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Limitantes y problemas al aplicar un cuestionario para determinar
la calidad de vida y medir la actividad física en grupos poblacionales

   
Licenciado en Educación Física.
Master en Metodología del Entrenamiento Deportivo.
Facultad de Ciencias del Deporte. Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales. U.D.C.A.
 
 
Diego Alonso Sánchez Rodríguez
disanchez@udca.edu.co
(Colombia)
 

 

 

 

 
Resumen
     La medición de la calidad de vida y la actividad física se ha puesto de manifiesto en la ultima década, debido a la asociación de estas con enfermedades producto del sedentarismo, se pretende por medio de esta revisión, determinar los factores que inciden en la aplicación de cuestionarios, que miden la calidad de vida y la actividad física en grupos poblacionales, y de esta forma como podríamos minimizar los errores en este proceso, haciéndolo valido y confiable en el rigor investigativo.
    Palabras clave: Medición. Calidad de vida. Actividad física. Cuestionarios.
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 12 - N° 115 - Diciembre de 2007

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Introducción

    La medición de la actividad física es una empresa importante y retadora, debido a que las poblaciones cada vez más sufren los efectos de patrones de vida sedentarios. Este tipo de técnicas de medición de la actividad física han sido practicadas por mas de 40 años (Shephard, 2002); los cuestionarios de la actividad física todavía demuestran confiabilidad y validez limitadas, debido a factores o variables que el investigador no ha podido controlar.

    La actividad física a través de los años ha tenido diversas explicaciones sobre la clasificación que enmarca los tipos de manifestaciones de esta. La actividad física comprende todos los tipos de trabajo muscular que demanden gasto energético (Shephard, 2002), para los estudios de la actividad física se han delimitado los tipos de actividad física, estas actividades se clasifican así: de tipo recreativas, las actividades de carácter laboral y las de carácter deportivo (competitivo).

    Las investigaciones entorno a la calidad de vida y actividad física, se apoya en diferentes métodos de medición, entre otros encontramos, los sensores de movimiento, estos son instrumentos, mecánicos y electrónicos que detectan movimiento y aceleraciones de una extremidad o el tronco, dependiendo en donde el aparato es sujetado, midiendo los lapsos de movimiento de los evaluados. En la actualidad hay diferentes tipos de aparatos que difieren en complejidad y costo, que van desde los podómetros hasta los más sofisticados acelerómetros. (Álvarez Bogantes, 2004). Los Monitores cardiacos, son aparatos que bajo condiciones controladas de laboratorio, la actividad física, la frecuencia cardiaca y el consumo máximo de oxígeno están altamente relacionadas y muestran una relación lineal; el uso de la frecuencia cardiaca como un marcador fisiológico del consumo de oxígeno es una aproximación altamente apropiada para evaluar la actividad física (Patterson, 2000, citado por Álvarez Bogantes, 2004). Los monitores cardiacos proveen un indicador objetivo de los efectos fisiológicos de la actividad física, brindando medidas válidas de la frecuencia cardiaca en poblaciones (Álvarez Bogantes, 2004). Auto reportes o cuestionarios auto aplicados; los beneficios reconocidos de estos, comprenden la facilidad para obtener la información cuando se trabaja con grupos grandes, a un costo reducido. La mayoría de estudios recomiendan que los recordatorios para este auto reporte sean de 24 horas, ya que de esta forma no se ve afectada la memoria en dichos eventos, pues el objetivo es el de describir los hábitos generales con el objeto de discriminar entre la población activa y la sedentaria.

    Los instrumentos (cuestionarios) para medir calidad de vida se clasifican en instrumentos genéricos y específicos. Los primeros son útiles para comparar diferentes poblaciones y padecimientos, pero tienen el riesgo de ser poco sensibles a los cambios clínicos, por lo cual su finalidad es meramente descriptiva. En cuanto a los instrumentos específicos se basan en las características especiales de un determinado padecimiento, sobre todo para evaluar cambios físicos y efectos del tratamiento a través del tiempo. Estos nos dan mayor capacidad de discriminación y predicción, y son particularmente útiles para ensayos clínicos, por lo que están más enfocados desde el ámbito medico. (Velarde y Ávila, 2002).

    El panorama de los instrumentos que se utilizan para medir la calidad de vida y la actividad física están descritos a continuación. (Tomado de Velarde y Ávila, 2002).


Aplicación de instrumentos internacionales en diferentes contextos

    Uno de los primeros aspectos a tener en cuenta es la Traducción de los instrumentos. En cuestionarios de diferente idioma se debe hacer una traducción simple, en una primera etapa y, posteriormente, se traduce nuevamente al idioma original (back-translation) para que finalmente se evalúe el cuestionario en la versión traducida al idioma en que se requiere usar (pre-testing). Este proceso permite la aplicación de un cuestionario que sea confiable y comprensible, y que toma en cuenta los aspectos culturales. (Velarde y Ávila, 2002).

