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Métodos de control de la disciplina en baloncesto

   
Doctorando de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte
en la Universidad Politécnica de Madrid. Entrenador de
Baloncesto de la cantera del Club de Baloncesto Estudiantes.
 
 
José Manuel Sánchez Galán
sanchezgalan@gmail.com
(España)
 

 

 

 

 
Resumen
     El presente estudio trata de mostrar las diferentes formas de percibir y actuar ante los comportamientos perturbadores de los jugadores de baloncesto. Se intentará analizar las posibles consecuencias que uno u otro tratamiento del baloncesto tienen sobre la formación de la personalidad de los jugadores. En primer lugar, se presenta el concepto y corrientes que existen en la metodología de la enseñanza, en cuanto al control de la clase se refiere. A continuación, el artículo expone un estudio realizado con 18 entrenadores de distintos clubes de baloncesto de la Comunidad de Madrid, los cuales, se sometieron a un cuestionario de 12 preguntas abiertas. Se demuestra que todos consideran importante o muy importante la disciplina para desarrollar una sesión y optimizar el tiempo de práctica. Finalmente, se observa que la mayoría sigue teniendo una concepción tradicionalista del término disciplina y una actuación metodológica basada en el uso de refuerzos y castigos.
    Palabras clave: Comportamiento. Disciplina. Baloncesto.
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 12 - N° 117 - Febrero de 2008

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Introducción

    La disciplina en la sesión es probablemente el primer problema que manifiestan las encuestas cuando los profesores son evaluados (Sánchez, A. M., García, M. B. y Reche, M. C., 1997: 592) Sin embargo, los estudios realizados sobre este aspecto en el ámbito físico-deportivo son muy escasos y la formación que reciben los entrenadores de baloncesto en particular sobre esta área de la educación es indudablemente insuficiente. Entendiendo el entrenamiento de baloncesto en niños como un proceso educativo y la educación en el contexto social actual como un "proceso que tiene por objeto intencional la formación del alumnado como ciudadano/a comprometido/a activamente con la construcción y desarrollo de la sociedad democrática, mediante el ejercicio de reflexión crítica y autocrítica, y de su participación activa y cooperativa en el escenario social de la escuela y el aula" (Velázquez, R., 2002: 8), no tenemos más remedio que transmitir y enseñar una serie de valores además de utilizar unas estrategias para conseguir que durante el desarrollo de la clase los alumnos se comporten de manera disciplinada.

    La disciplina se define según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española como "Doctrina, instrucción de una persona, especialmente en lo moral". En el ámbito educativo se entiende el término disciplina de diferentes maneras en función del estilo de enseñanza que se utilice. Así, Siedentop (1998: 132) entiende la disciplina como "comportamiento consistente en las metas educacionales de la situación específica", haciendo un acercamiento positivo en la interacción con los alumnos, mientras que para otros educadores, según el mismo autor se trata solo de "la ausencia de comportamientos inapropiados". La primera definición es llamada por otros autores "disciplina dinámica" mientras que la segunda es llamada "disciplina estática" (González, R., 1997: 52). Esta última definición se refiere más a una filosofía militarista de la educación.


Métodos de control de los comportamientos

    A partir de estas definiciones, podemos afirmar que la disciplina es la existencia de comportamientos apropiados de los alumnos, entendiendo estos como aquellos comportamientos que son coherentes con las metas educacionales de nuestro escenario de intervención. Para cada entrenador, los comportamientos apropiados de los alumnos serán distintos ya que dependerán de sus metas. De esta manera, para un entrenador de categoría benjamín (7-8 años) puede no ser un comportamiento inapropiado que el jugador lleve un pantalón largo, mientras que para un entrenador de categoría cadete (16 años) es inadmisible que un jugador entrene sin pantalón corto. Como se puede deducir de la anterior definición, el concepto de disciplina depende de la metodología utilizada por el educador. Los tipos de metodología usados para el control de comportamientos de los alumnos son según Dosil (2004:268-275):

  • Método conductista o condicionamiento operante: Relacionado con la disciplina estática o tradicionalista. Se basa en la "Ley del Efecto", por la cual cuando un comportamiento va seguido de un resultado positivo (refuerzo), se fortalece y tiende a repetirse, y por el contrario, cuando va seguido de un resultado negativo (castigo) se debilita y disminuye la probabilidad de repetición.

