Lesiones deportivas en la espalda | |||
Licenciados en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte Universidad de Granada. (España) |
Alejandro José Gálvez Garrido Francisco José Romero Álvarez Verónica Serrano López |
|
|
Resumen La actividad deportiva constituye un factor importante para la salud de las personas, según la O.M.S. salud es el “estado óptimo de bienestar físico, mental y social”. Sin duda, la práctica deportiva potencia esta definición ya que ayuda al sujeto a evadirse de hábitos pocos saludables. Sin embargo, no debemos olvidar que la actividad física realizada de forma incorrecta o no solo eso, sino también la actividad deportiva de alto rendimiento constituyen un elevado porcentaje de lesiones en el deportista. Este
trabajo refleja las lesiones producidas en la espalda de forma más
frecuente o asidua durante la actividad física, previa explicación
anatómica y biomecánica del funcionamiento de la misma.
Palabras clave: Actividad
deportiva. Salud. Lesiones deportivas. Espalda. |
|||
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 13 - N° 122 - Julio de 2008 |
1 / 1
Anatomía funcional y mecánica de la espalda
1. Anatomía de la espalda
La espalda está constituida en su conjunto por un compendio de huesos (vértebras), ligamentos, discos intervertebrales y músculos.
El conjunto de las diferentes vértebras constituyen la columna vertebral, esta no es rectilínea sino que describe una serie de curvaturas: Cervical, dorsal, lumbar y sacrocoxígeas.
Se trata de una estructura ósea perfectamente resistente y flexible cuyas funciones más importantes son:
Sostén de la cabeza con el objetivo de facilitar su orientación.
Envolver y proteger a la médula espinal (contenida en el conducto raquídeo).
a. Vértebras
El número de vértebras es casi constante (de 33 a 35) y son las unidades estructurales que constituyen la columna vertebral. Se dividen de la siguiente manera:
Siete vértebras cervicales.
Doce vértebras dorsales.
Cinco vértebras lumbares.
Cinco vértebras sacras.
Tres a Cinco vértebras coxígeas.
Existen dos partes características en todas las vértebras: el cuerpo vertebral que posee forma de cilindro, presenta dos caras y una circunferencia y el arco, que está constituido por apófisis transversas, apófisis articular superior, apófisis articular inferior, apófisis espinosa y pedículo.
A pesar de que estas dos partes son idénticas en todas las vértebras, cada tipo anteriormente citado presenta unas características peculiares e independientes:
a.1. Vértebra cervical
Presenta un cuerpo pequeño y en la cara superior de éste dos eminencias laterales (apófisis), y en su cara inferior dos escotaduras laterales.
Agujero vertebral grande y triangular.
Apófisis espinosas casi horizontales y bífidas.
Existencia de un agujero transverso.
Las dos primeras vértebras cervicales constituyen el atlas y el axis.
a.2. Vértebra dorsal
El cuerpo es redondeado.
El agujero vertebral es triangular.
Apófisis espinosas largas y voluminosas estando inclinadas hacia abajo y hacia atrás.
Cada costilla se articula con la semicarilla superior e inferior de las vértebras dorsales vecinas.
Las carillas articulares son frontales.
a.3. Vértebra lumbar
El cuerpo vertebral es grande, voluminoso y arriñonado.
El agujero vertebral es pequeño y triangular.
Las apófisis espinosas son horizontales, planas y macizas.
Destacar que L4 y L5 están “ligadas” al sacro y que las apófisis transversa de L1 está menos desarrollada que las de las otras vértebras lumbares.
a.4. Vértebras sacrocoxígeas
Son cuerpos vertebrales soldados.
Conducto Sacro.
Cresta Sacra media.
Articulación sacro ilíaca: El ileon se articula con el sacro, son anfiartrosis que apenas poseen movimientos, pero los que tienen son únicos en el organismo. Estas articulaciones no se han llegado a desarrollar del todo.
Articulación Sacrocoxígea.
b. Articulaciones intervertebrales
Podemos considerarlas a diferentes niveles o bien de forma conjunta.
