008.

Material y método

Clasificación de la investigación

    El presente estudio es una investigación cualitativa, realizada con la técnica de entrevistas a profundidad mediante la técnica cualitativa de grupos focales, como forma de búsqueda de consenso a 46 estudiantes de la EIEFD, estudiantes de 3er y 4to anos de la carrera, aspirantes al curso electivo “Epidemiología de las ITS y el VIH SIDA”.

Técnicas y procedimientos

    Con el propósito de conocer desde la narrativa de los jóvenes y de indagar de manera más profunda en los conocimientos, actitudes y percepción de riesgo, se aplicó como técnica los grupos focales, por permitir descubrir la lógica argumentativa utilizada en relación con la infección por el VIH - SIDA, al mismo tiempo que permite observar a varios actores sociales interactuando y elaborando en esa interacción los significados sociales relativos al tema de estudio. Se trabajó con 5 grupos focales de 8 estudiantes cada uno y 1 de 6 estudiantes, cuya composición se logró de manera aleatoria por sorteo.

Tabla I. Distribución por países de estudiantes participantes de los grupos focales. EIEFD. Curso 2007-2008

Distribución por continentes

Hombres

%

Mujeres

%

Total

África

9

19,56

7

15,2

16

Asia

5

10,86

6

13,0

11

A. Latina

6

13,0

4

8,6

10

Caribe

6

13,0

3

6,5

9

Total

26

56,5

20

43,4

46

    No se confeccionó un cuestionario con preguntas pre-establecidas, sino que se estableció un guión que sirvió de pauta para la exploración de los aspectos a estudiar y permitirle a los entrevistados que profundizaran voluntaria y arbitrariamente en el tema, indagando sobre las siguientes variables:

  • Conocimientos generales sobre el SIDA.

  • Actitudes frente al SIDA.

  • Edad de las primeras relaciones sexuales.

  • Conducta sexual de riesgo: Teniendo en cuenta- coito sin condón, cambio frecuente de pareja, sexo oral sin condón, uso de drogas inyectables.

  • Vulnerabilidad a infección por el VIH: Posibilidad de padecer la enfermedad.

  • Medidas preventivas para disminuir el riesgo de infección.

  • Consecuencias sociales del SIDA

    Concluida cada sesión de los grupos focales, se proporcionó información sobre la temática respondiendo a las dudas e inquietudes sobre el VIH- SIDA.

    Una vez obtenida la información correspondiente, se transcribió para su análisis agrupando las respuestas similares de modo de establecer categorías de análisis y determinar las ideas principales.

Ética

    Se le informó a los entrevistados que a fin de conocer la percepción de riesgo de contraer VIH SIDA en estudiantes de la EIEFD, se estaba realizando una investigación en la que habían sido seleccionados. De este modo se obtuvo el consentimiento oral de los participantes.

Resultados y discusión

    De los 46 estudiantes participantes de la investigación, 26 son hombres (56,5%) y 20 son mujeres (43,4%). La media de la edad de los estudiantes encuestados fue 22,4±0,56 años. La distribución por países es la siguiente: 16 de África (34,7%) ,11 de Asia (23,9), 10 de América Latina (21,7%) y Caribe 9 (19,5%). (Tabla I)

Conocimientos generales sobre el SIDA

    Respecto a los conocimientos generales sobre el SIDA, la totalidad de los participantes contaban con suficiente y adecuada información sobre las generalidades de la infección por VIH.

    El 100% de los jóvenes reconoció al VIH como el agente causal de la enfermedad. Todos ellos admitieron que el VIH es capaz de infectar a cualquier persona, en tanto la mayoría sabía que es una enfermedad que destruye el sistema inmunitario y afirma que sabía que es una enfermedad letal.

