Perfil antropométrico y aptitud física de árbitros de fútbol de Brasil Anthropometric profile and physical fitness of brasilian football referees |
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*Doctorando en Fisiología en la Universidad Federal de Paraná - UFPR. **Departamento de Fisiología, Laboratorio de Metabolismo Celular. Sector de Ciencias Biológicas, Universidad Federal de Paraná. (Brasil) |
Prof. Ms. Alberto Inácio da Silva* Prof. Dr. Luiz Claudio Fernándes** Prof. Dr. Ricardo Fernández Perez** albertoinacio@bol.com.br |
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 12 - N° 112 - Septiembre de 2007 |
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Introducción
Trabajos de cuño científico involucrando árbitros de fútbol son muy recientes y escasos, si tomarnos como referencia los estudios involucrando jugadores de fútbol (Asami, et al. 1988; Catterall, et al.1993; Da Silva y Rodríguez-Añez, 1999; D'ottavio y Castagna, 2001; Da Silva, 2005). Varios trabajos describen las acciones motoras del árbitro de fútbol durante un partido, con las respectivas distancias recorridas (Johnston y Mcnaughton, 1994; Da Silva y Rodríguez-Añez, 1999; D'ottavio y Castagna, 2001) y también de sus árbitros asistentes (Da Silva y Rodríguez-Añez, 2002; Krustrup y Bangsbo, 2002). Otros trabajos abordan los parámetros antropométricos (Rontoyannis et al., 1998; Da Silva y Rodríguez-Añez, 2003a). La intensidad de la actividad física del árbitro y de sus asistentes durante el partido fue estudiada por Rodríguez-Añez y Da Silva, 2001; Da Silva y Rodríguez-Añez, 2003b. Da Silva y Fernández (2003), cuantificaron la deshidratación del árbitro y del árbitro asistente durante partidos oficiales. El conjunto de estos trabajos contribuyeron para el planteamiento de modelos de entrenamiento específico para el árbitro de fútbol. (Krustrup y Bangsbo, 2001; Rebelo et al. 2002; Silva, 2002; Weston et al. 2004).
"Sin lugar a dudas la realidad actual nos ratifica que a medida que los conocimientos científicos se acumulan y se diferencian dentro de la esfera de la teoría general del deporte tiene lugar la separación de varias ramas, algunas de las cuales ya se formaron como disciplinas independientes, otras recién empiezan a formarse como tal y el arbitraje deportivo en este sentido no es la excepción (Guardo y Fleitas, 2004)".
Debido a la mayor exigencia de la preparación física del arbitraje para conducir un partido de fútbol moderno y con la intención de mejorar el nivel de los árbitros internacionales, en 1990 durante la realización de la Copa del Mundo, la Fédération Internationale de Football Association (FIFA) determinó que la edad máxima para un árbitro integrar su cuadro, disminuya de 50 a 45 años, siendo que desde 1989, en esta entidad venía sugiriendo la aplicación de una batería de tests físicos destinados a la evaluación de los árbitros (Rontoyannis et al., 1998). En el año de 2001, la FIFA estableció una nueva secuencia para la aplicación de las pruebas anaeróbicas y aeróbicas que integran su batería.
De acuerdo con Cuchiaro (2000), para establecer programas específicos de entrenamiento es necesario conocer el perfil antropométrico del atleta para saber si éste está por arriba o por debajo del perfil adecuado para la función, además de las exigencias físicas de la actividad. Se sabe también que cantidades elevadas de gordura corporal perjudican el desempeño de los individuos, además de constituir un factor de riesgo de diversas enfermedades. Por lo tanto, es fundamental el control adecuado de la adiposidad corporal.
