1 / 1

    Esto fue lo que me dijo un alumno los primeros días del curso en una de mis clases de educación física. En realidad me quedé por unos momentos algo aturdido, sorprendido, atónito…no sé cómo calificar mi cara de tonto al escuchar aquello… “Me he confundido de sitio” pensé sin duda.

    Son muchas las causas que pueden llevar a ese muchacho a formular tal pregunta: el pasado gimnástico de la EF y de quiénes aplican esta corriente actualmente de forma descontextualizada, la práctica deportiva de los campeones, la extrapolación de los entrenamientos de su “club” (¿de fútbol? Si claro, como no) a la EF, ya saben, por aquello de la versión reduccionista de dicha área por parte del alumno. Bah!, EF – Club federativo, viene a ser lo mismo, pensará el chico.

    A mi modo de ver es necesario cambiar este tipo de creencias e incluso se me antoja imprescindible hacerlo desde cualquiera de los distintos tipos de currículos en los que queramos operar (nulo, encubierto, oculto, oficial, funcional) si queremos empezar a cambiar prejuicios acerca de nuestra profesión.

    De cualquier forma, no sería justo estigmatizar o criminalizar a dicho alumno por tal manifestación lingüística, puesto que es fruto de lo que ve o siente. Nuestras críticas (siempre constructivas) deberían ir a las fuentes de referencia o influencia, o al hecho de no saber o ser incapaces de diferenciar en qué contextos son erróneos o acertados determinados planteamientos lúdicas en función del motivo en base al que hay que trabajar: el cuerpo o lo deportivo.

    El deporte, entendido en edades infantiles a nivel de clubes, solo puede entenderse como deporte de base con vistas, y que nadie se lleve a engaño, a un futuro rendimiento óptimo del niño/a en etapas posteriores. De lo contrario, estaríamos hablando de EF y deportiva extraescolar, o al menos eso quisiera creer yo. Por lo cual, tanto en uno como en otro contexto, eso de que lo importante es participar suele ser pura hipocresía. Pienso que , y más en la EF deportiva que en el deporte de base, los alumnos/as no sólo deben experimentar al menos una vez el éxito, sino también conocer el fracaso, reflexionar y buscar soluciones entre todos para poner los medios que reorienten ese fracaso hacia la victoria.

    Siguiendo con el deporte de base, el trabajo aquí se asienta sobre cuatro pilares: condición física (solapada con juegos la mayoría de las veces), técnica, táctica y motivación. Dicho entrenamiento se estructura, según sea, en microciclos, mesociclos, macrociclos, temporadas o planes plurianuales y cuya estructura de sesión gira en torno a tres partes tradicionales: calentamiento, parte principal y vuelta a la calma.

    En la EF actual, el objeto es el cuerpo, o mejor dicho, la persona, el niño/a, cuyo tratamiento pedagógico gira en torno a su desarrollo integral (motor, cognitivo, afectivo y social ) a través del juego. Dicha área se asiente sobre 5 pilares:

• El Cuerpo: Imagen y Percepción

• Habilidades Motoras

• Actividades corporales artístico-expresivas

• Actividad física y salud

• Juegos y deportes

    Estructurada, según PCC, PA, UDs, SESIONES, ADAPTACIONES CURRICULARES… y cuya estructura de sesión suele ser una, alejada muy mucho, de los planteamientos del deporte de base - federativo anteriormente comentado, hasta el punto de romper con tales planteamientos si personificamos, por ejemplo, en la que propone M. VACA, una de las más extendidas. Este autor distingue:

• Momento de encuentro.

• Momento de construcción del aprendizaje.

• Momento de despedida.

    A lo largo de la sesión se va progresando de planteamientos lúdicos individuales a grupales, para finalizar, a ser posible, en actividad de gran grupo, partiendo de situaciones globales, de escasa exigencia, pero que les vaya orientando e introduciendo en lo que se tenga previsto trabajar ese día, teniendo como norte la educación integral de la que hablábamos antes.

    Como puede observarse, el deporte de base – federativo y la EF escolar y sus lógicas discurren por caminos distintos, con la ventaja para la EF de poder utilizar el deporte como un medio, una opción más, nunca la única, al servicio de sus contenidos y para conseguir el desarrollo armónico integral de TODOS y cada uno de los alumnos/as.

    Como conclusión y contestando a la pregunta planteada de dicho alumno, se me ocurre o bien respondiendo desde la práctica con prácticas pedagógicas integrales y que vaya sacando sus conclusiones desde un razonamiento motor diario y guiándole en los nuevos aprendizajes de forma constructiva u ofreciéndole una respuesta integral:

    "Aquí no calentaremos, puesto que aquí no venimos a entrenar, aquí vienes a conocer cómo es tu cuerpo, cómo se desarrolla, tus posibilidades y limitaciones, a pensar y razonar lo que haces, a experimentar lo que siente tu cuerpo, tu corazón y tu mente, y a compartir esas sensaciones con tus compañeros/as a través de los distintos juegos que aquí hagamos".

	Web EFDeportes.com
revista digital · Año 13 · N° 120 | Buenos Aires, Mayo 2008   © 1997-2008 Derechos reservados