    Los parámetros básicos de las mediciones que deben seguir los cuestionarios son: la confiabilidad, la validez y la sensibilidad, así como parámetros de exclusión de la muestra.

    Shephard se refiere a los tres primeros parámetros para analizar la aplicación de los cuestionarios así:

    La confiabilidad, de ella permite determinar algunas inconsistencias en cuanto la aplicación de este tipo de técnicas, donde observo que se ven afectada cuanto mas uso de la memoria del encuestado se exigiera (coeficiente de 2 semanas 0.88), además de la conceptualización clara de la determinación del esfuerzo (moderado, intenso, etc.), las preexistencias de enfermedades y la complejidad de algunas actividades diarias individuales.

    En cuanto a la validación, se determinan algunas limitantes de los cuestionarios, ya que este no refleja de manera exacta la cuantificación del gasto energético en la actividad física testada, pero además el coeficiente de validez en algunas experimentaciones no se acerca al acepado por los investigadores con un coeficiente de la validez de 0.3-0.5 concerniente a medidas directas o indirectas de gastos energéticos físicos de la actividad (Shephard, 2002), lo que deja ver que la utilización del test solo, no permite dar validez a la medición, por esto se hace necesario la utilización de aparatos directos que permitan la comprobación de esta.

    La Sensibilidad, es una factor determinante en el análisis posterior del test ya que la posibilidad de detectar variables entre la salud y lo consignado en el cuestionario, podrá determinar el grado con que el encuestado miente en el desarrollo de las preguntas solicitadas, por tal motivo se observa que los cuestionarios pueden ser menos sensibles que las mediciones directas, con acelerómetros y otro tipo de instrumentos que cuantifiquen el estado actual del encuestado.

    En cuanto a la representatividad (Kirsten y Wareham, 1998), la mayoría de casos se usan los cuestionarios para poblaciones en general incluyendo minorías étnicas, sin embargo la validación del instrumento se ha realizado en personas caucásicas, lo que ve limitado el estudio, además de observarse la distancia entre los sedentarios debido a su labor diaria a los que se ejercitan de manera regular. Por tal motivo la selección aleatoria es difícil de superar, ya que la inclusión de grupos étnicos, estratos socioeconómicos diferentes, actividades complementarias, no aporta a la validez del cuestionario y además se pierde tiempo, ya que al final se detectaría esto, y por ello es que la autoselección es inevitable, y por tal motivo es que debemos examinar el patrón generalizador de la sub-población a indagar, pero veríamos también limitado el objetivo de estudio de la muestra, por no ser representativa a el universo a estudiar, en tal caso nuestro estudio se debería delimitar al máximo para evitar problemas de validez.

    Por lo anterior la validación de la muestra se ve afectada por los criterios de exclusión, en cuanto a estudios ya realizados se excluyeron a personas con angina e infartos al miocardio, ya que el parámetro de cuantificación estaba en el VO2 Máximo, lo que no permitía una comprobación por esta enfermedad preexistente, en otro estudio se excluyeron personas con IMC, de 30, pues estos individuos obesos pueden ser menos físicamente activos. La validación limita a grupos en quienes el cuestionario puede ser utilizado. Idealmente las exclusiones deben ser hechas a priori y ser limitadas, pero dando la posibilidad de aumentar la representatividad de la muestra a la población en quien el cuestionario será utilizado. Por otro lado la validación se vera comprometida si no discriminamos los géneros (H o M), ya que la generalización de los resultados no seria válida pues la combinación de resultados nos puede ofrecer una correlación baja.

    El tamaño de la muestra afecta la fuerza de los resultados del estudio, pero debemos tener en cuenta lo factores económicos de la investigación, ya que en mediciones que combinan técnicas de medición (cuestionario e instrumentos como acelerómetro), la muestra puede ser pequeña, pero en el caso de solo el cuestionario, esta muestra se puede extender, en este sentido en muestras pequeñas o no se encuentra ningún resultado significativo o se producen los intervalos grandes de la confianza. Ya que el instrumento de medición para ser validado, un factor limitador es el tamaño de la muestra.

    En cuanto al análisis de las datos de la muestra, este análisis esta sujeto a la categorización de los criterios previamente delimitados, en tal caso los datos los debemos cruzar teniendo en cuenta su real y posible correlación, para el caso de la regresión lineal se uso en un estudio de la salud de enfermeras, en el cual se analizo la relación entre el número de episodios sudantes por semana con el consumo máximo de oxígeno, el cual fue un método inadecuado puesto que el análisis de la regresión se diseña para estudiar la relación entre dos variables continuas (Kirsten y Wareham, 1998), lo cual deja ver el sesgo hacia una variable que a otra, de tal forma se sugiere que los cuestionarios deben utilizarse con el total de sus preguntas ya que su validez permite la correlación entre ellas, sin obviar información.