De los pocos trabajos que abordan el resultado físico de los árbitros de fútbol en los tests determinados por la FIFA, no encontramos ningún estudio científico sobre la capacidad física frente la nueva secuencia de la aplicación de los tests que integran la batería de tests de esta entidad. Estudios sobre este tema podrían dar fundamentación a los argumentos de que el árbitro posee una preparación física de acuerdo con las exigencias físicas hoy necesarias para la conducción de un partido de fútbol de elite. Esta ausencia de artículos puede ser explicada tal vez, por la reciente modificación (año 2001) en la aplicación de los tests y por la restricción a los investigadores para tener acceso a datos que involucran la evaluación física de árbitros profesionales.
Frente de esto, se observa la necesidad de realizar estudios que aborden el perfil antropométrico y la capacidad física de los árbitros de fútbol. Así, se evita que decisiones equivocadas provocadas por agotamiento físico durante el partido atenten contra la calidad de un buen partido de fútbol. Por lo tanto, el objetivo de este trabajo fue determinar el perfil antropométrico y el nivel de aptitud física de los árbitros pertenecientes al grupo de árbitros profesionales de la Federación Paranaense de Fútbol (FPF) de Brasil.
Materiales y métodosDe acuerdo con Gil (1991), este estudio se caracteriza como descriptivo de corte transversal. Los procedimientos aquí dotados están de acuerdo con la Resolución Nº 196, del 10 octubre de 1996, del Consejo Nacional de Salud de Brasil, que trata sobre los procedimientos de investigaciones en seres humanos. El proyecto fue aprobado por el Comité de Ética de Investigación en Seres Humanos del Hospital de Clínicas de la Universidad Federal de Paraná, Brasil.
La población de este estudio fue constituida por árbitros de la Federación Paranaense de Fútbol (FPF) de Brasil, que se presentaron a la Comisión de Evaluación de Aptitud Física de la FPF para someterse a las pruebas de evaluación física para la temporada de 2005. La muestra fue constituida de 224 árbitros de sexo masculino, con edad promedia de 34,0+6,0 años, peso 78,36+10,33 Kg. y altura promedia de 177,48+6,13 cm.
Las pruebas físicas utilizadas fueron las recomendadas por la FIFA para evaluación de la aptitud física de los árbitros de fútbol. La batería de tests fue constituida de: una carrera de 12 minutos (test de Cooper), dos carreras de 50 metros y dos carreras de 200 metros. Las pruebas fueron aplicadas en el siguiente orden: primero la carrera de 12 minutos, seguida por una carrera de 50 metros; después una carrera de 200 metros, seguidas nuevamente por otra carrera de 50 metros, finalizando el test con una carrera más, de 200 metros. Este orden fue adoptado por la FIFA en el año de 2001. El tiempo de recuperación durante las pruebas no fue inferior a 5 minutos. Los tests fueron aplicados en la pista de atletismo, abierta. Después de la realización de cada prueba, los individuos permanecían caminando hasta la zona donde se tomaba del próximo test, determinando con esto una recuperación de tipo activa. Después de la ejecución del test de Cooper fue realizado un intervalo de 15 minutos antes de la realización la aplicación de las carreras anaeróbicas. Para la medición de los tiempos se utilizaron cronómetros marca Technos, modelo Cronus. La distancia mínima para que el árbitro se considere apto establecida por la FIFA para la carrera de 12 minutos es de 2.700 metros. El tiempo máximo para la carrera de 50 metros es de 7,50 segundos y para la carrera de 200 metros, 32 segundos.