  • Método cognitivista o constructivista: Relacionado con la disciplina dinámica. Será el propio jugador, con la ayuda del entrenador el que vaya comprendiendo la manera más adecuada de comportarse. El entrenador tiene un papel inductor, y poco a poco va otorgando una mayor autonomía al jugador.

    Si bien es cierto que algunas actitudes se adquieren mediante procesos tales como el condicionamiento (recompensas y castigos), los aprendizajes que tienen lugar mediante dicho método tienden a ser poco consistentes, ya sea porque desaparece el refuerzo o el castigo o la persona que gestiona esas conductas (entrenador) Por eso, los especialistas en educación (Siedentop, D.,1998; Velázquez, R., 2002; Pieron, M., 1999; Dosil, J., 2004, Jares, X. R., 1992) defienden que la forma más eficaz de adquirir y desarrollar actitudes y conductas apropiadas para el proceso de enseñanza-aprendizaje es mediante la comprensión y el convencimiento (modelo cognitivista).

    Según Brunelle (2000: 232) la enseñanza de actividades físico-deportivas es la disciplina que mayor cantidad de reglas a respetar por los educandos incluye. Por lo tanto, una sesión de un entrenamiento de baloncesto ofrece al jugador una gran cantidad de ocasiones en las que puede cometer comportamientos inadecuados.

    El interés que la gestión de este tipo de comportamientos ha estimulado que los investigadores del ámbito educativo (Brunelle, J., 2000; Cothran, D.J. y Kulinna, P.H., 2007; Epp, J.R., 1996; Fernández-Balboa, J. M, 1991; Pieron, M. y Emonts, M., 1988; Pieron, M. y Brito, M., 1990) realizasen un gran número de estudios que describen los comportamientos perturbadores de los alumnos y la reacción de los profesores ante este tipo de comportamientos.

    El estudio que ha servido de telón de fondo en las investigaciones posteriores, fue el realizado por Pieron y Emonts (1988). Se sacaban a relucir los siguientes comportamientos inadecuados en las clases de Educación Física en Secundaria (gráfico 1),

    La charla intempestiva es el comportamiento conflictivo más frecuente. Bien es cierto que no todas las charlas entre alumnos perturban el funcionamiento de la clase e incluso pueden favorecer un clima positivo.

    Brunelle pudo observar que del tiempo que hay en una sesión, al menos el 70% se dedicaba a la gestión de los comportamientos de los alumnos y a asegurar un buen desarrollo de la sesión (Brunelle, J., 2000: 215). Estos datos ayudan a hacerse una mejor idea de este fenómeno, que es el que más preocupa al entrenador en su práctica educativa (González, R., 1997: 52) Sin embargo, está aún poco explorado en la enseñanza de la actividad físico-deportiva y es una faceta que está discriminada y poco contemplada en los planes de estudio y en los contenidos de los cursos de formación de entrenadores de baloncesto.


Método

Participantes

    En este estudio participaron 18 Entrenadores de baloncesto. La edad media de los jugadores a los que entrenan es 12,27 años. En el momento en que contestan el cuestionario, que les fue enviado por correo electrónico o entregado en mano, nos encontrábamos finalizando el primer trimestre escolar. Por tanto, ya se habían dado diferentes conductas de los jugadores en los entrenamientos y el entrenador ya tendría que haber utilizado ciertas estrategias de control del grupo. Todos los entrenadores se encontraban en activo y desarrollaban su labor entre dos y tres horas semanales, más la competición en el fin de semana.


Instrumento

    La forma utilizada para conseguir los datos obtenidos del estudio fue un cuestionario de respuestas abiertas adaptado de Fernández-Balboa (1991:51-78). El cuestionario original contenía 15 preguntas y se dirigía a profesores de Educación Física en periodos de prácticas. Tras ser configurado, el nuevo cuestionario contenía 12 preguntas donde algunas palabras habían sido sustituidas por otras, por ejemplo: profesor-entrenador, alumno-jugador, etc. De los 12 ítems que contiene el cuestionario, la distribución es la siguiente: el ítem número 1 corresponde a la edad de los jugadores; los ítems 2,3 y 4 se refieren a la importancia y concepción que tiene el entrenador de la disciplina; el ítem número 5 pregunta por la causa de los comportamientos indisciplinados; los ítems 6, 7, 8 y 12 indagan en la metodología utilizada por el entrenador para controlar el comportamiento de sus jugadores ; por último, lo ítems 9, 10 y 11 buscan una relación entre la metodología utilizada en la actualidad y la recibida cuando el entrenador era jugador.

