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Entretenimiento y control social: San Salvador 1847-1875

 

Lic. en Historia

(Costa Rica)

Chester Urbina Gaitán

chesterurbina@yahoo.com

 

 

 

Resumen

          La falta de centralización y modernización del Estado, el desinterés de la clase dominante en la formulación de un proyecto de morigeración de las costumbres y de transmisión de una identidad nacional  a través de las diversiones y entretenimientos - salvo en las fiestas del Salvador del Mundo – y la ausencia de locales adecuados no permitieron que los habitantes de San Salvador durante el período 1847-1875 experimentaran un trastocamiento de su pautas de relacionamiento heredadas de la colonia. 
          Palabras clave: Entretenimiento. Ocio. Estado. Control social. Identidad nacional 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 13 - N° 120 - Mayo de 2008

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Introducción

    Desde Gerardo Barrios (1860-1863) los gobiernos salvadoreños se interesaron por expandir las exportaciones de café, pero en este periodo el Estado era mas una ficción que una realidad, cuya influencia sobre la vida nacional era en extremo limitada. Aunque sus exiguas capacidades le permitieron un mayor éxito en la modernización en la infraestructura de transporte y telecomunicaciones, el Estado, al menos antes de la presidencia de Rafael Zaldívar (1876-1885), no pudo hacer mucho por remover instituciones coloniales consideradas como obstáculos para el progreso económico1.

    Como en Europa, el siglo XIX significo para América Latina la construcción de las naciones, pero mientras que en países como Inglaterra, Francia y Alemania la emergencia de la nación está íntimamente asociada a la consolidación de la modernidad, en el caso latinoamericano encontramos una disociación de esos dos movimientos.

Antiguo Palacio Nacional cerca de 1870

    Para el caso de San José se sabe que desde mediados del siglo XIX los habitantes de esta urbe ampliaron sus espacios de ocio y diversiones, de las galleras a las clases de dibujo, y de baile a las funciones de teatro, lo cual supuso la diversificación de su vida cultural2.

    Fundamentado en todo lo anterior es que se plantea la necesidad de describir el desarrollo de las entretenciones urbanas de San Salvador durante el período de 1847 a 18753; así como saber hasta que punto en esta urbe en sus inicios como capital, el naciente Estado salvadoreño dirigía a sus habitantes hacia la experimentación de nuevas formas de relacionamiento social, principalmente en el campo de lo lúdico, y en el control de la vagancia.

Desarrollo lúdico de San Salvador

    Desde finales de la colonia las principales festividades de El Salvador han sido las fiestas al Divino Salvador del Mundo que se celebran en el mes de agosto. Para las fiestas de 1847 se conoce que después de la alborada hecha por los artesanos san salvadoreños se realizo la de los comerciantes, Por la tarde del 4 de agosto del año en mención se verifico la entrada del Calvario donde se exhibió un magnifico castillo y otras piezas de pólvora. Luego se presentaron varios bailes, donde se distinguieron dos jóvenes que ejecutaron diestramente el zapateado de Cádiz4.

Convento de Santo Domingo (hoy catedral metropolitana) y la plaza barrios el día del terremoto del 19 de marzo de 1873.

    Con respecto a estas celebraciones López señala que hacia mediados del siglo XIX estas fiestas dejan de ser una manera de manifestar lealtad y sometimiento a la corona española, para pasar a ser reflejo de una conciencia ciudadana y de preocupaciones políticas e ideológicas de corte liberal: transmitiendo una identidad nacional5. Otra forma de celebración lo fueron las corridas de toros, siendo las de las fiestas de Pascua de 1848 muy concurridas. Asimismo, por las noches se presentaba una compañía de funámbulos6. Esta compañía artística dedico el 6 de enero de 1849 una función a beneficio del hospital de San Salvador7. También en la capital se exhibían representaciones teatrales, instaurándose la Sociedad Anónima del Teatro Nacional el 29 de febrero de 1852 en la casa de don Francisco Zaldívar8.

    Por Decreto del 29 de enero de 1859 San Salvador vuelve a ser capital de la naciente república de El Salvador. Este cambio se debe a que cinco años atrás San Salvador había sido destruida por un terremoto quedando la capitalidad en la Nueva San Salvador, actual Santa Tecla9. Este hecho incidió en la ausencia de locales idóneos para la presentación de nuevos productos y artefactos de entretenimiento. La crisis del cultivo del añil y la quiebra del Estado salvadoreño por su participación en las guerras federales no permitieron una vinculación fuerte a la economía mundial y a la cultura de masas y un despliegue amplio de nuevas formas de entretenimiento que trastocaran las practicas lúdicas de los habitantes de San Salvador10.