Para la evaluación de la composición corporal, fueron medidos 9 pliegues cutáneos (subescapular, tríceps, bíceps, pectoral, axilar promedio, abdomen, suprailíaca, muslo y pantorrilla), 9 perímetros (antebrazo, brazo contraído, brazo relajado, tórax, abdomen, cadera, muslo superior, muslo mediano y pantorrilla), y 4 diámetros óseos (biestilóide, biepicondiliano, bicondiliano y bimaleolar), según la estandarización de Harrison et al. (1991), Callaway et al. (1991) y Wilmore et al. (1991), respectivamente. Se determinó además la masa corporal, la estatura y la edad conforme Ross y Marfell-Jones (1995). La densidad corporal fue determinada a partir de las variables antropométricas utilizando la ecuación propuesta por Jakson y Pollock (1978), que utiliza la suma de 7 pliegues cutáneos y dos perímetros y el porcentual de gordura por la ecuación de Siri (1961). La masa de gordura (MG) fue obtenida multiplicando la masa corporal (MC) por la fracción del porcentual de gordura (%G): MG = MC. (%G/100). Para la determinación de la masa ósea (MO) y de la masa residual (MR), se utilizaron las ecuaciones de Von Döblen y Würch citadas por De Rose et al. (1984) respectivamente. La masa muscular fue obtenida de la siguiente manera: MM = MC - (MO + MR + MG). La evaluación antropométrica fue realizada siempre antes de las pruebas de aptitud física.
Los árbitros fueron divididos en 5 grupos: grupo (A) que contenía toda la población investigada (n=224), a partir de este grupo fueron creados otros dos grupos: grupo (B) compuesto por los árbitros que no son registrados por la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) (n=197) y el (C) formado por los árbitros que pertenecían al cuadro de árbitro de la CBF (n=27). Este último dio origen a otros dos grupos donde se separaron los árbitros principales (n=13) (grupo D) de los árbitros asistentes (n=14) (grupo E).
En este trabajo también fueron registrados datos referentes a la temperatura ambiente y humedad relativa del aire en el día de los tests en cada región. Los datos fueron suministrados por el Sistema Meteorológico de Paraná (SIMEPAR).
Los resultados son expresados como valores promedios con su variación. Los valores medios fueron comparados por el test de Student o por análisis de variancia (ANOVA) seguido del test de Tukey-Kramer, dependiendo del número de grupos analizados. Los resultados fueron considerados estadísticamente significativos cuando la probabilidad de la ocurrencia de hipótesis nula fue menor que 0,05.
ResultadosLos resultados referentes a la temperatura ambiente y a la humedad relativa del aire en cada ciudad en el día de las pruebas son presentados en la Tabla 1. La temperatura ambiental promedio fue de 22,46 + 4,14 ºC (variación entre 14,8 - 27,4), siendo que la humedad relativa promedio fue de 78,32 + 6,84% (66,7 - 91,8). El análisis de variancia (ANOVA) utilizando los datos referentes a la temperatura ambiental de cada región presentó diferencias estadísticamente significativas entre la temperatura de la ciudad de Curitiba versus las demás (tabla 1).
Los valores promedios referentes a edad, peso y altura de los árbitros por grupo, pueden ser observados en la Tabla 2. Cuando se compararon los valores promedios para la edad, peso y altura entre los grupos, no hubo diferencias estadísticamente significativas entre ellos (p>0,05).
En la tabla 3 se encuentran los resultados de las evaluaciones antropométricas de los árbitros. No fue encontrada ninguna diferencia estadísticamente significativa cuando comparada cada variable entre los diferentes grupos (p>0,05).
