Importancia del aparato auditivo y del aparato vestibular en el entrenamiento del velocista discapacitado visual |
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Universidad Pedagógica y Politécnica de Colombia. (Cuba) |
Prof. Dr.C. Jorge Luis Pérez Pérez ppppunti@yahoo.es |
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 12 - N° 113 - Octubre de 2007 |
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Introducción
En toda la práctica deportiva, el funcionamiento de los órganos del sentido juegan un papel importante en la preparación de un deportista, el entrenamiento de los mismo hacen posible que el atleta obtenga una mayor preparación para hacerle frente a las exigencia del deporte y de la disciplina en que desarrolla sus prácticas.
El Atletismo bautizado como el deporte rey, para su práctica se necesita una disposición y desarrollo de la voluntad para el éxito futuro, es por esto que la educación de los mismo a la actividad deportiva garantizará en parte la posibilidad de un buen resultado en el deporte seleccionado.
Estos aspectos mencionados con anterioridad se manifiestan con mayor fuerza, cuando trabajamos con personas que presentan una determinada discapacidad, ya sea por una enfermedad hereditaria, por un accidente, una mala manipulación a la hora de su nacimiento, o por cualquier otra situación, la cual ha provocado la perdido de la visión o presenta una visión disminuida. Estas personas que luego de un proceso de rehabilitación desean practicar el Atletismo, y que por sus característica desarrollan sus entrenamientos en las disciplinas de velocidad acompañados de sus atletas guías.
Con las práctica sistemática luego de un período de entrenamiento, logran desarrollar para su buen desenvolvimiento en las áreas de entrenamiento, el funcionamiento dos órganos muy importante, el oído y el aparato vestibular.
DesarrolloEl órgano del oído en el atleta discapacitado visual
Las personas con discapacidad visual, en dependencia de su limitación visual, ya sea de la categoría B1, B2 ó B3, y en dependencia de la agresividad de su patología, pueden tener un mayor o un menor desarrollo del resto de sus órganos sensoriales.
El oído es uno de los órganos sensoriales especiales del sistema humano, o como también se le conoce, el órgano de los sentidos. No sólo en él se realiza la importante función de la audición, sino que también interviene en funciones muy importantes como caja de resonancia para la formación o emisión de sonido y en el control del equilibrio, todos estos aspectos son muy importantes en el desenvolvimiento de los atletas discapacitados visuales que se desenvuelven especialmente en el área de la velocidad del Atletismo.
Por lo general, en el cuerpo humano, cuando ocurre un daño en un sitio específico, se crean mecanismos de compensación, que si no resuelven el daño en un gran porcentaje, al menos trata de aliviar, aumentando la capacidad funcional de otras partes del cuerpo. Esto es precisamente lo que ocurre en las personas discapacitadas visuales, en estos se desarrollan un poco más el resto de los órganos de los sentidos, uno de estos casos lo encontramos en el aparato auditivo.
El oído constituye el órgano receptor de las señales sonoras y de discriminación de la dirección del sonido para el velocista ciego o débil visual profundo, la actividad de este órgano es de vital importancia, el cual va a contribuir con estas personas, y muy especial en aquellas dispuestas a realizar actividades deportivas en este caso, en disciplinas cuya esencia está en el desplazamiento veloz, y que la realicen lo más uniforme posible, con la ayuda que le pueda brindar su guía.
La audición, como la mayor parte de los sentidos somáticos, es un sentido mecano receptor, pues el oído responde a las vibraciones mecánicas de las ondas sonoras del aire.
Una persona determina la dirección de la cual procede el sonido, gracias, por lo menos, a dos sonidos diferentes, y por dos razones centrales:
Por la diferencia de tiempo en la entrada del sonido en uno u otro oído.
Por la diferencia entre la intensidad de los sonidos en ambos oídos.
El primer mecanismo funciona mejor para frecuencias inferiores a 3000 ciclos por segundo, el mecanismo de intensidad es preferible para las frecuencias altas, pues la cabeza actúa como barrera contra los sonidos de esa gama. El mecanismo de retraso no depende de los factores extrínsecos sino solo de un intervalo exacto de tiempo entre dos señales acústicas. Si una persona está mirando hacia el lugar de donde viene el sonido, este alcanzará los oídos al mismo instante; si el oído derecho se halla más cerca de la fuente del sonido que el izquierdo, la señal sonora del oído derecho se percibirá antes que las procedentes del oído izquierdo.
Si un ruido proviene del lado derecho de una persona a 45 grados adelante y un segundo ruido también del lado derecho pero a 45 grados atrás, la diferencia de tiempo de llegada de los dos sonidos en los dos oídos será exactamente la misma. Por este motivo resultará difícil distinguir si el ruido proviene del cuadrante frontal o del posterior (Guyton ,1975).
El oído en el ser humano juega un papel importante, más aún lo es para las personas discapacitadas visuales y en el deportista cobra mayor importancia ya que este órgano pasa a sustituir junto con otro, como el tacto, la vista, y más cuando el atleta practica un deporte como el atletismo; donde toda la información que surge durante esta actividad es captada o llega a través de este órgano.
