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Valoración de la capacidad de salto en jóvenes futbolistas y
estudio de la velocidad de ejecución más adecuada
para un entrenamiento de fuerza explosiva

   
Licenciado en ciencias de la actividad física y el deporte.
Universidad de León.
Entrenador de fútbol Nivel 2.
 
 
Roberto Montes García
inefroberto@hotmail.com
(España)
 

 

 

 

 
Resumen
     Objetivo: Valorar la saltabilidad de futbolistas amateurs pertenecientes a categorías Benjamín, Alevín, Infantil, Cadete, Juvenil y Regional, y proponer un entrenamiento de fuerza explosiva para mejorar la saltabilidad, así como otras manifestaciones de la fuerza (capacidad de aceleración, fuerza máxima isométrica y fuerza dinámica concéntrica). Sujetos: 94 sujetos de edades comprendidas entre los 8 y 23 años (14,7 ± 4,24). En el entrenamiento de fuerza participaron 8 sujetos todos ellos estudiantes de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte (21,25 ± 0,7 años; 180,63 ± 3,7cm; 80,63 ± 3,3kg). Metodología: Se planteó un programa inicial de entrenamiento de 4 semanas de duración, con una frecuencia de entrenamiento de 3 sesiones de por semana. Se entrenó la fuerza explosiva en máquina de prensa inclinada a 45º, realizando en cada sesión 6 series de 6 repeticiones al 60 % 1RM incrementando cada semana la carga en un 5%, con una recuperación entre series de 3'. La velocidad de ejecución para ambos grupos fue de 3" en la fase excéntrica, mientras que la fase concéntrica fue de 3" para un grupo y máxima para el otro. Resultados: Existen diferencias significativas (p<0,05) para ambos grupos en la fuerza máxima dinámica. No existen diferencias significativas en ninguno de los grupos en la saltabilidad, velocidad ni FMI. Conclusiones: Un entrenamiento de fuerza explosiva no ha producido mejoras en la capacidad de salto ni en la velocidad. Si ha producido mejoras significativas para la fuerza máxima dinámica.
    Palabras clave: Saltabilidad. Fútbol. Fuerza explosiva.
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 13 - N° 119 - Abril de 2008

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Introducción

    En la actualidad, el fútbol es el deporte más popular en numerosos países, por lo que gran cantidad de investigaciones se han dedicado a conocer un poco más acerca de los factores que intervienen en el rendimiento. Bosco (1993), cuantificó en su investigación la carga externa de un partido a través de los desplazamientos realizados por los jugadores, observando que: Los futbolistas recorren de media 1100 metros durante los 90 minutos de partido, estando el jugador el 70% del tiempo el jugador andando o corriendo a un ritmo moderado, el 20 % desplazándose a una intensidad submáxima y tan solo el 10% realizando esfuerzos máximos. En un estudio más reciente, Gorostiaga (1993), concluye que el futbolista durante el partido está el 55-60% del tiempo parado o andando, 35-40% corriendo a ritmo moderado, 3,6% a ritmo submáximo y tan solo el 0,4% realizando acciones a máxima intensidad. En cuanto al número de acciones explosivas realizadas de media por partido existen diferencias según el año en el que se realizó el estudio: Linskshinesv (1975) 20-30 aceleraciones, 30-80 arrancadas, 2-16 saltos; Lacour (1984) 100 sprints de 3-6"; Winkler (1985) 25-60 sprints de 5-8m., 20-65 sprints de 9 -12m. y 15-50 sprints de 12-16 metros; De Mata (1992) 179,4 acciones explosivas.

    Analizando estos datos se puede concluir que en un partido de fútbol se produce un elevado número de acciones explosivas de corta duración (saltos, aceleraciones etc.), por lo que se han de considerar que éstas acciones son un factor que influye en el rendimiento en el fútbol, de ahí la gran importancia de realizar un entrenamiento adecuado para la mejora de estas acciones explosivas.