    El total de los encuestados manifestó saber cómo se transmite el virus del SIDA. Sin embargo, un tercio del total sólo reconoce como vía de transmisión la relación sexual con penetración vaginal, no así el sexo oral ni el anal. La mayoría identificó sin problemas las vías de transmisión. La totalidad refiere que el uso de agujas infectadas puede ser una forma de adquirir la infección, y muy pocos reconocieron como posible la vía de transmisión vertical (materno infantil) además de la sexual: la mayoría afirmó que durante el embarazo la madre infectada no puede transmitir el virus a su bebé y algunos expresaron que no sabían.

Actitudes frente al SIDA

    El 100% de los estudiantes considera necesario que se hable de la prevención del VIH en las escuelas. El 100% de las estudiantes asiáticas, refiere que no contaron con información en las escuelas de sus países de origen y que en el seno familiar no se abordan estos temas. Los estudiantes musulmanes manifestaron su acuerdo en que se hable libremente de sexualidad, pero consideran imposible que se haga en sus países por consideraciones religiosas.

    La mitad de los estudiantes coincidió en considerar culpables a las personas infectadas con el VIH, en tanto la otra mitad lo califica como “mala suerte” o “exceso de confianza”. Ninguno de los encuestados manifestó tener contacto con personas que viven con el SIDA.

    En caso de infectarse con el virus, la mayoría declaró estar de acuerdo en no ocultarlo, en tanto los restantes consideraron que no les gustaría que este hecho saliera del círculo de algunos familiares y amistades muy íntimas. Al indagar acerca de las causas, explicaron que sus países las personas infectadas son despreciadas y discriminadas.

Edad de las primeras relaciones sexuales

    La media de inicio de relaciones sexuales es de 15,06 años en las mujeres y 13 años en los hombres.

Conducta sexual de riesgo: Teniendo en cuenta: coito sin condón, cambio frecuente de pareja, uso de drogas inyectables

    La proporción global de uso de condón fue mayoritaria en los varones, que refirieron usarlo en su mayoría en caso de tener relaciones casuales o con personas no confiables, en tanto muy pocos los utilizan siempre. Al indagar acerca de la temática desde la experiencia de sus países, la mayor parte de los varones considera que aún conociendo los riesgos, no se utilizan preservativos por distintos motivos: se asimilan con el mundo homosexual, por cuestiones morales o religiosas, por incomodidad, por ser caros, no les importa su uso, les encanta el riesgo, por rechazo de la pareja, implican infidelidad o bien por falta de comunicación. En general, tanto varones como mujeres, no consideraron siempre necesario el uso del condón con una pareja estable, en tanto sí cuadruplicaban a los que optaban por ese tipo de comportamiento con una pareja ocasional, lo cual indica que no hay alta percepción del riesgo en caso de monogamia serial (monogamia con parejas afectivas sucesivas). Hay que destacar que la totalidad de las mujeres concedió especial importancia al rol del condón como método anticonceptivo y algunas de ellas le concedieron aun mayor valor en esta función, que como forma de prevenir la infección por VIH e ITS, lo que apunta hacia la idea de que la posibilidad de un embarazo no deseado, siendo un riesgo menos grave e irreversible que la posible infección por el VIH, resulta más inmediato que éste.

    La mitad de las mujeres no consideró necesario exigir el uso del condón a sus parejas por ser según ellas “muy estables sexualmente” y tener parejas confiables. Otras coincidieron en expresar “que sienten timidez o temor a que se pierda la magia del momento al pedir al compañero que use el condón”. Sólo unas pocas declararon exigir el uso del condón a sus parejas “por ser el sexo asunto de dos”. Las que refieren no tener vida sexual activa, consideran que no les es necesario. Resulta de interés el que un número considerable de encuestados declarara no tener nada que temer por no tener una conducta sexual activa, idea fundamentalmente sustentada por las jóvenes.