El primer test físico a ser aplicado siguiendo la nueva resolución de la FIFA, es la carrera de 12 minutos, conocida mundialmente como test de Cooper. La distancia promedio recorrida por cada grupo en este test que evalúa la resistencia aerobia puede ser observada en la tabla 4. No hubo diferencias estadísticas cuando comparados los resultados obtenidos en los diferentes grupos (p>0,05)
Después del test aerobio, algunos árbitros no presentaron condiciones físicas para realizar los tests anaerobios, por lo tanto el número de participantes (n) en estos tests cambian. Los resultados referentes a la suma de las dos carreras de 50m, por grupo, están en la tabla 4. El tiempo promedio gasto para realizar la primera carrera de 50 metros por el grupo A fue de 6,99+0,39 s (n=222). Mientras que el tiempo gasto en la segunda carrera fue de 7,15+0,42 s (6,10 - 8,70). La diferencia entre el tiempo gasto para recorrer los primeros 50 metros versus el tiempo de la segunda carrera fue estadísticamente significativa (p=0,0001). El tiempo medio gasto por el grupo B (=195) para realizar la primera carrera de 50 metros fue de 6,98+0,40 s, siendo que la segunda fue realizada en 7,14+0,42 s. El confronto entre estos dos resultados muestra una diferencia estadísticamente significativa (p=0,0001). Los árbitros del grupo C (n=27) llevaron en promedio 7,07+0,26 s para realizar la primera carrera de 50 metros. Mientras que para la segunda carrera de 50 metros el tiempo medio fue de 7,09+0,31 s, esta diferencia no fue significativa (p>0,05). El grupo D formado apenas por árbitros de elite, recorrieron los primeros 50 metros en 7,17+0,29 s, siendo que para realizar la segunda carrera ellos llevaron 7,18+0,36 s. Esta diferencia no es estadísticamente significativa (p>0,05). El grupo formado por los asistentes de la CBF, llevaron 6,98+0,21 s en el primer test de 50m, mientras que para realizar la segunda carrera de 50 metros, el tiempo medio pasó para 7,01+0,24 s. El análisis estadístico no encontró diferencias significativas entre estas dos medias (p>0,05).
El tiempo medio gasto para recorrer la primera carrera de 200 metros por el grupo A (n=222) fue de 29,83+1,94 s. Con todo, el tiempo gasto para realizar la segunda carrera de 200 metros fue de 30,93+1,92 s. No hubo diferencias estadísticamente significativas entre estos datos (p>0,05). El tiempo medio gasto por el grupo B (n=195) para realizar la primera carrera de 200 metros fue de 29,81+1,95 s, siendo que el tiempo gasto en la segunda carrera fue de 31,00+1,92s. El confronto entre estos dos resultados mostró diferencias estadísticamente significativas (p=0,0001). Los árbitros del grupo C (n=27) llevaron en promedio 29,72+1,74 s para realizar la primera carrera de 200 metros. En cuanto que en la segunda carrera de 200 metros el tiempo gasto fue de 30,23+1,64 s. Esta diferencia no es estadísticamente significativa (p>0,05). El grupo D formado apenas por árbitros de elite demoró 29,83+2,04 s para recorrer los primeros 200 metros, siendo que para realizar la segunda carrera de 200 metros ellos llevaron 30,78+1,68 s, siendo esta diferencia no significativa (p>0,05). El grupo E demoró 29,61+1,48 s en el primer test de 200metros, mientras que para realizar la segunda carrera de 200 metros el tiempo promedio pasó para 29,72+1,49 s (27,64 - 32,60). El análisis estadístico no mostró diferencias significativas entre estas dos medias (p>0,05).
DiscusiónLa edad promedio de los árbitros de este estudio (tabla 2), es semejante a la de los árbitros griegos (36,3+4,5 años) estudiados por Rontoyannis, Stalikas, Sarros y Vlastaris, (1998), de los árbitros italianos (37,6+3,4 años) estudiados por Castagna y D´Ottavio (2001) y de los árbitros portugueses (37+6,6 años) estudiados por Rebelo, Silva, Pereira y Soares (2002). Algunos estudios afirman que los árbitros de fútbol son en promedio, de 10 a 15 años más viejos que los jugadores de elite de ese deporte, siendo que la edad tenía un efecto negativo en el estado físico (Catterall et al., 1993; Weston et al., 2004; Helsen y Bultynck, 2004).