El aparato vestibular en el atleta discapacitado visualEl aparato vestibular es un mecanismo que proporciona el equilibrio del sistema humano, y de suma importancia en el desempeño de cualquier atleta, multiplicándose en importancia en el desempeño de los atletas discapacitados visuales que se desempeñan en cualquiera de los deportes practicados por estos atletas que presentan esta patologías, específicamente aquellos que compiten en las disciplinas de velocidad del Atletismo.
El aparato vestibular del hombre forma parte del oído interno, formado por un complicado sistema de cámaras y conductos llenos de líquido y revestidos de epitelio, constituye el laberinto membranoso. (Guyton, 1985)
Estas cámaras y conductos son estructuras empotradas dentro del peñasco del hueso temporal en su posición de la base craneana. Resulta conveniente expresar que el eje mayor de todo este conjunto está orientado oblicuamente de afuera hacia dentro, de atrás hacia adelante y ligeramente de arriba hacia abajo.
Las sensaciones vestibulares tienen un origen lejano en la escala biológica. Desde los protozoarios se describen formaciones extrasomáticas capaces de participar en la orientación de los celenterados, en los que está presente un organoide que actúa bajo el mismo principio que encontramos en el aparato vestibular del hombre (Zimkim, N. V. 1991)
Las sensaciones vestibulares contribuyen principalmente al control espacial de la cabeza y en particular en lograr el equilibrio. En este control también tiene una importancia la participación de aferencias propioceptivas generales, la aferencia visual, la audición y otras aferencias de carácter esteroceptivas.
Las sensaciones vestibulares (propioceptivas especiales) se corresponden con la transformación de la fuerza de gravedad y acelerativas que excitan el aparato vestibular. Desde este aparato surgen informaciones que llegan a los centros correspondientes del encéfalo y al nivel central encargado del equilibrio, tonalidad muscular y coordinación; el cerebelo. La participación del cerebelo parece que está principalmente en función de los movimientos muy rápidos.
En el oído encontramos dos órganos de información, el aparato vestibular y el órgano auditivo. El sector vestibular es más antiguo evolutivamente que el oído, se integran posteriormente para constituir un valioso e importante conjunto informativo en el hombre.
La parte receptora acústica (transformación auditiva) del laberinto se corresponde al caracol. La parte vestibular del laberinto membranoso está compuesta por sacula, utrículas y conductos semicirculares.
El laberinto membranoso está compuesto por la endolinfa que junto con la perilinfa constituyen los denominados líquidos del oído interno.
Los conductos semicirculares son tres y están orientados según los tres planos del espacio.
En general el equilibrio en el hombre se mantiene por los cambios regulados del tono muscular de uno u otro lado del cuerpo, hacia adelante o hacia atrás de acuerdo con las informaciones procedentes del aparato vestibular, el resto de los transformadores propioceptivos y los visuales.
Los conductos semicirculares y sus transformaciones energéticas son excitados cuando se realizan movimientos rotativos de la cabeza. Es importante destacar que estos transformadores informan de las rotaciones (aceleraciones angulares) en cualquier plano en el espacio.
La conducta espacial, sus cambios y controles dependerá de estas informaciones, de sus interacciones bulboreticulares, la influencia del cerebelo y las correspondientes áreas de corticalización, somáticas visuales, oculógicos, esquema corporal y de integración sensitivo motor (Peters, 1994).
La educación del aparato vestibular en los discapacitados visuales que practican deporte juega un papel esencial en la obtención de una elevada técnica en la disciplina practicada, ya que en comparación con los atletas videntes, el discapacitado visual debe controlar a la máxima expresión los movimientos oscilantes en todas direcciones de su cabeza durante el desplazamiento en las distintas disciplinas del Atletismo, en especial en la disciplina de velocidad; no obstante existen algunas patologías que justifican el correr o lanzar con la cabeza de lado, como por ejemplo, aquellos atleta que tenga residuo de visión lateral, los cuales corren el riesgo de las oscilaciones de su cabeza, por ende del aparato vestibular, esta situación puede repetirse en otras de las disciplinas del Atletismo, por tanto estos atletas deben crean su forma propia de realizar su disciplina deportiva.
Conclusiones
El oído como órgano sensorial del sistema humano, debe ser educado en los discapacitados visuales de todas las categorías y sexo, ya que es el órgano que sustituye junto al tacto al órgano de la visión.
Todo entrenador de Atletismo, debe conciliar dentro de su planificación de entrenamientos, (proceso de enseñanza o perfeccionamiento), la preparación del aparato vestibular, como responsable del equilibrio del sistema humano.
El atleta guía de los atletas de las categorías B1 ó T11-B2 ó T12, es un factor importante en la preparación, específicamente del velocista de estas categorías.
El trabajo en solitario del invidente durante su preparación deportiva, contribuye al desarrollo de estos dos sistemas.
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