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La toma del implemento en la enseñanza del salto con pértiga

   
Profesor asistente Universidad del Tolima - Ibagué.
Miembro Comisión Técnica Nacional de de la Federación Colombiana de Atletismo.
Disertante IAAF.
 
 
Nelson Enrique Barragán Alarcón
prichok@yahoo.es
(Colombia)
 

 

 

 

 
Resumen
     El artículo presenta una guía metodologica para el desarrollo de una de las tareas fundamentales en el proceso de enseñanza de la técnica del salto con pértiga, constituida por la formación de los elementos básicos de la toma del implemento. Esta fase del aprendizaje se aborda analizando el ancho toma, la altura toma, la referencia del sitio de despegue. Lo cual significa una ampliación del concepto tradicional de "la toma del implemento" que se reduce, en la mayoría de los casos, al hecho de sujetar la pértiga con una distancia determinada entre las manos.
    Palabras clave: Salto con pértiga. Toma de la pértiga. Enseñanza del salto con pértiga.
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 12 - N° 118 - Marzo de 2008

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Introducción

    El salto con pértiga o salto con garrocha, es una modalidad del atletismo que hace parte del grupo de los cuatro saltos en este deporte a saber: Salto largo, salto alto, salto triple y salto con pértiga.

    La prueba del salto con pértiga consiste en pasar por encima de un listón horizontal sin provocar su caída, para lo cual el saltador luego de una carrera de impulso ancla la pértiga dentro del cajetín dispuesto antes del listón y la zona de caída y apoyándose en la misma realiza movimientos especiales que le permiten lanzar su cuerpo por sobre el obstáculo en este caso la varilla.

    El desarrollo del proceso de enseñanza del salto con pértiga ha sido abordado de manera tradicional dividiendo las tareas a realizar por los profesores y alumnos con base en las fases relevantes de esta modalidad atlética; que de acuerdo con Muller (2000) son: "Aproximación, clavado, despegue penetración, inversión extensión giro y pasaje de la varilla" (p.116). En la mayoría de textos y guías de enseñanza el problema de la toma del implemento no se contempla o se reduce a dar un referente aproximado de la distancia que debe existir entre una mano y otra en el momento de sujeción de la pértiga, sin mas detalles y pasando por alto que los primeros obstáculos y desaciertos que enfrenta el alumno en su aprendizaje tienen que ver con la incorrecta interpretación y ejecución de la toma del implemento. Ozolin (1989) no observa la toma del implemento como una tarea esencial, y la incluye someramente en la tarea inicial de "enseñanza de la carrera con la garrocha", este reconocido estudioso de la Pértiga plantea al respecto "durante la marcha y carrera con garrocha los practicantes asimilan la manera mas cómoda para ellos de sujetar la pértiga. (p.438).

    Por lo anterior abordaré la tarea de la toma del implemento en el inicio del proceso de enseñanza del salto con pértiga de una manera mas integral, incluyendo en este momento la definición del ancho toma, la altura toma y la referencia del sitio de despegue; acciones sin las cuales la sujeción de la pértiga no tendría significado alguno, ya que finalmente el alumno desde el comienzo del aprendizaje esta sujeto a la ejecución de los primeros intentos del salto y sin los anteriores elementos las posibilidades de realización son muy limitadas.


La técnica del salto con pértiga

    Los obstáculos iniciales en la enseñanza del salto con pértiga surgen en el análisis de la técnica, esto debido a que los profesores no realizan inicialmente una transposición didáctica razonable que permita a partir del análisis de la técnica del salto ideal producido por los laboratorios de biomecánica a partir de la ejecución de los mejores exponentes de la prueba, construir un modelo de salto posible de enseñar y aprender.

    Los modelos técnicos analizados y divididos en fases para la enseñanza del salto con garrocha se construyen tradicionalmente con base en el salto ideal con doblamiento o fleteo de la garrocha. Este salto es ejecutado a grandes velocidades y con un nivel de precisión técnica imposible de lograr en los primeros estadios del aprendizaje de la prueba, razón por la que se debe hacer la transposición didáctica ajustando la técnica al salto con garrocha rígida, que es mas consecuente con las características físicas de los niños en la edad de inicio del aprendizaje que de acuerdo con Yagodin (2000) se encuentra entre de los ocho y diez años.


La toma de la pértiga

    En la acción de toma de pértiga se distinguen dos elementos que tendrá que definir el profesor al iniciar el proceso de enseñanza de la técnica de esta modalidad atlética a saber:
El ancho de la toma y la altura de la toma.