    Para la evaluación de la fuerza explosiva del tren inferior, numerosos autores han utilizado en sus estudios una batería de saltos (García y cols.2001; García y cols. 2004; Gregory y cols. 2005; Vélez 1992; Melián y cols. 2001; Power y cols. 2004; Zurita y cols. 1995), por lo que he utilizado este método para evaluar la fuerza explosiva de los futbolistas de un club de fútbol de 8 a 23 años de edad, comparándolos con sujetos de otros estudios de edades similares: Jugadores de balonmano base 14-16 años (Gorostiaga y cols. 1999); Jugadores de fútbol base 13-15 años (Malina y cols. 2004); Jugadores de fútbol base 16-18,5 años (Gorostiaga y cols. 2004), Jugadores de fútbol amateurs 20,1 ± 0,4 años y Jugadores de fútbol profesionales 26,9 ± 0,6 años (García y cols. 2001); Estudiantes de Educación Física 19,33 ± 1,38 años (García y cols. 2004); Estudiantes deportistas de 18 a 25 años (Haguenauer y cols. 2005), sujetos de 20 años (Izquierdo y cols. 1999).

    Con el objetivo de mejorar la fuerza explosiva en el tren inferior de los futbolistas que hubieran obtenido perores resultados en la batería de saltos, se debe diseñar un programa de entrenamiento de fuerza explosiva, si bien es cierto que en la bibliografía consultada los autores no se han llegado a poner de acuerdo con algunos parámetros concretos que debe seguir el entrenamiento:

    Respecto a las cargas de entrenamiento Bosco y cols. (1996) propone cargas superiores al 70% 1RM para reclutar así fibras rápidas. Alba (1998) propone cargas del 60-70% para mejorar la explosividad. González Badillo (1995) propone cargas entre el 60-80% de 1RM para el entrenamiento concéntrico puro de carácter explosivo.

    Portolés (1996), recomienda no utilizar cargas superiores al 70% o incluso al 60%, en el entrenamiento de la fuerza explosiva.

    Según Portolés (1996) el número de series no debe ser superior a 6, y las recuperaciones entre series deben ser de al menos 2-3' debido a la alta solicitación que se hace sobre el SNC en este tipo de trabajos.

    Respecto a la frecuencia de entrenamiento si existe prácticamente unanimidad en que como mínimo se deben realizar 3 entrenamientos por semana, aunque algún autor ha utilizado en sus estudios una frecuencia de 2 entrenamientos por semana (Gorostiaga y cols. 1999 y 2004).

    En otros autores (Portolés 1996), proponen un entrenamiento mediante el método de contrastes en el que se alternan cargas elevadas con cargas ligeras o incluso auto cargas.

    A menudo, en los parámetros del entrenamiento se olvida mencionar la velocidad de ejecución, y los autores que la citan establecen que ésta debe ser alta (Portolés 1996; González Badillo 1995), aunque no distinguen entre la velocidad de la fase concéntrica y excéntrica. Si la fase excéntrica se hiciera a máxima velocidad, en gran parte del rango de movimiento del ejercicio no se estaría manteniendo la carga, sino que se "dejaría caer" reduciendo así el trabajo muscular. Por esta razón en el presente estudio se quiere comparar las adaptaciones conseguidas tras un entrenamiento de F. explosiva efectuando la fase concéntrica a distintas velocidades de ejecución.


Objetivos

  1. Valorar la capacidad de salto de futbolistas con edades comprendas entre los 8 y 21 años de edad.

  2. Analizar las diferencias existentes entre las diferentes edades.

  3. Analizar las adaptaciones producidas tras dos entrenamientos de fuerza explosiva a diferentes velocidades de ejecución en las distintas manifestaciones de la fuerza (saltabilidad, así como en lo capacidad de aceleración, fuerza máxima isométrica y fuerza máxima dinámica).

  4. Determinar cual es el entrenamiento más adecuado para mejorar la saltabilidad y la capacidad de aceleración.


Metodología

    1. Sujetos

    Para realizar la valoración de la capacidad de salto a futbolistas, se realizó la batería de saltos indicada más adelante a un total de 94 sujetos (N=94) pertenecientes al Club Deportivo Manuel Rubio de Gijón y con edades comprendidas entre los 8 y los 21 años de edad, todos ellos estudiantes.

    Participaron de forma voluntaria en el entrenamiento de Fuerza en máquina de prensa, se contó con 8 sujetos (N=8) estudiantes de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte (21,25 ± 0,7 años; 180,63 ± 3,7cm; 80,63 ± 3,3cm).


