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    No hace mucho tiempo atrás estuve viendo dentro de la intimidad de mi hogar la película "Mississippi en Llamas" ("Mississippi Burning", 1988) en donde se describe las peripecias de los afro americanos en el seno de la sociedad norteamericana, especialmente al sur de dicha nación, las tremendas injusticias que llegó a sufrir la gente de "color", la impunidad que tuvieron los "blancos" para cometer toda clase de atropellos con esta gente. Obviamente los propios norteamericanos, como lo muestra este film, son los mejores críticos de sus propios errores con relación a los problemas sociales.

    Sin embargo, de inmediato acudieron a mi mente determinados recuerdos que hasta llegaron a sobresaltarme y por más que quise no me los podía borrar: ¿Fueron los norteamericanos los únicos segregacionistas raciales? ¿Son los del "norte" los únicos que han llegado a cometer semejantes atropellos? Con todo dolor tuve que reconocer que no es así; la discriminación no es un invento de los Estados Unidos, sino que proviene desde el viejo continente, Europa, se arraigó en América, pero no solamente en el norte, sino también en Latino América. Para ello vayamos a una experiencia vivida por mi propia persona décadas atrás, de la cual fui testigo personal cuando todavía era estudiante en el Instituto Superior de Educación Física de Montevideo, Uruguay.

    Corría el año 1955, y estábamos con mis compañeros en el último año de nuestra carrera, cerca de recibirnos de Profesores de Educación Física. Por dicho motivo, antes que llegara el período de los exámenes finales, se programó una gira oficial por determinadas ciudades del interior para hacer distintas exhibiciones relacionadas con nuestra carrera, la cual también serviría como propaganda para nuestra bella profesión: gimnasia a mano libre, trabajos sobre colchoneta, saltos sobre cajón danés, ejercicios en la barra sueca y bailes folclóricos. La gira iba a pedir de boca, con gran reconocimiento y aprobación de los distintos auditorios que presenciaban nuestras exhibiciones, para lo cual estábamos muy bien entrenados, especialmente por las directivas de los recordados docentes como lo fueron Alberto Langlade y Julio César Orlando.

    Pero en determinado momento se presentó el problema. Llegamos a determinada ciudad en donde hicimos nuestra correspondiente estadía y exhibición, luego de lo cual cenamos y nos dispusimos ir a recrearnos a un lugar bailable. Ello lo veníamos haciendo en todas las localidades que habíamos visitado durante la semana, aunque obviamente en forma discreta y equilibrada, teniendo en cuenta la responsabilidad que teníamos por delante.

    Pero cuando estuvimos dispuestos a salir de nuestros respectivos alojamientos, un docente del personal que nos acompañaba en la gira nos reunió a todos para informarnos de algo muy importante: podíamos ir a un bar o confitería, pero no lo podíamos hacer al único club bailable de la localidad, el motivo: por problemas de discriminación. Cuál no sería nuestro asombro ante tal observación: ¡discriminación! Varios de nosotros no lo podíamos creer. ¡Cómo que discriminación! En efecto, en dicho club social, por estatuto se tenía prohibido el ingreso de personas de "color", y uno de mis compañeros tenía precisamente esta "característica". Por problemas de solidaridad no debíamos de hacerlo. Varios de nosotros saltamos fuera de sí ante semejante argumento pues esto era inconcebible, a tal punto, se nos aclaró, que no se pudo invitar al seleccionado uruguayo de fútbol el cual había salido Campeón Mundial pocos años antes (1950) debido a que dos de sus integrantes eran de origen afro americanos: el propio capitán del equipo, Obdulio Varela y uno de los marcadores de punta, Rodrigues Andrade. Personalmente sentí gran desazón, lo cual se profundizó, debido a que varios de mis compañeros, los cuales eran oriundos del interior de mi país de origen, manifestaron que conocían ese problema, pues en sus propios "pagos" existía el asunto de la segregación racial. Obviamente, por principios y camaradería con nuestro único compañero de clase que era de origen afro americano, no concurrimos a ese lugar bailable.

    Sí, en mi patria, la cual tenía hasta una orientación del tipo "socialista" debido a uno de los más grandes y evolucionados presidentes como lo fue José Batlle y Ordóñez (Presidente Constitucional entre 1903-1907 y 1911-1915), pese a ello existía discriminación racial!!

    De todas maneras, con el paso de los años esto cambió, pues esos "estatutos" fueron suprimidos y, ahora vemos con gran satisfacción que el segregacionismo ha ido desapareciendo. Podemos apreciar que los afro americanos no son utilizados únicamente como carne de cañón para representar deportivamente a sus respectivos países de origen, sino que también cumplen otras funciones importantes en las distintas naciones a las cuales pertenecen.

    No se abre aquí un juicio de valores con relación a la política que desarrollan los altos funcionarios o jefes de estado de los distintos países que conforman todo el Continente Americano, sea los Estados Unidos o los Latino Americanos. Pero teniendo en cuenta el caso específico de la discriminación racial, se puede ver con optimismo la evolución que ha sufrido los Estados Unidos de Norte América, cuando dos de sus altos funcionarios son de extracción racial afro americana. En ese sentido se hace referencia al que fue Presidente del Estado Mayor Conjunto del Ejército y luego Secretario de Estado, el Gral. Colin Powell (1953- ) y su actual sucesora en este último cargo, la PhD. Condoleezza Rice (1954- ).

    En los países latinoamericanos, la eliminación de todo segregacionismo evoluciona a pasos agigantados, teniendo en cuenta que en algunos de ellos existe un elevado porcentaje poblacional de origen afro americano, indígena y mestizo. Por ejemplo, el Dr. René García Préval, Presidente Constitucional de la República de Haití, el cual fue elegido democráticamente, es de origen afro americano. También podemos destacar a Primeros Mandatarios tales como el Gral. Hugo Rafael Chávez Frías (1954- ) de Venezuela, Luiz Inacio "Lula" da Silva de Brasil (1945- ) y Juan Evo Morales Ayma (1959- ) de Bolivia, en los cuales se destaca una extracción autóctona, de raíces que corresponden profunda y genuinamente a sus respectivos países de origen. Esto ha sido un gran paso hacia delante.

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revista digital · Año 12 · N° 115 | Buenos Aires, Diciembre 2007   © 1997-2007 Derechos reservados