    Por otra parte el control que se le haga a estos factores: en cuanto a la representatividad, la exclusión de poblaciones del estudio, la distribución de género de la muestra a estudiar y las condiciones estadísticas del estudio. (Kirsten y Wareham, 1998), permitirán un desarrollo riguroso y confiable de los estudios.

    Estas mediciones tienen importancia en indicar condiciones que beneficiaria un aumento en actividad física, y como repercute en la misma en una población. Sin embargo, las posibilidades que ofrece este tipo de técnicas en la interpretación de los datos recogidos, no permite de manera comprobable, presentar detalladamente los grados de la dosificación del ejercicio y como esta inciden y/o contribuye al aumento de enfermedades provenientes del sedentarismo.

    Es por ello que el instrumento (cuestionario) no permiten de manera precisa y estandarizada el registro de intensidades de las actividades consultadas; en algunos de los cuestionarios permiten una valoración de esta desde los ejercicios ligero, moderado y pesado, pero no dejan ver las particularidades de este tipo de nomenclatura (aspectos cuantitativos fisiológicos entendibles para el encuestado). Lo cual lleva a confusión de la población medida.

    De esta manera se observa que en el diseño y la construcción de un cuestionario que mida la actividad física, deben abarcar diferentes variables cuantitativas claras, que demuestren la cantidad de actividad física por semana consultada, en tal caso determinaríamos si son kj/m o MET, lo cual indicaría el costo energético de dicha actividad; lo que implica la asimilación de estos agentes estresante, así, como los sistemas comprometidos en la actividad, como el inmunológico.

    Por ultimo Kirsten y Wareham, proponen unos interrogantes para minimizar estos errores:

  1. ¿la dimensión de la actividad física que el instrumento pretende medir se ha definido claramente?

  2. ¿el método de validación elegido mide la muestra y el contexto de la misma?

  3. ¿el error correlacionado entre el método de validación y el instrumento físico de la actividad se ha evitado al máximo?

  4. ¿la muestra es representativa de la población a quien el instrumento será administrado?

  5. ¿las técnicas estadísticas apropiadas se han empleado para determinar la validez del instrumento?


Conclusiones

  • Concluyendo se observa que la utilización de cuestionarios presenta problemas, que no podemos esconder, pero es el punto de partida de investigaciones, y esta soportado por la información que estos proveen.

  • Que la aplicación del cuestionario es una opción económicamente valida, pero que se deben tomar medidas para minimizar los errores y excesos en la formulación de las preguntas, intentando con esto delimitar y soportar debidamente cada pregunta con un contexto general y utilizado en el medio de internacional.

  • Que el cuestionario es útil si esta soportado en algunas mediciones directas que comprueben la acertibidad de las preguntas, que los cuestionarios deben ir en un lenguaje claro para el lector (contextualizarlo), al utilizar instrumentos de apoyo al cuestionario debemos hacer mediciones comprobatoria y de respaldo a las iniciales.

  • Que Los instrumentos de la medición, que se requieren para contestar preguntas entorno a las enfermedades relacionadas con la falta de práctica regular de actividad física deben ser más exactos.


Bibliografía

  • Álvarez Bogantes, Carlos Recomendaciones para la evaluación de la actividad física en la población infantil. Revista MHsalud, V. 1. Nº 1. 2004.

  • Kirsten L Rennie and Nicholas J Wareham. The validation of physical activity instruments for measuring energy expenditure: problems and pitfalls. Department of Community Medicine, institute of Public Health, University of Cambridge, Cambridge CB2 2SR, UK. Public Health Nutrition: 1(4), 265-271 265. 24 August 1998.

  • Philippaerts R. M. y col, Validity of a Physical Activity Computer Questionnaire in 12- to 18-year-old Boys and Girls. Department of Movement and Sports Sciences, Ghent University, Gent, Belgium.

  • Prieto-Rodríguez, Adriana; Agudelo-Calderon, Carlos A. Enfoque Multinivel para el diagnóstico de la actividad física en tres regiones de Colombia. Rev. Salud Pública vol. 8 suppl.2 Bogotá Nov. 2006.

  • Shephard, R. J. limits to the measurement of habitual physical activity by questionnaires. British Journal of Sports Medicine; Jun 2003; 37, 3; Health & Medical Complete p. 197.

  • Velarde - Jurado E, Avila-Figueroa C. Methods for quality of life assessment. Salud Pública Mex 2002; 44:448-463.

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