    2. Test realizado y material utilizado

  • Batería de saltos
    Los test de salto se realizaron utilizando una plataforma de contacto (Imagen 1) construida manualmente. Para su construcción se utilizaron 23 pares de tiras de fleje acerado de 10mm de ancho x 1000mm de largo y 0,4mm de grosor, colocadas entre sí a 2cm de distancia. Para evitar que cada par tiras de fleje se tocaran entre sí, se fijaron con pegamento elástico trozos de 1x1cm de cuero fino cada 9cm. Se conectaron todos los pares de fleje en serie soldándolos con estaño que finalizaban con una salida a un Jag, el cuál introducía la información de la plataforma de contacto al software Sport Jump 1.0 (DSD, León-España) (Imagen 2).


    Imagen 1.
    Entrada Jag al ordenador a través del ratón. | Detalle de la soldadura de las tiras de fleje.



    Imagen 2. Software Sport Jump 1.0.

    Antes de realizar los saltos todos los sujetos debían de realizar un calentamiento estándar, el cual era el siguiente:

    3' de carrera continua + 3' de estiramiento estático de los músculos de la extremidad inferior + 3' de ejercicios de skiping, carrera lateral, zancadas o multisaltos y aceleraciones.
    Al final de este calentamiento se explicaba a los sujetos los distintos saltos que componían el test a realizar (ABK, CMJ, SJ, RJ), realizando éstos varios intentos de forma que se familiarizasen en la medida de lo posible con los distintos tipos de saltos.
    Cada sujeto debía de realizar tres intentos para cada tipo de salto, escogiendo de los tres intentos el mejor de ellos, aunque en el caso del Repeat Jump (15 saltos), solo se realizó un intento. Los sujetos no realizaron los tres intentos de forma consecutiva, si no que se turnaban entre ellos para así tener tiempo de descanso suficiente entre salto y salto.

    El orden de los saltos era el siguiente:

    1º ABK: Se realiza de forma parecida al CMJ, a excepción de los brazos que, en lugar de quedar quietos junto a las caderas, son utilizados extendidos en una oscilación vigorosa, coordinada y sincronizada con la semiflexión-extensión de las piernas. (Vélez 1992), Según Vittori (1990) citado por Vélez (1992), los factores que determinan la fuerza manifestada en este ejercicio son presumiblemente: el componente contráctil, las capacidades de reclutamiento y sincronización, el componente elástico y reflejo.

    2º CMJ: Este salto es utilizado para valorar la manifestación elástico-explosiva, y consiste en un rápido movimiento de semiflexión-extensión de las piernas, partiendo de la posición erecta, con las manos fijas en las caderas. (Vélez 1992) (Imagen 3)

    3º SJ: Rápida y vigorosa extensión-enderezamiento de las piernas, desde una posición de semiflexión, con las manos en la cintura y en estado de inmovilidad. El máximo esfuerzo en la extensión de rodillas debe permitir la realización de un salto vertical lo más alto posible. Este salto es utilizado para valorar la manifestación explosiva de la fuerza. (Vélez 1992) (Imagen 4).

    4º RJ: Este test forma parte de la batería de saltos creada por Bosco (1994). Se realizan 15 saltos verticales de forma consecutiva con las manos en la cintura, intentando conseguir un tiempo de contacto mínimo sobre la plataforma y la máxima altura posible en cada salto.

    No se considera un salto válido cuando el sujeto toma contacto con la plataforma con las piernas flexionadas, ya que falsearía sus resultados.


  • Test de velocidad
    En este test de velocidad, los sujetos debían recorrer una distancia de 21 metros, en donde se registraba el tiempo que tardaban de desplazarse desde el metro 1 hasta el metro 20. Para registrar este tiempo se utilizaron dos barreras de células fotoeléctricas (DSD, León-España) láser de haz sencillo (Imagen 5). Esta barrera se compone de un emisor láser (Imagen 6), y un receptor del láser (Imagen 7), conectados por telemetría a un receptor (imagen 8), el cual se encargaba de transmitir la información al software Sport Speed 2.2 (DSD, León - España) (Imagen 9).