    Entre lo mas sobresaliente que ocurrió en cuanto al desarrollo lúdico de San Salvador durante el período de estudio fue la creación de un gimnasio en el distrito de San Jacinto en 1861, cuyo dueño era el señor B. Pradet. Entre las principales reglas de dicho establecimiento se desatacan las siguientes: ninguna persona seria recibida sin un traje decente, el establecimiento abriría todos los días a las tres de la tarde, y la entrada costaría medio real por persona. Ninguna persona podía quitar a otra de un juego o de las maquinas del gimnasio hasta que el que esta ocupando la primera haya concluido su ejercicio. Los que lleguen a caballo lo amarrarían en la caballeriza, no permitiéndose que pasearan a caballo por el local11. En este año el recién abierto Liceo de Santo Tomas anunciaba que de ser posible daría a sus alumnos lecciones de música y de gimnasia12.

La Universidad de El Salvador fue fundada el 16 de febrero de 1841

    Con respecto al nacimiento del deporte a nivel mundial este emerge en el siglo XIX en Inglaterra como una expresión de estatus y distinción de las clases altas o sectores privilegiados. Pero también es consecuencia del desarrollo de las fuerzas productivas capitalistas y el resultado de la disminución de la jornada laboral, de la urbanización y de la modernización de los transportes. El deporte mismo ha transformado el cuerpo en instrumento y lo integra dentro del complejo sistema de las fuerzas productivas13.

Estado y control social

    Sobre el control de los sectores considerados “peligrosos” para la sociedad san salvadoreña se tiene que a principios de 1854 se emiten disposiciones sobre la vagancia, la ebriedad, los juegos prohibidos, la fabricación y venta de aguardiente clandestino y chicha fuerte, los artesanos y jornaleros que faltaran al cumplimiento de sus contratos laborales y de los mendigos.

    Serian perseguidos y castigados como vagos los que no tuvieran oficio o modo de vivir conocidos y los que no lo ejercieran diariamente sin justa causa. Asimismo, los maestros y oficiales de cualquier arte y oficio, los jornaleros que en día de trabajo se encontraran en los billares, tabernas y casas de colmeria. Los aprendices que no llegaran diariamente a sus talleres y se encontraran vagando por las calles serian conducidos ante la autoridad y en presencia de ella sus maestros respectivos le aplicarían la pena de 6 a 12 azotes.

    Quedaban prohibidos los juegos de monte a los naipes, el de los dados, el de las tres cartas, el de la cinta, el de los dedales, el de la rueda de la fortuna, el de la roleta y todos los demás de envite, suerte y azar. Las mujeres consideradas como vagamundas, ebrias de profesión, chicheras o contrabandistas de aguardiente serían recluidas en las poblaciones donde existieran hospitales, fabricas de salitre o pólvora por cuenta del Estado14. Para 1859 se consigna que entre las costumbres de las personas que vivían en el Departamento de San Salvador estaban la de la ingesta de aguardiente, y la afición por la música, el baile y el matrimonio15. Debido a la falta de policías y de una vigilancia constante esta disposición no fue acatada fielmente por los sectores considerados como “mal vivientes” de San Salvador, por lo que sus pautas de relacionamiento en el ámbito de lo lúdico no fueron transformadas radicalmente.

    Acerca de lo anterior se tiene que el pensamiento garantista se expresa en la normativa penal que establece de manera taxativa los tipos penales y a su vez las limitaciones legales en el accionar punitivo del Estado. Pero, fundado en la idea de que todo orden social requiere de la seguridad interna como valor máximo a preservar la política criminal no duda en someter o reducir las garantías y libertades del ciudadano invocando la defensa social, -que no es otra cosa que la apelación a la “razón de estado”-; la sospecha de peligrosidad de todo individuo -por aquellas monomanías descubiertas por la psiquiatría en el Siglo XIX- se materializa precisamente en la amenaza o violación de sus garantías individuales16.