A Nivel del cuerpo
A nivel del arco:
c. Ligamentos
Ligamento vertebral común anterior:
Ligamento vertebral común posterior: Tiene su origen en la apófisis basilar del occipital y su inserción en el canal medular del sacro. Alcanza su mayor anchura en L1 y se estrecha hasta L5, haciendo que la zona lumbar sea más débil que en zonas superiores. Una de sus funciones es comprimir y mantener tenso el disco intervertebral por delante y por detrás.
Ligamentos interlaminares: Representado por el ligamento amarillo, éste es denso y resistente. Reviste la cara posterior del canal medular a lo largo de la columna vertebral. Su misión es unir el arco posterior de una vértebra con el arco posterior de la vértebra subyacente. En realidad son dos ligamentos que se unen en la línea media adoptando forma de “v” invertida.
Ligamento interespinoso: Su misión es unir la apófisis espinosa de una vértebra a la apófisis espinosa de la vecina. Se continúa hacia atrás por el ligamento supraespinoso.
Ligamento intertransverso: Se extiende desde la apófisis transversa de una vértebra a la apófisis transversa de la vecina.
d. Disco intervertebral
En el disco intervertebral se diferencian dos partes, una central denominada Núcleo Pulposo formado por células especiales y fibras de colágeno, poseen afinidad o apetencia por el agua. Otra periférica denominada Anillo Fibroso, constituido por capas concéntricas de tejido conectivo, se originan en una vértebra y se fijan en la infradyacente.
El Disco Intervertebral y más concretamente su núcleo tiene dos funciones: soportar el 75% de presiones y repartir el 25% de presiones restantes.
e. Músculos
Los músculos responsables de la estabilidad y compensación de la columna vertebral son varios, por lo que a continuación se detalla una clasificación de músculos agonistas y antagonistas implicados en el movimiento de la espalda:
Músculos anteriores o flexores:
Anteriores
Recto Anterior.
Oblicuo interno.
Transverso.
Oblicuo Externo.
Posterior
Cuadrado Lumbar.
Músculos autóctonos
Del Tracto Medial
Interespinales.
Espinales.
Rotador corto y largo.
Multífido.
Semiespinal.
Esplenio Craneal.
Esplenio Cervical.
Del Tracto Lateral:
Ileo costal.
Serrato posterior (superior e inferior).
Erector espinal.
Dorsal largo.
Músculos del miembro inferior
Glúteos.
Isquiotibiales.
Psoas Iliaco.
2. Curvaturas
Las curvas existentes en la espalda tienen un desarrollo filogenético similar al desarrollo ontogénico, cuyo origen se remonta a la necesidad de bipedestación por parte del ser humano. Desde una visión lateral, la columna presenta tres curvaturas diferentes:
1ª Curvatura:
2º Curvatura:
3ª Curvatura:
Las funciones de estas curvaturas son:
2 + 1R= n
Resistir más peso en función del número de curvas y el radio de las mismas.
Colocación del eje de soporte a nivel cervical, dorsal y lumbar.
Existen algunos puntos críticos como por ejemplo:
Existencia de una transición de curvas a nivel de D12.
Relevo de los músculos dorsales sacroilíaco a nivel de L3.
3. Funciones de la columna
En la columna vertebral tienen que compaginarse dos factores fundamentales:
Debe ser flexible para permitir el movimiento.
Debe ser rígida para soportar el peso.
Las funciones más importantes son:
Soporte del peso.
Protección de la médula, vísceras y nervios raquídeos.
Facilitar la orientación de la cabeza.
Servir de sustrato a músculos.
Intervenir en el proceso de formación de sangre en el organismo.
Ampliar la caja torácica.
Anclaje o unión de estructuras.