    Imagen 5. Barrera de células fotoeléctricas láser de haz sencillo. | Imagen 6. Emisor láser.


    Imagen 7. Receptor láser. | Imagen 8. Receptor y transmisión al software.


    Imagen 9. Sport Speed 2.2.

    Para estandarizar este test de velocidad, se fijo una línea de salida 1 metro antes que la primera barrera de fotocélulas, de forma que los sujetos debían tener un pie pisando sobre esta línea antes de comenzar la prueba. El inicio del test lo marcaba cada sujeto, sin que existiera entonces velocidad de reacción. Antes de cada prueba se recordó a los sujetos varias veces que debían atravesar la última barrera de fotocélulas a la máxima velocidad posible y frenar unos metros después.
    Los emisores y receptores láser estaban situados a unos 90cm de altura, altura que coincide con la cadera de los sujetos, y que se conseguía abriendo únicamente a la mitad de sus posibilidades las patas del trípode.
    Cada sujeto realizó tres intentos, seleccionando el mejor de ellos. El tiempo de descanso entre cada uno de los intentos debía ser de al menos tres minutos.
    Este test de velocidad se realizó siempre tras la batería de saltos, por lo que no fue necesario estandarizar otro calentamiento adicional.

  • Test de fuerza máxima Isométrica
    Este test de fuerza máxima isométrica se realizó en la máquina de prensa (GERVA - SPORT, Madrid - España) (Imagen 10) de 45º de inclinación, utilizando para realizar la medición una galga extensiométrico (GLOBUS Ergo Meter, Codogne - Italia) (Imagen 11).


    Imagen 10. Máquina de prensa 45º Gerva-sport, en la que se realizaron los test de FMI, 1RM y el entrenamiento de Fuerza.
    Imagen 11. Galga Extensiométrica Globos Ergo Meter, con la que se realizaron los test de FMI.

    Para realizar los test, eligió que los sujetos tuvieran una angulación de rodilla entre 110º y 90º, medidas que ya se utilizaron anteriormente en otros estudios (Loakimidis y cols, 2002). Los ángulos se observaban mediante un goniómetro manual TEC, y debían de ser similares en el pretest y el postetst. Cada sujeto realizó 2 intentos de 5 seg. (Del Valle 1998), en los que a parte de medir la FMI se medía el tiempo que el sujeto tardaba en conseguirla, dando por nulos aquellos casos en los que los mayores valores eran alcanzados por un tirón inicial en la prueba, ya que no son representativos de la FMI.
    La colocación de los pies debía ser a la altura de la cadera, y la espalda y nuca debían estar apoyadas al respaldo de la máquina.
    Este test se realizó al día siguiente de los test de salto y de velocidad, realizando como calentamiento estándar 5´ de estiramientos de la musculatura del tren inferior + 1 serie de 15 repeticiones en la máquina de prensa, sin peso + 1 serie de 10 repeticiones con 40kg.

  • Test de fuerza máxima dinámica
    Para calcular la fuerza máxima dinámica de carácter se realizó 1RM de tipo concéntrico, buscando el peso máximo que se podía movilizar desde el enganche más bajo de la máquina de prensa, hasta la extensión total de rodillas. Cada sujeto realizó entre 2 y 10 repeticiones, incrementando la carga en sucesivos intentos hasta que esta no se pudiera desplazar, siendo la mayor carga movilizada la RM concéntrica de cada sujeto (Del Valle 1998). Los pies se debían colocar a la altura de la cadera y con las punteras a la altura del borde superior de la máquina.
    El calentamiento es el mismo que en el test de FMI:
    5' de estiramientos de la musculatura del tren inferior + 1 serie de 15 repeticiones en la máquina de prensa, sin peso + 1 serie de 10 repeticiones con 40kg.
    Este test se realizó siempre al día siguiente del test de FMI, o esa misma tarde en el caso de que la FMI se hubiese realizado en horario de mañana.