    El ancho de la toma

    El ancho de la toma, esta definido por la longitud del espacio que queda entre las manos que sujetan la garrocha (figura 1).


Figura 1. Ancho de la toma en posición de braceo de carrera.

    Esta distancia para todos los entrenadores y garrochistas de elite se ha definido como una variante particular de cada atleta, según Petrov (2004) "un estudio entre saltadores sugiere que el ancho de la toma debe ser entre 60 y 70 centímetros medidos desde el pulgar de la mano izquierda hasta el pulgar de la mano derecha". (p. 22)

    Las formas empíricas empleadas por los entrenadores para definir la longitud del ancho de la toma se repite curso tras curso y esta determinada de tres maneras: Una variante es sujetar la garrocha con las dos manos en forma paralela a la cadera y definir el ancho de la toma por el equivalente al ancho de la cadera sobre su eje transversal (figura 2). La segunda variante esta determinada por dar el equivalente del ancho de la toma a la longitud o cuerda total de la extremidad superior, medida esta desde el punto de inserción con el tronco a la altura de la axila, hasta el final de la empuñadura (figura 3). La tercera variante diseminada entre los instructores es definir el ancho de la toma por el equivalente a la medida del ancho de la cintura escapular sobre el plano de su eje transversal (figura 4).


Figura 2. Toma sobre el ancho de la cadera. | Figura 3. Toma sobre la longitud del brazo.


Figura 4. Toma sobre el ancho de la cintura escapular.

    Veamos ahora otras variantes que no se diferencian mucho de las anteriormente descritas, propuestas por Vitaly Petrov (2004). Y su análisis grafico en tres variantes a saber: Ancha, media y angosta.


    Método Petrov para definir el ancho de la toma al inicio del aprendizaje

  1. Aprender a correr sin garrocha.

  2. Braceo natural con mano izquierda al pecho.

  3. Detener braceo con brazo izquierdo en pecho y ubicar garrocha en esa posición (esto puede ser bueno para la carrera, no necesariamente para el salto).

  4. Para determinar el ancho de la toma es bueno que el niño realice una subida abdominal en barra y del ancho de manos que utilice, promediado con el otro dibujo del cuadro, es posible tomar la garrocha.


    Determinando el ancho de la toma

    Para Petrov (2004) existen tres variantes del ancho de la toma:

  • Ancha: 90 centímetros.

  • Media: 65 centímetros.

  • Angosta: 45 centímetros.


    De las variantes anotadas y de acuerdo con el análisis grafico las más acertada al inicio del proceso de enseñanza de la técnica del salto; es la de la cintura escapular que puede ser definida con el "Método Petrov de la barra" (figuras 5, 7 y 8) o simplemente midiendo la longitud de la cintura escapular sobre el eje transversal; la variante de la posición de braceo contiene elementos mas precisos y se ajusta al tipo de toma que denomina petrov como "toma media" (figura 1). Esta ultima es la mas efectiva al momento de ejecutar el salto y la que mas se acerca al modelo biomecánico ideal, sin embargo requiere elementos de fortalecimiento de la pared dorso-lumbar y la musculatura de sostén que solo encontramos en atletas con un proceso avanzado de preparación y por lo tanto no es conveniente emplearla con niños principiantes.


Figura 7. Ancho de la toma suspendido en la barra. | Figura 8. Ancho de la toma después de una invertida en barra.

    En mediciones realizadas por el autor en julio de 2007 con dos atletas de sexo femenino de 14 años y 15 años de edad pertenecientes a la escuela de Salto con Pértiga del Club Deportivo de Atletismo Elite de Ibagué, con sede en el Estadio Manuel Murillo Toro de esta ciudad, se encontró una variación en la longitud de las diferentes tomas que podemos observar en la tabla 1. La distancia de la toma fue medida incluyendo la longitud de la empuñadura en todos los casos (figura 9).



Figura 9. Forma de medir el ancho de la toma.

    Teniendo en cuenta que las variantes antes anotadas producen longitudes de agarre muy disímiles, las cuales están acordes con las características antropométricas de los niños, el resultado nos puede arrojar agarres estrechos o anchos que presentan mas desventajas que ventajas de acuerdo con los estudios biomecánicos realizados veamos lo que al respecto opina Petrov (2004).