4. Movimientos de la columna vertebral: La columna vertebral puede realizar tres movimientos básicamente:
a. Flexoextensión: sobre un eje lateral (xx’). Este movimiento es variable y oscila entre 150-300º. Este movimiento se produce sobre todo en la columna lumbar y cervical, estando limitado en la columna dorsal.
b. Laterización: Sobre un eje sagital (zz’). Su amplitud total oscila entre 65-75º a cada lado, ya que se ve limitado por las costillas:
cervical: 25º
dorsal: 15º
lumbar: 30º
c. Rotación: Sobre un eje vertical (yy’), esta rotación se produce más bien en la región dorsal y en la articulación atloaxoidea y siendo casi nula en la región lumbar. La rotación total es de 85º.
cervical: 40º
dorsal: 10º
lumbar: 60º
5. Relaciones con otras estructuras corporales: Es evidente que la espalda guarda estrechas relaciones con otras estructuras corporales, estas son:
Relación Columna y Cabeza:
Relación con los miembros superiores:
Relación Columna y Tórax:
Relación Columna y Cadera:
6. Explicación biomecánica del dolor de espalda: La columna vertebral corresponde al eje del cuerpo, debe conciliar la rigidez y flexibilidad que la espalda produce. Para ello su estructura ósea, ligamentosa y muscular adquiere la forma de un mástil de barco.
Si se considera la estructura trabecular de los cuerpos vertebrales y de los arcos posteriores, cabe asimilar cada vértebra a una palanca de primer grado, en la que la articulación interapofisiaria desempeña el papel de punto de apoyo. Este sistema de palanca permite amortiguar las fuerzas de comprensión axial sobre la columna vertebral: amortiguamiento directo y pasivo a nivel del disco intervertebral, amortiguamiento indirecto y activo de los músculos de los canales vertebrales, esto a través de palancas que forma cada arco posterior. El amortiguamiento de estas fuerzas pude ser a la vez activo y pasivo.
Por ejemplo, la HERNIA DISCAL se debe a la comprensión radicular o sobrecarga muscular existente como consecuencia de un desequilibrio.
Patologías de la espalda
a. Alteraciones del Eje
A. Cifosis (Hipercifosis): Incremento de la curvatura raquídea de posterior del raquis dorsal o aparición de una curvatura en la región cervical o lumbar, que produce un arqueamiento de la espalda, llevando a que se presente una postura jorobada o agachada.
La cifosis adolescente, también conocida como enfermedad de Scheuermann, puede ser producto de la separación de varias vértebras consecutivas. En los adultos, la cifosis se puede dar como resultado de fracturas osteoporóticas por compresión (fracturas causadas por osteoporosis), enfermedades degenerativas como la artritis, o espondilolistesis (deslizamiento de una vértebra hacia adelante sobre otra vértebra).
Síntomas
Dolor de espalda leve
Fatiga
Sensibilidad y rigidez en la columna
Apariencia redondeada de la espalda
Dificultad para respirar (en los casos severos)
Tratamiento
La cifosis congénita requiere una cirugía correctiva a temprana edad.
La enfermedad de Scheuermann inicialmente se trata con un corsé y fisioterapia. De vez en cuando, se requiere cirugía en caso de curvaturas grandes y dolorosas (superiores a 60 grados).
Las fracturas múltiples por compresión a causa de la osteoporosis se pueden dejar sin tratar si no se presenta dolor o no se presenta déficit neurológico, pero es necesario tratar la osteoporosis para ayudar a prevenir las fracturas futuras. Cuando se presenta una deformidad o un dolor debilitante se puede optar por la cirugía.
Es necesario tratar la cifosis secundaria a una infección o a un tumor de una manera más agresiva, a menudo, con medicamentos y cirugía.
B. Lordosis (Hiperlordosis): Incremento de la curvatura raquídea fisiológica de la concavidad posterior del raquis lumbar o aparición de esta curva en la región dorsal.
Esta curvatura hace que las nalgas parezcan más prominentes. Cuando un niño que presenta una lordosis marcada se acuesta sobre su espalda en una superficie dura, muestra un espacio entre la parte inferior de la espalda y la superficie en la que se encuentra acostado.
Si la curva lordótica es flexible (es decir, que vuelve a su forma normal cuando el niño se inclina hacia delante), este es un signo de importancia médica mínima; pero si la curva es fija, se debe realizar una evaluación médica y una intervención.
