Comunicar es motivar para rendir | |||
Profesor y Licenciado en Educación Física, Master en Ciencias y Juegos Deportivos y Doctor en Ciencias del Deporte Entrenador y Preparador Físico de equipos de Fútbol Profesional y Amateur. Profesor Auxiliar. Universidad de Ciego de Ávila |
Dr. C. José Ramiro Villalobos Trujillo (Cuba) |
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Resumen
Uno de los grandes reto en el deporte contemporáneo lo constituye el
saber conducir a los jugadores a alcanzar los resultados para los cuales
se preparan en el entrenamiento diario, lo que para ello es necesario que
se cumplan determinadas normas y reglas que hacen de esta labor una
actividad agradable y objetiva, para lo cual es preciso motivar de una
forma correcta la comunicación con los atletas, escucharlo es algo que no
debe ser olvidado y constituye un arte del entrenador dentro de su
accionar diario, ser claro y preciso en lo que se quiere alcanzar, es la
clave del excito, para lo cual se debe ser cuidadoso y respetuoso de las
normas de la buena comunicación, entrenador – atleta, atleta –
entrenador.
Palabras clave: Comunicación. Motivación.
Deporte. Entrenador. |
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 12 - N° 118 - Marzo de 2008 |
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En el deporte, las relaciones entre los atletas y sus entrenadores juegan un importante papel, por los innumerables aspectos que son tratados entre estos, motivarlo es y será un reto que siempre está presente en la labor educativa de todo técnico del deporte, si tenemos en cuenta que los resultados esperados por el colectivo son manejado en el intercambio que se establece en la vida cotidiana de un colectivo, lo que a veces es discutido antes de competir, por lo que estudios referidos a la forma de comunicarse y de establecer vías de entendimiento entre los jugadores y sus técnicos constituyen vías que siempre serán necesarias a ser fortalecidas, sus resultados hacen más dinámica y activas las relaciones interpersonales entre estos.
Un problema determinante en el rendimiento de los atletas y de los entrenadores hoy en día lo constituye la comunicación empleada y los niveles de motivación manejados en el equipo deportivo. Todos sabemos que la comunicación es un elemento decisivo. No todas las personas tienen presente que la comunicación no es solo hablar sino también escuchar.
Desarrollo
Constituye un objetivo fundamental del presente trabajo hacer comprender a los técnicos de los diferentes deportes, sobre todo aquellos que conducen equipos colectivos, la necesidad de una adecuada comunicación que motive a sus discípulos a alcanzar resultados favorables.
Muchas veces los entrenadores solamente hablan y no escuchan nada, si se analizara las características individuales de cada deporte entonces comprenderíamos lo necesario de la temática que se está tratando, es por tanto, de suma importancia saber y dominar que es la escucha activa o empática.
Qué es la Escucha activa o empática.
La esencia de la escucha empática no consiste en estar de acuerdo; consiste en comprender profunda y completamente a la otra persona tanto emocional como intelectualmente. Incluye mucho más que registrar, reflejar e incluso comprender las palabras pronunciadas. “Covey. S”
Cuando analizamos las interioridades de un colectivo, su estrategia trazada para alcanzar y mejorar sus resultados vemos entonces que se hace realidad cuando sus motivaciones cumple el rol que le pertenece; para ello es necesario conocer que los lazos de afecto y de desafecto está sustentada sobre la base del conocimiento individual, de la pericia y maestría de los practicantes, en este cazo los jugadores y los entrenadores de un equipo deportivo, que a su vez forman en conjunto la base colectiva de interrelación comunicativa común del equipo.
Un buen entrenador le deberá prestar un interés pronunciado a todo lo que sus disípalos le transmiten durante el tiempo que comparten con estos, no sólo en la hora activa de trabajo del entrenamiento y el juego, es en todo momento que el está en presencia de ellos; sólo el análisis e interpretación detallada de cada palabra o frase utilizada le permitirá a estos conocer las interioridades de sus jugadores.
Qué ventajas o beneficios proporciona a los entrenadores el saber escuchar
Eleva la autoestima de la persona que habla (Jugador, colaboradores, personal adjunto y otros que forman parte del colectivo)
Puede ampliar su vocabulario indirectamente.
Aprenden de forma indirecta.
Conocer las interioridades del colectivo deportivo, sus dificultades y virtudes.
Por tanto, es necesario que dentro del grupo se establezcan las relaciones de colaboración, lo cual permite el flujo de esta entre el entrenador y sus atletas, para lo cual se debe fijar mecanismos específicos de la regulación de la dinámica de los procesos psíquicos; estrategias comunes para la solución de los problemas y el estilo de la actividad común para todo el grupo.
Es por ello que estos mecanismos de trabajo permiten que dentro del colectivo se practiquen valores necesarios para fortalecer la correcta y adecuada comunicación, entre estos podemos mencionar: La Honradez, el Respeto, la Honestidad, la Puntualidad, el Espíritu de servicio, la Responsabilidad, la Confianza y la Lealtad.