    Dentro de las desventajas que presenta el agarre estrecho encontramos: Produce excesiva tensión en los músculos de los brazos y hombros y, por consiguiente, reduce la libertad de sus movimientos. Desplaza el centro de gravedad (C.G.) del sistema más hacia delante. Esto reduce la inclinación del saltador hacia delante y le obliga a mantener la garrocha en posición alta durante más tiempo (alterando la fluidez de la bajada de la garrocha para la clavada). Complica la técnica de la presentación de la garrocha (agarrotamiento del hombro y de la mano derecha). Acorta el paso de los hombros hacia delante después de la despegue de penetración, tirón de los hombros, que produce el disparo de la pelvis (centro de gravedad general - C.G.G.) por delante de los hombros. Reduce la carga de la mano derecha hacia la garrocha. La parada de los hombros para iniciar la inversión del cuerpo sobre la garrocha es más lenta y menos potente. Las ventajas son pocas pero podemos anotar: El inicio de la carrera más estándar y más alto; la clavada de la garrocha con la mano izquierda más alta.

    Entre tanto un agarre ancho de mas de 75 centímetros presenta las siguientes desventajas: Desplazamiento del centro de gravedad del sistema saltador-garrocha muy adelantado (esto produce una aceleración prematura desde las primeras zancadas de la carrera de impulso). Bloquea el movimiento de los hombros en la parte central de la carrera de impulso. Hace más difícil la bajada y presentación de la garrocha (en vez de ser presentación es una especie de lanzada lateral de la garrocha). La mano izquierda demasiado baja bloquea el desplazamiento del saltador adelante y arriba en el despegue. Esto frena el movimiento de los hombros en posición de suspensión y no permite realizar, posteriormente, la rotación sobre los hombros. Teniendo en cuenta todas las ventajas y desventajas de los diferentes agarres en la garrocha, cada entrenador debe determinar la anchura del agarre más idónea para el deportista dado, partiendo siempre de las peculiaridades. (p. 22).

    Observando los datos consignados en la tabla 1, encontramos que el ancho de la toma en centímetros equivalente a la longitud de la extremidad superior (figura 3) y el ancho de la toma en centímetros con base en la posición de braceo de carrera (figura 1), son los de mas longitud para estas atletas (60 a 65 centímetros) y están en concordancia con las medidas ideales de la "toma media" que de acuerdo con Petrov (2004), otorga mayores ventajas al momento de ejecutar el salto. Sin embargo los registros individuales de las deportistas han sido obtenidos con tomas entre 50 y 55 centímetros que se relacionan en este caso con el ancho de la toma en centímetros medido sobre el eje transversal de la cintura escapular (figura 4). Lo anterior atiende a la lógica de atletas en formación, que siempre tienden a reducir la toma por efecto de las falencias en su preparación física, producto de la dinámica natural del proceso ontogenético y el de preparación atlética.


    Definición del ancho de la toma

    En el inicio del proceso de enseñanza aprendizaje del salto con pértiga, debemos con la ayuda de los métodos descritos u otros definir el ancho de la toma. Como vimos anteriormente la toma por longitud transversal de la cadera, o la toma por la longitud transversal de la cintura escapular nos arrojan tomas reducidas y por eso son desechadas en el inicio por los profesores que ven aquí un desacuerdo con sus concepciones de técnica ideal. Sin embargo este tipo de toma genera más seguridad en los novatos, al permitirles ejercer presión sobre la garrocha con las dos extremidades superiores al mismo tiempo, evita uno de los errores mas recurrentes en principiantes como lo es la tracción o flexión de brazos en el momento de la fase aérea del salto, reduce la acción de carga producida por la palanca de la garrocha en la musculatura de sostén durante la fase de aproximación lo cual otorga al niño la posibilidad de concentrarse en la ejecución correcta de la técnica y la coordinación dinámica general que son los elementos centrales a desarrollar en este estadio del aprendizaje. La disposición de los músculos flexores de los dedos en forma perpendicular a la sujeción de la garrocha en la toma reducida aumenta la fuerza de la tenaza sobre los agarres lo cual descarta el deslizamiento de las manos sobre el implemento al momento de la batida, error muy común en aprendices con poca preparación física, que limita la asimilación del gesto técnico.


    Altura de la toma

    La altura de la toma esta definida por la distancia que existe entre la punta de la garrocha que se apoya en el cajetin y el sitio de agarre de la mano más alta con respecto al piso en el momento de la batida, que en el caso de los saltadores y saltadoras diestros es la mano derecha y para el caso contrario la mano izquierda (figura 10).