C. Cifolordosis: Incremento de las curvaturas raquídeas dorsal y lumbar.
D. Escoliosis: Alteración del plano frontal del raquis, que mantiene íntegra la anatomía vertebral y en las que sólo se distinguen perturbaciones en la alineación. Es un desorden anatómico del raquis, no completamente reductible, en los tres planos del espacio (es una deformación tridimensional). En deporte este tipo de patología se aprecia sobre todo en deportes asimétricos, sobreesfuerzos continuados, raquis en crecimiento y cuando existe una ausencia en el trabajo de compensación.
b. Fracturas Vertebrales
Patrones de Fractura
Una reducción de la altura de un cuerpo vertebral del 20% o de 4 mm se considera indicativa de una fractura vertebral por compresión. En la columna osteoporótica se han descrito tres patrones de fractura: acuñamiento, aplastamiento y biconcavidad. Una vértebra acuñada presenta un borde anterior colapsado con un borde posterior prácticamente intacto. Las deformidades en cuña se producen fundamentalmente en la región media dorsal y en la región toracolumbar en ambos sexos. En las fracturas por aplastamiento, se colapsa todo el cuerpo vertebral y estas fracturas se producen en las mismas regiones. Las fracturas bicóncavas muestran un colapso de la zona central del cuerpo vertebral y su prevalencia es mayor en la región lumbar.
Los accidentes de tráfico constituyen el porcentaje más elevado de fracturas vertebrales, seguido de las caídas y por último el deporte. EL tratamiento inicial para una fractura se basa en:
Evaluación del paciente.
Reanimación.
Inmovilización y extracción (collarín, tabla...)
Transporte.
c. Hernia de Disco: La hernia de disco (también llamada radiculopatía discal) se produce por la protusión del núcleo de un disco intervertebral, a través de la ruptura de sus fibras que oprime alguno de los nervios intervertebrales o incluso la médula, produciendo un dolor que se distribuye por la zona inervada por dicho nervio espinal, produciendo lesiones neurológicas derivadas de esta lesión.
Se trata de una afección bastante frecuente debido a que la resistencia del disco fibroelástico, va disminuyendo con el tiempo por distintos factores: envejecimiento, traumas repetidos o defectos congénitos.
El mayor número de hernias discales se encuentra en la parte baja de la columna lumbar, aunque también las hay a nivel de la región lumbar baja y cervical. Más raro es encontrarlas a nivel dorsal.
Tratamiento
Reposo y antinflamatorios.
Fisioterapia clásica (onda corta, ultrasonido).
Nuevas técnicas (discolisis con ozono...).
Caso extremo aplicar tratamiento quirúrgico (discectomía).
d. Espondilolístesis y Espondilolisis
A. Espondilolístesis: Se trata del deslizamiento ventral de una vértebra sobre la otra. Los deportistas más propensos a padecer este tipo de lesión son las personas adultas con degeneración articular y los jóvenes sometidos a una sobrecarga inadecuada para su desarrollo.
En adultos este tipo de lesión suele producirse entre L4 y L5. Mientras que en jóvenes ocurre a nivel de L5 y la primera vértebra sacra.
Otras causas de espondilolístesis son las fracturas por estrés debido a una hipertensión repetitiva de la espalda. En ocasiones asociada a enfermedades óseas.
Los deportes en los que esta lesión suele aparecer con más frecuencia son: deportes individuales, deportes de equipo, combate o náuticos.
Síntomas
Dolor en la zona lumbar, muslos o nalgas.
Degeneración del arco vertebral derecho e izquierdo.
Rigidez de la espalda.
Lordosis acentuada y marcada.
Tendón de la curva tenso.
Signos y exámenes
Es importante el reposo.
Ejercicios de fortalecimiento, estabilización y control del segmento lesionado.
Administración de fármacos.
Si se realizan actividades de un nivel elevado se pueden utilizar corsés y dispositivos de sujeción.
B. Espondilolisis: Es la rotura del cuello óseo entre las apófisis articulares de las vértebras de la columna sin que exista desplazamiento. Este tipo de lesiones es frecuente en deportes individuales, de equipo, náuticos, con instrumentos y de combate (la gimnasia rítmica y la halterofilia son dos claros ejemplos de estas lesiones).
Producidas sobre todo por una hiperextensión del tronco de manera forzada, grandes esfuerzos, rotaciones forzadas con carga y por una excesiva flexión del tronco.
Signos y exámenes
Dolor en la región lumbar que empeora con la rotación o hiperextensión.