    Cada entrenador realizaba el cuestionario sin la presencia de otras personas, basándose en el recuerdo y sin ser avisado con antelación de que se le iba a realizar el test. Así, se eliminaba la opción de analizar las conductas de los jugadores en el momento previo a la realización del cuestionario y fuera del tiempo de entrenamiento pidiéndosele que fuera lo más sincero posible. Esta es la única medida que se ha seguido para conseguir confiabilidad y validez (Hernández, R., Fernández, C. y Baptista, P., 2003: 475)


Análisis de los datos

    Una vez recogidos los datos, se hizo una primera lectura completa de cada cuestionario. A continuación, una segunda lectura pregunta por pregunta de todos los cuestionarios, haciendo una interpretación semántica de las respuestas, para transformar el texto en unidades más grandes de significado y de esta forma homogeneizar las respuestas. El siguiente paso fue reducir los datos en unidades de información. "El proceso de codificación incluye la reunión y análisis de todos los datos que se refieren a temas, ideas, conceptos, interpretaciones y proposiciones" (Taylor, S. J. y Bogdan, R., 1996: 167) Para sintetizar y reducir los datos se ha realizado una matriz elaborada en forma de lista de control (Pérez, G., 1998: 120) A través de dicho análisis se pretende reducir los datos de nuestra investigación con el fin de expresarlos númerica y gráficamente mediante una tabulación. El pequeño número de participantes hace que la validez externa del trabajo pudiera verse cuestionada. Para solucionar este problema se han añadido numerosas explicaciones, definiciones y datos de otros estudios. Esto se realiza para conferir "transferibilidad" (Thomas, J. R. y Nelson, J. K., 2007: 382) y que los lectores puedan identificar rápidamente los resultados con otras situaciones distintas.


Resultados

    Se clasificarán los resultados en cuatro apartados: importancia y concepción de la disciplina, causas por las que se producen los comportamientos inadecuados, metodología utilizada para el control de las conductas y método recibido en la etapa como jugador.

    Todos los entrenadores que han hecho el cuestionario, consideran la disciplina como algo importante o muy importante para el funcionamiento de los entrenamientos (Tabla 1). Las palabras que usaron para hablar sobre la importancia que le daban a la disciplina eran: "fundamental", "esencial", "muy importante", "indispensable"… En algunas respuestas (6 de 18), la razón que se ha dado es que mejora la calidad de la sesión y se optimiza el tiempo de práctica.

    Como se podía ver en la introducción, existen dos concepciones distintas del término disciplina (discipina estática y dinámica) La mayoría de los entrenadores poseen un pensamiento tradicional de la disciplina (66,66%). Esto quiere decir, que ven la disciplina como la simple no aparición de comportamientos perturbadores, sin tener en cuenta el proceso educativo ni las conductas adecuadas de los jugadores (Tabla 2).

    Los participantes en el trabajo creen que existen las siguientes causas por las que se producen las actitudes inapropiadas (Tabla 3): falta de interés y motivación por la actividad: (44,44%) Esta desmotivación podría deberse a numerosas causas como las relaciones con el entrenador, porque no le guste el baloncesto, porque los entrenamientos no son motivantes, etc. Si consideramos a los entrenadores como los creadores de la actividad y responsables de ofrecer a cada jugador una actividad atractiva en función de sus necesidades e intereses individuales, podríamos decir que parte de la responsabilidad de este problema es del entrenador; factores externos al deporte: (33,33%) La influencia que tienen los educadores en este tipo de determinantes es muy pequeña; factores psicológicos del niño: (5,55%); no sé el motivo: (11,11%).

    La mayoría de los entrenadores (*64,7%) utiliza una metodología conductista tradicional basada en la utilización de refuerzos y castigos, donde el regulador de las conductas es el propio entrenador y el jugador actúa según las consignas de éste. En contrapartida, el resto de los entrenadores, usa una metodología cognitivista, en la que el educando es el protagonista de sus propias conductas, y el entrenador, como elemento regulador externo, le ayuda a comprender la forma más adecuada de comportarse (Tabla 4).

    Independientemente de la metodología empleada, todos los entrenadores (excepto uno) afirman que se producen comportamientos inadecuados en sus sesiones: con mucha frecuencia, *52,94%; con frecuencia, *17,64%; con poca frecuencia, *29,41% (Tabla 5) (*Uno de los entrenadores no contesta estas preguntas y no es tomado en cuenta en el recuento porcentual de las respuestas).