Conclusión

    La quiebra del Estado salvadoreño por su participación en la guerras de la extinta Republica Federal de Centroamérica y la crisis a nivel mundial del añil incidieron en la falta de vinculación fuerte y estable a la economía mundial y a la incipiente cultura de masas. La exigua centralización y modernización del Estado, el desinterés de la clase dominante en la formulación de un proyecto de morigeración de las costumbres y de transmisión de una identidad nacional a través de las diversiones y entretenimientos -salvo en las fiestas del Salvador del Mundo– y la ausencia de locales adecuados no permitieron que los habitantes de San Salvador durante el período 1847-1875 experimentaran un proceso de cambio en sus costumbres y forma de relacionamiento habitual de una forma radical. Será con las reformas liberales y la promoción del cultivo del café que tal situación comenzara a cambiar paulatinamente.

Notas

  1. Guillén M., R. Alexis. “Hacia el ocaso del siglo XIX: La modernización nacional y los impedimentos político-sociales de la democracia en El Salvador”. En: http://www.ues.edu.sv/encuentrohistoria/sigloxix2.htm

  2. Fumero Vargas, Patricia. El advenimiento de la modernidad en Costa Rica: 1850-1914. San José: Editorial de la Universidad de Costa Rica,2005. pp.11. También se puede consultar el articulo siguiente: Fumero Vargas, Patricia. “La ciudad en la aldea. Actividades urbanas en San José a mediados del siglo XIX”. En: Molina Jiménez, Iván, y Palmer, Steven (editores). Héroes al gusto y libros de moda. Sociedad y cambio cultural en Costa Rica (1750-1900). San José: EUNED,2004. pp.113-161. para el caso de la ciudad de México se recomienda ver: Viqueira, Juan Pedro. Relajados o reprimidos? Diversiones públicas y vida social en la ciudad de México durante el siglo de las luces. México D.F.: Fondo de Cultura Económica, 1987. Para la ciudad de Guatemala véase: Sagastume, Tania. “De la Ilustración al Liberalismo. Los discursos sobre los gremios, el trabajo y la vagancia en Guatemala”. Lida, Clara E. y Pérez Toledo, Sonia. Trabajo, ocio y coacción. Trabajadores urbanos en México y Guatemala en el siglo XIX. México D.F.: Universidad Autónoma Metropolitana, 2001.

  3. Al respecto existe una obra que describe una buena parte del desarrollo arquitectónico de San Salvador durante el periodo de estudio aunque no entra a analizar las problemáticas sociales que existían en la urbe. Herodier, Gustavo. San Salvador: El Esplendor de una Ciudad 1880-1930. Florida: ASESUISA, 1997.

  4. Gaceta. Agosto 20 de 1847. Tomo 1. Nº22. p.85.

  5. López Bernal, Carlos Gregorio. “Fiestas, religiosidad y civismo popular. San Salvador a mediados del siglo XIX”. En: http://www.ues.edu.sv/encuentrohistoria/sigloxix2.htm

  6. Gaceta. Diciembre 22 de 1848. Tomo 1. Nº91. p.369.

  7. Ibid. Enero 12 de 1849. Tomo 1. Nº94. p.377.

  8. Gaceta del Salvador. Marzo 5 de 1852. Tomo 3. Nº39. p.4.

  9. ibid. Miércoles 2 de febrero de 1859. Tomo 7. Nº75. p.1.

  10. Para una mayor documentación vease: López Bernal, Carlos Gregorio. Tradiciones inventadas y discursos nacionalistas: El imaginario nacional de la época liberal en El Salvador, 1876-1932. San Salvador: Editorial e Imprenta Universitaria, 2007, y, Fernández, José Antonio. Pintando el mundo de azul. Biblioteca de Historia Salvadoreña, Volumen N° 14. San Salvador: Concultura,2003.

  11. Gaceta Oficial. 10 de julio de 1861. Tomo 9. Nº79. p.8.

  12. Ibid. 20 de julio de 1861. Tomo 9. Nº82. p.8.

  13. Quiroga, Sergio Ricardo. “Deporte, medios y periodismo”. En: www.efdeportes.com Revista Digital..Buenos Aires. Año 5. N° 26. Octubre de 2000.

  14. Gaceta del Gobierno del Salvador. Abril 7 de 1854. Tomo 4. No.53. pp.1 y 2.

  15. Estadística General de la Republica de El Salvador (1858-1861). San Salvador: Dirección General de Publicaciones e Impresos,1992. pp .283-368.

  16. Foucault, Michel. Los Anormales. México D.F.: Fondo de Cultura Económica, 2000.

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