Se detecta mediante radiografía.
Tratamiento
Idéntico tratamiento al de la espondilolístesis.
Ejercicios de elongación de músculos isquiotibiales y ejercicios de potenciación abdominal pero sin producir esfuerzo en la zona lumbar.
Ejemplos de lesiones deportivas en la espalda
a. Patología de la Espalda del Nadador
A pesar de que la natación tiene una menor incidencia de lesiones, y que casi todas son de escasa gravedad debido a los escasos apoyos que realiza el nadador y a la inexistencia de contactos. El practicante asiduo de natación no esta exento de padecer algunas lesiones, aun considerando a la natación como un deporte de alta recomendación terapéutica.
El porcentaje de lesiones en la espalda del nadador oscila entre el 20% (siendo las más frecuentes en el hombro 37% y rodillas 24%). Y es que a pesar de lo que vulgarmente se piensa: “el cuerpo de los nadadores es perfecto”. Esta frase coloquial en el mundo de la natación está entredicha ya que en actitud postural, el cuerpo del nadador presenta algunos síntomas inequívocos de que su cuerpo no es tan perfecto:
Hombros anchos.
Hiperlordosis.
Hipercifosis.
Recurvatum.
Algunas de las lesiones más frecuentes son producidas durante los virajes y salidas de las diversas especialidades existentes en natación (espalda, mariposa, braza y libre):
Dolor de Espalda en el nadador:
Lesiones Musculoligamentosas:
Síndrome facetario:
Espondilolisis:
Aumento de volumen.
Incrementos abruptos de carga.
Entrenamiento de pesas.
Por lo tanto podemos concluir diciendo que la incidencia de lesiones en natación no es muy elevada respecto a otros deportes y que casi todas se producen por sobrecarga. Descartadas las lesiones puramente estructurales conviene decir que existe un predominio de lesiones musculares que tras ser detectadas deben seguir un tratamiento conservador preciso:
Protección de la zona.
Control del dolor y de la inflamación.
Reposo relativo.
Ejercicios de reequilibrio postural y eliminación de contracturas.
b. La Espalda en Deportes Náuticos (Vela)
La realización continua de maniobras con el objetivo de mantener el equilibrio de la embarcación, así como la disposición del timón y otras estructuras hacen que la columna vertebral esté sometida a una continua laterización y rotación que pueden producir en muchos casos:
A. Hiperextensión: Como consecuencia de un aumento de tensión en el ligamento común vertebral anterior e Hiperlordosis del Psoas. Esta hiperextensión suele producir un aumento de presión de las apófisis articulares en el que la vértebra superior se desplaza hacia arriba y atrás, y la vértebra inferior hacia abajo y delante. Produciendo una comprensión posterior del disco intervertebral.
B. Cifosis Dorsal y Lumbar: Debida a la posición que adoptan los tripulantes en la embarcación: cinchas altas (sentados sobre un costado de la embarcación) y piernas sobre la banda.
Para evitar la aparición de este tipo de patologías es conveniente realizar una potenciación de los extensores del raquis y de los abdominales, llevar a cabo ejercicios de compensación y lo más importante, eliminar posturas incorrectas o anómalas.
c. La Espalda en Deportes de Fuerza y Potencia
Los deportes de fuerza y potencia suelen ejercer grandes presiones sobre la columna (ej. Halterofilia), también suelen ser deportes de movimientos rápidos, breves y con multitud de saltos e incluso contacto (Ej. Baloncesto).
c.1. Halterofilia: Significa “amor por las pesas”, es el deporte de fuerza por excelencia y a su vez es considerado el deporte más rápido. Es deporte olímpico desde los JJOO de 1896.
Los accidentes suelen producirse sobre todo durante la competición y debido a las altas cargas empleadas. Aunque también suelen producirse lesiones al finalizar los entrenamientos como consecuencia de la fatiga y al emplear una mala técnica de salida.
Lesiones por sobrecarga
Degeneración discal.
Dolores musculares de la espalda.
Debilidad muscular.