Como ocurrió con la edad, la estatura promedio de los árbitros evaluados en este estudio (tabla 2) es semejante a la estatura de los árbitros griegos (177,4+5,7 cm.) (Rontoyannis et al., 1998), de los árbitros italianos (182,9+4,5 cm.) (Castagna y D´Ottavio, 2001) y de los árbitros de la CBF (177,8+7,4 cm.) estudiados por Da Silva y Rodrigues-Añez, (2003a). Comparando la estatura de los árbitros de este estudio con la de los hombres de la región sur de Brasil (Petroski, 1995), en la región donde fue desarrollado este estudio, se observó que los árbitros son en promedio más altos.
La masa corporal promedio de los árbitros (tabla 2) es semejante a de los árbitros de la CBF (78,7+8 Kg.) evaluados en el año 2000 por Da Silva y Rodrigues-Añez, (2003a) de los árbitros griegos (81,6+7,8 Kg.) (Rontoyannis et al. 1998). Sin embargo, los árbitros son más pesados que los hombres de la región sur de Brasil, evaluados por Petroski (1995).
El porcentaje de grasa estimado en este estudio (tabla 3) fue superior al valor promedio encontrado por Da Silva y Rodrigues-Añez, (2003a) (15,9%) cuando evaluó a los árbitros de la CBF. El porcentaje promedio encontrado en los árbitros griegos (16,7%) también es menor que los índices encontrados en este estudio (Rontoyannis et al. 1998). Sin embargo, los valores relatados por Schwingel, Michels, Petroski y Velho (1998) en un estudio realizado con 57 árbitros brasileños fue de 20,7%. Este porcentual es semejante al de los árbitros de la CBF (grupo D) involucrados en esta encuesta (tabla 3), que presentaron los mayores índices de grasa en la composición corporal. En otros estudio involucrando 87 árbitros, donde había tanto árbitros de nivel provincial como nacional, Da Silva Rodrigues-Añez y Varanda (2002a) concluyeron que el porcentaje de grasa corporal de la muestra evaluada fue de 16,3 + 4,1%. El porcentual de grasa de todos los grupos aquí evaluados fue superior al porcentaje de grasa encontrada en hombres de la región sur de Brasil (16,14%) (Petroski, 1995). Los árbitros de la CBF (grupo D) involucrados en este estudio presentaron un porcentaje de grasa superior al de los árbitros asistentes de la CBF (grupo E) y de los otros grupos (tabla 3). Se esperaba que los árbitros presentasen un porcentaje menor que los asistentes debido a la distancia que él recorre durante un partido. También se esperaba que los árbitros presentasen un porcentaje de grasa corporal menor que los hombres que no están relacionados directamente con la práctica de fútbol de alto nivel. Es sabido que una masa corporal mayor consumé más energía para ser desplazada, y que el tejido adiposo sirve como isotérmico, colaborando para el aumento de la deshidratación, que puede venir a contribuir para el mal desempeño del árbitro durante un partido (Da Silva y Rodrigues-Añez, 2003a).
El primer test a ser aplicado fue el test de Cooper, que consiste en correr o andar ininterrumpidamente por 12 minutos. El desplazamiento promedio durante este test obtenido por todos los grupos (tabla 4) fue mayor que el promedio presentado por los árbitros de CBF (2956,88+90,69 metros) (Da Silva et al. 2003a) y de 209 árbitros (2842,28+204,77) evaluados por Da Silva, Rodriguez-Añez y Arias (2004), ambos estudios fueron desarrollados en Brasil. Eissmann (1996) observó que 80% de los árbitros que participaron del concurso desarrollado por la Asociación de la Unión Europea de Fútbol (UEFA) en 1995 recorrieron, durante el test de Cooper, una distancia de 2900 a 3200 metros. La suma de los árbitros que recorrieron distancias entre 2900 a 3200 metros en este estudio correspondió a 24%, un número mucho abajo del encontrado en los árbitros de UEFA. Sin embargo los árbitros asistentes poseen una capacidad cardiorrespiratoria superior a la de los árbitros, pues obtuvieron un resultado mejor en el test de Cooper que evalúa esta capacidad física (tabla 4).