    La totalidad de los encuestados consideró la promiscuidad como una conducta de riesgo. La mitad de los varones refirió haber tenido tres o más parejas sexuales en el último año, al igual que un número reducido de mujeres. Algunos no pueden precisar el número de parejas sexuales, en tanto la mitad refiere tener pareja estable, aunque el concepto de estabilidad no es uniforme en los grupos, arrojando un tiempo aproximado con la misma pareja de 3-6 meses. Resultó significativo el hecho de que casi la mitad de los encuestados refirió haber tenido síntomas sugestivos de ITS alguna vez en su vida sexual activa, mientras que la mayoría percibió no tener algún riesgo de adquirir una enfermedad de transmisión sexual con su vida sexual actual.

    Todos los encuestados condenaron el uso de drogas, y consideraron el uso de jeringuillas infectadas como causa de transmisión del VIH.

Vulnerabilidad a la infección por el VIH

    Se exploró mediante la situación problémica: “En comparación con los demás estudiantes de mi mismo sexo y edad, mis posibilidades de sufrir el SIDA están...”, obteniéndose en más de la mitad de las respuestas, que estaban por debajo de la media, mientras que sólo 6 estudiantes refirieron estar por encima de la media y el resto se consideró con igual probabilidad que los demás.

    La mayoría coincide en afirmar que sí creen que pueden adquirir el virus, pero que en el fondo no lo aceptan. Declaran que una conducta sexual irresponsable, puede conducir a la infección, pero mantienen un sentimiento de vulnerabilidad: “...a mí no puede sucederme”. La mayoría considera que prostitutas y homosexuales son las personas más expuestas a contraer la infección, aunque piensan que cualquiera puede infectarse. En cuanto a la presión social sentida, expresaron que resulta importante la opinión del grupo y las amigas(os) más cercanos, que pesa mucho más que muchos carteles con mensajes anti SIDA juntos.

Medidas preventivas para disminuir el riesgo de infección

    En sentido general debido a que la medida de prevención más validada por las personas es el uso del preservativo, se cuestiona su utilización producto de las divergencias al momento de decidir quién lo porta y/o quién lo exige, etc.

    En los hombres se identificó como medida, la abstinencia sexual con otras personas que no es su pareja estable.

    Las mujeres, en cambio, explicaron la utilización del juego erótico como medida de evitar tener relaciones sexuales. La totalidad se refirió a escarceos amorosos en los que no se produce la penetración, pero encaminada a evitar el embarazo. La posibilidad de protegerse radica en percepciones de autoeficacia: Pensar en lo que se está haciendo, tener conciencia y mantener el control de la relación, es el rol que las muchachas se adjudican. Los jóvenes reconocen como eficaces la abstinencia, uso del condón y la fidelidad. También consideraron otras acciones preventivas como el uso de agujas estériles; transfusión de sangre segura y no exponerse a modas que te pongan en riesgo como los tatuajes y las perforaciones.

    La totalidad de los estudiantes coincidió en afirmar que desde su llegada a Cuba han conocido de una fuerte campaña para la prevención del contagio por VIH SIDA. Un número considerable considera que no debe ser del todo eficaz en tanto cada día se contagian nuevas personas. De igual modo expresaron que los que deberían ser más educados en estos temas son los padres, a quien las campañas deberían dedicarles un buen espacio. La mayoría de las muchachas refiere que las campañas no son sólo lo que se necesita para prevenir el riesgo de infección, sino también el que se hable de temas en casa y que ello forme parte de la educación a recibir por los padres. Todas las estudiantes asiáticas y algunas africanas musulmanas explicaron que en sus culturas el hablar de sexo y sexualidad es algo tabú y que en general lo que han aprendido ha sido en la universidad al contactar con otras culturas “más abiertas”, en este sentido.

    Como forma de prevenir la infección también sugieren la abstinencia, cosa que reconocen poco factible, y por ello, la fidelidad. Pero sobre todo concluyen que los mejores métodos de prevención son la educación desde la escuela o desde la familia, la información desde organizaciones o sitios web y las conversaciones entre jóvenes, de igual a igual, con las mismas vergüenzas y dudas sobre el tema.