Para evitar este tipo de lesiones es conveniente mantener un buen tono de la musculatura abdominal ya que actúan como fijadores de la “faja lumbar”.
c.2. Baloncesto: Es considerado un deporte de fuerza y potencia con una gran exigencia sobre la espalda debido a la gran cantidad de movimientos que se llevan a cabo en la espalda (uso de extremidades superiores e inferiores en los saltos). Los jugadores con mayor riesgo de padecer patologías o lesiones en la espalda son los pivots, aunque no son los únicos.
Las lesiones más frecuentes son las musculares y las fracturas vertebrales (producidas sobre todo en competición pero también en entrenamientos) como consecuencia del gran contacto existente en este deporte, además de los saltos con desequilibrios y de las Hiperextensiones y rotaciones realizadas por los practicantes de baloncesto.
Las sobrecargas musculares que padecen los jugadores de baloncesto están asociadas los movimientos de hiperextensión mencionados anteriormente y se producen en su mayoría en la columna lumbar. Son del tipo de: Espondilolisis, discopatías y dolor mecánico.
Para prevenir las sobrecargas musculares es conveniente reforzar los puntos débiles del jugador realizando un trabajo postural específico e individual de cada sujeto y que la fuerza que ejerza sea proporcional a la carga. También son importantes los estiramientos realizados por el jugador ya que protegen de lesiones y mejoran la salud.
Bibliografía
Balius, R. (2002) Conducta a seguir ante una espondilolisis y/o espondilolístesis en deportistas. Edita Societat Catalana de Medicina de l´esport, Barcelona.
Bemhardt, D.R. (1990) Fisioterapia del deporte. Edita JIMS, Barcelona.
Caldentey, M.A. (1999) La natación y el cuidado de la espalda: método acuático correctivo. Editorial Inde, Barcelona.
Cantó, R. (1998) La columna vertebral en la edad escolar: la postura correcta, prevención y educación. Editorial Gymnos, Madrid.
De La Cruz, J.C. (2001) Anatomía Funcional aplicada a la Educación Física. Edita Universidad de Granada, Granada.
Egochuaga, J.; Urraca, J.M.; Del Valle, M. y Rozada, A. (2003) Estudio Epidemiológico de las lesiones en el rugby. Archivos de Medicina del deporte. Vol. XIX Nº 89, pags. 221-230.
García, A. y López, P.A. (2003) Espondilolisis y espondilolistesis en la práctica físico deportiva. Revista Digital EfDeportes.com Año 8, Nº 56.
García, F.M.; Hidalgo, S. y Martínez, A. (2002) Halterofilia: Análisis del gesto podológico. Archivos de Medicina del deporte, Vol. XIX, Nº 91, pags. 409-415.
Gispert, C. (2003) Manual de la Enfermería. Editorial Océano, Barcelona.
González, J.J. (1994) Rehabilitación en las raquialgias. III Jornadas Unisport sobre Medicina Deportiva: lesiones y recuperación funcional en el deportista. Edita Unisport, Málaga.
Guerrero, R. y Pérez, B.A. (2001) Prevención y tratamiento de lesiones en la práctica deportiva. Edita formación Alcalá, Alcalá la Real (Jaén).
Gutiérrez, M. (1999) Biomecánica Deportiva. Editorial Síntesis, Madrid.
Jiménez, J. (1998) Columna Vertebral y medio acuático: ejercicios preventivos y terapéuticos, Editorial Gymnos, Madrid.
Lomba, J.A. (1988) Gimnasia terapéutica para la columna vertebral. Editorial JIMS, Barcelona.
López, P.A. (2000) Ejercicios Desaconsejados en la actividad física: detección y alternativas. Editorial Inde, Barcelona.
Minoves, M. (2002) Gammagrafía Ósea y lesión deportiva. Archivos de Medicina del Deporte. Vol. XIX, Nº 85, pags. 221-230.
Putz, R. y Pabst, R. (2001) Atlas de Anatomía Humana Sobotta, Tomo II. Editorial Médica Panamericana, Madrid.
Renström, P.A.F.H. (1995) Prácticas Clínicas sobre asistencia y prevención de lesiones deportivas. Editorial Paidotribo.
Otros artículos sobre Rehabilitación de lesiones | Salud
revista
digital · Año 13
· N° 122 | Buenos Aires,
Julio 2008 |