El árbitro de fútbol recorre una distancia superior a 9 Km. durante el juego (Asami, et al.; 1988; Johnston y Mcnaughton, 1994; Da Silva y Rodriguez-Añez, 1999; D'ottavio y Castagna, 2001; Krustrup y Bangsbo, 2001; Rebelo et al., 2002), en una área media de 8.250 m2. Sin embargo el árbitro asistente, se desplaza en promedio 7 km. durante un partido (Da Silva y Rodrigues-Añez, 2002; Krustrup y Bangsbo, 2002) prácticamente en una línea recta (línea lateral) que en promedio corresponde a 60 metros. Como el agotamiento físico del árbitro durante un partido es superior al del árbitro asistente, se esperaba del árbitro principal, mejores resultados durante los tests aerobio, pues un de los principales factores para un buen arbitraje es la preparación física (Catterall et al., 1993; Eissmann, 1996; Rebelo et al. 2002; Da Silva, 2002).
Todas las medias descriptas en este estudio, obtenidas después de la aplicación de las carreras de 50 metros (tabla 4) son superiores al tiempo descrito por Da Silva y Rodrigues-Añez, (2003a), (6,81+0,31 s) cuando evaluaron 16 árbitros de CBF y del tiempo (6,93+0,37) obtenido por 209 árbitros también evaluados en Brasil por Da Silva et al. (2004). Mientras que las medias aquí descritas son semejantes al valor de 7,09 s obtenida por 52 árbitros que participaron del concurso de la UEFA, para nuevos árbitros de la FIFA en 1995 (Eissmann, 1996), con excepción del promedio obtenido por los árbitros asistentes (tabla 4). Los árbitros de la UEFA realizaron la primera carrera de 50 metros en 7,12 s y la segunda en 7,07 s (Eissmann, 1996). Estos tiempos son semejantes al de este estudio (tabla 4). Los árbitros de la CBF estudiados por Silva y Rodrigues-Añez, (2003a), realizaron la primera carrera de 50m en 6,81+0,39 s y la segunda en 6,80+0,28 s, respectivamente. El tiempo medio obtenido por 209 árbitros evaluados en Brasil en la primera carrera de 50m fue de 6,95+0,40 y en la segunda el tiempo fue de 6,91+0,37 (Da Silva et al., 2004), tiempo que también fue inferior a las medias encontradas en este estudio. Los valores mas altos encontrados en este estudio en la prueba de 50m fueron las de los 13 árbitros pertenecientes al cuadro de la CBF (tabla 4). Por ser árbitros de nivel nacional (grupo D) se esperaba que ellos presentasen un resultado mejor en las pruebas de 50m cuando comparados como los tiempos de los árbitros de nivel provincial. Pero los árbitros presentaron un tiempo inferior incluso a de los árbitros asistentes de la CBF (tabla 4).
La velocidad es importante, pues está capacidad física permite que el árbitro esté más próximo del balón en el momento que tenga que analizar una jugada. A cada 4,3 segundos el árbitro cambia su acción motora durante el juego, realizando en promedio 1.268 actividades diferentes en el transcurrir del partido (Krustrup y Bangsbo, 2001). Para Catterall et al., (1993) este cambio ocurriría a cada 6 segundos. Para una actividad física de esta magnitud, que debe ser sustentada por un período de 90 minutos, los árbitros deberían presentar un nivel de capacidad anaerobia y aerobia mayor del que la constatada en este estudio.
El promedio general de los árbitros aquí evaluados (tabla 4) fue superior a de los árbitros brasileños evaluados anteriormente. El tiempo promedio para recorrer los 200 metros por los árbitros de la CBF fue 28,85+1,57 s (Da Silva y Rodrigues-Añez, 2003a). Los 209 árbitros brasileños evaluados por Da Silva et al., (2004) llevaron en promedio 29,36+1,71 s para recorrer los 200m. Los árbitros que participaron del concurso de la UEFA, presentaron un tiempo medio de 29,17 s (Eissmann, 1996). El tiempo obtenido por los árbitros brasileños en todos los grupos fue similar al tiempo medio de los árbitros griegos (Rontoyannis et al. 1998). Sin embargo las medias obtenidas por los grupos en la primera y segunda carrera son superiores a los tiempos descritos en estudios realizados anteriormente (Eissmann, 1996; Da Silva y Rodrigues-Añez, 2003a; Silva et al., 2004).
