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    Ya concluida la cuarta jornada del atletismo olímpico, deslumbran por sus resultados las marcas logradas por el jamaicano Usain Bolt y las rusas Gulnara Samitova-Galkina y Yelena Isinbayeva; todos nuevos récords mundiales en sus respectivas especialidades.

    Usain Bolt es hoy por hoy un fuera de serie en los 100 metros planos, su facilidad para imponerse en la carrera final, impresionó a todos los presentes en el Nido de Pájaro y a los que lo vimos por la televisión. Arrancó, se vio delante del resto de los corredores y como se sabía ganador y poseedor de una nueva primacía mundial, literalmente se dejó llevar hacia la meta, pero ese tiempo de 9.69 segundos parece de otra galaxia. Ante estas barbaridades, ya muchos corredores de 100 metros estarán pensando seriamente en abandonar la disciplina. El jamaicano reedita para el Caribe la labor del trinitario Hassely Crawford hace 32 años en Montreal 1976.

Usain Bolt junto a su madre. Foto: Jamaicaobserver.com

    Esta fue la carrera más rápida de la historia con seis atletas por debajo de los 10 segundos, el octavo lugar marcó apenas 10.03 segundos. A los estadounidenses, reyes de esta especialidad solo les dejaron la medalla de bronce; América plantó bandera al copar las ocho carrileras.

    Por su parte la rusa Gulnara Samitova-Galkina se convirtió en la primera mujer que baja los nueve minutos en los 3 mil metros con osbtáculos y sus 8:58.81, ya hablan por sí solos del avance de las mujeres en esta disciplina. La rusa inaugura el medallero en Juegos Olímpicos y su compatriota Yekaterina Volkova logró bronce.

    En tanto su compatriota Yelena Isinbayeva, cual émula del ucraniano Sergey Bubka; ya casi compite sola contra la altura, sus 5.05 se empinan inalcanzables hacia el cielo para el resto de las pertiguistas. Así, la bella dama repite su triunfo de Atenas.

Notas sueltas de las finales disputadas

En la impulsión de la bala para hombres, el triunfo del polaco Tomasz Majewski, es el segundo de esa nación en citas olímpicas, Wladyslaw Komar lo había hecho en Münich 1972. Atrás quedaron los lideres de la temporada con sus 22 metros y más (Adam Nelson, Reese Hoffa y Andrei Mikhnevich).

En los 10 mil para damas triunfó como era de esperar una etíope, Tirunesh Dibaba con nuevo récord olímpico de 29:54.66. A diferencia de los últimos grandes eventos, la marea africana se vio algo contenida por la presencia de Elvan Abelegese de Turquía y de Sharlene Flanagan de Estados Unidos.

En 20 kilómetros de caminata, triunfó un representante de la armada rusa, Valeriy Borchin, pero más que todo esta prueba marcó el regreso y el adiós de uno de los grandes, el ecuatoriano Jefferson Pérez, titular de Atlanta 1996, ahora con plata y que se despide de forma excelente. Segunda preseas de Ecuador en Juegos Olímpicos; el titular de Atenas fue relegado al quinto lugar.

La impulsión de la bala para mujeres, confirmó la consagración de la neozelandesa Valerie Vili, quien una vez más dominó a sus rivales europeas. La bala viaja hacia Oceanía mientras la titular de Atenas, la cubana Yumileidi Cumbá no llegó a la final.

El Maratón femenino, demostró que quien no se atreve, no triunfa. La rumana Constantina Tomescu, lo intentó y lo logró, se escapó desde los 15 kilómetros y fue inalcanzable para sus rivales, incluso las anfitrionas que dominaban el recorrido, pero no dominaron la voluntad de esta rumana.

En el lanzamiento del martillo para hombres, el esloveno Primož Kozmus no creyó en el titular de Atenas, Koji Murofushi, ni en el laureado bielorruso Ivan Tsikhan y los mandó a la cola. Tsikhan agarró un bronce, mientras la plata fue para su paisano Vadim Devyatovskiy.

En el salto triple para mujeres, se produjo una excelente competencia, donde la titular de Atenas, la camerunesa Françoise Mbango Etone, después de tres años de descanso, se apareció con un fenomenal 15.39 para eclipsar a Yargelis Savigne y compañía. La rusa Tatyana Lebedeva realizó un trueque de medallas con la griega Hrysopiyí Devetzí respecto a hace cuatro años.

En 100 metros planos para mujeres, Jamaica logró una tripleta inédita en Juegos Olímpicos. De las ocho corredoras, seis corresponden al continente Americano; las estaounidenses fueron relegadas al cuarto, quinto y octavo lugares.

En 10 mil metros, Etiopía sigue mandando en el fondo, Kenenisa Bekele repite su triunfo de Atenas con su escolta Sileshi Sihine, pero dice el maestro Haile Gebrselassie que segundas partes nunca fueron buenas; o maratón o 10 mil metros.

En lanzamiento del disco para damas, América logra el uno-dos. Stephanie Brown-Trafton (USA) y Yarelis Barrios (CUB), aunque la marca es la peor desde México '68.

En salto de longitud, los tiempos de Carl Lewis e Iván Pedroso han quedado atrás. Merecido triunfo del panameño Irving Saladino con 8.34; el cubano Ibrahim Camejo logró bronce. Solo el oro de Münich 1972 hubiera sido accesible para ese 8.34.

En 3 mil con obstáculos, aunque Kenya domina la prueba, se le cuelan en la casa; triunfa Brimin Kiptop Kipruto, pero un francés, Mahiedine Mekhissi-Benabbad, logra plata y Richard Kipkemboi Mateelong, de Kenya, bronce. En tanto el titular de Atenas, Ezekiel Kemboi es relegado al séptimo puesto. También la prueba fue lenta, lo que le dio margen a los adversarios.

En 800 metros planos, Pamela Jelimo, el nuevo fenómeno de la distancia, triunfa con nuevo récord mundial juvenil de 1:54.87, seguida de su compatriota Janeth Jepkosgei, segundo triunfo de Africa. Mutola lo había logrado en Sydney 2000. Por cierto la mozambicana corrió su quinta final olímpica, desde Barcelona 1992, también había estado presente en Seúl 1988.

En 400 con vallas, Angelo Taylor. Aquí segunda partes sí son buenas. El titular de Sydney 2000, regresó y de que manera, triunfo con marca personal de 47.25 segundos, Estados Unidos logra su cuarta tripleta en el podio (Kerron Clement, segundo y Bershawn Jackson, tercero).