La comunicación no es solamente la expresión verbal, es también transmitida por expresiones no verbales como son los gestos y las acciones o movimientos práxicos, propios y característicos de la personalidad del entrenador o de los jugadores; entrenar la comunicación es un proceso constante, lo que en algunos casos es omitida por los entrenadores de diferentes deportes, no siempre lo toman en cuenta y es por ello que fracasan debido a algunos errores en este aspecto tan importante con sus jugadores, con sus familiares, con el público, con los agentes, e incluso con el mismo deporte.
Los atletas o deportista de un deporte determinado es lo más importante de una organización ya está para muchos fuera de duda. Lograr sin embargo que ellos lo sepan continuamente, es el reto tal vez más importante de un entrenador en su función de jefe de ese colectivo.
La falta de una comunicación acorde al momento, a su papel educativo y a su función dentro del marco que se desarrolla, a conducido a errores fatales; si se tiene en cuenta que la comunicación es la unidad de análisis donde se desarrolla la personalidad del atleta, entonces deberíamos facilitar una comunicación participativa y personalizada a todos los miembros; en la medida que este proceso ocurre, aparecen, dudas y nuevas reflexiones que con el apoyo del entrenador y de los propios compañeros se le dará una solución, lo que dará lugar a nuevos conceptos y nuevas experiencias que son incorporadas en la práctica del colectivo donde se desarrollan.
La claridad en la filosofía del entrenamiento lo involucrará para expresarse y conducir al colectivo con una correcta comunicación que facilite el incremento de la auto estima, y que al mismo tiempo acarree a concentrarse en el rendimiento personal que aspira alcanzar de sus jugadores, para que como efecto de ello se le proporcione el placer a él como técnico, y a sus jugadores como algo a lo cual aspiran.
Una adecuada comunicación es efectiva, y tiene efecto óptimo cuando ella se produce en el menor tiempo, con la menor cantidad de recursos empleados y cuando se desarrollan entre sus participantes habilidades con un resultado cualitativo que dan cumplimiento al fin o objetivo para lo cual son empleados en el entrenamiento, en el juego y en la propia vida diaria.
El propio proceso de desarrollo conducido por los entrenadores lleva consigo la formación de nuevas experiencias que quedan en los educandos como huellas que perdurar y no serán fáciles de borrar. Una inadecuada comunicación carente de motivos y de sentido positivo a los intereses de un jugador conducen a rechazos, desánimos, desinterés, desaplicación, etc. que luego más tarde van a sopesar en el rendimiento del colectivo.
La habilidad comunicativa del entrenador para facilitar motivos afectivos a los jugadores es el marco idóneo para conducirlos a un estado óptimo, con una cadencia, un sentido común, acorde a las exigencias del juego moderno.
La comunicación que se logra no solo es como información, si no también como flujo en determinados hombres, cambiando su objetivo o la conservación de su nivel de composición, motivación, actividad general, formas concretas de conductas y comunicación de la actividad lograda.
Un buen entrenador deberá compartir con los miembros del colectivo la misión que le ha sido asignada como director del equipo, hacerlos participes de ello, realizando orientaciones concretas y precisas, sobre todo cuando la orientación implica en ello responsabilidad hacia la actividad, cuando el atleta siente que a través del mensaje del técnico él como jugador es importante; por muy insignificante que el jugador sea dentro del equipo, el técnico deberá dar valía a este en su trato con el atleta, mostrar siempre respeto, interés por el valor del jugador como parte de un colectivo, debe sostener una imagen corporal que así lo demuestre, evitar los gestos que conlleven y censuren maltrato o atropello, estimular siempre a su jugador, es por así decir, ser honorable y digno de mejorar la confianza que permita una reacción sagaz y eficazmente oportuna para comprometer al atleta en los resultados que de él se esperan alcanzar.
El primer paso para ser respetado como entrenador desde este punto de vista, se sugiere comenzar por el reconocimiento de la diversidad de la persona (en su dimensión corporal, física, social, deportiva, etc.…). Es importante que dentro de las tareas fundamentales del técnico este contemplado la educación y fortalecimiento de los valores de cada atleta manteniendo una línea de conducta estable, que caracterice a su equipo y le de rasgos distintivos como colectivo deportivo.
Hay momentos dentro del mundo del deporte que no es sólo halagos y expresiones agradables, un técnico eficaz debe dominar su estado temperamental y emocional, conocer a fondo a sus jugadores, dominar las características de la cosmovisión grupal de su colectivo y saber en que momento, que frase utilizar, que postura corporal adoptar, que gesto emplear, como debe presionar al grupo cuando es incorrecto lo que han realizado, cuando se requiere de un buen responso; pero para ello la clave es: no faltar el respecto a su jugador, limitarse sólo a lo que estamos sancionando, no se apoye en lo mal hecho en el pasado, sea prudente en sus palabras y sobre todo no tome decisiones a priori, de tiempo y oportunidad de reflexión, no haga de este acto lo cotidiano y concluya estimulando lo deseado, excitando a nuevos retos, dándole valor a su equipo, a sus jugadores y al banderín que se defiende.
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