    3. Entrenamiento realizado

    El entrenamiento de fuerza en máquina de prensa que se debía plantear estaba condicionado por las fechas en las que se debía realizar el post test, de esta forma, el entrenamiento podía durar un máximo de 3 semanas y un día, ya que a mitad de la cuarta semana se debían realizar los postest. En un inicio, la planificación realizada fue de entrenar 3 sesiones por semana, durante tres semanas más un entrenamiento el lunes de la cuarto semana, lo que significaría un total de 10 sesiones de entrenamiento. Finalmente, el entrenamiento quedó reducido en una semana menos, debido a la imposibilidad de los sujetos de entrenar durante la semana festiva del puente de la constitución, significando esto que el entrenamiento realizado tuviera una duración de 7 sesiones de entrenamiento.

    La primera semana los sujetos entrenaron cargas del 60% de 1 RM concéntrica, incrementando cada semana la carga en un 5%, llegando a trabajar con cargas del 80% en la última semana.

    Ambos grupos realizaban en todas las sesiones 6 series de 6 repeticiones, con una pausa de recuperación de 3 minutos.

    Estos parámetros son los propuestos por Gonzalez Badillo (1995), para el entrenamiento concéntrico puro de carácter explosivo.

    El parámetro que distinguía entre ambos grupos de entrenamiento era la velocidad de ejecución concéntrica, ya que la excéntrica era para ambos grupos de 3 segundos, reduciendo con esta fase excéntrica lenta el reflejo miotático para todos los sujetos por igual. Para controlar la velocidad de ejecución se utilizó un metrónomo digital SEIKO DM-22, el cual se ponía en marcha con una frecuencia de 1 Hertzio (1 pitido por segundo). El grupo que entrenaba en la fase concéntrica con una velocidad de ejecución rápida debía movilizar la carga correspondiente en el menor tiempo posible hasta alcanzar la extensión máxima de rodillas, manteniendo una posición de bloqueo hasta que el metrónomo sonara de nuevo, para comenzar entonces la fase excéntrica. Por el contrario, el grupo que trabajaba con una velocidad de ejecución lenta, debía movilizar la carga en tres segundos (3 pitidos del metrónomo), comenzando inmediatamente después la fase excéntrica.

    La colocación de los pies en la plataforma de la máquina de prensa, debía ser similar a la establecida durante los test (punteras tocando con el borde superior de la plataforma, y pies con apertura similar a la distancia entre los hombros.


    4. Análisis estadístico

    El análisis estadístico se realizo mediante el software SPSS v. 13.0. (Chicago - EEUU) Se realizó el siguiente análisis:

  • Descriptiva, media y desviación estándar.

  • Comparación entre grupos ANOVA, post hoc Bonferroni.

  • Efectos del entrenamiento con pruebas de signos Wilcoxon.

  • Previamente en todas las pruebas se realizó la prueba de normalidad de Kolmogorov - Smirnov para una muestra.

  • El nivel de significación < 0,05


Resultados

    Los resultados de la batería de test saltos realizados al CD Manuel Rubio para valorar la fuerza explosiva de la extremidad inferior en futbolistas de 8 a 23 años fueron los siguientes: (N fue insuficiente para las edades de 13, 19, 22 y 23 años)


    Existen diferencias significativas en la saltabilidad entre los futbolistas de = 15 años, con el resto de los futbolistas de menos de 15 años. Existen diferencias significativas en la saltabilidad entre los futbolistas < de 15 años y el resto de los grupos de 15 ó más años. No existen diferencias significativas entre los futbolistas de 15 a 21 años. No existen diferencias significativas en la saltabilidad de los futbolistas entre 8 y 12 años.

    Existen diferencias significativas entre todos los tipos de saltos e índices salvo en el índice de aprovechamiento de brazos.

    Los resultados del entrenamiento propuesto a los dos grupos que trabajaban a una velocidad de ejecución durante la fase concéntrica fueron los siguientes:




    Existen diferencias significativas para ambos grupos en la fuerza máxima dinámica (P<0,05), mientras que en el resto de los test no hubo diferencias significativas para ningún grupo.