Figura 10. Altura de la toma

    Existe una profusa imprecisión en el momento de definir la altura de la toma cuando se inician los procesos de enseñanza de la técnica del salto con pértiga, lo que genera mucha dificultad y vaguedad en los primeros intentos de ejecución; esto hace que un considerable numero de niños teniendo las condiciones de coordinación y destreza motriz nunca llegan a realizar un salto con éxito y terminan abandonando las clases prematuramente.

    Podemos distinguir tres tipos de altura de la toma, a saber: Largo, estándar y corto.

    La altura de la toma estándar es la que permite realizar el salto con éxito y se puede determinar con los pasos que se exponen a continuación:

  1. Definir el sitio de despegue:
    Para definir el sitio de despegue, con niños en iniciación debemos tener en cuenta que este no debe estar a una distancia mayor de 20 a 30 centímetros del borde posterior del cajetin. Con ayuda de la longitud del pie con calzado de los alumnos, se puede encontrar esta medida, ubicando las pisadas como aparece en la figura 11.


    Figura 11. Definición del sitio de despegue.

  2. Definir la altura de la toma:
    Después de determinar el lugar de despegue, ponemos al aprendiz en posición vertical con el brazo del agarre alto totalmente extendido; de tal manera, que el punto de agarre coincida en su eje vertical con el punto de apoyo que hemos definido con anterioridad como el lugar de despegue, y la punta de la garrocha se encuentre anclada en el cajetin (figura 12). En cualquier circunstancia esta será la norma para definir el sitio de despegue. Lo que varía con el tiempo de preparación a medida que evolucionan los deportistas, es la distancia del sitio de despegue con respecto a la parte posterior del cajetin que cada vez se va alejando más en la medida que aumenta la maestría deportiva.


    Figura 12. Definición de la altura de la toma. | Figura 13. Máximo alcance en posición vertical.

  3. Si el profesor no dispone de un sector con un cajetin que tenga las medidas reglamentarias, entonces puede emplear otra variante. Esta consiste en hallar el agarre de máximo alcance sobre la garrocha que el alumno logra empinado en posición vertical con el brazo extendido (figura 13), y a esta distancia sumarle el largo total del brazo (figura 3), para luego trasladar este resultado a la pértiga y fijar el alto de la toma.

    La altura de la toma larga es la que excede en longitud a la estándar, con este tipo de tomas es casi imposible ejecutar el salto con niños ya que la resistencia de la pértiga rebasa la inercia trasmitida a esta por el ejecutante y el resultado siempre es el lanzamiento del saltador en hacia atrás en sentido contrario del salto. De otro lado con las tomas cortas que son las que en longitud son inferiores a la toma estándar el despegue sucede antes que el momento del contacto de la garrocha con la pared anterior del cajetin y se produce lo que se denomina un salto en falso o sin apoyo de la garrocha, esto evita experimentar la sensación del salto con el implemento. Por lo anterior se debe evitar la toma larga y corta, para lo cual antes de hacer los primeros intentos de salto en el sector de garrocha hay que definir claramente la altura de la toma estándar.

    Como pudimos observar la toma del implemento en la enseñanza del salto con pértiga es una tarea sencilla pero de gran trascendencia que no se limita a la definición de una distancia casual entre las manos que sujetan la garrocha. En esta etapa del aprendizaje se debe atender con precisión el ancho de la toma, siendo más aconsejable la toma reducida, integrándola a la altura de la toma estándar y a la definición del sitio correcto de despegue.


Referencias bibliográficas

  • OZOLIN, H.G. et all. Legkaya Atletika. Ychebnik Dlya Institutov Fisichescoi Culturii (Atletismo. Manual para Institutos de Cultura física). Fiscultura y Sport. Moscu. 1989

  • MULLER Harald y Wolfgang Ritzdorf. Correr, Saltar, Lanzar, La Guía IAAF para la enseñanza de Atletismo. CRD - IAAF Santa Fe Argentina. 2000

  • PETROV, Vitaly. Salto con Garrocha - El estado del arte. En: IAAF Nuevos Estudios en Atletismo. Boletín técnico Trimestral de la IAAF. Nº 3 de 2004. Ed. CRD - IAAF. Santa Fe ARG: 2004. p 21 - 27.

  • YAGODIN. B. M. Mnogoletnaya trenirovka priguna s chestom. (Entrenamiento de muchos años del saltador de garrocha). Sport Akadem Press. Moscu. 2000.

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revista digital · Año 12 · N° 118 | Buenos Aires, Marzo 2008  
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