Consecuencias sociales del SIDA

    La principal forma en que se sienten amenazados es por rechazo social y discriminación. La totalidad concuerda en afirmar en que el SIDA trunca las expectativas y las metas de las personas, que se marca el final del camino, la destrucción de las esperanzas. Una estudiante lee en voz alta una anotación tomada de la película “Filadelfia” y que según ella resume el trato que en lo sucesivo tendrá el enfermo de SIDA. La mayoría de los latinoamericanos y caribeños afirman que resulta una enfermedad temible porque además de los padecimientos físicos hay que exponerse a la discriminación y al rechazo. Los africanos y asiáticos concuerdan, pero de una manera más débil.

Consideraciones

    La percepción del riesgo incluye diferentes elementos que deben considerarse en conjunto para comprender cómo los individuos y los grupos sociales los perciben. La interculturalidad, condición que se da en sociedades conformadas por distintos grupos sociales, raciales y culturales, es un factor a tener en cuenta en el análisis de la percepción de riesgos por infección al VIH SIDA en la Escuela Internacional de Educación Física y Deportes.

    Existe una baja percepción de riesgo para la infección, dada por:

  • criterio de no llevar una vida sexual activa, situación que dificulta la labor de prevención;

  • Desestimación de la importancia del uso del condón como medio de prevención de la infección por el VIH.

  • No considerar como comportamiento de riesgo el no uso de condón en la monogamia serial.

    Los datos obtenidos sobre vulnerabilidad a la infección por el VIH permitieron comprobar el fenómeno del sesgo optimista descrito por Weinstein (1982) en sus trabajos. Hay una total subestimación de los riesgos cuando se tiene la sensación de que se controlan. El sesgo se produjo tanto en varones como en mujeres.

    A través de la vulnerabilidad percibida no fue posible predecir el grado de preocupación por la posibilidad de padecer el SIDA, pudiendo entonces afirmarse que los encuestados no suelen detectar el elevado riesgo que supone la llamada monogamia serial, y se muestran favorables a mantener relaciones sexuales sin preservativo en esas circunstancias, en mayor medida que con una pareja ocasional.

    Se aprecia cómo el ejercicio de la sexualidad femenina, está limitado por imposiciones del sexo opuesto, muchas veces validadas por la misma mujer. Está presente la creencia generalizada de que la mujer debe, necesariamente, tener relaciones sexuales en el contexto de una relación establecida como romántica, es decir, el propio placer debe estar supeditado a la existencia de lazos afectivos y de significatividad para ser validada. En tales circunstancias, son muchas las jóvenes que viven la paradoja de no poder exigir a sus parejas, ya sean estas estables o esporádicas, el uso de medidas precautorias frente a la enfermedad, ya que sería quitarle el componente de confianza y cercanía a la relación.

    En general se presentó en los estudiantes una actitud favorable ante las personas que viven con VIH SIDA.

    Los hallazgos de baja percepción de riesgo de VIH SIDA, señalan la necesidad de priorizar la población estudiantil de la EIEFD para realizar estrategias de prevención.

    En verdad, nos encontramos frente a una oportunidad histórica. Cuarenta millones de personas infectadas en todo el mundo son un grito desesperado ante la necesidad de intervención eficaz, de trabajo en el ámbito comunitario e individual, de compromiso más allá de las barreras impuestas por los actores (a veces censores) morales y religiosos, de una enfermedad que dejó de ser exclusivamente de sectores parias de la sociedad (homosexuales, prostitutas, bisexuales, etc.) y pasó a constituir uno de los peligros mayores y latentes de la modernidad y que nos debe llevar a replantearnos la perpetuación de la especie humana.

Bibliografía

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  9. García, D. La discordia del sida: cómo se piensa y se habla acerca de un virus, Anaya: Madrid. 1995

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