Los árbitros asistentes de la CBF una vez más presentaron una capacidad anaerobia (resistencia a velocidad) superior a de los otros grupos incluso de los árbitros de la CBF. La FIFA no exige la aplicación de esta prueba para los árbitros que actúan como asistentes. Mientras tanto, ella fue aplicada porque la FPF aplica todas las pruebas a todos los árbitros de su cuadro, esto reforzó el diagnóstico de que los árbitros asistentes poseen un nivel de preparación física superior al de los árbitros.
Según Da Silva (2005) el entrenamiento físico de los árbitros visando mejorar su estado físico durante el partido de fútbol debería ser complementado para que ellos obtuviesen mejores resultados en los tests de la FIFA, Sin embargo algunas capacidades físicas allí solicitadas, no se hacen presentes durante la conducción del juego. La mala preparación física de los árbitros también fue observada por otros estudiosos (Samulski et al. 1999; Da Silva, 2005). En un estudio que tuvo como objetivo analizar las condiciones y factores que podrían causar reacciones de stress psíquico en los árbitros de fútbol, fue concluido que la preparación física inadecuada es el factor más estresante para el árbitro de fútbol (Samulski et al. 1999).
A prácticamente 3 años, las entidades que representan los árbitros junto a la FPF, suspendieron los programas de preparación física que venían ofertando a sus árbitros y la Comisión de Arbitraje de la FPF, no realizó más la evaluación física de forma rutinaria y con la misma seriedad de años anteriores. Eso podría justificar la queda de capacidad física de los árbitros. Mientras que en el año 2001, como descrito anteriormente, la FIFA promovió modificaciones en el orden de aplicación de sus tests. Segundo Da Silva, Romero y Takahashi (2002b) ese cambio causó disminución de los tiempos presentados por los árbitros en los tests anaerobios. En función de estos factores, no fue posible determinar la real causa de la reducción de la mejora de los árbitros en los tests físicos. Estudios futuros determinando el perfil antropométrico y el nivel de capacidad física de los árbitros frente la nueva orden de aplicación de los tests de la FIFA, serán importantes para conocer mejor las características y las necesidades físicas de los árbitros de fútbol. Debido al aumento de la capacidad física de los jugadores de fútbol y por consecuencia el aumento del ritmo de las jugadas, no basta orientar más los árbitros para que hagan actividades físicas de forma rutinaria, hoy es necesario someterlos a programas de entrenamiento físico específicos, visando darles condiciones físicas para acompañar el ritmo del fútbol moderno.
ConclusiónEste estudio constató que el porcentual de grasa corporal de los árbitros paranaenses de todos los niveles aumentó, siendo acompañado por la reducción de la capacidad física, en comparación con estudios publicados recientemente.
Las inversiones hechas hoy por los clubes, por las emisoras de televisión y por las innumerables empresas que quieren ver su marca vinculada al fútbol, no deberían permitir que el árbitro se presente de cualquier forma. Es una decisión tomada de forma equivocada, ya que como consecuencia, una mala preparación física puede perjudicar la evolución de un equipo en la competición. Las comisiones de arbitraje de las federaciones y confederaciones deben asumir la responsabilidad de ofrecer programas de entrenamiento físico a los árbitros dándoles condiciones para que ellos se presenten mejor físicamente y los evalúen de forma más frecuente.
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revista
digital · Año 12
· N° 112 | Buenos Aires,
Septiembre 2007 |