Discusión

    La utilización de una batería de saltos para la evaluación de la fuerza explosiva ya ha sido utilizada en numerosas investigaciones (García y cols.2001; García y cols. 2004; Gregory y cols. 2005; Vélez 1992; Melián y cols. 2001; Power y cols. 2004; Zurita y cols. 1995; Gorostiaga y cols. 1999 y 2004; Malina 2004; Haguenauer 2005; Izquierdo y cols. 1999) seleccionando en cada caso los saltos más convenientes (ABK, CMJ, SJ o RJ). Los sujetos participantes en alguna de estas investigaciones se asemejan en edad a los futbolistas de 8 a 21 años a los cuales he valorado en mi estudio, por lo que trataré de resumir en una tabla la saltabilidad de estos:

    Los resultados obtenidos por los futbolistas de 8 a 21 años a los que he valorado la capacidad de salto han sido más bajos que los de otros deportistas de edades similares que han participado en otros estudios (Tabla 4), lo que indicaría la necesidad de trabajar la fuerza explosiva para mejorar esta capacidad, ya que como hemos visto anteriormente se clasifica como determinante en el fútbol.

    A la hora de seleccionar el tipo de entrenamiento más adecuado para el entrenamiento de la fuerza explosiva, hay pequeñas diferencias en la elección de los parámetros adecuados según los autores, por ejemplo Bosco y cols. (1996) propone cargas superiores al 70% 1RM y en cambio Portolés (1996) recomienda no utilizar cargas superiores al 70% o incluso al 60%.

    En cuanto a la velocidad de ejecución, debido la escasa información encontrada en otras investigaciones, en las que únicamente se cita en algunos casos que ésta debe ser elevada (Portolés 1996; González Badillo 1995).

    Tras el entrenamiento de fuerza explosiva realizado ninguno de los 2 grupos ha obtenido mejoras significativas en la velocidad ni en la saltabilidad. Gorostiaga (1999), tras un entrenamiento de fuerza de 6 semanas (12 sesiones) tampoco encontró diferencias significativas en CMJ ni SJ, aunque en otro estudio realizado por este autor (2004), tras un entrenamiento de fuerza en circuito tras 11 sesiones de entrenamiento si obtuvo mejoras significativas (p<0,01) con un incremento del 5,1 %. La razón de que no se hayan producido mejoras significativas tras el entrenamiento pudo escasa duración de éste (7 sesiones), así como las bajas cargas (60%), planteadas en la primera semana de entrenamiento con razón de mantener una cierta progresión.

    Respecto a la velocidad tras 11 sesiones de entrenamiento de fuerza en circuito Gorostiaga (2004), no encontró diferencias significativas en sprints de 5m y 15m, sin embargo García y cols. (2001), tras 8 semanas de entrenamiento en pretemporada de futbolistas amateurs y profesionales encontraron diferencias significativas (p<0,01) en el tiempo empleado en recorrer 20m, aunque no en la velocidad máxima de los futbolistas.

    Gorostiaga (1999) tras 6 semanas (12 sesiones) de entrenamiento de fuerza si encontró diferencias significativas en la FMD y la FMI (p<0,01).

    Se podría argumentar, que la razón de obtener únicamente mejoras significativas en la FMD en nuestro estudio se debe a las escasas sesiones de entrenamiento realizadas así como las bajas cargas utilizadas en las primeras sesiones de entrenamiento. Con un estudio en el que se realice un entrenamiento más largo podrían observarse diferencias significativas entre grupos que entrenen a diferentes velocidades de ejecución.


Conclusiones

  • Los resultados de los futbolistas del CD Manuel Rubio en la batería de saltos han sido inferiores a los obtenidos por otros deportistas de edades similares.

  • Un entrenamiento de fuerza explosiva de 7 sesiones de entrenamiento no produce mejoras significativas en la capacidad de salto, velocidad (20m) y FMI. Si ha producido mejoras significativas en la FMD (p<0,05).

  • Tras un entrenamiento de fuerza explosiva de 7 sesiones de entrenamiento no se han producido diferencias significativas entre los grupos que entrenan a distinta velocidad de ejecución.


Bibliografía

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Autores citados a partir de otras referencias

Consultados en el temario de la asignatura Teoría del Entrenamiento de la FCCAFD de la Universidad de León (2005):

  • Alba (1998)

  • Bosco (1993)

  • De Mata (1992)

  • Gorostiaga (1993)

  • Lacour (1984)

  • Linskshinesv (1975)

  • Portolés, J.A. (1996)

  • Winkler (1985)

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