    Salvo un participante que no recordaba qué medidas usaban sus entrenadores, el resto ha recibido una enseñanza basada en el método conductista. Además, una gran parte dice que la forma de regular los comportamientos era mediante el uso de castigos (70,58%) Si se compararan los datos obtenidos en esta respuesta con la anterior, y no tuviéramos en cuenta las diferencias entre el modelo preconizado y el modelo llevado a cabo en la realidad, se podría observar que antes se utilizaba con mucha más frecuencia el condicionamiento operante basado en refuerzos y castigos que en la actualidad, lo cual es un dato bastante positivo (Tabla 6).


Discusión

    Los resultados del trabajo se corroboran con la idea de otros autores que piensan que "en el ámbito de la Educación Física y en el Deporte, existe una utilización continua de refuerzos y castigos, convirtiéndose en el procedimiento de aprendizaje más habitual" (Dosil, J, 2004: 268) Esto lo podemos ver tanto en el concepto de disciplina que tienen los entrenadores como en la metodología que usan para controlar las actitudes: concepción estática de la disciplina y metodología conductista.

    Las consecuencias que podrían tener en la formación del jugador, el uso de una u otra metodología son, según Delval y Enesco (1994: 170):

    Metodología conductista

  • Escasa autonomía del alumno y poco sentido de la responsabilidad.

  • La actitud adecuada desaparece cuando no está presente el agente regulador (entrenador).

  • Las represiones muy severas pueden provocar el efecto contrario, consolidando las conductas indeseables.

  • A medida que el niño se va haciendo mayor, mayor es la dificultad de poner un castigo, ya que puede responder con actitud de confrontación.

  • Los adolescentes que han recibido este tipo de educación tienen reacciones negativas ante la norma.

  • Los jugadores son reticentes a responder al entrenador y son poco participativos (Siedentop, D., 1998:135)

    Metodología cognitivista

  • Favorece el desarrollo moral.

  • Es más eficaz a la hora de hacer que el niño interiorice las normas morales, independientemente de que estén o no los elementos reguladores.

  • El jugador que ha recibido este tipo de educación, es más crítico con los demás y consigo mismo.

  • Son más estables y actúan de forma más autónoma.

    Los resultados que se han obtenido en el cuestionario son positivos en cuanto a la reducción del uso de castigos respecto a la metodología recibida en la etapa de jugador. Sin embargo, lo observado en algunos estudios (Dostie citado por Brunelle, 2000: 245) demuestran que existen importantes diferencias entre el modelo pedagógico preconizado por un educador y el modelo pedagógico realmente utilizado. En el estudio de Dostie se demuestra que los educadores se creen mucho menos normativos que lo que son en realidad (30% de error) y sobrestiman la utilización por su parte de una pedagogía interactiva (50% de error)

    A partir de estas conclusiones, sería muy interesante, hacer una observación para ver las diferencias reales entre la metodología que los entrenadores creen que utilizan y la que realizan realmente.


Conclusión

    En cualquier contexto educativo la disciplina estática, implica unas connotaciones negativas de la misma y el recurso al castigo, mientras que la disciplina dinámica aboga por una verdadera participación democrática. Esta concepción constructiva de la disciplina busca también un adecuado control externo que se adapte a la evolución intelectual del individuo (González, R., 1997: 53) Este modelo pedagógico no se refiere a una permisividad total ("laissez-faire").

    Como se ha podido observar, algunos comportamientos inadecuados es algo habitual en los entrenamientos de baloncesto, independientemente de la metodología empleada, ya que son producto del normal desarrollo intelectual y moral del niño (Delval, J. y Enesco, I., 1994: 165)

    En cambio, el uso de una metodología constructivista y una concepción dinámica de la disciplina, favorecen un clima y un acercamiento positivo (Siedentop, D., 1998:133). No es necesario comportarse como un "desagradable y estricto castigador" para conseguir y mantener una buena disciplina.

    Muchos de los entrenadores que han participado en el estudio, han afirmado que los comportamientos inadecuados de los alumnos pueden producirse por una falta de interés y motivación por la actividad. En este sentido, tenemos mucho trabajo que hacer, y sin ninguna duda, la mejor manera de mantener al jugador motivado es creando un clima positivo de trabajo, buscando la manera de hacer que aparezcan los comportamientos adecuados en lugar de eliminar las conductas negativas.


Bibliografía

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revista digital · Año 12 · N° 117 | Buenos Aires, Febrero 2008  
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